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DEL “ESTADO DE CATÁSTROFE” AL RETORNO INSEGURO

Chile, contagios se disparan tras flexibilizar la cuarentena

A pesar de las advertencias de la Organización Mundial de la Salud sobre los riesgos de levantar el confinamiento, Chile decidió aligerar las medidas adoptadas a principios de mayo. El efecto fue contraproducente al registrarse miles de contagios que han puesto al borde del colapso los servicios sanitarios, situación que obligó al Gobierno de Piñera a decretar la cuarentena total obligatoria en Santiago de Chile, ciudad capital que concentra la mayor cantidad de afectados por el virus.

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Escribe: Jhoselyn Pfuño @jhospfuno

Las recientes declaraciones de la Organización Panamericana de la Salud, pone el foco en las medidas que vienen adoptando los países latinoamericanos. “En Sudamérica, estamos particularmente preocupados porque el número de nuevos casos reportados la semana pasada en Brasil fue el más alto en un período de siete días desde que comenzó el brote. Tanto Perú como Chile también están reportando una alta incidencia, una señal de que la transmisión aún se está acelerando en estos países”, manifestó la directora de la OPS, Carissa Etienne.

Las declaraciones de Etianne se sustentan en cifras. El caso más reciente de mala experiencia por flexibilizar la cuarentena la registra Chile. Según la última actualización de la OPS, el país al mando de Sebastían Piñera muestra hasta fines de mayo más de 90 mil contagios, 944 muertes y un promedio de más de 3,000 nuevos casos en los últimos días. La situación grafica las consecuencias que supone el desconfinamiento temprano sin la concientización social y que advertimos en la edición N°88 de la Revista Imagen y Comunicación. “No se pueden reemplazar las cuarentenas con nada, se deben reemplazar con comunidades empoderas, educadas y muy comprometidas porque habrá que cambiar nuestros hábitos en el futuro próximo”, explicó el director ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud para emergencias sanitarias, Mike Ryan.

La OMS, con la experiencia en Europa, cuyos centros sanitarios en varias ciudadades colapsaron, ha sido enfática en recordar a los países de América del Sur, el sur de Asia y otras zonas donde los contagios siguen subiendo, que las naciones deben enfocarse en controlar la expansión de la pandemia antes de priorizar la reactivación de sus economías. “Ahora mismo no estamos en la segunda oleada. Estamos justo en medio de la primera oleada en todo el mundo. Aún seguimos de lleno en una fase en la que la enfermedad en realidad está en alza”, señaló Ryan.

Carissa Etienne Director de la Organización Panamericana de la Salud

Retorno inseguro hacia la reactivación económica

En Chile, el coronavirus se reportó por primera vez el 3 de marzo cuando el presidente, Sebastián Piñera, confirmó al primer paciente, un médico de 33 años que llegó de viaje proveniente de Singapur a finales de febrero. "La rápida expansión que ha experimentado esta enfermedad nos hacía presagiar y anticipar que el coronavirus iba a llegar a Chile en cualquier momento", expresó el mandatario.

El ministro de Salud, Jaime Mañalich, complementó la información del mandatario en una conferencia de prensa en la ciudad de Talca. "Tenemos que confirmar que está hospitalizado en este recinto el primer caso positivo de coronavirus en este país". El primer caso confirmado motivó la aplicación de las primeras medidas referidas a la suspensión de clases de todos los niveles estudiantiles, la cuarentena en los hogares del Servicio Nacional de Menores, la prohibición de las visitas a establecimientos de larga estadía de los adultos mayores, centros penitenciarios y la aglomeración de eventos públicos de más de 50 personas. Asimismo, el Ejecutivo anunció el cierre total de las fronteras y los chilenos que recientemente ingresaran al país serían sometidos a una cuarentena obligatoria.

Las medidas no fueron suficientes, pasadas dos semanas el país reportó 155 casos confirmados de COVID-19. El miércoles 18 de marzo el presidente Sebastián Piñera se dirigió a sus connacionales para decretar el “Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe”, que rigió desde el 20 de marzo y con una duración de 90 días para todo el territorio nacional. “Tiene como objetivo anticiparnos, prepararnos para enfrentar bien las etapas que vienen en esta materia. Nos va a permitir dar mayor seguridad a nuestros hospitales y a todos los sitios donde se presta atención de salud”, explicó el mandatario.

El caso más reciente de mala experiencia por flexibilizar la cuarentena la registra Chile. Según la última actualización de la OPS, el país al mando de Sebastían Piñera muestra hasta fines de mayo más de 90 mil contagios, 944 muertes y un promedio de más de 3,000 nuevos casos en los últimos días.

El “estado de catatrofe” le permitió al Gobierno ganar tiempo para que los hospitales y otros sitios de atención de salud estén mejor preparados. Asimismo, se tenía mayor facilidad para resguardar el cumplimiento de las cuarentenas y medidas de aislamiento social, así como, garantizar la cadena de producción y distribución de productos básicos con el fin de asegurar el normal abastecimiento de la población.

El inicio del decreto significó una cuarentena zonificada. La primera ciudad en vivir el confinamiento “Caleta Tortel”, en la provincia de Capitán Prat, región de Aysén, por ser una ciudad costera portuaria y principal parada de los cruceros National Geographic y Le Boreal, así como por ser parte del camino hacia los glaciares Campo de Hielo Norte y Campo de Hielo Sur, áreas altamente turísticas.

El primer caso confirmado motivó la aplicación de las primeras medidas referidas a la suspensión de clases de todos los niveles estudiantiles, la cuarentena en los hogares del Servicio Nacional de Menores, la prohibición de las visitas a establecimientos de larga estadía de los adultos mayores, centros penitenciarios y la aglomeración de eventos públicos de más de 50 personas.

Un mes después de anunciadas las medidas, los contagios habían aumentado en 11.812 y 168 muertes por COVID-19. Sin embargo, el gobierno informó que levantaría la cuarentena en algunos sectores del área metropolitana de Santiago. La decisión, aunque cuestionada por la ciudadanía, tuvo el respaldo de los funcionarios de la Salud que confirmaron el descenso en la cifra de contagiados en aquellas zonas que serían desconfinadas. Piñera salió al frente a defender la "cuarentena estratégica y selectiva", por considerar que sería insostenible una medida obligatoria. “Nadie podría asegurar que las familias cuarentenadas tengan los medicamentos, los alimentos y los servicios básicos", precisó.

El Ministerio de Salud informó a través de las redes sociales las zonas que salían y las que entraban en el confinamiento, la tendencia continúo hasta mediados de abril. La dinámica animaría al gobierno a dar el siguiente paso y flexibilizar las medidas. El día 24 de abril en conferencia de prensa el presidente dio a conocer el “Plan Retorno Seguro”, iniciativa que pretendía retomar las actividades laborales y enfrentar la recesión económica. “El plan no exigirá el retorno de personas de alto riesgo, como adultos mayores, enfermos crónicos o mujeres embarazadas y otros casos. Sí incluye medidas sanitarias especiales como distanciamiento social, evitar aglomeraciones, lavado frecuente de manos, uso de mascarillas”, precisó el jefe de Estado en un discurso desde el Palacio de La Moneda.

El plan contemplaba medidas centradas en el regreso de los trabajadores del sector público y privado, el inicio de cierto sector del comercio y el retorno de los escolares a clases presenciales. En la primera parte, el mandatario aseguró que las medidas se aplicarían de forma gradual y por etapas adecuándose a las distintas realidades de cada región.

El inicio del decreto no significó una cuarentena total de la población, sino que este sería zonificado, siendo la primera ciudad en vivir el confinamiento “Caleta Tortel”...,

Como parte de este anuncio, el 30 de abril el gobierno autorizó la apertura de los centros comerciales bajo severas restricciones en el marco de la pandemia y se eligió el Mall Apumanque como prueba piloto. Las personas hicieron largas colas para acceder al recinto y según la comuna de Los Andes el lugar acogió a unas 750 personas.

