9 minute read

LOS TRES SENTIDOS DEL ARCO IRIS

Alianza, símbolo e identidad

El arco iris es un fenómeno óptico y meteorológico que causa la aparición en la atmósfera terrestre de un arco multicolor, a veces, doble, por la descomposición de la luz solar en el espectro visible. Se produce por refracción, cuando la luz atraviesa gotas de agua. Por su belleza, ha sido tomado como signo de la alianza perpetua entre Dios y todos los seres vivientes; sus colores han sido reproducidos en la bandera LGBT, que fija el orgullo -en el buen sentido para unos y en el mal sentido para otros- del grupo que se entrega a la pasión desordenada del hombre; e igualmente, evocando elementos de la vestimenta imperial precolombina, ha sido asumido el arco iris como fondo del escudo de la ciudad del Cusco.

Advertisement

"Soy un hombre, nada humano me es ajeno", escribió Publio Terencio Africano el año 165 a. C., y desde entonces ese pensamiento ha servido para recordar que, lo que interesa a toda la humanidad interesa por lo mismo a cada hombre. Interesa la alianza divina con Noé; la miseria de los hombres abandonados a su suerte, que quieren darle dignidad a lo que no lo tiene; el empeño de los cuzqueños de hacer realidad, en su estandarte, los dibujos y colores de sus ancestros. Veremos lo que dicen los obispos de Escandinavia, los homosexuales de Nueva York, los incas de la capital de su imperio. Precisamente esta diversidad geográfica nos une a todos en ese signo de los tiempos -alegría inocente de los niños- que es el arco iris.

Por: Federico Prieto Celi. Miembro de la Academia Peruana de Ciencias Morales y Políticas

Primer sentido del arco iris

La Conferencia Episcopal Escandinava nos da una sorpresa cuando - en 2023publica una Carta sobre la sexualidad humana, en la que defiende la obra divina de la salvación, a los ojos de una sociedad del bienestar de altos niveles culturales, aunque mundanizada, como sabemos. A propósito del tiempo litúrgico de Cuaresma, afirma que “en la historia de la salvación, los períodos de cuarenta días indican etapas en la obra divina de la redención, que continúa hasta el día de hoy. La primera intervención de Dios fue la que tuvo lugar en tiempos de Noé. Ante la destrucción que el hombre había causado (Gen 6, 5), el Señor sometió la tierra a un bautismo de purificación: «llovió sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches» (Gen 7, 12). El resultado fue un nuevo inicio”.

Los obispos de Copenhague (Dinamarca), Estocolmo (Suecia), dos de Reykjavík (Islandia), Oslo, Tromsø y Trondheim (Noruega), y Helsinki (Finlandia), enseñan que “cuando Noé y los suyos volvieron a poner pie en un mundo completamente depurado por el agua, Dios estableció su primera alianza con todos los seres vivientes. Prometió que una inundación nunca volvería a destruir la tierra. A la humanidad le pidió justicia: honrar a Dios, construir la paz, ser fecundos. Estamos llamados a vivir bendecidos en la tierra y a encontrar gozo los unos en los otros. Nuestro potencial es maravilloso siempre que recordemos quienes somos: «a imagen de Dios hizo él al hombre» (Gen 9, 6)”.

“Estamos llamados a convertir en realidad esta imagen a través de nuestras elecciones de vida. Para ratificar esta alianza, Dios puso un signo en el cielo: «pondré mi arco en el cielo, como señal de mi alianza con la tierra. Aparecerá el arco en las nubes, y al verlo recordaré la alianza perpetua entre Dios y todos los seres vivientes, todas las criaturas que existen sobre la tierra» (Gen 9, 13.16). El primer y genuino significado del arco iris para el hombre es, por tanto, recordar la alianza de Dios con los hombres.

A propósito del tiempo litúrgico de Cuaresma, afirma que “en la historia de la salvación, los períodos de cuarenta días indican etapas en la obra divina de la redención, que continúa hasta el día de hoy. La primera intervención de Dios fue la que tuvo lugar en tiempos de Noé.

Segundo sentido del arco iris

La misma Carta de la Conferencia Episcopal Escandinava nos define cuál es el segundo sentido del arco iris. “La Iglesia condena toda forma de discriminación injusta, incluyendo aquellas basadas en el género u orientación afectiva. Discrepamos, en cambio, cuando este movimiento propone una visión de la naturaleza humana separada de la integridad corporal de la persona, como si el género físico fuera accidental”.

Los obispos se refieren al movimiento LGBT, siglas que identifican a las palabras lesbiana, gay, bisexual y transgénero, que además es un movimiento que se conformó por la lucha de los derechos de igualdad para estas comunidades sexuales minoritarias.

“Resulta llamativo - continúan los obispos escandinavos - que una sociedad tan atenta al cuerpo en los hechos lo trate con superficialidad al no considerarlo como un significante de identidad. Así, se presupone que la única identidad que cuenta es la que emana de la autopercepción subjetiva, la que surge a medida que nos vamos construyendo a nuestra imagen.”

