Narraciones - Publicación del Centro de Salud Mental N°1

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Año

Narraciones

Publicación

Centro

Salud

Adolfo Pérez Esquivel

Nora Cortiñas

Luis Gusmán

Jorge Aliaga

Juliana Cassataro

Atilio Borón

Cynthia Ottaviano

Guillermo Rus

Pedro Brieger

Mariana Wikinski

Juan Carlos Volnovich

Oscar Luna

del
de
Mental nº1
6 Nro. 10 / septiembre 2022 10. Soberanía ISSN: 2618-3005

Narraciones

Publicación del Centro de Salud Mental Nº1

Número 10 - septiembre 2022

Comité de Docencia e Investigación

Jefe de Unidad

Lic. Patricia Álvarez Zunino

Narraciones

Dirección

Silvina Czerniecki

Comité Editorial

Pablo Castillo

Marina Pambukdjian

Elena Singermann

Paulina Radunsky

Graciela Bernztein

Colaboradores Permanentes

Melisa Rapoport Nicolás Maccora Melisa Tancredi

Sofía Giorgiutti Laura Soledad Sforza

Jazmín Landi Corrección

Alejo Vivacqua

Diseño Editorial

Javier Bustamante

Arte de Portada y Secciones

Débora Zilberman

Manuela Pedraza 1558, C.A.B.A.

Mail: narracionescentro1@hotmail.com

Editorial El Zócalo

ISSN: 2618-3005

Narraciones

Publicación

Centro de Salud

del
Mental Nº1 Número 10 - septiembre 2022

Índice Introducción

Agradecimientos

Pág.: 11

Editorial

Pablo Castillo, Marina Pambukdjian y Silvina Czerniecki Pág.: 12

Conversaciones

Por: Pablo Castillo, Liliana Claudia Zuker, Marina Pambukdjian y Silvina Czerniecki Entrevista a Adolfo Pérez Esquivel Pág.: 21

Por: Roxana M. Mascali, Matías A. Ambrosini y Silvina Czerniecki Entrevista Nora Cortiñas Pág.: 29

Por: Elena Singermann y Milagros María Bertolotto Entrevista Juliana Cassataro Pág.: 37

Por: Matías A. Ambrosini, Alejandro H. Garay y Silvina Czerniecki Entrevista a Pedro Brieger Pág.: 44

Por: Roxana M. Mascali, Matías A. Ambrosini y Silvina Czerniecki Entrevista Atilio Borón Pág.: 55

Por: Pablo Castillo, Marina Pambukdjian y Silvina Czerniecki Entrevista a Jorge Aliaga Pág.: 72

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Discursos

Por: Cynthia Ottaviano y Guillermo Rus Monopolios de ayer y de hoy. Aportes para afrontar la agenda de soberanía comunicacional en el siglo XXI Pág.: 92

Por: Mariana I. Wikinski

Prólogo al libro “Colonial Trauma” (Trauma Colonial), de Karima Lazali Pág.: 129

Por: Juan Carlos Volnovich Acerca del racismo y la colonialidad en el psicoanálisis Pág.: 144

Por: Oscar Luna La Patria Pág.: 150

Por: Oscar Luna Soberanía Pág.: 151

Libros

Por: Luis Gusmán La guerra menos pensada Pág.: 154

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En las diferentes secciones respetamos la singularidad en que cada autor recorre la temática escogida, como así también las opiniones vertidas so bre los diversos temas, siendo de exclusiva responsabilidad de los respecti vos autores el contenido de cada texto.

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Revista Narraciones

de interés para

comunicación social y la cultura por la

de Buenos Aires.

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Declarada
la
Legislatura de la Ciudad Autónoma
N° 445/2019

Agradecimientos

Festejamos haber podido llegar al número diez de la revista y con mucha alegría en este número queremos agradecer a:

Agustín Gulman por su generosa ayuda a las y los que conformamos Na rraciones

A Juan Lehmann por su acompañamiento y colaboración constante

Y a cada unx, de quienes participaron en este nuevo número de Narra ciones con sus ilustraciones, textos escritos, entrevistas o conversaciones prestigiando esta publicación y aportando a la continuación de este pro yecto.

¡Muchas gracias!

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La importación de mercancías que impide el consumo de las del país, o que perjudican al progreso de sus manufacturas y de sus cultivos lleva tras sí necesariamente la ruina de una nación (...) Los rivales de un pueblo no tienen medio más cierto de arruinar su economía, que el tomar interés en sus deudas públicas.

Narraciones celebra su décima edición con un número especial, en el que nos encontraremos solamente con tres secciones: conver saciones, discursos y libros.

En esta oportunidad el vector elegido como ordenador de nues tras principales tramas y preocupaciones es la noción de soberanía.

Cómo sostiene Walter Benjamín, -en su crítica a la concepción del lenguaje moderno-, la narración a diferencia de la información, “no intenta transmitir una pureza objetiva, sino que comunica for mando parte de la vida de quien relata, que a su vez les brinda a sus oyentes lo narrado, lo ocurrido, como experiencia”. Es así como, para él, “lo narrado, exhibe la huella del narrador, del mismo modo que la pieza de arcilla muestra la mano del alfarero. Cada uno a su modo dan cuenta de esto”1.

El origen del término soberanía proviene del latín superanus, y de la voz francesa souveraineté, y es tomado como poder supremo. Soberanía es una noción que aparece con el pasaje del sistema feu

1 Donner, Federico (2015). Reseña de Benjamín (1921) Hacia la crítica de la violencia. Athenea Digital, 15(4), 379-390. http://dx.doi.org/10.5565/rev/athenea.1724

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dal como organización social a la constitución del capitalismo y a la conformación de los estados nación.

Lo que sostiene la significación actual del término, lo podemos encontrar en los aportes del filósofo inglés Thomas Hobbes quien plantea que alguna persona o un conjunto de personas deben sos tener en el interior de cada estado, el poder absoluto para declarar la ley. Desde esta concepción, dividir dicho poder, se entiende que equivaldría a dividir el Estado.

Pero el pasaje de la mirada teocéntrica a una antropocéntrica que se constituye con el modernismo nos lleva a concluir -parafra seando al filósofo francés Jean Jacques Rousseau cuando habla del contrato social-, que toda forma de Estado consiste en la transfe rencia del poder de autodeterminación de los pueblos al gobierno central que es quien ejerce ese poder y el monopolio legítimo de la fuerza para brindarle bienestar al conjunto de la población. De es tos principios surge la definición de pensar que la soberanía reside en el pueblo.

Por lo tanto, se entiende como soberano a todo estado facultado para tomar por sí mismo sus propias decisiones. Esto implica que nadie puede legislar en nombre de un Estado soberano con respec to a sus aspectos políticos y normativos que le son propios.

Como nos plantean en su escrito Ottaviano y Rus, el diseño del Estado implica una definición de los ámbitos de po der, con consecuencias en la vivencia de los derechos humanos, en los análisis contemporáneos sobre la soberanía nacional se re quiere la inclusión de cuáles y cómo son las relaciones entre los poderes políticos y económicos, pero también comunicacionales.

Desde esta perspectiva, se considerará al Estado como una or ganización política constituida por un conjunto de instituciones, organismos y leyes que regulan la convivencia social de una pobla ción dentro de límites territoriales establecidos.

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El Estado es una unidad política, un sistema que debe servir a la paz, a la seguridad y a la defensa. Si cumple con estas metas, en tonces también permitirá el desarrollo de la ciencia, la industria, el comercio y la cultura (Marcos, 2004)2.

Esta concepción que coloca como fin supremo del Estado a la seguridad es compartida tanto por Thomas Hobbes como por Carl Schmitt. Podríamos agregar tres dimensiones más: la alimentación, la educación y la salud.

Así es como, en la entrevista que nos brindó Juliana Cassataro, la investigadora destaca la importancia de diseñar políticas de soberanía sanitaria que permitan una industria nacional con investi gación, desarrollo y capacidad de producción propia. En la misma línea Jorge Aliaga hace hincapié en la importancia del rol del Esta do para el desarrollo, generando sinergia entre los/las investigado res/as, la formación universitaria, la industria nacional, la tecnolo gía y la generación de puestos de trabajo.

Volviendo a los autores, Thomas Hobbes y Carl Schmitt, ambos parten de

una concepción de la política que pone el acento en la conflicti vidad, que suele aparecer encubierta. Esta dimensión conflictiva de las relaciones políticas permitiría enriquecer la discusión en torno a los propios principios democrático-liberales acerca del consenso, la tolerancia y el respeto por las diferencias.

El intercambio con estas concepciones puede echar luz, paradó jicamente, sobre cómo imaginar las condiciones necesarias para una política pensada en términos de paz y armonía, a partir pre cisamente de una reflexión acerca de las condiciones en las que se establecen los conflictos y los desencuentros (Marcos, 2004)3

Marcos, Dolores. Acerca de los conceptos de política y soberanía en Carl Schmitt y Thomas Hobbes Foro Interno 2004, 4, 45-58. ISSN: 1578-4576

ídem

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Pérez Esquivel aporta, entre otras varias cuestiones –en este número de Narraciones-, el ayudarnos a entender como “la paz no es sinónimo de pasividad, ni de ausencia de conflictos”. Esto, -según el Premio Nobel- “nada tiene que ver con la paz”. Los conflictos se aso cian por otra parte, a una dinámica permanente de las relaciones entre las personas y los pueblos. “Es cómo aprendemos a convivir, a respetarnos en las diferencias. La riqueza de los pueblos está en la diversi dad. Nunca en la uniformidad4”

Por otra parte, Chantal Mouffe hace referencia a cómo algunos autores como Hanna Arendt perciben lo político como un espacio de libertades y liberación pública, mientras que otros lo conside ran como un espacio de poder, conflicto y antagonismo. Ubicada en esta segunda perspectiva concibe “lo político” como la dimensión de antagonismos constitutivos de la sociedad humana, y entiende “la política como el conjunto de prácticas e instituciones a través de la cuales se crea un determinado orden, organizando la coexis tencia humana en el contexto de la conflictividad derivada de lo político” (Mouffe, 2007)5. Esto conforma al espacio político en un campo de tensión dinámica, antes que en uno de orden estático y cristalizado.

Mouffe complementa con los aportes del psicoanálisis el plan teo de Elías Canetti,

refiriéndose al rol de las pasiones en la constitución de las for mas colectivas de identificación y, por tanto, de la acción políti ca. Existe una innegable dimensión afectiva en lo político, cues tión que según Mouffe exige dos cosas a la democracia: primero, ofrecer a la sociedad civil canales políticos para la movilización de los afectos, las pasiones y los deseos, y segundo, construir las distinciones nosotros/ellos en función a criterios políticos y no a definiciones esencialistas y/o morales –que conducen a una ne-

4 Entrevista Pérez Esquivel Narraciones septiembre 2022.

5 Chantal Mouffe Entorno a lo político editorial fondo de cultura año 2007 Pág. 16

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gación del otro- y, por tanto, a un socavamiento de la democracia (Canales Urriola, 2010)6.

Mariana Wikinski, nos presenta el prólogo que escribió para el libro de la psicoanalista Karima Lazali a propósito del “Trauma Co lonial” y los efectos psíquicos y políticos actuales de la opresión co lonial sufrida en Argelia, en el que destaca que la autora desentraña las “claves de las trazas del trauma y la modulación en el registro psíquico de las experiencias de destrucción en lo social que la co lonización francesa ha dejado en la sociedad argelina”. Nos dice:

Si a partir de la lectura de este extraordinario libro tuviéramos que elegir una palabra que expresa de un modo contundente los efectos del colonialismo a uno y otro lado del Mediterráneo, sin duda elegiríamos “effacement”, borradura. Es una borradura de origen político (...) Borradura o no-inscripción, en definitiva, de toda genealogía, alteridad, diferencia y heterogeneidad, que como lo plantea Lazali, amenace el trabajo de construcción de un “nosotros”, forzada uniformización de un ser nacional7…

“El que estas distinciones se tramiten políticamente permite visualizar su carácter contingente, y, por tanto, no asumen la for ma de una confrontación trascendental sino más bien la de una disputa por la hegemonía” (Canales Urriola, 2007).8

Como nos muestra Atilio Borón se hace imperioso redefinir el rol de la política, y particularmente el de la democracia, en los pro cesos de constitución de lo social, tanto a nivel nacional como in ternacional:

6 Canales Urriola, J.(2010) Comentarios y Reseñas de libros: Chantal Mouffe, En torno a lo político, Fondo de Cultura Económica, Buenos Aires, 2007, 144 p. En Polis Revista La tinoamericana. Recuperado el 5 de septiembre de 2022 de https://journals.openedition. org/polis/244

7 Mariana Wikinski en Narraciones septiembre 2022

8 Jorge Canales Urriola, «Chantal Mouffe, En torno a lo político, Fondo de Cultura Econó mica, Buenos Aires, 2007, 144 p.», Polis [En línea], 26 | 2010, Publicado el 10 febrero 2011, consultado el 08 agosto 2022. URL: http://journals.openedition.org/polis/244

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Creo que hay una crisis muy fuerte porque hay una crisis de las democracias. La crisis de los partidos políticos es un reflejo de la crisis del descreimiento, de la desafectación por la democracia, que es evidente en todo el mundo, no solamente en la Argentina y en América Latina. Porque la democracia no ha cumplido las promesas por las cuales tanta gente durante tantos años estuvo luchando. Y se supone que es un régimen político que genera so ciedades más justas y por lo tanto más equilibradas. Pero la rea lidad es que, en los últimos treinta y cinco años, las sociedades, sobre todo acá en América Latina pero también en Europa y en Estados Unidos, se han convertido en sociedades mucho más in justas que antes9.

Pedro Brieger en esta misma línea, y situando el contexto polí tico actual latinoamericano en dirección a posiciones políticas que implican una dirección hacia la pérdida de soberanía nos plantea que

el problema es que las derechas latinoamericanas no buscan nin gún tipo de unión regional, porque buscan subordinarse a las po líticas de Estados Unidos. Todo lo que miran es a Estados Unidos. Por eso, digo, que hay una gran estrechez en la derecha latinoa mericana10.

A propósito de pensar la praxis psicoanalítica, la colonialidad y el racismo, Juan Carlos Volnovich reflexiona respecto de la necesi dad de

comenzar a recorrer el camino que nos conduzca a la decolonia lidad de nuestra praxis, a abrir el espacio clínico y nuestra teoría para explorar el racismo, la heteronormatividad, el sexismo, la opresión de clase y el capacitismo que nos amenaza permanen temente con una propuesta de silencio cómplice. Tamaña res ponsabilidad. Infinita. Imposible tarea para les psicoanalistas: inscriptos como estamos en los modos de constitución histórica y

Entrevista Atilio Borón en Narraciones septiembre 2022

Brieger, Pedro en entrevista para Narraciones Septiembre 2022

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geográficamente determinados de una subjetividad, sujetos-efec tos de lo mismo político que nuestros contemporáneos, pretende mos ejercer una práctica clínica y teórica que aspira a decons truir estos modos de subjetivación, revelar su historicidad, su determinación cultural y política, y aquello que, más allá de esa inscripción colectiva, constituye la singularidad de un sujeto en su síntoma.

Problematizar los criterios de soberanía en las primeras dos dé cadas del siglo XXI supone dar cuenta de los nuevos escenarios que a partir de los setenta llevaron –al menos en occidente- a un paula tino pero sostenido desplazamiento de un capitalismo industrial a otro donde predomina lo financiero.

Esta nueva forma de habitar este capitalismo moderno tendrá consecuencias sobre la noción de soberanía, interpelará a los esta dos nación tal como los conocimos en el siglo XX y reconfigurará la presencia-ausencia de los actores principales que los conforman.

Como sostiene Nick Srnicek, uno de los argumentos claves de este siglo se centra en que el capitalismo avanzado hace eje en la extracción y uso de un nuevo tipo particular de materia prima: los datos.

De ahí al desarrollo de las redes sociales, las plataformas digi tales y el paso de atesorar en la nube inmensa cantidad de infor mación y conocimientos parecen ejercer desde el campo de lo tec nológico, la consolidación de un imaginario donde la colonización de la virtualidad de estados nacionales endeudados, sometidos o débiles que no pueden darles respuestas eficaces a sus ciudadanos parece ser las lógicas predominantes de esta época.

En ese contexto, la soberanía aparece híbrida física y simbólica mente. Como detenida en el tiempo. Sin capacidad para interpelar a un tiempo que transita por otros andariveles. De las tensiones, apuntes desde los márgenes y tramas cruzadas nos habla este nú mero diez de Narraciones. También de sus crisis y rupturas, donde

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la memoria y la historia confrontan con la desidentificación que se constituye como la forma más plena de reconocimiento ideológico.

En este sentido Nora Cortiñas, mientras nos invita a marchar junto a las Madres los jueves a las 15:30 hs para levantar las bande ras de Memoria, Verdad, Justicia, a las que agrega, Libertad e Inde pendencia, nos dice:

Las Madres, desde que estamos en la calle y fuimos recogiendo las banderas de lucha de nuestros hijos e hijas, hemos tomado la soberanía como lo que es: la igualdad y la independencia. Mien tras el país dependa del manejo desde afuera vamos perdiendo la soberanía, y en estos tiempos tenemos justamente el tema de la soberanía en los ríos, en la medicina, en la explotación de nues tras riquezas naturales, porque estamos perdiendo la soberanía en ese aspecto y perder la soberanía es también desviarnos de lo que tenemos que tener de independencia económica para crecer como país11.

Porque mientras la globalización sustituye a la nación y el ci berespacio al suelo, la soberanía permanece indemne como signifi cante que busca ser re inscripto críticamente por las nuevas lógicas que encarnan –aún hoy- viejas y nuevas generaciones.

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11 Nora Cortiñas en entrevista para Narraciones septiembre 2022.

Conversaciones

Débora Zilberman

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Entrevista a Adolfo Pérez Esquivel

“Si el Nobel que me otorgaron en 1980 no lo podemos convertir en un instrumento al servicio de los pueblos, entonces como premio individual no sirve”

Narraciones: Hay una primera pregunta que seguramente ya se la hicieron en otras oportunidades: ¿cómo se enteró de que le iban a entregar el Premio Nobel de la Paz, en 1980?

Adolfo Pérez Esquivel: Siempre respondo lo mismo. Primero me dio un fuerte dolor de cabeza por la sorpresa. Yo nunca espero premios porque perdería sentido lo que hago si estoy esperando una recompensa. Pero cuando me lo otorgan, es la Embajada No ruega la que me lo comunica.

Narraciones: ¿Y qué les dice?

Adolfo Pérez Esquivel: Lo primero que respondo es que mi tra bajo no es una tarea de una persona, no es individual. Es un trabajo compartido por miles de personas en toda América Latina. Enton ces, lo que sostuve era que el premio lo podía asumir en nombre de los pueblos de América Latina y fundamentalmente de aquellos con los que trabajamos, que son los más necesitados. Yo solo trato de ser coherente entre el decir y el hacer. Tanto es así que les puedo asegurar que todo el Premio Nobel, incluso la medalla, que estaba guardada en la antigua sede nuestra, un caserón de 1875 en el barrio de San Telmo, en las calles México y Bolívar, lo hemos puesto en manos de la Universidad de Buenos Aires.

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Narraciones: ¿Allí crearon la Casa de los Premios Nobeles Lati noamericanos?

Adolfo Pérez Esquivel: Sí, junto con la UBA y el SERPAJ. No quería que sea visualizado como un Premio a mi persona, porque eso no es correcto. Sino que sea también de todos aquellos que aportaron a través de la ciencia, la cultura y el trabajo solidario con sus pueblos. Y ahí estamos, después de 40 años, seguimos trabajan do y lo único que les puedo decir es que, si el Premio Nobel no es un instrumento al servicio de los pueblos, entonces no sirve.

Narraciones: ¿Cómo se relaciona con la Teología de la Libera ción en los ‘70 y qué papel entiende que cumple hoy ese legado?

Adolfo Pérez Esquivel: La Teología de la Liberación es una ex presión de muchos teólogos americanos que hacen una lectura de las realidades de los pueblos de América Latina. Estos pueblos tie nen una religiosidad muy profunda que no necesariamente es la comunicación con Dios, con la Virgen, sino también con las divini dades, no solo las cristianas, sino aquellas que surgen de los pue blos originarios. Entonces, la Teología de la Liberación pretende interpretar ese caminar de los pueblos, a la luz de la fe y del com promiso. Y constituye un paso muy importante después del Conci lio Vaticano II. Ahí emerge a través de un teólogo peruano, Gustavo Gutiérrez, al que llaman el padre de la Teología de la Liberación. Se produce una corriente eclesial muy fuerte que transita varios caminos. Uno de ellos es responder a la opresión de los pueblos a través de la violencia: la contra violencia. No es lo mismo la violen cia de los oprimidos que la de los opresores. Esto incluso está en la teología desde San Agustín, el derecho de rebelión de los pueblos frente a la opresión. Y está la otra línea en la cual me asumo, que es a responder a la violencia con la no violencia. Que no es pasividad sino que es una acción sostenida frente a las injusticias. Es respon der de otra forma a la resolución de los conflictos. Y esto es lo que hemos intentando en América Latina y en otras partes del mundo. Entonces, la Teología de la Liberación también se plantea —a partir de poner en el centro a la persona y al derecho de los pueblos—:

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cuáles son los derechos que aún no se lograron. En ese contexto después surge Paulo Freire con la educación como práctica de la libertad, la pedagogía del oprimido, etc. Esto no le gustó mucho a la Iglesia central, principalmente durante los papados de Juan Pablo II y de Ratzinger, que era un gran inquisidor. Así, la Teoría de la Liberación es perseguida porque dicen que toma muchas cosas del marxismo.

Ahí hay dificultades, sanciones que impone principalmente Ratzinger a los teólogos como Leonardo Boff, pero la Teología de la Liberación tiene un caminar en toda América que no se puede ignorar. Influenciando mucho más a los que integramos tantos las iglesias católicas como las evangélicas y otras corrientes espiritua les. Constituye un aporte muy grande latinoamericano, que el cen tralismo de la Iglesia trató de callar.

Narraciones: Usted tiene una frase que nos gusta mucho que dice: “paz y ausencia de conflicto no son la misma cosa”. Puede haber conflicto aún en momentos de paz, como estructurante de la condición humana. ¿Lo puede desarrollar?

Adolfo Pérez Esquivel: Yo digo que la paz no es de la pasividad. No tiene nada que ver con la paz. Es una dinámica permanente de las relaciones entre las personas y los pueblos. Es cómo aprende mos a convivir, a respetarnos en la diversidad. La riqueza de los pueblos es la diversidad. Nunca la uniformidad. Y es a través de esta diversidad que podemos recrear la vida y compartirla. Es ahí donde podemos encontrar la paz, pero nunca como la ausencia del conflicto. Hoy, por ejemplo, en el mundo estamos en una situación casi límite porque puede haber una guerra nuclear que nos va a afectar a todos y todas a escala mundial, como es el caso de Ucra nia y Rusia y la perversión de EE.UU. y la OTAN. Es decir, toda una corriente que sostiene que el poder debe basarse en la dominación de los unos sobre los otros. Lo que nosotros decimos es que la paz no se alcanza cuando termina una guerra. Porque lo que ocurre ahí es que el más fuerte impone sus condiciones al más débil. Eso nunca es la paz, eso es la imposición. Y la paz se concibe cuando se

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tratan de establecer relaciones compartidas entre iguales. Ahí po demos pensar qué es la paz y no solo en los grandes conflictos, sino también en lo personal, en la familia, en las relaciones humanas, en las escuelas, en las universidades. Yo digo siempre que somos aprendices de la vida, que todos los días estamos aprendiendo del otro, de la otra y de la madre tierra, de la madre naturaleza. Mu chas veces nos olvidamos porque estamos muy encasillados en una sociedad consumista y nos falta comprender que hay que cambiar el pensamiento cartesiano. No es que vamos a desechar al pensa miento cartesiano, pero tenemos que apuntar a un pensamiento holístico. Todos tenemos que ver con todo: la ciencia, la cultura el arte, la expresión.

Narraciones: ¿Cómo articular y compaginar esto que plantea en un mundo globalizado que se vuelve cada vez más desigual, más fragmentado? ¿Cómo repensar el papel principal que tienen los or ganismos de derechos humanos en esta nueva coyuntura?

