FotografĂa Anneliz Bickel
LA
CHUECAMENTA
PORTADA: FOTOGRAFÍA ALEJANDRO VÁSQUES TRIANA DISEÑO DAVID LUZARDO
DIRECCIÓN Jose Girón CORRECCIÓN DE ESTILO John Gómez DIAGRAMACIÓN David Luzardo Jose Girón DIRECCIÓN DE ARTE David Luzardo TEXTOS John Gómez Liliana Velandia Johanna Rozo ILUSTRACIONES Daniela Tami María Alejandra Reyes Jose Javier Delgado César Paredes
Todos los derechos reservados 2014. El nombre y logo son peopiedad del Colectivo Chueco. Está prohibida la reproducción parcial o total de éste contenido, sin previa autorización del editor. REVISTA LA CHUECA. 4
FOTOS Anyel Sarmiento Alejandra Rueda Barco Anneliz Bickel María Paula Salas Bloise Alejandro Vásques Triana Luis Niño Carlos Galván David Gagnebin John Hernández David Luzardo Jose Girón AGRADECIMIENTOS Couleur Café Merisi
Las siguientes páginas narran el conflicto existencial que vive la sociedad contemporánea, llena de signos y símbolos que amenazan con desintegrarse a cada nueva interpretación. Luego de más de dos años y doce ediciones, hace falta distorsionar un poco más las fronteras de la imaginación, a fin de lograr un cambio que remueva las estructuras fundamentales del lenguaje, mostrando la realidad tal cual la percibe la mente. El mundo contemporáneo con sus avances hiperbólicos, se ha infoxicado a través de las redes sociales, los medios masivos y la comida chatarra. Millones de galones de aceite fríen, en éste momento, millones de papas fritas que llegarán a nosotros listas para ser consumidas, mientras fijamos la mirada en una pantalla colorida, sentados en cómodos comedores computacionales. La evolución de La Chueca se expresa al concebir la imagen como un puente desde el individuo hasta el espíritu universal, entendiendo esto como un acto de superación de toda barrera impuesta por el ser. No se necesitan muchas herramientas para crear algo estético; pues una serie fotográfica o un cortometraje pueden ser realizados desde un teléfono móvil, y en unos segundos, puede ser visto en diversas partes del mundo. Ello expresa lo trascendental de la mitopoética que se muestra en cada momento histórico. Ahora bien, gracias a la industria superproductora, se puede observar una mezcla sin precedentes. Tal cómo sucede en nuestra portada, en dónde se fusionan el histrionismo shakespereano y el furor de la música electrónica. Esto nos lleva a estar en constante evolución, a fin de hacer prevalecer la vida sobre cualquier estructura que amenaza con aprisionarla en cadenas conceptuales. Todo tiene su propia equivalencia, traer de un lado a otro métodos diversos y modificarlos a fin de realizar alquimia con los innumerables contextos, que surgen y se transforman a cada instante... Bucaramanga, Mayo de 2014
EDITORIAL REVISTA LA CHUECA. 7
á
Federico de Gyldenfeldt Maria Alejandra Reyes Fotógrafo y realizador audivisual que vive en Argentina. No se sabe muy bien que hace, pero lo hace bien.
Maestra en Bellas Artes UIS. Su trabajo parte del análisis y problemática de la perversión dentro del imaginario infantil, que plasma en el lienzo en curiosas escenas.
Daniela Tami Artista botánica de la Universidad Javeriana cuya naturaleza la ha hecho sacar raices entre la tipografía y las espinas de los cactus .
Alejandro
Fotógrafo d Lozano. S más reciente en explorar entre la foto teratura fán
o Vásques
de la Tadeo Su trabajo e se enfoca r relaciones ografía la lintastica.
John Gómez
Walter Díaz
Alejandra Rueda Barco
Filósofo neopostromántico y pseudometafísico. Amante de los enredos, susurrador de imaginarios y paradojas.
Artista callejero cuya virtud radica en la caricatura, el dibujo libre y una batería hecha con baldes y botellas vacías.
