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Título de la publicación: Marvin Música • Cine • Arte Editor Responsable Cecilia Velasco Martínez. Edición 115 correspondiente a: OCTUBRE 2013. Prohibida la reproducción parcial o total por cualquier medio físico o electrónico sin el permiso expreso de los editores. Los contenidos de artículos y colaboraciones firmados son responsabilidad exclusiva de sus autores y no reflejan necesariamente la opinión de los editores. Certificado de Licitud de Título y Contenido: 15372. Certificado Reserva de Derechos al uso Exclusivo del Título: 04-2011-100610180100-102. MARVIN es una Marca Registrada.
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CONTENIDO
8 — BREVIARIO Perfiles y noticias de música, cine y arte
MÚSICA
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14 — NEW KID IN TOWN Porque la moneda del hype tiene dos caras: The Acid 16 — ESTRATOSFERA Propuestas emergentes interesantes: Ciudad Victoria 20 — Foals: Una entrevista con la banda que lleva (casi) seis años de gira 22 — Drake y el lugar depresivo del juego 24— Arcade Fire: La grandeza en pasos 26 — Mazzy Star: 17 años para regresar al California Dreaming 28 — Chvrches: La maldición de quedarse a la mitad del camino 30 — Cults: El sonido que se mueve década a década 44 — Los Viejos: Crónica decrepita de una gira por Brasil 46 — Odisseo: Postales de Centroamérica 56 — DE CULTO Instantáneas del Watcha Tour 2000
FESTIVALES
32 — FYF: La Importancia de sentir algo 34 — Ceremonia: Por siempre jóvenes 36 — Osheaga y un verano de festivales en Montreal
MODA
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64 — Marvin by Mandatory: Despidiendo el verano 50 — DE FONDO La fama por-venir 48 — MARVINISMO On the Road, 7 historias de excesos, soberbia, lujuria, tragedia y accidentes felices.
CINE
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84 — Gravity: Terror en serio 58 — DE CULTO: Road Movies, cineastas somos y en el camino andamos
ARTE
52 — GALERÍA Alejandro Cartagena. La vida en los trayectos 72 — CÓMIC Camino en reversa. Por Marco Colín 60 — DE CULTO Ed Ruscha. La imaginación es el camino
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LITERATURA
62 — 10 libros para leerse on the road 74 —EL CUADERNO AMARGO En la carretera de la República de las letras. Columna de Paola Tinoco 75 — OFF THE RECORD: La última salida a Cotecito. Columna de A.A. Gore
76 — Discos
RECOMENDACIONES
85 — Libros
84 — Cine
87 — Estilo
85 — Tecnología
80 — EL PILÓN: Indio 120 años celebrando la diversidad en México. Una fiesta para la posteridad.
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CARTA EDITORIAL
La humanidad está obsesionada con el destino. La noción reconfortante y conformista de un camino más grande que nuestras pisadas, más firme que nuestra capacidad de tomar decisiones o –mejor dicho– de vivir con ellas. La fijación humana con el destino como fin inevitable e inalterable de nuestra vida. Al parecer el hombre encuentra un motor en esta idea del porvenir divino (en su acepción metafísica) o en el punto final de la curva del tiempo (el destino de nuestros trayectos), y prefiere enfocar su mirada en ella mientras camina un presente que no se molesta en ver. Este número de Marvin, por su parte, prefiere bajar los ojos, tomar una pausa y contemplar lo que pasa al intentar llegar al perpetuo destino; la vida misma desenvolviéndose en el camino. Ahora, y después de la precisa licencia poética que me acabo de permitir, es importante considerar la literalidad de una idea como “On the Road” en la música. Las historias de las giras son la base sobre la cual las grandes bandas de rock de los últimos 60 años se han formado. Entre autobuses, aviones, escenarios, groupies, drogas, muertes, épicas presentaciones y un galones de dorado combustible, se encuentra esa cosa abstracta que podríamos denominar como la esencia del rock. La sudada, apretujada y siempre en movimiento parte de la historia de la música que sólo se puede trazar o medir en Km/h. Entonces, es correcto suponer que dentro de estas páginas no hay carencia de historias de tours, desde la crónica de Enrique Blanc a propósito de todo lo que pasó cuando algunas de las bandas más importantes del rock en español coincidieron en autobuses recorriendo EUA (dentro de la legendaria Watcha Tour 2000) hasta siete anécdotas saturadas de suerte, tragedia, sexo, alcohol y ego que se desprenden de los trayectos de bandas como U2, Metallica, La Barranca, Led Zeppelin y más. Así, mientras la lluvia y el viento pintan paisajes húmedos y efímeros en el parabrisas, avanzamos en las páginas. En portada, y con la ayuda de esa particular sensación de nostalgia que sólo provoca recorrer un largo trayecto acompañado de música, repasamos con Zoé casi 20 años de historia, hasta diseccionar los primeros pasos de su nuevo disco Prográmaton. También nos damos la libertad de lamentarnos acompañados de lo nuevo Drake, y detenernos en la orilla del camino a rendir respetos en el altar de Arcade Fire y su hermoso, retro-futurista y posmoderno Reflektor. Charlamos con Cults, y nos vamos de Los Ángeles a Canadá en busca del FYF y Osheaga, respectivamente, para terminar en algún misterioso punto de la carretera a Toluca (cubiertos de lodo) en Ceremonia. Tenemos 10 libros para acompañarnos en este trayecto, discos nuevos y la contemplación del vacío absoluto, aterrador y sublime que la cinta Gravity de Alfonso Cuarón pretende plasmar en nuestras mentes. 88 páginas, 88 escalas y una revista hecha para disfrutarse en el camino, ya sea el de nuestros destinos cotidianos, o (viéndolo en macro) el de nuestro pasos por la Tierra. TXT:: Jimena Gómez Alarcón / @jimena_blue
PERSPECTIVA
On The Road En varias ocasiones la mĂşsica no ha logrado llegar a su destino. A continuaciĂłn una lista de los pasajeros que se quedaron en el camino:
BREVIARIO
C O N O C L P R I M E R E T A P D E D I R E C T O
La restauración de las películas silentes de Hitchcock fue una iniciativa conformada por el BFI National Archive, con el apoyo de ITV Studios Global Entertainment, STUDIOCANAL, Park Circus Films, The Mohamed S. Farsi Foundation, The Hollywood Foreign Press Association, The Film Foundation, Simon W Hessel, Deluxe 142, The Headley Trust y Matt Spick.
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E A a A L R
omo siempre, la Cineteca Nacional tiene una sorpresa para los aguerridos amantes del séptimo arte. Durante todo el mes de octubre se realizará el ciclo El Primer Hitchcock, que constará de las primeras cintas del realizador británico y que son, en su mayoría, desconocidas en comparación de Rear Window (1954), Vertigo (1958) o Psycho (1960). Alfred Hitchcock comenzó su carrera a principios de los años 20, después de publicar algunas historias breves y artículos en la revista The Henley Telegraph. Su incursión en el cine
fue como diseñador de títulos para películas silentes, y sería hasta 1922 cuando realizaría sus primeros intentos como director; sin embargo, debido a problemas de financiamiento, nunca llegaron a concluirse. En 1925 retomó una vez más la cámara para registrar una nueva historia: The Pleasure Garden, la cual sí llegó a completarse y representó un gran logro profesional pero no uno económico, pues en Alemania fue un total fracaso. La cinta, protagonizada por Virginia Valli y Carmelita Geraghty, narra las aventuras y desgracias de dos coristas de teatro, a quienes el destino las pone en una encrucijada al decidir entre sus carreras o sus corazones. 1927 representa un año muy productivo para Hitchcock, pues es en esta época en la que dos grandes obras salen a la luz: The Ring y Downhill. A pesar de que ambas no registraron jugosas ganancias, fueron muy bien recibidas por la crítica. The Ring es una
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comedia romántica en la que dos boxeadores se disputan el cariño de una mujer. Aquí se muestra la evolución del director como una imparable mente creativa, pues convierte lo que parecería ser una historia sencilla en un drama con grandes momentos; una metáfora sobre el combate que se lucha en el terreno del amor y en las decisiones que marcan el rumbo de la vida. Por otro lado, Downhill se centra en un escándalo entre los estudiantes de un costoso colegio inglés. El talentoso Roddy Berwick acepta la culpa de embarazar a una mesera, con el objetivo de encubrir a un viejo amigo, y es expulsado de la escuela para sufrir las degradaciones de la vida común. Downhill es considerado el
largometraje más oscuro de la etapa silente de Hitchcock y en el cual se muestra a las mujeres como seres manipuladores y despiadados. Como otro dato, la película está basada en la obra homónima escrita por Ivor Novello, quien además desarrolló el papel protagonista. Éstos son los títulos que conformarán el ciclo El Primer Hitchcock, el cual se proyectará los viernes y los sábados del mes de octubre. Todas las cintas fueron completamente restauradas y muchas de ellas no han sido presentadas en nuestro país. El Primer Hitchcock contará con la musicalización de la experimentada pianista Deborah Silberer.
Algunas de las obras en cartelera de Microteatro Por Sexo: Tanga de Jamaica: Asesoría Escénica de Bruno Bichir, Agustín “Oso” Tapia y Emilio Portes. Dramaturgia de Jorge Carlos Ramírez. Protagonizada por Laura de Ita y Jorge Karlóz. Aplausos: Dramaturgia y dirección de Antón Araiza. Protagonizada por Nicolás Mendoza y Nora del Cueto. Afrodita al sol: Dramaturgia de Verónica Falcón. Protagonizada por Verónica Falcón y María Goycoolea Artís.
U N R A P I D I T O D E 1 5 M I N U T O S . minutos de teatro para 15 espectadores en 15 metros cuadrados. Este planteamiento rompe todos los esquemas de nuestra idea del teatro. Tanto si imaginamos antiguos salones barrocos con escenarios enormes como salas alternativas con sillas de plástico, pensamos en funciones de una hora a lo menos, y un aforo entre 50 y 500 butacas. Microteatro viene a ofrecer otro tipo de consumo teatral, más parecido a este nuevo mercado que ha fomentado el cine de cortometrajes: obras de
quince minutos cada una, pases cada 20 minutos desde las seis de la tarde hasta las diez de la noche, en habitaciones donde caben a lo sumo 15 personas, y además, te regalan una chela. Este formato, que ya se ha extendido a Buenos Aires y Nueva York, empezó (como empiezan todas las buenas ideas) con una cerveza en mano. Fue en Madrid donde el director y dramaturgo Miguel Alcantúd y Pablo Blanco decidieron revivir un antiguo prostíbulo y convertirlo en un café-bar muy singular, a unas cuadras de la famosa Gran Vía. De hecho,
desde fuera se ve un bar moderno, pero es difícil imaginar que al fondo, después de pasar por el tumulto de gente en la barra con sus cañitas y sus tapas, hay una pizarra muy parecida a los paneles de los cines, con los horarios y los nombres de las obras que se representan en las salitas que hay en el piso de abajo. Ahora llega a México con una nueva característica: es itinerante. En vista de la falta de inversión inicial, los mexicanos, como siempre, suplimos el dinero con ingenio y se dispara la creatividad. Así es como Alejandra
Guerava, directora de este proyecto, decidió que Microteatro por Dinero México fuera ambulante y cada edición cambiara de lugar, desplazándose por casonas vacías del Distrito Federal. Otra de las curiosidades es que todas las obras son inéditas y se escribieron a propósito de la convocatoria, cuyo primer tema fue “dinero” y tuvo un éxito rotundo de taquilla y asistencia. La segunda tanda, Microteatro por Sexo, será del 5 de septiembre al 6 de octubre en Santa María la Ribera, en la calle Roble 3, entre Insurgentes Norte y Dr. Mariano Azuela.
Gerontofilia: Dramaturgia y dirección de Ignacio Flores de la Lama. Protagonizada por Alejandra Maldonado. Luna: Dramaturgia y dirección de Xandra Orive. Protagonizada por Valeria Lorduguin y Neyla Jaén. Ya se publicaron las obras seleccionadas para la siguiente convocatoria "Por tus muertos", que se realizará en octubre y noviembre en una sede por confirmar. Visita www. microteatro.mx para más información.
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BREVIARIO
presentan nuevos y prometedores actores de la música electrónica nacional y de otros países de Latinoamérica. Matilda Manzana Banda de la Ciudad de México que experimenta con sonidos afrolatinos y el shoegaze de la vieja escuela; fue nominada en los Indie O-Music Awards 2013 por su álbum Conjuntos Cartográficos en las categorías Mejor Disco Experimental y Mejor Arte Empaque. Ha formado parte del cartel de eventos como el Festival Marvin, All My Friends y Nrmal.
L A P U L G A : S O N I D O S C O N INTENCIONES
Este año el BONUS Creative Week MX participó en la exposición de negocios del festival South by Southwest (SXSW) que se lleva a cabo en Austin, Texas. La exhibición tuvo una afluencia de más de 18 mil personas provenientes de diversos puntos del mundo.
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el 7 al 10 de noviembre se llevará a cabo en la Ciudad de México la segunda edición del BONUS Creative Week MX, que como su nombre lo indica, se trata de un evento en el que se busca promover el trabajo de las diversas industrias creativas de nuestro país, con el objetivo de formar una discusión en torno a su desarrollo económico e impacto en la sociedad. Dentro de las actividades programadas
se encuentra La Pulga, mercado itinerante en el que desfilan las propuestas musicales más interesantes y que por su carácter propositivo pueden ser exportadas a sectores internacionales, logrando así establecer comunicación y alianzas con organizaciones, empresas, instituciones, diseñadores y estudios de diferentes perspectivas. En cada una de las ediciones de La Pulga se elige a un nuevo grupo de curadores que seleccionan a los proyectos musicales que son dignos de apoyo y difusión; cabe destacar que dicha curaduría la componen especialistas e involucrados en las industrias creativas de México. Este año, el cartel lo componen los siguientes proyectos:
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Pay de Pecas Propuesta audiovisual formada hace más de cinco años por Irma Ruiseñor (integrante del equipo del Centro de Cultura Digital). Aquí desfilan la música, el cine, el arte y la publicidad; conduce el programa Sorry Im Late en la estación de radio por internet www.wmwmwm.net (todos los martes a las 20 hrs.), en el que se
Verano Peligroso Ritmos latinos y futuristas a cargo de Esamipau y Jacinto Di Yeah! Este dúo se caracteriza por sus presentaciones llenas de humor y mucho baile. Cuentan con un EP titulado Culpable, un material de carácter hedonista y guapachoso. El BONUS Creative Week MX 013 contará además con seminarios, talleres y pláticas con invitados nacionales e internacionales. Consulta cartelera en bonusmx.com.
BREVIARIO
A S U r u o T r
e t s i e m r e g ä J TXT:: A. A. GORE
E l pu r o po w e r m e x icano en 2 5 ciudades del ga b ac h o Desde 2002 se realiza el Jägermaister Music Tour en Estados Unidos, en el que se presentan bandas de rock, punk y metal, y en la cual han participado Slayer, Mastodon, Disturb y Megadeth, entre otros. Para más información sobre Jägermeister y su gira visita jagermeister.com.
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ocas cosas se mezclan tan bien como la furia del rock’n roll y el particular sabor de Jägermeister, ambos son para paladares exigentes que siempre buscan algo diferente y poderoso. Esto lo entiende muy bien Molotov. Fueron 25 vibrantes fechas las que conformaron el Jägermeister Tour de Estados Unidos, del que por primera vez fue protagonista una banda mexicana. Marvin viajó a Nueva York para presenciar en carne propia la última parada de la gira, una que se decía había arrasado en ventas (es decir, mucha lana) e iba a
mostrar a los gringos la locura que un grupo de mexicanos puede provocar con su irreverente música. Antes de que ofrecieran una presentación saturada de TNT en el Irving Plaza, unos desmadrosos Randy y Miky platicaron con nosotros sobre cómo les había ido en el tour y si por fin íbamos a escuchar un nuevo disco de Molotov o iban a seguir haciéndose weyes al respecto. “Venimos tocando de harina y huevo desde Orlando, donde comenzamos. Tuvimos tres días libres; pero nos hemos presentado prácticamente diario”, nos cuenta con su típico acento mexicogringo Randy Ebright, el mismo acento que pudimos escuchar en Sangre, grupo metal core cuyos integrantes, de origen mexicano, son descendientes de los músicos del Mariachi Vargas de Tecalitlán y acompañan a Molotov en esta serie de shows. Nos cuentan acerca del eventual nuevo disco de Molotov: “Nos
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urge sacar algo en 2014. Primero pensamos en un EP de cinco o seis canciones, pero como ya las tenemos, ya se está convirtiendo en un LP”. Randy complementa, mientras se soba los bíceps luego de tantos días de golpear tambores sin descanso: “Hay que entrar al estudio y checar nuestros Frankensteins, las rolas que tiene cada uno y ver qué sale”. Durante el concierto, que tuvo lugar en el mismo escenario donde se han presentado bandas como Talking Heads, The Ramones y Green Day, Molotov interpretó tres de esas canciones nuevas: “Santo Niño de Atocha” (con su pegajosísimo coro “¡Abajo los mochos, arriba los Molochos!”), “Crazy Chola Loca” y “Blame Me”. Lo que nos quedó claro, por el slam brutal que se organizó y las carcajadas que le arrancaron a los que se sacudían un poco menos, es que Molotov sigue en la línea musical que se trazó
desde su surgimiento a mediados de los 90. “La carrilla es lo que nos mantiene con vida”, dice Miky, “ahorita llevo un mes en el pedo con estos cabrones y si no, ¿de qué otra forma podríamos seguir juntos?”. Y razón no le faltó, porque durante la entrevista no dejaron de molestarse entre sí. “Estoy cansado porque soy baterista, yo sí hago ejercicio… no como esos pinches bajistas que nomás mueven los deditos”, se quejaba Randy. "¡Yo ser baterista más fuerte!", respondía Miky, imitando el acento del Gringo Loco. Y después de prodigarse cada uno un zape, reían a morir. Como cuando eran niños, seguramente. Eso sólo ilustraba una frase cantada por el verdugo de tambores en el Vive Latino: “Acá en la banda estoy yo, el americano; los tres mexicanos me tratan como a un hermano”. Jägermeister es un licor alemán de 56 hierbas cuyo nombre significa “Maestro cazador” y que viaja en una botella irrompible, esto lo hace la bebida ideal para las giras, ya que al igual que los rockeros, sortea todos los obstáculos o dificultades que la geografía del camino pueda presentar. Ahora, 25 fechas después de que Tito Fuentes, Paco Ayala, Randy y Miky han girado por escenarios de esa nación, queda muy claro que las puertas para otras bandas mexicanas, o de otras regiones de Latinoamérica, están más que abiertas.
Sabemos que a diario te dicen qué está de moda y a quién debes escuchar. En esta sección, nos damos a la tarea de poner las cosas en perspectiva y valorar por qué o por qué no debes escuchar al nuevo chico de la cuadra.
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— Melómanos y críticos han afirmado, en ocasiones, que el trabajo creativo prepondera sobre el nombre de su creador. A partir de esta concepción, muchos artistas han puesto en práctica un tipo de marketing anónimo de gran éxito cual teoría podría dictarse así: la curiosidad por saber más de un misterioso hallazgo musical conlleva a una investigación, un esfuerzo que pronto se convierte en satisfacción, para luego consumir –de forma psíquica y luego tangente– el material dueño de nuestros sueños vanguardistas como una reafirmación de la voluntad. Iamamiwhoami y Rhye son los más recientes ejemplos de este fenómeno, y ahora le toca a The Acid proveernos de expectativa y emoción. Aceptando que somos una audiencia hostil pero con mucha fe, esta propuesta alimenta tiernamente nuestra bipolaridad. Primero debo señalar que no existe mucha información sobre el proyecto, más que es o son de Rotterdam, Holanda, y que le o les gusta el color gris, y que su nombre le salta a cualquiera (y más a quienes alguna vez les dio por amar los seudónimos con triángulos). Segundo, la música llega de golpe al cerebro, su sonido no da tregua a la asimilación; se compone de elementos abstractos que ponen los pelos de punta, pues utiliza arriesgados graves que retan las bocinas que los emiten y no oculta su afición por el ruido ascendente, como si se tratara de la banda sonora de una película de ciencia ficción. The Acid es música sensorial perfecta para climas fríos, ése es el tema; podrían caber muchas similitudes como James Blake, Radiohead, James Yuill, Nicolas Jaar y hasta The xx, y es válido señalarlo (para qué nos hacemos) pero es difícil que después de escuchar su EP homónimo alguien te quite la carota de alegría que un par de minutos de música bien hecha provoca. TXT:: PABLO PULIDO @PabloPonciano
CONTRA
— Yo, como todos ustedes, paso mis noches y días contemplando la siguiente proposición: ¿No sería genial que existieran MÁS bandas con nombres escritos en caracteres raros? Y, ¿no sería aún mejor que sonaran a electrónica minimal depresiva y, para rematar, que ocultaran su verdadera identidad, ya que eso es tan cool hoy en día? Pues bueno, gracias a Dios existe The (o The Acid, para aquellos de ustedes que prefieran las cosas más básicas). Una banda misteriosa, tan misteriosa que en su perfil de Soundcloud cambia su ciudad de origen cada día, y en Twitter sólo tiene un mensaje el cual pide, a sus 74 seguidores, ideas para nuevas (y más extrañas) maneras de escribir su nombre. En cuanto a su música, sólo tenemos un EP de 4 canciones para analizar, cada una de ellas muestra un rango que va de lo electrónico minimal en mood repetitivo, a lo electrónico con tonos suaves. La voz es dulce y no le pide nada a ninguna otra en cuanto a lamentos agudos refiere. Su propuesta no es para nada desagradable, pero lo que le sobra en innovación al deletrear su nombre, le falta al momento de componer. Cada canción del EP, aunque satisface al escucha, no puede dejar de ser comparada con muchas otras. Las ideas musicales distan mucho de ser propositivas, e incluso, cuando logran concretarse, es evidente que otros lo han hecho mejor antes. Sin embargo, queda claro que The no pretende mucho, hay algo casi de broma en su proyecto, lo cual se antoja un tanto irrespetuoso para su aún muy reducido número de escuchas; y es que esta banda se encuentra en etapa de pre hype, es decir, que es tema de conversación de un puñado de melómanos modernos obsesionados con hablar de una banda antes que todos, tan es así que se aventuran en exaltar su talento antes de que exista suficiente información para juzgarlo; gente que seguramente escribe su nombre cambiando la t por una †…. TXT:: TATIANA HERNÁNDEZ ON THE ROAD
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ESTRATOSFERA
Reportes de bandas, disqueras y medios de distintas ciudades de México y el mundo.