Adolfo Pérez Esquivel: Vivimos en un mundo conflictivo y a la vez hermoso. No queremos caer en la angustia existencial de Kier kegaard. Hace poco escribí una nota a la que le puse el título de una antigua película que en un tiempo tuvo mucho predicamento: “Paren el mundo, me quiero bajar”. Pero este es el único mundo que tenemos, porque lo otro es ciencia ficción. Entonces tenemos que remar con todas las dificultades que aparecen, con aquellas que están a nuestro alcance y con cosas que no, por ejemplo con estos problemas internacionales: la guerra, el hambre, la pobre za. Hoy vimos muchos chicos mal llamados chicos de la calle, con quienes trabajamos. Porque para mí no hay chicos de la calle. Son chicos que están expulsados de una sociedad injusta, una sociedad muy marcada por el individualismo, en su economía y en la vida. Yo tenía un amigo, al que siempre recuerdo porque fue compañero de ruta en América Latina y en el mundo, que era Eduardo Galea no. Con él hemos hecho muchas travesuras en distintas partes del mundo. Eduardo —con esa riqueza de lenguaje que tenía— siempre se preguntaba: ¿cuál era la palabra más usada en el mundo? Algu nos respondían, amor, otros, libertad. Y entonces Galeano decía:

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“La palabra más usada en el mundo es yo”. Y nos olvidamos del nosotros y nosotras. Porque cuando empezamos a descubrirlo, no sotros y nosotras podemos cambiar la realidad porque ese nos permite actuar en conjunto. Construir colectivamente. Porque, como señalaba el dramaturgo de la antigua Grecia Esquilo, la primera víc tima de todas las guerras es la verdad. Yo agregaría que también son los pueblos cuando terminan siendo espectadores y no se asumen como protagonistas y constructores de su propia vida y su propia historia. Los pueblos, cuando se ponen en una situación de domina dos y no se rebelan, van a ser pueblos sometidos. También pude ver la destrucción, la muerte en nombre de la mentira. Y esto es lo que han hecho los grandes medios hegemónicos, por eso lo que decía Esquilo hace más de 2500 años, que la primera víctima es la verdad, hoy está totalmente vigente.

Narraciones: A la luz de esto que plantea: ¿cómo actúa la me moria individual y colectiva como horizonte ordenador de las lu chas de nuestros pueblos? Y sobre todo, ¿qué reflexión hace sobre la visibilidad que adquirieron en el último tiempo las mujeres?

Adolfo Pérez Esquivel: La represión de género sobre la mujer no es nuevo, es histórico. Y viene desde hace muchos siglos. Yo fui muy amigo de una mujer que ustedes habrán sentido nombrar, Ali cia Moreau de Justo, una de las primeras mujeres médicas que salió de nuestra universidad. Y recuerdo que ella, con varios años en la Marcha de la Resistencia en Plaza de Mayo, aparecía en un taxi a las doce de la noche o una de la mañana para acompañarnos. Era una mujer que estaba cerca de los 100 años, pero con una entereza que le permitió irse ganando espacios a través de una presencia permanente.

Narraciones: Ya lo dijo John Lennon, la mujer es el negro del mundo…

Adolfo Pérez Esquivel: Es la rebelión de las conciencias, y uste des pueden ver que en todo esto tienen una lucha no violenta, una lucha permanente por conquistar espacios. Estoy escribiendo algo

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sobre este desconcierto de nuestra época. Incluso la incertidumbre es más que el desconcierto, y es todavía más que preocupante. To dos los valores en el tiempo se van trasformando, pero no hay que buscar la degradación sino el sentido profundo del ser humano, re cuperar al ser humano.

Narraciones: ¿Cómo piensa usted la trasmisión a las generacio nes más jóvenes en relación a la importancia de la memoria? Una generación que no vivió la dictadura…

Adolfo Pérez Esquivel: No solo lo pienso, sino que lo estamos trabajando. El otro día en Avellaneda tuvimos el encuentro de Jó venes y Memoria de la Comisión de la provincia de Buenos Aires y ahí se reunieron 1300 jóvenes con sus docentes. Estuvimos con el ministro de educación de la Provincia, Alberto Sileoni, y también con el municipio de Avellaneda. En la actualidad abarcamos a unos 35000 jóvenes de las escuelas de la provincia. La época trágica no comenzó en el ‘76. En Argentina tenemos una larga historia. Tam bién conversamos sobre lo que significó “La noche de los bastones largos” y “La noche de los lápices”. Cómo afectó eso a la juventud. Y lo otro es el trabajo que ellos tiene que hacer en sus escuelas y en sus barrios, y también al compartirlo con las familias. Entonces no sotros, con todo eso, terminamos el año en Chapadmalal. Durante quince días llevamos grupos de jóvenes para que ellos expongan lo que realizaron durante el año sobre la memoria. Ahí se visibilizan muchas cosas como el feminismo, la cuestión de las drogas, lo que sucede en los barrios, la violencia intrafamiliar, etc.

Narraciones: ¿Usted también es escultor?

Adolfo Pérez Esquivel: Sí, y no. Es una experiencia muy her mosa que hace realidad muchas cosas que Paulo Freire marcaba en los años 60: el educador, educando y el educado educador. Nos transformamos juntos y juntos construimos, juntos pensamos y compartimos, por eso la memoria es tan importante en los jóvenes. También ahí pensamos lo que es la identidad, la pertenencia…

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Narraciones: Es una linda experiencia que vayan a Chapad malal con el simbolismo que tiene mostrar sus trabajos, pero ¿qué hacemos con esa animadversión del pobre con el pobre?

Adolfo Pérez Esquivel: Lo que tratamos de hacer es explicarles que el odio es destructivo, es autodestructivo porque no les permite realizarse como persona. El odio es hacia los demás, hacia el medio, hacia un gobierno porque no les gusta o porque se sienten dañados. Al odio hay que transformarlo en lucha. Esa autodestrucción solo puede llegar a destruir, pero no a construir, y si no construimos estamos perdidos, no tenemos esperanzas, un sentido para la vida.

Narraciones: Esto de trabajar con la juventud, ¿cómo lo puede relacionar con la defensa del ambiente y de los recursos naturales?

Adolfo Pérez Esquivel: Voy a hacer una síntesis. Nosotros como espacio de Verdad y Justicia consideramos los derechos de un modo integral. No los derechos humanos vistos únicamente des de la perspectiva de la muerte y desaparición de una persona, de las torturas, etc. Los derechos humanos van más allá. Cuando en el 1966 en Argelia me nombraron miembro del Tribunal Permanente de los Pueblos, cuyas sedes están en Milán y Roma, desarrollamos los derechos de los pueblos que tienen que ver con la soberanía, la autodeterminación y el medioambiente. Recién 1993 la ONU inclu yó esto en la categoría de derechos humanos. Podríamos decir que interpelamos a tres generaciones: tanto a los derechos colectivos, como a los sociales y culturales. Y, a partir de Viena, estos derechos están integrados entonces a la cuestión del ambiente, la soberanía y la autodeterminación.

Les voy a contar algo: mi abuela era una india guaraní que nun ca habló el castellano. Hablaba con las plantas y los animales y yo pensaba que estaba loca, pero igual la quería. Mi abuela sembraba y las cosas que ella conseguía eran extraordinarias. Era muy con templativa. A mí me dicen que era analfabeta, pero los analfabetos somos nosotros de la vida, porque una cosa es ser iletrada y otra analfabeta. Ella era una sabia mujer con una sabiduría de la natura

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leza. Vivíamos con ella en Haedo, pero después se fue a Cataratas y cuando terminaba las clases me iba para allá. Me tomaba un vapor cito que salía del puerto, que era de carga. Uno iba a la ciudad de Corrientes y el otro, a Puerto Iguazú. Nosotros le decíamos el barco lechero porque paraba en cada puerto —cargaba y descargaba—, pero era una maravilla navegar por el río Paraná. También muchas veces nos perdíamos en la selva y mi tío decía “cuidado con las arañas” y nosotros, irresponsables totales, no nos interesaba. Nos metíamos con los primos selva adentro. Lo preocupante, en todo caso, era volver otra vez a la civilización.

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Entrevista a Nora Cortiñas Roxana M. Mascali, Matías A. Ambrosini y Silvina Czerniecki

“A mí me duele, yo tengo 92 años y pretendo no morirme sin ver un ca mino por tierra a las Malvinas y sin que las Malvinas tengan las banderas argentinas por todo el territorio, así que valoro a los soldados que fueron, no a los que los dirigieron y los torturaron de la misma manera que tortu raron acá a nuestros hijos e hijas”

Narraciones: ¿Qué es para vos la soberanía y cómo te implicás desde tu lugar de Madre de Plaza de Mayo con este tema en nuestro país y en América Latina?

Nora Cortiñas: Tenemos varios caminos para defender la so beranía en estos tiempos. La soberanía alimentaria, la soberanía en salud, la soberanía en varios aspectos de nuestra vida cotidiana. Las Madres, desde que estamos en la calle y fuimos recogiendo las banderas de lucha de nuestros hijos e hijas, hemos tomado la soberanía como lo que es: la igualdad y la independencia. Mientras el país dependa del manejo desde afuera vamos perdiendo la soberanía, y en estos tiempos tenemos justamente el tema de la soberanía en los ríos, en la medicina, en la explotación de nuestras riquezas natura les, porque estamos perdiendo la soberanía en ese aspecto y perder la soberanía es también desviarnos de lo que tenemos que tener de independencia económica para crecer como país. Estamos atados al yugo del Fondo Monetario Internacional, que es la mayor pérdida de soberanía que tenemos en estos días. Y cuando esto se solucio ne, cuando el gobierno legisle para defender nuestra tierra, nuestro cielo, nuestra agua, entonces podremos festejar la soberanía.

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En el caso de la salud hemos visto que, por un lado, hubo un cuidado, ya que en la pandemia pudimos defender nuestro lugar para la salud y lograr que la pandemia no fuera tan terrible como lo fue en otros países, con una distribución de las vacunas, con el cui dado de que en todos los hospitales hubiera medicación, y hemos salvado vidas en ese sentido. Pero después tenemos caminos equi vocados dentro de una gran política que es planificar la soberanía alimentaria. Hablando del tema de salud, tenemos problemas muy graves: los hospitales están muy atrasados en lo que es la atención de las enfermedades, y hoy vemos que en la Ciudad de Buenos Ai res todos los días hay despidos de enfermeros y enfermeras, a los que, además, no se les da la categoría que tienen que tener como profesionales. Ellos estudian como profesionales y se reciben como profesionales, y cuando llegan a tener sus puestos de trabajos se les niega ese derecho a ser respetados como profesionales. Tenemos mujeres y varones en la Ciudad de Buenos Aires despedidos todos los días. Cientos de profesionales de enfermería que están siendo despedidos sin motivo. Hay un vaciamiento en este momento de los hospitales, inclusive tenemos el caso de una de la guardia pediá trica que fue cerrada y tuvieron que hacer una protesta los médicos y enfermeros y enfermeras para que la abrieran a la comunidad. Tenemos el caso del hospital Grierson. Hace más de diez años que el hospital está terminado y sin embargo no lo nutren de los insu mos y del personal que tiene que atender al público. Hay gente de la zona que va, son más de 250 mil habitantes que tienen que ser atendidos en ese hospital, y que son derivados a hospitales lejanos.

Bueno, como esos casos hay muchos en la Ciudad. Tenemos una alerta que nos hace perder la soberanía: andar buscando a dónde llevar a un pariente enfermo por no tener una atención adecuada, como tiene que ser en este país, que es rico y que está empobrecido por una mala política económica. Porque Argentina es un país rico que tiene para abastecerse de todas las necesidades. Es una barba ridad que en este país haya hambre en todos los rincones. Bueno, eso es ir perdiendo la soberanía.

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Otro tema: el agua. Tenemos medio país sin agua, cuando a no sotros la naturaleza nos da la posibilidad de tenerla. Eso también es la pérdida de la soberanía. Desde hace treinta nos roban los recursos naturales. Y sin embargo ahora, cuando asume este gobierno, se pierde una posibilidad con lo de Vicentín y con todas las em presas que nos roban. Y ahora nuevamente llaman a licitación y se presentan las mismas empresas con otro nombre, entonces se guimos con el peligro de seguir perdiendo la soberanía a través de esta entrega que nos ofende y nos humilla. Bueno, todo eso se da en muchos casos y se da también cuando despojamos de su tierra a las comunidades aborígenes, que todos los días nos reclaman porque tienen pérdidas, no solamente de su soberanía alimentaria sino de su espacio de tierra.

Narraciones: ¿Y qué políticas pensás que se tendrían que im plementar para poder defender nuestros recursos?

Nora Cortinas: Primero y principal, separarnos para siempre del FMI. La Argentina no necesita pedir plata al Fondo de ninguna manera, nosotros tenemos recursos genuinos para desenvolvernos y tener a toda la población bien alimentada, tenemos recursos de todo tipo. Porque nos quieren hacer creer que hay que pagar una deuda que no es nuestra, que la deuda que ellos quieren que pague mos la contrajo Macri. También muchas provincias han abusado de pedir plata y pretenden que nosotros paguemos esa deuda que es una defraudación total, una estafa. Las estafas no se pagan. La Ar gentina debe ser bien administrada, necesitamos que la economía sea administrada con toda la transparencia. Justamente tenemos un libro que sirve de guía, que es Vivir de lo nuestro, que hizo un economista, Aldo Ferrer, en donde se explica cómo podemos vivir de lo nuestro. Lo que no tenemos es políticos que tengan interés en que nosotros vivamos de lo nuestro.

Narraciones: ¿Vos creés que como pueblo podíamos haber he cho algo para defendernos y no tener que pagar esta deuda frau dulenta? Es decir, que todos nos pusiéramos la camiseta para opo nernos a esto…

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Nora cortiñas: Empezando por que cuando asume el gobierno, en el primer punto le saca a Vicentín ese poderío que tenía, y a los dos o tres días vuelve para atrás y le devuelve todo. Bueno, eso no son errores, son horrores, porque el presidente tiene toda la po testad para haberlo hecho. Bueno, ahí está la primera falla, que no es una equivocación sino que es un plan de gobierno. Y como esa hay varios. Es ir mirando toda esta riqueza que se va todos los días de una manera tan desprolija y tan irreal para la vida cotidiana. Insisto: la Argentina no es pobre, la Argentina es un país que tiene riquezas para todos y un pueblo que tiene deseo de trabajar. Y no podemos permitir que la gente se muera de hambre y de frio. No hay motivo para vivir así, de ninguna manera. Nosotros tenemos que vivir de lo nuestro y tenemos que denunciar que lo que quiere el Fondo es que le paguemos una estafa. Ahora, tenemos que ver, con los políticos que tenemos, que en el Congreso no dan fe de que estén gobernando para favorecer al pueblo. Tenemos economistas de primera, mujeres y varones que han estudiado y que estudian en Argentina, y cada vez más traemos a la pesca algún economista que estudió en Estados Unidos. No, de ninguna manera. Acá en las universidades tenemos profesores de primera y alumnos que dan fe de que en la Argentina se reciben excelentes profesionales, de la rama que sea, entonces lo que propongo es que empecemos a mirar para adentro. Que el argentino demuestre que tiene capaci dad para poder manejar la salud, la economía y todo lo demás para un buen vivir. Ese es el consejo que tengo con 45 años en la Plaza de Mayo. Cumplimos 45 años de lucha recogiendo las banderas de nuestros hijos y nuestras hijas, y miramos con buenos ojos cuan do se gobierna para progresar, para avanzar, y no para dar planes ni bonos. La Argentina tiene para dar trabajo genuino, y si no hay trabajo es porque no toman gente, entonces habría que empezar solucionar el tema del trabajo. Nosotros tuvimos una década de vida digna, y en esa década hubo trabajo con sueldos dignos y se avanzó en un estado de bienestar. Queremos volver a eso, a que en cada familia los hijos coman con sus padres en la misma mesa, en el mismo horario, todos juntos. Queremos que los chicos puedan ir todos al colegio calzados, con ropa de abrigo. Que los colegios estén con calefacción, queremos que la vida digna se realice desde

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el Estado, como corresponde, que no haya necesidad de estar en las calles todos los días reclamando comida. Qué vergüenza para la Argentina que en el mundo se vean colas y colas de gente pidiendo comida y trabajo.

Eso es lo que queremos. Tenemos gente que sabe hacer de todo, y sin embargo contratamos empresas extranjeras para manejar esta economía que es nuestra, que se debe a nosotros, el pueblo.

Narraciones: ¿Por qué decís que pasa esto de que traemos siempre economistas formados en Estados Unidos? ¿Por qué en nuestra historia siempre tenemos esa visión tan colonialista?

Nora Cortiñas: Desde Sarmiento, que trajo hasta los maestros de afuera, importados, y teniendo una Argentina tan rica en gente que se especializa y que es abierta, honesta. Siempre es como que es mejor si viene de afuera, y tenemos que terminar con ese con cepto. Yo creo que eso también lo tienen que escuchar los gobier nos y empezar a modificar su modo de ver las cosas, eso de siempre mirar para afuera.

Narraciones: En este mundo globalizado en el que vivimos, en donde en la pandemia se vio bien claro que no se pudo hacer una estrategia mundial sanitaria contra el covid, es decir que los países con más desarrollo eran los que tenían las vacunas y los que las producían, pero que muchas veces dejaron hasta vencer las dosis y no se las entregaron a otros países que las necesitaban. ¿Pensás que eso se puede revertir o no? ¿Cómo se podría repensar esta si tuación tan injusta?

Nora Cortiñas: Primero vamos a tener que empezar a salir a la calle para hacerlo a voz abierta. La pandemia nos aplacó por que no podíamos salir a la calle y dejamos correr muchas cosas que ahora hay que modificar, pero tenemos que juntarnos y hacerlo. Los gobiernos no pueden gobernar puertas adentros de una casa de gobierno. Tienen que gobernar escuchando al pueblo y saliendo a la calle y escuchando a las personas. Ahora en este momento esta mos con los vencimientos para pagar una deuda que no debemos

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pagar, así que mi propuesta es esa, suspender todos los pagos y es clarecerle al pueblo hasta el último dólar que dicen que debemos. Y que devuelvan la plata que nos robaron. Ese es el camino, no encuentro otro. Y no estoy sola en esto, pertenezco a las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, que durante tantos años venimos reclamando y levantando las banderas de lucha de nuestros hijos e hijas, tantos años reclamando también que se abran los archivos, y tampoco somos escuchadas como tiene que ser. Entonces tenemos que empezar a abrir los oídos de los políticos. A mí me da dolor y vergüenza pensar cómo podemos seguir así, porque vamos a nues tra casa, abrimos una canilla y tenemos agua, ponemos una cace rola en el fueguito y tenemos comida, pero cómo se puede vivir teniendo que soportar que el vecino de al lado de tu casa no tenga para comer. Hay que ir hacia la protesta, la rebelión y la resistencia, para decir ‘así no se puede y no se debe vivir’. Pero eso trae repre sión, porque ustedes saben que cada protesta tiene un final con represión. En Jujuy, en Catamarca, en el sur, en Neuquén, en todas las provincias castigan con represión si piden comida y piden agua. Entonces, la soberanía es la total independencia para manejarnos en un país libre.

Narraciones: Hablemos del tema Malvinas. ¿Cómo pensás que es la posición de argentina a 40 años de la guerra?

Nora Cortiñas: Las Malvinas son argentinas y no lo tiene que dudar ningún funcionario del gobierno, y hay que seguir luchando para que las Malvinas sean nuestras. Yo he ido a las Malvinas y con mucho dolor he comprobado que la gente que anda por ahí no es argentina. Hay que poblarlas con argentinos. Hay chilenos y hay gente que viene de Europa y que se instala en Malvinas, y es gente que uno ve que no tiene amor por esa tierra, gente que trabaja por un sueldo. Y después vienen de todos los países del mundo y resulta que los argentinos ni siquiera tenemos una ruta para llegar a Mal vinas, solo se puede ir por avión. A mí me duele, yo tengo 92 años y pretendo no morirme sin ver un camino por tierra a las Malvinas y que las Malvinas tengan las banderas argentinas por todo el terri torio. Valoro a los soldados que fueron, no a los que los dirigieron

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y los torturaron de la misma manera que torturaron acá a nuestros hijos e hijas. Torturaron a estos pibes que fueron arrancados de su hogar, de todas las provincias, y que fueron llevados a luchar con armas que no servían, muertos de hambre, de frío, estos pibes ma ravillosos que fueron a luchar.

Narraciones: Las tenemos a ustedes, que son ejemplo de lucha. ¿Vos pensás que en este contexto se puede pensar en un mundo de paz?

Nora Cortiñas: Tenemos que luchar. No puede ser que viva mos de guerras para favorecer a Estados Unidos y Europa para la fabricación de armas, porque los que quieren la guerra son los que insisten en que no se termine la guerra. Hay cada vez armas más mortíferas que destrozan más y más la vida, entonces yo soy par tidaria y estoy en un comité que trabaja por la paz, pero no es su ficiente. Todavía no sabemos cuál va ser el camino pero tiene que ser un camino en el que no haya ambiciones para hacerse rico ven diendo esas armas que terminan con la vida humana, lo mismo que para la salud. Para la vida no hay que tener guerras, y yo creo que lo vamos a poder hacer. Yo creo en ustedes, creo en todos los grupos que trabajan hoy para mejorar el mundo, y creo que se puede si hay voluntad. Y tenemos que buscar el camino que nos lleve a tener la paz, no la de los cementerios sino la verdadera paz para la vida.

Narraciones: ¿Es posible pensar que hay posibilidades de ex plotar la megaminería para mejoras económicas y a la vez respetar la dignidad del pueblo y el ambiente?

Nora Cortiñas: Es posible. Hay una minería que se hace no per judicando la salud de los trabajadores ni estropeando la tierra, que se practica en algunos países. Acá en Argentina antiguamente se practicaba la minería a cielo abierto, pero protegida, y después fue cambiando de acuerdo a los avances de la técnica, pero hay posibi lidades y tenemos que usarlas. Quizás haya que invertir más, quizá no haya una ganancia económica exuberante, pero hay posibilida des de que la minería sea para proteger la vida de los trabajado

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res y la tierra, porque también nuestra madre tierra requiere que la cuidemos. Porque después lo que queda es tierra yerma que no sirve para seguir produciendo, y eso quieren los países que nos dominan, quedarse con nuestras tierras. Ellos quieren producir para ellos mismos y nosotros queremos la tierra para el pueblo, para que nuestros hijos y nietos crezcan sabiendo que defendemos la patria defendiendo la tierra y el agua, y que esa es la manera de avanzar. Les tenemos que dejar la patria servida para que ellos puedan ex traer la riqueza sin perjudicar a la tierra que amamos.

Por último, les dejo una invitación: las Madres seguimos yendo a la Plaza de Mayo los jueves a las 15.30hs. Somos poquitas. Muchas Madres y padres han muerto, pero ahí seguimos. Hay un grupo de hermanos, de hermanas, ya están los hijos e hijas, los nietos y bis nietos que se ocupan de levantar las banderas de Verdad, Memo ria, Justicia, Libertad e Independencia. Entonces les agradezco este llamado, que la verdad me emociona porque la palabra soberanía la tengo inculcada, y pienso que todos tenemos que enseñarla en los colegios, y que la palabra política no es mala sino que los políticos la distorsionan. Nosotros queremos una política transparente, que sea para mejorar las condiciones del país, para tener un país bri llante como tuvimos algunas décadas de nuestra historia. Tenemos extraordinarias maestras y maestros, extraordinarias médicas y médicos, enfermeras y enfermeros, hasta tenemos profesionales y obreros de los mejores del mundo. Bueno, aprovechemos y saque mos toda esa riqueza que tenemos para tener una Argentina en la que nadie pase hambre ni nadie se muera por no poder atender su enfermedad en un hospital.

¡30.000 detenidos, detenidas y desaparecidos presentes, ahora y siempre!

¡Hasta la victoria siempre! Y vengan a la Plaza a acompañar nos…

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Entrevista a Juliana Cassataro

Soberanía sanitaria: Juliana Cassataro, la investigadora de la vacuna argentina contra la COVID-19

Corría mayo de 2020. Con el país en cuarentena, y cuando la po sibilidad de una vacuna no asomaba ni siquiera en el horizonte de una sociedad conmovida por la pandemia de COVID-19, un grupo de científicas de la Universidad Nacional de San Martín comenzó a investigar una plataforma para desarrollar un fármaco/vacuna de industria argentina que permita hacerle frente a un virus del cual prácticamente no existía información. Más de dos años después, la ARVAC Cecilia Grierson se encuentra en fase 1, de prueba en huma nos, y se espera que en 2023 pueda comenzar a ser aplicada como refuerzo de otras dosis. En diálogo con Narraciones, la científica Juliana Cassataro, coordinadora del equipo de investigación, des taca la importancia de diseñar políticas de soberanía sanitaria que permitan una industria nacional con investigación, desarrollo y capacidad de producción propia. Además, cuenta cuáles fueron las dificultades que enfrentaron y por qué es importante que el país tenga una dosis propia para enfrentar al coronavirus.

Narraciones: ¿Cómo surge la posibilidad de la vacuna?