Fotógrafa, productora, madre y parcerita de mucha gente. Actualmente esta rodando sesiones en vivo de bandas locales. REVISTA LA CHUECA. 9
14 VENTANA
“Doce veces doce” de John Gómez “Visión”,”Presencias” Y “Sueños” de Johana Rozzo “Pacificar”,”Polifonía” y “El camino de solehna” de Liliana Velandia
36 URBANO NATURAL Anyel Sarmiento Alejandra Rueda Barco Anneliz Bickel María Paula Salas Bloise Alejandro Vásques Triana Luis Niño Carlos Galván David Gagnebin John Hernández David Luzardo José Girón
64 LA HUMANIDAD DE LA CÁMARA “Rosa” Por Federico de gyldenfeldt Videoclip “Sin tregua” por KINEMASIVA
78 TRAZOS Daniela Tami María Alejandra Reyes Jose Javier Delgado César Paredes
O
94 PSICOFONÍA Sin Precio “Quién iba a pensar” Bonus track: Merisi “Sobre el Rock”
REVISTA REVISTALA LACHUECA. CHUECA. 11 7
¿Qué es actitud cian? Actitud Cian es ese llamado a buscar la originalidad, recalcando la personalidad propia de cada uno de los articulos para envitar tantos productos en serie. ¿Cuándo nace el proyecto? El proyecto nace de una necesidad que tenemos los dos socios, nosotros tenemos un hijo que nació en agosto y nos vimos en la necesidad de fusionar proyectos. ¿Qué representa CIAN? Cian para nosotros significa dos cosas importantísimas: una, como muchos diseñadores saben, es una tinta de impresión como azul claro. Y la otra es que nuestro hijo se lama Ian, entonces... nos dimos cuenta que ese color que nos gustaba tanto y nuestro hijo tenían el “Ian” en común, ahí complementamos. ¿Dónde surge la idea de Actitud Cian? En realidad la marca es sólamente CIAN, pero en facebook no dejan poner un solo nombre,
entonces le dimos el nombre de “actitud” porque eso es lo que queremos plasmar. ¿Qué diferencia a Actitud Cian de otras actiudes? Actitud cian es una actitud muy frentera, muy decidida. Nuestros compradores normalmente son personas que están emprendiendo el camino en su trabajo, en su vida y son muy decididos. Es una actitud imponente, artística y creativa; es esa sensación chévere de que quieres un accesorio artístico y sabes que lo puedes conseguir. Cual es su inspiración para los productos? Hemos sacado ya diferentes colecciones, la primera fue la llamada “Ciraolo” que es un ilustrador que se encarga de transformar a personajes mediáticos mediante el uso de colores cósmicos y llamativos. De ahí comenzamos a ver muchísimas imágenes de diversos artistas e ilustraciones de posters de cine, iconos, marcas y demás información disponible en la web. Ahora estamos trabajando en una colección floral, femenina pero con ese mismo toque de arte.
VENTANA
doce
Doce veces
Por: John G贸mez
Ilustraci贸n Mar铆a Alejandra Reyes
Llevaba
ya seis horas caminando. La buseta que llevaba, de Puerto Lleras a Capiripán, no había podido hacer el recorrido ese día por culpa del aguacero torrencial que azotaba la región; y en todo caso, la crecida violenta del Río Sake, y la fuerza del viento (que arrancaba, fácilmente, los tejados de zinc), amenazaban con devorarse todo Puerto Lleras, como si quisieran convertir ese pedazo de caserío ignorado, en una Venecia criolla de este lado del Pacífico. ble y esa lluvia intensa y pegajosa que se le queda a uno en la Por lo tanto; sin buseta, con frío; con un cansancio insoportapiel (como una capa más de miseria encima del sudor y el mal olor), caminaba por la carretera, volteando, de cuando en cuando, a ver si algún par de luces amarillas se detenían en seco y de repente. Pero la lluvia nunca ha sido una buena aliada de los que piden autostop, y ningún camionero quiere manejar toda la noche con alguien al lado, que tiembla de frío y huele a perro mojado. Resignado a mi suerte, decidí pasar la noche tierra adentro, donde las infinitas vacas del camino a esa hora ya estarían durmiendo, secas y bajo techo.
Salté
la cerca y caminé como doscientos metros entre la maleza, entre las garrapatas y los chinmango que pendía a la mano; fumándome, de postre, ches, que me saltaban a las piernas, y resbalaban entre el pasto y el pantalón mojado, y medio roto. Me acurruqué al lado de un árbol de mango, bajo el sonido de los murciélagos y el olor dulzón de la fruta mordisqueada y podrida sobre el suelo. Eran las nueve de la noche y pensé que si dormía, al menos cuatro o cinco horas, podría empezar de nuevo mi camino. Por eso, y al notar que dos o tres garrapatas se me habían pegado a los tobillos, decidí pasar la noche entre las ramas. Me quité el pantalón y lo amarré, con los zapatos, en el ramaje que pasaba sobre mi cabeza, donde, oculto en el follaje, tendría tiempo, al menos de vestirme antes que la metralla me abriera huecos en una cara que nunca tuvo acné. Al lado del pantalón, amarré también la camisa, y sujeté ambos con la corbata. Saqué del bolso unos tres panes de queso que compré en Puerto Gaitán y me los comí ávidamente con una botella de agua y un REVISTA LA CHUECA. 17
un cigarrillo, para sacarme el frío de esta maldita noche aciaga. Me amarré al tronco del árbol y me cubrí con el saco negro que llevaba, hacía seis horas, en el bolso.