REPORTE
Ciudad Victoria
Muchachos de Hoy Electrica Miami fue una banda electropop que, al parecer, ahora está en receso, pero que llegó a editar un disco con el extinto sello Discos Chinos del D.F. Uno de los ex integrantes y compositor de aquel grupo, Victorio Antonio (sí, se llama como su ciudad), tiene un nuevo proyecto llamado Muchachos de Hoy, que hace música electrónica como de disco-club, “aunque la mayoría de las bandas de la zona son de rock”, comenta. ¿De dónde tomaste el nombre para tu proyecto? No me digas que de la canción de… Victorio Antonio: Sí, el nombre lo tomé de la canción de Luis Miguel. Me gustó mucho, como que iba con lo que estaba escribiendo ¿Qué pasó con Eléctrica Miami? VA: No paso nada, simplemente decidí que yo quería hacer algo por mi cuenta y les comenté que quería salirme. Al principio ON THE ROAD
seguiría componiendo para ellos, pero después me dediqué completamente a mi material. Y el nuevo proyecto, ¿de qué va? VA: Tiene mucho que ver con la música house y el garage, algunas cosas del Detroit techno, pero siempre usando las máquinas de aquella época, como la 808, 909, 707, M1; nada de distorsiones y cosas de ésas. Me inspiré mucho en personajes como Terry, DJ Sneak, Marshall Jefferson, entre otros, y más
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nuevos, como Capella y Technotronic. En este disco colabora Denise Murz, quien ha hecho cosas con Ale Sergi (Miranda) y Dani Umpi. ¿Te late la escena de la ciudad? VA: Bueno, la mayoría son grupos de rock, pero me gustan propuestas como la de un chico llamado Raúl Folk, La Función de Repulsa, Chronic Infection y Solitude. No soy muy aficionado a la música ruidosa. Por la situación, la mayoría de las bandas deben
tocar en casas o lugares privados. ¿Qué te inspira estilísticamente? VA: Mis referencias visuales son más bien kitsch, cosas como las películas mal hechas de Magneto o Gloria Trevi.
https://soundcloud.com/ muchachosdehoy
TXT:: ALEJANDRO MANCILLA / @nosoymoderno Atravesando el trópico de Cáncer, se encuentra la capital tamaulipeca, tan lastimada socialmente ahora, tanto que hoy sería improbable que esa extinta banda de la vecina ciudad de Tampico, X,Y, Z, se cambiara el nombre a Z (como lo hicieran en su momento). La escena de la árida ciudad que inspira canciones sobre road movies y desiertos lynchianos, se ha desarrollado progresivamente desde los años 70 con pocas referencias al respecto. Fue a principios de la siguiente década que surgen agrupaciones como Crimen y Castigo; en esa misma época, comienza el auge del metal y bandas como Solitude, Terrasería, Chronic Infection y Zimbioziz empiezan a generar movimiento. A mediados de 1986, surgen proyectos como RIP (sí, hacían metal también), mientras que la organización de la “Gira de bandas tamaulipecas” fue motor para una intermitente escena
Con V de Victoria si de precursores de la música alternativa se trata, La Función de Repulsa, sin duda, es de los grupos más importantes no sólo en la ciudad, sino en toda la escena mexicana contemporánea, ya que con un estilo indefinido y experimental, se ha renovado a través de los años. Su líder, Antonio Rotuno, además de crear el sello Genital Producciones y lanzar un fanzine llamado Taladro (en 1989), es organizador del festival del mismo nombre (desde 2006) y también tuvo un programa de radio homónimo. Además, cuenta con un local llamado Estro, que funge como
estatal. Otra banda destacada de Ciudad Victoria fue Anarquía, que tras la muerte de su baterista (nada más punk que le pase eso a tu banda) se cambiarían el nombre a NDA (Never Die Anarquía). También tenemos que mencionar a una banda llamada Demolish, quienes dieron la cara por el death metal oscuro. Otras agrupaciones que hicieron ruido: Niño Desarmador (en una onda muy Zurdok), Aneurisma (muy Nirvana… hasta el nombre) y grupos más de “rock tradicional”, como Alebrijes, Ruido, Bulbo 91 y el grupo urbano Tafures. Pero
cineclub, donde se puede ver (y comprar) mucho material de serie B y también se pueden adquirir discos independientes. Actualmente hay una escena nutrida de indie rock, DJs y algo llamado “Tardes de explanada”, donde se presentan músicos experimentales, bailarines, etc. También se llevan a cabo eventos como Rockausa, donde tocan bandas que donan el dinero a alguna causa altruista. Existen también interesantes proyectos como Danipop (checar la sección Coordenadas en ediciones pasadas de esta revista), Gingerelle (indie pop), Rovot, Novus Vitae y Clave Morse (emocore). Si van por la zona, atravesando el país en auto escuchando a Johnny Cash, dense una vuelta por la Victoria.
ALGUNAS RECOMENDACIONES
Gingerelle
Antonio Rotuno
El garage rock también se da en la ciudad; aunque sus influencias apuntan a Black Sabbath, Led Zeppelin, The Doors, Cream y esas bandas añejas y ácidas. Su sonido, a todas luces áspero, sólo podía ser posible en inglés. ¿Será? Su filosofía: “Dejar las cosas que necesitamos, por las que queremos hacer”. Mándales un mail y te rolan sus canciones:
Rotuno, miembro de La Función de Repulsa, es toda una referencia para Ciudad Victoria. Nos contó un poco de sus planes: “Fuera de la música, hice un cortometraje que terminé en julio, apenas checando a ver si se logra colar en un par de festivales. En noviembre, LFDR estará presente en el St. Petersburg Noise Fest en Florida (versión ásperaexperimental noise; posiblemente sólo pueda asistir yo)”.
gingerelleband@hotmail.com ON THE ROAD
Rovot Esta banda de rock alternativo (si es que aún tiene algún sentido el concepto), combina guitarras energéticas con programaciones y sonidos etéreos. Cuentan con un E.P. homónimo que se puede escuchar en su página.
http://www.rovot.mx.
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Facebook.com/LaFuncióndeRepulsa
Una banda como ésta se forja en los escenarios, en los turbios mares de gente y con el sol en la cara. Foals ha estado tocando prácticamente sin parar durante seis años, su trayecto los ha traído aquí, México, en tres ocasiones distintas. “Venimos por ti”, se oye en los susurros de Yannis Philippakis en “Prelude”, pieza casi instrumental de su más reciente álbum Holy Fire, una frase tan precisa y actual, tan pertinente en una descripción de ellos y su carrera, del grupo y sus fans. Es en el eterno ir que esta banda permanece viva.
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uando hablamos con ellos la última vez, Walter Gerves y Jimmy Smith, bajista y vocalista, respectivamente, nos esperaban en su hotel, ése que es igual a cientos o miles de los otros donde han esperado a reporteros como nosotros. Sin embargo, me han dicho que vienen por mí, no hay razón para desconfiar; además, ya lo han hecho antes. Pensemos por un momento en esto: una banda “relativamente” nueva ha estado en nuestra ciudad tres veces. ¿Por qué? “¡Nos sentimos muy felices de regresar! La primera vez que venimos, tocamos ante una multitud en el Corona Capital, y en los festivales
hay público para todas las bandas, no teníamos idea de que fuéramos tan populares: fue hasta que regresamos en 2011 cuando nos dimos cuenta de que había muchísima gente que nos conocía y nos quería. Es emocionante estar tan lejos de casa y que la audiencia cante tus canciones y reaccione con tu música”, nos cuenta Walter. Al parecer, esa sensación, la de tus sonidos invadiendo geografías ajenas, es algo a lo que la banda, directa o indirectamente, se ha vuelto adicta. “Todo nuestro entorno nos hace más grandes como personas, viajar alrededor del mundo nos ha dejado cosas increíbles, terminas influenciado por la gente más que por la música”, afirma Jimmy, a lo que Walter agrega: “Hemos madurado en muchos aspectos, ahora somos mejores músicos, aprendemos un montón de cosas todos los días, sobre todo en el estudio; ahora ya sabemos qué no haremos para el siguiente álbum”. Aquí nos encontramos otra cualidad intrínseca a Foals; más allá del movimiento, existe en ellos una constante curiosidad musical, esta que los obliga a retarse y reinventarse de álbum en álbum.
El camino de los discos
En 2010, durante meses se mantuvieron encerrados en el Svenska Grammofon Studio en Suecia, explotaron sus habilidades y virtudes como músicos, lograron conocer a profundidad sus instrumentos y de lo que eran capaces. Total Life Forever vio la luz durante el primer semestre de ese mismo año, valiéndoles una nominación al Mercury Prize, una gira extensa que abarcó cuatro continentes y los colocó en el line up de los festivales más importantes, sin dejar de lado las altas notas, buenas críticas y una nueva generación de fans. Con este material, Foals marcó un antes y un después, no sólo en su historia como banda, sino también en su natal Inglaterra; el sonido de Total Life Forever se convirtió en una fuente de inspiración para bandas contemporáneas a ellos como The Maccabees y Bombay Bicycle Club, entre otros, y algún cínico dirá que las similitudes entre el disco de Foals y los debuts de las antes mencionadas agrupaciones, no son mera coincidencia.
“Nunca sabes realmente qué pasó cuando una banda creó un disco. En nuestro caso, grabar Total Life Forever fue algo totalmente diferente y tal vez lo que ocurrió con ellos (estas bandas que les siguen) es una muestra de la madurez a la que llegan los grupos de guitarra, eso de lograr superar el primer disco… Por alguna razón se debe hacer algo diferente y evolucionar”, afirma Walter. Jimmy hace una aventurada petición: “Sería increíble que empezáramos una revolución de bandas que cambian su sonido en cada disco”.
HOLY FIRE
Luego del éxito obtenido con su segundo disco, las expectativas por la continuación eran muy altas. Estrenaron “Inhaler” con Zane Lowe, un nuevo sencillo que sorprendió a muchos y desagradó a otros cuantos, una canción potente en la que se nota claramente la mano de Alan Moulder, y que por momentos pareciera no encajar en el concepto de Holy Fire, un álbum ecléctico de principio a fin, en el que pueden encontrarse canciones tan tranquilas e introspectivas como “Moon” y “Late Night”, otras más pop como “My Number” y “Bad Habit”, así como un nuevo himno para todos sus conciertos: “Providence”, pieza que durante cuatro minutos se encarga de dejarnos en claro que son iguales a nosotros. Walter nos cuenta sobre el proceso de Holy Fire: “Teníamos seleccionadas 20 canciones, luego terminaron siendo 13 y finalmente 11… Algunas no fueron ni siquiera terminadas. A veces intentamos rescatar, pero nunca funciona. Para lo anterior, Jimmy nos brinda una explicación: “Si no sirvieron la primera vez, no servirán después”. Fuerza y frialdad, cualidades indispensables para editar, acción que a la mayoría de las bandas les falla conjugar. Durante la composición lírica de Holy Fire, Yannis Philippakis visitó su país natal, Grecia, donde concibió gran parte de las canciones de este álbum y logró plasmar de una manera más clara, pero sin dejar las excelentes metáforas a las que nos tiene acostumbrados, sus pensamientos. Jimmy intentó ayudar con las letras: “Oh, lo intenté una vez, juro que lo intenté, pero no pude, sólo
escribí una línea para ‘Out of The Woods’ (‘It’s times like these when I’m on my way back out of the woods’), intenté escribir toda la canción, pero no pude y se lo dejé a Yannis”. Todo cambia, menos eso. Los papeles parecen estar fijos en la banda, aquí tal vez no haya tanto movimiento, pero ¿a quién le importa? La música más que cambiar a los individuos, debe cambiar al mundo, ¿cierto? “Sí, definitivamente, en especial las letras que te pueden dar un gran mensaje. Nosotros como músicos procuramos hablar de cosas simples, de lo que vivimos”. Jimmy nos devela su postura de micro a macro, en la cual Walter profundiza: “Nos mantenemos lejos de lo que no conocemos; si quieres hablar de política, en verdad debes saber del tema, si no en cualquier momento, la gente te tira”. Sabia y recatada posición. Y de lo que ellos saben es tocar, estar en giras y crecer en el camino. Sin embargo, el ciclo tour-estudio-tour resulta agotador; después de todo estar en una banda es una labor real, y esto no los dejó muy claro Jimmy: “No es el trabajo más sano del mundo, ni física ni mentalmente, pero hay gente fuerte que puede lidiar con ello. Pasamos tanto tiempo haciendo esto, que en realidad después ya no tienes energía suficiente para hacer más cosas; además, tienes que lidiar con managers, gente de la disquera, gente diciéndote qué hacer con tu música. Siempre peleamos, odio que se metan con la fuerza creativa”. Es en las giras, dicen, donde los grupos se fracturan, entonces, ¿se ven tocando a sus 50 años? “No, difícilmente me veo tocando en dos años, no me gusta ver tanto en el futuro. No quiero pensar en eso”, amenaza Jimmy. Pero algo los mantiene unidos, después de todo llevan años y años de vivir juntos, tocar, pelear, y siguen… ¿Cuál es el destino final? “Que la gente hable de Foals en 20 años y que nos recuerden. Entregar las mejores canciones en cada álbum y, sí, dejar una marca”, concluye Walter.
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CANCIONES QUE NUNCA QUITARÍAN DE SU SETLIST
Jimmy: Definitivamente “Two Steps Twice” y “Spanish Sahara”, y del último álbum, probablemente “Inhaler” o “My Number”... Walter: Aunque “Late Night” y “Providence” resultan muy bien... J: Las elegimos totalmente por la reacción de la gente, las que ellos prefieren y, sobre todo, las que nosotros preferimos; hay muchas favoritas que no tocamos, la mayoría son de Total Life Forever como “What Remains”, “2 Trees”, “Alabaster” y “Black God”, esta última una de nuestras mejores canciones. Pero trabajaremos en ello. W: Hay temas de Antidotes, que simplemente ya tocamos demasiado y no disfrutamos seguir haciéndolo, y por ello las dejamos de lado. M
Los papeles parecen estar fijos en la banda, aquí tal vez no haya tanto movimiento, pero ¿a quién le importa? La música más que cambiar a los individuos, debe cambiar al mundo, ¿cierto?
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Escuchar un disco por primera vez es un acto contextual, no importa en qué tan alta estima te tengas como oyente, el oído carga con todo lo que un hombre puede acumular en sus pasos por el mundo e, irremediablemente, permea en las sensaciones que una canción o disco puede provocar en un determinado momento. En el caso de Drake, esto es categórico en múltiples niveles. Su música, más que la de nadie en el actual juego del rap, recae en la emotividad para darse valía. Durante mucho tiempo, y quizá justificadamente, Drake y la vena que ha decidido explotar me parecían un tanto insoportables. Un niño solitario quejándose en flow de sus males de amor puberto. Así, almacené al canadiense (junto con sus sonidos y lamentos) en mi carpeta de “artistas sobrevalorados”; a su flow como débil, a sus rimas como forzadas, a su dolor como falso, y seguí con mi vida. Ésta, a su vez, hace un par de semanas me llevó a emprender un viaje, de kilómetros y aviones, en búsqueda de respuestas, de sensaciones y de una mano dispuesta a sostener la mía al andar y hacer de mi trayecto por el mundo algo más ligero o, para ser un poco más claros, un viaje en búsqueda del amor. A mi regreso, más que con respuestas, me encontré con el disco leakeado de Drake, Nothing Was The Same, y por primera vez divisé la posibilidad de que tal vez no es que Drake no me gustara, quizá sólo no lo había escuchado con el alma llena de sueños rotos o tal vez sólo estoy triste. ON THE ROAD
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othing Was The Same contiene todas las pistas en su título, es una oda a la entropía, a ese fatídico momento cuando algo se rompe tan profundamente entre dos personas que lo mismo daría que ambas murieran en ese justo instante. Pero, claro, esto es hip-hop, no folk para niñas tristes. Así que antes de fingir (pretender, querer o poder) hacer una apología de la vulnerabilidad del rapero, primero detengámonos en algunos de los primeros tracks lanzados de NWTS. “Started from The Bottom”, por ejemplo, nos recuerda que aún se trata (en la medida de lo necesario) de hacer repetitivos coros llenos de palabras de aliento a sí mismo, raperos dándose palmaditas en la espalda felicitándose por llegar tan lejos; o podríamos hablar de “Wu-Tang Forever”, así como de las múltiples referencias al panteón del hip-hop para entender que Drake, con todo y sus agudas cualidades emo, sigue jugando bajo las viejas reglas del género. Algo no muy reprochable, ya que las grandes cualidades del disco no se encuentran en su innovación o creatividad musical –es más, estas dos cosas son las grandes ausentes del álbum– o en una necesidad (¿ambición?) de reinventar, al contrario; este disco es básicamente lo que Drake ha estado haciendo ensimismadamente desde que su nombre resonó por el mundo; la diferencia es que en NWTS, lo hace mejor. Entre las manos que se suman a su esfuerzo, podemos contar las de Sampha y Detail, así como con las del dueño del trono en persona: Jay Z, y un par de “feat.” más. En la producción aparecen los nombres de Jamie xx, James Blake y T-Minus, entre otros, que parecerían augurar beats mucho más propositivos que los que transpira el álbum en su versión final (y aun así, NWTS es su mejor producción a la fecha), esto se podría atribuir a que el crédito y voto final lo tenía Drake, y si algo es evidente en las 13 canciones es que este disco es de, para y sobre Drake y nadie más. Él se antoja
como un compositor egoísta, o mínimo ególatra (de nuevo muy en línea con su género), cualidades que la mitad de las veces no funcionan a su favor y la otra mitad logran (casi por accidente) decantar una honestidad tan cruda y explícita que roza en los ámbitos de la universalidad. Es quizá por esto que Drake, dado el contexto indicado, eventualmente nos gustará a todos, incluso cuando ese gusto pase (como el dolor mismo) con el tiempo, aun cuando sus emociones sean tan reales como lo son obvias, o sus rimas tan básicas como los celos de un hombre inseguro. Tal vez, él sabe algo que los demás ignoran o tienen miedo de aceptar. Se ha hablado antes de sus cualidades emo como una suerte de swag inverso, lo cierto es que ha encontrado la manera de vender tristeza como verso y costear como un MC bastante mediano y un productor limitado, al tiempo que se expone y subleva como víctima de la vida, la nostalgia y el amor. Drake es un personaje extraño en el juego, uno que quizá en otro momento del mismo hubiera sido comido vivo, pero el gangsta rap ya está lejos, los viejos paradigmas de lo que hace a alguien un buen artista de hip-hop han sido derrocados, y en un momento post Yeezus todo se antoja posible. Es quizá esto lo que hace pensar que –más allá de lo mucho que me pueda pegar NWTS, de las ganas que me provoca de mensajear a mi ex o volar a una ciudad fronteriza– Drake ha perdido una oportunidad al aferrarse a viejas fórmulas. Es momento de crear los nuevos clásicos del género y Drake simplemente no se esfuerza lo suficiente. Al final, seguimos hablando de un former childstar que perdió a Rihanna ante Chris Brown, un hombre que se ha convencido a sí mismo de que es uno de los “chicos buenos”, que es un genio al nivel Kanye, un creador de versos astutos (que casual decide rimar la palabra récord, con la palabra record) y poseedor de un agudo paladar musical, cuando la realidad es tan ilusoria, transparente y triste como creer que encontrar el amor es tan fácil como subirse a un avión. M
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“No soy un hombre suave. Sólo soy una de esas personas que está cerrada emocionalmente. Sufrí mucho con mis padres, viendo a mi madre pasar por toda la mierda y salir herida. He visto a mucha gente llorar. Además, he tenido a tantas mujeres que es imposible sentirme incómodo con el hombre que soy”. —DRAKE
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No siempre es fácil hallar un punto de partida. Esta historia se debe centrar en Arcade Fire y remontarse a 2003, más o menos –el momento en que comienzan a tocar juntos–, pero como no se trata de un grupo de rock común, la música del azar me coloca delante de una frase del espléndido escritor Richard Ford a propósito de su reciente novela que lleva por nombre Canadá (así se va concatenando la casualidad, pues la agrupación procede de Montreal, en la zona francófona de aquel país de América del Norte): “Parafraseando a Picasso, quien dijo que ‘todo el arte es local, empieza en un lugar muy pequeño y luego puede adquirir universalidad’, en el fondo, con rocas pequeñas acabamos construyendo estructuras inmensas”. Y es que Arcade Fire fue émonos oportunidad de otros miembros eventuales. Esto trazando una historia sacudir un poco la historia. sólo nos demuestra que, desde discreta, alimentando En algún momento de 2001, siempre, el trabajo colectivo en pos “Somos sólo Win Butler (texano de nacimiento de una obra comunal abierta, ha un culto minoritario y encargado de voz, guitarras y imperado en el grupo. y, progresivamente, un millón de teclados) se muda a Montreal Hoy día poco se recuerda ganando notoriedad, y a las dos semanas conoce a que se volvieron fuertes hasta pequeños dioses, Régine Chassagne (voz, teclados y debutar con Funeral (Merge, 2004). sobre todo por la acordeón), de origen haitiano, que provocando Win resume aquellos primeros capacidad para desatar cantaba en un festival de jazz. años: “No encuentro nada anormal tormentas de una épica incontenible Al poco tiempo ya en nuestro proceso. Es sólo otra fase de la banda. Durante dos años en sus canciones; aunado salían en pareja. Pasaron dos lluvia, oxidando años y un par de amigos suyos hemos ido superando las anteriores: a ello, siempre se han se quedaban sin banda. La unión conociéndonos como músicos y todas las cosas acercado a una poesía con Richard Parry (teclados) y como personas, componiendo, buenas”. Tim Kingsbury (bajo y guitarra) austera y cotidiana a la tocando en directo y grabando. propició la fundación formal, pero Reconozco que cada fase ha sido “Wake Up” que dan misterio y una decidieron llamar también a Will más excitante que la anterior, y la especie de religiosidad. Butler (hermano menor de Win, actual –la de salir a tocar en otros responsable de teclados, bajo y Ellos aportan el países, conocer nuevos lugares– también lo es. De momento, nos misticismo que necesita percusión), Sarah Neufeld (violín) y a Howard Bilerman (baterista encanta la secuencia; no hemos el rock en su carácter que después sería reemplazado detectado los inconvenientes por Jeremy Gara), además de de religión laica. de la fama y todo eso”.
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En marcha rumbo al Funeral El debut (2004) se da por la muerte de varios familiares de los miembros del grupo en los dos años previos, pero la fatalidad no arrastra el tono de las canciones. Por una parte, se trata de algo parecido a un álbum conceptual acerca de la vida en su vecindario (varios temas llevan esa etiqueta), además del miedo a convertirse en un adulto. Así, una pequeña banda terminó en la portada de la revista Time (edición canadiense), medio que la hacía responsable de poner a la música de su país natal en el mapa.
“Vienen de la periferia del rock (de la francófona Montreal), recuperan el sonido en vivo, incluyen guiños de ojo intelectuales (el título de su segundo disco, Neon Bible, es el mismo de una novela de John Kennedy Toole) y son multi-instrumentistas –por ahí suenan acordeones, violines y glockenspiels–; además tuvieron el padrinazgo de David Bowie, eso me basta para estar interesado en Arcade Fire”. Jorge Bolado Cineasta El neón que ilumina la fe Pero aun cuando habían obtenido fama y un prestigio inusitado para el mundo indie, el grupo prefiere la vida de barrio. Durante el impasse previo a la grabación del segundo disco, compraron una iglesia en la pequeña ciudad de Farnham, Quebec, a unos 70 kilómetros al sureste de Montreal, y en la que habilitaron un estudio que estuvo listo en el año 2006. Mandando por delante a “Intervention”, Neon Bible se editó en marzo de 2007. “Black Mirror” funcionó también como sencillo. Dieron con otro álbum magnífico que, incluso, fue considerado por la influyente revista británica Q como “el acto más excitante de la Tierra”, y el Trouser Press se aventuró a afirmar lo siguiente: “Entre las mejores grabaciones de rock indie de todos los tiempos”.
“Trabajando para la Iglesia, Mientras tu familia muere, coges lo que te dieron y lo guardas dentro, cada chispa de amistad y amor, morirá sin un hogar”. “Intervention”
“Es una banda que vino a refrescar el panorama del rock y, junto con otras agrupaciones canadienses, reivindicó la música de una manera orgánica y espontánea, además de recuperar una vieja tendencia sesentera por los colectivos numerosos con instrumentaciones ricas y variadas. Sus aportaciones al rock llamado alternativo son muchas, gracias a su gran sentido melódico y armónico y a sus letras con inquietudes poéticas. Me parece un grupo fundamental de los más recientes diez o quince años”. Hugo García Michel Escritor y periodista La vida en los suburbios Se debe acabalar The Suburbs (2010) como un opus integral, habrá que decir que Arcade Fire, sabiendo que podían seguir regodeándose en arreglos recargados y numerosa instrumentación, y catapultar la épica a niveles estratosféricos, han tomado una ruta más discreta, más doméstica. En vez de rozar el cielo y habitar un penthouse, ellos prefieren la vida sencilla de las lindes de las grandes ciudades. Eligieron auscultar el mundo que conocen y disectarlo. El tiempo transcurre, se hacen mayores, pero no dejan de ir a fondo en la creación de canciones. El baterista Jeremy Gara explica los fundamentos del tercer
disco: “Experimentar forma parte de nuestra naturaleza, y eso ha sido siempre así. Hay un par de canciones de este álbum que surgieron a partir de cajas de ritmo, y eso nos ha conectado extrañamente con el pop de los años 80. Es curioso como las canciones van tomando forma por ellas mismas”. A la postre, “Sprawl II (Mountains Beyond Mountains)” acapara la atención, pero hay que decir que “Ready to Start” y “Modern Man” son otros de los temas trascendentes, al igual que el que da nombre al disco.
“Siempre parecías estar tan seguro de que algún día estaríamos peleando en una guerra suburbana. Tu parte de la ciudad contra la mía. Te vi en pie en la orilla opuesta, pero para cuando las bombas cayeron, ya estábamos aburridos”.
de bolas discotequeras, aunque el cristal también aparece en guantes y máscaras. El grupo se mantiene fiel a sus principios: “El sonido global, voz incluida, ha de estar relacionado con el mensaje emocional de la canción”. “Reflektor” es una de sus piezas más atrevidas, de largo desarrollo y con alusiones francas a la música disco. La expectación por nuevos sonidos crece, y el futuro sólo se ve mejor, esta banda camina firme el trayecto hacia la grandeza. Estamos ante unos titanes de la música.
“Arcade Fire ha dado cátedra de amplio criterio a la música contemporánea al incorporar instrumentos poco comunes en un escenario de música alternativa. Llevaron lo que quedaba del rock hasta sus límites con el pop, mezclando elementos con desenfado y una sencilla elegancia. Son, a mi desvariado punto de vista, el mejor rostro que puede enseñarnos el indie”. Paul Medrano Escritor
“Suburban War”
Reflejos de bolas de cristal Hoy día se sabe que han puesto en venta la iglesia en la que solían grabar, se mantienen en contacto con Bowie (que graba algunos coros soterrados) y hasta se hacen pasar por The Reflektors para actuar en un pequeño sitio llamado Salsathequé. Actualmente se encuentran desarrollando una campaña viral que busca potencializar la llegada del esperado cuarto disco, que incluye un nuevo clip con Spike Jonze en un dramático blanco y negro, matizado con la inclusión
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Si la memoria de todos aquellos nacidos después de 1975 y hasta 1981 no nos falla, “Fade Into You” era el video mimado de 120 minutes, aquel show de MTV dedicado a bandas y artistas auténticamente alternativos, allá por el otoño de 1993. Fue con esta canción que Mazzy Star supuso un ensoñador aprendizaje hacia la psicodelia de estepa desértica, a la paciencia de un poemario romántico ácido y afeminado para todos esos adolescentes que crecíamos enajenados con la guitarrería proveniente del grunge, el cual estaba en su virtuoso apogeo, aunque también con sus respectivos facsímiles.
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a la par de lo sucedido con el grunge, que traspasó el terreno musical para imponer una moda urbana, de algún modo, lo mismo ocurrió con Mazzy Star o, más específico, con la imagen de chica retraída vintage que mostraba la vocalista Hope Sandoval en su video y presentaciones de estudio, como aquel miniconcierto de 17 minutos precisamente para 120 minutes, que iniciaba con la nocturna canción “Into Dust”. Aún recuerdo a algunas compañeras mías de la prepa comprando botas mineras o industriales (muchas veces en la sección de caballeros) y telas a cuadros escoceses para confeccionarse minis tal cual las usaba Hope. Según un texto escrito por Richie Unterberger para el libro The Rough Guide to Rock, editado por Peter Buckley, el dúo completado por David Roback era la respuesta de oscuridad folk pincelada por primera vez en “The End” de los Doors para la generación X, con acordes de guitarras hipnóticas heredadas ON THE ROAD
de la escuela Velvet Undeground y un poco de los acordes del country en escala mayor. Después de todo, tanto la banda de Jim Morrison como los Mazzy provienen de ese árido escenario de ilusiones tan extravagantes como desoladoras que es California, siendo estos últimos del barrio de Santa Mónica. La historia cuenta que Mazzy Star es algo así como el orgullo mainstream de un discreto movimiento cien por ciento angelino (aunque después se extendería geográficamente) llamado Paisley Underground que, en términos prácticos, consistía en bandas que fusionaban la psicodelia del rock de antaño (como el de The Byrds o Mamas and the Papas) con acordes folk y del cual unos de sus entusiastas más inquietos era Roback. A mediados de los 80, mientras David atizaba el fuego del Paisley en bandas como Opal, Hope Sandoval –a mitad de la secundaria y el bachillerato– ya ponía a prueba la imaginación efebofílica de
las audiencias con Going Home, dueto de folk minimalista al lado de Sylvia Gómez, en donde ya apuntaba a la poesía entonada de lo que sería su proyecto estrella. Kendra Smith, bajista de Opal, fue la primera en toparse con Going Home y el talento lírico y vocal de la Sandoval, a quien casi de inmediato le propusieron integrarse al grupo; irónicamente, cuando Smith dejó la agrupación por irse de farra shoegaze con los Jesus and Mary Chain, Hope ocupó su lugar. Opal no duró mucho tiempo, pero su estilo musical fue decisivo en la germinación del futuro hacia Mazzy Star. En realidad, So Tonight That I Might See, el álbum que contenía el famoso single, era el segundo en la carrera de la cupla; primero fue She Hangs Brigthly editado en 1990, ambos por el sello Rough Trade. En 1996 saldría al mercado Among My Swan, un disco en donde la melancolía predominaba por encima de la psicodelia. Después
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no hubo más que silencios indeterminados, colaboraciones de Hope con Death in Vegas, Massive Attack y un cover a Air, un proyecto con los Warm Inventions y la constante ilusión de un nuevo disco como Mazzy Star que cada vez parecía más lejana. Hasta hoy, hasta ahora. Tras 17 años de ausencia, Sandoval y Roback regresan con Seasons of Your Day. Grabado de forma independiente, sus 10 tracks son una continuación de esos éteres melancólicos y psicodélicos de Santa Monica, misma que permanece intacta en la canción que abre el disco (“Into The Kingdom”), con inevitables guiños a los recuerdos de la adolescencia (“I’ve Gotta Stop”) y una madurez que no reniega del country adulto (“Flying Low”). Es hora de volver a soñar con los amores de California. M
¿Qué le está pasando a la música? O, mejor dicho, ¿qué le está pasando a la gente que permite que el arte sonoro se convierta en un nini apático que sobrevive de evidentes simulaciones? Sería anti ético recomendar de manera enérgica a CHVRCHES, porque ni es buena música ni exalta las emociones o ameniza una buena fiesta, ya que sólo nos ofrece la oportunidad de abordar una preocupante e interesante plática sobre la mediocridad de la juventud y su creatividad. Su música nos invita, o mejor dicho, nos obliga a analizar el porqué hemos llegado a este punto, donde con tan poco logramos conformarnos, y cada vez parecemos estar más en paz con el hecho de que casi nada ya nos sorprende, o intenta siquiera hacerlo. ¿Acaso hemos vencido las estadísticas y agotado las posibilidades de originalidad sonora? ¿Acaso es CHVRCHES, el futuro que merecemos?
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ecientemente han surgido diversos proyectos, principalmente en el Reino Unido y Estados Unidos, que mezclan elementos del new wave de los ochenta, el R&B, algo de dubstep y synthpop, que con ayuda de una sensual voz femenina o masculina, buscan conquistar un mercado que cree está demasiado concentrado en seguir buscando otro paradigmático rock y “los toma por sorpresa” con un pop orgánico. Allí desfilan Lorde, AlunaGeorge, Ghost Beach, Charli XCX, MS MR, Purity Ring, MØ (¿neta?), BANKS y un largo etcétera de proyectos con nombres pretenciosos que buscan el éxito a través del hype (con distintos grados de calidad), ya que tras ver el éxito D.I.Y. de James Blake, ahora intentan probar suerte recreando una fórmula que sólo puede ser usada una vez. Además, este extraño conjunto de sonidos es tan plano (y no minimalista, como se creía) que se vuelve fácilmente identificable. ON THE ROAD
Es así como llegamos a CHVRCHES, una banda más que se une al clan de los antes mencionados. Se trata de un trío escocés integrado por Iain Cook (con antecedentes en los grupos Aereogramme y The Unwinding Hours), Martin Doherty (de The Twilight Sad) y la chica bonita Lauren Mayberry, quien no tiene un currículum en el mundo de la música, pues en vez de eso se dedicó a estudiar Derecho y a realizar una maestría en Periodismo. Estos tres se conocieron un día y decidieron grabar un par de demos y les fue tan bien, que decidieron formalizarse bajo el nombre que denomina a la casa de Dios; sin embargo, han declarado que son ajenos al carácter religioso y sólo escogieron CHVRCHES (con V) porque se escuchaba “chido”. Con la salida de sus sencillos “Lies” y “The Mother We Share”, la BBC, The Guardian y la NME se rindieron ante sus pies, incluso denominándolos como
un acto a seguir (título que ahora se da con la misma facilidad que una despensa en tiempo de elecciones). A partir de aquí, el éxito los llevó a conocer a gente muy influyente, la cual los integró a los carteles de festivales como el SXSW y el T In The Park, así como la oportunidad de ser teloneros de Passion Pit y, recientemente, de Depeche Mode. Bueno, hasta ya tienen bandas que les han abierto, como Still Corners, Young Fathers y, cómo no, MØ. Y ahora el esperado cómo suena CHVRCHES. Digamos que es un muégano en el que, de manera muy incómoda, se integran The Knife (hasta existe cierta similitud denotativa entre su “We Share Our Mothers Health” y el sencillo de los escoceses), The Presets, Robyn, Roxette, Cut Copy, La Roux y hasta Coldplay, cuando Doherty toma el micrófono y canta al estilo –me duele tanto el corazón– de Chris Martin. Su debut, The Bones of What You Believe, se sustenta en una
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electrónica de percusiones pesadas, tanto que se torna insoportable caminar entre el desorden de secuencias de sintetizador y loops, excepto la construcción verso-coro-versocoro-puente-coro, lo único que parece les salió bien… Aunque, pensándolo a profundidad, ni tan pegajosos son los chorus. Y la verdad es que no hay mucho de dónde desmenuzar a CHVRCHES, pues es uno de tantos casos adolescentes en el que se hace tanto ruido de algo que termina por tranquilizarse pasado cierto tiempo, pues muy raras veces consiguen un desenlace épico. Es evidente que estamos ante una época en que la música ha perdido su actitud positivista, aceptémoslo y no seamos necios al mirar sólo atrás; pero al menos se puede hacer el intento de combinar bien las cosas para que nos haga agradecer (a quien tengamos que hacerlo) el tener oídos. M
z ue zq Vá ea íd qu Or T:: TX
“Intento, pero no logro pensar en una sola pareja musical que haya llegado a funcionar”, me dice Brian Oblivion, integrante de Cults y ex novio de Madeline Follin, la otra mitad del dúo neoyorquino. En 2010, cuando lanzaron su álbum debut, ambos disfrutaban de un lindo idilio; pero ahora, tres años después, regresan a los escenarios como buenos amigos y con un álbum que bien podría representar la separación amorosa: menos meloso y mucho más oscuro.
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ue difícil, nos tomamos cuatro meses, hicimos cosas y vivimos nuestras propias vidas. Cuando volvimos a vernos fue para trabajar en el álbum. No fue tan incómodo como ver a tu ex en un bar, estábamos con el productor, con la banda y no era opción portarse como una diva. Eso nos ayudó a superar las cosas y a reconstruir nuestra relación como amigos”. Para haber comenzado su carrera como dos novios que, sin intenciones de convertirse en músicos profesionales, llegaron a serlo, el factor madurez ha sido importantísimo en la evolución de su sonido. “Todo fue para bien, porque cuando aún andábamos, Madeline se enojaba, comenzaba a gritarme, corría fuera del estudio y yo tenía que ir a perseguirla bajo la lluvia. Ahora sólo le tengo que decir que se vaya, y si se va, ya no es mi problema”.
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Static es el nombre de la nueva producción de estos chicos con complejo retro. Es innegable que su debut estaba fuertemente influenciado por el girl pop de los años sesenta y que bandas como The Supremes continuaban su legacía en aquel disco (Brian me asegura que los padres de Madeline eran punks y escuchar pop de niñas era su única forma de rebelarse). “En Cults, la obsesión era la reverberación, pero en Static se trata de la distorsión”. Entre bromas me entero de que es como si estuvieran transitando de década en década: “Este disco hace mucha más referencia a los años 70, a un sonido groovy y psicodélico como el de Sly and The Family Stone. De hecho, también bromeamos con que muchas de las canciones fueron influenciadas por ciertos géneros; “I Can Hardly Make You Mine”, por ejemplo, decimos que
podría ser parte del soundtrack de Star Trek, mientras que “High Road” es como un tema para James Bond”. Según ellos, la idea para Static era que cada canción fuera como un canal diferente que representara algún género de aquellas décadas pasadas. “Teníamos en el estudio varias televisiones descompuestas que sólo emitían un sonido estático; en los momentos que no estábamos seguros de algo, simplemente apagábamos las luces, escuchábamos el sonido de aquellos aparatos y pensábamos si nuestro sonido era algo similar, si tenía sentido”. Ver su naturalidad como jóvenes que disfrutan lo que hacen, obligándose a olvidar los sentimientos encontrados para avanzar profesionalmente, es interesante. Brian jamás ha leído una crítica o reseña emitida por los medios sobre su música, me asegura que es quizá una de las cosas que hace que su interacción
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con Madeline funcione. Los adolescentes inmaduros decayeron, en su lugar hay un músico y una cantante conscientes de que su salto a la fama fue como un sueño de fiebre en el que viajaron por el mundo sin la percepción adecuada para entender lo que estaba pasando: “Ahora hay una visión mucho más iluminada del porqué estamos aquí, creo que esta vez nos la vamos a pasar mejor, apreciando todo de la manera correcta y tratando de crear memorias valiosas en vez de ahogarnos en cualquier bar extraño”. Dicen que los viajes son la mejor escuela, y parece que ellos seguirán aprendiendo juntos. Al final, es la parte de un todo, de vivir los días bonitos y las grandes experiencias junto a esa otra persona. Como amigos, músicos y ex amantes: “Cuando sabes que estarás fuera de casa por todo un año, querrás tener algo divertido que tocar, quizá sea algo más agresivo, tú sabes, para meterle onda”. M
FES TIVA LES Unió las palmas de sus manos con fuerza –entrelazando los dedos como si quisiera atrapar todo el aire y comprimirlo– creando una especie de martillo que llevó violentamente hacia mi pecho en un impacto intenso que me dejó sin aire, que vació mis pulmones y me hizo sentir una reverberancia en los huesos de mi torso. La mitad de su cara estaba cubierta con un paleacate, portándolo como bandido, la otra mitad estaba protegida por lentes oscuros. Una espesa y atmosférica nube de polvo café nos rodeaba, con partículas flotando en el aire e infiltrándose en cualquier grieta que pudiera encontrar. Detrás de él, y detrás de mí, había incontables sujetos con golpeándose y pateándose entre sí. Un slam. Todos cargábamos una ligera dosis de odio en las entrañas –suministrada por el panorama actual del mundo– que debía encontrar salida a como dé lugar. Éste era un grupo que quería sentirse vivo, asegurarse de su existencia y de sus cualidades humanas, de la fragilidad latente que existe en cada movimiento. Y es que en la tumultuosa era de la información, las comodidades, la velocidad y el mundo digital –todo lo anterior con la necesidad de facilitar la vida– distinguir la realidad puede ser algo duro y olvidarse de lo que es tener huevos, aún más.
Death Grips tiene muchos huevos y eso te lo recuerdan a cada rato, dentro y fuera del escenario. No por nada se atrevieron a poner un pene en la portada de uno de sus discos al filtrarlo en internet para enseñarle una lección a su disquera, y tampoco fue a la ligera que no se hayan presentado en sus conciertos anteriores al FYF. Antes del inicio de su set, un nerviosismo colectivo se percibía: ¿Se irán a presentar o no? Lo hicieron
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en forma de bestias haciendo música, rugiendo y expulsando la furia de forma barbárica, provocando que se levantara el polvo del suelo al tiempo que tomaba lugar un slam agresivo pero terapéutico con martillazos humanos que significan vida. Así es el FYF Fest, un festival con vida que ocurre en una ciudad multicultural y en constante reinvención, donde el liberalismo y el progreso van de la mano y en donde todo lo que sucede
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parece suceder por las razones correctas, Los Ángeles. A unas cuadras del China Town, en el State Historic Park, se montan los 4 escenarios que llevan el nombre de las chicas de Sex & The City: Miranda, Carrie, Samantha y Charlotte. Es un terreno nada atractivo, irregular, con piedras, trozos de madera y pocos brotes de vegetación, el metro pasa rozando en uno de los lados; bien lo dijo Dan Deacon durante su set, a pesar
de que el FYF cumplió 10 años de existencia, aún se vive un ambiente punk. Es un festival con esencia punk, de sensaciones reales, mucho baile y mucho slam, provocado por una conexión directa entre músicos y audiencia. La conexión más profunda se dio con el ruido ensordecedor de My Bloody Valentine, que con sus paredes de sonido logró penetrar el alma de los asistentes, haciendo vibrar todo pedazo de materia que se les atravesara. Y aunque tuvieron problemas técnicos y su música se esfumó por instantes, cuesta trabajo explicar la belleza que hay dentro del caos sónico que generan estos irlandeses. Es una experiencia envolvente que se apodera de tus sentidos, haciéndote perder la noción del tiempo y del espacio, exigiendo toda tu atención y obligándote a reformular tus percepciones sobre las posibilidades de la música. El ruido es adictivo, se convierte en una necesidad del cuerpo, mientras más toca My Bloody Valentine, más ruido quieres, y la banda se ve complaciente al ir incrementando el volumen y la densidad de su música mientras avanza su set. Por eso, cuando tuvieron que tomarse 5 minutos para arreglar algunos detalles de producción, la gente esperó en una especie de trance, con la misma ansiedad con la que un adicto esperaría su siguiente dosis. De tal forma que después de que regresaron al escenario para curar el síndrome de abstinencia masivo, provocaron una euforia y una exaltación inigualable, cerrando el festival y recordándonos a todos que incluso el caos puede ser reconfortante, y que aunque vivamos en un mundo que parece ya no tener salvación, existe algo bello ahí escondido, sólo hay que aguzar la mirada. Algo que MGMT nos obligó a hacer al presentar unos visuales que parecían extraterrestres, hipnotizándonos con psicodelia pura; y si bien estábamos viviendo el malviaje de un alien, la banda se vio más complaciente que nunca y dejó caer sus éxitos pop “Time To Pretend”, “Electric
Feel”, “Kids” y “Weekend Wars”. Pero también se tomaron la libertad de aventarse “Siberian Breaks” en una nueva versión que incluyó ópera y duró casi 15 minutos. El resto fue lo mejor, su nuevo material, “Introspection”, “Alien Days” “Mystery Disease” y “Your Life Is a Lie”, en la cual los acompañó el actor Henry Winkler, mejor conocido como El Fonz, y aún mejor conocido como Barry Zuckerkorn de Arrested Development, nuestro abogado incompetente favorito, quien tocó un cencerro gigantezco. Grandes momentos en este festival. Grandes momentos en este escenario en donde también se presentaron Deerhunter, con Bradford Cox como uno de los personajes más excéntricos del momento, con un vestido de patrón de cheetah y una mascada que envolvía su cabeza; TV On The Radio con mucha energía y nuevas canciones; Beach House, con la combinación de dulzura y frialdad que los caracteriza; Mikal Cronin, con un sonido más crudo y distorsionado que en su disco; Kurt Vile, quien después celebraría su propio Kurt Vile Day en la ciudad de Philadephia, y The Breeders, abriendo con un cover a Guided by Voices. También vale resaltar cuando Horse Meat Disco soltó el clásico “Funky Town” de Lipps Inc, que puso absolutamente a todas las personas a bailar debajo de
más de una docena de disco balls que decoraban la carpa de Samantha’s Tent, escenario que colocó a la mayoría de los actos de música electrónica entre los que se encontraban Classixx, Delorean, Flume, Omar Souleymann, Nosaj Thing y Simian Mobile Disco B2B Bicep. Aquí fue donde la fiesta tomó lugar y a donde todos recurrieron cuando querían bailar sin pena. ¿Pero a dónde te mueves cuando quieres slam? Para eso estaba Miranda Stage, el escenario más solitario de todos, ubicado en una de las orillas del festival, al cual para llegar debías pasar por muchos food trucks que vendían desde pizza hasta arepas, varios puestos de vinilos y libros, y otros cuantos de ropa usada. Y aunque siempre había prisas para llegar a ver a una banda u otra, recorriendo el festival como si escaparas de tus peores miedos, me di el tiempo para comprar una camisa hawaiiana. Pero eso no es lo importante, en el Miranda Stage hubo bandas como The Locust, Thee Oh Sees, The Melvins, Baroness, The Underachievers, FLAG y Death Grips, ideales para headbangear, entrarle al slam y recordar de que se trato esto de los festivales, no de pasear, empedar o hacer Check In, sino de entrarle a la música con huevos.
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Animal Collective / FOT :: Feli Guitiérres
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La cosa estuvo así: un festival de perfil propositivo en medio de un gran caos ecológico causado por la mortal combinación de agua, tierra y fanáticos de la música (más no de un artista en particular), que bailaron hasta que los tenis apestaron a humedad; comida y tragos gourmet; SaniRents devorados por materia fecal; cobertura telefónica inexistente; y muchas, muchas, drogas (¿duras?). Es obvio que esto suena como la peor pesadilla para la niña de lipstick rojo y tacón negro, o del tipo de pantalón azul claro y mocasines grises; pero incluso éstos y los otros miles de locos que estábamos allí, nos sentimos en el mejor de los huateques. Todo fue alegría, desenfreno, locura y valemadrismo; todo pasó tan rápido, que en cuanto menos nos dimos cuenta, ya estábamos en la caseta de regreso al D.F.
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Al final el Ceremonia, ni se hizo en el Parque Ecológico de Xochimilco, ni estuvo Gang Gang Dance y tampoco nadie se sintió como en un majestuoso ritual. Al contrario, por muy irónico que suene, las cosas se salieron de control para bien. Fueron días antes cuando los organizadores del evento anunciaron que el festival mudaría de sede, de la delegación de las ranas a unos kilómetros fuera de la Ciudad de México. Y hasta suerte tuvieron, porque de suponerse que caería una lluvia ácida de críticas y odio debido al repentino cambio, la situación se tornó incluso más optimista y hasta aventurera (tal vez se percibió que el Ceremonia se convertiría en el Avándaro –versión hipster, claro está– del siglo XXI). Claro que hubo quienes vendieron sus boletos, pero muchos más que, por el mero desquite de su dinero, siguieron con la convicción de asistir al electroreventón.
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En un estado lejano a la concepción de lo nice (porque nos han malacostumbrado a darnos todo peladito y en la boca), la mayoría hizo malabares para llegar al dichoso Centro Dinámico Pegaso, en donde dicen los grandes, se hacían los Marlboro MX Beat, celebraciones que eran el paraíso de la nicotina y la cerveza espumeante. Pero al entrar al recinto, como a eso de la 1 p.m., se hizo difícil imaginar que alguna vez los Beastie Boys o M.I.A. ofrecieran allí –como también dicen– tremendos shows, pues todo se veía muy deplorable: lodo en cada centímetro del piso, la lluvia que no dejaba de molestar, apenas un par de almas deambulando entre el puesto de kebabs y las carpas de los medios de comunicación… Pensábamos que sólo un milagro (o tragedia) nos salvaría de semejante aburrición.
FOT :: Feli Gutiérres
Toro y Moi / FOT :: Azul Ramírez
Pero rápido los cuates comenzaron a llegar, la ginebra (¡sí!, ¡la vendían!) se tornó sabrosa, los sobrecitos transparentes ya rolaban con naturalidad y la música cumplía con su papel de volarnos los tímpanos. En realidad todo marchaba muy bien, prueba de ello es que hasta a las bandas nacionales les hicimos segunda en los dos escenarios montados. Mentira Mentira nos provocó agitar la cabeza y mover las extremidades como niños malcriados, y Little Jesus le dio
a entender a la audiencia que no necesita esperar a que Bloc Party venga a México para hacerlos brincar y bailar con caché. Y para la sorpresa de los asistentes, de los no creyentes, es decir, de todos nosotros, el tempranero line-up electroso nacional (a excepción de Begun) que incluyó a Yesco, Simpson Ahuevo, Centavrvs y Club 303, fue el responsable de que se iniciara el delicioso destrampe. Era verdad, estaba pasando, todos bailaban, reían y llevaban los
brazos al aire (acompañados de una expresión de goce) mientras nuestros compatriotas hacían lo suyo en el escenario, hasta me atrevo a decir que fue lo más divertido del día. Fue ahí cuando comprendí que, o todo es cuestión de percepción o la realidad es que aquí sí se hacen cosas buenas y nada más no nos queremos quitar el vestido de la Malinche. Mientras tanto, la carpa interactiva de TagDF deslumbraba con sus ponencias digitales a unos cientos que guardaban energías para el talento extranjero, la fila para las portoburgers y bebidas chic se hacía cada vez más larga, la lluvia se presentía más intensa y los baños de color azul se iban llenando de restos no absorbidos por el cuerpo (hubieron quienes hasta usaron el pastito para hacer sus necesidades). La esperada hora internacional llegó, XXYYXX se subió al escenario con su Mac para demostrar lo que un chamaco de 17 años tiene para dar (uy, eso dolió); Nosaj Thing y Oneothrix Point Never programaron sets densísimos que pocos lograron soportar; Toro y Moi nos hizo sentir en una montaña rusa, algunas veces con mucha energía y otras, de incomoda tranquilidad; Purity Ring, sin pena ni gloria; Nicolas Jaar, que a pesar de las malas
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expectativas, sí logró provocar cierta euforia; y los Ed Bangers, Busy P y Breakbot, quienes no vacilaron en hacernos vomitar el alcohol por tanto movimiento de caderas. Finalmente, Animal Collective se portó como un monstruo sin pies ni cabeza que disparaba luces y sonidos que muy pocos lograron comprender; ¿y Justice?, ellos lo pasaron muy mal, cuando su DJ Set inició (alrededor de la 1 de la mañana) el panorama ya estaba muy podrido, el lodo simplemente hacía imposible moverse y la mayoría tenía un agudo dolor de cabeza por tanto ruido y vicio. Pasadas las 3 a.m. la gente rápidamente guardo sus cosas y se dispuso a emprender el retorno a las sucias calles de la Ciudad de México, dejando atrás esa repentina demencia que la transformó durante más de 12 horas. Al día siguiente, en la cama y con la ropa sucia en el pasillo, no podíamos dar crédito a lo que había sucedido. Y sí, que se repita.
Simpson Ahuevo / FOT :: Azul Ramírez
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Montreal, ciudad abrazada por el río San Lorenzo y los múltiples festivales que ahí se gestan, cada verano da la bienvenida a miles de visitantes que buscan encontrar en sus calles, plaza y parques, una oferta cultural rica y abierta para todos. Comenzamos estos meses soleados con el Festival de Jazz de Montreal, el más importante del mundo en su género y el responsable de posicionar a esta ciudad como la capital cultural canadiense. Le siguió el Festival Terra Carnaval que, en su edición 2013, homenajeó a Félix Leclerc, un cantautor de música folclórica quebequense, y el festival de Las Nuites d´Afrique, que da escenario a los ritmos de percusiones africanas y latinas, las cuales hacen aún más cálidas las largas noches del verano. Por otro lado, y si lo que buscas es un poco de buen humor para acompañar el tradicional bocadillo llamado putine (papas a la francesa con gravy y un queso parecido al panela, que se puede adquirir en uno de los numerosos food trucks de la ciudad), nos encontramos con los numerosos espectáculos del Juste pour rire (Just for Laughs), festival que durante 18 días del mes de julio, no deja de provocar risas gracias a su selección única de más de 2,000 shows, de los cuáles unos 1,500 son entrada libre.
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También en el campo de la moda, Montreal es una plataforma muy importante. Este verano, Jean-Charles de Castelbajard, el emblemático y visionario diseñador francés, nos dejó atónitos al presentar su colección Fantômes en el marco del Festival de Moda y Diseño de dicha ciudad. El tan esperado desfile tuvo una duración aproximada de 45 minutos, acompañado del DJ Mr. No y el V.J. Florian. Y ya que estamos en los reinos electrónicos del sonido, resulta obligado hablar del festival Piknic Élektronic, el cual, durante los domingos del verano, se lleva a cabo en el parque Jean-Drepeau. En ese mismo parque ocurre, cada verano, uno de los festivales de música más importantes del país. Se trata de Osheaga, un masivo evento que invoca a grandes headliners al suelo canadiense y paraliza la ciudad al atraer a miles de turistas y locales, por lo que encontrar habitaciones de hotel no es sencillo. Sin embargo, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que Osheaga saca el mejor espíritu flower-power de una ciudad de por sí ya muy amigable. El evento contó con cinco escenarios y un line up bastante ecléctico encabezado por The Cure, New Order, Phoenix, Beck, Vampire Weekend y la banda Local Misteur Valaire (compuesta por cinco músicos que muestran mucho de la personalidad desenfadada y animada del montrealense además de muchos actos más).
Osheaga en tres días:
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Two Door Cinema Club tocó sus canciones más conocidas poniendo a bailar al entusiasmado e hipnotizado público presente. En el escenario de la Riviére, The Cure movió fibras delicadas, añadiendo al festival un toque de cálida nostalgia. Tras tocar 29 temas, el éxtasis llegó con “Close To Me”, convirtiendo a la audiencia en el coro de Robert Smith. El clima –que no obedeció a los pronósticos de lluvia– fue cálido y generoso. La atmósfera, alegre y vivaz, nos abrazó a todos los presentes.
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permanecieron cautivos de esa energía que los llevaba de un escenario al otro. En el Piknick Électronik, Azari & III provocó el baile incontrolable; así como Manic, quien convocó a todos a un trance festivo. Para cerrar la segunda noche: Beck, este gran artista que pese a la lluvia y la brisa fría que rodeaba a los asistentes, logró calentarnos con su encanto. Tocando la guitarra y la armónica, encendió el ánimo con su estilo indie rock con mezcla folk, y creó una atmosfera muy cercana y acogedora. El momento más hermoso del verano fue cuando sonó “Everybody’s Gotta Learn Sometime”, acompañada de los fuegos artificiales de la Ronde.
Desde temprano Tegan & Sara, The Breeders e Imagine Dragons resonaban en todo el parque y los asistentes
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éxitos como “Bizarre Love Triangle” y recordándonos una vez más que los 80 siguen presentes, y eso quizá no esté nada mal. Mumford & Sons otorgó un gran cierre plagado de energía y gente que no paraba de gritar, dejando en claro que el poco tiempo que llevan enloqueciendo a las jovencitas sobre los escenarios es inversamente proporcional a su talento. Merci beaucoup!
New Order emocionó a todos sus fans en el escenario de la Montaigne, cantando
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EN POR TADA
ZoE
y el camino a ProgrAmaton Subirse al tren de una banda de rock representa una aventura arriesgada, aunque excitante. Simboliza un volado: hay quienes salen triunfadores y otros, lo pierden todo. ¡Pero quién puede resistirse a arriesgarlo! Hace ya mucho tiempo que León Larregui, Ángel Mosqueda, Jesús Báez, Sergio Acosta y Rodrigo Guardiola tripulan una máquina de nombre Zoé. Aunque relacionada en sus orígenes con la ciudad de Cuernavaca, Morelos, definitivamente la odisea del quinteto inició en la Ciudad de México, a la que partieron para visitar disqueras transnacionales como Sony e independientes como Noiselab; escenarios pequeños como el del Bulldog o gigantescos como el del Palacio de los Deportes o el Foro Sol, dentro del Vive Latino; y claro, crear en su camino discos de estudio como Prográmaton, el quinto en su historia, el cual grabaron en Sonic Ranch bajo las órdenes del inglés Phil Vinall, quien prácticamente es el
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sexto a bordo pues ha producido otros materiales del grupo: el EP The Room y el disco Memo Rex Commander y el Corazón Atómico de la Vía Láctea . Para Zoé los conceptos viaje y on the road guardan significados especiales, porque sus músicos se han hecho tanto en el, como del trayecto. De esta plática pudimos extraer lo mismo que León se inspiró en un bar de Bogotá para escribir una de las nuevas canciones, que Ángel y Jesús se animaron a cantar. También que una mosca muerta tuvo su lugar en el disco y que uno de los momentos más complicados de la banda tuvo lugar cuando estuvieron encerrados durante 45 días en un autobús. Ahora, a sólo dos años de cumplir 20 años de existencia y a punto de lanzar un disco rodeado de expectativas e incluso dudas, charlamos con los miembros de Zoé sobre el interminable trayecto y el destino siempre cambiante.
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altan sólo dos años para que la banda cumpla 20 de vida, ¿resumirían su existencia como un viaje de placer o de trabajo? León: Comenzó como un viaje de placer, pero obviamente necesitas adquirir un nivel de profesionalismo que te permita cumplir con los compromisos de una banda en crecimiento, así que el viaje se convierte en uno de trabajo. Pero si me lo pones así, Zoé es un viaje de placer.
mejor armados para trabajar a partir de ellos. Ángel: Creo que lo tomó como un reto, nunca lo había visto tan emocionado y motivado como con este disco. La diferencia es que contamos con más tiempo, recursos y facilidades para llevarlo a cabo y cuando vimos el resultado final, fue muy congruente. A diferencia de MTV Unplugged: Música de Fondo, que fue muy ambicioso, con muchos músicos involucrados, éste es un disco orgánico en el que vuelven a estar solos, ¿se siente bien viajar ligeros o el Unplugged será un peso del que no podrán deshacerse? Ángel: La gente tiene que entender que son dos discos diferentes, la comparación se dará porque somos los mismos Zoé tocando en ambos, pero la naturaleza de cada uno es diferente: el Unplugged incluía un cuarteto de cuerdas, músicos por todos lados, percusiones… ahora regresamos a lo que somos: una banda de rock. Fue natural incorporar a esa banda aspectos de Música de Fondo, pero todo esto ya quedó atrás. Cerramos definitivamente esa puerta. Pero sí, el Unplugged fue todo un circo ambulante. Viajábamos 60 personas juntas. Por eso cuando acabó, dijimos ¡al fin! Sergio: Además, nos causa mucho entusiasmo dejar atrás los instrumentos acústicos y volver a las guitarras eléctricas, que es lo que en esencia somos.
¿Qué dirán fue lo que Phil Vinall vio en las maquetas de Prográmaton para animarse a acompañarlos en esta nueva travesía? León: De hecho, no quiso ver nada hasta que tuvimos terminados los 15 demos de las canciones. Sergio: Siento que esta vez fue la que mejor preparados llegamos al encuentro con Phil. Había veces que le presentábamos demos y nos decía: “¡Qué vamos a hacer con esto!” (risas), pero en esta ocasión llegamos con los temas
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Los cortes que escuché de Prográmaton muestran muchas figuras de teclados que sin llegar a ser electrónica, se acercan bastante. ¿Cómo han incorporado a su equipaje todo aquello que no es rock, para crear un disco de rock? Sergio: Para nosotros el Unplugged fue una escuela porque hasta tuvimos que aprender a tocar instrumentos que no sabíamos tocar e incorporarlos a nuestro sonido. En ese sentido, para este disco contamos con muchísimos más recursos creativos, aunque se aborden como la banda de rock que siempre hemos sido.
estuviera entretenido. En algún momento, ya en el estudio, nuestro ingeniero Luis grabó el sonido y lo utilizamos como sampleo. Ese el espíritu de experimentación de Zoé, ver en cualquier cosa un recurso sonoro.
Me gustaron las líneas de bajo de la canción “Fin de Semana”, ¿cómo deciden cuál será el instrumento protagonista en cada tema? Ángel: Depende de la canción. La línea de bajo en ese caso, es la misma desde que la presentó León. Cada canción se aborda de una forma particular. Más que el protagonismo de un instrumento, es hallar qué es lo que la sostiene. Los teclados se trabajaron mucho, encontramos sonidos muy interesantes. ¡Nos hicimos de decenas de teclados! En otras canciones fue la batería o, por ejemplo, hay una canción que ni bajo tiene. Fue la forma de abordarla. Hay que mantener un equilibrio en el disco.
¿Cómo lidias con la idea de tener una especie de diario de viaje en tus canciones, una parte de ti que queda abierta para que todos la veamos? León: Es parte, y siempre ha sido parte, de la honestidad. Como compositor, hablo de lo que me pasa. En otras canciones invento cosas, más como de ciencia ficción pero la honestidad de un compositor radica en que comparte aquello que ha vivido. Y eso no es balconearme, porque a todos los seres humanos les han pasado cosas similares. Además, me gusta usar metáforas, palabras muy oníricas, imágenes que se presentan más en mis sueños que en la realidad. Yo sueño mucho y me clavo, así que de repente se me cuelan en la realidad.
Hablemos un poco de las letras. “En Camara Lenta”, León, hablas de cierto bar en Bogotá en el que conoces a alguien y se da un franco coqueteo... León: Sí, es una historia de la vida real.
“Ciudades Insivibles” tiene un juego vocal, a mí parecer, novedoso en el estilo de Zoé. León: En realidad, la voz principal es de Ángel. Estamos cantando los tres, Chucho, Ángel y yo, nunca habíamos explotado eso. Desde hace mucho tiempo teníamos ganas de hacer algo así, donde todos cantáramos y las voces se volvieran protagonistas. Sergio: No sé si alcanzaste a escuchar un “trss trss” al final de esa canción. Se trata de una mosca muriendo en un matamoscas eléctrico de esos con forma de raqueta. Se lo compramos en un alto a Phil para que
Existen destinos nuevos y destinos recurrentes a los que el viajero suele volver. Este es el caso de Sonic Ranch para Zoé. Angel: Para quien no lo conozca, el estudio está ubicado en un Rancho en Nogales, en el que no hay absolutamente nada. Sólo existe una tiendita de abarrotes que se llama Wenchos, donde compras las chelas y los cacahuates. Y otra tiendita, la One dollar (Plus Store), en la que todo vale un dólar. De repente ves una que otra casita. Estamos aislados de toda distracción. León: Lo nuevo de esta vez fue que grabamos en un estudio donde nunca lo habíamos hecho, que se llama El Adobe, en el que grabaron Beach House, Tool y los Yeah Yeah Yeahs. Sergio: Nos gusta esa posibilidad de vernos dentro de un claustro. Te despiertas, vas al estudio y no hay nada más qué hacer: si acaso ver la tele un rato o dormir, pero no es un contexto donde dejes de grabar porque tienes que ir a pagar la luz o, los que tenemos hijos, ir a jugar con ellos. Sonic Ranch es más un retiro que otra cosa. ¿Escuchaban música o se aislaron incluso de eso durante la grabación? Rodrigo: El poco tiempo libre que hay es para no escuchar música. Te explico: casi siempre trabajamos en dos estudios. En uno está Chucho haciendo todos los arreglos de sintetizadores, metido en un laboraorio. Y en el otro, cuatro hacemos baterías, guitaras con amplificadores y lo que haga falta. Trabajamos entre 12 y 14 horas diarias y así, en vez de estar dos meses allá, te avientas sólo un mes. Pero acabas el día con el oído muy cansado. Escuchas música si se trata de una refencia, de un sonido, pero es menos de un minuto lo que oyes. Ahora, cuando vamos de gira es otra cosa, ahí nos desconectamos de nuestro propio Dios y nos clavamos a escuchar a otros artistas. ¿En qué utilizaban entonces el poco tiempo libre? Rodrigo: En jugar mucho al ping pong. Había que entretener a Phil y a él le gusta jugar. Sergio: ¡Hacíamos guerras de pistolas de agua! Rodrigo: Chucho pinta mucho, le gusta hacer cuadros, pero León casi todo el tiempo está ocupado haciendo las letras. Algunos veían un poco de futbol.
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(En ese momento comienza una discusión acerca del tema. Por la tarde la Selección mexicana se enfrentaría a Estados Unidos, lo que hoy sabemos terminó como una desastrosa derrota de los nuestros 2-0, a favor de los vecinos del norte. “Hoy nos entierran”, dijo Ángel. Y León preguntó si era la última opotunidad del Tri de participar en el Mundial. Ángel le respondió que tarde o temprano estarían ahí. “Es un negociazo, quitále a todos los mexicanos ruidosos que se van a gastar la lana a sus estadios y no tiene chiste”, sostuvo. Terminamos hablando unos minutos acerca de Italia 90, el Mundial al que México no asistió tras el escándalo de los “cachirules”). ¿En algún momento de este viaje sintieron que la nave perdía el rumbo y colapsaría? Sergio: Al principio un poco, cuando hicimos el Rocanlover. Fue un momento de crisis, tanto de disqueras como de resultados. No pasaban nuestras rolas en la radio y comenzamos a cuestionarnos el futuro pero, pese a la crisis emocional, nunca perdimos la convicción de que teníamos una banda en la que creíamos. Después el camino se enderezó y de manera paulatina, todo empezó a funcionar. Pero nada fue de la noche a la mañana. Hubo un momento, siendo sincero, que empecé a dudar. ¿Cómo es su relación con la prensa, preferirían viajar de incógnito? Ángel: Hay medios que hacen bien las cosas y medios que no, como en todo. En general tenemos muy buena relación, existe gente que hace buenas entrevistas… Sergio: Y otra que quiere que nosotros hagamos su chamba. Sin duda, el viaje ha sido largo, pero casi todo el tiempo con la misma tripulación. Rodrigo fue el último en subirse al barco. ¿Se imaginan seguir adelante si alguno de ustedes se bajara? Sergio: No, y de hecho hasta le sumamos uno más, Andrés Sanchez, que venía tocando con nosotros desde el Unplugged y probablemente haya uno más. Esta familia crece en vez de desmembrarse.
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¿Ir mucho tiempo on the road no se vuelve una pesadilla? León: Obvio, porque pierdes tus horarios. Tu alimentación cambia mucho y extrañas a la familia. Por momentos se vuelve pesado, cuando se acumulan el cansancio y el estrés. Sergio: El peor de los tours fue cuando pasamos 45 días en un autobús en Estados Unidos. ¡Aquello era un submarino! Íbamos con gente que queremos, ¡pero ya era un exceso, algo insano! León: Imagínate vivir 15 personas en 9 metros cuadrados. Hasta estar con tus cuates en esas condiciones, deja de ser divertido. Concluida la entrevista, los músicos regresan a su puesto para continuar con la sesión de fotos. Abordan el camper que hace una hora estacionamos cerca de la Feria de Chapultepec y los contemplo subir, uno por uno, a la cabina, donde deberán apretujarse con todo y guitarras. Como buenos guerreros de la carretera, deben estar acostumbrados. M
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El dúo mexicano más lepero del punk se fue de gira por algunas ciudades de Brasil. Allá tocaron, se emborracharon y disfrutaron de más placeres que el país sudamericano tiene para dos ancianos mal portados. A continuación una pequeña crónica –de su puño y letra– sobre lo vivido allí. El Infecção Tour se dio por una conexión con el colectivo cultural Fora Do Eixo, que se dedica a gestionar y producir actividades culturales, artísticas, sociales y políticas. Nos abrieron las puertas de las casas donde viven y trabajan. Visitamos Sao Paulo, Marilia, Araraquara, Londrina y Curitiba, Rio Preto, Bauru, San Carlos y Bragança Paulista, lugares increíbles llenos de street art y muebles reciclados, con un estilo de vida muy organizado. ¡Bien rifado! Tocamos en un chingo de lugares, con una respuesta increíble de la “galera” (pandilla en portugués) que se prendió con nuestro rock asqueroso, y la cual nos veía como bichos raros mexicanos. Tenemos las nalgas destruidas de tanto viajar en autobús, ya que allá las distancias son enormes; un día tocábamos y, al siguiente, salíamos corriendo bien crudos para agarrar un nuevo camión. En el camino nos encontramos varios skate parks, con pandilleros dándole con todo y
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prendidos de ver a dos ancestros raspándose la jeta. Unos ollies aquí, unos ollies allá, y llegamos a Río de Janeiro. ¡Eres piel morena; playa sol y palmeras! Pura fiesta en la segunda ciudad más poblada de Brasil: una cantidad brutal de chicas guapas, bikinis corriendo por la playa, caipiriñas, patinetas, interminables partidos de fuchibol playero, etc. Vimos Rock in Rio desde el hostal y subimos al cerro de Corcovado a visitar al Cristo, aunque la neta está más chido el de Iztapalapa. Fuimos a un barrio llamado Lapa. Empezamos en un bar muy tranquilo, todos bailaban samba y se empedaban con cerveza y cachaza; después, bajamos unas cuadras y llegamos a un callejón loquísimo, en el que había música de todo tipo en cada rincón, desde hiphop y reggae, hasta samba y folk. Entre más avanzábamos y mas caipiriñas bebíamos, la fiesta se ponía mas loca: mucha macoña (marihuana) se respiraba por doquier, más y más alcohol, hasta llegar a Las Escaleras,
una subida atascada de gente sentada que bebía y bailaba, vendía y compraba de todo… Muy cerca de ahí tocaba una banda de samba y al poco tiempo se armó el circulo para bailar. ¡No entendíamos cómo los brasileños podían mover los pies tan rápido! La comida de ese país es puro arroz y frijoles. Pero descubrimos los lanches, una especie de hamburguesa\torta con filete increíble, elote y un pan que se deshace en tu hocico… ¡Brutales! Tambien probamos los sucos, unos jugos
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muy buenos, especialmente el de maracuyá con naranja. Entre tanto baile, borrachera y tragazón, ya nos dolían y apestaban las patas de tanto caminar, cargando todas nuestras chacharas: una lira, pedales, tarola, platillos, calzones, una bandera de México, tres patinetas, mascaras, discos, harmónica y hasta el perico. ¡Eso nos pasa por ser solamente dos podridos! Tocamos en la cuarta edición del Festival Araraquara Punk. Entramos por un teatro
y encontramos un patio lleno de niños, jóvenes, rucos, madres y padres, todos hermanos podridos llenos de estoperoles, bailando en la “roda punk”. Muchas bandas tocaban, sin descanso, una rola tras otra; en el evento hubo mucha bebida, comida y meninas (chicas). La cereza del pastel ocurrió en nuestro show: mientras tocábamos, sacamos la bandera de México, se subió un malandro y nos pidió usarla como capa, salió corriendo con ella al slam y al final nos dijo que para él era un honor que le permitiéramos llevar el símbolo de nuestro país sobre la espalda, mientras se agarraba a madrazos con la multitud. Fue muy respetuoso al respecto. Épico. Durante nuestra estancia en Brasil muchas bandas se acercaron a nosotros y nos regalaron su música, al final teníamos un paquetón de punk, thrash, grind, hardcore y puro ruidero sabrosón para escuchar. La banda de allá se acostumbra mucho a hacer trueque, cambiar una playera por otra, disco por disco, ayuda por comida, etc., un sistema que encontramos muy practico y funcional. En Sao Paulo nos pasó algo muy cagado: por no entender nada de portugués, aceptamos una invitación para hacer unas fotos de protesta contra el machismo en la Avenida Paulista. Terminamos encuerados parando el trafico con mascaras de ninjas y por poco no libramos a la policía, que cuando llegó pensaba que estábamos robándole a las chicas de ahí (ojalá). On the road conocimos a un alemán, un colombiano, una argentina sabrosa, una mexicana que fruta vendía, una uruguaya, un payaso de la calle, y el mejor: Luis, un
cubano fugitivo muy cagado que trabajaba en el hostal de Río de Janeiro, éste se encargaba de cocinar y atender a la pandilla; era un pesado, hasta se burló de nosotros por tomar nuestro Choco Milk. Maldito, ya verá un día de éstos. También viajaron con nosotros Mateus Rigola y William Albino, un par de locos que hacen fotos y video y que se subieron a esta gira para registrar nuestra pudrición en el Festival Canja en Bauru. Siempre es así con Los Viejos, amigos que gustan de apoyar y hacen lo que saben hacer, nos ayudan y nosotros a ellos. Bueno, perros, esto fue todo. ¡Ahí se ven, rancios! M
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Postales de
en
Centroamérica
El tour denominado #Odisseoencentroamérica abarcó tres conciertos, sesiones en vivo, un sinnúmero de entrevistas y muchos nuevos amigos; los países fueron Guatemala, El Salvador, cruzando por Honduras y Nicaragua para llegar a Costa Rica. 1.- Punto de partida:
“Todo empezó con una invitación de Sal Toache (Discos Intolerancia) para que saliéramos a buscar nuevo público; nos puso en contacto con gente de Centroamérica y decidimos aventurarnos a salir del país. La mayoría de las personas a las que les platicamos que íbamos a ir al centro del continente, nos recibía con las mismas preguntas: ‘¿En serio? ¿No es peligroso? ¿Existe una escena ahí?’. A nosotros también nos invadía esa incertidumbre, pero nada que nos hiciera desechar la oportunidad de tocar fuera del país”. Daniel León (guitarra)
2.-Guatemala:
“Fue la primer parada; no sabía qué esperar de esta ciudad ya que, siendo tan cercana al sur de México, hacía que no me sintiera tan extraño o distante. Ahí conocimos a las personas que trabajan en Bajo Presión Records. El guía en turno para Manuel y para mí fue Jesse Baez, de la banda Cóctel (proyecto muy recomendable), el primer gran nuevo amigo de la banda, quien amablemente nos llevó a todas partes junto con Jurek González, miembro del grupo Voltar, y Diego y Elvis, quienes conforman 2step Studios. Diego nos llevó a conocer un poco de la ciudad, nos tomamos algunas fotos y grabamos algunas cosas que se verán en un documental. Compartimos por la noche un “toque” (así se le llaman a las tocadas en Guatemala, no piensen mal) donde se presentaron The Killer Tomato, Skalda2 y Voltar. Fue en esta noche donde se abrió para nosotros la escena real del país, la gente que asiste a las tocadas independientes de rock”.
“Todo era relámpago. Recuerdo que el show de Guatemala terminó a las 2 a.m. y nuestro camión a El Salvador salía tres horas después. Solo tuvimos chance de beber un rato con los Cóctel, que por cierto, son una bala en vivo”. Rodolfo Guerrero (teclados) “Las siguientes paradas fueron en ‘las pupusas’, probamos ‘el chiliguaro’ y conocimos a algunas mujeres costarricenses. Luego, en la frontera de Guatemala, fui víctima de lo que yo llamo “la ley de la feria”; cual pichón ingenuo me arrebataron el pasaporte y se llevaron 20 dólares alguna de las personas que están en las calles de la frontera, cuya aparente actividad es el ‘cambio de divisas’”. Esteban González (voz)
Esteban González (voz) ON THE ROAD
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3.- El Salvador:
“Viajamos a El Salvador aproximadamente durante cuatro horas en carretera. Allí fue distinto: Odisseo ha sonado en estaciones FM del país, aparecimos en TV nacional y, como consecuencia, había más expectativa sobre nuestra visita. Dimos un concierto para 300 personas en un museo ubicado en Santa Tecla. Dentro de San Salvador la respuesta fue magnifica, no lo esperábamos. El público se sabía nuestras canciones e iba exclusivamente a vernos tocar, y musicalmente fue la mejor experiencia del viaje, pero eso sí, seguíamos descubriendo que la cadena musical independiente de Guatemala se extendía a El Salvador como una gran familia”. Daniel León (guitarra) “El evento fue un éxito, y el recibimiento de la gente, increíble. Fue como estar en casa, se conectaron totalmente, y a pesar de que la lluvia hizo acto de presencia, los ánimos no bajaron. José, Gaby y Ricardo de Cartas a Felice se hicieron grandes amigos nuestros, y resultaron ser excelentes anfitriones. Hicimos también algunos programas en la televisión local, en dos de ellos nos pidieron hacer playback, pero nosotros no hacemos esas cosas y mucho menos sabemos cómo ‘hacer como si tocáramos’, estamos tan acostumbrados a no hacerlo que el resultado fue dramático, pero gracioso. Cerramos de forma extraordinaria la visita a ‘Sivar’ (como se le dice a El Salvador localmente) con una sesión acústica patrocinada por la gente de xpressate.net, acompañados de toda la gente que habíamos conocido hasta ese día. Una despedida muy emotiva”.
4.-Costa Rica: “El martes en la madrugada partimos a un largo viaje rumbo a Costa Rica, donde sucedió el momento más desagradable. En la frontera para salir de El Salvador, los policías de migración nos detuvieron a Daniel, Rodolfo y a mí para revisar nuestras cosas; nos llevaron a la “oficina” y, después de tanto revisar y preguntar y hasta de querer decomisarme mis pedales, nos dejaron ir. Por fin, después de un trayecto de aproximadamente 20 horas, llegamos a Costa Rica, donde nos recibieron muy bien y, para no perder la costumbre, esa noche salimos a conocer un poco de la ciudad de San José. Llegó entonces el ultimo show de Odisseo en Centroamérica, compartiendo escenario con dos bandas locales: Akasha y Sr. Tijeras”. Edgar Macin (bajo) “Al final de la noche compartimos tragos en el bar del lugar. Luego de varios “chiliguaros”, tequilas y cervezas, y debido a que al siguiente día era el juego entre Costa Rica y Estados Unidos, tomé un altavoz y comencé a gritar ‘oe, oe, oe, oe, Ticos, Ticos’; la gente del lugar apoyó la ‘porra’, pero un hombre que estaba ahí nos calló, algo extraño pues todos, excepto él, apoyaban a su equipo. Seguimos la noche en un casino cercano al lugar y terminamos bebiendo en casa hasta el amanecer”. Relato Esteban González (voz)
5.-Regreso a casa:
“Como aprendizaje, queda toda esa experiencia de ver que sí existe una escena musical alternativa buscando y generando oportunidades para artistas centroamericanos, todos son como un gran país conectado para el bien musical, aún son una industria emergente pero estamos seguros que pronto empezarán a dar de qué hablar y conoceremos más sobre lo que se hace al centro del continente, esperamos que Odisseo sea parte de ese crecimiento para ellos”.
“Fue una buena experiencia llena de sorpresas, ya que yo no sabía nada de esa parte del continente, sólo lo malo y lo que se dice regularmente en los medios de comunicación. Pero nos encontramos con personas muy talentosas que ahora se han convertido en nuestras amigas; gente, bandas y ciudades que están en la lucha por tener una escena musical independiente”. Edgar Macin (bajo). M
Daniel León (guitarra)
Esteban González (voz) “También hubo oportunidad para la fiesta. Cory llenó las fundas de la bateria con cervezas, que sirvieron para armar el after en el hotel”. Rodolfo Guerrero (teclados)
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MARVINISMO
Salir de gira. Nada representa un acto tan ilusorio para una banda, que dibujar su propia historia sobre las líneas amarillas del asfalto. El sentido común diría que se trata de un despliegue de glamour; sin embargo, salir de gira significa enfrentarse a miles de circunstancias impredecibles. Algunas son adversas, otras totalmente hedonistas, pero en esta lista todas son memorables. Acá, siete maneras radicalmente diferentes de experimentar el rock y sus extraños caminos.
La Barranca
Led Zeppelin
U2
Hace poco más de siete años fui técnico de guitarras para La Barranca en la gira El Fluir. De esa época nace la historia de Alonso Arreola y su bajo. Para él, su equipo era intocable…. Hasta que llegó el día: los horarios de soundcheck y las entrevistas estaban peligrosamente empotrados y Alonso no tuvo más que ceder a “Melche” la tarea de cuidar su preciado bajo Fodera. “Te lo encargo como si fuera tu vida”, replicó Alonso. “No te preocupes”, contestó el técnico. Newton descubrió el principió de gravedad en el siglo XVIII, mi compañero lo comprobó unos 20 minutos después de que Arreola saliera a la estación de radio.
Con un presupuesto inédito para una gira de una banda de rock, las utilidades del grupo eran tan altas, que se dieron el lujo de rentar un Boeing 720-B. Como consecuencia de la privacidad que esta vida aérea proveía, ahora no existían motivos para esconder las drogas, así que, proclives a la arrogancia que otorga la cocaína, Page, Plant Bonham y Jones inhalaban como desquiciados y, después arrojaban los billetes enrollados por todo el avión… Desde luego, las aeromozas terminaban con la cartera gorda el día siguiente. Tan sofisticada nave sólo podría llamarse “Starship”, y dentro había una barra de acero inoxidable, una cama de agua y una videoteca plagada con videos porno. Dentro de este pináculo hedonista, la mejor historia fue escrita por ciertas groupies hijas de petroleros ultra millonarios, que seguían a la banda en un avión privado. A esas alturas, la burguesía es la mejor aliada del rock. Como dice Juan Villoro, “es paradójico que unos potentados hablen de rebeldía, pero hace mucho que los rockeros son paradójicos”.
El periodista John “Chuck” Klosterman ha viajado con infinidad de bandas. En el libro Una década de gente curiosa e ideas peligrosas, Klosterman abre su crónica dedicada a Bono y compañía con la siguiente frase: “U2 es la banda más consciente de sí misma en la historia del rock. Esto generalmente funciona en su beneficio”. Un día de 2004, Bono conducía su Maserati Quattroporte y Klosterman fungía como entrevistador y copiloto. Después de pasear para hablar de How To Dismantle an Atomic Bomb por más de dos horas, Klosterman está perplejo y en su cabeza no deja de preguntarse: “¿es Bono alguien auténtico o está lleno de mierda?”. Minutos más tarde, cuatro chicos aparecen en la acera de la carretera. “Creo que les daré un ride”; acto seguido, Bono abre la cajuela y guarda las mochilas de los jóvenes. “¿Quieren escuchar antes que nadie el nuevo disco de U2?”, les pregunta. Treinta minutos después, los deja y ellos se alejan aturdidos. Esa noche, Klosterman tiene más dudas que antes: “¿Debería suponer que Bono hace esto todo el tiempo o sólo cuando hay un reportero en su auto?, ¿fue ese un momento de performance o la vida de Bono es un performance entero?”. Las preguntas permanecen.
Karma
ON THE ROAD
Lujuría
Filosofando
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Ike Turner and The Kings Of Rhythm Distorsión
“El blues tiene un bebé que se llama rock & roll” cantaba Muddy Waters, pero pocos saben que quizá el padrino del bebé sea la policía de Mississipi. Una tarde de marzo de 1951, un patrullero de la autopista Delta divisó un sedán que se dirigía hacia Memphis por la autopista 61. En éste viajaban siete jóvenes músicos negros, un bajo, tres saxofones, una guitarra, un amplificador y un pequeño set de batería, todo amarrado al toldo. El patrullero encendió la sirena y en un intento fallido por escapar, los instrumentos cayeron al suelo. Cuando la banda llegó al estudio, el guitarrista Willie Kizart notó que el cono de la bocina se había dañado. Contrario a los pronósticos, la figura boogie que grabó para el jump blues de “Rocket 88” de repente sonaba como un bajo procesado por fuzz y no como una guitarra limpia. Gracias al daño que sufrió el ampli, la banda estaba experimentando por primera vez lo que quizá sea el elemento primario del rock: la distorsión. Este feliz accidente de carretera lleva a Phillips a ploclamar a “Rocket 88” como el primer tema de rock & roll de la historia.
Metallica
La Mala Rodríguez
San Pascualito Rey
En 1983, los integrantes de Metallica sabían cómo reventarse y cuándo detenerse, excepto el señor Dave Mustaine, entonces guitarrista líder de la banda. El 11 de abril de ese año, Hetfield, Burton y Ulrich decidieron despedir al pelirrojo porque sus problemas con el alcohol habían rebasado los límites. “Estábamos pasándola muy bien en el tour por EU en nuestra U-Haul, hasta que tuvimos un problema en Iowa con una droga llamada ‘alcohol & Dave’. Tomaba mucho mientras conducía, ¡casi nos mató unas 15 o 20 veces!”, comentó Lars para Guitar World en 1996. El final de esa historia es conocido por todos. Dave fue expulsado y creó Megadeth. “Nos dolió mucho despedirlo, era un gran amigo, pero no podía parar de tomar. En ese entonces, no podíamos costear un pase de avión y compramos un boleto de Greyhound que salía a las 10 a.m., así que dos horas antes, despertamos a un Dave crudísimo. Cuando le dijimos que ya no estaría en la banda sólo dijo: ‘Oh, no’, y cuando asumió que no íbamos a cambiar de opinión, frotó su ojo y dijo: ‘Ok, necesito saber a qué hora sale mi vuelo’“.
La persona que dio esta entrevista quedará en el anonimato, pero nos referiremos a ella como Laura Chapoy, encargada de cumplir los caprichos de los artistas mientras salen de gira. Cuando le pregunto quién es la persona más difícil, sin chistar me asegura: “La Mala Rodríguez es insoportable”. La afirmación me sorprende, pues Laura ha trabajado hasta con Los Tigres del Norte y Las Víctimas del Doctor Cerebro. “Pide que la hospeden en cierto piso del hotel. Sus músicos, incluido su novioguitarrista, deben estar tres pisos debajo de su cuarto”, comenta Laura. “Antes de un show en Guadalajara, íbamos en camino en carretera y, de repente, dijo: ‘Quiero un helado de fresa, si no lo como ahora, no tocaremos’. Compré varias opciones de fresa en un Oxxo y contestó: ‘¿Qué coño es esto? Dije un helado y esto no es un helado’. Finalmente su novio la tranquilizó. Cuando llegamos, se percató de que faltaba una toalla en el camerino. ‘No saldré hasta que la consigan. Tiene que ser blanca o no salgo’. El show se hizo con dos horas de retraso”.
El 26 de mayo de 2006, San Pascualito Rey viajaba en una Suburban hacia Guadalajara. Desgraciadamente, la banda no llegó a su destino porque el neumático trasero explotó. Si el chofer no hubiera girado el volante, el vehículo habría terminado al fondo de un barranco; sin embargo, la camioneta se detuvo después de dar cuatro vueltas… sobre el brazo derecho de Juan Morales, bajista de la banda. Esta es la primera vez que Juan habla a detalle sobre el tema.
Alcohólica
Soberbia
Tragedia
¿Qué recuerdas del accidente? Juan Morales: Una presión enorme sobre el brazo que me impedía moverme. Al verlo incrustado sobre el pavimento, noté un gran charco rojo. Recuerdo el olor a sangre, a llanta quemada, humo y metal. Al grito de “1... 2... 3”, los demás levantaron la camioneta, y cuando salí, recuerdo ver mi brazo destrozado... Hueso, carne, arterias. Curiosamente, una caseta antes nos habíamos encontrado con el staff de La Lupita o La Maldita (no recuerdo); ahí venía David Guzmán, el ingeniero de luces, quien me hizo un torniquete. ¿Tuviste miedo de perder el brazo? Era una probabilidad según los doctores... JM: Después de la primera intervención, me trasladaron al Hospital de Traumatología de Lomas Verdes. Ningún doctor tenía cara de “la va a librar”, sino todo lo contrario; había una posibilidad de salir amputado. Al principio las cifras de perder mi brazo eran de 90% contra 10%. En la segunda operación 50% 50%. La tercera ya era 10% contra 90%. ¿Cómo cambió tu manera de tocar después de la rehabilitación? JM: Cambió completamente. Entre la opinión de los doctores y lo que la banda había acordado, regresaría a tocar hasta marzo de 2007. Un día de septiembre quise tocar en el Alicia con piel viva aún bajo las vendas. No pude hacerlo como hubiera querido y por eso busqué nuevas maneras de tocar. La solución fue usar una férula que hizo mi terapeuta. Para octubre ya estaba presentando el Deshabitado en el Hard Rock. Gracias a la guitarra y a muchas pruebas con todo tipo de plumillas y técnicas, descubrí la uña, que actualmente uso en el dedo gordo. Después de todo ese proceso, mi manera de tocar comenzó a modificarse. Un día, Alonso Arreola me dijo algo que no había pensado: “Tu mano izquierda ha mejorado mucho y contrarresta lo que perdiste de la derecha”. ¿Alguna reflexión que pudieras hacer después del accidente? JM: Ya no me imagino sin esta “falla”. Por un lado, como músico, a veces ni siquiera puedo recordar cómo tocaba antes. Y como persona, toda la experiencia me hizo perderle el miedo a muchas cosas, y entender que basta un momento para que tu vida termine o cambie radicalmente.
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DE FONDO
En torno a una idea sobre la fama TXT:: Luis Arce
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¿De dónde proviene el sentimiento de anhelo que reina sobre las celebridades? En stricto sensu, no es el anhelo, sino la consagración del anhelo, el afán inalterable del triunfo y la gloria, un estrato de la persona a cuyo paradigma responde únicamente la sociedad que lo admira e idolatra como suceso. ¿De dónde proviene el pedestal? La bienaventurada fortuna de aquel que ha sido separado de la estratificación para encontrarse un lugar capaz de revestir y modificar el comportamiento social a su antojo.
uede que nuestra percepción de dicho fenómeno haya sido pervertida por la inmediatez del suceso. La fama, como tal, es perpetua conmoción, evento fortuito, pero relacionado con un tiempo absuelto de temporalidad, lo que implica, a su vez, una realidad explicada fuera de la realidad. Una realidad donde el imaginario convive con el lujo, donde las posibilidades
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de la persona en su estrafalaria plenitud, parecen finalmente concretadas. Debajo de esto, hay tan sólo –también– un impulso sorprendentemente mundano de búsqueda y apropiación. Podemos presentirlo en la gran cantidad de filmes, libros y documentales que relacionan al sujeto cotidiano con la posibilidad de encontrarse, inesperadamente, frente a su propio pedestal. El hábito de la persona
es subvertido y la efigie adquiere su lugar. Su figura deja de ser la personificación de lo ordinario para transformarse en un referente de la conmoción, en una historia que es, a la vez, emotiva y sorprendente (el hecho también aplica para terremotos, trenes descarrilados y accidentes aéreos o navales). Hoy día, podemos decir que en parte esto continúa siendo cierto. Sin embargo, visto como
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fenómeno, la fama se ha convertido en una asociación de la cultura y su principal motor escénico: lo sensacional. Georges Perec escribió en un fantástico ensayo titulado ¿Aproximaciones a qué?, la divagación y concreta experiencia del fenómeno: “Me parece que lo que más nos atrae es el suceso, lo insólito, lo extraordinario: escrito a ocho columnas y con grandes titulares”. Esta precipitación,
en total desacuerdo con la diacronía de lo histórico, supone que la experiencia de la fama es un momento, un instante de espectacularidad. Es este instante donde abordamos, por fin, su configuración natural: visto como la persistencia de un instante, la fama, es, en sí misma, inaprensible. Toda búsqueda es hipótesis. Toda colección de pistas, pequeños triunfos, estacionamientos clandestinos, locales de comida rápida, es hipótesis; aproximación a lo que se afirma como verdadero y forma resumida del contraste sobre el cual se asienta una historia de vertiginoso triunfo. Durante una época a mediados de los 90, el crítico Alex Ross se aventuró al encuentro con esta hipótesis, buscando no la experiencia del relato, o la coalición de los elementos que conducen a la fama, sino la mera observación de la práctica que sintetiza el afán teórico. En su ensayo, propiamente titulado, Almost Famous, Ross relata la persecución y consecuencia de esta carrera mientras acompaña al St. Lawrence Quartet en un gira por Estados Unidos: “Para hacerte de un lugar en este terreno, tienes que poseer la voluntad para tocar en todo lugar y en todo momento. Inclusive grupos tan afamados como el Emerson [Quartet] necesitan seguir esta extenuante rutina: tomar un vuelo hacia un pueblo desconocido y lejano, rentar un automóvil, realizar pruebas de sonido en el recinto donde van a tocar, tocar el concierto, asistir a la fiesta postconcierto, dormir un poco, regresar al aeropuerto y prepararse nuevamente para volar”. Intentar dar fin a cada destino implicado en la maniobra nos afrontaría instantáneamente con una enumeración de sucesos aún más reales y complicados –Marina Hoover, cuenta Alex Ross, viajaba acompañada no sólo de su cello, sino también de su bebé de siete meses, Benjamin–. El caso de St. Lawrence es extremo, porque el estilo que escogieron para desempeñar su papel como músicos está demasiado alejado de los reflectores como para ofrecerles una recompensa inmediata. Considerando esto, no existe una instancia en la cual, los grupos
independientes de rock y pop puedan medirse con un parámetro similar al que utilizamos para dar a conocer la incesante misión de un cuarteto de cuerdas. Éstos tocan en lugares con público especializado, realizan conciertos en recintos o teatros que casi nunca están llenos y lo hacen con una frecuencia que destrozaría la ambición de los más dulzones grupos de electropop; aquéllos, los artistas del rock y pop independiente, poseen mayores escenarios, pueden presentarse tanto en pequeños recintos como en grandes festivales, y vivir de anfetaminas. Pero ello no garantiza que el anhelo, el imaginario en persecución de lo que hemos llamado fama, sea distinto. La ambición a la que responde esta práctica artística consiste en manifestarse en una proporción alejada de toda costumbre, en concretar sus efectos dentro del espectador; nunca en la glorificación de lo creado. Esto último debe ser, en todo caso, una consecuencia de lo primero. Habría que preguntarnos entonces sobre el tormento que nos hace presentir una idea como la fama. En ella sólo ocurre la conjunción de la aspiración, el temor al fracaso o la virtud del camino que supuestamente existe para justificar el final catastrófico en este tipo de búsqueda. Máximas tan irresueltas y falsas como aquella que reza: “el camino se hace al andar”, justifican la relación del camino y la andanza con un resultado que siempre tiende al derrotismo. La música, como la escritura, se esculpe del vacío, fragmentada en diversos modos de expresión y tensión intelectual; su producto no es un camino, es un trazado mental casi intraducible a la experiencia de la realidad, como un mapa que define en su totalidad cada llanura, cada montaña y lago, pero que nunca provee el conocimiento necesario para descubrir que aquella montaña sufre constantes deslaves, y mucho menos nos informa que el lago sólo contiene agua salada. El sentido de este camino, entonces, no es poseer una verdad indiscutible sobre la ruta que ha de seguirse, sino un entramado infinitamente complejo, infinitamente humano de todas las versiones que han formado
el mapa. Así también, poseemos la idea de fama como se posee un mapa carente de signos, en ella acertamos al descubrimiento de efigies, al encuentro con tesoros, pero jamás a una ruta trascendente que revele la unicidad de una verdad permisible, ideal para desentrañar nuestra relación con una idea tan lejana. Casi todas las historias de fama que escuchamos persisten en episodios de similares particularidades: persona común busca su lugar en el mundo –lugar deliberadamente desastroso, desequilibrado por la tiranía del absoluto estereotipo al cual hemos de someter la bondad–, persona encuentra algo que le permite conectar con el mundo y, finalmente, consigue hacerlo de una manera regularmente retorcida y plástica, con la realidad que antes le había rechazado. Este éxito, este suceso no pretende más allá de la formulación de un espíritu práctico para la búsqueda, apartándola de su sentido como aspiración y otorgándole la virtud de una medalla conmemorativa al hecho mismo, hecho que repetido en incontables ocasiones, termina por parecernos rutinario, aburrido y, en última instancia –también la instancia más dañina–, un hecho cotidiano. Finalmente, pensamos en la fama como una medalla que alguien puede colgarse, la más única y extraordinaria de todas, la más fascinante también, en el sentido en el que pertenece a un estrato de la sociedad destinado a sustentarse en la enumeración de ventas, influencia en medios y validez de opinión. Todos ellos, encuentros o resultados de una búsqueda predeterminada, por lo tanto, estaciones de la ruta, pasajeras. He mencionado con anterioridad que toda búsqueda es hipótesis, incluso la búsqueda más nefasta y contaminada. Lo retomo ahora porque debemos precisar un punto: lanzarse a la búsqueda de la fama, plantea de antemano un resultado. Lejos de ser hipotético, este resultado, enclaustrado en su particular eventualidad, está asentado por una claridad continua y uniforme representada por el estatismo del reconocimiento. Una vez conseguido el pedestal, la persona ha sido transformada en efigie, y como tal, muestra sólo la representación de lo que condujo a la creación de la figura en primer
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momento. No hay nada ahí, excepto una representación del estado ideal. Al finalizar el relato sobre su aventura con el St. Lawrence Quartet, Alex Ross menciona que “los cuatro músicos del cuarteto se merecen la fama, no por la espléndida calidad de su música; sino por la alegría que demuestran al conectar con la audiencia que los escucha”. Ésa es posiblemente la lección más recóndita en todo esto: la prodigiosa discordancia entre realidad e imaginario, el momento en el cual, la parafernalia queda a la espera de un recuento más humano en los hechos, un recuento mucho más cercano a lo que realmente conduce nuestro anhelo de fama, esa virtud inaplazable del pensamiento que motiva, ante todo, la búsqueda de un momento en el cual todo lo que conforma el espíritu de nuestra musicalidad, se encuentra en completo orden.
Vista como la persistencia de un instante, la fama, es, en sí misma, inaprensible.
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La vida en los trayectos Desde hace 23 años trabaja y radica en Monterrey. Su lente es testigo de las particularidades culturales y geográficas que se suceden en esta ciudad, la cual, según algunos, es una cuna de modernidad, y según otros, un híbrido entre lo provinciano y cosmopolita. En esta serie de fotografías, Alejandro (originario de República Dominicana) captura un momento clave de la cotidianidad al dirigir nuestra mirada a un instante que el mundo, tan obsesionado con llegar a su destino, ha olvidado: la belleza del camino y las pausas del eterno viaje. Su obra ha sido publicada en decenas de medios como The New Yorker, The Guardian y Esquire, por nombrar algunos. Ha ganado innumerables premios y su obra se ha expuesto en importantes museos (como el MoMA de Nueva York y el MOCP de Chicago). Actualmente es tallerista independiente en escuelas de México y Guatemala.
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Conteos temáticos para lectores voraces.
10 libros para leerse On THE ROAD
Los vagabundos del dharma Jack Kerouac
“Y me prometí que iniciaría una nueva vida.Vagabundearé con una mochila, seguiré el camino puro”. Así anota Kerouac en esta maravilla para caminantes, amantes del zen y de los bosques. Todo habría hecho suponer que este recuento comenzara con On the road, pero en su lugar recomendamos un libro dedicado al periodo sanfranciscano de los beatniks. Aquí el protagonismo lo lleva Gary Snyder convertido en un maestro zen y el propio Jack trabajando incluso de guardabosques por largas temporadas. Sincopado y frenético –como la obra del grupo–, contiene una de las enseñanzas fundamentales de la filosofía oriental: “La vida es sufrimiento”.
ON THE ROAD
Las pesadillas del marabú Irvine Welsh
Se trata de una de las obras menos conocidas del autor de Trainspotting y Acid House. En ella hay menos sentido del humor que en el resto de su trabajo, debido a que se trata de la historia de un hooligan de Edimburgo que se encuentra en estado de coma debido a la venganza de una joven a la que violó. Aquí el viaje nos sumerge al interior del hincha, a su infancia en Sudáfrica (donde fue abusado por un tío) y a la densidad de la selva para buscar al mítico marabú. La novela va intercalando planos y capas de lectura para reconstruir la vida y la personalidad de alguien que ha vivido en los barrios bajos compartiendo techo con la violencia. Aquí encontramos a un Welsh implacable.
Tokio ya no nos quiere Ray Loriga
El protagonista de esta historia se encuentra vagando entre lugares como Arizona, Tokio, Bangkok, Berlín y Madrid. Su extravío también incluye cantidad de aeropuertos, hoteles y autopistas. Una verdadera evocación a J. G. Ballard, que se completa con la existencia de una droga legal que permite borrar los recuerdos no deseados. Publicada en 1999, planteaba una especulación sobre los primeros años de este milenio. Se trata de un libro de viajes que aboga en contra de la memoria. La identidad se ha perdido en esa sociedad globalizada que se mantiene en marcha a través de los sueños y el deseo. Loriga, a su manera, ha sabido asimilar a William Gibson, Burroughs y Houellebecq.
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Vagabundos tropicales Blas Dotta
Bilbao-New York-Bilbao Kirmen Uribe
Esta novela transcurre durante un vuelo entre el aeropuerto de Bilbao y el JFK de Nueva York, y en ella el protagonista –álter ego del autor– reconstruye la historia de tres generaciones de su familia –dos de ellas de pescadores–. Recurre a diarios, correos electrónicos, poemas, diccionarios y un vasto anecdotario para plasmar el modo de vida en el país vasco. El libro muestra, pues, todo el mecanismo escritural –el proceso de creación– de una manera impecable. Se comprende que se le haya otorgado el Premio Nacional de Narrativa 2009 y catapultado a Uribe a la liga premier de la literatura en español (aunque la original es en vasco).
Nacido en La Habana, radicado en Uruguay y afincando en Costa Rica desde hace más de una década, Dotta (1964) presenta una aventura conradiana en su segunda novela, en la que recupera a los personajes de su ópera prima, Breves en el tiempo, como si se trataran de historias que forman parte de un microuniverso, con una geografía real: Centroamérica, más bien el caribe norte de Costa Rica. Se trata del viaje de un hombre de un poco más de 50 años llamado Akki, quien va tras la huella de su hijo Juan. A decir del escritor Carlos Cortés, “el libro plantea de forma satírica el conflicto por el río San Juan entre Nicaragua y Costa Rica, el dragado y la frustración histórica que ocasionó la construcción del canal en Panamá, y desarrolla la trama de un asesinato”.
TXT:: JUAN CARLOS HIDALGO Y Nahum Torres
Buenos Aires/ Escala 1:1 Varios autores
Travesía. Crónicas marineras Mauricio Carrera
Autor de más de una docena de libros (novelas, cuentos, ensayos, entrevistas y biografías), en 2006 recibió el V Premio Nacional de Testimonio Chihuahua (hoy Carlos Montemayor) por un libro de memorias juveniles –en la línea de Ultramarina de Malcom Lowry–, en el que hacía referencia a un viaje singular de 3,500 kilómetros a través del mar Caribe en una expedición conocida como el Amerigen 500, la cual le significó “la oportunidad de vivir una aventura entre tormentas, tiburones, guerrilleros, piratas modernos, dengue, caimanes, veleros y gente de mar. Todo eso acompañado con litros y litros de ron”.
Odio Barcelona
Una luna
Martín Caparrós
Varios Autores
Un tremendo periodista recibe el encargo de las Naciones Unidas Tres años antes de la para hacer un viaje edición de Carcelona (2011) de Marc Caellas, intensísimo por aquellos lugares donde en la que editorial los migrantes sufren Melusina reunió vejaciones y existen una serie de textos flagrantes violaciones a publicados previamente los derechos humanos. en un blog en los que Durante un solo ciclo su autor reflexionaba lunar va de Kishinau y en torno a la idea de Monrovia a Amsterdam ciudad-marca que es y Lusaka, de Pittsburgh Barcelona-Catalunya, esta editorial barcelonesa a París, Madrid luego Barcelona publicó un compendio y Johannesburgo. de ensayos en los que La prosa brutal del una docena de autores cronista recoge (de Javier Calvo a historias de mujeres Eloy Fernández Porta, traficadas, refugiados pasando por Agustín de guerra, polizones Fernández Mallo y de pateras, niños los bonarenses Lucía soldados y pandilleros Lijtmaer y Matías deportados. No en Néspolo, entre otros) vano se dice del hicieron suya la oda argentino que es, “I Hate Heaven” de hoy por hoy, “el más The Residents para escribir de sus rencores, importante escritor del periodismo narrativo: vituperios, hartazgos nuestro Capote, nuestro y demás obsesiones Kapuscinski”. Una iracundas contra esa lectura desgarradora. ciudad flemática (Carol Paris dixit).
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“Los barrios por sus escritores” es la idea que determina esta antología compilada por Juan Terranova, pensando precisamente en ese mix en el que el territorio y la ficción se entrecruzan para fijar la mirada (ante todo interpretativa) sobre esa ciudad tan europea como latinoamericana. Acá los barrios son escenarios (Abasto y sus calles de aparadores a medianoche, los travestis de la Almagro roja, el Belgrano nice, etcétera) de cartografías existenciales (las charlas nocturnas, la soledad). De esta manera, el lector puede acercarse a una geografía delimitada por demarcaciones viales, al mismo tiempo que a la creación literaria emergente de la capital argentina –entre los 25 narradores aquí seleccionados, Oliverio Coehlo y Washington Cucurto gozan de cierto reconocimiento iberoamericano–. Olvídate de la guía Michelín, Buenos Aires se merece más que un mero paseo turístico.