Juliana Cassataro: Fue en mayo de 2020, con un llamado de la Agencia Nacional de Promoción Científica y el Ministerio de Cien cia de la Nación, para conocer ideas y proyectos que pudieran ha cer frente a la pandemia. Nuestro grupo ya venía trabajando hace muchos años en desarrollo de vacunas a nivel pre-clínico, la etapa previa a humanos, y con diferentes cosas, con cuestiones como po tenciadores para aumentar la respuesta inmune de vacunas. Con un presupuesto acotado no se puede hacer una vacuna, pero sí se

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puede buscar prototipos de vacuna en el laboratorio, evaluar su respuesta inmune y ver qué podíamos encontrar. Siempre he pen sado en la idea de algo que se pueda producir en Argentina. Enton ces también teníamos que buscar un formato de vacuna, que haya capacidad industrial, que tampoco es que hay tanta en la Argenti na. Eso fue lo primero que hizo que nosotros nos animemos. A mí ya me habían convocado para dar una charla y estudié un montón de vacunas COVID-19 en desarrollo, porque nadie en Argentina ha bía trabajado el tema, era muy nuevo. A partir de obtener la finan ciación del proyecto empezamos a ir al laboratorio todos los días. En octubre 2020 ya teníamos muy buenos resultados de un proto tipo de vacuna a nivel pre-clínico y ahí comenzaron las reuniones. Desde la Agencia nos preguntaron qué necesitábamos. Y necesitá bamos un laboratorio farmacéutico, una empresa con buenas prác ticas de manufactura, con instalaciones para producir fármacos. Una vacuna es algo que no se puede hacer en un garaje, requiere habilitaciones. Ahí acompañadas por la Agencia y el Ministerio de Ciencia empezamos con reuniones con distintas empresas nacionales y el laboratorio Pablo Cassará estuvo interesado. En diciembre 2020 empezamos a trabajar con expertos de Cassará en desarrollo farmacéutico, con otras capacidades, y ya viendo el proyecto con un formato más a largo plazo, más interesante. Eso hizo que du rante 2021 se hiciera toda la vacuna en la planta, se hicieron todos los ensayos pre-clínicos, y eso permitió que este año pudiéramos empezar los ensayos clínicos.

Narraciones: ¿Cómo fue la articulación entre el Estado y el sec tor privado?

Juliana Cassataro: Para mi sorpresa, al principio no encontra mos gran interés o capacidades suficientes en empresas argentinas para hacer los prototipos que habíamos hecho, que los habíamos elegido pensando justamente en la capacidad productiva instalada de Argentina. Luego cuando comenzamos a trabajar específica mente con el grupo de Cassará, la articulación fue muy buena porque el laboratorio tiene investigación y desarrollo. Generalmente en las empresas te encontrás economistas, CEOs. En cambio, esta

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empresa sí tenía investigadores y al final el desarrollo de la vacuna fue prácticamente en conjunto. Hablábamos el mismo idioma, el mismo formato, y nosotros aprendiendo de cosas que no sabíamos, y eso es lo más lindo de trabajar.

Narraciones: Decías que era un equipo interdisciplinario. ¿Qué disciplinas son?

Juliana Cassataro: Hay científicas/os expertas/os en inmuno logía, virología, especialistas en desarrollo farmacéutico, escalado y producción, ensayos clínicos, proceso regulatorio. Todos los re ferentes de cada área de Cassará trabajaron desde el principio con nosotras en la decisión de qué cambios hacer a nuestros prototipos para que pudieran llegar a ser una vacuna. Cuando miro para atrás, recuerdo por ej. que la Dra. Mónica Lombardo que ahora es la en cargada del diseño del ensayo fase 1 estaba en nuestras primeras reuniones cuando hacíamos cambios moleculares al antígeno de la vacuna para que pueda producirse mejor en la planta. Enton ces desde que empezamos a trabajar con esta empresa argentina el proyecto se pensó de manera interdisciplinaria y con un camino definido.

Narraciones: Venís trabajando desde el Instituto de Investiga ciones Biotecnológicas de la Universidad de San Martín. ¿Qué im plica gestionarlo desde una universidad nacional?

Juliana Cassataro: Tuvimos que ir aprendiendo de todo, pero fue un proyecto que apareció de abajo hacia arriba. Este tipo de proyectos tan grandes yo decía desde el principio que no podían salir sólo desde una universidad, tenía que estar anclado en dife rentes ministerios: Ciencia, Salud y Producción tienen que estar vinculados, también Defensa, porque muchas vacunas que nos da mos actualmente contra otras enfermedades salieron de investi gación en defensa. Cuando uno mira específicamente lo que pasó en la pandemia a nivel mundial, los Estados y los ministerios de Salud de los países que nos vendieron las vacunas (sean capitalis tas, socialistas o comunistas) estuvieron totalmente involucrados en el financiamiento, esponsoreo y desarrollo de ensayos clínicos

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y luego en la compra de estas vacunas a sus empresas. Es un pro yecto que involucra a diferentes partes del Estado, con lo cual es bastante complicado. Cada vez que hacíamos algo nos decían ‘esta es la primera vez que se hace’. Es todavía muy desafiante, a veces incluso es deprimente que sea la primera vez que se haga esto, por las capacidades que tenemos a nivel científico, farmacéutico y de ensayos clínicos. Se tendría que haber hecho antes.

Narraciones: O sea que son el puntapié de todo lo que no se hizo.

Juliana Cassataro: Ahora ya tenemos las vacunas de afuera y no depende la vida y la muerte de las personas, igual para nosotros es importante hacerlo rápido. Va cambiando lo que se necesita: ahora requerimos vacunas para refuerzo, antes era para primera vacunación. Por eso, trabajamos en el prototipo de vacuna que es para refuerzo y para cambiar la variante por si se modifica la va riante del virus y escapa a la respuesta inmune. El conocimiento so bre el SARSCoV2 varía mucho, la situación sanitaria va cambiando día a día y hay que actualizarse todo el tiempo, te sentís que estás por atrás de lo que viene. A diferencia de otras cosas que veníamos trabajando, donde se podía estar 10 años investigando, acá no, es para ya. El primer año era todo mucho más de nervios, porque no se sabía si iba a funcionar. Ahora estamos muy convencidos de que vale la pena.

Narraciones: Ganaste el premio Protagonistas de la Pandemia. ¿Cómo lo vivió el equipo de trabajo y qué implicó desde lo perso nal?

Juliana Cassataro: Está bueno lo de los premios, me impresio nó haberlo ganado. Me llamó la atención. Pero lo que más nos im pactó fue el tema de los medios, la importancia que le dio la gente, cómo explotaba de interés en que se desarrollara algo en Argenti na. Y eso nos dio más confianza y empuje para seguir trabajando.

Narraciones: En un país donde a veces los reconocimientos lle gan tardíamente o no llegan, ser reconocidos es para destacar.

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Juliana Cassataro: Puede ser. No queríamos llamar la atención, porque cuando te reconocen te pone más presión.

Narraciones: ¿Qué pensás de contar con una vacuna hecha en territorio argentino? ¿Servirá para ganar soberanía nacional?

Juliana Cassataro: Sí, esa fue la idea del principio. Tuvimos que esperar a que otros países hicieran las vacunas, nos den lo que sobraba, fue una experiencia traumática para todos. No podía ser que no se haga una vacuna desde cero en la Argentina. Una cosa es envasar vacunas y otra cosa es producir el principio activo, tener toda la cadena nos daría independencia ante una situación como la que vivimos. O si hay que cambiar porque hay nuevas variantes y los países de primer mundo que producen vacunas no quieren ata car a esa variante porque priorizan la que tienen en sus territorios. Si nuestro país tiene capacidad de producir vacunas propias puede tomar decisiones. Ni hablar en términos de sustitución de impor taciones por los dólares: poder pagar nuestras vacunas en pesos es muy importante.

Narraciones: ¿Por qué es importante ahora tener una vacuna argentina?

Juliana Cassataro: Serviría para refuerzos anuales. Estamos probando vacunas de refuerzo. También en un futuro para bebés y niños no vacunados, hay que hacer ensayos clínicos. Ya cambiamos la variante. En tres meses tenemos capacidad de modificar la va riante anti COVID19 para los refuerzos que haya que dar. Lo mismo en caso de que haya otro virus similar: ya tenemos una plataforma probada que nos permitiría producir vacunas más rápido. Los paí ses que avanzaron con más velocidad son los que tenían ensayos ya probados.

Narraciones: ¿En qué etapa se encuentra hoy la vacuna?

Juliana Cassataro: Ahora estamos en la fase 1 de seguridad en humanos que se prueba en 80 voluntarios sanos de 18 a 55 años (va cunados con las otras vacunas) para analizar cómo es la respuesta

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de refuerzo de ARVAC y cómo aumentan los anticuerpos neutrali zantes. Lo más importante es estudiar cómo aumenta la respuesta inmune después del refuerzo y si hay respuesta contra nuevas va riantes que están circulando. Ya tenemos resultados preliminares muy alentadores. Después vienen las fases 2 y 3, con 3.000 indivi duos, donde se evalúa la seguridad, la respuesta inmune y final mente si eso está bien, se puede registrar la vacuna. Si todo avanza como esperamos, a fin de año o principios 2023 podríamos tener resultados y en 2023 ya nos podríamos dar la vacuna de refuerzo.

Narraciones: ¿Qué quiere decir que la vacuna sea de segunda generación?

Juliana Cassataro: Es que ya está cambiada la variante: hay una ancestral, que es la del virus de Wuhan. Todas las vacunas que nos damos actualmente contra la COVID 19 tienen la variante ancestral. Esta vacuna que producimos ya está modificada. Con la plataforma que hicimos no tenemos que volver a hacer todo de nuevo, no hay que hacer otra vez los ensayos clínicos. El tipo de plataforma ade más está pensado para refuerzos. Ojalá que sea de forma anual.

Narraciones: ¿Qué costo tendría?

Juliana Cassataro: El precio de venta en volumen grande a go biernos podrá estar en unos 1100 pesos por vacuna (el equivalente a 8 dólares oficiales, pero en Pesos), es un estimado. Se gastaron más de 1.000 millones de dólares en las vacunas que compramos de afuera, con esta vacuna no se usarían dólares del Banco Central.

Narraciones: ¿Se construyó alguna política pública para forta lecer este tipo de investigaciones?

Juliana Cassataro: Sí. Hubo llamados a subsidios para el finan ciamiento de la parte pre-clínica de la Agencia Nacional de Pro moción Científica y el Ministerio de Ciencia. La fase 1 en humanos está siendo financiada por el Laboratorio Cassará y ahora estamos viendo de conseguir financiamiento para la fase 2/3. Yo trato de convencer que haya más financiamiento. Está en discusión el tema

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de tener políticas, planes estratégicos de desarrollo nacional que no cambien con los gobiernos, eso sería fundamental.

Narraciones: ¿En qué cuestiones de salud se puede decir que se construye soberanía sanitaria?

Juliana Cassataro: El Estado tiene que pensar los desarrollos propios también desde la compra. El Estado mismo, si es el com prador, asegura el éxito económico de una investigación. Las vacu nas contra la COVID19 no se comercializan por privados, todas son compradas por el Ministerio de Salud. Entonces la compra también es una decisión política y estratégica.

Narraciones: ¿Por qué la vacuna se llama Cecilia Grierson?

Juliana Cassataro: No pensábamos ponerle nombre pero todos nos preguntaban cómo se llamaba, porque muchas de las vacunas que escuchaban tenían algún nombre. Después de un año y medio elegimos Cecilia Grierson. A nosotras nos parecía que tenía que ser una persona pionera. Cecilia Grierson fue la primera mujer que se recibió de médica en la Argentina. Esto es un homenaje a los mé dicos y médicas y a las enfermeras, porque fue ella quien fundó la primera escuela de enfermería en nuestro país. En las ciencias bio lógicas y médicas la mayoría somos mujeres, no es sólo en nuestro grupo de investigación. Y por eso nos pareció que tenía que ser una mujer.

Narraciones: ¿Cómo te gustaría cerrar la entrevista?

Juliana Cassataro: Es muy importante que haya industria na cional con investigación y desarrollo, con capacidad de producción propia y que los distintos ministerios estén involucrados, con Sa lud, Producción, Defensa y Ciencia, para que un proyecto de estas características avance. También hay que mencionar el lobby mul tinacional, cuestiones farmacéuticas que van a ser un nuevo desafío para nosotros. Hay que lograr que en Argentina las personas se quieran poner nuestra vacuna antes que las que llegan desde otros países.

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Entrevista a Pedro Brieger

“Los medios siempre fueron parte del poder político y económico en nuestro país, lo mismo que el Poder Judicial. Siempre estuvieron articula dos. Lo que pasa es que las disputas políticas como las que vemos ahora, en el siglo pasado se resolvían fácil: con golpes de Estado. Entonces no había la necesidad de decir ‘somos demócratas’”

Narraciones: Pedro, para empezar, ¿cómo pensás hoy la políti ca internacional? ¿Cómo se está reacomodando la geopolítica? ¿Y cómo repercute esto en la Argentina y en América Latina?

Pedro Brieger: Es una pregunta muy amplia, difícil de respon der porque todavía no sabemos cómo va a terminar la invasión de Rusia a Ucrania, y cómo esto afectará a la geopolítica internacional. Podemos decir que la OTAN se está reforzando y se está amplian do. En la última reunión en Madrid plantearon la amenaza que re presentan China y Rusia para los valores de la OTAN. Y todavía no sabemos cómo afecta esto a la geopolítica y cómo queda parada América Latina. Lo seguro es que hay río revuelto.

Narraciones: Hablando de la región, ¿cómo ves las últimas elecciones en las que ganaron representantes de la izquierda? ¿Qué repercusión pensás que tienen?

Pedro Brieger: Desde 2005, desde la Cumbre de las Américas, que sostengo que hay una disputa entre una corriente muy he terogénea, a la que podemos definir como progresista, nacional popular, populista, de izquierda, de centro izquierda, socialista, peronista… no hay una definición exacta porque es una corriente

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muy heterogénea pero que sabemos que en esa vereda están Nés tor y Cristina, Evo Morales, Chávez y Maduro, Lula y Dilma Rous seff, Fernando Lugo, Rafael Correa y ahora Gustavo Petro. Y en la vereda de enfrente, que tampoco es una vereda, es una corriente muy homogénea, está la derecha, los partidos conservadores, li berales, también difícil de definir porque la definición “derecha e izquierda” no abarca exactamente lo que estamos hablando, pero sí sabemos que en la otra vereda están los Macri, los Bolsonaro, los Uribe, la oposición en Venezuela, Joe Biden y en gran medida Es tados Unidos. En la Cumbre de las Américas 2005, en Mar del Plata, esta disputa se vio claramente cuando se le dijo que “No al ALCA”, que era el gran proyecto de Estados Unidos para la región. De ahí en más se comprobó que esta disputa existe, y ¿qué significa esta disputa? Es una disputa similar a la que existió en momentos del siglo pasado, cuando había también corrientes populistas, como el Peronismo, Vargas o Ugarte en Brasil y otros gobiernos progresis tas de izquierda nacional y popular. Pero en ese momento estos gobiernos eran derrocados a través de golpes militares y las dere chas hoy no lo pueden hacer, por eso la disputa continúa, porque en el siglo pasado, si alguno de estos movimientos llegaba al poder, duraban menos de tres años, se los cortaba de cuajo. Perón duró diez pero también terminó cortado por un golpe de Estado. Por lo tanto las figuras y los movimientos eran derrotados por golpes de estado, esa era la salida. Hoy no lo pueden implementar, por eso en Venezuela Chávez continúa hasta el día de hoy, y por eso algu nos de estos movimientos tienen mucha fuerza. Es verdad que hay algo novedoso, que es la articulación entre los poderes judiciales, mediáticos, económicos, políticos y diplomáticos para tratar de de rrotar a estos gobiernos, pero no son lo mismo que los golpes de estado. Y el mejor ejemplo es Evo Morales. Lo derrocan, tal vez con un golpe con cierta similitud a los golpes del siglo pasado, porque son los militares los que le piden la renuncia, pero en menos de un año vuelve. Hay que recordar que Salvador Allende se pegó un tiro, que Perón tardó dieciocho años en volver y que la mayoría de los líderes progresistas derrocados en el siglo pasado terminaron en el exilio o muertos, y sus movimientos por lo general destruidos. Hoy esta disputa se mantiene, y los movimientos progresistas pueden

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volver al poder, que es lo que pasó en la Argentina, en Bolivia, y puede volver a suceder en octubre en Brasil. Y esto es un problema para las derechas latinoamericanas. Al no poder apelar al recurso que tenían en el siglo pasado no pueden destruir estos movimien tos populares, no pueden apelar a la represión masiva, al encarce lamiento, a los asesinatos, a las desapariciones, los exilios. No lo pueden hacer, entonces están buscando otras formas.

Y el otro problema que tienen las derechas latinoamericanas actuales es que no ofrecen nada nuevo, nada que seduzca o que encante, que motive. Se lo puede encontrar tal vez en la aparición de figuras como Milei, que es más un payaso mediático que un político, con un discurso muy radical, estrafalario y agresivo, pero que termina siendo conservador y que además hay que ver cómo se maneja en la política real. Por ahora no lo sabemos, es un miste rio. Y de hecho, cuando se sale de su libreto, de hablar de dos o tres consignas económicas, comienza a decir barbaridades que irritan mucho a la gente, barbaridades como la venta de niños o tantas otras cosas que dice. Pero es un fenómeno particular. En América Latina no hay tantos Milei. Sí hay quienes reivindican los golpes de estado del pasado, y es verdad que tienen un lugar, como en Chile. Pero tienen mucha dificultad para posicionarse, son más casos ex cepcionales que otra cosa, por ahora. Pero es porque realmente las derechas no tienen otra cosa para ofrecer. Lo único que ofrecen es hacer dinero. ‘Hagan dinero, hagan dinero’. Ser emprendedor y ha cer dinero es lo único. No tienen nada que se salga de ese esquema, nada de disfrutar de la vida y vivir mejor o tener un mejor vínculo con la naturaleza o dedicarse al ocio. La oferta que proponen es una vida sacrificada en aras de conseguir dinero. Siempre dije que estos partidos no tienen respuesta para el tema de la cultura, no hay propuestas culturales, porque ¿qué le vas a decir a alguien que tiene una bandita y toca la guitarra? ¿‘Ponete una cervecería’, que es lo que decía Bullrich? Todo pasa por ser emprendedor y por ha cer plata, es el eje de sus vidas. Y los progresistas, en el más amplio sentido de la palabra, incluso retomando algunas de las cosas plan teadas en el siglo diecinueve por los socialistas utópicos, plantean vivir mejor. Por ahí falta debatir más qué significa vivir mejor, qué

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significa el contacto con la naturaleza, y por ejemplo reivindicar el ocio, algo que muy pocas veces la gente se anima hacer, como planteaban los socialistas utópicos en el siglo diecinueve. Porque entramos en la vorágine de hacer, hacer, hacer, trabajar, trabajar y trabajar, y después nos preguntamos para qué, ¿no? Bueno, us tedes que trabajan en salud mental lo saben mejor que yo, cómo termina la gente desesperada con tal de acumular más. Y creo que toda esta disputa en América Latina se manifiesta más en lo políti co. Pero todavía, a mi juicio, falta avanzar mucho más en lo que se llama el ‘buen vivir’, lo que tal vez en el gobierno de Evo Morales comenzaron a plantear desde una visión bastante particular del al tiplano, que no necesariamente atrae mucho a la gente que pueda vivir en una ciudad como Buenos Aires.

Narraciones: ¿Este proceso de Petro, Boric y Castillo es un fe nómeno del triunfo de las oposiciones frente a los oficialismos que atravesaron la pandemia o es un proceso político distinto en Amé rica Latina? Y estos fenómenos, estos procesos progresistas que es tán sucediendo ahora mismo, ¿ves que pueden ir consolidándose hacia algún tipo de unión y de trabajo en conjunto?

Pedro Brieger: Empiezo por lo segundo, por lo de trabajar en conjunto, que hoy es tan difícil porque en una coyuntura en la que hubo gobiernos de derecha que destruyeron la herramienta que existía para trabajar en conjunto, la UNASUR…

La UNASUR tenía un comité de salud que hubiera podido ac tuar mucho mejor durante la pandemia de manera conjunta, por ejemplo para comprar vacunas, como hizo la Unión Europea. Y la Unión Europea no es de izquierda. Macri, Bolsonaro, Lenín Moreno, Piñera destruyeron la UNASUR, no solamente que la vacia ron, la destruyeron, le quitaron la sede porque consideraban que la UNASUR había sido creada por gobiernos progresistas, y como en su estrechez ideológica quieren borrar todo lo que tenga que ver con esa corriente progresista, decidieron destruir la UNASUR, algo que muestra una miopía absoluta. Lo paradójico es que se di cen modernos. Porque cuando ellos hacen los planteos siempre se

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plantan como los que vienen a modernizar el Estado, el mundo la boral, a modernizar las relaciones internacionales. “No nos pode mos quedar en el ‘45”, dicen. Una consigna muy de Argentina. “Vos te quedaste en el ‘45 con tus planteos”. Pero no fueron capaces de consolidar algo similar a la Unión Europea. Que, reitero, no fue una idea de izquierda, es más, grandes sectores de la izquierda euro pea, durante décadas, se opusieron a la Unión Europea, e incluso se opusieron al euro, y sin embargo esto terminó consolidándose. Ni siquiera la derecha latinoamericana se puso a mirar lo que fue la Unión Europea, porque en su miopía ideológica plantearon que la UNASUR era algo que había nacido desde la izquierda, desde una visión ideológica. Sí, claro que tuvo una visión ideológica, la de la unión latinoamericana. El problema es que las derechas latinoame ricanas no buscan ningún tipo de unión regional, porque buscan subordinarse a las políticas de Estados Unidos. Todo lo que miran es a Estados Unidos. Por eso digo que hay una gran estrechez en la derecha latinoamericana.

Y con respecto a la primera pregunta: cada país es diferente y hay que mirarlos diferentes, pero creo que los triunfos de los go biernos progresistas en gran medida responden a los fracasos de las políticas neoliberales. Buena parte de las respuestas particula res están vinculadas a lo que planteaba antes, de que las derechas latinoamericanas no tienen nada nuevo ni bueno para ofrecer. Creo que el caso de Colombia tal vez sea el más claro: la pobreza, la violencia, la desigualdad que existen en Colombia es producto de décadas de gobierno de derecha. La izquierda nunca había go bernado, de hecho los gobiernos de izquierda o progresistas en la región fueron periodos muy cortos de la historia latinoamericana.

Narraciones: Venís hablando de que las derechas no imponen golpes de estado, pero sí condicionan. En estos condicionamientos que hacen, ¿qué rol tienen los medios de comunicación?

Pedro Brieger: Los medios siempre fueron parte del poder po lítico y económico en nuestro país, lo mismo que el Poder Judicial. Siempre estuvieron articulados. Lo que pasa es que las disputas po

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líticas como las que vemos ahora, en el siglo pasado se resolvían fácil: con golpes de Estado. Entonces no había la necesidad de decir ‘somos demócratas’. La famosa frase ‘las urnas están bien guardadas’ los refleja muy bien. Los golpes de Estado se daban sin ningún tipo de problema, eran golpes cívico-militares con el apoyo de los contenidos judiciales, por supuesto, en la mayoría de los casos. Y esta articulación con los grandes medios de comunicación siempre existió, no hay nada nuevo en el rol de Clarín, en El Mercurio en Chile, en la red O’ Globo en Brasil, el diario La Hora o el Comercio en Ecuador. Todos están íntimamente vinculados. Pero ahora con un agregado: los medios de comunicación, si bien siempre actua ron en política, hoy también tienen grandes negocios, entonces acá también ha habido un cambio. El diario Clarín no es solamente un diario que actúa políticamente. Hoy tiene intereses económicos en múltiples sectores de la economía argentina, por lo tanto si hay cualquier ley que modifique algo de sus beneficios económicos, in tervienen directamente. Ya no es solo una cuestión liberal ideoló gica, sino que hay intereses económicos.

Narraciones: Yendo a la guerra de Rusia y Ucrania y todo el reacomodamiento internacional frente al conflicto, ¿qué estás viendo vos en estas nuevas vinculaciones entre Irán, Rusia, India, China, Estados Unidos, la OTAN y Europa?

Pedro Brieger: Esto lo dije al comienzo. Esto todavía está en curso, por lo tanto es difícil saber cómo se va a ir desarrollando. Porque China no condena la invasión rusa a Ucrania porque en tiende que, para la OTAN, detrás de Rusia el objetivo más importan te es China, por lo tanto China necesita de Rusia y Rusia necesita de China, porque para ambos su adversario o enemigo es en realidad Estados Unidos. De hecho, China está acusando a Estados Unidos de armar una OTAN en el continente asiático, con Japón y Australia, lo dice abiertamente, no estoy revelando ningún secreto. De hecho, los buques de guerra estadounidense surcan el mar de China todo el tiempo, y China no tiene bases militares esparcidas por todo el mundo, como tiene Estados Unidos. Acá de lo que se trata clara mente es de una disputa por la hegemonía mundial, una disputa

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como la que vimos entre los imperios británicos y franceses, que terminaron en guerras. Eso es lo que a nosotros nos cuesta ver, las guerras vistas desde hoy en día, más pensando que fueron guerras que duraron veinte, cuarenta, cincuenta, cien años y atravesaron a varias generaciones. La invasión de Rusia a Ucrania lleva apenas unos meses y no sabemos por cuánto tiempo se va a prolongar, y nos parece increíble pensar que pueda haber guerra, pero es así. Acá hay un tema. Estados Unidos no tolera el crecimiento de China, y cada vez que un representante oficial de Estados Unidos recorre América Latina lo dice abiertamente: ‘cuidado con China, no ten gan negocios con China, no es de nuestro interés tener negocios con China, China todo lo que hace es por tener sus propios inte reses, tengan vínculo con nosotros, que tenemos buenas intencio nes´. La dificultad que tiene Estados Unidos es que tampoco tiene nada nuevo para ofrecer. Durante la pandemia se vio. Estados Uni dos no salió corriendo a América Latina a ofrecer nada.

Narraciones: Siguiendo con esto, viste que hay una propuesta para ingresar al BRICS. ¿Qué pensás?

Pedro Brieger: No me queda muy claro qué beneficios tendría. Recordemos, BRICS: Brasil, Rusia, India, China, Sudáfrica. Todos los números que se aportan siempre, del PIB mundial, la cantidad de población, etc, sí, todo muy lindo. Pero en lo concreto, lo que signi fica, la verdad que no me queda claro. No me queda claro qué puede aportar al crecimiento de Argentina, más allá de las palabras. En su momento se pensaba en el Banco del Sur y tampoco se concretó, por ser tal vez demasiado egoístas, por no mirar a largo plazo, por acusaciones mutuas entre Argentina, Ecuador, Brasil… Lo concre to es que no nació el Banco del Sur y había muchos proyectos en ese sentido, y cada país juega por separado. Entonces, más allá de enunciar lo importantes que son Brasil, Rusia, India, China y Sudá frica, no me queda claro cuál sería el beneficio concreto.

Narraciones: ¿Pensás que entonces debería seguir fortalecién dose la UNASUR, o rearmar un nuevo Mercosur?

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Pedro Brieger: No, yo estoy diciendo que lo que no me queda claro es la propuesta concreta. Quizás son esos grandes planes que después no se concretan. Por eso digo: el BRICS está pensando realmente en un Banco Internacional de Desarrollo que plantee comer ciar entre monedas sin pasar por el dólar. Y lo que podía ser una alternativa, algo de lo que tantas veces se habló, que Argentina y Brasil tenían que comenzar a tener negocios sin pasar por el dólar, me parece que por ahora son enunciados muy vagos, más allá de que políticamente sería un gesto.

Y a nivel latinoamericano me parece que nadie está pensando en reflotar la UNASUR, me parece que la apuesta es a la CELAC y a la Comunidad de Estados Latinos y Caribeños, que son treinta y tres países, pero también por ahora es algo bastante vago. Es un proble ma: la UNASUR era algo muy concreto que estaba funcionando, con todos sus problemas, y era de reciente creación. La Unión Europea tardó más de 50 años en consolidarse. A la UNASUR no le dejaron ni que tuviera un poquito más de diez años.

Narraciones: Hace poco hubo un encuentro educativo de dis tintos países en la CELAC y lo que se notó fueron las diversas po siciones. Se lograron síntesis muy vagas, muy abstractas, que des pués no encontraron una operatividad en la política, en este caso educativa. Y se notaba mucha división entre los países caribeños y algunos países de América del Sur. Me parece que hay una diferen cia en eso, ya que hay mucha incidencia de Estados Unidos en los países caribeños.

Pedro Brieger: Muchas veces va más allá de las cuestiones ideológicas, cada país tiene sus intereses, sus proyectos nacionales, sus proyectos globales. De hecho, esto se vio en la UNASUR, por eso cito el caso concreto del Banco del Sur. No nació, y no importa si fue culpa de Brasil, de Argentina o de Ecuador. Lo cierto es que no se pudo avanzar.

Narraciones: En relación a la legitimidad de los partidos po líticos, ¿cómo pensás vos el lugar y la legitimidad social en este contexto global?

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Pedro Brieger: Creo que hay una crisis con la representativi dad de los partidos políticos, que es un modelo heredado del siglo 19 y principio del siglo 20, con otro mundo del trabajo, otro mundo sindical. Hoy la inmensa mayoría de los partidos políticos en la re gión, y no solo en la región, están vaciados. La gente no se incorpo ra a ellos, las formas de militancia se han modificados, las formas de intereses en la política se han modificado, por eso prende lo que plantea Milei de la casta, que toma un poco de lo que fue la aparición de Podemos en España, cuando apareció el término “la casta” con tra el Partido Popular y el Partido Socialista Obrero Español. Y hay una sensación de disociación muy grande entre la representación política y los problemas de la vida cotidiana, magnificada por los medios de comunicación con un discurso anti política. Siempre doy un ejemplo bien concreto. Alguien determina que hay que podar un árbol, alguien determina que hay que asfaltar las calles, que hay que hacer las rutas, todo eso implica muchas horas de trabajo, de pensamiento, no son cosas que vienen por generación espontánea. Y eso implica que hay muchos legisladores y legisladoras, diputa dos y diputadas que trabajan muchísimo, pero la demonización de la política es tan grande que hace que muchas veces se los identi fique como que están ahí solo para hacer plata, cosa que es falso. Y entonces hay un problema también cuando las personas que ac túan en política tienen una gran dificultad para mostrar que están haciendo cosas. Y también es verdad que los medios no muestran las cosas que se están haciendo, solo resaltan lo que no hacen. Es un problema muy serio esta desconexión que parece existir entre nuestros representantes y quienes somos representados. Además el mundo cambió. No estamos más representados en las grandes figuras políticas. De hecho hay mucha gente que trabaja desde su casa y que prácticamente no tiene vínculos con gente en un ámbito social, esto se ha modificado tanto que es muy difícil de plantear este tema por fuera de la coyuntura. Y entonces nadie lo plantea. Eso también es un problema: el mundo ha cambiado mucho, pero cada vez que se plantea algo sobre el tema del trabajo se lo plantea en medio de una posición de coyuntura política y no puede haber un debate serio respecto de las nuevas condiciones laborales.

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Narraciones: ¿Creés que los medios de comunicación juegan con estrategias políticas y económicas que pueden perjudicar la so beranía de una nación?

Pedro Brieger: Soberanía, habría que ver qué significa…

Narraciones: Hablemos de la soberanía de poder elegir a los representantes. ¿Cómo los medios de comunicación pueden jugar con eso?

Pedro Brieger: Ningún medio de comunicación te va a decir que no está a favor de eso. Pero, como dije antes, representan inte reses políticos y económicos bien concretos y está claro que juegan su partido. Y a diferencia de otros países, como en Estados Unidos, donde los medios de comunicación a veces dicen por quién llaman a votar, en Argentina se disfrazan de medios independientes, cuan do claramente tienen una orientación política. A nadie se le escapa que La Nación tiene un lugar importante en la historia argentina, como La Prensa o Clarín. De todas maneras, juegan mucho con el tema del periodismo independiente como una forma de seducir a la población. Porque hay algo nuevo que surgió en la Argentina en los últimos años, por un lado está el periodismo militante, que sería el de todos los que adhieren a kirchnerismo y el peronismo, y por el otro un periodismo realmente independiente, que sería el que representan quienes trabajan en Clarín, Radio Mitre, por tomar un ejemplo de los que han enarbolado la bandera del periodismo inde pendiente. Me parece que eso ya no tiene la fuerza que tenía hace unos años atrás, también porque las redes han influido mucho en mostrar cómo actúan estos medios de comunicación, aunque hasta el día de hoy siguen sin decir a quién hay que votar. No lo dicen abiertamente, lo expresan.

Narraciones: ¿Y por qué te parece que las propuestas de Milei pegan tanto en los sectores jóvenes?

Pedro Brieger: Buena pregunta. No lo sé, no lo tengo estudia do, pero sí tengo algunas apreciaciones. Los jóvenes tienen poca memoria histórica. En el caso de Milei, él aparece como un paya

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so mediático, disruptivo, y suele suceder que la juventud se sien ta atraída por algo que es disruptivo. Pasó en los años sesenta y setenta con los movimientos de izquierda y los movimientos guerrilleros. Hay una cuestión de lo disruptivo en el caso concreto de los Milei, Trump, Bolsonaro, que parecen atraer a los que se salen del establishment, en contra de aquellos que te cagan en la vida cotidiana, como los políticos. La izquierda hace mucho que no es disruptiva, es vista como parte del establishment, porque lo es. Es decir, participa en el parlamento, en partidos políticos, en sindi catos. Y la izquierda no parece contestataria, aunque sí ha tenido una gran intervención por ejemplo con el tema del aborto en la Argentina. Pero, con su aparición, me parece que Milei ha tenido la posibilidad de seducir a algunos sectores más de clase media que sienten mucho esto de que ser emprendedores es muy importante, que la libertad pasa por lo individual y no por lo colectivo. Pero también es verdad que lo han votado sectores populares.

Narraciones: Por último, Pedro, en relación a los vínculos de Argentina con el mundo, en un momento de condicionamientos plenos del FMI, ¿cómo dirías que ves el tema?

Pedro Brieger: El mundo es muy amplio. Argentina sigue te niendo excelentes vínculos con todos los países, con Estados Uni dos, con la Unión Europea, con China, y no parece haber afectado en nada la negociación con el Fondo. Ni nos caímos del mundo du rante el kirchnerismo ni volvimos al mundo durante el macrismo, esas son frases hechas para el debate político. Se pueden tener más o menos acercamientos con determinados países y más o menos afinidad con determinados gobiernos, pero la Argentina sigue te niendo relaciones comerciales con todo el mundo. No creo que el tema del Fondo influya tanto en eso.

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Entrevista Atilio Borón

Roxana M. Mascali, Matías A. Ambrosini y Silvina Czerniecki

“...Las dificultades del proceso de disgregación de las organizaciones populares, el divisionismo interno. Tenemos dos CGT, tenemos tres CTA, digo, esto es una realidad dolorosa que ustedes padecen en la vida uni versitaria, donde también tenemos varias CONADU. O sea, tiene que ver con el triunfo de la cultura individualista exacerbada que ha promovido el neoliberalismo. Hay que reconocer que Fidel habló de esto hace muchos años, advirtiendo sobre la victoria ideológica del neoliberalismo, con todos los elementos que van anexos a esa victoria, que es por ejemplo la exacer bación de la salvación individual y la suspicacia contra las organizaciones sociales o colectivas, por eso la crisis de los partidos, de los sindicatos. Tiene que haber un nuevo estado de la conciencia popular, porque de alguna ma nera todo eso está diciendo ‘eso no sirve y cada cual tiene que arreglarse por su propia cuenta’. Es un derrumbe de la solidaridad social.”

Narraciones: ¿Cómo pensás el tema de la soberanía en este contexto condicionado políticamente y económicamente por el FMI?

Atilio Borón: Lo pensaría desde el punto de vista de las transformaciones en el plano internacional, que son muy profundas, que venían de antes pero que la guerra de Ucrania ha acelerado de una manera dramática. En ese sentido, lo que uno puede observar por ejemplo es que ha habido una creciente pérdida de soberanía en el conjunto de las naciones europeas. Todos los países de Europa, sin excepción, han asumido hoy una condición de subordinación ab soluta a la estrategia y a las prioridades de Estados Unidos a costa de la felicidad, el bienestar y la seguridad de los propios países eu ropeos. Esto es lo que veníamos advirtiendo hace rato desde Amé

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rica Latina los que estamos en la lista de los pensadores críticos o de “mala onda”, como a veces nos caracterizan. Y esta tendencia ahora se ha acelerado. Lo de Europa es un suicidio, y ha pasado a ser un protectorado estadounidense con una pérdida notable de soberanía. Por ejemplo, el hecho de que capitales europeos, nortea mericanos y rusos hayan construido un enorme gasoducto subma rino, el famoso Nord Stream II, que resolvía el grave problema que tiene Europa en materia energética, y que haya sido interrumpido cuando ya estaba terminado por órdenes de Joe Biden (¡cuyo hijo, Hunter, era antes de la guerra el CEO de la más importante empresa distribuidora de gas en ucrania!) para agredir económicamente a Rusia. Eso significa que un país como Alemania ya no puede deci dir algo tan crucial como la energía con la cual van a trabajar sus fábricas y calefaccionar sus hogares. Y trasladado a los países de la periferia, que antes se llamaban del Tercer Mundo, la pérdida de la soberanía es igual o peor. Argentina es un caso muy claro: hace rato que ha venido perdiendo soberanía y en los últimos tiempos esto se ha ratificado todavía más con los acuerdos planteados con el FMI, en una negociación que yo he criticado desde el principio porque hacía caso omiso de dos cuestiones. La primera es que se podría haber hecho una denuncia ante la Corte Internacional de Justicia con sede en La Haya debido a que el Fondo concedió un préstamo violando su propia normativa y la legalidad del organis mo, una cuestión que hubiera obligado por lo menos a iniciar una negociación en un tablero de ajedrez totalmente diferente. Y la se gunda es que no se hizo una auditoría del dinero que entró por la deuda y por dónde salió, algo elemental como eso. A mí, a pesar de mis orientaciones teóricas de izquierda socialista y marxista, me gusta citar una frase de Adam Smith, un gran pensador liberal que no tiene nada que ver con los Espert y Milei y todos esos vende-hu mo que nos inundan con sus sofismas y engaños. Decía Smith que “lo que es sensato y razonable en el manejo de los asuntos de un hogar no puede ser insensato e irracional en el manejo del reino”. Es decir, si ustedes tienen una deuda trucha como esta que tuvo la Argentina y aceptan pagarla sin tomar en cuenta esas dos consi deraciones previas Adam Smith diría que están actuando con una absoluta insensatez.

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Entonces ahí hay una clara pérdida de soberanía. Fíjense que nosotros tenemos un creciente intercambio de personas con la Re pública Bolivariana de Venezuela y tenemos una conexión aérea con Conviasa. Pero resulta que esta línea aérea no puede llegar a la Argentina porque las empresas petroleras de la Argentina tienen prohibido abastecer de combustible a un avión por el solo hecho de ser venezolano. Fíjense el manejo, el mamarracho jurídico que significa esto, y que estalla con fuerza en el caso del carguero de EMTRASUR. No es que haya un pedido de captura del avión, no es que haya un piloto que resulta ser un terrorista. No. Resulta que todo está sometido a las leyes de EE.UU., que prohíben abastecer de combustible a aviones de bandera venezolana, y esto significa que, bueno, Argentina carece de autodeterminación en un asunto tan elemental como ese, y ahí tenemos al avión y a su tripulación varados por meses en este país, sin que se les haya probado un solo delito. Una de las tripulantes, una señora, una mujer, madre de tres hijos, miren lo absurdo de todo esto: sobre ella no pesa ninguna denuncia, no están imputados absolutamente de nada, y sin embargo el juez los tiene retenidos en la Argentina aplicando una norma legal emitida por Estados Unidos. Todo este atropello se está lega lizando con el lawfare.

Si esto es así, ¿para qué nos vamos a preocupar por las internas, por las PASO, por votar, si al fin y acabo los que van a decidir son los legisladores o la administración federal de Estados Unidos y, luego, aquí, los fiscales, jueces y los medios? Hay una pérdida clara de soberanía estatal. Y así podemos seguir una hora. Este es uno de los pocos países del mundo en donde vos podés ir a un restaurante de buena categoría en uno de los barrios más elegantes de Buenos Aires y al pagar no te dan un recibo fiscal, te dan un papelucho cualquiera, un impreso que no es un recibo fiscal que, vía electró nica, vaya a parar a la AFIP, como ocurre en muchos países latinoa mericanos. Esto quiere decir que el veintiuno por ciento de IVA que abonan los comensales que son “responsables inscriptos” no va a parar al fisco para financiar programas especiales, inversiones en salud, educación, ciencia, planes sociales, etcétera sino al bolsillo del dueño del restaurante. Eso lo sabe todo el mundo, y sin embar

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go hay una impotencia del Estado que es escandalosa. Pero por eso digo que la soberanía no es un tema de un lugar o de otro. Lo he mos visto en Europa de una manera dramática, pero acá lo tenemos cotidianamente. Y concluyo que sin soberanía estatal la democra cia no digo que sea una farsa pero sí una especie de simulacro, un jueguito en el que te hacen creer que vos elegís, pero en el fondo no elegís nada. Por eso el problema es tan grave. Porque sin sobe ranía nacional efectiva la democracia se vacía de todo contenido. Soberanía estatal en relación a factores de poder externos, princi palmente el imperialismo y sus aliados, como interno, los “poderes fácticos” que están asfixiando a la democracia en nuestro país.

Narraciones: Con esto que planteás de la pérdida de soberanía de Europa a partir de la pandemia, ¿podés encontrar antecedentes, para que lo podamos ver con claridad?

Atilio Borón: Yo creo que no; la verdad si vos me preguntás si hubo en Europa una situación de subordinación como la de hoy, en donde se está jugando la posible Tercera Guerra Mundial (y no lo digo por alarmista, lo dice Noam Chomsky, lo dicen Henry Kissin ger y el papa Francisco) la respuesta es “no”. No recuerdo otra situación de esta gravedad. Antes ya vino la creación de la OTAN, que fue un esfuerzo para someter a los países europeos mediante un acuerdo político-militar supuestamente en nombre de la defensa de occidente, pero que fue concebido antes que nada para acompa ñar las políticas exteriores y las premisas que EE.UU. tenía en rela ción a cómo debía funcionar el sistema internacional. Por supuesto hubo también una pérdida de soberanía en 1975 cuando en Italia estaba la posibilidad cierta de que el partido comunista obtuviera la mayoría en la votación y por lo tanto pudiera ser el encargado de formar gobierno. Y ante esa perspectiva Henry Kissinger dijo que EE.UU. y la OTAN jamás aceptarían un gobierno comunista en nin gún país de Europa, y dijo “no importa cuán moderado y razonable sea el programa de ese partido comunista”, y punto, se acabó la historia. Ahí hay un caso concretísimo. O, por ejemplo, la renuencia de EE.UU a levantar las bases militares que tiene en Europa, que fueron instaladas al final de la Segunda Guerra Mundial. Ya pasa

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ron más de setenta años y las bases están ahí y no se van a ir. Y no solamente de Europa. No se van a ir de Japón tampoco, a pesar de que Japón ha tenido grandes movilizaciones populares para exigir la salida de las bases, especialmente en Okinawa. Entonces, como el imperio se ha resquebrajado y el declive la hegemonía nortea mericana puede durar un tiempo y no es algo que va a concretarse en los próximos meses, ahora solamente hay una gradual pérdida de poderío internacional pero nada parecido a un desplome. Pero mientras tanto hay más de ochocientas bases en todo el mundo ofi cialmente reconocidas por la página web del Pentágono de Estados Unidos. En América Latina tenemos setenta y ocho, y con la que se va a instalar en Argentina próximamente van a ser setenta y nue ve. Entonces esto habla de que evidentemente hay un menoscabo de la soberanía, porque la función de las bases militares no es otra que la de hacernos partícipes de la guerra que Estados Unidos está librando contra sus adversarios. En estos momentos su gran adver sario es Rusia y el siguiente es China, y lo que Washington quiere es involucrarnos en una guerra que no es nuestra.

Narraciones: ¿Cómo pensás vos la representación y la legiti mación de los partidos políticos en América Latina y especialmente en Argentina?

Atilio Borón: Yo creo que hay una crisis muy fuerte porque hay algo más de fondo: una crisis de las democracias. La de los partidos políticos es un reflejo de ésta; del descreimiento, de la desafección por la democracia, que es evidente en todo el mundo, no solamente en la Argentina y en América Latina. Porque la democracia no ha cumplido las promesas por las cuales tanta gente durante tantos años estuvo luchando. Se supone que es un régimen político que genera sociedades más justas y por lo tanto más equilibradas. Pero la realidad es que en los últimos treinta y cinco años las socieda des, sobre todo acá en América Latina pero también en Europa y en Estados Unidos, se han convertido en sociedades mucho más desiguales, excluyentes e injustas que antes. Es una desgracia decir esto, pero los datos hablan con una sola voz: el nivel de desigualdad económica que hay en la Argentina después de casi 40 años de vida

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democrática es sensiblemente superior al existente cuando se puso fin a la dictadura militar. Y esto ya de por sí habla de la insatisfac ción de la población con la democracia, de su tremenda frustración. La democracia no es solo llegar, votar y elegir; de lo que se trata es de cambiar lo que un gobierno hace para que construya una so ciedad mejor. Lo que define a una democracia no es tanto cómo se forma el gobierno, aunque es importante que el gobierno se forme por el voto popular, sino sobre todo lo que hace un régimen demo crático, y lo que tiene que hacer es contribuir a la creación de una sociedad más justa. Y esa es una asignatura pendiente.

Las sociedades que construyeron las democracias latinoamericanas son más injustas aquí, en Brasil, Chile, Uruguay, Colombia, donde mires. Hubo algunas excepciones, pero pocas: lo de Bolivia es notable, también en Ecuador, pero aquí hubo una brutal rever sión. En Estados Unidos el presidente Joe Biden, imposible de acu sar de chavista o populista, se queja exactamente de lo mismo. En el discurso que pronunciara ante el Congreso a los cien días de haber tomado el control de la Casa Blanca dijo que no podía haber nada más contrario al espíritu norteamericano que el hecho de que la distancia entre lo que ganan los gerentes generales de las grandes empresas y lo que gana el trabajador medio de esas mismas corpo raciones se haya multiplicado por diez, por quince o en algunos ca sos por veinte. En los años sesenta había una diferencia, pero esta diferencia de las remuneraciones no era de doscientos cincuenta a uno, como en la actualidad, sino veinticinco a uno, que ya de por sí era bastante. Sin embargo eso pasó en Estados Unidos, y Biden dijo que la teoría del derrame no funcionó ni va a funcionar.

Narraciones: Y ahora empezaron a reorganizarse y sindicali zarse trabajadores de empresas grandes…

Atilio Borón: Sí, en Starbucks, en Amazon, en muchas de las grandes empresas. Hay un legislación antisindical en EE.UU., que viene de los años de Ronald Reagan. Por ejemplo, es legal en Es tados Unidos, cuando vos tenés una empresa de más de cincuenta empleados, instalar un consultorio jurídico que recomiende a los

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trabajadores no afiliarse a los sindicatos. Eso estaba prohibido des de los años de Roosevelt, y después se derogó esa legislación en la época de Reagan y así sigue vigente. Por eso en EE.UU. si excluís al sector público (los empleados federales, estaduales o municipales), la tasa de sindicalización está en el orden del ocho, nueve, diez por ciento de la población económicamente activa. Es una cifra escan dalosa, equivalente a la de Perú, pero en un país súper desarrolla do como Estados Unidos. Entonces, en este contexto, los partidos políticos son juzgados por la sociedad como cómplices, cuando no causantes, de esta enorme frustración y desencanto democráticos. Y fíjense que en los medios, en lo que son las crónicas políticas co tidianas, no solamente en la Argentina sino en toda América Latina la palabra “partido político” casi no existe. Búsquenla, revisen la prensa de los últimos cinco años y van a encontrar sobre todo la palabra “fulano”, o “tal referente”, o “tal espacio”…. ¿Por qué? Porque los partidos políticos se han ido disgregando y perdiendo su identidad y sus límites, sus definiciones. Inclusive porque ha desaparecido algo muy importante que era la llamada disciplina partidaria. Hoy en día, por ejemplo, podés llegar a un acuerdo en la Cámara de Diputados o en el Senado con los jefes de bloques de diez o doce partidos, pero a la hora de votar en cada bloque hay disiden tes que votan lo contrario, porque los partidos no tiene el vigor y la capacidad de encuadramiento y de disciplina que tenían antes.

Narraciones: Y en relación a nuestra división de poderes, al condicionamiento sobre todo del sistema judicial, que muchas ve ces se antepone a la soberanía del pueblo, ¿cómo lo pensás?