Dormí
como hasta las tres. Me levanté con el cuello tieso y los músculos de las piernas aun más adoloridos debido a la presión. Pensé que (afortunadamente) soy de los que se mueve poco cuando duerme, y que si no, hubiese quedado colgando de algún pié, con mis testículos a merced de los murciélagos, como un fruto menos dulce pero más rojizo, y quizá, provocativo, que nunca estuvo en el menú. Me vestí en pocos minutos. Agradecí al viento por la ropa seca (aunque gélida), y me agradecí a mi mismo por haber guardado el saco en el morral. Hubiese querido correr hasta el potrero (que se veía a los lejos) y mamar de alguna vaca un poco de leche caliente, pero al final no me atreví. Me guardé tres mangos en los bolsillos y salí caminando lento, al igual que cuando entré. Al llegar al otro lado de la cerca, noté que la lluvia había empezado ya a menguar, pero la carretera estaba enfangada y, si había alguna quebrada en el camino, sabía que los buses no se atreverían a cruzar. Resignado, de nuevo, a mi destino infatuo, retomé la carretera justo donde la había dejado el día anterior, y a eso de las siete de la mañana, cuando más rugía el vientre, y el sol empezaba a calentar los dolidos huesos, me vi a menos de dos pueblos de Capiripán.
Paré
en Casa de Lata para comprarme un desayuno, y pagué con billetes sucios y mojados. Luego, cuando ya fresqueaba un poco, caminé carretera arriba hasta que un camión, que transportaba huevos, me dijo que conocía bien el camino y que me llevaba hasta Capiripán. Faltaban aún dos horas para llegar al pueblo y el entierro del anciano era a las doce, así que pensé que podría darme una siesta para recobrar la fuerza, y llegar, un poco más despierto y un poco menos vuelto mierda. El tipo a mi lado, que apestaba a sudor rancio y mal aliento, en una cabina que me olía a orina, jamás me olió tan bien como allí, abrigado y seco, descansando sobre los cojines mullidos del camión. Me desperté con la frenada y el aullido de la bestia de metal cuando el hombre les pitó a unas vacas que cruzaban el camino, y vi que estábamos a un kilómetro, apenas, del lugar. Yo le dije que le agradecía mucho y le pagué con lo último que tenía: un par de billetes sucios y un cigarrillo sin filtro. Luego, caminé pueblo adentro bajo una lluvia que empezaba, de nuevo, tercamente, sobre mí, mientras arriaba el viento sus caballos de borrasca.
Almorcé
en el parque con un tamal que había comprado en Casa de Lata, una Coca-Cola, y un pastel. Luego me lié un cigarrillo de tabaco negro y caminé, fumando, hacia la iglesia. Las campanadas del mediodía asustaron unas palomas que se
“El tipo a mi lado, que apestaba a sudor rancio y mal aliento, en una cabina que me olía a orina, jamás me olió tan bien como allí, abrigado y seco”
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“Doce campanadas, ni una más. Doce veces doce, y los demonios del infierno aguardando la parodia de nuestra inútil redención”
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desprendieron en ráfagas cafés hacia el infinito; y poco a poco, con pasos embarrados, con el pantalón sucio y la camisa amarillenta, de sudor, con la corbata a medio colocar y un saco negro desabrochado, traspasé las puertas de metal con grabados de la eterna gracia de un dios que nunca conocí. Adentro, seis mujeres y dos niños lloraban junto al ataúd, y el sacerdote empezaba su ritual, con su voz ceremoniosa y dos pajecillos atentos a cualquier indicación. “Doce campanadas, ni una más. Doce veces doce, y los demonios del infierno aguardando la parodia de nuestra inútil redención”, pensé, a la vez que comenzaba el rito. Aguardé su final sentado en la última banca a la derecha; y cuando el cortejo salió tras el cura y su difunto, me uní a él, justo detrás de la blanca nube de incienso que se elevaba, perezosa, en aquella tarde de calor húmedo, infernal.
