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Homo schematicus

La forma más pura y eficaz de expresar las ideas

La simplicidad es compleja, requiere una capacidad de abstracción que solo se alcanza cuando comprendemos totalmente un fenómeno. De la representación de lo simple trata el último libro de Joan Costa, Esquematismo: La eficacia de la simplicidad. Teoría informacional del esquema, que ha publicado la editorial Experimenta. Es una obra intelectualmente profunda, que aborda el fenómeno de la comunicación por medio de esquemas desde diferentes perspectivas: perceptiva, cognitiva, histórica y epistemológica.

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Escribe: Jordi Morató Bullido Responsable de Comunicación del Hospital de Viladecans (Barcelona) Director de Información del Joan Costa Institute @jmorato

El libro se estructura en tres partes. La primera aborda las bases que nos permiten comprender los estímulos visuales. El ser humano es un animal óptico, dice Costa. Bajo una perspectiva construccionista, el autor explica que el ojo ha transformado el cerebro y condiciona el modo en el que percibimos la realidad. “El mundo que vemos es invención del cerebro óptico”, afirma. Incluso una persona ciega interpreta el mundo visualmente, a través de la estructura visual del cerebro, situada en el córtex prefrontal.

Ello implica que es imposible captar de manera directa la realidad que nos rodea. Lo hacemos a partir de un proceso de simplificación acumulativo, a través de diversos filtros que solo dejan pasar lo más importante. El ojo es el primer filtro de los estímulos visuales, el procesamiento de la imagen en el cerebro es el segundo, la atención es el tercero y la memoria, el cuarto.

La querencia por la simplificación de la realidad es innata, y tiene una base física y psicológica. Lo demuestran las leyes de la teoría de la Gestalt, la teoría de la forma, a la que Joan Costa dedica las últimas páginas de la primera parte del libro.

El esquema, el tercer lenguaje

La segunda parte del libro hace un repaso histórico del esquematismo, desde los símbolos abstractos de la prehistoria hasta la actualidad. El esquema es la representación gráfica abstracta de lo invisible. Se trata de la forma más pura de expresar las ideas, inherente a la inteligencia humana, cosa que recuerda a la gramática universal chomskiana. Costa hace un repaso a la historia de la escritura, que, a partir de representaciones icónicas acaba expresándose a través de la abstracción de los símbolos. También habla de la evolución histórica del dibujo y la pintura. Sin embargo, el autor deja claro que el esquema es una forma de expresión autónoma, diferente de la escritura y el dibujo. Es el tercer lenguaje, dice. Se trata de una “visión abstracta que pone de relieve lo esencial para visualizarlo y elimina lo innecesario en busca de la síntesis más explícita...”.

Esquema mural para el análisis de un fenómeno complejo.

“El mundo que vemos es invención del cerebro óptico”, afirma. Incluso una persona ciega interpreta el mundo visualmente, a través de la estructura visual del cerebro, situada en el córtex prefrontal.

Un repaso rápido a la representación gráfica de la realidad a lo largo de la historia permite ver cómo las figuras simples que el hombre de las cavernas hacía en las paredes de las cuevas evolucionaron hacia la obsesión por representar la realidad de manera fiel, hasta sus últimos detalles –que tuvo su apogeo con el manierismo de finales del Renacimiento y el Barroco–, para volver a lo simple con las representaciones gráficas de la Ilustración y con las que han surgido más recientemente con la informatización.

El esquematismo es deudor de la teoría de la información y de la cibernética. La obra de Joan Costa está profundamente influenciada por los trabajos de Claude Shannon y de Norbert Wiener, especialmente a través de la interpretación que hizo de la teoría de la información su buen amigo Abraham Moles. Costa afirma: “El esquema es informacional por naturaleza. La información es esquemática por necesidad.”

El siglo veintiuno empezó en 1948

El siglo veintiuno empezó en 1948, dice Costa. Ese año, Shannon publicó en la revista Bell System Technical Journal el artículo “A Mathematical Theory of Communication”. Ese mismo año también se publicó Cybernetics: Or the Control and Communication in the Animal and the Machine, una densa obra del filósofo, zoólogo y matemático norteamericano Norbert Wiener, que fue profesor de Shannon, y que abordaba el tema de la comunicación desde la óptica del ser humano y no de las máquinas, como había hecho este último. Tanto Shannon como Wiener consideran la información como un concepto estadístico, lineal y cuantificable. Sin las aportaciones de estos dos autores, sería difícil concebir los ordenadores que tenemos hoy día, las redes de telecomunicaciones o los ficheros informáticos comprimidos.

International Business Machines (IBM) fabricó las primeras máquinas computadoras.