El resultado de la iniciativa fue contraproducente, motivó a más ciudadanos a salir del confinamiento y a no respetar la “cuarentena estratégica”. El panorama de la situación mostró un repunte de infectados, frente a ello el alcalde de la comuna de Las Condes, Joaquín Lavín, confirmó a través de sus redes sociales que no autorizaría la reapertura del centro comercial Mall Apumanque. “Sé el esfuerzo que hicieron y sé que necesitan trabajar, pero me preocupa el aumento del número de contagiados en los últimos 2 días a nivel nacional. Esperaremos al menos una semana. Estos días nos permitirán corregir falencias detectadas por nuestros clientes incógnitos”.

La postura del alcalde se basaba en datos preocupantes, los contagios se multiplicaron poniendo en jaque al sistema de salud chileno. El 2 de mayo, el ministro de Salud, Jaime Mañalich, expuso ante los medios el reporte del Plan COVID-19 que mostraba el incremento de nuevos casos en 1.427 personas. El ministro explicó que la cifra guarda relación con la decisión de “ir a buscar a los pacientes, incluso los que hayan cursado la enfermedad sin síntomas”, siendo uno de sus objetivos “ampliar aún más la capacidad de diagnóstico hasta llegar a más de 14 mil exámenes diarios”.

Las críticas a la gestión del ministerio no se hicieron esperar y afectaron la popularidad del presidente Piñera. El sondeo “Agenda Ciudadana” del 8 de mayo mostró la desaprobación de 70% a su gestión y la del gabinete alcanzó un 72%. Durante la conmemoración al Día del Trabajo defendió las medidas adoptadas. “Tenemos que volver a poner en marcha nuestra sociedad, porque si todos nos quedamos acuarentenados en nuestras casas vamos a tener una crisis social de desempleo, de quiebra, que va a producir un daño gigantesco a la calidad de vida”.

Hacia la segunda semana de mayo, el Gobierno tuvo que frenar sus medidas de flexibilización debido al incremento de los casos de contagio que superaban los dos mil por día. Admitió que la estrategia “Retorno Seguro” tomaría más tiempo del previsto y anunció el día 13 la cuarentena total para la metrópoli en Santiago de Chile. “Trabajamos para proteger la salud y vida de nuestros compatriotas. Por eso, desde este viernes 15 de mayo a las 22 horas y por 7 días, entrará en vigencia (una) cuarentena en la Región Metropolitana y otras medidas necesarias para controlar la propagación de la pandemia”.

La cuarentena total estableció prohibir el libre tránsito, excepto para realizar labores prioritarias como la compra de alimentos, medicamentos y trasladarse a hospitales o brindar algún servicio que según el decreto pertenece a los sectores de salud, servicios públicos, empresas de correos, delivery, seguridad, prensa, transporte público y de carga industrial. A la fecha, se mantiene la cuarentena obligatoria en la Región Metropolitana que comprende a la provincia de Santiago con sus 32 comunas, y las provincias de Puente Alto, San Bernardo, Padre Hurtado, Buin, Lampa y Colina, mientras que en diversas regiones continúa la cuarentena selectiva encaminada a una reactivación gradual en su economía.

El resultado de la iniciativa fue contraproducente, motivó a más ciudadanos a salir del confinamiento y a no respetar la “cuarentena estratégica”.

Comunicación confusa y desacato a las medidas

Desde la llegada al país del COVID-19, el Estado contó con una página web oficial https://www. gob.cl/coronavirus/ para ofrecer información oficial sobre las medidas y el avance del virus en el país. La página además contiene las recomendaciones de la OMS para prevenir el contagio e identificar los síntomas. A su vez, el Ministerio de Salud publica en sus redes sociales oficiales (@ministeriosalud) las zonas de influencia de cuarentena totales o selectivas, información que cambia constantemente lo que genera confusión en los ciudadanos a la hora de acatar las medidas.