Caminamos
entre el laberinto de tumbas de cemento, sobre la fauna y flora cadavérica de los fundadores de Capiripán; los fundadores “colonos”, no su tribu original, y menos aún las negritudes traídas desde el continente de las fieras, y los hombres, de corazón salvaje y ansiada libertad. Ellos no eran enterrados aquí, y sus almas no tenían cabida en el cielo de los blancos, de “los buenos”. Le escupí, con asco, a la tumba a un Capitán Saltaolalla de la Guardia Real, muerto hace un par de siglos, y me persigné cuando el cura empezó su sermón para las ánimas. Una a una, las mujeres se fueron retirando con sus crías, entre lágrimas, y nos quedamos solos el anciano y yo. Eran las dos de la tarde y decidí darme una vuelta por el pueblo antes de volver. Pero a las seis en punto regresé, con una pala robada de una choza y unas pinzas que pedí prestadas a un amable ferretero que bebía limonada para refrescarse un poco ante la ola de calor. Trepé por el flanco menos evidente y traté de recordar el trazo laberíntico hasta llegar a la tumba del anciano. Allí, tan pronto como la ciudad empezó a irse apagando, y los niños que iban a la escuela empezaban ya a dormir, clavé la pala con presteza y arrojé la tierra en un montículo a mi izquierda. Dos palazos fueron suficientes para quebrar la tapa superior del ataúd, donde apareció, de repente, una cabeza lívida con las fosas llenas de algodón. “Doce veces doce, y al fin el último de ellos” pronuncié en voz baja, y con los dedos, le abrí la boca al viejo hasta encontrar las doce muelas de plata, opacas, como si fuesen coronas de metal. Le quité, con las pinzas, cada muela, y las guardé en el bolsillo del pantalón; arrojando, luego, sobre el rostro níveo, los pedazos de madera y, una a una, las paladas de tierra hasta cubrirlo por completo.
Eran
las doce de la noche cuando salí del pueblo. Al llegar a la carretera, emprendí mi viaje de regreso, lentamente, recorriendo el eco de mis pasos.
FotografĂa Anneliz Bickel
PRESENCIAS Los párpados se cierran a pesar de que no cae la noche.
VISION Anoche soñé la carne muerta de los días con el sudor frío en la espalda y los labios confundidos entre el rojo amoratado.
Esas sombras de colores de nuevo se revuelven.
En el espejo roto vi también tu espectro; pobre hombre, allí sentado ofreciéndole el tiempo a la muerte.
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Y te ve
Y te sie
eo más allá del tiempo.
ento más allá de la muerte.
Es de nuevo esa extraña presencia que en mis sueños te trae aquí efímero para dejarte ir apenas abro mis ojos.
SUEÑOS Esa noche quise entrar en tu sueño para embriagarme con el olor de tu almohada. Y humedecer mis labios para hablarle al dios que no te nombra, y decirle al oído que en tu sueño no habrá perro que alcance mi huella. Ni noche que acune tu insomnio.
Ilustración María Alejandra Reyes
PACIFICAR La niña tuvo un sueño color atardecer Abrir el cielo Abrir los brazos para que se hicieran alas Abrir los ojos Abrir el alma (En ese momento creía que era la pobre presa la que le flotaba) Abrir la boca e inventarse palabras.
Ilustración María Alejandra Reyes
Mas la niña anciana, una noche pequeña, tuvo un sueño blanquito para cazar palabras. Cerró la ventana Cerró la cortina Cerró la llave del agua y la del gas Cerró la puerta y la luz trasnochó por fuera Cerró su último libro en blanco Cerró sus ojos Y su alma le abrió las alas.
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Fotografía Luis Niño
POLIFONÍA Quise juntarlas a todas en una sola pero no sé fabricar ángeles. Dicen que cada vez que un ángel escucha voces extrañas Dios lo duerme, para que no se asuste y lo abre de pies a cabeza para que salgan todas Ahí se ponen a danzar porque son libres Sonríen y ríen otras Entonces cierra al ángel y este queda triste Como si en la salida le entrara una soledad heladita Desde entonces, solo le queda pedirle a su señor que lo deje volar -Irán en busca de su conciencia polifónica.- Dice condescendiente. Entre tanto Ellas Distraídas, engreídas, cansadas No juegan, aunque se divierten Viven inventándose los colores y pasan la noche por entre los dedos Cazan palabras Con sus senos libres con sus labios cargados de pasos y con los sueños volátiles. Duerme... ¡Ay! Se me enciende una mujer en el cuerpo.