Donde mejor canta un pájaro Alejandro Jodorowsky
La saga familiar del celebrado psico-mago chileno se extiende por un amplio periplo que pasa por Ucrania, París, Venecia, Chile y Argentina. El autor hace un recuento minucioso en clave de ficción de una gesta que se basa en el arte de la sobrevivencia. Un instinto casi nómada le sirve de pretexto para especular –como le es usual– sobre la metafísica de la existencia. En este libro se acerca a la importancia del mito y a la heroicidad de quien lo ha perdido todo. Su título surge a partir de una frase de Jean Cocteau: “Un pájaro canta mejor en su árbol genealógico”. Jodorowsky logra potenciar y transformar el seguimiento histórico para dotarlo de gran fuerza literaria.
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Fotos Gustavo Dueñas para REVOLVER. PRODUCTOR Miriam Valverde para REVOLVER Asistentes de foto Fátima Castellanos Para REVOLVER Postproducción CALIBRE www.calibre.com.mx Styling Emilio Lacroze Make up Paula Cigliutti www.paulacigliutti.com PEINADO Alejandro Reyes con productos Alfaparf Milano
TALENTO: Danielle Oliveira para Boga Models, Tania Ladeiro (actriz) y Jana Sochorova para Paragon Model Management. CRÉDITOS Lentes: Sunglass Hut. Bikinis: Onda de Mar.
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CRÉDITOS. Lentes: Sunglass Hut . Collar: Common People. Cadena: Custom Rock Garage. Bikinis: Onda de Mar.
TALENTO: Tatsiana y Milla Capdevielle para Paragon Model Management.
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CRÉDITOS. Lentes: Sunglass Hut .Bkinis: Onda de Mar. Short de baùo: Javier& Fabian para Fashion Lovers. Sandalias: Malosa.
TALENTO. Tatsiana, Milla Capdevielle para Paragon Model Management y Gerardo Cabal (actor) para Higher Models.
Miguel: RB5228 - 5111 | (RB5228-5235) /96 | ORIGINAL WAYFARER BLOCKS DANCERS 7 0 1 1 Speci 140-7 2 al Se B R a: ries dre n #7 A
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CRÉDITOS. Lentes: Sunglass Hut.. Bikini: Onda de Mar. Collar: Common People. Cadena: Custom Rock Garage.
TALENTO. Diana Arbelaez para Kyoto Booking Model , Nick para Higher Models y Wiliam Wailde para Paragon Model Management
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TALENTO: Jonathan Adamski, Amanda Herley y Jimmy Sirvent para Paragon Model Management. CRÉDITOS Gorra: Fashion Lovers. Collar: Custom Rock Garage. Lentes: Sunglass Hut. Trikini: Onda de Mar. Short de baño celeste: Onda de Mar. Short de baño negro: Javier& Fabian para Fashion Lovers.
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COLUMNAS
Nosotros no lo decimos, son ellos.
EN LA CARRETERA DE LA REPÚBLICA DE LAS LETRAS CUADERNO AMARGO TXT: Paola Tinoco Escritora, editora y promotora literaria que siembra el terror @paolatinoco
U
n coche. Cuatro personas. Todos tratamos de ahorrar en la primera Feria Internacional del Libro para comprar material de lectura, alcohol y drogas antes que pagar un boleto de autobús o de avión, así que compartimos gastos de carretera. Volvíamos a casa después de 10 días de poesía, cerveza, cuentos, tequila, lectura de fragmentos de novelas, whisky y sexo en los jardines de la fiesta de alguien importante en Guadalajara, que ninguno de nosotros sabía quién era, pero todos pudimos entrar a su casa. —Manolo, ¿te queda algo de perico? Siento que no me aguanto la cruda. —El perico no hace milagros, pinche Alquitrán zoquete. —No seas codo, carajo. —Una rayita… no más… —Dámela, por tu madre. —Mejor por piedad, mi madre te mandaría a la mierda, es más cabrona que bonita. Yo manejaba y veía a Manolo y a Alquitrán hacer malabares para que la coca no se cayera de la tapa dura de un libro de Lobo Antúnes que compré con dolor de bolsillo porque salió carísimo a pesar de los descuentos especiales de la FIL. Picaron un par de rayas para sobrevivir el camino de regreso a casa y yo tomaba Red Bull y me reía de ellos. Mireia en cambio, venía muy callada. —¿Te pasa algo, Mire? No contestó. Se mordía las uñas. Mire a Manolo, que suele saber lo que nos pasa a todos porque no importa dónde esté en el momento de cada fiesta, siempre se entera de todo. —¿Te quedaste clavada con el argentino, verdad? —No. —¿Usaste condón? —No. Manolo hizo cara de “ahí está el problema”, abrió los brazos como un Cristo y dijo —Voilá… —¿Eres idiota o qué te pasó? —No sé… es la FIL… ¿No dicen ustedes que lo que pasa aquí, se queda aquí? —Sí, babosa, pero ni las enfermedades venéreas ni los embarazos cuentan —dije sin medir las consecuencias de mi broma-regaño. Mireia se echó a llorar. Manolo picó un poco más de cocaína y le ofreció una raya. La llorosa Mireia aspiró y luego siguió llorando. Alquitrán la abrazó y propuso buscar una farmacia. La encontramos una media hora después y bajamos todos. Había periodistas en el lugar, comprando suero. —¡Hey! Tú eres Manuel Dávalos, escuché tu conferencia sobre los libros electrónicos; qué arrastrada le diste a los españoles.
Manolo, que tiene un ego del tamaño de una cancha de futbol, asintió sonriente. Chocó la mano con el periodista y se quedó hablando con él. Alquitrán y yo entramos a la farmacia y pedimos una píldora del día siguiente. Un tipo que estaba cerca saludó a Alquitrán. —Güey, estuve en tu lectura de poesía y me cagó la madre lo que leíste. Eso no es poesía. Qué pedo con los nuevos poetas. Alquitrán levanta las cejas, empezó a sudar, y mientras Mireia recibía su pastilla del día siguiente, lo jalé de un hombro, pero no se dejó llevar. —Le voy a partir su madre a este idiota. —¿Tú y cuántos más, pinche poeta de cuarta que embarazas chavas y luego las traes por la pastilla del día siguiente? Me tapé la cara imaginando una madriza. Escuché un golpe seco y luego vidrios que caen al piso. Quién sabe de dónde salió una botella, pero Mireia se la reventó en la cabeza al reportero impertinente. Manolo volteó a vernos y se le borró la sonrisa del ego masajeado que tenía por los comentarios del otro reportero, el que derramaba buenaondez. —¿Qué pasa? ¿A quién hay qué romperle su madre? —Too late, pendejo, vámonos antes de que venga la patrulla —dije y subimos como tromba al coche. Mireia se tomó la pastilla del día siguiente con un largo trago de cerveza y le contó la historia a Manolo. —Pinche Alquitrán, ¿porqué no le rompiste su madre? —Mireia, no me dio tiempo, cuando vi ya estaba en el suelo el otro cabrón. —Dame una raya —dijo Mireia. Manolo obedeció y me ofreció una a mí. Digo que no. Vengo manejando. —Pinche católica —me insultó al tiempo que redirigía mi raya para entregarla a Alquitrán, que la recibió gustoso. Mireia cambió su semblante, ahora estaba contenta y se reía de todo. Empezó a contar la historia de dos hombres que se pelearon en el metro porque estaba demasiado lleno y uno de ellos le pegaba el pito en el trasero a otro. —En lugar de agarrarse a chingadazos, empiezan a darse coscorrones. —¿Cómo coscorrones? —le digo — Eso no es pelear. —Pues uno le daba coscorrón a otro, el otro se lo regresaba y de pronto era la guerra de los coscorrones, la gente en lugar de preocuparse, ¡los festejaba! —La gente ya no sabe pelear con honor, carajo —dijo Alquitrán y encendió un cigarrillo. Desde un coche que se emparejó, dos jóvenes, claramente gays, le mandaban besos a Alquitrán y le decían que amaron su lectura de poesía. Alquitrán era ahora el del ego henchido. Manolo sintió envidia y dijo que era un sodomita de mierda. Alquitrán sonrió y dijo que lo era… pero uno famoso.
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LA última salida a Cotecito off the record TXT:: A.A.Gore Periodista de rock y escritor de ficción @arthuralangore
H
ace algunos años, MTV proyectó el reality show The Buried Life, en el que tres amigos se disponían a llevar a cabo una lista de "Las 100 cosas que debes hacer antes de morir". Además de “irrumpir en una fiesta en la Mansión Playboy” y “mirar un cadáver de cerca”, en el número 81 de la lista decía: “ir de gira con una banda de las grandes ligas”. Aún me falta completar varios puntos de la lista para poder descansar en paz en mi tumba, de acuerdo con los parámetros del programa, pensé cuando por casualidad me encontré en Los Cabos con el autobús en el que viajaban los protagonistas del programa. El vehículo tenía escritos por toda su superficie los “must” que daban vida a cada uno de los episodios y, también por puro azar, mis ojos se encontraron con aquel que a la letra decía: “Tour with a major band”. Tiempo después me convertí en manager de una banda de heavy metal integrada por cuatro bellas chicas: las Mystica Girls. Más allá de las peripecias que experimenté junto a Jane, Cinthya, Alicia y Sofía y que quedaron plasmadas en el libro Provocaré un diluvio, no pasé un solo día con ellas sin recordar que no importaba cuántas veces hubiera dormido en el suelo, perdido horas de sueño, soportado el acoso de sus bárbaros seguidores y hasta comido una torta de jamón como las que hacían salivar al Chavo del Ocho igual que a un lobo durante todo un fin de semana; al final, yo estaba yendo de gira con una banda de rock. Sé, porque a la fecha me lo preguntan, que muchos se imaginan que disfrutaba de una vida de rey, que hacía de las cuatro mis amantes intercambiables y que mis noches en carretera significaban un perpetuo saborear de cuatro ninfas del metal a mi servicio… ¡Pues nada más alejado de la realidad! Sí, dormimos juntos, en ocasiones los cinco en un mismo colchón (cuando había colchón, que la mayoría de las veces era un lujo reservardo para los headliners de un festival), pero llegábamos tan rendidos que lo último ON THE ROAD
que pasaba por nuestra mente era restregarnos los unos con los otros. Por el contrario, el hacinamiento nos obligó a pelear a codazos por un cacho de cama, como Alejandro Magno lo hizo hasta por el último centímetro de territorio. No dudo ni tantito que darle la vuelta al mundo con Franz Ferdinand, Metallica, Daft Punk o hasta Lady Gaga, debe ser la gloria, sinónimo de saborear las mejores viandas en los mejores restaurantes, por no mencionar el ser recibido por los más altos jefes de Estado, al estilo Bono, en las Casas Blancas, Rosadas y entre Pinos. En México, sin embargo, el rock en la carretera no es otra cosa que horas debajo del sol, horas cocinándote en tu propio jugo, horas de jugar Candycrush en el celular hasta que se termine la pila, horas de sentir calambres en las nalgas y de suspirar por el amor que se quedó a la puerta de la casa esperándonos. De todas las fechas y ciudades de provincia en las que acompañé a Mystica Girls como manager, me quedo con una: la primera. Conduje mi auto por espacio de seis horas rumbo a Acámbaro, Guanajuato, con cuatro chicas hechas nudo en la parte de atrás entre cables, guitarras, fierros y atriles. Dimos un concierto en un salón de fiestas infantiles adaptado para los fines en medio de cinco bandas de black metal. Soportamos un intento de asesinato por parte del encargado de pirotecnia que apunto estuvo de incendiarlas vivas por presentarse pacheco a trabajar. Regresamos al D.F. –crudos, desvelados y agotados– al día siguiente, luego de dormir en un hotel de paso que ostentaba el rimbombante apelativo de “Motel California”. En el trayecto, vimos una desviación en la carretera que señalaba el rumbo a “Cotecito”. Durante el resto del camino nos preguntamos qué rayos era un “Cotecito”. Una vez en mi casa, recibí un mensaje de Alice, la baterista, que decía fiel a su búsqueda en Google: “Cotecito es un rancho ubicado en Atlacomulco que tiene un habitante”. No importa que me haya ido de gira con una banda, antes de morir debo saber quién es ese único residente de Cotecito.
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MC ÚÓSMI ICCA
ON THE ROAD
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Janelle Monáe enfrenta ahora mismo una extraña posición en el mundo de la música popular. Por un lado, personalidades de la música afroamericana como Prince o Erykah Badu aparecen en el álbum manifestado cierta simpatía estilística por la figura creativa encargada de gestarlo; por el otro, es como si Janelle los necesitara, como si la única posibilidad de unificar su imaginario musical con el de la música popular fuese a través de otros artistas con mayor peso comercial. Esto explica en muchos sentidos el camino desarrollado en Electric Lady, tercera parte de la historia de Cindy Mayweather, y continuación de The ArchAndroid, que es tan grata y entretenida como cualquiera de sus predecesores; pero asociada con la idea del hit como símbolo de popularidad, símbolo escritor en la paciencia de una mente creadora que divaga, pero atina al colocar pistas como “Q.U.E.E.N.” y “Givin' Em What They Love” como precedentes de la transformación. El ejercicio implica necesariamente sacrificar algo de creatividad y demencia para crear un disco más accesible, con mayor mesura en las ideas contenidas, pero igualmente efectivo.
TXT:: LUIS ARCE
Janelle J u l i a H oMonáe lter The Lo u dElectric C i ty S oLady ng
Bad Boy/Won D O MI NO dalan d
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The Naked and Famous —— I n
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R o lli ng Wav es
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Republic Records
De verdad que por estos días la realidad nos devasta, nos golpea una y otra vez con injusticias, estupideces políticas y múltiples expresiones de la sinrazón. ¿Es fácil resistir? Por supuesto que no. Afortunadamente la música cumple una función terapéutica, que en In Rolling Waves se encuentra maximizada. El segundo disco de los neozelandeses nos permite subrayar la calidad de las propuestas de Oceanía, y por otro lado, hacer notar esa lucha entre las líneas de teclado y unas guitarras vibrantes. Se trata de canciones en las que la electrónica se vincula con el dream pop y el indie (cantadas por una voz angelical), así como con una furia muy rock. Grabado en Los Ángeles por un equipo de producción en el que destaca Justin Meldal-Johnsen (M83, Beck, Nine Inch Nails), el álbum sorprende desde el primer sencillo, un “Hearts Like Ours“ pletórico, pero no se quedan atrás “The Mess” y “I Kill Giants”. In Rolling Waves nos da buenos momentos mientras capoteamos la tempestad de la existencia. TXT:: JUAN CARLOS HIDALGO The Big Pink A Brief History of Love
The Naked and Famous Passive Me, Aggressive You
Comparten un tipo de sonido muy parecido, incluidas esas baterías profundas
Debutaron en 2010 con muy buena suerte; al día de hoy este disco se escucha igual de fresco.
THE CIVIL WARS —— T HE
C IVI L WA R S
——
Cut Copy Free your mind
Otros oceánicos que vendrán con nuevo material; Cut Copy ya calienta motores.
CO LUMBI A / SENSI BI L I TY
Si con su álbum debut, Barton Hollow (2011), este dueto originario de Nashville había demostrado su gran calidad interpretativa (la conjunción de voces entre la bella Joy Williams y John Paul White resulta impresionante en sus hermosas armonías), con este disco homónimo no hace sino reafirmarla. The Civil Wars es un trabajo contundente, de una belleza a la vez límpida y oscura. Fuertemente enraizado en el folk y el country, el sonido de este plato nos traslada a tiempos que se remontan a la primera mitad de la centuria pasada e incluso hay ecos del siglo XIX, pero sin que en momento alguno llegue a escucharse como una curiosidad plena de antiguallas. Cada canción está elaborada con un cuidado de orfebre y con una sensibilidad exquisita, tal como se puede escuchar en finas gemas como “The One That Got Away”, “I Had Me a Girl”, “From This Valley” y “Oh Henry”. 4
TXT:: HUGO GARCÍA MICHEL LAURA MARLING ONCE I WAS AN EAGLE
OF MONSTERS AND MEN MY HEAD IS AN ANIMAL
El extraordinario cuarto disco de la ex Noah and the Whale la muestra a plenitud como la gran cantautora que es, aunque la huella de Joni Mitchell sigue ahí.
Un gran disco debut el de este espléndido sexteto islandés de folk rock que tiene más que ver con Mumford & Sons o Arcade Fire que con Björk o Sigur Rós.
MANIQUÍ LÁZER —— D E A D
C E L E B R ATION
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INGRID MICHAELSON HUMAN AGAIN
Quinto opus de esta neoyorquina que sigue quejándose de sus malas relaciones amorosas. Lo bueno es que sabe hacerlo con arte y buen gusto.
HO LY D EAD
Según indica su casa disquera, este grupo de Mexicali es “la mejor banda de lazer punk rock del universo entero”. Como quien esto escribe no tenía idea de la existencia de dicho subgénero, no se siente capaz de avalar o de contradecir semejante afirmación. Lo que sí puedo decir es que este álbum es lo suficientemente bueno y potente como para removerle las neuronas a cualquier escucha desprevenido. Aunque cae en la tendencia de cantar en inglés (para lo que siempre habrá justificaciones; en este caso, quizá, porque se trata de una agrupación fronteriza), Maniquí Lázer posee un sonido contundente y Dead Celebration es un trabajo que no deja de sorprender con su sonido estruendoso y desquiciado (en el mejor sentido del término). No se trata ciertamente de una maravilla, pero hará las delicias de los amantes del noise y el punk con elementos electrónicos. TXT:: HUGO GARCÍA MICHEL
Trent Reznor se dio a conocer con esta impresionante obra que habría de marcar toda una época dentro de la música industrial y la electrónica.
Uno de los trabajos más impresionantes de este proyecto. Industrial sinfónico, podríamos llamarlo.
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ATARI TEENAGE RIOT DELETE YOURSELF
Alec Empire y compañía en plenitud. Un disco que demostró que ATR era mucho más que un grupo políticamente divertido.
ro ad
KMFDM NAÏVE
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NINE INCH NAILS PRETTY HATE MACHINE
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glasvegas —— L ater …
1
W hen the TV T u r ns to Stati c
——
BMG Rights
Glasvegas ha muerto… y lo peor es que su cadáver ya apesta. La banda feneció después de su espléndido debut con bases en el rock and roll oldie y noise al estilo The Jesus and Mary Chain. ¿Y qué ocurrió después? El éxito súbito, la arrogancia y los excesos. James Allan ha protagonizado la enésima telenovela del underground, que da al traste también con su tercer disco. Si ya en Euphoric Heartbreak (2011) daban señales de estar extraviados, ahora se muestran devorados por un sonido edulcorado y dramático (y eso que ya no se acercan tan pasmosamente a U2). Ni siquiera el plan de regresar a Glasgow y autoproducirse trajo buenos dividendos. No existe cohesión grupal, más bien parecen los pataleos de un ególatra que convierte a su recamara en una fuente “inagotable” de conocimiento. ¿Qué pensar de canciones que se llaman “All I want is my baby” y “Magazine”? Apenas se salvan “Youngblood” y el sencillo “If”. En general, falta de autocrítica, escasa exigencia y carencia de rumbo. TXT:: JUAN CARLOS HIDALGO Perfume Genius Put Your Back N 2 It
Glasvegas Glasvegas
Un debut impresionante (2008) que nos hacía augurar lo mejor; después se fueron desinflando.
Okkervil River —— The
Mike Andreas es un bedroom producer que trabaja con honestidad y cala hasta la médula.
S i lv er Gy m nasi u m
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Manic Street Preachers Rewind the film
Estos galeses saben imponerse a la fatalidad sin perder el estilo y la gracia.
ATO Records
Afortunadamente todavía quedan grupos que se escapan de la oferta comercial y se alinean del lado más arisco: el del arte. He aquí a otra agrupación norteamericana que se decanta por un entrecruzamiento entre rock y country del bueno. Para irnos ubicando, la reputación de Will Sheff consiste en ser uno de los mejores letristas de la actualidad; a la altura de un Bill Callahan, Collin Melloy y Jeff Tweedy –el hombre fuerte de Wilco–. Y es que en su séptimo álbum este compositor se concentra en los recuerdos de su infancia en Meriden, New Hampshire, y por si fuera poco, incluyó un mapa indicando los lugares en los que transcurren cada una de las 11 canciones. Contiene una maravilla de bolsillo como “Where the Spirit Left Us”, conviviendo con bellezas como “Lido Pier Suicide Car”, “White” y “Walking Without Frankie” –con su herencia rockabilly–. Rock con raíces, estupendamente ejecutado y con grandes textos autobiográficos. ¿Se puede pedir más? 3
TXT:: JUAN CARLOS HIDALGO The Decemberists Picaresque
Okkervil River The Stage Names
Considerada la obra más lograda del grupo hasta la fecha.
The Dead C —— A r m e d
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El talentoso Collin Melloy se prodiga en las letras de este álbum memorable
C o u rag e
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Pulp His 'n' Hers
Podrá sonar extraño, pero el tono de voz en Okkervil River recuerda a Jarvis Cocker.