Atilio Borón: Creo que tenemos un sistema judicial pésimo, es una de las grandes asignaturas pendientes de la democracia argen tina, sobre todo la Justicia federal. Y la de las provincias también. Como en el caso de Jujuy, que es escandaloso. Hay una señora que lleva siete años presa y al fin y al cabo no hay ninguna causa seria por la que se la haya condenado, ha sido un juicio absolutamen te manipulado por el gobierno provincial. Y al mismo tiempo hay causas que se demoran veinte, veinticinco años, lo cual, como dice el habla popular, si una justicia es lenta no es justicia. La causa Co

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rreo, que tiene más de veinte años, que como está involucrada la familia Macri, o la causa Autopista también, los jueces y fiscales cómplices de los poderes fácticos se preocupan de archivar o cajonear. Hay infinidades de ejemplos en donde se demuestra cómo el poder judicial se ha constituido en el guardián de las grandes fortunas y de los sectores más ricos de la sociedad argentina, ha ciendo caso omiso a los imperativos del debido proceso. Por eso el lawfare. En Argentina hay persecución política no solo a Milagro Sala sino también a Cristina Fernández, a Julio De Vido, a Amado Boudou, Luis D’Elia, Ricardo Jaime, etcétera. El mismo lawfare con el que sacaron del juego a Lula y con el que se produjo el desastre de Bolsonaro en Brasil. Lo mismo en Ecuador, donde tenemos a un señor como Rafael Correa que tiene veinte y nueve causas y que rellas iniciadas en su contra radicadas en Bélgica, y el acusado no puede volver a Ecuador. Como dice él a menudo: “tengo más causas yo en mi contra que las que Al Capone tuvo a lo largo de toda su vida”, y eso es un problema. Lo mismo en Bolivia, con Evo Morales. El tema del lawfare se ha transformado en un problema gravísimo, atentatorio de la vitalidad democrática. Y tenés el mamarracho de la justicia norteamericana, en donde Donald Trump es el único pre sidente que cambió tres jueces supremos en su turno presidencial y puso a tres tipos de derecha que acabaron con la legislación que había legalizado a nivel nacional la interrupción voluntaria del em barazo. Eso se acabó. La Corte Suprema de EEUU no se contentó con eso sino que declaró que es lícito llevar armas de fuego en espacios públicos. Podés ir a una iglesia, a una universidad, a un colegio, a una plaza y llevar tu 45mm al cinto, y eso es legal. Por eso el tema del lawfare se ha transformado en un instrumento de dominación política extraordinario

En Argentina, como en cualquier país capitalista, la rique za siempre tuvo una gravitación fenomenal; la riqueza es la que manda. Pero acá ahora esto se fortaleció porque hay una triada dominante conformada por la riqueza, los grandes empresarios y propietarios que forman un núcleo cada vez más concentrado; en segundo lugar, el poder judicial que se ha puesto de una manera ab solutamente incondicional al servicio del proceso de acumulación

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de riqueza en pocas manos y, tercero, la oligarquía mediática. Y los tres trabajan en conjunto para organizar el saqueo de la riqueza de la nación y los recursos de todas y todos los argentinos. Esas oligarquías mediáticas -yo a veces las denomino el “sicariato mediático”, porque sus ataques son legales- no hacen periodismo sino que son tentáculos de los poderes dominantes. Yo te diría que el periodis mo es una de las funciones subalternas. El multimedio Clarín o el grupo La Nación, son grandes conglomerados que pretenden legi timarse amparándose en la libertad de prensa pero en realidad son conglomerados económicos financieros que tiene inversiones en el exterior y que tienen diarios e inversiones en Estado Unidos y en muchos otros países y que se dedican a actividades como el agro, que tienen negocios en varios sectores de la economía y en el siste ma financiero, todo lo cual es amparado por la libertad de prensa, que parece ser un principio sagrado. Pero, en realidad, lo que hay es una deplorable prostitución del periodismo que se pone real mente al servicio de los sectores más pudientes, y esto lo hace lan zando un torrente de fake news y blindajes mediáticos que ocultan las fechorías y los crímenes de ricos y poderosos; con sus medios tradicionales (radio, tv, prensa) crean estados de ánimo colectivo muy preocupantes e instigan el odio y el temor, el desprecio, la es tigmatización de líderes y partidos y agrupaciones populares. Y su poder es enorme porque manejan no solamente los vehículos tra dicionales sino gran parte de las redes sociales, con sus granjas de robots y algoritmos que influyen de manera decisiva en la opinión pública a la que embrutecen sin pausa y a la que orientan para que acepten sumisamente el primado de sus dominadores.

Narraciones: Y por ejemplo, al caso de Milagro Sala se lo podría pensar más que nada por lo que ella representa…

Atilio Borón: Evidentemente Milagro Sala representa muchas cosas indecibles para el pensamiento de la derecha y para los gru pos dominantes: mujer, pueblo originario, transgresora de las nor mas patriarcales y de las normas del capitalismo. Y además es una mujer que ha mostrado tener una capacidad de acción. El plan de construcción de viviendas más ambicioso de la Argentina lo hizo

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Milagro Sala, no sé si ustedes fueron a Alto Comedero a ver todo aquello, pero hizo cosas extraordinarias, y eso es un mal ejemplo; por eso la han encarcelado y la van a perseguir sin respiro. Y si pueden matarla la van a matar, ya vieron la situación en la que se encuentra en el hospital. Yo creo que ella representa un ejemplo para América Latina, la potencialidad de la organización autóno ma de las clases populares y su capacidad de ofrecer servicios, no solamente viviendas sino servicios de salud muy importantes, pro gramas educativos. Todo eso es mala palabra para los sectores do minantes y por eso el castigo es ejemplar. Quien se atreva a hacer lo que ella hizo, de repente puede enfrentar una pena igual o peor.

Narraciones: Y en este contexto, ¿cómo podemos interpretar esta irrupción electoral de cierto fenómeno que viene a romper de alguna manera con el statu quo?

Atilio Borón: El hecho de que gane Gabriel Boric en Chile aun siendo un candidato muy moderado representa el fracaso de la fór mula neoliberal. Lo mismo que gane Gustavo Petro en Colombia o que vaya a ganar Lula en Brasil. De alguna manera ellos repre sentan la insatisfacción de grandes sectores de la población con esas promesas vacuas e incumplidas del ordenamiento liberal que se impuso a sangre y fuego en nuestros países, un modelo del que estamos todavía en mora para salir definitivamente. En la Argenti na todavía estamos padeciendo las consecuencias de lo que fue la década menemista, y de eso se habla muy poco. No se revirtieron las privatizaciones de las compañías eléctricas, del gas, tampoco de las telefónicas, las autopistas, la internet, subterráneos. Se hizo algo, pero poco. YPF es una sociedad anónima, con mayoría esta tal pero dependiente de las normas comerciales establecidas por el gobierno de Estados Unidos. La liberalización financiera que tuvo Argentina todavía sigue su curso, y tenemos el famoso dólar blue, que lo tenemos en gran parte porque todavía no se cambió una legislación que tendría que haber impuesto sanciones muy severas a la especulación ilegal con cualquier divisa. Por ejemplo, en Italia es inconcebible que un tipo esté en la Fontana di Trevi diciendo “cambio, cambio, cambio” y vendiendo y cambiando dólares por

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euros. Ese tipo va preso. Él y quien le compra. En la India lo mismo, o sea es imposible que haya un fenómeno como el de los arbolitos. Sin embargo acá eso sigue y es una de las grandes herencias del periodo neoliberal, lo mismo el escandalosamente regresivo ré gimen tributario que todavía tiene la Argentina. Esas asignaturas pendientes hay que enfrentarlas lo antes posible.

Bueno, el tema de la Hidrovía. Hay que recuperar el control, re cuperar una capacidad de fiscalización de la AFIP, porque no puede ser todo el contrabando que existe en este país y que fija límites a la capacidad del Estado para producir los bienes y servicios que la sociedad, y sobre todo los sectores más pobres, necesitan. Salió una información hace pocos días de que se había producido una sensible merma en la cosecha de soja del Paraguay, y no habien do mediado condiciones climatológicas adversas cabe preguntarse qué fue lo que pasó. Bien, pasó que el gobierno de la provincia de Formosa, estableció un sistema muy rígido de control de los ca miones que salían de la Argentina rumbo a Paraguay llevando soja argentina para allá para exportarla libre de gravámenes y que an tes pasaban sin control de ningún tipo. De repente Paraguay, que era un milagro de la productividad agraria porque hacía gala de un rendimiento que duplicaba el que tenía la Argentina, dejó de ser un milagro. Lo que exportaba era, en cierta medida, soja argentina que no pagaba impuestos y que se iba por Paraguay, por la Hidro vía. También como herencia del neoliberalismo de Menem tenés quince puertos privatizados que manejan gran parte del comercio exterior de la Argentina. En consecuencia, hay que empezar a ata car esa nefasta herencia lo antes posible. Lo que pasa es que ahora tenemos un problema diría casi excluyente: la inflación, que hace que las prioridades de los nuevos ministros estén orientadas a ver de qué manera evitar que caigamos en una espiral híper Inflacio naria. Pero aquellas asignaturas pendientes heredadas de la década menemista hay que enfrentarlas sin la menor demora..

Narraciones: Hablando de la recaudación fiscal, se podría re caudar muchísimo más de lo que se recauda, y efectivamente no se está haciendo el esfuerzo que se tiene que hacer, pero ojalá que en algún momento se pueda hacer…

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Atilio Borón: No estoy muy seguro del esfuerzo, yo creo que se hizo, lo que pasa es que el Estado argentino es un Estado con una muy débil conformación. Digamos, ustedes están en el sector salud y lo pueden experimentar en cuerpo propio. Primero, este es un país en donde en plena pandemia tuvimos 24 políticas de combate al Covid, y este es un problema gravísimo y no es casual que algu nos de los países que sufrieron más muertes producto del coronavi rus hayan sido países con un régimen republicano federal: Estados Unidos, la India, México, Argentina y Brasil. Ahí te das cuenta de que no es solo el tamaño de la población sino la descoordinación en las políticas de combate a la epidemia la que produce la ineficien cia de la respuesta. Recordarán la discusión entre el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la Provincia de Bs As, ante la incapacidad administrativa del Ministerio de Salud nacional para imponer una política unitaria de combate al Covid en todo el país. Fue para decir “señores, este es un problema nacional, no un problema de distri tos, es un problema nacional y el virus no pide permiso para ir de una provincia a la otra”. Acá tenía que haber un enfoque general de ataque que no se pudo hacer. Ahora, por eso uno habla del esfuer zo gigantesco que hizo todo el personal afectado a la salud, y para colmo pésimamente remunerado.

Otro caso: el de la inflación. No tenés recursos suficientes, no tenés el número de empleados suficientes -y adecuadamente en trenados- para fiscalizar e inspeccionar todas las zona más aco modadas de la Ciudad de Buenos Aires e ir a ver restaurante por restaurante, negocio por negocio, a ver si otorgan tickets o no, o si tienen las cajas registradoras directamente linkeadas a la AFIP o no. Pero no tenés esa gente y tampoco disponés de un adecuado marco legal. Por eso digo que me preocupa mucho esa dificultad del Estado argentino, porque por más que los ministros puedan ha cer un esfuerzo muy grande, la pregunta que me hago es si en el Estado existen los instrumentos para librar esa batalla. Y si no los tienen vamos a estar en problemas.

Narraciones: ¿Cómo pensás las políticas de soberanía nacional en Malvinas o Vaca Muerta?

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Atilio Borón: Creo que Argentina tiene que seguir insistien do en la vía de la negociación, pero tiene que ser más coherente y proactiva, no puede pelearse con recuperar las Malvinas debatiendo solamente con Gran Bretaña en el marco de la ONU sino que tiene que contar con una estrategia mucho más integral. Por ejem plo no deberíamos apoyar ninguna iniciativa de la OTAN, porque la OTAN es la que nos está ocupando las Malvinas, la base que tiene Inglaterra en Malvinas en realidad es una base de la OTAN, enton ces es incongruente para nosotros salir a alinearnos con la OTAN en la guerra de Ucrania y después reclamar que nos devuelvan las islas. Yo creo que desgraciadamente los militares, con su movida, retrasaron enormemente la posibilidad de llegar no te digo a una completa recuperación de las Islas pero sí a por lo menos una es pecie de condominio entre Argentina y el Reino Unido. Creo que está bien ir a Naciones Unidas con discursos muy bonitos, pero hay que tener una política más coherente. No se trata de “malvinizar” toda la política exterior, porque el abanico de la política exterior es muy amplio, pero creo que hay que tener una mayor coheren cia y enjundia en el tratamiento del tema. Para ello hay que sus citar la solidaridad de América Latina, y a veces eso no se hace; tenemos problemas con el gobierno uruguayo, por ejemplo, que ha facilitado la instalación de tropas del Reino Unido en Uruguay. Esto hubiera requerido una política más activa de la Argentina, no para impedir, porque no podemos impedir, pero sí tomar alguna iniciativa que le haga pagar un costo grande al gobierno uruguayo por haber tomado esas medidas. Creo que por eso lo del avance del Canal Magdalena es tan importante para que los productos argen tinos no tengan que ir al puerto de Montevideo, sino que puedan salir a mar abierto directamente desde Argentina. Son políticas de empoderamiento nacional, y por supuesto políticas que nos pue den allegar mayores recursos en un estado muy pobre. Porque hay que tener en cuenta que Argentina tiene un estado muy pobre para poder monitorear la pesca ilegal que se hace en la plataforma epi continental de la Argentina. No tenemos equipo, aviones, lanchas rápidas en número y calidad suficientes, y eso no es porque no ten gamos recursos humanos. Acá el problema es que simplemente no están los dineros del sector público para que ese personal adecuado

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pueda disponer de una lancha (en realidad, de numerosas) rápida que pueda monitorear qué es lo que pasa con los buques que pes can ilegalmente en Argentina. Tenemos además que formar mejor a nuestros funcionarios de la Cancillería, que tienen un bajo nivel de profesionalización y además “La Casa”, como se la denomina, está poseída por una mentalidad absolutamente colonial; o sea el staff permanente cree realmente que el papel de Argentina es ali nearse con Estados Unidos de manera incondicional. La teoría de las relaciones carnales, la satanización de todo lo que sea contrario a los intereses de Estados Unidos tiene plena vigencia en nuestra Cancillería y esa es la gente que desgraciadamente está manejando el día a día de los asuntos de la política exterior argentina. Por eso votamos de una manera en Ginebra y de otra en Nueva York y de otra en la OEA. Digo, tres votos en relación a la crisis ucraniana in compatibles entre si, y esa incoherencia no nos permite avanzar un centímetro en la recuperación de las islas Malvinas.

Narraciones: Y con Vaca Muerta, ¿cómo pensás las políticas de soberanía nacional?

Atilio Borón: Ahí está el tema de esta nueva instalación de una base norteamericana en Neuquén, a sesenta kilómetros de Vaca Muerta. Lo curioso del caso es que esto no ha sido discutido y mu cho menos aprobado por la Legislatura neuquina. No ha sido apro bado oficialmente por el gobierno de Neuquén y el Congreso de la Nación no tomó cartas en el asunto porque, por la Constitución, sabemos que no se pueden instalar tropas extranjeras en el terri torio nacional. Sin embargo eso está por ocurrir, ya hay fotos del edificio, pero sorprendentemente no hay ninguna respuesta ni del gobierno provincial ni de la Legislatura provincial ni del Congreso nacional. Como siempre, se van a despertar cuando sea demasiado tarde y tengamos al león fuera de la jaula. No es casual que esa base esté a pocos kilómetros de Vaca Muerta, que es la segunda reser va mundial de petróleo shale del planeta. Tendríamos que ser más cuidadosos en eso.

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Narraciones: ¿Y cómo pensás el Mercosur?

Atilio Borón: Ha estado estancado últimamente, y hay que re animarlo. El presidente Fernández lo quiere hacer pero Lacalle Pou en Uruguay no tiene mayor interés. En Paraguay están dudando. Bolsonaro no es muy partidario del Mercosur tampoco, habría que ver si gana Lula. Puede ser que haya una reanimación del Mercosur importante, pero nosotros tenemos que pensar que la Argentina tiene una oportunidad inmejorable que es la invitación que le ha hecho el gobierno de China de incorporar nuestro país a los BRICS. Creo que es una oportunidad extraordinaria, por supuesto que China negocia en términos muy duros, cualquiera que piense que China viene a hacer inversiones simplemente por simpatía con los argentinos está soñando con pajaritos de colores. Pero la diferencia es que estamos tratando con un gobierno que no pretende que no sotros asimilemos el modo de vida chino, ni los valores o las institu ciones chinas, o que tengamos un gobierno básicamente amigo de China, sino que viene a hacer negocios. Los chinos inventaron hace novecientos años lo que se dio en llamar el comercio internacional, que era en esa época la ruta de la seda. Son grandes comerciantes y duros negociadores. Si nosotros lo hacemos bien, la relación con China podría ser extraordinariamente beneficiosa para la Argenti na. Y no lo podés igualar con Estados Unidos, porque Estados Uni dos lo que hace es lanzar promesas y más promesas, pero el dinero nunca aparece. Todo lo contrario, ustedes piensen que después de entregar el país atado de pies y manos a los Estados Unidos, duran te el gobierno de Macri la mayor exportación que pudimos hacer al país del norte fue la de cincuenta mil toneladas de limones de la provincia de Tucumán, que produce trece o catorce millones de toneladas de limones al año y es el mayor productor mundial. Cin cuenta mil. O sea, nada. Porque a Estados Unidos lo que le interesa es tener un gobierno alienado con ellos, y nada más. Los Chinos dicen “date el gobierno que quieras, pero vamos a hacer negocios, y yo voy a buscar mi ventaja y buscar satisfacer mis intereses, pero te dejo que vos satisfagas los tuyos”. Esta es la gran diferencia entre China y Estados Unidos, porque Estados Unidos, aparte de hacer su negocio, te quiere imponer su cultura, sus valores, sus empresas,

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su tipo de gobierno … y que luches contra sus enemigos. Y los chi nos no. Entonces en esta amplia definición del escenario interna cional, avanzar por el lado de los BRICS me parece que es un gran camino, más allá de que se deba fortalecer al Mercosur y la Celac. Creo que el presidente Alberto Fernández ha tenido, en el ámbi to internacional, una conducta más positiva que la que tuvo en el manejo de las cuestiones nacionales. Ha acertado mucho mejor en el manejo internacional que en el manejo nacional. Su discurso en la cumbre de Los Ángeles es realmente una pieza importantísima. Solamente Hugo Chávez hizo un discurso parecido ante un presi dente norteamericano, pero Fernández lo hizo en Estados Unidos y Chávez en Mar del Plata, no es lo mismo. Y los discursos del G7 son muy buenos en general, el planteamiento que Fernández hace en materia internacional es en general correcto, pero noto que a ve ces le falta continuidad práctica y una mejor complementación con una serie de políticas domésticas, que suponen una participación popular mucho más activa y una mejor, más afiatada, organización del campo popular. Y si hay algo que ha pasado en estos últimos veinticinco años ha sido la desorganización del campo popular. Te das cuenta en todo el mundo, no solamente en Argentina. Te pongo un ejemplo: no puede ser que cuando ponen preso a Lula en Brasil haya apenas una manifestación de 10 mil personas en Río de Janeiro, esto parece impresentable, tendría que haber habido dos millones de personas y hubo solo diez mil personas. Esto habla de la disgregación de las organizaciones populares, su fatal divi sionismo interno. Tenemos dos CGT, tenemos tres CTA, digo, esto es una realidad dolorosa que ustedes padecen en la vida universi taria, donde también tenemos varias CONADU. O sea, tiene que ver con el triunfo de la cultura del individualismo exacerbado que ha promovido el neoliberalismo. Hay que reconocer que Fidel habló de esto hace muchos años, advirtiendo sobre la victoria ideológica del neoliberalismo, con todos los elementos que van anexos a esa victoria, que es por ejemplo la exaltación de la salvación individual y la suspicacia contra las organizaciones sociales o colectivas; de ahí la crisis de los partidos y de los sindicatos. Tiene que haber un nuevo estado de la conciencia popular, porque de alguna manera todo eso está diciendo “eso, el sujeto colectivo, la acción colectiva

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no sirve, y cada cual tiene que arreglarse por su propia cuenta”. Es un derrumbe de la solidaridad social que está preñado de gravísi mas consecuencias políticas.

Lo anterior ha sido un análisis surcado con un dejo de pesimis mo, el famoso pesimismo de la razón de Gramsci (y el necesario optimismo de la voluntad), pero la razón no puede dejarse llevar por el optimismo. Si uno ve una placa radiológica y hay una mancha en el pulmón el optimismo no es decir “seguí fumando tranquilo que no pasa nada”, sino decir “mirá, vamos a ver qué tenés ahí”. Entonces, para curarme en salud y no sumergirme en una profunda depresión por tirar tantas pálidas, escribí una cosita que no sé si leyeron, Tribulaciones de un Supremo, que trata de cómo podría mos resolver la reforma del Poder Judicial sabiendo que siempre vamos a tener jueces que van a paralizar cualquier buena iniciativa que tenga el gobierno. Es un cuento, utópico y bastante divertido, pero que a través del humor explora el camino de lo que podría ser la solución. Por eso digo, hay salida, obviamente, pero, amigos, no son las convencionales. El cuento lo pueden leer en mi blog: atilio borón.com.ar. Se los recomiendo.

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“Entonces dicen que las universidades no son lo que eran, efectivamen te nada es lo que era, teníamos una escuela secundaria para una elite que de golpe es un escuela secundaria masiva, donde va más gente de todas las clases sociales, de todos los recursos económicos, de todos los acompaña mientos y la realidad es que hay universidades tradicionales donde, si no venís con un acompañamiento familiar, se hace muy cuesta arriba llegar y sostenerse. Yo no venía de una familia universitaria pero la mayoría de los que estudiaron conmigo sí y eran hijos de profesionales, yo no fui al Nacio nal Buenos Aires y la mayoría de los estudiaban conmigo sí, pero eso no es la realidad del conurbano, de todos los alumnos que ahora están yendo a esas universidades que se crearon”.

Narraciones: ¿Cómo pensás la articulación entre soberanía y desarrollo tecnológico, teniendo en cuenta los contextos globali zados?

Jorge Aliaga: Yo vengo dando vueltas con eso y trabajando so bre esa idea desde hace mucho tiempo. Obviamente ahora muchas cosas que uno planteaba y que sonaban a una elucubración más teórica, con la pandemia se pusieron muy evidentes. Quedó claro que los que tenían capacidad de crear respiradores, tenían respira dores, y los que no, iban a la cola, con lo cual esa idea de que da lo mismo tener una fábrica que no tenerla no es tan así. Quien tiene los recursos compra en el momento en que lo necesita, como decía el gobierno anterior. Yo siempre recomendaba ir a ver al primo de Marcos Peña, que había estado en el Ministerio de Economía y dio una charla en el Atlantic Council en Nueva York, en febrero de 2016, donde decía, “tenemos que dedicarnos a lo que somos natu-

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ralmente competitivos”, dando por supuesto que el Estado no in terviniera, y comenzaba a nombrar: agronegocios, minería, petró leo no convencional, energías no convencionales, eólica en el sur, solar en el norte, productos audiovisuales y software. El resto se tenía que reconvertir, decía, ignorando cosas como que si los autos en Argentina salen mucho más caros que en Chile es porque te nemos fábricas automotrices que tienen que pagar impuestos que Chile no tiene.

Sin embargo, hay 500 mil empleos directos relacionados con la producción de autos, y si vas a empezar a decir “no produzco au tos, o esto otro”, el Estado tiene un problema económico serio. Y es que los países que pueden de alguna manera mantener una estruc tura productiva solamente primaria tienen una relación con esos productos que es de entre 4 a 10 veces más grande que la nuestra. Necesitaríamos 4 o 10 pampas húmedas para solo vivir de soja, o bien tener la cuarta o décima parte de la población, que de alguna manera esa es la otra alternativa: dejar a buena parte de la pobla ción fuera de ese nivel de vida. Entonces una parte de la población vive más o menos bien y el resto que se las arregle.

Ahí hay un problema serio, el tema es que aquellas economías que han salido de esa situación lo han hecho en distintos momen tos históricos, Estados Unidos en el siglo pasado, Corea más recien temente, cada uno en distintos momentos. Pero esencialmente apostando al mercado interno y al desarrollo industrial propio. Y para poder lograr eso se necesita de la ciencia y la tecnología. Es decir, la ciencia y la tecnología, sin ese modelo de desarrollo, ter minan siendo una cosa suntuaria. Es lindo tenerla cada tanto, tener un premio Nobel y eso, pero termina siendo un costo para toda la sociedad porque no resuelve ningún problema concreto.

Por otro lado, hay una paradoja: muchas veces los mismos que impulsan un modelo de desarrollo primario que no demanda cien cia y tecnología después critican que los científicos no hacen algo que sea útil, cuando en realidad la utilidad no se le ocurre al cien tífico sino que en general surge de los sectores productivos, y en

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tonces lo que uno ve en los países que se han desarrollado —y estas son discusiones que también teníamos con el gobierno anterior, en particular con el ministro Lino Barañao, para el cual trabajé cuan do era ministro de Cristina— es que de alguna manera esos países tienen una inversión en ciencia y tecnología en los que la parte de los privados es mucho más grande que la del Estado. El problema es que eso es la foto: eso es así porque son desarrollados. Pero si vos te fijás cómo llegaron a esa situación, en general llegaron con un período en el que la mayor inversión fue estatal, y en muchos casos relacionados con empresas públicas. Y recién después apareció el mercado y se sumó a hacer sus negocios. Ahí sí se crece a otro nivel.