Este escenario se reflejó en la encuesta Pulso Ciudadano de Activa Research, publicada el 30 de abril que muestra la desconfianza de los chilenos en un 49% frente a que su Gobierno pueda controlar la pandemia y un 56% señala que la información gubernamental no ha sido clara.

A las cifras de la encuesta se sumaron las declaraciones de la ministra vocera de Gobierno, Karla Rubilar, quien reconoció que los conceptos de “nueva normalidad” y “retorno seguro” confundieron a la población. “Lo que quería decir el concepto ‘Nueva Normalidad’ que ocuparon grandes líderes mundiales y la OMS, era que en algún momento en que pasen los peak de contagios, cuando estemos mejor, en algún momento vamos a tener que volver, y desde ese momento nunca volverá a ser igual. Vamos a tener que usar mascarillas, no nos vamos a poder saludar de besos, no nos vamos a poder saludar de abrazos. Quizás nosotros no tuvimos la fuerza ni la claridad para decir que este era un proceso a dónde íbamos a ir en un largo plazo”.

Hacia la segunda semana de mayo, el Gobierno tuvo que frenar sus medidas de flexibilización debido al incremento de los casos de contagio que superaban los dos mil por día. Admitió que la estrategia “Retorno Seguro” tomaría más tiempo del previsto y anunció el día 13 la cuarentena total para la metrópoli en Santiago de Chile. “Trabajamos para proteger la salud y vida de nuestros compatriotas...

Karla Rubilar, Ministra vocera de Gobierno

Por su parte el ministro de Salud, Jaime Mañalich, reconoció las deficiencias del sector y la desconfianza del pueblo chileno hacia el Gobierno. "Si bien es cierto que el brote de coronavirus ha puesto en paréntesis la crisis política de Chile, decirle a la gente que confíe en el Estado es muy difícil. No hemos logrado encontrar un mecanismo de diálogo con la ciudadanía transparente y de buena fe", precisó.

La comunicación fallida y la emisión de desacertados mensajes dio paso al incumplimiento de la cuarentena por parte de los ciudadanos que ante la flexibilización de las medidas se reunieron en plazas para protestar por las promesas incumplidas del gobierno desde que se desató la crisis social en octubre del año pasado uniéndolas a las necesidades actuales por la pandemia. La BBC cubrió la jornada de manifestaciones el 26 de abril que era la fecha original para la realización del plebiscito que buscaba reformular la constitución por una más vigente acorde al nuevo panorama socioeconómico.

La imagen que recorrió las redes sociales fue la de un manifestante que portaba el cartel con la frase “El Piñeravirus es más mortal que el coronavirus”, lema que transmite el sentir de las mayorías frente a las medidas adoptadas para combatir la pandemia. El Gobierno no ha podido dar una respuesta asertiva a la población a pesar de crear un Plan de Emergencia Económico de US$11.750, que busca proteger el empleo y apoyar a los trabajadores a través de liquidez para sus empresas. También, se estableció una Ley de Protección del Empleo para resguardar los puestos de trabajo y un fondo de US$2.000 millones de dólares para la protección de los ingresos de los trabajadores más vulnerables, es decir, informales sin contrato.

Los ciudadanos confinados en sus zonas residenciales hacen uso activo de las redes sociales, tras el anuncio de la cuarentena en la región metropolitana popularizaron el hashtag #CuarentenaTOTALChile.

Usuarios compartieron sus apreciaciones sobre las medidas. “La #CuarentenaTOTALChile era al principio más estricta y por menos tiempo. Pero para el CPC parar Chile de 2 a 4 semanas era fatal y como tiene tomado de las bolas al gobierno, ahora muere gente a montones. Lo peor es que era para salvar la economía y esta no se está salvando”, escribió @Anjuolaverad. Otro usuario@angon42 publicó: “Somos el 18vo país con más contagiados en el mundo, y todo gracias a la tozudez y soberbia de este nefasto gobierno por haberse negado a implementar medidas más estrictas desde el minuto 1, a pesar de todas las recomendaciones. #CuarentenaTOTALChile.