BaDaBing Records
The Dead C tiene un desafiante sonido noise, un amurallado reflector de las formas más corrosivas y engañosas del rock. En plena forma, la banda ha deliberado exitosos discos y formado un grupo de fieles seguidores. “Armed” y “Courage” son las dos piezas que componen el brutal lanzamiento de este material. Ya en Patience el grupo había retomado el sonido que cimentaron durante la década de los ochenta, pero es en éste, donde la redención del sonido adquiere su forma prometida. Las dos piezas son crudas y consistentes en la pretensión de asumir la música por sus efectos, y no por su contenido. Como adrenalina diluida bajo los efectos de la distorsión, el álbum asume la abstracción como sentido y crea con ello un panorama inaprensible de sucesos: ritmos quebrados –incluso me parece un pastiche considerarlos “ritmos”–, y gravedades alteradas por la potencia frenética de la guitarra, cuyo único objetivo es la consecuencia más grata de la música noise: esta especie de sordera interior. TXT:: LUIS ARCE
Boredoms Before, Vol. 0
Alan Licht Four Years Older
Un disco de verdadera naturaleza boredom.
Este álbum es recomendable para los que gustan de ser aplastados por el sonido..
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Keiji Haino imikuzushi
Básicamente, todos los caminos del noise llevan o visitan a Keiji Haino.
Kyary Pyamu Pyamu —— Nanda
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C o llecti o n
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Warner
El imaginario cultural del pop en occidente está afectado por dos instancias: el referente de la espectacularidad normativa ejecutado por figuras como David Guetta o Pitbull y la exaltación sinsentido de la prepotencia estética en artefactos como Lady Gaga. Si bien no parece verosímil atenuar sus efectos, es posible confrontarlo contra piezas más ingeniosas de mercados disímiles del nuestro. Aquí se encuentra Kyary Pyamu Pyamu, quien ha cotejado la rareza del j-pop, con el ánimo más comercial del k-pop. El éxito del acto resulta inmediato, pero ello es únicamente superficie. Debajo se encuentra uno de los proyectos más cuidadosamente tallados del pop japonés reciente, con beats que parecen salidos de videojuegos o animes de los noventa y referencias experimentales de la música electrónica; entregando un álbum capaz de sacudir nuestras ideas sobre la música popular bajo un principio irrefutable: vista como producto, incluso la música más comercial debe atenerse a un sentido de calidad. TXT:: LUIS ARCE Keichi Suzuki & Hirokazu Tanaka Mother 2 [OST]
f(x) Pink Tape
Los críticos lo llaman alternative pop, pero es más como el sonido que producen las hadas al ser disparadas desde un sopla hojas.
La comparación no es inmediata, pero sí podemos considerarla un ejercicio efectivo en torno a nuestro criterio del pop.
La frontera entre la música para videojuegos y la música como tal, es un diseño meramente de percepción.
The Convergence Quart et —— S low
4.5
Lady Gaga Born this Way
a nd Steady
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NoBusiness Records
Temo que la percepción del jazz lo haya reducido a un mercado de nicho. Temo también, que la confianza en un género con tal tradición, reduzca sus manifestaciones culturales a una experiencia cerrada, a una real. Más allá del temor, parece imposible quebrantar dicho paradigma. Dicho esto, me parece sensato afirmar que para Convergence Quartet, ningún esquema es una cuestión infranqueable. La música ofrecida aquí por Alexander Hawkins (piano), Taylor Ho Bynum (corneta), Dominic Lash (bajo) y Harris Eisenstadt (batería), es una de las muestras más gratas y accesibles del jazz contemporáneo. El grupo no compone estructuras reducidas al intelectualismo de la tradición jazzística, ni ofrece una vertiente apegada al rock/pop. No, el cuarteto establece una experiencia plena de lo que improvisación y conocimiento significa ahora que ha decidido exponer las mismas libertades, cohesión y estructura, pero al mismo tiempo el espacio interior de un paradigma vacío. T X T : : L uis A rce
The Claudia Quintet Royal Toast
Alexander Hawkins All There, Ever Out
Transformar la composición moderna en algo accesible, necesariamente fracasa; pero tiene grandes triunfos.
LONDON GRAMMAR —— I f
Hawkins es pieza fundamental en el cuarteto y un pianista emocionante.
Yo u Wa i t
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Franz Koglmann L’Heure Bleue
Un clásico que reconstruyó la concepción de músicos ante la libertad de la partitura.
Metal & D ust Recordings
Cuando un debut tan esperado como el de London Grammar se materializa, es imposible no escucharlo con demasiada expectativa. Su primer EP, Metal & Dust, y la fabulosa colaboración con Disclosure, forjó en ellos un halo de majestuosidad anticipada. Al final, If You Wait resultó una gran prueba de su talento; quizá el arma más poderosa en el álbum es la voz de Hannah Reid, suficientemente potente y vigorosa como para evocar atmósferas nostálgicas plagadas de sentimiento y quebranto. Con una instrumentación minimalista y delicada; los temas en esta placa son el perfecto ejemplo de un indie pop recatado y elegante, que juega con nosotros y jamás explota. Todo esto para un disco debut es muy bueno; para superar otros lanzamientos durante el año quizá no tanto. TXT:: Orquídea Vázquez
Bajos, guitarras, teclados y baterías sofisticadas; un disco para escuchar de noche.
La voz de esta cantante es similar a la de Hannah, sin embargo, por su propuesta electrónica se resiente menos íntima.
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Banks London EP
El primer trabajo de la cantante californiana con una apuesta de soul electrónico.
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Jessie Ware Devotion
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The xx Coexist
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Pixies —— EP1 ——
2.5
Independiente
La esperanza de un nuevo álbum, catálogo de lo vivido estas décadas después del Trompe le monde, por fin se hizo realidad. Pero éste resulta poco emocionante. ¿Tanto esperamos por sólo cuatro canciones? El EP, el primero de una serie de lanzamientos independientes, comienza con “Andro Queen”, tema con la característica voz de Black, que suena más a su trabajo como solista. Sigue “Another toe in the ocean” una canción pop pegajosa que sería buena si no viniera de los Pixies. La cosa no mejora con “Indie City”, a pesar de que la líneas de voz recuerdan al Doolittle. El material termina con la mejor canción: “What goes boom”, la cual contiene una tesitura muy al estilo de “Wave of mutilation”, aunque con filos guitarrescos cercanos al mencionado Trompe le monde. Parafraseando a cierto fan de Britney, yo diría “leave Pixies alone”. ¿Querían un disco nuevo? Acá está…¿Querían uno brillante? Regresen a 1989 y mándennos a la Kim Deal de esa época envuelta para regalo. TXT:: ALEJANDRO MANCILLA Bauhaus Go away White
Frank Black and the Catholics Frank Black and the Catholics
Otro ejemplo de regresos que no debieron ser.
Disco crudo, grabado en dos pistas. No se lo regales a tu tía abuela católica.
Midge Ure —— The
Wo r k s
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Varios Artistas Where is my mind? A tribute to the Pixies
Weezer, The get up kids, Nada Surf y demás esbirros del punk nerd, hacen un homenaje a los duendes del indie.
Music Club D eluxe
El genio incomprendido escocés de la música pop neoromántica ya merecía un disco Best of así: 32 tracks entre sus clásicos, algunas rarezas, versiones extendidas y temas en vivo (entre ellos, el hit de su época con Visage, “Fade to Grey”). ¿Quieres escuchar “The man who sold the world” de Bowie sin que sea la misma de siempre, o sea la de Nirvana? Pues el álbum presenta la oscura, fina y sintetizada respuesta que data de 1982. Además, este lanzamiento doble incluye, a su muy particular estilo, un cover de Jethro Tull a “Living in the Past”. Un buen acercamiento a la trayectoria del tipo que hizo de Ultravox un grupo de culto. Mucho más completo que Regret: The best of Midge Ure, editado hace más una década. TXT:: ALEJANDRO MANCILLA 3.5
Ultravox Vienna
Japan Tin drum
El disco que puso en el mapa del new wave a los británicos.
MGMT —— MGMT ——
4.5
El mejor LP de los papás de Duran Duran en su modo sintético (en el buen sentido).
David Bowie Heroes
Segundo capítulo de la trilogía en Berlín del artista, acompañado de Brian Eno.
Columbia
Oracular Spectacular es lo mejor y lo peor que le pudo haber pasado a MGMT. Lo mejor porque vendió como pocos artistas independientes en la historia, abriéndoles todas las puertas. Y lo peor porque siempre serán comparados a ese material, sin importar el rumbo que tomen… hasta que lancen otro álbum que imponga nuevos estándares comerciales. MGMT no es ese álbum. Si Congratulations se alejó de los himnos pop bizarros, MGMT se adentra en terrenos más oscuros y experimentales, haciendo lo que en verdad quieren porque pueden (muy al estilo de The Flaming Lips). MGMT es un disco multifacético que suena a un cerebro drogado que divaga y se derrite. Contiene canciones adictivas como “Introspection” y “Your Life is a Lie”, y un par de experimentos tipo Animal Collective llamados “A Good Sadness” y “I Love You Too, Death”. MGMT es una colección de freakouts densos que podrían hacerte sentir como un lunático si cierras los ojos y en verdad dejas que te posean. TXT:: ROBERTO GONZÁLEZ CLAPÉS Pond Hobo Rocket
MGMT Congratulations
Una colección de ruda psicodelia.
Si no le diste chance porque no sonaba a Oracular Spectacular, debes hacerlo ahora.
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Foster the People Torches
Ellos atrajeron a muchos de los que quedaron enajenados con Oracular Spectacular, con más pop y menos creatividad.
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Desde el primer segundo hasta el último aliento, Gravity es una fascinante película. Alfonso Cuarón ha logrado darle un nuevo aire al cine de ciencia ficción sin tanto drama de por medio; su nueva película es una mezcla de todos los géneros y por ello provoca una variedad de emociones, principalmente el terror. Más de hora y media de profunda psicosis compartida entre la pantalla y el espectador; y todo esto sin necesidad de monstruos, fenómenos sobrenaturales ni asesinos, sólo fue suficiente el mismo ser humano para construir una historia de verdadero tormento ravity fue escrita por Cuarón y su hijo Jonás, quienes lucharon varios años para que una productora decidiera trabajar en el proyecto. Warner Bros. compró los derechos y rápidamente se inició una búsqueda para encontrar al elenco perfecto. Entre los primeros nombres figuraron Angelina Jolie, Natalie Portman, Scarlett Johanson, Marion Cotillard, Blake Lively y Robert Downey Jr., pero al final unos arriesgados Sandra Bullock y George Clooney firmaron el contrato. La cinta tomó cuatro años y medio de producción y se filmó en un cuarto oscuro de 9 x 9 metros. En cuanto las luces de la sala se apagan, la dirección de Cuarón arranca sin preámbulos y muestra cómo se aprecia el planeta desde el espacio, como si se tratara de un documental con una sorprendente banda sonora a cargo de Steven Price (The Lord of the Rings, Batman Begins). Pero luego la supuesta tranquilidad se ve interrumpida por una lluvia de basura espacial que destruye todos los planes de la misión, un dramático momento que se apoya en tecnología 3D de manera excepcional. Cada detalle salta de la pantalla con rapidez y delicadeza, procurando no sobrepasar los límites dictados por una herramienta que funciona para dramatizar y no para justificar gastos. La estructura narrativa de Gravity reta los convencionalismos al convertirse en un punto de quiebre durante toda su duración; el principio no puede considerarse como tal porque el clímax ya se ha establecido y lo que continúa solo es una dosificación del mismo. Esto es más que evidente en escenas como en la que Bullock, en su personaje de la doctora Ryan Stone, es disparada a toda velocidad de una extremidad de la nave en la que viajaba y sufre de una desesperante rotación hacia la nada; cuando Matt Kowalsky (Clooney) y Stone viajan a contrarreloj hacia una estación abandonada para regresar a casa, pero aterrizar no es una tarea sencilla; o cuando, entre tanta falla técnica, pisar tierra firme ya es un sueño imposible. Cada minuto consumado en el largometraje es una esperanza perdida y el aumento de la desgracia; y cuando nuestros dedos no podrían estar más hundidos en el asiento, Cuarón reflexiona –con ayuda de la música– si la fe es realmente el motivador de nuestros actos o es mera pulsión de sobrevivir a la catástrofe. Tal vez los únicos puntos débiles de Gravity sea la predecible actuación de Clooney, como el hombre experimentado poseedor de un carisma irresistible, y el abuso de la casualidad en situaciones de riesgo. Pero fuera de esto me atrevo a decir que es la mejor película del año.
A Space Odyssey Stanley Kubrick
Rear Window Alfred Hitchcock
Primer referente de Gravity; una cinta de cultura general.
Hitchcock nos enseñó que se pueden hacer muchas cosas en un pequeño set.
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Memento Christopher Nolan
¿Hay algo más traumatizante que ver a través de los ojos de un hombre con amnesia?
Raymond Carver y Bob Adelma —— C arv er
C o u ntry —— Ed. Anagrama
Este libro ofrece toda una experiencia sensible, pues combina texto y fotografía. Carver decidió escribir sobre la vida de la gente común, lo que transcurre en los pueblos pequeños, y que ahora se convierten en el eje de la documentación del fotógrafo Bob Adelman, quien trabajó en un estricto blanco y negro. El libro se completa con cuentos, poemas y cartas que describen la estética de un autor que murió a los 50 años. Se trató de un proyecto tan ambicioso que la editorial dejó de lado sus formatos tradicionales para favorecer a la imagen. TXT:: JUAN CARLOS HIDALGO Raymond Carver De qué hablamos cuando hablamos de amor
Michael Stipe Dos veces intro: en la carretera con Patti Smith
Una de las magníficas colecciones de cuentos que editó.
Fotos de Stipe con textos que van desde Burroughs hasta Smith.
Ashauri López —— Velv e t —— Ediciones
Raymond Carver Short Cuts
Antologia que sirvió de base para la película homónima.
Acapulco
Muñecas sexuales, viajes en el tiempo, tatuajes e incluso una bruja, comprenden Velvet, la primera obra de un tuistar arrogante y desmadrado. El libro tiene mucho de exabrupto juvenil, de maquinazo a lo Kerouac. “El recién llegado” –protagonista de la historia– está atrapado entre planos temporales, entre realidad y ficción, entre violencia soterrada y amor puro. A la velocidad de un pasón súbito busca convertirnos en sus cómplices, ¿lo logrará? Velvet viene acompañado de una banda sonora (en cassette o para descargar) que amplifica su experiencia. TXT:: JUAN CARLOS HIDALGO Tao Lin Richard Yates
Violeta Hernando Muertos o algo mejor
Otro enfant terrible de la escritura.
Un extraordinario y violento debut.
Rubén Bonet Jaikús maniácos
Pocos anarquistas como él en la literatura nacional.
Aumentado y mejorado
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Zelda regresa a Nintendo en una clásica aventura, pero ahora en alta fidelidad y con más características. En The Wind Waker HD, el pequeño Link se enfrentará al malvado hechicero Ganondorf, quien manipula a una extraña ave que tiene secuestrada a la hermana de nuestro héroe. Con gráficos más detallados e inspirados en el cartoon, el título ofrece una gran cantidad de misiones y obstáculos que el jugador tiene que superar para ayudar a Link en su aventura. Además del videojuego en formato físico individual, Nintendo lanzará un paquete edición limitada que incluirá una consola Wii U negra de 32 GB, un sorprendente Wii U Gamepad con inscripciones doradas, un escudo del reino de Hyrule y un código para descargar The Wind Waker HD en la Nintendo eShop. Disfruta ya de esta nueva entrega de The Legend of Zelda, disponible en tiendas especializadas y departamentales.
Moda pop
Dos referentes de la creatividad se han unido para diseñar una línea de relojes indispensable para quien ama la vida urbana y la diversión. La primer colección Calypso-MTV posee colores intensos y materiales de gran calidad y comodidad; consta de cuatro modelos con un estilo vintage. Toda la gama de relojes está a la venta en tiendas departamentales.
Un batallón para llevar
Activision y The Blast Furnace no quieren que la adrenalina se quede en casa, y por ello han desarrollado el título Call of Duty Strike Team, el cual puedes descargar en exclusiva para iPhone, iPad o iPod Touch, y muy pronto para móviles Android. El juego contiene un escuadrón integrado por los mejores miembros Strike Team, poseedores de mortales habilidades y un armamento personalizable. Al momento de la acción puedes elegir entre el modo de primera o tercera persona. Call of Duty Strike Team ya está disponible en la App Store. Para más información visita www.callofduty.com.
Gánate uno en www. marvin.com.mx/ promociones
Gore inocente
La historia comienza así: Kutaro era un muchacho muy alegre hasta que cometió el error de hacer enojar al Rey Moon Bear. Como consecuencia de su fallo, el tirano rey le devoró la cabeza dejando su cuerpo a la deriva, pero sus extremidades encontraron una tijerita muy especial que le ayudará a encontrar a su miembro faltante y regresar a casa. El juego entonces se extiende por varios retos y escenarios oscuros (inspirados en la estética del cine de Tim Burton), en los que Kutaro se encuentra con diferentes cabezas que le ayudan a superar los obstáculos del camino. Puppeteer es una exclusiva de PlayStation 3 y ya puede comprarse en tiendas departamentales, especializadas y Sony Stores.
La verdadera fidelidad en sonido
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¿Recuerdas aquél capítulo de Los Simpson, cuando Bart coloca un altavoz tras otro y la potencia es tan alta que sale disparado? Así es el nuevo Shake 7 de Sony (claro, sin tanto drama), un sistema de audio tan potente que nunca más querrás escuchar tu música en un volumen bajo. El Shake 7 contiene 2850W de potencia, un bass bazuca (literal), conectividad one-touch y Bluetooth, puertos USB, unidad de disco, radio y LEDs multicolor. Contiene la innovadora función DJ, con la que puedes coordinar sonido y luz para tu fiesta. Una maravilla en todos los sentidos.
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Moda para el frío
Para este otoño-invierno, Camper utilizó una gran gama de materiales para recibir el frío con diversión y clase; prevalecen piel vuelta, lana, tweed y Gore-Tex, que acogerán como nunca cada uno de tus pasos. Camper invitó a diversas marcas, como la escandinava Kvadrat y la belga Capara, así como a los diseñadores Romain Kremer, Berhard Willhelm y Mintdesigns, para construir una renovada línea de calzado para todos los gustos y exigencias. Conoce el catálogo completo en www.camper. com.
Listo para rodar
Un problema que enfrentan los skaters es la poca durabilidad de su ropa; con tantas caídas y movimientos bruscos, sus prendas se desgastan fácilmente. Esta temporada, Levi’s lanzó su colección Skateboarding, diseñada especialmente para usarse sobre la tabla. La línea incluye pantalones de mezclilla con materiales resistentes a la abrasión y remaches en las costuras. Conoce más sobre la línea Skateboarding, así como sus puntos de venta, a través de www.levi.com.
Punk is Back
Edición especial frida kahlo
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Por segunda ocasión, Cuauhtémoc Moctezuma elige a Frida Kahlo como la imagen de una nueva edición especial de Bohemia. El empaque fue diseñado por Gabriel Meave y el lanzamiento incluirá una serie de cenas en la casa de Cristina Kahlo, en la que se ofrecerá al público algunos de los platillos de Frida interpretados por la chef Zahie Téllez (se dice que la autora de La Columna Rota aprendió a cocinar para enamorar a Diego Rivera, así que ya dirán).
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La subcultura surgida en los años setenta es la principal inspiración de la nueva temporada de Wild & Alive. Negro y gris son los colores principales de la línea compuesta por jeans rayados, estampados góticos, animal prints, shorts con texturas, minifaldas circulares y crop tops. Punk is Back agrega arriesgados detalles a la colección como estoperoles, destellos metálicos y patrons. Este nuevo lanzamiento, lleno de actitud punk, ya está disponible en todas las tiendas de El Palacio de Hierro.
CELEBRANDO LA DIVERSIDAD EN MÉXICO UNA FIESTA PARA LA POSTERIDAD Por otro lado, y de la mano de nuestros amigos de Vice México, se realizó una serie de documentales enfocados en las subculturas, tribus y diversas manifestaciones culturales vigentes en nuestro país . La serie, atinadamente nombrada “Diversidad Nacional”, es conformada por 12 documentales, grabados en distintos estados de la república, que exploran la vida de aquellos que han decidido unirse a las filas de los hip-hoperos, skaters, rockabillys, adeptos al Hi-NRG, rockeros, cholombianos, otakus, cholos, lolitas, surfers, bikers y góticos. Las primeras entregas de esta serie ya se pueden disfrutar en: www.youtube.com/ cervezaindio
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a vida, dicen por ahí, es una serie de sucesos efímeros, sin embargo, cada uno de ellos puede ser preservado mediante la memoria y archivado para el futuro, al mismo tiempo que creamos nuestra historia. En el caso de los 120 años de INDIO, la celebración de la diversidad en México será algo que permanecerá a través de los diseñadores ganadores de la convocatoria de etiquetas conmemorativas, así como por la campaña publicitaria que la acompañó y por dos acciones que la marca tuvo a bien tomar. La primera de ellas es un libro editado por Marvin, titulado INDIO 120 años celebrando la diversidad en México. En éste se puede conocer más a fondo las tribus urbanas que cada etiqueta conmemorativa toma como inspiración, desde sus orígenes hasta su estilo, personajes icónicos y relevancia en México. Cada una de ellas acompañada de su etiqueta y el nombre del diseñador responsable de ésta.
Descarga la aplicación móvil, captura todas las etiquetas en tu álbum digital y gana puntos.
Además no olvides que, como en nuestra edición pasada, en este número y en el de noviembre, podrás encontrar una serie de portavasos coleccionables, para así llevar la celebración de los 120 años de INDIO y la diversidad a todas tus fiestas. M