Tenemos algunos ejemplos exitosos. Argentina, por ejemplo, apostó hace mucho a tener cierta soberanía en el área nuclear, y como desprendimiento de eso apareció INVAP. Argentina es uno de los países líderes en producir radioisótopos medicinales, que es lo que generan los reactores nucleares que había creado INVAP. No eran reactores de potencia para generar energía sino para ra dioisótopos de medicina, para tratamientos y diagnósticos. Pero claro, al tener una empresa — y eso es parte de lo que discutimos, la formación de los científicos—, hay gente capacitada para resol ver problemas, entrenada para resolver problemas. Cuando Néstor Kirchner fue a INVAP le preguntó a Cacho Otheguy — uno de los creadores de INVAP— si ellos eran capaces de hacer radares, y éste le dijo que sí. Sin embargo, INVAP no producía radares, los hicieron para aeropuertos, después para defensa y después meteorológicos. Todo eso había surgido de los radares que estaban desarrollando para el satélite que estaban llevando adelante y que finalmente se puso en órbita hace tres años. Eso lo desarrollaron porque hubo poder de compra del Estado, que lo hizo en vez de decidir com prar el radar a donde era más barato o a donde había coima o interés político. Patricia Bullrich lo primero que dijo fue que iba a ir a comprar radares y drones a Israel, eso fue una decisión política de lineamiento. También INVAP en ese momento estaba desarrollan do radares y drones, había un dron no tripulado del cual se había desarrollado el prototipo y con el Ministerio de Defensa lo pararon. Lo primero que hizo el Ministro de Defensa, Oscar Aguad, fue cor

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tar el contrato de INVAP, ahí hay toda una discusión que también la vi mucho en los titulares de La Nación cuando fue el tema del Almirante Irízar, decían que para repararlo salía tantos millones de dólares y que con esa plata se podía haber comprado un rompehie los nuevo. Esa cuenta está mal hecha, porque cuando vos comprás un rompehielos nuevo agarrás un montón de dólares y se los das a alguien que te entrega algo, pero ahora esos millones de dólares eran, en un enorme porcentaje, sueldos pagados en pesos a gente que vive acá, técnicos ingenieros, gente que produce cables, gente que produce cosas que se gastan acá, que pagan impuestos acá, que consumen la leche, el pan y que dan trabajo a gente de acá. No tiene punto de comparación.

Es ideológico hacer esa comparación de equiparar lo que se gasta en pesos con lo que saldría eso en dólares. No es la cuenta correcta porque hay que tener en cuenta todo el encadenamiento que genera poder hacerlo acá. INVAP es un ejemplo, pero no es el único, y si uno tuviera capacidad para generar distintas empresas por región que debieran ser al menos público-privadas, si no pú blicas. Decir, bueno, a ver, el norte, el sur, qué podrían desarrollar, cuál podría ser el desarrollo local, y así generar una empresa de tecnología que resuelva eso. Hay ejemplos más chicos: Misiones tiene una empresa de la provincia que hace robots, sensores, hacen cosas interesantísimas. Cuando estaba en el Ministerio de Ciencia (después de pasar del Decanato de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA) estuve bastante cerca y ligado al desarrollo del ARSAT I y II, y como derivado de lo que hacía INVAP genera ron veinte, treinta empresas pymes en Córdoba, Bariloche, La Plata que hacían pequeñas cositas para los satélites. Esas empresas, una vez que adquieren esa capacidad, luego son capaces de desarrollar otras cosas tecnológicas que pueden ser importadas. Así se va generando el valor agregado.

Pero esas empresas no salen de la nada y muchas veces las em presas pymes no tienen espalda, les cuesta mucho pegar el salto tecnológico, y a veces es porque el personal que tienen no es perso nal científico tecnológico. Por lo tanto, articular con INVAP les da

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otro potencial. Digo INVAP por poner el paradigma, pero podrían ser otras empresas. Entonces me parece que hay que ver todo. Mi tesis es que desde hace más de doscientos años venimos discutien do si somos el norte o el sur de Estados Unidos, siendo que Estados Unidos lo resolvió con la guerra civil, es decir, ganó el Norte in dustrial, que no quería esclavos sino simplemente consumidores, porque no les servían los esclavos… mientras que los del sur necesi taban mano de obra barata. Nosotros acá, históricamente, en parte por la distribución de la tierra, porque no tenemos una California y no tenemos salida a dos océanos, y entonces lo que no queda cer ca de Buenos Aires queda con otra competitividad… y cuando el Litoral tensiona con la Capital y acuerda con el interior, decimos “vamos con lo regional”, y si el Litoral se alinea con los intereses de Buenos Aires, “vamos con la materia prima”. Oscilamos en lar gos períodos de producción de materia prima y de alguna mane ra de destrucción de la producción local, y también por pequeños periodos históricos en los que tratamos de desarrollar tecnología. No logramos salir de ese vaivén, y al no consolidarse a lo largo del tiempo es muy difícil de crecer. Entonces, en Estados Unidos de alguna manera el norte industrial se impuso.

Narraciones: Jorge, fuiste decano de Exactas y Naturales du rante dos gestiones. ¿Qué cosas creés que habría que tomar en cuenta para repensar la formación universitaria en relación a estas cuestiones que planteás? ¿Cuál es el papel de la Universidad a fu turo?

Jorge Aliaga: Sí, la Facultad de la que estuve a cargo no es una Facultad de Ciencia aplicada como la de Ingeniería, es una Facul tad de Ciencias básicas, y justamente me da la impresión de que es un debate académico interesante. Por ejemplo, Biotecnología es una carrera de grado o debería ser un posgrado, o sea, deberían ser biólogos químicos que se formaran en su disciplina original y después hicieran biotecnología como un posgrado o como una ca rrera de grado. El tema es que cuando más híbridas son las discipli nas, cuanto más campo abarcás, menos profundizás en cada uno de ellos. El decano que estuvo antes que yo, Pablo Jacovkis, siempre

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hacía la broma de que los ingenieros industriales eran expertos en un vasto océano de pequeña profundidad, porque cuando vos que rés abarcar un poco de todo es difícil, no te dan las horas del plan de estudio. Por eso en las carreras de Exactas en Argentina hay una cosa que es importante, por lo menos por ahora, y es que no fue hacia el lado del Plan Bolonia de Europa, como tampoco al del mo delo de Bachelor de Estados Unidos, que es hacia donde terminó yendo a su vez Bolonia. Entonces nuestras carreras siguen siendo de 6 años con mucha carga horaria, con lo cual la formación de grado —que en el resto del mundo desarrollado es casi de posgrado, o por lo menos de medio posgrado — se nota. Porque la gente que sale de nuestras universidades, cuando se va afuera le va muy bien, y no es porque sea más inteligente sino simplemente porque tuvo una formación de más años, le ensañaron más cosas, tuvo mayor entrenamiento.

Yo creo, en ese sentido, que las carreras de ciencias básicas no requieren mucho cambio. Si no hay quien demande soluciones, si el sector productivo no tiene preguntas, tampoco vale de mucho que el científico se ponga a imaginar qué podría necesitar el sector productivo, porque el científico no es el sector productivo, por lo tanto no lo va a imaginar bien. Cuando inventás una cosa desde la academia y se la querés vender a otro, el tipo te mira y te dice: “esto no lo necesito”. Si la otra persona no tiene la necesidad es muy difícil que lo incorpore, y me parece que a veces se critica que los científicos están en la suya, que no dan bola, y ahí hay un problema. Que, de nuevo, no tiene que ver con la formación de la gente sino con el sistema de evaluación de las carreras, en particular del CO NICET. Es el hecho de que muchas veces está muy orientada a una formación que privilegia cierto tipo de producción en particular, cierta producción formal de papers y revistas internacionales, que están muy bien pero, sin ir más lejos, en 2012 el Ministerio de Cien cia creó y acordó con todo ese organismo del sector, incluyendo a las Universidades, una manera distinta de medir la producción de las personas: fueron los Proyectos de Desarrollo Técnico Social, los PDTS, y la gracia que tenían era que si estabas en un PDTS te eva luaban no por el paper que saliera sino por el resultado de lo que

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habías generado. Ahora, la gracia es que el PDTS tenía que tener un demandante y un adoptante, alguien que dijera “yo esto lo necesito para resolver un problema productivo o un problema social”. Podía ser un municipio, una empresa pública o privada. Y quien iba a de cir si eso había funcionado o no era el que lo necesitaba.

Lo interesante es que cuando aparecen estas cosas los cientí ficos no dicen: “yo estoy ocupado haciendo lo mío”. Al revés, se interesan por querer resolver esas cosas. Está lleno de científicos que no estaban haciendo cosas de Covid y dejaron lo que estaban haciendo para hacer cosas relacionadas con el Covid. Andrea Ga marnik y montones de personas dejaron lo que estaban haciendo y se volcaron a hacer estas cosas porque vieron que había una necesidad. Además, porque el Estado hizo una convocatoria espe cífica en el Ministerio de Ciencia invitando a resolver problemas específicos de Covid. Y obviamente, lo que uno supone, dos años después, es que no van a venir a decirles a los científicos: “vos te nías un subsidio y no hiciste tal cosa”. Van a decir: “qué bueno que resolviste tal cosa concreta del Covid y salvaste a un montón de gente”. Entonces me parece que sí, los planes de estudio hay que actualizarlos, pero lo que enseñás de una disciplina básica cambia en una escala de tiempo que es mucho más lenta. Esta evolución no la vas a aprender en una carrera de grado y esa es una discusión que muchas veces tenemos con la gente de Informática. Tenemos la carrera de computación en la UBA y muchas veces venían los empresarios y nos decían “¿por qué ustedes no les enseñan Java?”, y yo les decía que no les enseñamos sistemas operativos, enseña mos lenguaje de operación como concepto. Porque una vez que se aprendió el concepto uno puede agarrar un libro y en quince días aprender Java, porque a lo mejor dentro de dos años Java no existe más, aparece otro lenguaje. Es decir que la formación es una forma ción para aprender y resolver cosas nuevas, y como cosas nuevas aparecen, siempre te vas reinventando, vas buscando. Me parece que lo interesante de la formación es el entrenamiento que te da para aprender cosas nuevas que van apareciendo. De hecho, termi nó ocurriendo en el primer mundo.

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Siempre cuento que cuando dije que iba a estudiar física los amigos de mi papá me decían “educación física”, y mi viejo me pre guntó: “¿de qué vas a vivir?”. Años después decía que esa conversación no se hubiera dado en Estados Unidos porque está lleno de físicos que trabajan en la industria, porque hay industrias que de mandan físicos, entonces está claro que los físicos en Estados Uni dos, aunque algunos se dedican a la academia, la mayoría trabajan en bancos, en un montón de lugares que uno no asociaría con los físicos, pero que por la formación que se tiene para trabajar resol viendo problemas terminan siendo útiles para resolver situaciones novedosas.

Narraciones: Hay un tema que resulta interesante y es el del Estado como necesario tanto en los países desarrollados como en el nuestro. Le hicimos un reportaje a Eduardo Dvorkin y contó que él había participado en un seminario en la época en que gobernaba Mauricio Macri y habían venido autoridades del gobierno de Ale mania y habían empezado a hablar bien del Estado, y él decía: “No es que nosotros creamos en el Estado, lo que pasa es que a veces el mercado falla, y ahí es cuando el Estado tiene que resolver aquello que el mercado no resuelve, es decir, tiene que aparecer el Estado”

Jorge Aliaga: Con Eduardo compartimos muchos de los aportes de Mariana Mazzucato, que es una economista estadounidense de origen italiano a la que justamente, y paradójicamente, había invi tado Barañao al fin de la gestión de Cristina. Y ella vino de visita a dar una charla en marzo de 2016 y fue recibida por Barañao junto a otro ministro, y los dos con cara de póker. De hecho, ella después puso en Twitter algo así como: “Me reuní con el presidente Macri, le hablé de la importancia del rol del Estado para el desarrollo y me parece que no lo entendió”.

Justamente ella contó el caso del Iphone, que el gobierno de Estados Unidos desarrolló cada una de las partes del Iphone, y des pués, claro, hubo un privado al que se le ocurrió que agarraba esto, agarraba esto otro y hacía un producto novedoso que tenía un ni cho de mercado buenísimo. Todo eso fantástico, pero atrás hubo

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una inversión que muchas veces está asociada a sectores de Defen sa. Por eso a mí me pareció muy buena la iniciativa la de los radares de los que hablábamos, que tienen que ver con Defensa de drones, aunque también puede tener que ver con otros sectores producti vos, porque podés usar un dron en sectores agropecuarios o en un montón de cosas. Y por eso el gobierno actual lanzó el FONDEF, que es un fondo para equipamiento de la fuerza de Defensa pero con producción nacional, es decir que de alguna manera esa plata está.

Cacho Otheguy, gerente de INVAP durante mucho tiempo, una vez en un seminario contó lo que había sido la empresa. En un mo mento de la charla dijo que en 1998 ellos estaban empezando con el SAC D, con los primeros satélites, y vino el director de la NASA y los felicitó. “La verdad que está buenísimo lo que están haciendo ustedes”, contó que le dijo. Y Cacho: “Podríamos hacer con ustedes algún tipo de contrato”. Y el tipo le dice: “Contactos sí, contratos no”. Es decir: ¡la plata de Estados Unidos se gasta en empresas de Estados Unidos, porque las cosas estratégicas se fabrican allá! O sea, nos ayudaron muchísimo con la parte satelital, nos dieron un montón de asistencia, pero ¿plata para que nosotros fabricáramos acá? ¡No!

Entonces, de alguna manera, lo que termina ocurriendo es que cuando vos ponés esa plata y el Estado desarrolla esas capacidades, va a haber empresas públicas, INVAP o la que fuere, que generen un entramado local con cierta capacidad tecnológica que después puede empezar a generar otras cosas locales. Ese es el circuito que se ve en todos lados: en China, Corea, Japón, en todos lados.

Narraciones: Y en ese sentido, ¿qué papel debe cumplir el CO NICET en este contexto de país?

Jorge Aliaga: De nuevo, soy muy crítico del CONICET. Cuando se creó, hace mucho, tuvo un presidente y un vicepresidente. Nor malmente todos saben quién fue el presidente, pero pocos saben quién fue el vicepresidente. El presidente fue Bernardo Houssay, premio Nobel que había sido echado de la Universidad por el pe

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ronismo y se había cobijado en una universidad privada y tenía un recelo con la universidad pública por estar muy politizada. Y en ese momento no se veía mucho que la investigación se hiciera en la universidad. Pero el vicepresidente, que en ese momento también era decano de Exactas de la UBA, Rolando García, tenía una idea completamente distinta: creía que la investigación se tenía que ha cer en la universidad y que el CONICET tenía que ser lo que hoy en día es la agencia. Es decir, tenía que ser un promotor, no un ejecu tor, no tenía que tener carrera de investigador, no tenía que tener institutos. De hecho el disparate más grande terminó siendo con Alejandro Ceccatto presidente del CONICET en 2016, que estableció que el CONICET y cada uno de sus institutos tenían que tener un tema bandera. De alguna manera el CONICET tenía que ser líder en temas, cuando justamente si tiene algún sentido el CONICET es que sea un paraguas para lo que no está definido. Porque si vos querés tener algo estratégico, creás un instituto específico para eso, como la CONEA, el INTA o el Instituto Antártico, tenés una decena de organismos de ciencia y técnica con un fin específico. El CONICET justamente no tiene un fin específico, y si hay algún tema que es suficientemente estratégico para el país, ya sea nacional o regional, y que ameritaría algo específico a lo que se dedique, lo tenés que crear, pero eso no es el CONICET.

Es por eso que creo que el CONICET se fue trasformando en una corporación de directores de institutos, que, como todo organismo, empieza a generar cosas para auto justificarse y pierde su misión original. Para mí la misión original, la más valiosa del CONICET, sería justamente ser la rueda de auxilio de todo lo demás, de la CO NEA, del INTA, de las de las universidades, y pasar desapercibidos. Todo el mundo habla de los barbijos del CONICET y esos barbijos fueron desarrollados por Silvia Goyanes, que trabaja en Exactas de la UBA, y por Ana María LLois, que trabaja en la Universidad de San Martin. Son investigadoras del CONICET, pero el CONICET no tie ne, salvo dos o tres lugares, laboratorios propios, no tiene oficinas propias, las oficinas dependen de las universidades, dependen de otros organismos. El CONICET ha sido muy eficiente en vender que lo serio de la investigación se hace en el CONICET y que el resto es

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cosa de menos nivel o de política en las universidades, cuando en realidad el setenta por ciento de los investigadores del CONICET es tán asentados en universidades públicas. Entonces me parece que el sistema está un poco patas para arriba y de hecho en algunas co sas me parece que se había generado un despropósito, que es esta cosa de la salida de todos los becarios del CONICET. Las becas son la forma que el Estado tiene para financiar doctorados y que puedas dedicarte a eso. Ahora, si vos vas a pensar que tener una beca del CONICET es la manera de asegurarse entrar al CONICET, está todo mal porque justamente no toda la gente que hace un doctorado tiene que terminar siendo un investigador. Algo bueno es que el año pasado el resto de los organismos de Ciencia y Técnica lanzó un llamado a mil cargos en CONEA, INTA, INTI porque necesitan in vestigadores en el instituto. Entonces, no puede ser que vos tengas organismos con fines específicos que no tengan masa crítica y no tengan financiamiento.

Después tenés un CONICET crecido enormemente que se vende como que hace de todo pero que, en realidad, depende mucho de las universidades. Además el problema que tiene es que el CONICET hace convenios con organismos y crea institutos de doble depen dencia. Tiene una particularidad: podés ser al mismo tiempo em pleado del CONICET y de otro lugar, pero no cobrás doble porque se supone que hacés el mismo trabajo en los dos lugares. Cobrás por diferencias. Si lo que te paga el CONICET en tu categoría es más que lo que te paga el otro lugar, entonces te paga el plus. Y si es menos, no te paga nada. Ahí hay un tema conceptual. Pasado cierto período de tiempo: ¿quién evalúa si hice o no hice mi trabajo? Por ejemplo, soy investigador de la Comisión de Energía de Atómica y del CONICET, y la Comisión de Energía Atómica me pide que haga un informe de lo que hice y el CONICET me pide que haga un infor me de lo que hice, que se supone lo hice en las mismas ocho horas para los dos. Ahora, el comité que evalúa en la CONEA y el comité que evalúa en CONICET son distintos, y en principio me pueden pedir cosas distintas y tener criterios distintos para saber si lo que hice está bien o está mal. Entonces, ¿me tiro a un lado o al otro?

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Lo que termina ocurriendo es que como en la práctica el más riguroso de la evaluación termina siendo el CONICET, todo el mun do termina yendo a lo que cree que el CONICET le va a pedir. Los otros organismos, como saben que la gente del CONICET hace eso, terminan percibiendo que quien es del CONICET es un estorbo y es mejor que no esté ahí. Para mí lo que ocurre es que si CONICET quiere compartir su personal con otro instituto u organismo que ni siquiera depende físicamente de él, es decir que está en otro lado, mínimamente tiene que hacer que la evaluación sea conjunta, por que no puede declararse socio pero después ser autónomo en la evaluación, porque eso es esquizofrénico y genera un problema, una locura y un mal funcionamiento sistémico. Las personas hacen caso al CONICET y se acabó, pero desde el punto de vista del sistema genera que los organismos con fines específicos terminan no que riendo investigadores del CONICET o viéndolos como estorbos, y es todo disfuncional en lugar de ser un sistema integrado.

Narraciones: Probablemente perciben cosas distintas…

Jorge Aliaga: Te doy un ejemplo concreto: la CNEA tiene una misión concreta, tiene que resolver cuestiones específicas, ahora tiene que terminar de desarrollar el Carem, que es el reactor de pe queñas potencias desarrollado en Argentina, y para ello va a nece sitar gente que resuelva problemas tecnológicos concretos. Ahora, si eso no genera un paper porque es un secreto tecnológico y no lo puedo publicar, entonces el CONICET qué va hacer con eso. Antes de los PDTS podían decirte “no, eso no es una tarea válida para el CONICET”, y es una locura.

Narraciones: En el último tiempo del kirchnerismo se crearon nuevas universidades, sobre todo en el conurbano bonaerense. Me acuerdo que la gente de Avellaneda decía que en un año iban a ce rrar, que por eso no iban. Recién hoy, si comparás la primera cama da de la universidad y la gente de clase media de Avellaneda, hay un 50 y 50 por ciento, cuando antes era un 80 y un 20. Sacando esos procesos, que son más complejos y tienen otras aristas, cuando vas a los contenidos, a la perspectiva de la universidad, de lo que ne

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cesita el país o la región para desarrollarse o para crecer: ¿cuáles serían los puntos fuertes y débiles de esas universidades, si es que se pueden ver en términos generales?

Jorge Aliaga: Lo que describís es lo mismo que me pasó en la Universidad de Hurlingham. Cuando fui, en su momento, hacía seis meses que estaba funcionando, era junio de 2016, y efectivamente la gente que apostó a inscribirse el primer año era gente de William Morris, de Villa Tesei, algunos pocos del centro de Hurlingham, que era la zona más acomodada, y también la zona que ya tenía acceso a una perspectiva universitaria. Los que no tenían ninguna chance de nada, agarraban lo que venía, porque era lo que tenían más factible, y como bien dicen ustedes, cuando vieron que dos o tres años después la cosa iba en serio empezaron a venir de todos lados y cada vez más. Ahora hay más gente de Buenos Aires, por las carreras y porque la oferta les interesa.

Creo que hay un tema primero: que una universidad funcione mejor o peor tiene mucho que ver con las conducciones y las comu nidades que se forman en relación a esa propuesta. También pasó lo mismo en la UBA: las facultades no funcionan todas igual, hay facultades muy distintas que otras, en exactas de la UBA éramos los marcianos que teníamos concursos todos los años. Todas las perso nas que estaban rentadas teníamos cargos, los docentes no podían asignar a los ayudantes a dedo, todo eso sonaba como que era cosa de marcianos y era nuestra tradición que venía de Rolando García, de esa gente que había establecido esas costumbres y que quedaron en nosotros. Lo mismo pasa con las universidades del conurbano. Depende de quién las organizó y cómo se organizaron. El perfil de Quilmes es muy distinto al de Gral. Sarmiento, por decir algo. Y el de Quilmes es muy distinto al de Lomas de Zamora, que es una universidad mucho más vieja. Entonces, depende mucho de la im pronta del grupo que la armó.

Hay una cosa de fondo, que me cayó la ficha hace unos años pero sobre lo que no había tomado conciencia. En un momento fui a buscar el dato de qué porcentaje de los alumnos en edad de se

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cundaria estaba haciendo efectivamente la secundaria. Cuando yo la hice, 1972 o 1973, en ese momento tenía la sensación de que éra mos todos, pero era solo el veinticinco por ciento. Es decir que solo uno de cada cuatro con edad de estar en la secundaria la hacía. Eso cambió a fines de los ´90 a más del ochenta por ciento, es decir que hubo un cambio en veinte años muy grande, de gente que al me nos está haciendo la secundaria, y aunque no todos la terminarán muchos pasarán al siguiente nivel educativo y eso lo que te genera es una enorme cantidad de personas más cerca de la universidad. Porque si al menos están haciendo el secundario hay más gente que termina y más gente tiene alguna chance de entrar a la universi dad. Entonces dicen que las universidades no son lo que eran: efec tivamente, nada es lo que era. Teníamos una escuela secundaria para una elite que de golpe es un escuela secundaria masiva, donde va más gente de todas las clases sociales, de todos los recursos eco nómicos, de todos los acompañamientos, y la realidad es que hay universidades tradicionales en las que, si no venís con un acom pañamiento familiar, se hace muy cuesta arriba llegar y sostener se. Yo no venía de una familia universitaria pero la mayoría de los que estudiaban conmigo sí, y eran hijos de profesionales, yo no fui al Nacional Buenos Aires y la mayoría de los estudiaban conmigo sí, pero eso no es la realidad del conurbano, de todos los alumnos que ahora están yendo a esas universidades que se crearon. Es otra realidad y cada universidad tiene una oferta distinta, con distintos perfiles, algunos más profesionales, otros menos.

La universidad de Hurlingham ya tiene 30 mil alumnos y esos no son alumnos que se fueron de otras universidades para ir ahí, son alumnos que si no nunca hubieran ido a la universidad. Para que tengan una idea: Hurligham, entre los institutos que tiene, tie ne uno de educación y tiene el profesorado, además de tener una licenciatura en educación. La licenciatura no es una licenciatura que tenga los primeros años (primero, segundo, tercero), no es una licenciatura para empezar a estudiar sino para gente que hizo el profesorado. Lo que tenés hoy es que dos o tres docentes en ejerci cio en cada escuela están haciendo el el Ciclo de Complementación de la Licenciatura en Educación, y eso para mí tiene un poder enor

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me. Tenés un profesorado de inglés que, a diferencia de la mayoría de los profesorados de inglés, no te pide saber inglés para entrar. Si a vos te piden saber inglés para entrar, estás seleccionando a los futuros profesores que van a venir de un cierto lugar, de un nicho de estudio que pudo bancarse un estudio de inglés para poder entrar al profesorado. La universidad de Hurligham toma una evaluación y te dice “tenés que tomar este curso para aprender inglés gratis”, y lo que termina ocurriendo es que hay un montón de gente anotada en el profesorado de inglés de la que estamos seguros que no van ser profesores de inglés sino que están aprendiendo inglés; por eso, está bueno que vos tengas un montón de gente con esa posibilidad.

