Editorial FOBIAS: “HISTORIAS DEL FIN DEL MUNDO…” Todas las personas experimentan o han experimentado, en mayor o menor grado, esa sensación que recorre tu piel y hiela tu sangre cada que afrontas lo desconocido, el miedo a los lugares cerrados, a las alturas, a morir o alguna situación u objeto. Cuando ello sucede de manera intensa y altera tu vida, se dice de quien padece tal estado, sufre de FOBIA. El miedo constituye un elemento fundamental en el aprendizaje de la conducta y constituye un excelente mecanismo defensivo del individuo. Es por ello, que en esta ocasión encontramos el pretexto ideal para escribir, el miedo que algunos hemos experimentado a través de una hoja en blanco o tal vez, el miedo a los insectos, a la oscuridad, a dormir y a todo, absolutamente todo lo que se les pueda ocurrir. En esté número encontraran un par de ellas, el resultado debo confesarles amigos lectores, es fascinante: crear la sensación de vértigo al lanzar una pelota al aire, observar el fin del mundo detrás de un aparador de juguetes, o bien, ser la última víctima en tu cuenta personal.
Sin más preámbulo, los invitamos a disfrutar de su lectura no sin dejar de recordarles que INFAME cumple 4 años de seguir siendo un espacio de creación, más de 50 textos publicados a lo largo de más de 10 números, más de 40 autores (entre escritores y artistas) de diferentes países como: Argentina, Perú, Chile, El Salvador y diversos Estados de la República Mexicana como son: Puebla, Nuevo León, Querétaro, Morelos, Guerrero, entre otros. Más de 60 presentaciones en diversos recintos como: ferias del libro, escuelas y centros culturales. La tarea no ha sido fácil y como siempre les decimos nada de esto sería posible sin su ayuda, GRACIAS TOTALES. DE TODO, QUEDARON TRES COSAS “la certeza de que estaba siempre comenzando, la certeza de que había que seguir y la certeza de que sería interrumpido antes de terminar. Hacer de la interrupción un camino nuevo, hacer de la caída, un paso de danza, del miedo, una escalera, del sueño, un puente, de la búsqueda…un encuentro.” FERNANDO PESSOA
Oliver Miranda Charles Ciudad de México, Noviembre 2015
Revista Literaria INFAME: Placer consumado en letras… (Registro en trámite), es un proyecto editorial independiente de publicación cuatrimestral. Las obras que la conforman son propiedad intelectual de cada autor. Año 4, Número 9 / ( Diciembre 2015).
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Directorio Director General L. Oliver Miranda Charles
Arte y Diseño
Nancy Daniela Mendoza Martínez
Jefe de Redacción Sarai Martínez
Consejo Editorial Fausto Leyva
COLABORADORES TEXTO
Ana Ríos, Andrés Galindo, Diana Beláustegui Edgar Alonso, Edgar ARTAUD, Kevin Cárdenas Lucero Salgado, Luis Daniel Piña Ramírez Pablo Moreno Valverde, Paula Ma. Roldán Santa Cassandra Aguilera Hernández Sebastián Medina
GRÁFICA Isidro García
PORTADA
Renata Peña Obra: ME DAN MIEDO LOS ADULTOS
CONTACTO RevistaInfame @Revista_Infame Correo electrónico: revista.infames@gmail.com Web: www.revistainfame.com 3
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Fobias Índice EDITORIAL DIRECTORIO Tercera Guerra Mundial / Andrés Galindo Apocalipsis / Kevin Cárdenas Regresión / Pablo Moreno Valverde Fortuna / Luis Daniel Piña Ramírez VOYEUR / Isidro García TicTac / Diana Beláutegui Cianuro / Paula Ma. Roldan
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HAGIOGRAFIA / Sarai Martínez Panspermia / Edgar ARTAUD Al Final Todos Somos Un Número / Edgar Alonso Coulrofobia-Entomofobia / Lucero Salgado GRAFOFILIA / Sarai Martínez Dormir / Santa Cassandra Aguilera Hernández VOYEUR / Isidro García Negrura / Ana Ríos Vértigo / Sebastián Medina
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Tercera Guerra Mundial Andrés Galindo Creían que era un freak. Los demás vendedores de la juguetería le hacían bromas y se burlaban, sobre todo cuando se ponía a hablar del Apocalipsis, de la supervivencia de las cucarachas y de que sólo aquellos que fueran como niños tendrían oportunidad en el nuevo reino. Un día apareció con un overol ininflamable, un extraño casco y lo que al principio parecía un inocente rifle de agua. A todo mundo le resultaba divertido y hasta le seguían el juego. Todo llegó a su límite cuando apuntó su arma contra un niño que visitaba la sección de juguetes bélicos; lo roció con ácido bórico mientras gritaba frenético que la guerra había comenzado. El gerente lo envió a la bodega en calidad de castigo pero él no se lo tomó a mal. Al niño se lo llevó una ambulancia que no pertenecía a ninguno de los servicios paramédicos conocidos en la ciudad; nadie vio cómo se le caía la piel y, por debajo, aparecía un inmundo ejército de cucarachas. A las pocas horas se escucharon las primeras explosiones. Los gobiernos humanos no aciertan a decir quién comenzó la guerra. La paranoia se generaliza y se lanzan misiles sin orden ni concierto. Ahora ya nadie embroma. Los compañeros de Gregorio están heridos o completamente calcinados por la radiación. Él aguarda pertrechado; sabe que es el futuro de su especie y que su única posibilidad es seguir las reglas del juego. Fuera de la bodega, de en la juguetería, se escucha la imparable marcha del ejército enemigo.
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APOCALIPSIS Kevin Cárdenas Una vez que estuvo segura de ser la última persona sobre la Tierra, no temió. Nadie tocó a la puerta. El teléfono permaneció mudo. Tampoco se preocupó por su eventual sepultura. Únicamente pensaba en su deber de repoblar el planeta mientras acariciaba el vientre.
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Regresión Pablo Moreno Valverde Dicen que nací ayer por la tarde; sin embargo mi propio yo me busca por el mundo, creo que sigue pensando que tengo un nuevo cuerpo, un nuevo ser. Pero solo tengo un día de nacido. Ayer lo vi junto a mi sepulcro, aquel que compré con mi familia anterior. Lucía muy triste el rostro de un humano. Era otro, era yo. No lo sé. Se quedó en el tiempo. Atrás donde se quedan las angustias, los tormentos, las lágrimas…toda una vida que termina para iniciar la otra. Reflexión: “Maldita existencia que me robas la vida”, se lee en su epitafio.
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Fortuna Luis Daniel Piña Ramírez Aterrado, abrió un ojo tras el otro, mientras encogía rápidamente las piernas. Había estado sintiendo algún roce en los pies, luego en las pantorrillas, los cuales atribuyó a las sábanas o quizá un sueño. Fue cuando percibió lo que parecía la caricia suave de unos dedos a la altura del muslo, despertó y apartó todo aquello que le cobijaba, temiendo con amargura lo peor. Descubrió entonces un grupo de no menos de diez tarántulas, invadiendo su cama, dirigiéndose hacia él. Como reacción, dejó escapar un aliviado suspiro, pues afortunadamente no se trataba, como imaginó previamente, de una femenina.