...el autor deja claro que el esquema es una forma de expresión autónoma, diferente de la escritura y el dibujo. Es el tercer lenguaje, dice. Se trata de una “visión abstracta que pone de relieve lo esencial para visualizarlo y elimina lo innecesario en busca de la síntesis más explícita…

Costa destaca que 1948 también fue el año en el que la compañía International Business Machines (IBM) fabricó las primeras máquinas computadoras y Naciones Unidas aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Además de estos cuatro acontecimientos que cita el autor –Teoría de la Información, cibernética, computadoras y Derechos Humanos–, 1948 fue el año en que se inventó el transistor y el físico Richard Feynman dio a conocer sus famosos diagramas, las representaciones gráficas que revolucionaron la física de partículas. Estos grafos son ejemplos formidables del pensamiento esquemático y representan de manera más clara que las fórmulas matemáticas el comportamiento de las partículas subatómicas.

Teoría informacional del esquema

En la tercera y última parte del libro, Costa desarrolla una teoría informacional del esquema. Este apartado, de poco más de cincuenta páginas, funciona de manera independiente del resto de la obra, y aborda desde un punto de vista estratégico la forma cómo se construyen los esquemas y también el modo en el que se perciben.

Los esquemas son sistemas semióticos, nos dice el autor. En ellos, el significado es clave, y apela directamente al pensamiento visual. La regla principal de la construcción de los esquemas se halla en el equilibrio entre la previsibilidad que deben tener los elementos que lo constituyen y las relaciones que establecen entre ellos –cosa imprescindible para garantizar su comprensión por parte del receptor– y la originalidad, la novedad del contenido que aportan.

Los mecanismos de la percepción, la memoria, la imaginación, la mente, culminando con la razón, el intelecto y la conciencia de lo divino. Robert Fludd, s. XVII.

Tanto Shannon como Wiener consideran la información como un concepto estadístico, lineal y cuantificable. Sin las aportaciones de estos dos autores, sería difícil concebir los ordenadores que tenemos hoy día, las redes de telecomunicaciones o los ficheros informáticos comprimidos.

Aquí la combinación entre elementos conocidos es fundamental. Es a través de la combinatoria cómo se genera nuevo conocimiento. La clave de la creatividad y la innovación consiste en eso, en poner juntas cosas que no parecían tener nada que ver entre sí. El esquema, nos dice el autor, es “una combinación más o menos original o novedosa de elementos ya conocidos, y el valor informativo de su mensaje radica en el ensamblaje del conjunto…”.

El libro finaliza abordando el modo en el que se construyen los esquemas, una vez se tiene clara la estrategia que conviene seguir. El autor tiene en cuenta las características del sistema gráfico, las figuras o elementos gráficos simples que aparecen, el modo en el que se estructurarán los elementos, los símbolos que se usan, los colores utilizados, las representaciones figurativas (mapas, cortes anatómicos, etcétera), las ilustraciones y los diagramas. También explica el modo en el que se construye el esquema, a partir del estudio de los datos y el análisis de la información que se desea transmitir, el proceso creativo, la implantación de las figuras sobre el plano, la forma como se jerarquizan los elementos en distintos niveles y el modo en que se realiza la versión final del esquema.

Esquema A del Arte de Ramon Llull, que representa los principios fundamentales del sistema. s. XIII.

La regla principal de la construcción de los esquemas se halla en el equilibrio entre la previsibilidad que deben tener los elementos que lo constituyen y las relaciones que establecen entre ellos –cosa imprescindible para garantizar su comprensión por parte del receptor– y la originalidad, la novedad del contenido que aportan.

El cerebro esquemático

Esquematismo es una obra esencial para comprender el modo en el que las personas percibimos la realidad y la representamos en nuestro cerebro. Costa dice que el esquema es el tercer lenguaje, después de la escritura y el dibujo. Seguramente, se debería de considerar el primero, puesto que es el más puro de los tres, el más genuinamente humano.

El esquema reproduce el modo en el que las personas percibimos la realidad. Nuestro cerebro concibe el mundo a través de esquemas, a través de la simplificación, de la categorización, de la asociación. La grandeza de la inteligencia humana –y también su limitación– se encuentra en esta capacidad de generalizar, de clasificar y de combinar conceptos.

Repertorio de grafos y diagramas cuantitativos Pentagram Design.

Es a través de la combinatoria cómo se genera nuevo conocimiento. La clave de la creatividad y la innovación consiste en eso, en poner juntas cosas que no parecían tener nada que ver entre sí. El esquema, nos dice el autor, es “una combinación más o menos original o novedosa de elementos ya conocidos, y el valor informativo de su mensaje radica en el ensamblaje del conjunto…

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