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CAMINO DE SOLEHNA Anhelos sobre el pavimento Sueños bajo algodones tiznados La vida y la muerte vestían las calles, los árboles, las voces, los humanos Todo era diáfanamente azabache como pupilas como espejos Los rostros salpicados de calle Las caricias muertas de los árboles La sonrisa en la mirada de un extraño El afán durmiendo en los buses Los pasos hechos de tic-tac El chicle de las palabras azucaradas La locura vestida de corbata La pluma con sus ojos cerrados El pecho descubierto del presente plano El andén vacío, la botella en las manos Las llagas bajo pieles tersas El sabor agrio criado en las bocas
El desasosi
esperaba
Buses a
mientras el
La llegada cuando no hay salidas El camino cuando los pies unen el aire y el fuego
iego andando en la carretera, distraído Era el desasosiego a que la Parca le besara la nuca
al futuro, grandes y llenos cargados de flores marchitas l presente los lleva en sus débiles alas
Y un bus, destino al sueño, que no pasa. Como espejos Como sueños Todo era diáfanamente azabache Los humanos, las voces, los árboles vestían las calles de vida, de muerte El pavimento sobre Solehna Algodones tiznados bajo mis sueños. REVISTA LA CHUECA. 33
Rama E
que se refleja en mi sexo. Trato de respirar, pero el viento ha dejado vacío el cuarto.
Me despierto viendo que no puedo ver con mis ojos y sintiendo en mi cabeza un dolor punzante y agudo,
Me veo entonces sentado en medio de un valle húmedo y frío que aguarda a que cierre los ojos para devorarme.
n las noches despierto de repente, con un sudor frío que baja por toda la espina dorsal y se posa en la base de mi espalda.
Fotografía David Luzardo REVISTA LA CHUECA. 35
URBANO
NATURAL
FotografĂa Anneliz Bickel
Fotografía Anyel Sarmiento
Fotografía Alejandra Rueda Barco
Fotografía John Hernández
FotografĂa Anneliz Bickel
FotografĂa Alejandra Rueda
Fotografía Fotografía María Paula Jack Hernández la Bloise
Fotografía Carlos Galván
EXPERIENCIAS EN FOCO
Alejandro Vรกsquez Triana
Fotografía Fabián Rojas
REVISTA LA CHUECA. 49
ADICCIÓN A LA LUCIFERINA por: Alejando Vázquez Triana Con base a la esencia y funcionalidad de las artes visuales, el ensayo fotográfico propone fijar una mirada a la expresión de la mujer y su desenvolvimiento en el espacio. Las imágenes atañen a una ambientación fría, épica y aludida por la literatura, así se pretende mostrar una serie fotográfica basada en Alice Glass, una artista vocal contemporánea del grupo electrónico canadiense Crystal Castles; se enfoca en el ideal del cuerpo hecho retrato posado a partir de la teatralización del gesto desde la fiereza, sensualidad e ingenuidad que marcan la impronta de la artista. La puesta llevada a escena está apoyada en la pintura Ophelia de la obra teatral de William Shakespeare, el espacio exterior enmarcado en flores vivas y el agua interiorizan la situación natural literaria
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EXPERIENCIAS EN FOCO
EXPERIENCIAS EN FOCO
Esta relación objetiva también está pensada desde un elemento muy funcional al significado como lo es la luciferina, un elemento molecular y primordial que produce la emisión luminaria de la luciérnaga en la oscuridad; el termino alude a la adicción a esta sustancia atómica por parte del personaje épico literario, y a la relación demoniaca que se le puede determinar al término desglosado a su vez del ángel Lucifer; la nebulosidad de los gusanos de luz enlazan una relación causal con el protagonista y el humo ntornando el espacio; La iluminación se apoya por luz de velas, la hora azul ambiente, y un foco de tungsteno fluorescente que, en suma, dan un aire cinematográfico
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Fotografía Jack Hernández
Fotografía David Luzardo
FotografĂa David Gagnebin
FotografĂa Alejandra Rueda
FotografĂa David Gagnebin
Fotografía José Girón
Fotografía John Hernández
Fotografía Luis Maria Paula Salas Bloise Niño
LA HUMANIDAD
DE LA
CAMARA
ROSA Federico de Gyldenfeldt
https://www.youtube.com/watch?v=a5p80O1umAI
Basado en la combinación entre la fotografía fija y el video, éste realizador argentino se inspira en lo simple, lo estático, el desorden, el movimiento, lo frenético y lo claro. Pasando del blanco y negro al color, trata de jugar en el marco de una historia donde se hallan en constante batalla lo estático y lo móvil, representando estos conceptos en espacios tanto físicos, como psíquicos a fin de poner en diálogo lo real y la ilusión, el recuerdo y el presente, lo que fue y lo que pudo haber sido.qir dándole espacio imaginativo REVISTA LA CHUECA. 67
“Rosa nació en el baño de la casa de mi abuela, a través de una fotografía y de una historia que me habían contado acerca de un familiar, que se había desnucado al resbalarse en una bañadera. Así fue como tuve esa primera imagen y luego fue solo ir dándole espacio imaginativo que fluyese, como el agua del inodoro. La historia sigue siendo ficción hasta que me encuentre con el espectro del baño. En un principio, la idea era representar todo el proceso a través de fotos y sonido, pero luego el video se hizo presente y simplemente no quise ponerme estricto y se desarrolló. Las fotografías crearon el guión, y éste fue exigiendo cierto material para poder estructurar el relato, lo que devino en otro ingrediente que fue el texto del protagonista (algo que tampoco estaba pensado en un principio).