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ÁNGEL / Isidro García INFAME 10
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Isidro García / FE 11 INFAME
TIC TAC Diana Beláustegui
-Tic Tac, Tic Tac, Marcelo, te ha llegado la hora- gritaba la madre cuando se dirigía al cuarto haciendo sonar el cinto en las paredes y Marcelo se acurrucaba en algún rincón de la pieza, llorando en silencio, tapándose la cara con ambas manos, escuchando como el cuero dejaba marcas en el pasillo. Luego de la paliza solía salir y pararse a mirar las huellas oscuras en la pintura amarillenta. Si no hubiese sido el símbolo de su dolor físico le habría parecido un efecto hermoso. Era raro cuando pasaba un día sin escucharla bramando “TIC TAC MARCELO” como si él no supiese que se acercaba la hora de la paliza y el ritual de intentar escapar al cuero del cinto arrastrándose debajo de la cama o corriendo alrededor de ella. “Tic Tac Marcelo” y empezaba a faltarle la respiración. “Tic Tac Marcelo” gritaba ella y a él le dolía todo el cuerpo Tantos tic tac le habían condicionado la mente, tic tac era sinónimo de lucha. Le llevó mucho años darse cuenta de que un día podía sostener la mano de la madre y quitarle el cinturón desvencijado para devolverle los tic tac. Marcelo tenía dieciséis años cuando se despertó a una realidad horrorosa, podía cortar el tic tac y devolverlo como a una cachetada. -¡TIC TAC, MAMITA! -gritó ese día y al tic tac lo repitió hasta que la bestia materna dejó de chillar. -TIC TAC, HIJA DE PUTA- le recriminaba usando la palabra sucia. Cuando la furia se aplacó un poco, lo suficiente como para darse cuenta de lo que había hecho, se encerró asustado en la pieza y no pudo dejar de escucharla clamando TIC TAC, parecía que le gritaba desde el charco rojizo en donde la había dejado: debajo de la mesa donde intentó ocultarse. INFAME 12
-No más TIC TAC, mamá- rogó él, imaginándola toda destruida, con los huesos desacomodados y la mandíbula desencajada, caminando con el cinto en la mano. Se tapó la cara como cuando era un niño, intentando no producir sonidos y se dio cuenta de que el ruido era del reloj, sin pensarlo dos veces lo destrozó a patadas. Ya no más Tic Tac. Marcelo no quería seguir sintiendo Tic Tac. ¿Ella venía? Tic Tac Marcelo. Se escondió en un rincón del cuarto, intentando inhalar suficiente oxígeno y gritó hasta quedar afónico. Tic Tac Marcelo. El ruido tal vez haría desaparecer ese sonido. Corrió hasta el equipo de música y lo prendió. Estaba mareado y tenía ganas de vomitar, tal vez se estaba muriendo. Tic Tac Marcelo, preparate, Tic Tac. Cuando se abrazó a sí mismo para poder consolarse sintió que el sonido venía de su interior. Tic Tac, Marcelo, Tic Tac. No podría vivir con ese golpeteo. Abrió la puerta y se dirigió a la cocina evitando mirar el cuerpo de ella, toda roja, toda eterna. Tic tac, Marcelo. Tomó el cuchillo y lo puso en el lado izquierdo del pecho. Se negaba a seguir existiendo con ese sonido que lo aterrorizaba. TIC TAC,MARCELO. 13 INFAME
CIANURO Paula Ma.Roldan
Ya no te quiero ver, quiero que te mueras. No soporto verte feliz, me irrita tu voz aguardentosa; odio cuando ríes y muestras tus repulsivos dientes amarillos a causa del tabaco. No me gusta la forma en que caminas, como animal lerdo, tambaleante; torpe, juntando las rodillas en cada paso. No puedo creer que, se supone, tú seas la persona más importante en mi vida. Cuándo te necesitaba preferías atender a tu amante, cuándo necesitaba consejo me criticabas o te burlabas, ¿recuerdas cuando te conté qué no podía dejar de arrancarme el cabello?. Todo se disparó el día que jugaba con Raúl a las escondidas, tenía ocho años, yo me había escondido en la azotea detrás del tinaco, Raúl me encontró. Cuando iba a correr a tocar “base”, tomó mi brazo y me dijo -“ ¿qué traes ahí? “- yo le mostré la pulsera que tú me habías regalado , -“no”- y señalando mi sexo con la mirada dijo -“eso “-. Yo no sabía a qué se refería y de un tirón