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# 04 LITERATURA MÚSICA CINE FOTOGRAFÍA ARTE / GRATIS

MÚSICA / pag. 6 Elis Regina: Lembranças do Porto Alegre

TEATRO / pag. 24 Marc Caellas: El paseo de Robert Walser

CINE / pag. 16 Lech Majewski, Viaje al interior de un cuadro

ARTE / pag. 34 Fotografía, Santiago Llambí Cambpbell

Por primera vez en Argentina

Alberto Giacometti en la Fundación PROA

En este número: Crímenes ferpectos, una fotonovela


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D I C I E M B R E / 2012

Director y Editor Vicente Grondona vicente@revistamenu.com.ar Dirección Ejecutiva Adrián Consoli Juan Matías Di Loreto Consejo Editorial Mercedes Álvarez Jorge Velasco Colaboran en este número Mariano Aja, Mercedes Álvarez, Marc Caellas, Fernando Cermelo, Luciano Di Vito, Magali Etchebarne, Marcelo Gutman, Santiago Llambi Campbell, Diego Menegazzi, François Mussard, Jorge Velasco.

editorial Diseño gráfico Wok Design www.wokdesign.com.ar Asesoramiento legal Mario Ricciuto Contacto comercial comercial@revistamenu.com.ar Buenos Aires: (011) 5272 5214 Mar del Plata: (0223) 519 1793 Correo, comentarios y sugerencias lectores@revistamenu.com.ar Agradecemos a Asoc. Amigos del MALBA, Fundación PROA, Gal. Ruth Benzacar, Mariela Gradel, Agustín Martire, Cecilia Pellerini, Esteban Rico.

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Menú no se responsabiliza por las opiniones vertidas por sus colaboradores ni por la publicación de las fotografías cedidas por gentileza de sus entrevistados. Todo el material editorial y visual contenido en las publicidades incluidas en Menú son responsabilidad absoluta de los anunciantes.

Desde nuestros comienzos, nos negamos a simplemente seguir lo que nos imponía el mercado, la tendencia o los especialistas. Leemos, escuchamos, respetamos y compartimos, claro está, la opinión de expertos. Pero necesitamos ir mas allá de lo que es obvio y accesible para todos. No por snobs, o porque necesitemos diferenciarnos, sino porque nos gusta que cada edición de la revista transmita la sensación de sorpresa que tenemos cuando nos llega un texto, una serie de fotos o cualquier otra creación de algún artista, sea consagrado o no. No queremos decir con esto que artistas consagrados o reconocidos no tengan lugar en Menú. De hecho, en esta edición dedicamos varias páginas a la muestra del gran Alberto Giacometti que se realizará en Proa a partir del mes de octubre, con un rico texto del crítico Marcelo Gutman. Y Jorge Velasco, luego de una visita a Porto Alegre, nos escribe sobre la cantante Elis Regina, homenajeada recientemente en una importante muestra en la capital gaúcha. Nos interesa publicar contenidos de gente talentosa, sin importar su currículum o lugar de origen. Sentimos

respeto y admiración por los creadores, y es nuestro objetivo reflejar con calidad y de la manera más profesional sus producciones. Invitamos por primera vez en este número a un grupo de artistas (autodenominados “Team O”) a producir una pieza de un género olvidado: la fotonovela. Guionista, escritor, productor y diseñador de arte trabajaron en equipo con total libertad de tema, con la única limitante del espacio de dos páginas. Sorpresa, calidad e irreverencia. Le propusimos al destacado diseñador gráfico francés François Mussard que interviniera las 4 páginas centrales de la revista. Nuevamente, libertad total para proponer y un resultado impactante. Desde ya, dimos siempre nuestra opinión como editores cuando nos la pidieron, pero dejamos en estos dos casos la revista como una tabula rasa. Mucho más contenido los espera en las páginas de Menú. No les contamos más, queremos que se sorprendan del mismo modo que nos sorprendemos nosotros al editar la revista. / Vicente Grondona

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/colaboradores

VICENTE GRONDONA Editor Economista, editor y productor musical, nació en Buenos Aires en 1974. Director y editor de la revista Métrica y socio fundador de la empresa Metricastore. Ha producido shows internacionales de artistas como Esperanza Spalding, Renaud Garcia Fons y David Amaya, entre muchos otros.

Daniel Mordzinski

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MERCEDES ÁLVAREZ Nació en Tandil, provincia de Buenos Aires, en 1979. Vivió en Mar del Plata hasta los diecinueve años. Entre 1998 y 2006 residió en España, donde se licenció en Sociología por la Universidad Pública de Navarra. Realizó un máster en Gestión Cultural. Desde hace más de diez años se dedica a escribir narrativa de ficción, fundamentalmente cuentos y novelas cortas. En la actualidad trabaja en el Centro Cultural de España y vive en Buenos Aires. Santiago Llambí Nació en Buenos Aires un año después de que comenzaran los ochenta. Trabajó de varias cosas. Su ánimo sigue el ritmo de su economía, y viceversa. Entusiasmado, insiste en la fotografía, creyendo que las imágenes -ahora, por un instante, alguna vez- hagan de la realidad una porción de materia asimilable.

Marcelo Gutman Nació en Buenos Aires en 1971. Artista, investigador y docente de Arte Moderno y Contemporáneo y curador independiente. Director de Testigos Oculistas: Centro de Investigación y Estudio sobre la vida y obra de Marcel Duchamp. Ha realizado visitas guiadas especiales en las muestras Fluxus, Andy Warhol y Daimler Art Collection para el MALBA. En el 2005 crea las Clínicas para Coleccionistas. marcelogutman.blogspot.com DIEGO MENEGAZZI Crítico de cine. Ha dictado numerosos cursos y seminarios sobre Historia y Estética Cinematográfica en varias instituciones como la Alianza Francesa, Villa Victoria Ocampo y Universidad Nacional de Mar del Plata. Desde el 2001 coordina los ciclos de cine-debate en el Museo del Mar y es programador de la sección “Desencuadres” en el Festival Internacional de Cine Independiente de Mar del Plata (MARFICI). FERNANDO CERMELO Nació en Mar del Plata en 1971. Es profesor de literatura, corrector de estilo y autor de reseñas y artículos de crítica literaria. Escribe relatos y tiene algunas novelas inéditas.

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JORGE VELASCO Psiquiatra, ávido lector y coleccionista de discos. Posee una de las colecciones de discos de jazz y música clásica más importantes de Argentina. Conduce desde 1991 el programa de radio “Niebla Púrpura”, por FM Residencias de Mar del Plata, donde comparte con la audiencia su pasión por la música y la literatura.

François Mussard Nació en Paris en 1965 donde vivió y trabajo como diseñador grafico. Llegó a Bs As en 2007. Es lo que hay esta compuesto en Politica Light diseñado por Sudtipo, tipógrafos en Bs As. La imagen viene del sitio web thisisnthappiness.com

Magalí Etchebarne Nació en Lanús en 1983. Estudió filosofía y ahora está terminando la carrera de Letras en la UBA. Trabaja como ghostwriter y como colaboradora de algunos medios. Publicó relatos en las antologías Historias mujeres infieles, Emecé, 2008, en El amor y otros cuentos, Mondadori, 2011 y en El tiempo fue hecho para ser desperdiciado, Perro Negro, Chile, 2012.

Mariano Aja Nació en Buenos Aires en el 63 (sí, como Fito). Pasó de la redacción de un diario centenario en fines de los 80 a la moderna redacción publicitaria de los 90, con idas y venidas en los 2000s por la poesía, los guiones y el relato. Hoy hace arte digital sin ánimo de nuevas mudanzas.

Marc Caellas Escritor, director de teatro y programador cultural. Nació en Barcelona en 1974 y ha vivido en Londres, Sao Paulo, Miami, Caracas, Bogotá y ahora Buenos Aires. Publicó Carcelona (editorial Melusina, 2011). Sus últimos montajes son Entrevistas breves con escritores repulsivos y Las listas. marccaellas.com



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música

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Viva Elis (Lembranças do Porto Alegre) La voz apasionada de Elis Regina es la antítesis del susurro suave de la bossa. Verla nos produce la contradicción, de una actitud expansiva y risueña, con un costado oscuro y dramático que la convierte en una versión latina de Billie Holiday. Jorge Velasco nos cuenta desde Porto Alegre sobre vida y obra de esta intensa y talentosa cantante de Brasil. POR Jorge Velasco / ILUSTRACIÓN MARIANO AJA

Para la pequeña Elis marplatense

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legué a Porto Alegre pensando en otra cosa. Ubicado en el Centro Histórico de la ciudad salí a media tarde a caminar con unos colegas; en unos minutos llegamos a la Plaza 15 de Noviembre y nos metimos en el pintoresco Mercado Público, que me hizo recordar el antiguo Abasto antes del Shopping; es el mercado de las especias y punto de encuentro de esta particular ciudad, que me hizo pensar una reflexión de Vitor Ramil: que este es otro Brasil. Continuamos caminando hasta la Plaza Alfândega, donde se encuentra el Museo de Arte de Río Grande do Sul, que no contaba con su muestra habitual, ya que presentaba una exposición de arte contemporáneo. Volvimos para tomar la Rua dos Andradas donde compré algunos discos recién editados, y seguimos rumbo al Estuario do Guaíba. Ya se hacía de noche y yo me sentía un poco inseguro (una sensación) pero mis acompañantes, mas valientes que yo, insistieron, así que yo me encomendé frente a la impresionante Igreja Nossa Senhora das Dores; y así arribamos a la Av. Presidente Joao Goulart y en pleno crepúsculo se alzaba la imponente Usina del Gasómetro iluminada su entrada por una gigantografía con la leyenda “Viva Elis” y fotos de la inolvidable cantante.

Cruzamos la avenida e ingresamos a esta antigua planta de gas, hoy reconvertida en un museo de tres plantas que funciona como Centro Cultu-

Elis tiene lugar en ese paraíso, que siempre imagino, de todas las voces y del inmenso tesoro de la música de los pueblos. ral con una superficie de 18.000 m², con sala de exposiciones, biblioteca y cine. En la planta baja, un laberinto de paneles que relataban en fotos la vida de Elis, decenas de equipos individuales de audio-video con toda su discografía, vestidos usados por la artista a lo largo de su carrera y por último una pequeña sala también en laberinto que dada la hora disfrutamos a solas de un original video con los momentos, frases y canciones emblemáticas con un final a capella de “Fascinación”, esa maravillosa canción de moda de los 50s, a raíz de formar parte de la banda de sonido de Amor en la Tarde, film de 1957 del gran Billy Wilder con Audrey Hepburn, Gary Cooper y Maurice Chevalier, que si mal no recuerdo era cantada por Connie Francis.

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Elis Regina: Um Dia Warner, 1979.

Así salí canturreando fascinado y preguntando a las chicas del museo a que se debía esta muestra, y allí además de darme un sticker de recuerdo me informaron que se conmemoraban los treinta años de la muerte de la cantante, una de las mas importantes, no solo de Brasil, sino de ese rico conjunto de voces populares imprescindibles que van de Edith Piaf a Mercedes Sosa, o de Ella Fitzgerald a Violeta Parra. Elis tiene lugar en ese paraíso, que siempre imagino, de todas las voces y del inmenso tesoro de la música de los pueblos.

Verla nos produce la contradicción, de una actitud expansiva y risueña, con un costado oscuro y dramático que la convierte en una versión latina de Billie Holiday. Nacida en la capital gaúcha el 17 de marzo de 1945, con apenas 20 años se hace cargo en San Pablo, del programa de TV que es el testimonio de la edad de oro de la M.P.B. (Música Popular Brasileña). Escribe Caetano Veloso en su notable libro Verdad Tropical: “…con Elis el drama y los grandes gestos volvían a la M.P.B. a través de la televisión” “…Tenía una voz limpia y brillante y su seguridad en términos musicales era impresionante”. En ese programa actuó junto Dorival Caymmi, Baden Powell, Jair Rodrigues, Elsa Soares, Rosinha da Valença, Wilson Simonal, Hermeto Pascoal y el Zimbo Trío, entre tantos. Preservo como una joya los tres CDs de No Fino da Bossa, que así se titulaba el programa. Que por otra parte fue punto de partida para los jóvenes talentosos que hoy son los grandes de la música brasileña, el nombrado Caetano, Chico Buarque, Milton Nascimento, y el futuro ministro de cultura Gilberto Gil, que, como cuenta la propia Elis, este magnífico autor y cantante pudo dejar su trabajo de vender jabones para mantener a su familia y empezar a ser quien es. Así también fue beneficiado por la curiosidad, generosidad y visión de Elis, un jovencísimo Edu Lobo que quedó consagrado por la impactante versión de “Arrastrao” que realizó la cantante.

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Dentro de la compleja discografía de Elis, de los cuales unos diez llevan el mismo título, Elis, se encuentran Falso Brilhante, Essa Mulher y por supuesto la joya de la corona: Elis y Tom. Pequeña, bella y temperamental, su apodo más conocido, Pimentinha, lo dice todo. Cualquiera puede consultar su biografía. Yo solo quiero destacar que su voz apasionada es la antítesis del susurro suave de la bossa. Verla nos produce la contradicción, de una actitud expansiva y risueña, con un costado oscuro y dramático que la convierte en una versión latina de Billie Holiday. “Cantar es como un sacerdocio”; “La música es mi brazo, mi motor, mi combustible y soledad”; “Entre la espada y la pared, me lanzo hacia la espada”. Son sus frases. El 19 de enero de 1982 a los 36 años, en San Pablo, se lanzó hacia la espada. Mientras escribo esta nota en nuestro país el sello Warner tuvo la delicadeza este treinta aniversario, y editó cinco discos de la ultima fase de Elis. Así contamos con Elis Regina: Um Dia, doble CD que reúne dos shows, uno por la tarde y otro por la noche del 20 de julio de 1979 en Montreux, una de los primeras incursiones no tradicionales, que luego se convertiría en una característica de este afamado festival de jazz. Cuenta el disco con un bonus notable junto a Hermeto Pascoal en piano. Otro álbum doble es de 1980 Saudade do Brasil, que rescata un show en el mítico Caneçao de Rio. Se suma Elis Vive también en vivo en el Palacio Anhembi de San Pablo en 1979. La reedición de un clásico ya mencionado Elis, essa mulher, y por último una recopilación: Elis Por Ela. Todos un auténtico acto reparatorio para este mito de la canción a secas. Hoy nos quedan dos hijas de Elis, una biológica que tuvo con el/su pianista y arreglista César Camargo Mariano, la ascendente María Rita; y su otra hija, geográfica, la talentosa Adriana Calcanhotto, que nos deslumbró con su “Vamos comer Caetano” haciendo ritmo con un plato y un cuchillo (daban ganas de alcanzarle un tenedor) y otras tantas hijas, las grandes cantantes de hoy. Los dejo escuchando ese himno que es “Águas de Março”, que según “La Voz” Frank Sinatra: “Es lo mas cercano a la perfección”. /

Saudade do Brasil Warner, 1980.

Elis Vive Warner, 1979.

Elis, essa mulher Warner

Elis Por Ela Warner


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/NOVEDADES

MÚSICA

/ BOB DYLAN Rock / Pop

Tempest, es el primer álbum de canciones originales de Dylan desde Together through life publicado en 2009, el mismo año que su disco de cantos tradicionales de Navidad Christmas in the heart. Robert Zimmerman, su verdadero nombre, de 71 años, convertido al cristianismo en 1979, quería en un primer momento que todo el disco girara alrededor del tema de la religión. Aunque no evoque directamente la religión, Tempest, cuyos textos están repletos de referencias bíblicas, explora las profundidades de la naturaleza humana, sus grandezas y bajezas, su búsqueda de amor y de venganza, la violencia y la muerte. Tempest es un disco accesible y variado, anclado en las raíces de los géneros musicales estadounidenses: el rock, la americana, el blues, el folk y el jazz.

/ MARK KNOPFLER Rock / Pop

Privateering es el octavo álbum en solitario de Mark Knopfler. Se incluyen 20 canciones grabadas en el estudio de grabación del artista con la ayuda de su banda habitual y varios colaboradores de lujo, como Kim Wilson (arpa) de los Fabulous Thunderbirds, Tim O’Brien (mandolina), la cantante Ruth Moody, de The Wailin’ Jennys, Paul Franklin (guitarra steel) y Phil Cunningham (acordeón). Un álbum muy ecléctico musicalmente, pero que mantiene una unidad temática marcada por la nostalgia de los viajes y las despedidas que queda muy clara en la canción que da título al álbum, “Privateering” (Corsario). Además de los viajes, las despedidas y las ilusiones perdidas, otro de los temas presentes este nuevo álbum es el dinero y la crisis, como en “Kingdom of Gold”, que habla de la codicia.

/ PITINGO Flamenco

Pitingo, español oriundo de Huelva tiene un estilo realmente único, combinando su origen flamenco con otros ritmos como el soul y la música cubana. Malecón Street, su último proyecto; un viaje al panorama musical cubano de los años 20, rescatado para el presente a través de la memoria de los grandes autores olvidados con el paso del tiempo. Un álbum irresistible, con toda la magia de la Cuba de antaño y de la vieja Habana, heredera del modo de entender la música de los compositores de entonces, que aunque poca gente sepa hoy sus nombres hicieron famosos a los intérpretes que pusieron la voz a sus canciones, esas que marcaron una época de la historia de la música, como “Nosotros”, “Guantanamera”, “Contigo en la Distancia”, “Quizás, Quizás, Quizás”, “Inolvidable”, etc.

/ SOLEDAD VILLAMIL World Music

Canción de viaje es el tercer trabajo discográfico de la consagrada Soledad Villamil, en donde se aproxima a una interpretación cada vez más lúcida y lograda. Este disco, tan rico en su despliegue musical y en su esencia creativa pasea por momentos inolvidables; desde la versión desenfadada de “Biromes y servilletas” de Leo Masliah a la maravillosa “Maldigo del alto cielo” de Violeta Parra y, pasando desde un samba brasilero hasta llegar al recordado vals de Rosita Melo “Desde el alma”. La acompañan en este viaje músicos de primer nivel tales como Daniel Maza, Facundo Guevara, José Teixidó y Juan Tarsia, entre otros.

Cancion de viaje SOLEDAD VILLAMIL SonyBMG Tempest BOB DYLAN SonyBMG

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Privateering MARK KNOPFLER Universal

Malecon Street PITINGO Universal


/ del día

/ CHAMBAO Chambao SonyBMG

/ HUGO FATTORUSO TOMOHIRO YAHIRO World Music

Dos Orientales, el proyecto de Fattoruso-Yahiro, ya ha girado 5 veces alrededor de Japón y en cada gira han tocado en más de 24 ciudades, aprovechando para grabar durante ese lapso 2 discos, el primero llamado Dos orientales (editado en Argentina a fines de 2010). Su segundo y más reciente trabajo Orienta ha sido grabado en Tokio durante el mes de noviembre de 2010 y ha sido prenominado a los premios premios Grammy 2011, en el apartado de Best World Music Álbum. Para esta obra recopilan composiciones nuevas a dúo, muchas de Fattoruso y solo dos versiones, ambas con aires brasileños: un tema de Ryuichi Sakamoto en el que la armonía parece venir de la tierra de la bossa nova. Y al final se despachan con un himno de la música popular brasileña, Aquarela do Brasil, en versión instrumental con acordeón al frente en una cadencia melancólica que descoloca y enamora.

/ GILBERTO GIL

Este nuevo disco mantiene la esencia Chambao, un crisol de músicas sureñas y mediterráneas, de alcance global y tratadas con imaginación, raíz contemporánea y extrema sensibilidad.

World Music

Con la flamante edición de Concerto de Cordas & Máquinas de Ritmo, Gilberto Gil logra plasmar una selección de canciones de singular intimismo y delicadeza. Con la participación del gran violoncellista Jaques Morelenbaum, el violinista francés radicado en Brasil Nicolas Krassik, su hijo Bem Gil en guitarras y el percusionista Gustavo di Dalva, el resultado es, sin dudas, una joya de la música popular brasileña. Como festejo de sus 70 años de edad y 50 años de carrera, este concierto filmado y grabado en vivo en Río de Janeiro logra la difícil combinación de sonar moderno y clásico a la vez, por la unión de las cuerdas con los elementos electrónicos del percusionista. En vivo junto a la Orquesta Sinfónica da Universidade Federal, el repertorio se centra en gemas, como “Domingo no parque”, “Andar com fé”, “Panis et circenses”, “Máquina de ritmo”, etc., junto a homenajes a Tom Jobim (“Outra vez”) y Luiz Gonzaga (Juazeiro).

/ Brian Chambouleyron Canciones al Oido Random Records Quinto disco de Brian, con versiones de creadores noveles argentinos y canciones del repertorio internacional Según el propio artista define, se trata de “un regreso a la expresión íntima y susurrada”. en un itinerario que va de Acho Estol a Charles Trenet.

/ ALANIS MORISSETTE Havoc and Bright Lights Rp Music

Orienta HUGO FATTORUSO TOMOHIRO YARIRO Barca

Concerto de cordas e Máquinas de ritmo GILBERTO GIL Random Records

Enmarcado en un telón de fondo musical de melodías brillantes y audaces, guitarras con adrenalina y texturas sonoras exuberantes, el álbum muestra la misión de Morissette en su vertiginosa y segura voz, mientras que los urgentes ritmos del rock remarcan sus temas.

/ THAD JONES The Magnificent Thad Jones EMI/Blue Note En 1956, el trompetista Thad Jones hizo su camino como líder ya fuera de su importante rol en la Count Basie Orchestra, había grabado con Charles Mingus. Pero este lanzamiento con Blue Note lo establece como uno de los músicos y compositores de primera línea del jazz moderno y se llama Magnificent (magnífico) por muchas y buenas razones.

/ FREDDIE HUBBARD Without A Song EMI/Blue Note Without a Song, muestra a Hubbard en su primer faceta técnica y creativa como uno de los primeros virtuosos de la trompeta de su generación. Su banda estaba conformada por el pianista Ronald Hanna, el bajista Ron Carter y el batería Louis Hayes.

/ RENEE FLEMING Ravel: Poemes Universal Poèmes es el nuevo disco de la soprano Renée Fleming, en el que se recoge su primera grabación del poema de Shéhérazade de Ravel. Este excelente disco les encantará a todos los apasionados del repertorio vocal francés del siglo XX.

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/NOTA DE TAPA

ARTE

Alberto Giacometti en Fundación PROA Por primera vez en Argentina, se realiza una retrospectiva de Alberto Giacometti (Borgonovo, Suiza,1901-Coira, Suiza, 1966), uno de los más importantes artistas del siglo XX. POR Marcelo Gutman / FOTOGRAFÍAS FUNDACIÓN GIACOMETTI

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a retrospectiva que plantea la curadora Véronique Wiesinger, compuesta por más de 130 piezas provenientes de la Colección de la Fundación Alberto y Annette Giacometti de París, se estructura de manera lineal, entre lo cronológico y lo temático, abarcando los períodos de su producción artística desde la etapa inicial en su Suiza natal, su temprana formación ligada a Cézanne y la revisión de los grandes maestros, la presencia del padre-artista, Giovanni Giacometti, el arte africano en los años 20, hasta sus más conocidos estudios de cabezas y retratos, sus emblemáticas figuras femeninas y personajes caminando de las décadas del 40, 50 y 60 que supusieron un cambio radical en la historia de la escultura. Una línea de tiempo que permite apreciar las diversas disciplinas que Giacometti experimenta a lo largo de su carrera (escultura, pintura, dibujo, grabado, arte decorativo). Récord absoluto el pasado año con El hombre caminando I (1961), con 104,3 millones, el artista sui-

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Donde: Fundación PROA Av. Don Pedro de Mendoza 1929, Buenos Aires. Curadora: Véronique Wiesinger Desde el 13 de octubre de 2012 hasta el 9 de enero de 2013.

zo participó directamente en los principales movimientos de las vanguardias y se relacionó con los grandes creadores del momento. La exhibición es como un bosque de figuras agrupadas en sus pedestales o resguardadas en sus estructuras metálicas en forma de jaulas que, colocadas sobre grandes mesas de madera, quedan a la altura de los ojos del espectador. Los pellizcos en bronce y su peculiar manera de concebir el frente y la espalda de cada escultura se pueden contemplar con todo lujo de detalles. Su búsqueda de la simplificación de la figura humana se puede seguir a partir de sus primeros trabajos (foulards, percheros, lámparas de pie), así como sus incursiones en el surrealismo (Mujer tendida que sueña, “objetos desagradables”), uno de sus más interesantes períodos. Residente en París desde 1922, a partir de 1929 su amistad con Jean Cocteau y André Masson le lleva a militar con entusiasmo en el grupo de André Breton.


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Se incluyen además óleos de pequeño tamaño y dibujos hechos con bolígrafo o lápiz con los rostros de sus seres más próximos. Pero el Giacometti más inquietante y más personal surge después de ser expulsado del grupo surrealista, momento en el que se dedica a crear sus delgadísimas figuras, que caminan en el espacio pegadas a sólidos pedestales. Es una etapa de gran incertidumbre personal para el artista. Véronique Wiesinger, quien además es la directora de la Fundación Giacometti, mantiene que la muerte del padre es determinante para su replanteamiento de la escultura. “Parecen hombres perdidos caminando hacia el vacío, hacia la muerte”. El hombre que camina es la pieza cumbre de esta etapa, y sirve de broche de la exposición. Pero la que aquí se muestra no es la misma pieza adjudicada en Sotheby’s. Forma parte de una serie de 12 hechas con el mismo molde, pero con un toque artesano que las hace diferentes, según Wiesinger. El broche final de la exhibición serán los retratos realizados al artista, primeros y medios planos firmados por Avedon, Man Ray e Irving Penn. Siempre serio y mirando a cámara con fuerza, parece estar explicando los motivos por los que se dedica al arte, y que detalló en una entrevista concedida en 1965: “Hago pintura y escultura para defenderme, para alimentarme, para atacar.... Para ser lo más grande posible, para vivir mi aventura, para hacer mi guerra“.

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Alberto Giacometti y el surrealismo El período surrealista del artista, uno de sus más intensos, ocurre entre 1929 y 1934. Salvador Dalí y André Breton declararon que la Bola suspendida fue el origen de todos los objetos surrealistas; de esta manera algunos de sus trabajos le han dado un status casi místico. André Breton buscó a Giacometti en 1930 y lo invitó a unirse a los surrealistas, y el artista aceptó participar de sus manifestaciones en 1931, 1932 y luego en 1933, pero nunca estando sometido completamente al dogma de Breton. Giacometti estaba fascinado por la idea surrealista de estar buscando nuevas formas para representar los procesos internos de la psique, y esto se expresa en esculturas como Objeto desagradable para tirar. La obra, que recuerda a una máscara, es una prueba del interés de Giacometti en el arte africano, las esculturas cícladicas y el arte precolombino. En 1932 pasó más hacia el ala izquierda de los surrealistas, encabezados por Louis Aragon, y publicó algunas caricaturas en las revistas, La Lutte y Commune. En el Salón des Surindépendants de 1933 Giacometti una vez más hizo gala de su trabajo junto con los otros surrealistas, pero al año siguiente, después de la muerte de su padre, comenzó a trabajar en esculturas realistas y es ahí dónde Breton lo acusa de traición y donde rompe con el grupo.


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Pero en 1938, entre el 7 y el 18 de Junio, en la Galería Pierre Colle, Giacometti participa de una exposición colectiva junto a los mayores exponentes del surrealismo, presentando La hora de los huellas, Maniquí, El palacio, Mesa surrealista y varios objetos mencionados sin título en el catálogo. Aunque no se trate de collages tridimensionales, como los objetos de funcionamiento simbólico, y aunque sus formas estén creadas de principio a fin por el escultor, toda la obra surrealista de Giacometti hace referencia al mundo de los objetos, concebidos, a menudo de una manera precaria, y que a veces requieren ser vistos desde arriba o ser manipulados y dispuestos libremente. De hecho, era lo que buscaba el escultor, la sensación de que sus obras habían nacido sin ningún rastro de improvisación de la mano, ni marcas de espátula o cincel. “Durante años -le explicó a Georges Charbonnier- las esculturas se presentaban a mi pensamiento totalmente acabadas”; de ahí que la ejecución fuera “casi una carga. Tenía que verlas hechas, pero el hacerlas, en sí, era irritante. Como el esbozo era de yeso, era esencial que

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las realizase un ebanista, para que yo pudiera verlas terminadas, como una proyección”. Concebida especialmente para la exposición, la Mesa surrealista responde perfectamente a este problema crucial que se le planteaba al artista, el de la distinción entre el objeto surrealista -concebido a partir de elementos de la realidad- y la escultura, que justamente criticó Dalí en su análisis de la Bola suspendida. El título, que al parecer fue elegido por el propio Giacometti, justifica plenamente la abundancia de referencias al surrealismo, todavía más patentes en un dibujo del mismo año titulado Encuentro en un pasillo y reproducido en el nº 5 de Le Surréalisme au service de la révolution: un tronco -o tal vez una pierna enorme- sostiene el tablero de un extraño velador donde se apoyan una manzana y un paraguas. Parece ser que Giacometti confesó a James Lord un profundo desagrado ante la competitividad que le impulsaba durante aquella época, “la impresión de que un artista trabajaba en contra de otro, y hasta de que explotaba ideas que no siempre le pertenecían originalmente”. /


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/Lech Majewski

cine

Viaje al interior de un cuadro De vez en cuando la cartelera de cine se ve sacudida por algún objeto inusual que se aparta de su lógica mercantilista. Es el caso del estreno de El molino y la cruz, donde el director polaco Lech Majewski recurre a los últimos adelantos de la tecnología digital para recrear el proceso creativo de la pintura El camino al calvario de Pieter Brueghel. POR Diego Menegazzi

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a obra de Lech Majewski es uno de los secretos mejor guardados del cine contemporáneo. Solo quienes concurren asiduamente a los festivales han podido apreciar sus excepcionales films. Pintor, poeta, novelista y cineasta, Majewski pertenece a esa clase de artistas que van a contracorriente de las tendencias actuales. Su cine establece un diálogo con las otras artes a la vez que plantea interrogantes sobre la creación, el misterio de la existencia y otros temas de carácter metafísico. Films como El cuarto de los ciervos, Angelus, El jardín de las delicias terrenales o Labios de cristal, se encuentran entre los puntos más altos de una obra tan fascinante como desconocida para la mayor parte del público argentino. El molino y la cruz se basa en la pintura El camino al calvario realizada por Pieter Brueghel en 1564 que retrata la pasión de Cristo en el marco de la brutal ocupación española en Flandes. A partir de un ensayo escrito por el crítico de arte Michael Francis Gibson, Majewski decidió tomar doce personajes del lienzo y desarrollar sus historias junto al proceso creativo del propio pintor. El cuadro cobra vida a través de la tecnología digital, en un proceso que demandó cuatro años de intenso trabajo. Las locaciones reales se fusionan con los elementos pictóricos y el resultado impacta por su belleza. Dice el director: “Los efectos visuales fueron

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realizados por Odeon en Varsovia. Cada escena es una combinación. Comenzamos sacando los personajes del lienzo. Luego analizamos la perspectiva en el ordenador y nos dimos cuenta de que no había una única perspectiva sino varias. Creemos que Brueghel estaba usando varios bocetos desde distintos puntos de vista mientras pintaba. Fotografiamos y rodamos cada una de las perspectivas individuales. Puedes fotografiar las rocas, por ejemplo, pero tienes que filmar la hierba y los árboles a causa del movimiento. Existen capas y capas de perspectiva. En promedio, cada escena

tiene 40 capas. La escena del inicio, donde tienes a toda esta gente de pie, tiene 172 capas. Cada figura que uno ve ha sido puesta en la película por separado”. El film se propone desentrañar los misterios del cuadro de Brueghel. Para ello, Majewski disecciona cada elemento de la composición para comprender las intenciones del pintor y el marco histórico en el que se desarrolla. Vemos a Brueghel dibujar mientras habla con su mecenas. Contemplamos el calvario de Cristo oculto entre una multitud indiferente. Somos testigos de las atrocidades cometidas por los soldados españoles con los campesinos del lugar. La Virgen María sufre en silencio, mientras el molinero, representando a Dios, observa todo lo que ocurre desde lo alto de la montaña. Una macabra danza de vida y muerte se desarrolla ante nuestros ojos y solo el pintor podrá dar cuenta de los acontecimientos en todos sus detalles. Sin duda, la visión de El molino y la cruz resulta imprescindible por su audacia y su poderío visual. Se trata de una experiencia radical que desafía no solo las convenciones cinematográficas sino también los hábitos más arraigados del espectador. En el film, los diálogos son escasos pero significativos. Las imágenes hablan por sí mismas, nos invitan a descubrir el sentido oculto de las escenas. Majewski apuesta a nuestra capacidad de contemplar el paisaje pintado por Brueghel, para exponer en toda su complejidad los dificultosos caminos de la creación artística. /


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/RECOMENDACIONES

DVD

VIOLETA SE FUE A LOS CIELOS Chile, 2011 Dir: Andrés Wood. Con Francisca Gavilán, Thomas Durand y Christian Quevedo. COPIA CERTIFICADA Francia/Italia/Irán, 2010 Dir: Abbas Kiarostami. Con Juliette Binoche, William Shimell y Jean-Claude Carrière. Drama *****

Esta es la historia del encuentro entre un hombre y una mujer en un pequeño pueblo italiano del sur de la Toscana. Él es un escritor inglés que ha venido para dar una conferencia. Ella es una galerista francesa. Se trata de una historia universal, que parece tener ecos de “Viaje en Italia” de Roberto Rossellini. Pero como siempre sucede con el cine del director iraní, es un film de naturaleza reflexiva, sobre lo original y su copia, sobre la realidad y su representación.

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Drama ****

En este film sobre Violeta Parra, Andrés Wood nos acerca al mundo interior de la famosa cantautora, a través de un intenso relato que va y viene en el tiempo y en los lugares: desde su búsqueda casi antropológica de las raíces ancestrales de la música de su país hasta su experiencia con la “universidad del folkore” en una carpa que montó en La Reina, pasando por sus coqueteos con la pintura en París o sus tortuosas relaciones afectivas para llegar a su final por todos conocido.

ADAM, MEMORIAS DE UNA GUERRA USA/Alemania/Israel, 2008 Dir: Paul Schrader. Con Jeff Goldblum, Willem Dafoe y Veronica Ferres.

QUEIMADA Italia/Francia, 1969 Dir: Gillo Pontecorvo. Con Marlon Brando, Evaristo Márquez y Norman Hill.

Drama ****

Drama ****

Adam Stein es un artista de circo que fue encerrado en un campo de concentración, en donde logró sobrevivir convirtiéndose en la mascota de un sádico comandante nazi. Al terminar la guerra, Adam intenta en vano reconstruir su vida. Agobiado por el recuerdo de las humillaciones vividas, ingresa en un hospicio en el desierto de Israel, en donde la mayoría de los pacientes son sobrevivientes del holocausto.

En pleno siglo XIX, en una isla caribeña, los esclavos de las plantaciones de azúcar portuguesas buscan rebelarse obteniendo el apoyo de los intereses del gobierno inglés. El agente Sir William Walker es el nexo entre los habitantes de la isla de Queimada e Inglaterra, y tiene a su cargo la misión de provocar la revuelta de los nativos, obtener el dominio del mercado de azúcar y devolver a los rebeldes nuevamente a su situación de esclavitud.

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SYMPATHY FOR THE DEVIL Gran Bretaña, 1968 Dir: Jean-Luc Godard Documental ****

Tomando como trasfondo el panorama cultural de finales de los años 60, JeanLuc Godard nos ofrece en este documental un testimonio imprescindible de lo que se dio en llamar la contracultura occidental. Con un análisis profundo del movimiento de los Panteras Negras y con referencias a los trabajos de LeRoi Jones y Eldridge Cleaver, el film incluye una visita a los Rolling Stones en el estudio de grabación. /

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/MARC CAELLAS

TEATRO

El Paseo de Robert Walser Por una vez, sin que sirva de precedente, la contratapa no miente. Las notas de Carl Seelig sobre sus Paseos con Robert Walser no tienen parangón en la historia de la literatura. Durante veinte años, Seelig visita regularmente a Walser en el sanatorio donde éste se recluye por su propia voluntad. Las visitas son en realidad paseos por senderos, valles y montañas suizas, paseos en los que entre silencios y nubes, entre quesos y meseras, entre cervezas y cigarrillos, los lectores vamos descubriendo fascinados la naturaleza más íntima del escritor suizo. por Marc Caellas

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o hay obligaciones de la amistad. No existe más que la amistad, libre y sin ataduras. Con precisión de relojero suizo, Seelig va anotando los pensamientos de Walser y se hace las mismas preguntas imposibles que su admirado amigo, ¿acaso la naturaleza viaja al extranjero? El escritor mira los árboles y se dice que si ellos no se van, ¿por qué no iba yo a poder quedarme? El sosiego que encuentra Walser doblando bolsas de plástico o limpiando las lentejas de la cena del manicomio no lo cambia por esas noches sombrías en Berlín, Berna o Biel de comienzos del siglo XX en las que intentó incubar textos que fueran a extasiar o atormentar a su público. El artista, piensa Walser, tiene la obligación de hacer reír o llorar. Si no se logra, mejor dedicarse a mirar las nubes, esas nubes que agitan el cielo, que lo vuelven más humano, esas nubes tan sociables como los buenos y callados compañeros, como el propio Seelig, su fiel amigo y silencioso colega de fatigas. Me he sentido un poco Seelig paseando con Esteban Feune de Colombi por las calles de Buenos Aires, hablando con

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los vecinos de Boedo, conversando sobre la mejor manera de trasladar a la calle un texto literario. Recuerdo una tarde, en uno de los primeros paseos, plantados frente a la panadería, indignados con los rótulos en inglés de la panadería (lunch, delivery), cuando un señor se acerca a Walser, digo a Esteban, y le pregunta: ¿ése de ahí es su padre? refiriéndose a mí. Imperturbable, Esteban le responde con un gesto afirmativo. Dígale, continúa, que se quite las manos de los bolsillos, que si se cae se hará daño. O un rato después, ensayando la escena de la cantante, cuando se nos acerca otro espontáneo para confirmar que somos del servicio de declamación, lo que efectivamente le confirmamos, quedándonos nosotros con la duda de si de verdad existe ese servicio municipal. Llegados a este punto vale la pena anotar otra máxima walseriana: se puede engañar a los demás, pero a la larga uno nunca se engaña a sí mismo. En Boedo un joven colorado alto y elegante, que pasea su sombrero en día laborable, no pasa desapercibido para los habituales del café que hace esquina en Carlos Calvo y La Plata. De repente su rutina se ve alterada por un señor que les

El paseo de Robert Walser –así escrito, todo junto, dirigida por Marc Caellas y protagonizada por Esteban Feune de Colombi– es una propuesta escénica cambiante que se llevará a cabo en las calles de diferentes barrios de diferentes ciudades y a diferentes horarios. Suerte de city-tour unplugged y decimonónico, el trayecto empezará en una esquina, adonde un grupo de no más de 10 espectadores se encontrarán con el actor que interpreta al paseante de Robert Walser y lo seguirán durante una hora, en aparente anarquía, por el barrio en cuestión. Durante el camino se producirán encuentros, azarosos o no, con un panadero, con una actriz retirada, con un librero y con una empleada pública; por último, tendrá lugar un almuerzo en el comedor de la casa de una vieja mecenas, escena que da por terminada la obra. La idea del artefacto performático radica en transpolar la esencia del pensamiento y de la cadencia del fenomenal escritor suizo, que fue un claro precursor de Franz Kafka, a la esencia del pensamiento y de la cadencia contemporáneos, provocando un contrapelo; sobre todo, teniendo en cuenta que el presente se mueve demasiado veloz, sin tiempo para el futuro.


mira a través del cristal del local. Nuestra propuesta escénica se enmarca quizás en aquello que Reinaldo Laddaga llama un teatro de la aparición, un teatro integrado por figuras esencialmente pasajeras, que aparecen para desaparecer, que se agotan en su manifestación instantánea, y cuyo destino, una vez sus trayectorias canceladas, permanece indescifrable. El espectador pasea con Robert Walser y en ese deambular participa de este teatro de incidentes que aspira a embellecer por un rato la no siempre justamente ponderada vida cotidiana. Así como pocos viajeros osaban pasear por las nevadas cumbres suizas por donde caminaban Seelig y Walser, tampoco llegan, afortunadamente, los turistas al pasaje Pedro Bidegain. Una vía que para un apresurado ciudadano del siglo XXI no es más que otro anodino rincón de

la urbe, para un poeta puede convertirse en la inspiración que le haga preguntarse: ¿por qué no dejar que lo pasado se hunda y se pudra? ¿No son las ruinas más bellas que los remiendos? Y para remiendos los del señor Miguel, Miquelet para los amigos, un zapatero de familia mallorquina que interrumpe nuestros paseos con anécdotas del barrio, de la época de los tranvías o de cuando sus máquinas servían para algo más que para dejar testigo de un tiempo que ya no volverá. Cuando los artistas no mantienen una relación de tensión con la sociedad, se paralizan con rapidez, le dice una tarde Walser a Seelig. Se nota que el sabio suizo tuvo tiempo de reflexionar sobre el rol del creador en un mundo en el que todo se valora en cifras. Con un humor fino y mordaz, con unos niveles de au-

tocrítica sorprendentes, Walser construye con El Paseo una novela que, a más de cien años de ser escrita, sigue siendo tan reaccionaria como vanguardista, una oda a la libertad personal y a la valentía de no sacrificar la poesía y el lenguaje a los dictados de los mercaderes del templo. Plantear una obra para diez espectadores, a media tarde de un día laborable, puede parecer una excentricidad gratuita. Justamente ésa es la idea. Ofrecer al improbable lector/espectador un regalo inesperado: un paseo con Robert Walser. / + INFO Para información y detalles de próximos Paseos con Robert Walser escriban a robertwalser2012@gmail.com

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/RECOMENDACIONES

invitado

Luciano di Vito Tengo demasiados discos, cds, películas y libros. Elegir no es fácil pero es un gran ejercicio porque como a la hora de escribir, uno vive revisando sus preferencias. Por eso, la elección definitiva y acotada empieza y finaliza con aquellas imágenes, canciones y películas que simplemente, más me gustan y están ahí, a mano.

/ Películas

/ Libros

/ Discos

Érase una vez en América Sergio Leone

Historia abreviada de la literatura portátil Enrique Vila Matas

Travels Pat Metheny Group

Es la historia de dos amigos que se conocen de pibes. Arman una pandilla con otros y salen a conquistar el mundo como sea. Es la película póstuma del director Sergio Leone y en ella conviven la tristeza y la alegría todo el tiempo. Las actuaciones de Robert De Niro y James Woods son extraordinarias y las ambientaciones, el casting y los suburbios de Manhattan hacen que el viaje que propone esta película sea intenso, emotivo y violento. La leyenda de 1900 Giuseppe Tornatore Pocos recuerdan esta película. Es de Giuseppe Tornatore, el de Cinema Paradiso. Aquí el protagonista es Tim Roth que interpreta a un pianista nacido (y olvidado) en un barco transatlántico. Fóbico ya que nunca pisó tierra, tiene un talento descomunal para tocar el piano. Bucólica y por momentos genial, el personaje de Roth es conmovedor.

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+ MINI BIO: Periodista y escritor. Productor de televisión en la TV Pública. Conductor de radio en FM Palermo. Autor junto a Jorge Bernárdez de “Las aventuras de Perón en la tierra” publicado en 2011 por Editorial Sudamericana.