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Se usó una cámara canon 60D, una grabadora de sonidos, una lámpara para la escena del baño y el resto es luz natural. La mayor dificultad, creo que fue mostrárselo a mi familia, que son reservados. Las fotos de Antonio pertenecen a mi abuelo y la que actúa como Rosa es mi abuela. La practica duró 3 meses, con varios intervalos que son propios de nuestro pequeño mundillo independiente. Los elementos semióticos, creo que son más para el imaginativo del espectador si se justifican o no, o si deben ser justificados. En lo personal me cuesta encontrar estos elementos, menos en algo que hice yo, cosa que jamás buscaría. Sería como analizarme o algo así, lo que podría ser algo arriesgado, el analizar la propia obra en busca de justificaciones. Lo rico es terminar algo, dejarlo volar y que lo próximo sea una nueva experiencia de excitación.
REVISTA LA CHUECA. 71
Kin Presenta su videoclip:
-No Mรกs Tregua-
nemasiva
-
Arte Audiovisual
Por: José Girón. - ¿Qué experiencia tienen realizando videoclips? - Tenemos 5 años de experiencia en la Producción Audiovisual, con invitados especiales y leyendas del rock como la gran voz de Elkin Ramirez en la canción el “El Eco de un Adiós”.
- ¿Cómo fue realizar la obra junto a la banda? - Para la banda era la primera vez que tenían la experiencia de realizar un video clip temático, pero a pesar de ello, Zendas es una banda “fantástica” muy profesional. En los ensayos previos notamos como la banda aplicaba todo lo que se exigía por parte de dirección. Gracias a su manager, Lalo Torres, que gestionó
y organizó a la banda para que dieran lo mejor. Para nosotros ha sido una de las mejores experiencias. Desde el equipo de seguridad hasta los actores, realizar el video fue crear toda una cultura audiovisual con un gran talento humano aportando todo el tiempo y un lenguaje cinematográfico dentro de un conflicto simple y cotidiano.
Gracias a Kinemasiva Arte Audiovisual por la excelente comunicación, fluidez, trabajo en equipo y su excelente orden. - ¿Cuál fue el obstáculo? - La mayor dificultad fue trabajar bajo presión: hacer un montaje de 14 horas para grabar en 9 horas. El siguiente día nos demolían la locación. Podrán imaginar la presión. REVISTA LA CHUECA. 75
- ¿Cuánto duró todo el proceso de realización? - Cuatro meses. En pre-producción, mes y medio, producción y montaje, dos meses, postproducción, corrección de color y pruebas, un mes. Validamos con algunos críticos y cercanos para así lanzarlo en el mes de enero del 2013. - ¿Dónde es la locación? - Existió, ya que fue demolida. Eran las ruinas de las instalaciones de la antigua Licorera de Santander, al lado del canal TRO, donde ahora creo que queda una clínica. Una de las mejores locaciones que existía en Bucaramanga. - ¿Qué expectativas tienen a futuro en el formato videoclip? - Las expectativas son infinitas ya que este formato ha venido revolucionando muchos lenguajes narrativos, rompiendo con todos los paradigmas que existen y crean del cine adaptando otras formas narrativas de contar historias. Nos hemos llevado una buena sorpresa con “No más tregua” porque ha sido visto y compartido por muchísima gente. Esas son las expectativas para todas las producciones que realicemos en un futuro, que las personas vean y quieran reivindicar la emoción con los sentimientos conmoviéndose de verdad, sin prejuicios.
- ¿Han desarrollado otras realizaciones? - Si, hemos hecho proyectos, como decía, con Elkín Ramirez (Vocalista de Kraken) para Zendas, en la canción el “El Eco de un Adiós”. Dos videoclips para la banda la Taruya, que son, “Vamos hacela” y “Gitana” Dirección de fotografía en el videoclip “Revolution” para la banda Paranoid doll. Realización y producción general de videoclip para la agrupación de latín jazz 19/61 Y realización y producción general del videoclip “Malagueña” para la agrupación de Pop Omer. En estos momentos nos encontramos realizando dos videoclips a dos grandes agrupaciones de rock colombianas. REVISTA LA CHUECA. 76
trazos ILUSTRACIÓN
JOSÉ JAVIER
Delgado
ILUSTRACIÓN
DANIELA
Tami
ILUSTRACIÓN
DANIELA Tami
ILUSTRACIÓN
WALTER Carreño
ILUSTRACIÓN
CESAR Paredes
ILUSTRACIÓN
JOSÉ JAVIER
Delgado
María Alejandra Reyes La propuesta artística parte de la observación cotidiana donde se analizan y problematizan actitudes perversas dentro de un imaginario infantil, que en ocasiones es permeado por distintos factores sociales, en donde todas sus características se fundamentan en potencializar el proceso de construcción de la perversión infantil dentro de un universo simbólico e imaginario; evidenciando tales actos presentes dentro del juego, el lenguaje, los pensamientos y las acciones cotidianas.
La preocupación de la propuesta radica en representar la intención con que se miran o se realizan acciones sobre eventos cotidianos como lo son el juego, la interacción, los intercambios lingüísticos y los pensamientos que develan rasgos de perversión. La propuesta artística busca llevar al espectador a un mundo paralelo al nuestro, donde lo invita a realizar una mirada diferente y crítica frente a la niñez, desde lo imaginario, lo grotesco y lo espontáneo; y al mismo tiempo, lo invita a ser partícipe deaquel mundo imaginario construido a partir de relatos y experiencias compartidas. REVISTA LA CHUECA. 87
ILUSTRACIÓN
MARÍA ALEJANDRA
Reyes
ILUSTRACIÓN
MARÍA ALEJANDRA
Reyes
ILUSTRACIÓN
MARÍA ALEJANDRA Reyes
FotografĂa David Gagnebin
sin pr
recio
Con motivo de la grabación de su primer videoclíp “Quien iba a pensar” del grupo de rap “Sin Precio”, La Chueca acompañó a el equipo de grabación, sumergiendose en las hermosas vistas del norte de la ciudad de Bucaramanga, gracias a lo cual pudimos obtener la siguiente entrevista. Por: José Girón. -¿Cómo nació el proyecto? - El video clip surge a partir de la premisa de hacer cine entre amigos, del poder plasmar libremente un lenguaje narrativo, debido a estose llegó a un dialogo con la agrupación de rap, lo cual fue muy interesante puesto que sus temáticas se basan en las problemáticas sociales que existen en un entorno que carece de pocas oportunidades, de ahí germino una idea que se desarrolla dentro del marco de una historia que no es ajena a la realidad. - ¿Qué trayectoria tiene la banda? - En el año 2003 el Ro-P Alias Izcariote conforma “Sin Precio” Banda de rap representativa del norte de Bucaramanga. Tras la realización de varios sencillos y presentaciones culturales en los barrios organizadas por entes gubernamentales como la Alcaldía Municipal, el Instituto Municipal de Cultura y Turismo de Bucaramanga (IMCUT), ONGS y particulares. Se destacan como participantes en eventos realizados por: la ONU en el “Marco de un callejón con salida”, feria de artistas de Bucaramanga en los años 2004 y 2006 a cargo del IMCUT y la feria de artistas de Piedecuesta en el 2007. En el año 2012, como solista, el Ro-P presenta su primer EP llamado Hemorragia Lirical. - ¿Qué nuevas experiencias encontraron en la producción? - El poder reunir a un grupo de jóvenes realizadores comprometidos con la imagen en Santander para desarrollar un proyecto de bajo costo, pero de carácter profesional, utilizando un enfoque artístico junto con el manejo óptimo de las herramientas tecnológicas. Pero sin ninguna duda la gran experiencia que tuvimos, fue el acceder al entorno que rodea estas comunidadesolvidadas, el permitirnos trabajar sin ningún inconveniente, como olvidar esos rincones y aquellos rostros.