me tumbó de nalgas y metió su asquerosa mano por debajo de mi falda, me quedé helada, no supe que hacer. Por suerte se escucharon unos pasos, Raúl saco su mano y gritó -“un, dos, tres por Juana”-, yo seguía sentada, ya no reía . Quise contártelo pero nunca prestabas atención, traté de suprimir ese recuerdo de mi memoria, pero nunca lo logré. Ya no podía con los nervios, Raúl siempre estaba en casa, nos llevaba de paseo; me daba un beso en la frente al despedirse y se me ponían los nervios de punta , me sudaban las manos, sentía escalofríos y empezaba a sentir el deseo ,que con el paso del tiempo se convirtió en una necesidad compulsiva, de arrancarme el cabello. Con cada tironcito sentía alivio. El problema se volvió serio, ya no podía dejar de hacerlo, empezaba a tener pequeñas calvas en diferentes lugares del cuerpo. Ya no podía controlar mi tricotilomanía. Cuando te iba a decir lo que ocurría , antes de que pudiera explicar cualquier cosa , notaste una de mis pequeñas calvas detrás de la oreja, me tomaste del cabello y me diste una bofetada “pendeja, ahora te ves re-chula “ ¿lo recuerdas , mamá? ¿Dónde estabas, cuando empecé a beber a escondidas? ,¿Dónde estabas cuando inhalaba activo en la secundaria, cuando chupaba vergas a cambio de piedra, cocaína, tachas… amor?. ¿Esa no te la sabias? ¿Te sientes mareada?, ¿Sientes la piel fría? Madre, son los efectos del cianuro.
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Jorge Luis Borges “Yo que sentí el horror de los espejos no sólo ante el cristal impenetrable donde acaba y empieza, inhabitable, un imposible espacio de reflejos…” Borges
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s uno de los escritores más instruidos, admirados y leídos de la literatura. Escribió poesía, cuento y ensayo. En sus escritos tiene como temas recurrentes los espejos (a los que tenía miedo), los símbolos, los laberintos (también les temía) y la fantasía. Este singular personaje nació en Buenos Aires, Argentina, el 24 de agosto de 1899 y murió en Ginebra, Suiza, el 14 de junio de 1986. En España, conoció a Rafael Cansinos Asséns, uno de sus maestros, y se inició en la literatura dentro del movimiento ultraísta, pero pronto lo abandonó para desarrollar un estilo personal. Su formación fue la de un autodidacta, lector apasionado y pensador infatigable. Regresó a Argentina, conoció y trató a otro de sus maestros: Macedonio Fernández, y comenzaron a aparecer sus primeros libros. Su carrera de poeta, ensayista, relator y traductor tomó un nuevo giro debido a un accidente, después del cual comenzó a escribir cuentos fantásticos que integraron algunos de sus libros más célebres como Ficciones. En 1955 quedó definitivamente ciego. Al año siguiente recibió también el Premio Nacional de Literatura. En 1961, el Premio Internacional Formentor de Literatura que compartió con Samuel Beckett significó el comienzo de un largo reconocimiento internacional colmado de honores, de viajes, invitaciones y muchos premios. Se trata de un autor que produjo literatura durante casi setenta años y que ocupó el primer lugar en las letras argentinas. Su último libro fue Los conjurados. ¿Y por qué Jorge Luis Borges? Este genio literario, cuyo cociente intelectual hacía temblar a los más inteligentes sufría de fobias... ¿Acaso él no se encerraba en sus laberintos? ¿Acaso no vería reflejado infinitud de mundos al poner dos espejos, el uno frente al otro? ¿Qué horror le debería producir la proyección de un sinfín de laberintos frente a dos espejos? ¿Qué horror no supone el hecho de no poder ver más que lo que vemos? Para aquellos que queremos conocer más, supone algo verdaderamente terrible. Bien, Borges tenía una fobia llamada Catoptrofobia, que es el miedo a los espejos, también conocida como eisoptrofobia, se trata de una clase especial de miedo en el cual la gente teme mirar a los espejos. Temen mirar a los ojos en los espejos grandes, especialmente los de cuerpo entero o espejos mayores.