Yo nací en San Miguel, y que toda esa zona de golpe pueda acce der a una universidad relativamente cercana, con cierto acompa ñamiento, me parece que es un cambio enorme, una cosa de igual dad de oportunidades real.

Narraciones: Jorge, ¿cuáles te parecen que tienen que ser los ejes que Argentina debería tomar en el desarrollo científico en re lación a la diferencia de nuestro territorio en el país?

Jorge Aliaga: Hay un proyecto de 2014 que había presentado “Wado” de Pedro que era justamente armar un Instituto de Desa rrollo. Y la idea que a mí me parecía que podía funcionar era justa mente que las provincias de cada región, cada una con su modalidad, su idiosincrasia y su perspectiva económica distinta, conformaran de alguna manera un instituto o un centro que permitiera definir líneas de cómo desarrollarse, y hacerlo con las universidades. Hay universidades en todas las provincias con institutos de investiga ción de esa zona, con los sectores productivos, y si hacía falta crear una empresa pública para impulsar ese desarrollo, algo parecido al INVAP.

Si vamos a generar productos de litio, eso no lo ponemos en Buenos Aires, lo ponemos en donde hay litio, y así con las distintas cosas. Pero me parece que tiene que ser trabajado de manera re gional, y obviamente, de nuevo, entre las pavadas que se escuchan,

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como que quieren volver a vender Aerolíneas Argentinas porque da pérdida, la realidad es que si tenés un montón de centros que están completamente alejados de los lugares que hoy están desarrollados y de alguna manera no subsidiás cómo ir a esos lugares, entonces esos lugares no arrancan nunca. Tiene que haber una política.

Volviendo al tema original, donde no siempre ganó la idea de producir materia prima sino la discusión por la tierra en Argenti na, que ha sido una distribución muy particular, porque no fue una distribución como en Estados Unidos o Australia, con parcelas más pequeñas, sino que fue a lo Roca. Entonces las pocas parcelas ahora terminan en las manos de siempre, comprada por los grandes terratenientes y producidas por ellos, y todo eso termina generando poco trabajo. Entonces, si dejás siempre a los grandes produciendo soja en cada lugar, no hay forma de dar trabajo a la gente, y después te quejás de que esa gente viene a Buenos Aires y vive en una villa. ¿Qué otras opciones tiene?

Narraciones: Y en relación a la tierra y nuestro proyecto agroexportador, ¿qué política habría que aplicar hoy?

Jorge Aliaga: Es muy difícil porque evidentemente los sectores de poder tienen cada vez más poder y lo vemos día a día, podés ganar una elección y convencer a la gente de ir por otro lado y ni si quiera podés implementar las políticas, es decir que si querés favo recer o perjudicar ciertas cosas, por ejemplo, poniendo retenciones o cosas similares, te arman toda una movida que es confiscatoria, y no es una cosa del tipo que labura en el campo con 100 hectáreas, no es eso. De hecho, buena parte del negocio lo terminan haciendo los que tienen hasta puertos propios en el río Paraná, y andá a saber qué exportan y cuánto exportan, porque ni siquiera los podés controlar. Es muy difícil en Argentina, pero también a nivel mun dial. Estados Unidos se vuelve cada vez más desigual, y me parece que hay un problema mundial que no sé cómo va a terminar con las democracias, porque justamente se les termina haciendo muy difícil resolver los problemas de la gente, y a veces empiezan los discursos de la derecha liberal demagógicos que proponen termi

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nar con la casta de los políticos, privatizar todo, y para que vean qué bueno que soy dono mi sueldo de diputado. Una payasada, pero bueno hay mucha gente que compra.

Narraciones: Lo que queda claro, ratificando una idea, es que para sostener la soberanía, la ciencia, la tecnología, el territorio en el marco de la formación y el desarrollo, tiene que haber una siner gia absoluta en algún punto…

Jorge Aliaga: En lo que yo haría hincapié es en lograr imponer el modelo de desarrollo, y para lograrlo vas a necesitar ciencia y tecnología, por supuesto. Si no podés imponer el modelo de de sarrollo porque no te da la fuerza, hacer solo la parte de ciencia y tecnología es al cuete, termina siendo un esfuerzo absoluto, frus trás a mucha gente que se termina yendo al exterior porque hay otros lugares a donde sí va, y va a tener una buena salida laboral y realización tanto económica como de satisfacción personales. Lo central es que logres imponer un modelo que demande ciencia y tecnología y ahí rápidamente se alinean todos los patitos, si no todo es difícil.

Narraciones: ¿Y cómo pensás el desarrollo de la ciencia en re lación a Vaca Muerta?

Jorge Aliaga: Hay toda una discusión que tiene que ver con la minería y con el fracking que se relaciona con el ambiente, con los pobladores locales, eso es un aspecto social, sociológico y demás, y también me interesa mucho la visión de Daniel Schteingardt, que está muy metido con el Ministerio de Producción, y él hizo una te sis sobre el desarrollo de Noruega, y justamente lo que estudió es cómo hizo Noruega para aprovechar la plata del petróleo del mar del Norte y en base a eso generar empresas de alta tecnología pe trolera, es decir, para generar un montón de valor agregado que no estaba, que no era solamente sacar petróleo y venderlo sino armar una política del Estado de Noruega.

En Vaca Muerta, en particular, lo primero que se necesitó para hacer el fracking es arena, que tenés que inyectar de alguna mane

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ra, es una roca en el petróleo común, y esta roca tiene una carac terística que genera como una especie de reservorios de petróleos concentrados. En la roca de Vaca Muerta ese petróleo está en los micro poros de las rocas y no hay una gran cantidad de petróleo en un bolsón, sino que está en un montón de lugares que no los podes sacar uno por uno. Lo que se hace es fracturar la roca con un explosivo e inyectar agua con arenas que se le mete en los poros, y al hacerlo el petróleo pasa por la arena, entonces con el agua a presión que mandás extraés el petróleo que está en las arenas y así sacas el petróleo no convencional.

Bueno, esas arenas al principio eran importadas, tardaron seis meses en resolverlo, que es otra cosa buena que hizo Argentina, una asociación entre YPF (ahora de vuelta con mayoría estatal) y el CONICET para resolver el problema tecnológico que es en parte el del petróleo, pero hoy una buena parte del petróleo es YPF agro, que tiene que ver con bioinoculantes, con un montón de solucio nes tecnológicas que también se relacionan con la agronomía más sustentable, más amigable con el ambiente, y que esas cosas tec nológicas que se demandan en enormes cantidades, tanto en Vaca Muerta como en el agro, no tengas que pagar regalías, mandarlas al exterior, sino que de alguna manera tengas conocimiento local. En seis meses había arenas desarrolladas en Argentina, es decir se encontró la arena adecuada que había allá y que había que usar en Vaca Muerta. En realidad, cada lugar necesita una arena distinta porque las características de la roca son distintas, pero los que saben te miden la roca y te dicen “te voy a dar la que vos necesitás”, no te dicen cuál es y cómo te la venden. Argentina pudo resolver eso porque tenía capacidad. Creo que Argentina no tiene capaci dad, por ejemplo, para desarrollar en seis meses una vacuna, pero sí desarrolló en tres meses kits de diagnóstico, es decir tenemos una capacidad porque desarrollar una vacuna requiere fases de ex perimentación, de una larga escala, pero vamos a tener vacunas de segunda generación. Las de Cassataro en San Martín, están muy avanzadas, tenemos capacidades tecnológicas no desdeñables, no somos el top de países desarrollados, pero sí tenemos capacidades para resolver un montón de cosas, pero también tenés que bancar

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te porque eso pasa con todos los países. Pasó con China, con Corea, que lo primero que hacés propio no es lo mismo que el iPhone, y cuando vos tenés gente acostumbrada al iPhone te dicen “pero, por qué me cobran caro el iPhone, yo quiero mi iPhone”, y bueno la única forma que tenés es desarrollar productos propios. En Brasil, me acuerdo cuando estaba haciendo el doctorado en 1986, tenían una normativa que fabricaban sus computadoras y no se podían importar computadoras, ellos avanzaron un montón. Es más, ellos tienen una línea de producción de estaciones de petróleos de mar abierto que tiene un montón de tecnología muy buena y tienen que fabricar en Brasil, aviones comerciales… No es pavada. Nosotros no estamos ahí, estamos un poco más abajo, entre otras cosas porque cada vez que intentamos llegar ahí nos vuelven cinco casilleros para atrás, por estas cosas de que viene un gobierno y convence que esas cosas no son a las que nos tenemos que dedicar y por eso vamos para atrás.

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Discursos

Débora Zilberman

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El 10 de agosto de 2020, el pescador Jorge López descubrió una antigua cadena a orillas del Paraná, donde en 1845 se desarrolló la Batalla de la Vuelta de Obligado13. Casi dos siglos después, los sietes eslabones hallados permiten confirmar que aquel 20 de noviembre no fue la superioridad armamentística la que evitó la invasión de la flota anglo-francesa, sino la creatividad al servicio de la conciencia nacional y la urgencia en defender la patria.

Es que Lucio Norberto Mansilla distribuyó tres cadenas, de cos ta a costa, sostenidas por 24 barcazas, para impedir el avance de un enemigo con mayor potencia bélica. Y lo logró. La alianza europea no pudo desembarcar y se retiró14.

Desde entonces, la jornada simboliza la independencia, la liber tad y la unidad, consideradas como tres pilares constitutivos de la soberanía nacional.

12 Este capítulo fue publicado en Matriz soberana: aportes de la Universidad Pública a una agenda estratégica. Compilación de Andrea Varela y Pablo Bilyk ; 1a ed. - La Plata : EDULP, 2022. ISBN 978-987-8475-48-6

13 Descubrieron una cadena que sería una de las que se usaron para bloquear el Paraná en la Vuelta de Obligado”, 10 de agosto de 2020: https://www.infobae.com/ socie dad/2020/08/10/descubrieron-una-cadena-que-seria-una-de-las-que-se- usaron-parabloquear-el-parana-en-la-vuelta-de-obligado/

14 Ver “El combate de la Vuelta de Obligado” en https://www.argentina.gob.ar/ noti cias/el-combate-de-la-vuelta-de-obligado

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Monopolios de ayer y de hoy. Aportes para afrontar la agenda de soberanía comunicacional en el siglo XXI12

Como consecuencia, para comprender el concepto fundamen tal de la vida democrática, se suele indagar en la capacidad que tienen los pueblos para intervenir en la construcción de su propio destino, desde los ámbitos político, económico, científico-tecnoló gico y alimentario.

La economía política de la información y la comunicación, con su capacidad de analizar las relaciones de poder en el sistema so ciopolítico, económico y cultural y, por ende, su impacto en la toma de decisiones soberanas, no suele ser tenida en cuenta.

Sin embargo, la pandemia por COVID-19 evidenció que la po blación requiere de información confiable y precisa para salvar vidas o protegerlas, a la vez que quedó expuesta la existencia de desigualdades y brechas en el acceso a esa información, a internet, a los dispositivos, al conocimiento y, a través de ellos, a la consa gración de otros derechos humanos, como la educación, el trabajo y, en cierta medida, la salud, que requirieron de la virtualidad para hacerse efectivos.

Si el diseño del Estado implica una definición de los ámbitos de poder, con consecuencias en la vivencia de los derechos humanos, en los análisis contemporáneos sobre la soberanía nacional se re quiere la inclusión de cuáles y cómo son las relaciones entre los poderes políticos y económicos, pero también comunicacionales.

En esa inteligencia, ponderar el rol de los medios en el proceso de acumulación del capital simbólico es clave, así como la partici pación en la estructura económica, las consecuencias en las condi ciones de producción, distribución y acceso a los bienes sociales, en relación con el diseño del Estado y las políticas públicas que im plementa.

Primeras consideraciones conceptuales

A partir de la conceptualización de la soberanía como el poder existente por sobre las individualidades y la toma de decisiones para la arquitectura popular de ese poder, tal como el origen latino

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de la palabra indica super omnia, “sobre todo” o “poder supremo”, el presente ensayo propone reconocer cuál es el entramado comu nicacional en cuanto a estructura física y simbólica, quién o quiénes ejercen verdaderamente el poder en la toma de decisiones, en qué ámbitos se aplica y sobre quiénes.

Además, se procurará indagar sobre los eslabones de las cade nas que deberían integrar hoy la soberanía comunicacional y, en la Argentina de la pos pandemia, del siglo XXI, si es posible hacer efectivo el derecho humano a la comunicación ante un escenario de ultra concentración nacional y el “capitalismo de vigilancia” a nivel mundial.

¿Debería pensarse en cadenas que defiendan el pensamiento y la identidad nacional para consagrar la soberanía comunicacional, base de una verdadera soberanía nacional?

Reconocer las vigas maestras de la soberanía comunicacional supone determinar primero las aristas que la constituyen. Por eso, el presente trabajo considerará, por un lado, los contenidos, en tér minos de agendas y enfoques, los derechos de las audiencias y la institucionalidad existente para ejercerlos, así como la estructu ra comunicacional, teniendo en cuenta licencias y distribución de medios y servicios de comunicación audiovisual y digitales.

Por otro lado, tendrá en cuenta la infraestructura y el manejo de la tecnología satelital y comunicacional, como soporte funda mental para garantizar el derecho humano a la comunicación ante los desafíos que suponen el 5G o la “internet de las cosas”, califica da como “la cuarta revolución industrial”.

Y, por último, observará el complejo entramado que significa la relación entre la producción de los contenidos, el acceso, la distri bución y la apropiación de los bienes simbólicos, para su reproduc ción en diversos formatos y redes, con el poder mediático, político y económico que implican.

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El poder popular y la participación como base soberana

Si el origen de la soberanía nacional se encuentra en la Revolu ción Francesa y el avance de fenómenos de participación popular como el sufragio universal, ¿cómo debería pensarse la continuidad de la profundización de las democracias en el marco de una verda dera soberanía comunicacional? ¿No deberían las audiencias poder participar en igualdad de condiciones en el establecimiento de po líticas públicas para evitar la vulneración del derecho humano a la comunicación?

En principio, se trata de dejar de comprender a las audiencias como consumidores, usuarias, usuarios y “prosumidores”, en el marco de la mercantilización. Y considerarlas en el paradigma de la “ciudadanía comunicacional” (Mata, 2003), admitiendo la posibi lidad de ser sujetos disruptivos de derecho que no sólo pueden dar y recibir información, buscarla y difundirla, crearla y compartirla, sino también, “reclamar ante un hecho comunicacional que vul nere sus derechos, ante una nueva institucionalidad que apuntale la reparación de los daños” (las Defensorías del Público y de las Audiencias), con el objetivo de “participar en la construcción de una comunicación inclusiva, promoviendo la progresión hacia la constitución del derecho humano a la comunicación” (Ottaviano, 2020, p. 380).

En ese sentido, durante los cinco primeros meses de 2021, en plena pandemia, ante la Defensoría del Público de Servicios de Co municación Audiovisual, las audiencias reclamaron en el 77,75% de los casos por desinformación con las vacunas o la campaña de vacunación; el 14,2% por incumplimiento de las medidas sanitarias de prevención en programas o publicidades, el 8,13% por discursos violentos15.

En cuanto a las brechas por géneros, pudieron evidenciarse en la investigación realizada por el Observatorio de Medios de la Uni versidad Nacional de Cuyo, sobre diez portales digitales.

15 Sobre 418 denuncias y reclamos registrados en la Defensoría del Público, consultados por la autora. Ver https://defensadelpublico.gob.ar/reclamos/

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Esta investigación concluyó que el 100 % de los editoriales fueron escritos por hombres y que, mientras casi la mitad de la fuerza la boral sanitaria del país es mujer, sólo el 20 % de las fuentes corres ponden a ese género16.

Es decir que las mujeres pusieron el cuerpo, como los varones, pero ellos acapararon la voz y representación de subjetividad. Por otra parte, el análisis cualitativo mencionado de las fuentes de in formación durante la pandemia, demuestra que esas 2 de cada 10 consultas realizadas a mujeres fueron de carácter testimonial u opinativo, no científico ni formativo.

Las lógicas de producción, aun en la pandemia, fueron mer cantilistas, clasistas, “racistas y machistas” (Orozco Gómez, 2015), alejándose de la posibilidad de acceder información para la toma de decisiones, con el objetivo de salvar vidas, como así lo indica la comunicación de riesgo en el marco del manejo del riesgo.

Esta situación evidencia la distancia con la soberanía comuni cacional, comprendida como la posibilidad de intervenir en el pro pio destino, a través de la toma del poder y de decisiones basadas en información confiable, precisa y accesible.

Ocurre que la pandemia no modificó la praxis pre-existente. Al analizar las agendas y enfoques de los canales de televisión abierta de la Ciudad de Buenos Aires, las subrepresentaciones de los gru pos históricamente vulnerados son notorias.

De acuerdo con el Monitoreo “¿Qué es noticia en la televisión abierta?”, realizado en 2019, por la Defensoría del Público, sólo el 0,2% de las noticias se refieren a discapacidad, el 0,4% a la educa ción. La niñez y adolescencia no corren mejor suerte, apenas llegan al 0,3%; los géneros al 0,5%, y los derechos humanos en general, al 0,1%17, un oxímoron de la tierra de los derechos humanos, las Ma dres y Abuelas de Plaza de Mayo.

16 Realizado durante el 25 de marzo y el 7 de junio de 2020.

17 Monitoreo realizado por la Defensoría del Público de servicios de Comunicación Au diovisual,2019. Ver resultados en https//defensadelpublico.gob.ae//lineas-de-acción/ monitoreos/

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En cuanto al carácter federal y pluricultural que debería pro moverse, teniendo en cuenta que el derecho humano a la comu nicación se exterioriza a través de los medios de comunicación, el 0,01% de las noticias se refieren a pueblos indígenas, el 0,02% a mi grantes y, las provincias, directamente no son noticia, salvo ante un desastre o catástrofe natural o un hecho policial extremo lo que demuestra la perseverancia de la espectacularización, policializa ción y lógicas de caos que imperan para la determinación de los criterios y jerarquizaciones periodísticas.

Desde la perspectiva del lenguaje, si se comprende que “traduce las luchas o los sistemas de dominación”, como consideró Michel Foucault, ¿qué simboliza el uso constante en diarios, revistas, ra dios, tv y medios digitales de palabras en inglés como streaming, influencers, rating, prime time, e-mail, nac & pop, muteo, buggeo, todas ellas con sus respectivos correlatos en español y lengua castellana completamente olvidados?

¿Y el uso de lenguaje sexista en un escenario comunicacional patriarcal, comprendiéndolo como un orden jerárquico, con dis tribución desigual de roles, con instituciones y pedagogías de dominación? ¿Qué libertad y unidad –componentes esenciales de la soberanía nacional– puede haber ante la extranjerización y las vio lencias simbólicas y mediáticas naturalizadas?

Ultra concentración y factores de dominación simbólica

En cuanto a la estructura de licencias de servicios de comuni cación audiovisual, en términos de la Ley de Servicios de Comu nicación (2009), ¿qué derechos y libertades de elección se pueden considerar, cuando de 12 señales infantiles en la televisión por suscripción de la Argentina sólo una es de origen nacional (PakaPaka)?

¿Qué pérdida de derechos supone que de cinco canales de te levisión abierta radicados en CABA uno sea manejado por una em presa estadounidense de influencia global, (Viacom/Telefé), hecho

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inédito en la historia nacional, que no forma parte de la agenda ni de análisis alguno siquiera en el ámbito académico?

¿Qué daños agregan las decisiones estatales de otorgar la mayor pauta publicitaria a grupos concentrados o de posición dominante–con vulneraciones permanentes a la legislación vigente–, en lugar de establecer lineamientos de acceso equitativo para toda la comu nicación, incluida la comunitaria, alternativa, popular, universita ria, escolar e indígena cuyos contenidos logran representaciones de grupos históricamente vulnerados lejos de estigmatizaciones, estereotipos discriminatorios y discursos de odio?

¿Cómo diseñar políticas públicas que profundicen la democra cia cuando el mapa comunicacional que se imagina desde los des pachos de toma de decisión política tiene epicentro en la comu nicación hegemónica de la Ciudad de Buenos Aires, eurocéntrica, clasista, mercantilista, etnicista y machista?

La búsqueda básica de respuestas a estas indagaciones supone la necesidad de idear y diseñar una sociedad que no sea la de “mer cado”, donde “a nadie se le prohíbe hablar o imprimir volantes o periódicos, siempre que la disponibilidad financiera y el mercado lo permitan”, como aporta el catedrático Luigi Ferrajoli.

Porque en esos escenarios, la represión y la discriminación, la censura y la autocensura, el control de las opiniones y de las informaciones pasan a través de la propiedad de los medios de información. Gracias a ella, el pen samiento, la opinión, la información, se convierten en mercancías cuya producción se vincula a la propiedad del medio de infor mación, y a las inserciones publicitarias por lo tanto son bienes patrimoniales en vez de derechos fundamentales. (Ferrajoli, 2007, p. 132)

Realidad que se opone a toda propuesta democrática e inge niería posible de soberanía comunicacional y, por ende, nacional,

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teniendo en cuenta que una revisión posible requiere interpretar “el conjunto de mensajes que circulan en el interior de un sistema político y que condiciona su actividad, tanto desde la formulación de demandas como la articulación de respuestas y que determinan, en consecuencia, la propia dinámica del proceso político”18.

Desde esta mirada, debe considerarse “la democratización de los medios de comunicación, activar la participación ciudadana, establecer un contralor social”, comprendiendo que se abre una nueva encrucijada en la era digital, ante la contradicción entre la realidad de los pueblos y la construcción de los nuevos centros de poder, ya que “el capital financiero necesita de herramientas que le permitan colonizar subjetividades logrando consumos dentro de los marcos del sistema”19.

Capitalismo de vigilancia y “la internet de las cosas”

El análisis sobre la posibilidad de soberanía comunicacional se complejiza aún más cuando se lo inscribe en el nuevo escenario mundial.

Lejos de las promesas de democratización, el desarrollo de internet, el surgimiento de corporaciones globales en la segunda dé cada del siglo XXI, a la vez que el debilitamiento de los Estados Na ción, creó serias brechas de acceso, discriminación por algoritmos, opacidad en el manejo del big data y polarización de las sociedades a través de la difusión de fake news20.

18 “Soberanía Comunicacional”, investigación realizada por Merlin Montilla, Marilyn Angel, Nairim Bonilla, Rosmary Zamora, Yosny Perez, Wilker Lorca, Yerinson Rodriguez. Para acceder al trabajo completo, ver https://prezi.com/ut5pfpalvx1t/ soberania-comu nicacional/ 19 Ídem.

20 Comprendidas como “desinformaciones creadas de manera deliberadamente falsa o engañosa con el fin de difundir y promover confusión en la población para obtener be neficios económicos, políticos o de otra índole. Promueven adhesión a discursos de odio, discriminación y violencias con el fin de manipular a la opinión pública y vulnerar los procesos democráticos” (Ottaviano, 2019). También puede ver http://lalibertaddepluma. org/cynthia-ottaviano-fake-news-emotividad-y-democracia/

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Se multiplican las miradas sobre la problemática que plantea un capitalismo de plataformas o de “vigilancia” que ponen en jaque las “democracias representativas a partir de nuevos mecanismos de vigilancia y control”, que incluyen incluso “la construcción de candidatos a medida del paladar digital, con el uso político del Big Data y la apertura del inconsciente colectivo”, en el marco de “la nueva servidumbre voluntaria” (Ottaviano, 2018, p. 33).

A diferencia de lo que ocurría en el capitalismo del siglo pasado, en el que el negocio se proponía a las personas para impulsar el consumo y así el desarrollo, ahora “somos el producto. Investigar, evaluar, clasificar y empaquetar a los usuarios en categorías cada vez más específicas para vendérselas a sus verdaderos clientes, em presas, partidos políticos, gobierno, agencias de desinformación y marketing” (Peirano, 2019).

Es que el verdadero negocio de los GAFA (Google, Amazon, Facebook, Apple) se puede resumir a la captación de la atención de las personas el máximo tiempo posible, para escudriñar su compor tamiento y ofrecer productos (no sólo de servicios, sino también políticos e ideológicos a medida).

En ese sentido, las redes sociales y los sistemas de mensajería actuales conllevan una verdad silenciada: “cada aspecto de su fun cionamiento fue diseñado por expertos en comportamiento para generar adicciones”, sumándoles la motivación social que implica “la necesidad de ser aceptados o el temor de ser rechazado” (Pei rano, 2019).

Allí radica la “llave maestra de la red social y la dominación”, observa la autora española: los algoritmos opacos analizan el comportamiento para predecir el momento perfecto para la notificación (…) necesitas la aplica ción, estar al día, contestar a tiempo, ente- rarte antes que nadie. Tuitear primero, contestar primero, llegar antes. Todo es impor tante, todo es urgente. O peor: todo podría serlo. No lo sabes hasta

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que lo miras. Si no respondes a la llamada, el castigo es volverse innecesario y desaparecer. (Peirano, 2019)

La sociedad madre de Google es Alphabet, “ante todo una em presa de publicidad, que se diversificó en 2010 a la ciberseguridad (Chronicle), de la inteligencia artificial (Deepmind), de la casa in teligente (Nest) o incluso automóviles autónomos (Waymo)” (Du rand, 2021, p. 129).