REVISTA LA CHUECA. 76
-¿Dónde ejecutaron la mayor parte del proyecto? - Las locaciones donde se rodó fueron diferentes barrios del norte de Bucaramanga, entre ellas invasiones que están por ser desalojadas por el Estado y trayectos en carretera por diferentes partes de la ciudad. -¿Qué conexión hay entre el género musical y el lenguaje audiovisual? -El género se presta para trabajar con la calle, con lo social, con las historias cotidianas de personajes exuberantes, llamativos y complejos. Su base e inspiración creativa está en las historias reales que identifican a esos que no tienen voz; habla de los que nadie quiere hablar, grupos marginados por su condición social. Las temáticas de las canciones inspiran y evocan salir a la calle a atrapar esos fragmentos de realidad; para mí, eso es tremendamente enriquecedor a la hora de plantear una idea, simplemente inspirador. Las letras incitan a reflexionar sobre situaciones en particular, lo que genera un compromiso con lo que se narra cinematográficamente, una de las conexiones más fuertes que identifico. Las canciones parecieran esperar por esa representación metafórica y poética que nosotros venimos a proporcionar, pudiendo ir de lo explícito a lo contemplativo. Creo que todo debe crearse con el corazón sin pretensiones, y cuando existe eso, realmente nace una conexión. REVISTA LA CHUECA. 99
-¿Qué detalles resaltan del proceso? -Es gratificante estar en el barrio, rodeado de la gente: todos quieren colaborar. Al barrio le gusta que estemos ahí, mostrando y resaltando su humilde belleza. El trabajo con los actores naturales es un proceso donde aprendes con cada actor algo evo. Crear la atmosfera y lograr lo que quieres trasmitir, es una meta que se tiene junto ellos. Se debe inspirar confianza y seguridad, porque dependen del director para hacer lo que tienen que hacer. Al inicio tuvimos temor de acercarnos, pues las condiciones y las locaciones fueron bastante complejas para manejar y solo trabajamos durante dos días divididos en dos jornadas de doce horas; solo durante el día, para rodar todo el video en cinco locaciones. Fue un trabajo arduo y de mucha precisión. Los ensayos fueron claves para lograrlo, sobre todo a la hora de realizar unas tomas muy complejas que teníamos en mente: el trabajo de la luz natural fue fundamental, el presupuesto nos limitó a arreglárnoslas así, y los traslados de locaciones fueron desgastantes. Pero en últimas, fue muy gratificante contar con tanta gente que quiere y apoya el proceso. -¿Tiene la agrupación proyectos a futuro? -Para el año 2014, la agrupación “Sin Precio” retoma la propuesta con la cual ha estado trabajando desde entonces, pero esta vez acrecentando las expectativas del nuevo proyecto. Entran a conformarla MCS que vienen trabajando paralelos al tiempo del Ro-P como el Papayo, Lerh Mc y Adrian Mc, Alerta Vocal Records y Bareto Secreto, bajo la producción de Diego Gómez y Willinton Duarte, preparan lo que será su próximo trabajo discográfico denominado “Melodía de Barrio”. REVISTA LA CHUECA. 101
Bonus Track
MERISI:
SOBRE EL ROCK
LA ESCENA Los propositos de cualquier vago al montar o unirse a una banda son tan variados como los tipos de cáncer que hay: para “levantar viejas”, dejarse el pelo largo, compensar la baja autoestima, usar licra y lápiz labial sin tener que admitirlo, para oler, fumar, beber y tirar sin pena, para acercarse a Dios, a satanas, a la pacha mama, y otros casos de espiritualidad. Por mensionar pocos. Estos propósitos son individuales y pronto se agotarán. Usted terminará aburriéndose de tocar, dejando la banda, o siendo hechado en lo justo por alguien tan déspota como nosotros. Es obvio que los propósitos deben integrarse en la colectividad de la banda y deben ser meramente musicales;considero que además de sentido común esa misión brindará un sentido de honestidad para hacer las vainas bien. Monten su banda, hagan música, grabenla, escúchenla. Usted puede mostrársela a quien le pueda interesar, financie su banda para que siga trabajando, y vuelva a comenzar. LOS MEDIOS MERISI es una banda de rock. No saben-no se acuerdan del por que ese nombre, ya estaba ahí cuando la mayoría se unió. Sus influencias musicales son, como la de todos, el radio emisora del bus y el finao Diomedez Díaz de todas las tiendas en la ciudad y/o casetas del magdalena medio hasta donde hemos llegado en búsqueda de la cerveza mas barata. Los integrantes e instrumentos que tocamos realmente carecen de importancia, lo que si importa es que la banda sigue trabajando y va a parir un álbum cuya gestión ha sabido demorar lo de 3 embarazos de elefante. Se lo vamos a llevar a el cura mas pedófilo que encontremos para que le ponga el nombre de Raimundo Consejero. ¿Qué si le vamos a encargar el hermanito? Si, por que estamos constipados con un nuevo repertorio que promete una camada de temas concebidos con tantas ganas que va a salir igual de lindo a los chinos de las propagandas de pañales. ¿Qué de qué hablan las letras? Pues de pendejadas, ¿qué mas? Antes de los asesinos en serie, los animales mitológicos, satanas, la encrucijada, David Lynch, los Hipsters y el Pop, MERISI le temia al amanecer, el canto matutino de las aves, a los primeros rayos del sol, y a la resaca. La banda le escribe a el miedo innato del ser humano ¿y que?
Fotografía José Girón
EDICIร N Nยบ12 Abril/Mayo de 2014 REVISTA DIGITAL
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