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HAGIOGRAFIA Según se cuenta, Borges usaba sus escritos como una especie de terapia para superar su miedo, sin embargo, nunca pudo superar el miedo, al punto de no tener ningún espejo en sus casas. Hablando en términos médicos los pacientes pueden temerle a los espejos por una variedad de razones, normalmente por algún viejo trauma emocional involucrando a los espejos, pero también por superstición: miedo a ser observado a través de los espejos, o de que los espejos sean una puerta hacia lo sobrenatural o una ventana hacia otro mundo. Estos temores también son comunes. Como dato curioso, muchos biógrafos coinciden en la afirmación que en el temple de Borges existió una fobia al acto sexual, a la cúpula, a tal punto que le era irresistible el recuerdo de sus propios padres en esa unión, sin embargo no se confirmó. Por otro lado, la fobia social es una timidez exagerada, se caracteriza por un miedo y ansiedad marcados y persistentes a enfrentar determinadas situaciones sociales, a la interacción con los demás, o a simplemente a ser observados en cualquier situación, hasta tal punto que todo esto interfiere de forma muy importante en la vida diaria de quien la padece. Jorge Luis Borges era un tímido consumado (en su caso se podría decir que padecía de fobia social) ya que hasta los cuarenta y dos años sus discursos eran leídos por su amigo Oliverio Girondo porque no soportaba estar frente a un público. Las personas con fobia social comprenden que sus sensaciones son irracionales, sin embargo experimentan una gran aprensión a enfrentarse a la situación temida, hacen todo lo posible para evitarla, como consecuencia se comienza a evitar todo tipo de situaciones sociales, inhibiendo la funcionalidad de las persona, así era Jorge Luis Borges.
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Panspermia Edgar ARTAUD Dormí, no sé si fueron siglos, un instante o una eternidad desperté cuando el giro terrestre se introdujo en la oscuridad abrí la puerta y en mi rostro, las grandes hojas de una planta haciéndome cosquillas, se mecían frente a mis ojos con su verdor oscuro arriba, un claro y más vivo inferior las nervaduras y las venas que el viento columpiaba un papayo pleno de vida, en el verdor intenso que rodea nuestro pequeño hábitat, ¿qué es la vida? La vida apareció en nuestro planeta hace 3500 millones de años pero existe otra interrogante: ¿La vida en la Tierra, surgió en la Tierra? ¿Es posible que se creara en otro sitio y después llegaría a nuestro planeta? El meteorito Murchison caído en Australia en 1969 contenía aminoácidos cuyo origen se identificó como extraterrestre. ¿Es el origen de la vida como un virus diseminado en el espacio? ¿Es el Universo un experimento y nosotros, objetos del experimento? Regreso a mi estudio, preparo un litro de café expresso, reviso algunas preguntas de Bart Kosko: ¿Por qué hay algo en vez de nada? ¿Por qué no hay solo vacío? la vieja respuesta de la religión es que Dios hizo al mundo y por eso hay algo. Si Dios es algo, ¿Quién lo hizo?, ¿Cómo podría surgir algo de la nada?. Si Dios es nada, el vacío, el conjunto vacío, estaría en todas partes en el sentido de que no estaría en ninguna.
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Una respuesta circular, la vida parte de uno mismo. El principio antrópico del Universo: el Universo es como es para que yo esté aquí mismo, surgió del big bang hace 15,000 millones de años. Pero antes, ¿había algo?, ¿acaso el Universo no se muestra solo para nosotros sino para una inteligencia superior en los confines del espacio?. La vida, dice Kosko, quizá caracterice a una fase temprana del crecimiento de varios Universos que se desarrollan; quizás nuestro Universo se aloja en un meta-Universo junto a otros meta-Universos y todos poseen vida inteligente. ¿Por qué existe algo en vez de nada? Dice Kosko: supongamos que no hay nada, ni un solo objeto; en el sentido de la teoría de conjuntos, es el conjunto vacío. Entonces, ¿qué es nada? El mundo, el universo, el espacio de todas las cosas, o sea X = Ø, (Ø es el vacío) esto conduce a la explosión de las matemáticas. No hay matemáticas. Pensemos entonces en la materia oscura, ¿es parte de la nada? la vida inicia y no concluye, el viaje de la vida no termina nunca nuestro viaje en el espacio, parece infinito.
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AL FINAL TODOS SEREMOS UN NÚMERO Edgar Alonso Nunca me gustó saber los nombres de mis objetivos. Para mí todos eran números y de ésos sólo recuerdo algunos. A veces, cuando compraba las balas, imaginaba qué número les tocaría eliminar, y en las noches, cuando el insomnio era insoportable, esperaba no ser el siguiente en la lista de alguien. Desde entonces le temo a los números. Un miedo que ha crecido con el tiempo y con la cantidad de personas que he asesinado. Pero hoy todo llega a su fin, hoy debo morir. El jefe ha dado la orden y se debe de acatar. Es mi destino. Por eso un balazo en la sien no me atemoriza. Lo que realmente me aterra es convertirme en un número más en la cuenta de alguno de mis colegas. ¿Acaso seré el catorceavo de ‘El tigre’, o el primero del vato que llegó de Tijuana? No lo sé. Debí hacerle caso a Lázaro cuando me dijo que sufría de aritmofobia, pero ya es muy tarde. Los segundos, los minutos y las horas siguen danzando sobre mi incertidumbre, y mi ejecutor está próximo a llegar.
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El sudor corre por mi frente, el aire comienza a faltarme y la razón se aleja de mí. No puedo pensar con claridad. No puedo encontrar una solución viable a este temor. De la pared comienzan a escurrir las 39 personas que ejecuté y las 42 balas que utilicé; los 7 años que le serví al patrón y los 4 revolvers que él mismo me regaló. Números, números, toda mi vida se resume a unos cuantos números… ¡malditos números!
GAME OVER
De pronto el silencio se apodera de la habitación. Escucho los pasos de mi ejecutor en el pasillo y sé que el momento de actuar ha llegado. Escapar ya no es una opción, sé que tarde o temprano me encontrarían. Eso sólo significaría alargar esta agonía, este temor... Veo a mi alcance uno de mis revolver y a mí mente viene la mejor manera de ponerle fin a esto: si voy a convertirme en un número, no será para el que viene por mí; seré mi última víctima, el número final en mi cuenta personal.
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COULROFOBIA Había un payaso, y las personas alrededor no parecían notarlo; ¡pero yo sí, yo sí! De repente, sus malditos ojos se fijaron en mí, pintados, oscuros, maquiavélicos, con el rostro cubierto de un blanco desgastado, ¡horrible!, con una boca sonriente, enorme; caminaba hacia mí. Me esforcé por cerrar los ojos, porque los pies me hicieran correr pero no corría, y él ¡Y él ya venía! ¡Y ya viene! ¡Carajo, ahí viene!. Al dejar de apretar mis ojos contra mis manos, los abrí.