Para ratificar esta alianza, Dios puso un signo en el cielo: «pondré mi arco en el cielo, como señal de mi alianza con la tierra. Aparecerá el arco en las nubes, y al verlo recordaré la alianza perpetua entre Dios y todos los seres vivientes, todas las criaturas que existen sobre la tierra» (Gen 9, 13.16). El primer y genuino significado del arco iris para el hombre es, por tanto, recordar la alianza de Dios con los hombres.

Los interesados en el movimiento LGBT cuentan que el 28 de junio de 1969, en un bar de Nueva York llamado Stonewall, se produjo un acontecimiento que marcó a los movimientos de la diversidad sexual, porque se inició un conjunto de protestas que se extendió por días. Se encontraban en Stonewall se opusieron a los cuerpos policiales, que tenía la orden de hacer una redada, con el fin de reclamar igualdad de derechos y respeto.

El Episcopado de los países nórdicos añade: “Cuando profesamos que Dios nos creó a su imagen, esa imagen no sólo se refiere al alma: está misteriosamente inscripta en el cuerpo también. Para los cristianos el cuerpo es una parte intrínseca de la personalidad. Creemos en la resurrección de la carne. Ciertamente «todos seremos transformados» (1 Cor 15, 53). No podemos aún imaginar cómo serán nuestros cuerpos en la eternidad, pero con la autoridad de la Biblia, fundada en la tradición, creemos que la unidad de espíritu, alma y cuerpo ha sido hecha para perdurar y no tiene fin. En la eternidad seremos reconocibles como quienes somos ahora y los conflictos que aún impiden un pleno desarrollo de nuestro verdadero ser habrán sido resueltos”.

Volviendo a la tierra, la enciclopedia libre más conocida informa que la bandera LGBT fue popularizada en 1978 como símbolo del orgullo gay: ocho primero y seis franjas multicolores horizontales de colores rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta, que reproducen el orden de los colores del arcoíris. El arco iris como alianza del hombre con Dios nada tiene que ver con el movimiento LGBT, que fija distancia entre el amor de Dios y la pasión desordenada del hombre.

Tercer sentido del arco iris

El tercer sentido del arco iris tiene que ver con el Cusco. La bandera del Cusco está formada por siete bandas horizontales de siete colores a imitación del arcoíris. Fue adoptada oficialmente en 1978. Se inspira en el emblema imperial incaico mencionado por cronistas e historiadores, aclarando que no se trataba de una bandera, sino de un estandarte imperial llamado en quechua unancha.

Era una banderilla cuadrada y pequeña, de diez o doce palmos de ruedo, hecha de lienzo de algodón o de lana, con una serie de adornos distintos según la categoría de la autoridad. En algunos queros coloniales y en el dintel del Colegio de Caciques del Cusco se ha encontrado variantes del motivo al que alude Bernabé Cobo, a manera de un arcoíris que nace de las bocas de dos pumas, entre los cuales se encuentra la mascapaicha o una torre rodeada de lanzas y alabarda incas (Escudo del Cusco), ladeado por culebras en posición vertical. El uso oficial de la mal llamada «bandera del Tahuantinsuyo» es equívoco e indebido. En el mundo prehispánico andino no se vivió el concepto de bandera, que no corresponde a su contexto histórico.

El arco iris como alianza del hombre con Dios nada tiene que ver con el movimiento LGBT, que fija distancia entre el amor de Dios y la pasión desordenada del hombre.

Esta similitud produjo la expresa disconformidad de varios cusqueños, lo que provocó un fuerte debate acerca de si cambiar la bandera de la ciudad. Por ello, el 11 y 12 de octubre de 2007, la Comisión de Turismo, Cultura y Educación del Cusco convocó a un foro denominado Vigencia de la bandera del Cusco, con la presencia de vecinos notables, profesionales, intelectuales y autoridades locales. En la misma, se concluyó recomendar el cambio de diseño de la bandera. La Municipalidad anunció que realizaría una consulta pública a fin de determinar el destino del pendón. La solución elegida el 2021 fue que el Concejo de la Municipalidad Provincial del Cusco aprobara por unanimidad [ordenanza 08-2021] que se incluya el escudo del Cusco, o Sol de Echenique, en la parte central de la bandera.

A finales de los años setenta, la bandera cusqueña, con el escudo de la ciudad sobre el fondo del arco iris, comenzaba a ser usada por varias comunidades andinas indígenas, desde Ecuador hasta Bolivia, pasando por el Perú, donde en las protestas habidas en el sur peruano desde el 7 de diciembre de 2022, con motivo de un cambio de gobierno inesperado, llevaron banderas peruanas, y también algunos, con buenos o no tan buenos objetivos, esta bandera cuzqueña.

El arco iris, en definitiva, viene de las alturas y baja hasta lo profundo de las miserias del hombre, sin que ello sea obstáculo para una ciudad imperial lo lleve en el pendón de sus jefes.

El tercer sentido del arco iris tiene que ver con el Cusco. La bandera del Cusco está formada por siete bandas horizontales de siete colores a imitación del arcoíris. Fue adoptada oficialmente en 1978. Se inspira en el emblema imperial incaico mencionado por cronistas e historiadores, aclarando que no se trataba de una bandera, sino de un estandarte imperial llamado en quechua unancha.

This article is from: