4 minute read

EDITORIAL

CONSTRUIR UN PAÍS MEJOR: ESCUCHAR, PLANTEAR Y EMPRENDER DESDE LA UNIDAD

ES EL MOMENTO DE LOS LÍDERES EMPRESARIALES

Advertisement

Por: Lillian Zapata

Lo que caracteriza a los ejecutivos es la acción. Las personas que dirigen o tienen a cargo equipos saben resolver problemas, están en esas posiciones porque los distingue ser resolutivos. En el mundo polarizado de hoy, donde la incertidumbre está presente, se requiere más que nunca de ese perfil de personas, gente capaz de dar solución a los problemas no solo en el día a día de la operatividad de la empresa sino, y sin suplir al Estado, en aquello que impacta al entorno para sumarse al bienestar de la sociedad.

Frente a los retos y las dificultades, las personas con visión holística que dirigen organizaciones valoran la unidad, escuchan, plantean y emprenden la ruta a seguir. Esta actuación permite integrar las expectativas de los stakeholders en la gestión lo cual contribuye a la sostenibilidad y reputación, activos intangibles de la compañía.

Visto el mundo empresarial como el sector resolutivo, por tercer año consecutivo Edelman Trust Barometer en su versión 2023 cuya metodología implicó la realización de 32,000 entrevistas en 28 países, precisa que la empresa es la entidad más competente, ética y confiable para contribuir a resolver los problemas presentes en la sociedad. Este resultado no es casualidad y responde a la huella que se dejó durante la pandemia al demostrar que la empresa es capaz de incluir en su gestión aquello que afecta a la gente.

Las empresas de todos los sectores: salud, cosmética, agroindustria, automotriz, seguridad, minería, construcción, alimentos y bebidas, textil, tecnología, servicios, etc., ampliaron su mirada para salvar la vida de sus colaboradores y familias, proteger a sus proveedores, atender a sus clientes, cumplir con las autoridades, con sus accionistas y la sociedad. Es decir, en la práctica vivieron lo que es integrar a los diversos grupos de interés en la gestión para hacer viable el negocio y aliviar las necesidades sociales.

En medio de la amenaza que constituyó la COVID-19, de hacer sucumbir los negocios, se abrió la oportunidad de demostrar el significado de un liderazgo responsable y social. Diversas organizaciones vivieron el propósito corporativo en cada punto de contacto y se afianzó la cultura a través de los valores corporativos. Según informes internos de las empresas, el sentido de pertenencia, compromiso y orgullo fueron indicadores que destacaron los colaboradores al ser ellos los primeros en conectar con la buena actuación de sus organizaciones reflejada en el bien común.

Las empresas no necesitan pasar nuevamente por una situación extrema y dolorosa como la que nos tocó vivir con la pandemia para poner en escena su fuerza resolutiva, solidaria y empática que fue admirada por la sociedad. La determinación de la gestión empresarial en dar respuesta decididamente a la crisis sanitaria permitió no solo seguir en la actividad sino ser reconocidos.

Existen múltiples titulares de diversas marcas globales y locales aparecidos en los medios durante la pandemia por buenas prácticas. Por citar algunos ejemplos: “Ford se une a 3M y GE para fabricar respiradores y ventiladores ante coronavirus”. “Tata Steel indemnizará a familias indias de trabajadores muertos por Covid-19”. “IKEA repartirá 110 millones entre empleados por su esfuerzo durante la pandemia”. “Unilever se suma a los esfuerzos de ayudar a poblaciones vulnerables ante coronavirus”.

Estos son apenas algunos casos de empresas que conectaron con las necesidades de la sociedad y existen muchos otros que pasaron por la experiencia de ir más allá de su actividad. El tejido empresarial se puso al frente y a nivel de las circunstancias, colocó a las personas en el centro de las decisiones y apostó a que los números se recuperarían en el tiempo, situación que viene ocurriendo en los diferentes sectores.

En suma, si bien es cierto la pandemia generó incertidumbre y dolor, también hizo visible la forma de vivir una cultura más humana. Ahora, en un escenario global polarizado, toca replicar la experiencia ejecutiva donde el propósito corporativo, el liderazgo social, la cultura y la integración de los grupos de interés se entrelazan para dar a conocer el nuevo modelo de empresa, una empresa consciente capaz de hacer frente a los retos que trae todo cambio de época.

En esta línea, quienes dirigen organizaciones con visión de futuro y convicción de propósito, decididos a construir un país mejor, saben que necesariamente hay que escuchar, plantear y emprender la ruta desde la unidad, y asumir que es el momento de los líderes empresariales.

This article is from: