BIENESTAR

CÓMO SALDAR LAS DEUDAS EMOCIONALES

POR MARTHA LUCÍA RAMÍREZ SUÁREZ Psicoterapeuta / Psicoanalista

En una sociedad globalizada como la que tenemos actualmente, basada en la competitividad, la productividad, la acumulación de dinero como símbolo de éxito, y la creciente comunicación impersonal resultado del uso de la tecnología, el tema de las relaciones humanas ha tomado un rumbo bastante complejo, donde cada vez hay menos espacios y tiempo para el amor traducido en: empatía, tolerancia, comprensión, afectividad, solidaridad, cooperación y respeto, que se construyen y fortalecen a través de la presencia, las conversaciones, los juegos, las miradas, los abrazos y la escucha activa.

Esta situación mundial ha resultado bastante desgastante para el ser humano, y para el progreso social; los altos índices globales de ansiedad, depresión, estrés, sensación de vacío, insatisfacción, frustración, suicidio; y la latente amenaza de extinción como especie en el planeta, son indicadores muy dicientes de que las relaciones humanas no están siendo afectivas ni efectivas para el Desarrollo Humano Sostenible.

El gran salto cuántico como humanidad en estos tiempos implica tomar consciencia de que la mayor riqueza que podemos alcanzar, la generamos cuando invertimos en el capital humano. Es sencillo, es solo cuestión de priorizar, planear, ejecutar y verificar el sentido que le damos a nuestras acciones cotidianas, tomando como centro de valor el amor y las relaciones afectivas, y como recurso para el logro de los objetivos, el dinero, el tiempo y demás canales alternos, y no al contrario, que es lo que actualmente prima en nuestra sociedad.

Te invito en estos tiempos de Navidad y Año Nuevo en los que acostumbramos a reunirnos en familia y con nuestros amigos, donde también hacemos los balances del año y establecemos nuevos propósitos para el siguiente, a saldar todas las cuentas emocionales pendientes con familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos, socios, es decir, con quien hayas tenido dificultades relacionales.

Debes establecer el firme propósito de transformar ese paradigma mundial y retornar al amor, para que aprendas a capitalizar la vida desde la gratitud, a través de invertir generosamente los recursos más valiosos que tienes en las personas: tu mirada, tu sonrisa, tu afectividad, tu tiempo, tus palabras bondadosas, de gratitud, reconocimiento, apoyo y admiración, hacia quienes comparten contigo tu vida. Así podrás regresar al disfrute y al placer que genera el compartir y el crear relaciones afectivas, armoniosas y placenteras con los seres humanos que te rodean.

Una de las mayores causas del sufrimiento humano, identificada por los expertos y verificada en mi práctica terapéutica, es la asociada a las insatisfacciones surgidas en las relaciones interpersonales.

FOTO @JUANCARLOSGUERREROBELTRÁN

Ejercicio para saldar deudas emocionales

1. Haz un listado de las personas con las que has tenido dificultades, sea que te sientas en deuda o que te deban disculpas o explicaciones. 2. Toma una hoja de papel blanca por cada una de las personas que tienes en tu lista. 3. Por un lado de la hoja vas a escribir el nombre de la persona y todo lo que te nace agradecerle a través de ese vínculo y, por el otro lado de la hoja, todo lo que sientes necesidad de recriminarle, lo que no te gustó, lo que te hirió de esa persona. 4. Cuando termines de escribir todas las cartas vas a volverlas a leer una a una identificando el regalo que esa persona ha dejado en tu vida. Ten en cuenta que tanto desde el amor como desde la confrontación aprendemos y desarrollamos grandes habilidades. Así que identifícalas.

5. Cuando hayas relacionado cada uno de los regalos que estas personas han traído a tu vida, tomas carta por carta la llevas a tu corazón y dices: (Tu nombre) Lo siento... Perdóname... Te Amo... Gracias... y, posteriormente, (el nombre de la persona a la que dirigiste la carta) y nuevamente: Lo Siento... Perdóname... Te Amo... Gracias. 6. Finalmente quemas una a una todas las cartas y esas cenizas las entierras, en las raíces de una planta florecida, con un poco de miel que simboliza que lo has hecho con amor y dulzura.

Este acto te permite saldar todas esas cuentas emocionales pendientes, liberarte de cargas, soltar el sufrimiento y retornar a la conciencia del amor y del placer de vivir.

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