Enamoramiento U

na de las dudas existenciales más grandes del ser humano ha sido el amor. Por cientos de años, filósofos, biólogos, antropólogos y químicos han intentado responder a la incógnita.

Al igual que el miedo, enojo, alegría y tristeza, el amor o la sensación de sentirse enamorado, sucede en el cerebro y no en el corazón. El amor según el Dr. Ramón de la Fuente, investigador del Instituto Nacional de Psiquiatría; el amor se conforma de tres factores que son: psicológico, social y biológico: este último es el encargado de generar el enamoramiento. Durante este proceso, en nuestro cuerpo ocurren efectos que le debemos a una serie de hormonas que el cerebro segrega. Nos sentimos atraídos por alguien; no obstante, la apariencia, la personalidad y las feromonas desempeñan un factor fundamental en esta cuestión. Nos atraen las personas que tienen, el mismo sentido del humor, gustos, un nivel de inteligencia como el nuestro, atractivo, con ideales semejantes y ... por mucho que parezca una cuestión meramente animal, las hormonas llamadas feromonas son señales olfativas que segregamos por la piel e influyen para que una persona nos atraiga o no. El enamoramiento está conformado por tres etapas: el deseo sexual, la atracción y el apego. Así mismo los humanos somos parte de ese reducido 3% de mamíferos que buscan tener relaciones monógamas. Se sabe que las áreas más primitivas de nuestro cerebro se activan cuando nos enamoramos, y más aún que ésta sensación es procesada por el cerebro como una adicción.

El enamoramiento está conformado por tres etapas: el deseo sexual, la atracción y el apego. Así mismo los humanos somos parte de ese reducido 3% de mamíferos que buscan tener relaciones monógamas.

La testosterona y los estrógenos, también llamadas hormonas del sexo, se encargan de despertar el deseo de experimentar el amor desde que estamos en la pubertad y posteriormente estimulan el apetito sexual. La dopamina es la hormona relacionada con el placer; el enamoramiento ocurre cuando la dopamina actúa sobre la corteza prefrontal; por su parte, la norepinefrina, acelera el corazón y juntas estas hormonas producen: euforia, energía intensa, insomnio, pérdida de apetito, aumento de la frecuencia cardiaca, enrojecimiento de la piel y palmas sudorosas. zeydacisneros@icloud.com

La serotonina también conocida como la hormona de la felicidad tiene el papel de regular el estado de ánimo. Curiosamente entre el 80 y 90% de esta hormona se produce en el intestino. Así cuando nos enamoramos la sensación de “mariposas en el estómago” no es más que la liberación de estas hormonas en el intestino.

La oxitocina se estimula con el tacto y en las relaciones sexuales se libera una gran cantidad de ella, y la vasopresina se asocia con la formación de relaciones monógamas a largo plazo.

Las endorfinas son conocidas como los analgésicos naturales del cuerpo y generan una sensación de bienestar, paz y seguridad y se producen cuando hacemos ejercicio o tenemos relaciones sexuales. ¡Vamos a enamorarnos!

Como decía la poetisa Adela Ayala: ¿Cuál es el mejor estado de la mujer? No es viuda, soltera o casada sino ... estar enamorada.

¡Feliz Mes Del Amor!