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ENTOMOFOBIA El detalle era tan obvio que se me había olvidado… si no entraba luz era porque la había apagado, -y yo aquí, sola en mi cuarto- me decía. Yo debía de hacer algo o esperar a que alguien entrara a la casa para hacerlo por mí, aunque estar sola en la oscuridad ya era bastante malo, me tuve que llenar de valor y poco a poco fui saliendo de mi cuarto, esforzando mi retina en lo negro del lugar. Al abrir la puerta y dar los primeros pasos, mi zapato pisó algo grande y blando, recubierto de algo; mis pupilas se dilataron y apreté los ojos, imaginando lo que había bajo mi zapato, y estaba ahí…mucho más grande que mi pie. Al principio pensé que era un gato, pero no era un gato, era algo más raro, algo más grave y cavernoso, casi crujiente ¡me ericé toda! Ya no sabía qué hacer, tomé más valor, gritando como loca, salí corriendo hacia el apagador. Veloz, con la mano prendí el botón; ¡De golpe salieron corriendo tres cucarachas y creo que hasta una voló! ¡Aaaagg! ¡Ya no aguantaba el horror ni toda la situación!, ¡Me solté de tajo los zapatos y salí hecha el diablo de regreso a mi cuarto!
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n ésta oportunidad, y respecto al tema de este número de Infame, les traemos la terminología de algunas de las fobias más extrañas del mundo, según algunas universidades en Reino Unido y Holanda. Sin más preámbulos aquí les dejamos estas fobias. 1. La Catisofobia se define como un miedo constante a sentarse. A causa de ser rehenes o sufrir torturas habiendo sido obligadas a sentarse sobre clavos, objetos agudos, carbones encendidos, etc., esto en casos extremos. Recolectan todo el trauma y comienzan a temer a estar sentados. En otras ocasiones, el miedo a sentarse se debe a algún castigo en los días de escuela, o temor a verse con sobrepeso. 2. Dendrofobia es miedo a los árboles, así como lo lee. Quienes padecen de esta condición temen a los árboles y a todo lo que se relaciona con ellos: las hojas, las ramas, etc. No es una fobia demasiado conocida como tal, sin embargo es muy común. En la mayoría de los casos, aquellos que padecen dendrofobia no son conscientes de tener una fobia. El primer paso es aceptar que se tiene un problema. 3. Clinofobia es el miedo a acostarse en la cama o a irse a dormir. ¡Que Dios nos libre! Aquellos que la experimentan sufren de ansiedad aun cuando comprenden que no existe amenaza para su bienestar en el hecho de ir a dormir. Algunos sujetos que padecen esta fobia asocian el acostarse con la muerte. 4. Aunque parezca mentira es posible temerle al amor. El origen de la filofobia se relaciona con el entorno afectivo de la persona que la sufre, quien por lo general elegirá relaciones imposibles donde nunca podrá llegar a enamorarse. 5. La batmofobia es el temor a subir pendientes. Quienes sufren esta fobia tienen a los elevadores como únicos aliados para subir o bajar lugares altos. 6. El terror a mirar hacia lo que se encuentra sobre nuestras cabezas se conoce como anablefobia. Aunque su origen no está claro, podría estar relacionado con el miedo a que algo pueda caer sobre sus cabezas.