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Todos quisimos formar parte de un club secreto. Pero para entrar a este había que ser soltero, tener un espíritu innovador, ser nómade, tener una sexualidad extrema, ser un verdadero artista de la insolencia y tener una obra artística ligera para poder transportarla fácilmente. Según Vila Matas si uno tenía todos estos requisitos entraba a la literatura portátil y uno podía considerarse Shandy. Para ellos, la nada era su objetivo; el esfuerzo, inútil. Eso si, verdaderos artistas. La hora sin sombra Osvaldo Soriano La última novela del genial Gordo que cuenta la historia de un escritor que tiene por encargo escribir una imposible guía de pasiones argentinas. Para eso recorre el país en un Torino y escribe a medida que el azar y los hechos le suceden.Es un Soriano puro, plagado de humor negro que oscila entre los recuerdos de su padre y el devenir de los tiempos.

Escuché este disco por primera vez a los 17 años en un viaje a Brasil y literalmente me voló la cabeza. Recuerdo que lo compré en vinilo (que aún conservo) y en cassete “Are you going with me” me parece un tema perfecto que inclusive tiene una lejana influencia Piazzoliana, primero en las teclas de Lylye Mays y después en el poderoso sonido de la guitarra sintetizada de Pat. Un disco al que siempre vuelvo. Spinetta y las Bandas Eternas Spinetta La caja que contiene el concierto más impresionante de Spinetta y que, sin que supiésemos, era su despedida física de este mundo, es un recorrido potente por todas sus épocas. De esa noche en Vélez, las partes de Invisible y de Jade fueron tremendamente emotivas. Volver a escuchar ese material es sentir que la poesía de Luis jamás morirá.


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/PANORAMA

LITERATURA

Odio la narrativa Apuntes sobre la narrativa hispanoamericana contemporánea por Mercedes Álvarez / Ilustración MARIANO MORALES

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lgunos días atrás mi amigo Javier me escribió un correo. Estaba leyendo El arco iris de la gravedad de Thomas Pynchon, y encontró en medio de su lectura una frase que me copió en su mensaje: “Cuando me daba cuenta de que cometía errores, percibía que estaba en el camino correcto”. Como mi amigo es músico, la frase lo llevó a pensar en otras veces que había leído u oído esta frase en boca de los músicos. Ornette Cole-

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man, por ejemplo – me contó- dijo algo parecido en una entrevista, y también Frank Zappa (“Without deviations from the norm, progress is not possible”). Una posterior investigación conjunta en la web nos dirigió a encontrar este pensar en todos los rubros artísticos, e incluso entre los científicos. Wassily Kandisky le dice a Paul Klee en una carta escrita en 1911: “cada vez que critican y desaprueban mis experimentaciones me doy cuenta de

que estoy haciendo las cosas bien”. Maurice Maeterlinck: “Every time I make a mistake I think I have discovered a truth that I already knew”. Oscar Wilde: “Experience is the name we give to our mistakes”. Eugène Delacroix: “A veces hay que estropear un poquito el cuadro para poder terminarlo”. Y finalmente Alfred Hitchcock (por citar solo a algunos), quien siguiendo la línea de los anteriores afirma: “Hay algo más importante que la lógica: la imaginación”.


Es extraño, sin embargo, leer esta reivindicación de la desviación y el error tan rotundamente suscrita por algunos de los creadores más talentosos del siglo XX en un momento en que la falta de riesgo parece ser la norma. Me gustaría analizar más de cerca este fenómeno en la Literatura, que es la disciplina que mejor conozco, por no decir la única que conozco, en mucha menor medida de lo que me gustaría (pero, como se suele decir: “la voluntad es parte del talento”). Tendería a pensar que todos los escritores jóvenes hispanoamericanos, o muchos, o casi todos, tenemos un problema: nuestros libros, los temas planteados, la forma en que se plantean, resultan escandalosamente parecidos. En principio, uno diría que es bastante lógico que esto ocurra. El concepto de generación, que sirve para explicar tantas cosas, podría venir aquí en nuestra ayuda y hacernos entender que las dudas, alegrías, miserias y preguntas de las personas que nacieron más o menos en los mismos años, coinciden. Más difícil se nos hace explicar por qué coincide el estilo. Probablemente la respuesta la haya insinuado Luis Chitarroni, en una entrevista que concedió a Omar Genovese con motivo de su premiación en la Feria del Libro 2012 como Editor del Año, donde señalaba la enorme influencia de cierto tipo de literatura norteamericana de sesgo comercial en los últimos veinte años y concluía: “Nadie tiene en la actualidad ganas de deslumbrar por su sintaxis ni alguna cosa por el estilo (a nadie parece interesarle el estilo)”. A estas alturas, siendo los norteamericanos “minimalistas” (palabra de la que aún estamos desentrañando el significado), y en algunos casos, las peores traducciones de ellos, una de nuestras más flagrantes influencias, uno tiende a pensar que sería mejor empezar a odiarlos antes que seguir leyéndolos. Generaciones enteras de escritores educados en la mediocridad del taller literario, ávidos lectores de Carver que reproducen los rudimentos de sus frases como Dios les da a entender, vástagos huérfanos de tradición ¡increíblemente! poco preocupados por el esti-

lo. Con más o menos habilidad, mayor o menor talento, esta es gran parte de la literatura que consumimos y hacemos: estamos más apremiados por ponerle punto final a un relato y terminar de contar la historia que por el placer de trabajar con el idioma. A simple vista esta es una característica del escritor debutante. Cuando uno empieza a escribir, como es normal, está ansioso por llegar al final de la historia. Escribimos porque tenemos algo que decir, algo que contar, y la impaciencia nos gana. Lo extraño, sin embargo, es que éste sea un defecto en escritores que llevan más de una década aplicados al oficio. La otra pata del asunto es la ironía: el que no recae en el “minimalismo”, recae en la ironía. También Chitarroni decía hace poco en una entrevista: “Creo que a veces la ironía (como Valéry detectó del aforismo) es un abuso de confianza. Una especie de chantaje intelectual. Recuerdo cómo sobrevaloraba yo la ironía de mi profesor de Historia en la escuela secundaria. Y no advertía el humilde ejercicio de inteligencia de mi profesor de Lengua. Muchas veces el sarcasmo y la ironía son los hermanos imbéciles de la frustración agresiva, en la que tanto se complacen los seres más abyectos.” La ironía, (y también la parodia) justificada por el uso que de ella ha hecho gente mucho más talentosa que nosotros, y en otros momentos históricos, parece haberse convertido en otro de los caballos de batalla, por lo menos en lo que respecta a la literatura argentina. Subyace a esta condición un pensamiento bastante común entre los escritores de por aquí: la creencia en que el oficio no es importante, que “no sirve para nada”, y que es mejor así, porque “podemos hacer lo que queramos”. Estas últimas frases las escuché más de una vez en boca de personas de cierta notoriedad en el medio literario local. Es verdad que este gesto despreocupado a veces genera más de una sorpresa agradable, pero el producto, cuando resulta de calidad, proviene menos de un ejercicio de libertad que - como señala el poeta Nicolás Pinkus - de la total orfandad.

Aislado, entonces, el escritor, condenado a la endogamia, a leer a sus contemporáneos y reseñarlos positivamente para a su vez ser leído y reseñado positivamente, queda la pregunta flotando en el aire: ¿para qué escribir? ¿cuál es el lugar de la literatura? Esta claro que la inmediatez del mundo en que vivimos nos condena en gran parte a esta situación: para “existir” como escritor, para sigan hablando de uno, para que no lo olviden y no dejen de invitarlo a festivales, hay que publicar. El apremio es enemigo del estilo, claro está (y parece que el gremio también), a no ser que uno sea Flaubert y le dedique al métier unas diez horas por día. En caso contrario, encuentro este ritmo difícil de resistir sin un estómago de acero y un sistema nervioso a prueba de balas. Pero volviendo al comienzo de esta nota: la desviación requiere tiempo, requiere perder el camino, para hallarlo iluminado y volver a encontrarlo plagado de sorpresas. O mejor: para hallar el camino en la desviación misma (¡Lawrence Sterne!: la novela es la digresión misma). Según me contaba mi amigo Javier, Stravinsky y Ravel conversaban a menudo sobre el futuro de la interpretación de la música clásica. “Si no encontrás los errores nunca encontrarás la libre interpretación”, solían coincidir. En su libro Escribir, Marguerite Duras dice una frase que recuerdo a menudo: “Cada libro, como cada escritor, tiene un pasaje difícil, insoslayable. Y debe optar por dejarse este error en el libro para que siga siendo un verdadero libro, no una falsedad.” No es posible llegar a ese pasaje difícil, insoslayable, sin habernos detenido a mirar primero nuestro interior, a encontrar el estilo, y con él el libro. Solo si somos consecuentes con nosotros mismos, si perdemos el miedo a fracasar y hacer textos fallidos, seremos los mejores escritores que podamos ser, empezaremos a encontrar el estilo, y con él la originalidad. Mientras tanto, como nos sucede ahora, seguiremos produciendo y leyendo una serie de libros prescindibles, anodinos, cada vez más parecidos unos a otros. /

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/NOVEDADES

LIBROS

/ FICCIÓN William Trevor Una relación perfecta Salamandra

Casi sin excepción, William Trevor está considerado uno de los mejores narradores de nuestro tiempo. Este nuevo libro de relatos –después de La historia de Lucy Gault y Verano y amor, tercera obra de Trevor publicada por Salamandra– es la brillante demostración de su fértil y conmovedor universo literario, pues pocos como el escritor irlandés son capaces de narrar con tanta exactitud la complejísima topografía de la conducta humana. Desde un hombre que regresa a Venecia para cumplir la promesa que hizo a su esposa, perdida en el mundo sin recuerdos del Alzheimer, hasta una mujer que observa cómo su marido se prepara para reunirse por última vez con su amante, las historias de este libro hablan de oportunidades perdidas. Guillermo Saccomano Cámara Gesell Editorial Planeta

Invierno. Una ciudad balnearia de la costa atlántica fuera de temporada, donde aparentemente no pasa nada. Una denuncia de abusos en el jardín de infantes de un colegio religioso. Padres que inician una cacería humana. En tanto, una sociedad que se precia de ecologista observa impávida la tala de un bosque para la construcción de unas “torres gemelas”. El tendido de una red cloacal, un negociado municipal, anega las calles. Una serie de hechos trágicos se sucede mientras las “fuerzas vivas” intentan preservar la falsa calma. Pero cuando una banda de adolescentes quema vivo a un bebé de la comunidad boliviana, se pone en

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riesgo la honorabilidad de los poderosos. La complicidad entre el poder político y la corrupción policial. Tráfico de drogas, asesinatos, violaciones, suicidios, adulterios, maltratos domésticos. Con la conurbanización del paisaje, se reproducen los pibes chorros y el gatillo fácil. Steve Martin Un objeto de belleza Editorial Mondadori

Capaz de cautivar con naturalidad a las personas que la rodean, Lacey Yeager irrumpe en la escena artística neoyorquina como becaria lista y divertida de Sotheby’s. Con encanto, ambición y unas tácticas cuestionables y vagamente ilegales, pasa de catalogar pinturas en sótanos polvorientos a triunfar en el laberíntico y secretista mundo del arte. Su conocimiento acerca del arte, y especialmente de los coleccionistas de arte, crece rápidamente a medida que aumenta la lista de hombres que encandila y destruye sin remedio. Su trayectoria en las altas esferas de la vida social de la ciudad reflejará las vertiginosas alturas y, también, los profundos abismos que alcanzó el mundo del arte en los años noventa en Nueva York. Erri de Luca Los peces no cierran los ojos Editorial Seix Barral

“Nacer y crecer en Nápoles agota el destino: vaya uno donde vaya, ya lo ha recibido como dote, mitad lastre, mitad salvoconducto.” Un hombre recuerda el verano de sus diez años en un pueblo costero cerca de Nápoles, los años en que se anhela un futuro desde el que sólo se puede mirar atrás. Entre la pesca y los libros, los paseos en soledad y los encuentros con los muchachos del barrio, transcurren sus días, hasta que conoce a una niña sin

nombre que le descubre el peso de palabras como amor o justicia. A los diez años, la edad se escribe por primera vez con dos cifras. La inquietud y el deseo de crecer son más fuertes que la apariencia física; torpe cascarón el cuerpo infantil. Y permanece intacta la necesidad de protección que cura el calor de las historias familiares, la presencia de una madre y el contacto de la mano amiga.

Mercedes Cebrián Oremos por nuestros pasaportes Mondadori

Bienvenidos al submundo siniestro y enviciado de los deudores morosos, una madriguera humana donde no sólo se mortifica a los insolventes. Dentro de sus paredes, se encienden perversiones cotidianas, avaricias pero, sobre todo, venganzas a fuego lento. Una novela que nos sumerge en el reino de jefes y subalternos, amos, esclavos y revanchas.

Relatos que van de las pocas palabras a las muchas más pero sin tener nunca un vocablo de sobra. Sus formas: poemas, cuentos, manifiestos. Sus modos: pesadillas, ensoñaciones, quejas y refugios. Su escenario: Europa hoy, unas ciudades que habían declinado antes de que los diarios pronunciaran la palabra “crisis”. Mercedes Cebrián, la voz más importante que ha dado la literatura de España en la última década, una narradora extraordinariamente precisa, veloz y recóndita. Y conózcanla del mejor modo posible, a través de una antología que recoge con justicia buena parte de su obra, de su mirada, esa que puede ser feroz y no dejar títere con cabeza, pero que después se quedará, noble al fin, a juntar los pedazos, a barrer la suciedad de una fiesta en la que nadie parece haberla pasado del todo bien.

Margaret Mazzantini Nadie se salva solo Alfaguara

Diego Sasturain Un episodio confuso Editorial Mardulce

Delia y Gaetano eran pareja. Ya no lo son, y han de aprender a asumirlo. Desean vivir tranquilos pero, al mismo tiempo, les inquieta y seduce lo desconocido. ¿En qué se equivocaron? No lo saben. La pasión del comienzo y la rabia del final están todavía demasiado cercanas. En una época en la que parece que ya está todo dicho, sus palabras y silencios dejan al desnudo sus soledades, sus urgencias, sus recuerdos, y provocan brillos imprevistos al poner en escena, una noche de verano, el viaje del amor al desamor. Aclamada por la crítica y los lectores, Nadie se salva solo es una de las grandes novelas de la literatura italiana actual: la conmovedora historia de una pareja contemporánea.

Un episodio confuso es una gran novela de iniciación, de aprendizaje. Es el aprendizaje de la Buenos Aires de los años ochenta despegándose de los años de la dictadura y de la guerra de Malvinas, para entrar en la transición democrática. Y también la iniciación de unos adolescentes que van hacia la juventud y dan sus primeros pasos en el amor, el sexo, la desavenencia con los padres, la incipiente violencia de la libertad. Los protagonistas, descriptos con una ternura infrecuente en la nueva literatura argentina, aprenden a vivir en la incertidumbre de los cambios urbanos, la droga, el punk, la modernidad tardía, la pasión por el rock, la tensión entre la esperanza y la melancolía. Escrita bajo el modo de un realismo que nunca se vuelve.

Jorge Chiesa Tony Editorial Clase Turista



/NOVEDADES

LIBROS

/ no ficción Ginsberg, Allen Kerouac, Jack Cartas Anagrama

Kerouac y Ginsberg, los miembros más célebres de la Generación Beat, estuvieron unidos por una profunda amistad. Extraordinarias por su alcance, su calidad y su intimidad, sus cartas constituían un activo laboratorio en el que compartían y discutían sin cesar ideas en evolución constante, se recomendaban libros, analizaban autores y movimientos literarios, intercambiaban poemas, comentaban los borradores de las nuevas obras... Quizás una de las últimas grandes correspondencias a cuatro manos del siglo XX, revela no sólo los procesos creativos de dos maestros, sino que es también el retrato incomparable de los dos escritores que encabezaron el movimiento cultural y artístico que definió a toda una generación. Virginia Woolf Irene Chikiar Bauer Editorial Taurus

Este ambicioso trabajo, tan erudito como ameno, coloca al lector ante el desarrollo de la vida de Virginia y los suyos, permitiéndole asistir, como un espectador en el teatro, al devenir de la escritora tanto en su plano íntimo y privado como público y literario, ambos entrelazados con los grandes acontecimientos políticos y sociales, como las dos guerras mundiales, que tanto determinaron las fluctuaciones y derroteros de la autora de Un cuarto propio. La génesis de sus obras literarias, su labor de editora, su pertenencia al grupo de Bloomsbury, sus lazos familiares, amorosos y amistosos, su vida cotidiana, y el atisbo de su mente a menudo

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perturbada, todo aparece revivido ante los ojos del lector de este libro, que se completa con reveladoras fotografías. Mauricio Kagel Palimpsestos Caja Negra Editora

Mauricio Kagel es uno los compositores más influyentes y prolíficos de la segunda mitad del siglo xx, y uno de sus más brillantes artistas conceptuales. Mauricio Kagel siempre estuvo muy vinculado a la literatura: durante sus años de formación en la Argentina estudió con Borges, cultivó una estrecha relación con Gombrowicz y escribió sobre música, cine y fotografía en diversas revistas. Sus escritos, en su mayoría redactados originalmente en alemán, son prácticamente desconocidos en lengua española. Esta antología reúne algunos de sus libretos, guiones de radioteatro y comentarios que acompañaban originalmente sus piezas y películas, junto con una selección de conferencias, ensayos breves y entrevistas, todos ellos por primera vez traducidos al español. Pietro Sorba Nueva Cocina Argentina Editorial Planeta

Producto argentino, estilo argentino y técnica personal: esa fue la premisa que guió a quienes le dieron forma a Nueva cocina argentina. Una obra indispensable porque además de referirse a un sano presente, salda una deuda con varias generaciones que hicieron camino: nunca se había hecho en la Argentina un trabajo con esta amplitud de criterios, con tamaña proyección regional. Treinta y un cocineros y doscientas veinticuatro recetas seguidos de cerca por la atenta mirada de Pietro Sorba, que se consolida definitivamente como uno de los críticos gastronómicos más importantes del país.