La comunicación fallida y la emisión de desacertados mensajes dio paso al incumplimiento de la cuarentena por parte de los ciudadanos chilenos que ante la flexibilización de las medidas se reunieron en plazas para protestar por las promesas incumplidas del gobierno desde que se desató la crisis social en octubre del año pasado uniéndolas a las necesidades actuales por la pandemia.

La economía por encima de la salud

Si bien es cierto el gobierno de Sebastián Piñera vive las consecuencias de la crisis social desatada desde octubre del año pasado que motivó a la movilización ciudadana por las marcadas desigualdades de acceso a la educación, salud, jubilación y otros, el Gobierno continúa con un discurso que prioriza la reactivación económica a pesar de las advertencias de los especialistas de las salud del Colegio Médico chileno.

En la conferencia de prensa del 24 de mayo, el presidente Piñera nuevamente reiteró su negativa al confinamiento total. “No podemos tener a todo nuestro país en cuarentena de forma permanente (...) el aumento de contagios obedece a un fenómeno mundial". Además afirmó que el día con mayor número de casos en Chile coincidió con la jornada más crítica a nivel global

El desacertado mensaje del presidente Piñera no corresponde a la situación crítica que vive el país, que adicionalmente presenta problemas en su capacidad hospitalaria, situación confirmada por el ministro de Sanidad, Mañalich: “Nuestro sistema de salud está altamente exigido. Tenemos una lucha fuerte en Iquique, Alto Hospicio, pero la situación de la Región Metropolitana es delicada por el número de casos. Cuando uno habla de los casos allí puede decir, pero solo el 0,15 está contagiado, el problema es que el comportamiento del coronavirus es bastante agresivo”.

La imagen que recorrió las redes sociales fue la de un manifestante que portaba el cartel con la frase “El Piñeravirus es más mortal que el coronavirus”, lema que concentra la percepción de que las medidas adoptadas para combatir la pandemia han agravado las diferencias sociales y que el Gobierno no ha podido dar una respuesta asertiva...

Aunque, buena parte del país continúa laborando en las actividades permitidas, la otra parte de la población aún espera el plan de reactivación de la economía por sectores. Las cifras del descenso de contagios no acompañan en este momento a los mensajes de reactivación que son frecuentemente emitidos por el mandatario en sus declaraciones públicas. "Igual como nos empezamos a preparar temprano, también tenemos que prepararnos temprano para cuando llegue el retorno seguro”, pronunció el jefe de Estado.

Los contagios siguen en aumento como la necesidad de atender la economía de una ciudadanía que se ve entre la espada y la pared. Piensa, o muere de coronavirus o muere de hambre. La gestión del presidente Piñera no cuenta con el amplio respaldo de la población, todo lo contrario su popularidad según la "Encuesta Cadem" del 25 de mayo alcanza 27% de aprobación y la población cree en un 74% que la crisis del coronavirus incrementará las desigualdades, ya que el gobierno no se muestra cercano, empático y capaz de atender los problemas que la pandemia ha visibilizado. En la otra acera, el panorama muestra a los médicos que cada día revelan cifras más preocupantes. Según un reporte de contagios realizado por el Ministerio de Salud el 27 de mayo, el 50% de los casos confirmados de coronavirus lo registran personas menores de 40 años, lo que contradice el paradigma de que esta enfermedad afecta significativamente a las personas de la tercera edad, por lo tanto todos tienen la misma posibilidad de enfermarse y agravar su condición.

La tarea es larga para un gobierno que tiene pendiente atender las necesidades de una población que se ha pronunciado masivamente en las calles en las protestas del 2019, a ello se le ha sumado la pandemia que muestra en escena las carencias y urgencias que no pueden esperar más si se quiere un país viable y una sociedad satisfecha que se sienta tomada en cuenta en el bienestar económico con mayor equidad.

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