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GRAFOFILIA 7. Para quienes sufren de filemafobia, tener que dar o recibir un beso podría ser una pesadilla. Normalmente está relacionada con la filofobia, los síntomas más habituales ante esa situación son manos temblorosas, sequedad en la boca o náuseas. 8. La geliofobia puede ser ocasionada por la risa de los demás y la sospecha de que se están burlando de uno como por la risa en general. 9. La urofobia no sólo consiste al temor a la orina en sí, sino a orinarse encima. En los casos más graves puede impedirles usar cualquier baño que haya sido utilizado por otra persona. 10. Una de las principales consecuencias de la papirofobia es no poder leer, pues quienes la sufren temen al contacto con cualquier clase de papel. En la actualidad, quienes lo padecen pueden esquivar los síntomas gracias a los libros electrónicos. ¡Esperemos que no le dé a algún escritor! 11. Ombrofobia (también conocida como pluviofobia) entran en pánico cuando perciben que comienza a llover. Se trata de un miedo irracional a entrar en contacto con el agua de lluvia y existen diferentes tipos de este mismo trastorno. Por ejemplo, la brontofobia es el miedo a las tormentas y la astrapofobia a los rayos. Otra peculiaridad de quienes padecen ombrofobia es que tienden a sentir admiración por los paraguas o cualquier otro objeto destinado a protegernos del agua. Y finalmente tenemos la panofobia que es un estado irracional en el que todo produce miedo indeterminado. Esta fobia consiste en una persistente alerta ante algún mal desconocido y puede estar relacionada con la esquizofrenia. Sus ataques suelen venir acompañados de ansiedad. 25 INFAME
DORMIR Santa Cassandra Aguilera Hernández No puedo cerrar los ojos. Sé que si lo hago sucederá algo terrible. Puedo sentir su respiración en mi oreja y sus susurros de condena. La consigna es simple: no cerrar los ojos.Sé que si duermo, todo lo que amo se desvanecerá. Sé que si duermo moriré. . Vuelvo a llenar mi vaso de RedBull y noto que la lata se ha vaciado,me hará bien estirar las piernas- pienso y salgo al Oxxo que está a dos cuadras. El cajero me mira raro, como siempre.No me extraña porque mi aspecto es un desastre: ojeras profundas, palidez, ojos desorbitados, ropa maltratada (George A. Romero podría haberme contratado), sería un zombi perfecto. Regreso a mi edificio y descubro que se ha ido la luz. Temblando recorro escaleras y pasillos. Al entrar en la habitación y refugiarme en la cama me parece escuchar: Uno, dos... ya viene por ti. Me encojo y mi corazón se acelera.Tres, cuatro... cierra bien la puerta.Los dientes me castañean y un sudor frío me baña.Cinco, seis...toma el crucifijo. ¡Luz! ¡Luz! ¡Necesito luz! Abro las latas de RedBull y las bebo una tras otra.Siete, ocho... no duermas aún.¡Basta! ¡Basta!, me oigo sollozar, necesito dormir, no es más que mi imaginación, no es real.Nueve, diez... nunca dormirás. ¡No es real! NOOO... Las lágrimas caen mientras cojo hilo y aguja. Todo sea por evitar la desgracia. Todo para lograr no dormir.
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DESOLADO / Isidro García INFAME 28
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Isidro García / FUGA 29 INFAME
NEGRURA ANA RÍOS
En la oscuridad se descubren cosas que la luz no me permite ver. Al caer la noche mi cuerpo se prepara descansar y viajar por el mundo onírico. Caí en un sueño profundo del que no supe de mí. Hasta que unos murmullos sollozantes lograron sacarme del sopor. Oía voces, que murmuraban palabras que no podía entender. Trate de abrir los ojos para ver que sucedía, (pero mi intento fue en vano), sentí los parpados pegados, los ojos me pesaban. Intente levantarme, mover las manos y pies, (quise gritar), pedir ayuda pero nadie respondía. Poco a poco mi cuerpo reaccionó, empecé moviendo los dedos. Sentí un frio debajo de mi espalda, me encontraba en un lugar con no más de 70 cm de ancho y con el largo de mi cuerpo. Mis ojos reaccionaron, y lentamente iba captando lo que ocurría: ¿Quién fue capaz de cometer semejante atrocidad? No había tiempo para pensar. Empezaba a ser víctima de la ansiedad y el terror, estaba encerrada dentro de una caja. Comencé a manotear, y golpear las paredes, quise gritar pero la voz no apareció, el aire cada vez era menos. En un grito seco y sollozante, desate el horror que paralizaba mi cuerpo, mire a mi alrededor y me encontraba en el mismo lugar donde había caído: mi cama. INFAME 30
Vértigo Sebastián Medina
La pelota está en el aire. Tú y tu guante pueden hacer la diferencia. Tu mundo está ahí. Podría ser el fin. Lo mismo es mirar arriba que el vacío abajo. ¿La atrapas o se te escapa?, ¿terror?, la pelota está en el aire.
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