Autores Varios Antología del ensayo filosófico joven en Argentina Fondo de Cultura Económica

“almacén de ramos generales" al que llega todo tipo de causas; están quienes lo experimentan como una práctica burocrática de creación de expedientes.

Este libro reúne los trece ensayos ganadores del concurso Filosofía sub 40, convocado por el Centro Cultural de España en Buenos Aires y la Dirección General del Libro, Bibliotecas y Promoción de la Lectura del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con el objeto de promover la creación de obras que expresen el nuevo pensamiento filosófico. Los ensayos reunidos en este volumen fueron elegidos por un jurado integrado por Luis Chitarroni, Esther Díaz y Gustavo Santiago. Se trata de textos que surgen como prismas o pequeñas puntas de iceberg y representan el puntapié inicial de un despegue sin vocación profética, con el fin de iniciar lo que viene, lo que espera, como un ejercicio de libertad y lucidez que la filosofía extramuros nos brinda con belleza.

Susan Freinkel Plástico. Un idilio tóxico Tusquets

Leticia Barrera La Corte Suprema en escena Editorial Siglo XXI

La Corte Suprema en escena es el primer estudio sistemático sobre el funcionamiento cotidiano de la institución judicial de mayor prestigio en la Argentina. ¿Quiénes acceden a la Corte, ese lugar que parece por definición alejado e impenetrable, y qué esperan de ella? ¿Cómo la perciben los jueces, los funcionarios o los empleados? Leticia Barrera expone la diversidad de actores en juego y el significado que tiene el tribunal para cada uno de ellos. Están quienes llevan a cabo acciones de protesta y consideran el espacio judicial como un foro para hacer oír sus reclamos; están los litigantes que padecen como una “falla” el proceso de toma de decisiones del tribunal; están los jueces y funcionarios que ven en él casi un

El plástico ha construido nuestro mundo moderno, hasta el punto de que hoy es difícil imaginar nuestra vida sin objetos como el peine, el cepillo de dientes, la bolsa de la compra, el encendedor, los tubos intravenosos o las tarjetas de crédito. Sin embargo, no todo es de color de rosa en este idilio entre los seres humanos y un producto creado hace más de un siglo. Susan Freinkel explica cómo surgió el plástico y cómo se desarrollaron sus casi infinitas variedades, pero también describe las consecuencias de su consumo masivo: la acumulación en los vertederos, la absorción de sustancias perjudiciales para la salud, la contaminación y la destrucción del medio ambiente. Tim Weiner Enemigos. Una historia del FBI Editorial Debate

La Oficina Federal de Investigación estadounidense se fundó hace un siglo y en pocos años se convirtió en un servicio de inteligencia a disposición de las necesidades políticas de los presidentes republicanos y demócratas y de sus gobiernos. Basándose en setenta mil documentos recientemente desclasificados, cientos de entrevistas y materiales no disponibles hasta el momento, el autor (Tim Weiner, ganador del premio Pulitzer) devela datos sorprendentes, desacredita viejos mitos sobre el FBI y cuestiona las técnicas de vigilancia que violan las libertades individuales en pro de la seguridad nacional.


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/FOTOGRAFÍA

ARTE

EL TECHO DEL ESCRITOR Fotos Santiago Llambí Campbell

01. Inés Acevedo, San Nicolás. Acaba de pasar a cinturón celeste. Aquel que practica Karate debe seguir el camino de la justicia.

02. Esteban Schmidt, Palermo. Podría vivir en Río de Janeiro, New York o Londres, pero prefirió quedarse a dar una mano acá.

03. Damián Ríos, Once. La gata lo despierta a la mañana y le pide comida, le gusta darle el alimento y acariciarla mientras come.

04. Hebe Uhart, Almagro. Cuando se aburría se ponía a escribir, aunque, obviamente, si había algún chico con el que podía jugar, dejaba de escribir.

05. Jorge Asís, Recoleta. Saben, o lo sospechan, que planifica quebrar la virtual alternancia entre Buenos Aires y París. Para instalarse, por un tiempo, acaso definitivo, en París.

06. Mariano Blatt, Paternal. 10:29 am. Ya contestó todos los mails del día. Arranca con el segundo termo de mate y busca música chilena nueva, o al menos reciente.

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por Team O

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/sal y pimienta

relatos

A la avenida por Maga Etchebarne

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sa noche, haciendo el amor en ese altillo, amarillos por el brillo violento de la eme del Mc Donal’ s alumbrándonos tan cerca, a metros de la ventana, ese altillo sobre esa casa construida al ritmo del progreso acelerado del dueño de unas tiendas de electrodomésticos, una sala de ensayo con olor a gato y marihuana, a sudor viejo, y esa eme ahí, como un sol americano, untando su cuerpo y mi cuerpo de esa luz prometedora que es la luz de las cosas construidas, ideadas por otros para felicidad del resto, un futuro todo posible puesto en otro lado, no ahí, entre nosotros, dos chicos que se durmieron pensando que cuando la eme se apagara iba a haber salido el sol, el sol más alto, el de las otras posibilidades, dos chicos que se enamoraron como refugiados del mosh, en esa casa sobre esta avenida que es un cementerio de outlets y concesionarias, un Siga la vaca, un Nike, tres Firestones, las ruinas de un Locos por el fútbol, esta avenida donde dejamos morir la adolescencia, esta avenida donde nunca nos drogamos tanto, ni soñamos tanto, ni planeamos formas para salir de acá con el impulso suficiente como para que ya nada nos traiga de vuelta, una adolescencia vacía, sudando un tema, envalentonados en la locura tonta de un pogo para nada, acostados en la puerta de una casa con alarma y enrejada, meando escalones, esperando que toquen las bandas, esperando nada. Ay, Hipólito Yrigoyen, sos una ruta profunda, una arteria vital y envenenada, me acuerdo cuando te arrancaron

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los adoquines, te cruzábamos con mamá como al Lago de la Brea sobre la costa de la Isla Trinidad, una isla a la que nunca iremos, eras un río en construcción, un camino de obreros, y llegamos a la casa de la abuela, una mujer que te había visto de tierra, nos sentamos en la vereda y te vimos cambiar la cara, las tres juntas, ya ancianas, tres generaciones asustadas, y una bisabuela errante, una mujer que también vivió sobre vos y un día lo dejó todo, abandonó a su familia por un hombre que la visitaba a caballo cuando su marido no estaba, se tomó un barco y se fue, hizo tan bien. Ay, Hipólito Yrigoyen, sos como la tristeza, una certeza agria que sabemos que nos va a sobrevivir, como ese gesto tierno y vencido de mi padre lustrándome las botas, inclinado ya con joroba, igual que lo hacía su padre, sos como esos días ácidos en los que vemos llegar las luces del centro y envejecer a nuestros padres, sos como la tristeza, una vida de trabajo, la combinación tiempo sueldo como única fórmula para palear el vacio, la desesperación, el peso en el cuerpo de cosas que no se pudo, la soledad siempre, debajo, al fondo, atrás, la soledad como la casa de la abuela que ahora es un gimnasio. Pero antes tantos hombres te entregaron la salud de su carrocería, señores como papá, por ejemplo, que por un viaje mínimo de tres pesos gastó como a una suela las llantas, un par de años después de la privatización tantos remiseros salieron queriendo domarte, y lo dejaron todo ahí, dormidos sobre el manubrio como entre los barrotes de una cuna, sobre tapizados llenos de migas, tajeados,

descompuestos de sueño, al ritmo loco de las picadas los domingos a la noche. Venciste a mi padre, pero hoy te vigila desde la orilla, una funeraria a la altura del 6500 en la que duerme sus noches alerta, haciendo guardia, esperando que alguien llegue a velar a otro, haciendo una lista mental de cuántos trabajos tuvo a lo largo de su vida, y cuánto valió la pena, todas esas noches en las que estoy en cualquier lado, haciendo algo, perdiendo algo, esperando a un dealer, un peruano robusto que se parece a vos, se parece a un hermano bobo y destructor, que se parece a una ola que creemos ver venir pero enseguida está encima. Pero mi padre está acá, esperando y te mira, te escucha, rumorea, ¿se persigna? se deja ir en ese rumor fuerte, entrecortado, pero tan potente siempre, pasan truenos, se dice, se abraza, en la esquina el museo Magnum, ese video club que supo ser un imperio, el otro día nos asomamos y regalaba las películas, apoyamos la cara en el vidrio y lo vimos todo como a una foto rota. Ay, Hipólito Yrigoyen, te vi matar a tantos amigos, esa noche de mayo del 93 te vi matar a Viti, el novio de mi hermana que me encantaba, me encantaba, me encantaba, rubio y de pelo largo, con tanta onda, un chico de 19 que hizo su último güili después de una pelea con ella, salió a toda velocidad con su honda blanca y rabiosa, aceleró muy fuerte justo en la esquina de la casa de Duhalde y lo dejó todo ahí, en esa pirueta para nadie, como un hombre solo en el campo ensayando un silbido nuevo. /


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