El poderío desplegado es aún mayor que el evidente y el ejem plo sobre esta última empresa mencionada de taxis robots y autos autónomos contribuye a la comprensión porque la estrategia de ganancias no se basa en construir los mejores autos, sino en tomar el control del auto y quien viaje, tal apunta la nota del Financial Times, publicada por Patrick McGee:

una vez que los robotaxis se generalicen, Alphabet podrá recoger datos a partir de Google Maps y Search, divertir a los pasajeros con YouTube y Play Store, ofrecer consejos mediante altoparlan tes inteligentes de Google Home o incluso utilizar su potencia in formática para administrar las flotas. Fuera del vehículo mismo, Waymo es un “sistema cerrado” integrado verticalmente (…). Lo que se juega va a influir al sector de la publicidad, los medios y la diversión21.

Ocurre que “somos el objeto”, como señaló Shoshana Zuboff, en su libro La era del capitalismo de vigilancia. O peor aún “el capita lismo de vigilancia reclama unilateralmente para sí la experiencia humana, entendiéndola como una materia prima gratuita que pue de traducir en datos de comportamiento (…) Eres el cadáver aban donado. El producto deriva del excedente que es arrancado de tu vida” (2021, p. 21).

Con la creación de burbujas y sesgos de confirmación que im plican, a la vez, la inducción hacia la polarización y derechización

21 “Robotaxis: can automakers catch up with Google in driverless cars?”, 31 de enero de 2019.

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ideológica y discriminaciones diversas, se interpreta que el big data, sostiene Cédric Durand, también está lastrado de sesgos sociales y de relaciones de domi nación. Los programas de inteligencia artificial no se contentan con reflejar las desigualdades raciales o de género incrustadas en las instituciones y las relaciones de poder, sino que pueden con tribuir a amplificarlas. (Durand, 2021, p. 122)

Para fundar su argumentación, el profesor de economía política en la Universidad de Ginebra detalla que como las bases de datos que generan los algoritmos de los vehícu los autónomos para reconocer a los peatones están constituidos sobre todo por personas de piel clara, las máquinas sistemática mente no detectan tan bien a los peatones de piel oscura, que por lo tanto corren un riesgo de colisión aumentado. Se llama “injus ticia predictiva” a las implicancias negativas de esos sesgos de vida cotidiana. (Durand, 2021, p. 123)

¿Las consecuencias? Múltiples y diversas. Desde la perspectiva del autor, se resume en la comprensión del advenimiento de “la gubernamentalidad algorítmica”, concepto propuesto por Antoinette Rouvroy y Thomas Berns para explicar que el big data no es neutro y que existe “cierto tipo de racionalidad normativa o política que descansa en la recolección, la agregación y el análisis automatizado de datos en cantidad masiva de manera de modelizar, anticipar y afectar de antemano los comportamientos posibles”22.

El conflicto radica también en que los Estados no han arbitra do aún los mecanismos suficientes para impedir el avance de las corporaciones que pretenden “soslayar los sujetos humanos y pri varlos de reflexividad. Los individuos son tomados en absoluto, en la complejidad de sus múltiples determinaciones, pero también

22 Citado por Durand en nota al pie, p. 123: Antoinette Rouvroy y Thomas Berns, Gouver nementalité algorthmique et perspectives d´émancipation. E disparate comme condic tion d´individuation para la relation?”, Réseaux, vol. 177, n°1, 2013, p. 173.

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desarticulados, reducidos a series de medidas que los encierran en posibilidades probabilísticas” (Durand, 2021, p. 125).

Además, esta situación global, en la que la estrategia de ganan cia no descansa en la producción de objetos y valor por parte de los seres humanos, sino que el producto es el comportamiento de los seres humanos, provoca una mutación en los factores de domina ción. Así como en el siglo XX, el disciplinamiento social derivaba del uso y monopolio de la fuerza y la violencia, en el siglo XXI se observa la modificación del comportamiento como eje del “capita lismo de vigilancia”: se busca conocer la experiencia humana, “en tendiéndola como una materia prima gratuita que se puede traducir en datos de comportamiento”, donde existe un “excedente conductual que se usa como insumo de procesos avanzados de pro ducción con los que se fabrican productos predictivos que prevén lo que cualquiera de ustedes hará ahora, en breve y más adelante” (Zuboff, 2021, p. 21).

De allí que pueda abordase el nuevo escenario mundial desde las perspectivas de los riesgos que implican

desposeer a los individuos y a las comunidades del control de sus devenires. Privadas de su capacidad para desafiar las pro babilidades, es decir, de poner en crisis lo real, las subjetivida des pierden toda su potencia. Ese riesgo de desrealización nada tiene de una fatalidad, pero no deja de crecer bajo los efectos de instrumentalización de la gubernamentalidad algorítmica en las estrategias de ganancias de las firmas de lo digital. (Durand, 2021, p. 124)

Monopolios globales, problemas globales

El análisis sobre el comportamiento y el uso de la información provista en el marco de la nueva “servidumbre voluntaria”, requie re ser profundizado en cuanto a la conformación de monopolios globales, ante Estados también “voluntariamente” insuficientes, donde

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las actividades básicas que configuran y controlan la vida hu mana en cada rincón del planeta están organizadas en redes glo bales: los mercados financieros, la producción, gestión y distri bución trasnacional de bienes y servicios, el trabajo cualificado, la ciencia y la tecnología, incluida la educación universitaria, los medios de comunicación, las redes de Internet de comunicación de interactiva multiobjetivo; el arte y la cultura. (Castells, 2009, pp. 51-52)

La redefinición de los límites del poder en el nuevo paradigma de acumulación y concentración del capital ha implicado pérdida de soberanía nacional, científico-técnica, económica, política y co municacional.

Es que, en el siglo XXI, el poder real “existe en el espacio global y extraterritorial”, mientras que la política continúa buscando unir “los intereses públicos y privados” en el plano local, “incapaz de actuar a nivel planetario” (Bauman, 2013).

Incluso, desde la cuna de ese capitalismo de plataformas y vi gilancia, el año pasado, el Congreso de los Estados Unidos concluyó que las GAFAM, Google, Amazon, Facebook, Google y Microsoft, han quedado “fuera de control”.

De manera textual, han dejado dicho que aunque produjeron claros beneficios para la sociedad (…) ha te nido un precio y les permite escribir unas reglas de juego para los demás mientras ellos juegan con otras o llevan adelante su propia cuasi-regulación privada que no puede ser controlada por nadie excepto ellos mismos23.

También se describió el impacto en el periodismo, ya que ofre cen publicidad micro segmentada, más eficiente y a menor precio,

23 Informe del Subcomité de Leyes antimonopolio, comerciales y administrativas, difun dido en “El poder total en manos de GAFA. Google, Amazon, Facebook y Apple, acusadas de monopolio”, Esteban Magnani, número 1584 del Suplemento de Economía de Pági na|12, 18 de octubre de 2020.

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utilizando contenidos producidos por los usuarios u otros medios, sin costo alguno para ellos y con “una exagerada influencia sobre la distribución y monetización de fuentes de noticias online confiables, socavando la calidad y disponibilidad de fuentes periodísticas de alta calidad”.

Por otra parte no hay que olvidar que se trata de cuatro compa ñías “cuya cotización bursátil sumada es de 5 billones de dólares, que representan un tercio del valor combinado de las cien empre sas líderes de Standard & Poors”, muchísimo más que los PBI de varias decenas de países emergentes como la Argentina24.

Por otra parte, además de “preguntar no sólo cómo funciona la automatización algorítmica hoy (principalmente en términos de control y monetización, alimentando la deuda económica)”, se tra ta de saber “qué clase de tiempo y energía esa automatización sub sume y cómo podría funcionar una vez adoptada por agrupaciones sociales y políticas diversas y autónomas no subsumidas por, o so metidas a, el ímpetu capitalista de la acumulación y la explotación” (Terranova, 2019, p. 100).

Entonces, ¿qué soberanía real puede existir cuando aún no se ha logrado radiografiar la problemática con la profundidad nece saria y, a miles de kilómetros del centro de poder original de las GAFAM, mucho menos se alcanza siquiera a lograr un ápice en la agenda mediática, política, social y económica?

Ante este escenario, los desafíos por constituir una soberanía nacional sólida se multiplican, pero deben basarse, como se con cluirá, en la construcción de Estados vigorosos y activos que reco nozcan primero los mecanismos de producción del sistema actual, logren definir una corregulación para conducir la expansión de las tecnologías de información y la comunicación, sin la superpode rosa élite globalizada de la que en Argentina casi no se habla y de la local concentrada, con mayor nivel de transparencia en el uso de algoritmos y big data, el reconocimiento de identidades, trolls y bots, el uso de inteligencia artificial, así como accesibilidad a in-

Ídem.

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formación y comunicación plural, diversa, precisa, intercultural y soberana.

Más allá de los contenidos: infraestructura y satélites, la disputa cotidiana

Como se señaló, al profundizar sobre la conceptualización de la soberanía en materia de telecomunicaciones, sin referirse al con tenido que se transmite por las redes, se suele pensar en operar infraestructura propia, pero, sobre todo, en manejar la tecnología sobre la que están basadas esas redes.

Como las redes para telecomunicaciones están desplegadas sobre el territorio, las empresas que brindan los servicios suelen estar radicadas en el país, ya sean públicas o privadas –como se observó–, de capitales nacionales o extranjeros. Sin embargo, hay una excepción: las comunicaciones satelitales.

Los satélites, ya sea que se encuentren en una órbita geoesta cionaria o no geoestacionaria (media o baja usualmente) se carac terizan por brindar servicios ubicuos, abarcando generalmente la superficie de varios países e incluso continentes enteros.

Por ejemplo, un satélite fabricado por Lockheed Martin de los Estados Unidos que fue lanzado al Espacio por MHI de Japón pue de estar ubicado en una posición orbital asignada a México por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), ser operado por una empresa radicada en Francia y brindar servicios sobre la Ar gentina. Los servicios de comunicaciones brindados desde este hi potético satélite son, obviamente, importaciones de servicios que generan salida de divisas desde nuestro país.

INVAP y ARSAT, mucho más que siglas

En las telecomunicaciones terrestres, en la mayoría de los ca sos, la tecnología utilizada es importada, tanto en las redes físicas de cable coaxial o fibra óptica, como en las redes móviles para las comunicaciones celulares.

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El mercado de tecnología para comunicaciones móviles se en cuentra repartido entre pocas empresas: Ericsson, Nokia y Huawei. En el caso de las comunicaciones ópticas se destacan Cisco, ZTE, PADTEC, Juniper, así como también Nokia y Huawei.

Parte del problema, en términos de soberanía comunicacional, es que ninguna de estas empresas tiene sus capacidades de diseño o fabricación en la Argentina.

Sin embargo, en lo que refiere a tecnología satelital de comu nicaciones, Argentina tiene dos empresas: INVAP, de la provincia de Río Negro, con capacidad de diseñar, fabricar y ensayar satélites de comunicaciones geoestacionarios, y ARSAT, del Estado Nacio nal, para brindar servicios de comunicaciones sobre los satélites provistos por INVAP.

En lo que respecta a las comunicaciones por satélite, Argentina tiene capacidades soberanas sobre casi toda la cadena de agregado de valor, salvo en lo que respecta a lanzar los satélites al Espacio, a partir de los productos y servicios que ofrecen estas dos empresas estatales.

Los satélites ARSAT-1 y ARSAT-2, lanzados al Espacio en 2014 y 2015 respectivamente, se ubican en posiciones orbitales asignadas a la Argentina por la UIT.

Por otra parte, INVAP está trabajando en la fabricación del ter cer satélite que integrará la flota de ARSAT: ARSAT Segunda Ge neración 1 (ARSAT-SG-1) es un satélite denominado de alto ren dimiento que tendrá la capacidad de brindar Internet de banda ancha satelital sobre la Argentina y países limítrofes en más de 200 mil hogares25.

ARSAT-SG-1, con lanzamiento inicialmente programado para finales de 2023, tendrá alrededor de dos toneladas de peso, una vida útil de 15 años, propulsión eléctrica completa y una capacidad de tráfico de 70 Gbps operando en banda Ka. La puesta en órbita

25 Avanzamos con el ARSAT-SG1, tercer satélite de nuestra flota”, sitio Web de ARSAT: https://www.arsat.com.ar/avanzamos-con-el-arsat-sg1-tercer-satelite-de- nuestra-flota/

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de ARSAT-SG-1 transformará el acceso a Internet en Argentina en aquellas zonas donde no hay redes terrestres o estas son deficien tes para los servicios de banda ancha de alta velocidad.

ARSAT-SG-1, anteriormente denominado ARSAT-326, cuya fa bricación se había iniciado en 2015, desde 2016 fue suspendido con distintas excusas por el gobierno de Mauricio Macri. ARSAT-3 tenía fecha de lanzamiento para el año 2019 y también iba a ser fabricado por INVAP.

En 2017 una investigación del programa El Destape27 reveló que ARSAT había firmado una carta de intención con una empresa norteamericana para armar una nueva empresa, controlada por la norteamericana, con el 51% de la participación accionaria, para desarrollar ARSAT-3.

Esta iniciativa fue fuertemente cuestionada y no prosperó, pero dejó en evidencia que la soberanía tecnológica, y por ende también la comunicacional, no eran una preocupación y menos una priori dad para el gobierno de Mauricio Macri.

Actualmente ARSAT genera ventas sobre sus dos satélites por alrededor de USD 40 millones, de los que el 30% corresponden a exportación de servicios a los Estados Unidos, Chile y Venezuela28 .

La existencia de ARSAT no solamente representa una alternati va a la salida de divisas sobre la capacidad que se contrata sobre el territorio argentino, sino que además genera divisas por exporta ción de servicios sobre tecnología nacional. Siempre y cuando AR SAT se desenvuelva como una empresa con objetivos comerciales.

Si la actividad de ARSAT se limita a la prestación de servicios al sector público, el potencial generador de divisas por exportación de servicios no se puede explotar y el impacto puede considerarse que queda limitado.

26 “Argentina trabaja en la construcción de ARSAT-3 - Infoespacial (2015).

Primera privatización de la era Macri. ARSAT pasa a manos privadas, El Destape (2017)

“Nuestros satélites exportan más del 30% de sus servicios”, sitio Web de ARSAT: https://www.arsat.com.ar/nuestros-satelites-exportan-mas-del-30-de-sus-servicios/

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Cuestionamiento norteamericano a Huawei

En los últimos años, se disparó una fuerte polémica respecto a la empresa privada china Huawei y la posibilidad de que quienes uti licen su tecnología de comunicaciones puedan ser saboteados o es piados por el gobierno de China, sobre todo a partir del despliegue de las redes 5G. El cuestionamiento fue impulsado por el gobierno norteamericano, que tomó medidas restrictivas en su territorio para el uso de tecnología provista por Huawei y que también sugi rió enfáticamente a otros países que tomaran medidas similares29

El gobierno estadounidense cuestiona de fondo la ley de inteli gencia de China que obliga a todas las empresas de esa nacionali dad a brindar toda la información solicitada si le es requerida por las autoridades chinas.

Ahora bien, existen otras formas de espiar o sabotear infraes tructura a través de los sistemas de comunicaciones. El caso más paradigmático no fue precisamente de origen chino, sino todo lo contrario. Se trató del espionaje realizado por la inteligencia nor teamericana al entonces candidato a presidente de México Enrique Peña Nieto y la ex presidenta de Brasil Dilma Rousseff.

La Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de los Estados Unidos encabezó el espionaje sobre ambos mandatarios y fue solamen te conocido por la filtración de documentos que realizó Edward Snowden30. Es decir, sólo se sabe aquello que Snowden filtró, por lo cual es imposible dimensionar el verdadero alcance del espionaje realizado.

En Brasil, el escándalo que generó la filtración impulsó, entre otras medidas, la adquisición de un satélite de comunicaciones

29 “EEUU endurece restricciones a Huawei y eleva la escalada política con China”, Ámbi to (2020): https://www.ambito.com/mundo/huawei/eeuu-endurece- restricciones-y-ele va-la-escalada-politica-china-n5125545

30 Ver “La NSA espió a los presidentes de Brasil y México, según Snowden”, El Mundo (2013): https://www.elmundo.es/america/2013/09/02/noticias/1378119473.html

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geoestacionario31: El SGDC (Satélite Geoestacionário de Defesa e Co municações Estratégicas), lanzado en 2017, fue fabricado por la eu ropea Thales Alenia Space, en banda X, usualmente utilizada para comunicaciones militares.

Así es como surge tanto de la potencial debilidad de la tecno logía de Huawei, como del antecedente revelado por Snowden que no pueden garantizarse las comunicaciones seguras en un país, in cluyendo incluso a quienes están al mando de estas naciones si no se presta una especial atención en la seguridad y si se tiene una completa dependencia tecnológica.

Lejos de las miradas que deben prevenir eventuales filtraciones o usos indebidos, en el plano local, el grupo Telecom/Clarín señaló que “la revolución del 5G” generará un impacto que va mucho más allá del uso cotidiano del celular. El objetivo ya no es conectar per sonas, sino objetos, dispositivos, máquinas, autos, sensores y hasta procesos industriales (…) anticipa fuertes y múltiples cambios en el hogar, las ciudades y las fábricas.32

Como bien agregan, depende en gran medida del ENACOM, el ente regulador de las Telecomunicaciones. Un dato clave es la entrega de las frecuen cias adecuadas (…) el Estado debe asegurar su disponibilidad, por tal motivo es importante que el espectro que vaya a ser destinado al 5G comience a ser distribuido en el corto plazo (…) a costo ra zonable que permita la creación de nuevos negocios y servicios. (Ibíd.).

Es decir que la tecnología permitirá dos tipos de servicios bien diferenciados: por un lado tener mucho más contenido en menos

31 Ver “Tras el escándalo de espionaje Brasil tendrá satélite”, ABC (2013): https://www. abc.com.py/internacionales/tras-escandalo-de-espionaje-brasil-tendra- satelite-644456. html

32 Nota “La revolución del 5G y un impacto que va más allá del celular”, Clarín (2021): https://www.clarin.com/economia/revolucion-5g-impacto-va-alla-celulares_0_NQ7rv cen_.html

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tiempo, ver espectáculos con transmisión 360 de realidad virtual, manejar autos, lavarropas y cafeteras, pero también facilitar ci berataques, vulnerar la privacidad a límites nunca imaginados, aumentar la vigilancia y el espionaje digital, promover el reco nocimiento facial, eliminar la posibilidad del anonimato en la vía pública, sumado a riesgos para la salud no sólo mental, sino física por la posibilidad del aumento de radiación de bajo nivel, frente al despliegue de antenas necesario.

“Podría ser tan revolucionaria como fue la electricidad o los au tomóviles en la vida de las personas”, se considera desde la revista de La Nación, socio estratégico de Clarín en negocios como Papel Prensa, como se desarrollará luego, sin aclarar la situación.

En la edición del 15 al 21 de marzo de 2020, detallan que la in ternet de las cosas

permitiría conectar dispositivos como cámaras de video- vigilan cia, sensores, detectores de movimiento, sistemas de alarmas (…) la industria tiene tres desafíos claves por delante para la llegada del 5G: monetizarla o hacer un caso de negocios positivo; contar con un plan de asignación de espectro por parte del regulador; y la generación de ordenanzas municipales que faciliten el desplie gue33.

Una vez más la pregunta se resignifica ¿cómo lograr sobera nía comunicacional en un escenario en el que la empresa más con centrada del país en materia de comunicación “busca posicionarse como proveedor de la conectividad de internet de las cosas para empresas, para la familia conectada y para las ciudades inteligen tes” (Íbid.)

33 Página 36 de la nota “Promesas y batallas del 5G. Cómo pueden cambiar la vida y las profesiones en un planeta todo interconectado en tiempo real y con una nueva genera ción de tecnología que se estima 100 veces más veloz que la actual”, Martina Rua.

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SATL vs el Estado argentino

A principios de este 2022 se registró una noticia de alto impac to en el sector espacial mundial con ramificación en la Argentina: Satellogic, empresa de fábrica y opera satélites de observación de la Tierra, comenzó a cotizar de forma pública en la bolsa de Nueva York34 (SATL en NASDAQ). Liderada por Emiliano Kargieman, quien nació en la Argentina, Satellogic tiene más de 10 años de existencia y es promocionada como uno de los futuros unicornios argentinos, es decir, empresas con valuación superior a los mil millones de dó lares.

Satellogic dio sus primeros pasos vinculada a INVAP y lanzó sus primeros satélites, Capitán Beto, Manolito y Tita, con financia miento del Ministerio de Ciencia y Tecnología durante el segundo mandato de Cristina Fernández.

En la nota publicada por Página|12 luego del lanzamiento de Ma nolito35, el CEO de Satellogic detalló que “los componentes del sa télite salen 70 mil dólares y el lanzamiento 130 mil, mientras que el desarrollo de la plataforma abierta insumió cuatro millones de dólares.

Todo este proyecto pudo materializarse a partir de un convenio con el ministerio por 10 millones de pesos más las inversiones pri vadas. Con un dólar a 6 pesos en noviembre de 2013, la inversión realizada por el Ministerio de Ciencia y Tecnología rondó los USD 1,6 millones, un 40% del total estimado por Kargieman para el de sarrollo de la plataforma que utilizaron los satélites de Satellogic.

Posteriormente, en 2014, Satellogic obtuvo financiamiento Se rie A por USD 22,2 millones donde los dos principales inversores fueron el fondo Tencent y Valor Capital Fund.

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“Satellogic, muy cerca de ser el próximo unicornio argentino: la empresa de mini satélites comenzó a cotizar en Wall Street”, Infobae (2022): https://www.infobae.com/ economia/2022/01/26/satellogic-muy-cerca-de-ser-el-proximo-unicornio-argentinola-empresa-de-mini-satelites-comenzo-a-cotizar-en-wall-street/

35

“El día en que Manolito entró en órbita”, Página|12 (2013): https://www.pagina12. com.ar/diario/sociedad/3-234044-2013-11-21.html

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Como consecuencia, comenzó la fabricación de su constelación Aleph con capacidad de brindar servicios comerciales de observa ción de la Tierra. Entre 2016 y 2021 fueron lanzados 22 satélites ÑuSat, cuyo peso ronda los 40 kg, con capacidad de tomar imágenes ópticas en el rango visible e infrarrojo del espectro con hasta 70 centímetros de resolución.

Los primeros 18 satélites ÑuSat, de la constelación Aleph de Satellogic, fueron lanzados desde China, salvo el ÑuSat-6 que fue transportado a la órbita por la europea Arianespace. Los últimos cuatro (Ñusat-19, 20, 21 y 22) fueron lanzados por la estadouniden se SpaceX.

Además, todos estos satélites fueron construidos en la zona franca de Montevideo, Uruguay, país seleccionado por la empresa para montar su fábrica, debido a las dificultades que experimenta ron para importar insumos en 2014. La empresa ya anunció que los próximos satélites que lancen al espacio serán construidos en una nueva planta que se ubicará en los Países Bajos36.

Satellogic obtuvo hasta la fecha financiamiento por alrededor de USD 273 millones donde se destacan USD 27 millones en 2017 (Serie B) liderados por el fondo de origen chino Tencent, USD 30 millones en 2019 (Serie C), liderados también por Tencent y Pitanga Fund de Brasil y USD 150 millones en 2022 del Liberty Strategic Ca pital de los Estados Unidos.

En los últimos años Satellogic experimentó una importante transformación, virando su foco de China a los Estados Unidos. La empresa pasó de lanzar sus satélites desde el gigante asiático a lan zarlos desde Estados Unidos con, SpaceX.

Como el fondo Tencent habría dejado de tener participación en la empresa, Satellogic comenzó a cotizar de forma pública en Nue

36 “Satellogic Announces Development of High-Throughput Manufacturing Plant in the Netherlands”, sitio web Satellogic (2021): https://satellogic.com/news/press- releases/ satellogic-announces-development-of-high-throughput-manufacturing- plant-in-thenetherlands/

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va York y obtuvo su mayor inversión de un fondo liderado por el ex secretario del Tesoro de Trump, Steven Mnuchin37, quien admi nistra desde su salida del gobierno de los Estados Unidos, el fondo Liberty Strategic Capital integrado por fondos provenientes de paí ses árabes.

Recorrer brevemente la trayectoria de Satellogic permite re flexionar sobre las empresas del sector espacial en la Argentina, y sobre otras áreas de actividad, que conciben su modelo de negocios de forma global, aunque comiencen de manera local, terminan mi grando y se transforman en empresas estadounidenses, europeas o chinas.

Esto ocurre no sólo por el origen de sus principales inversores, sino por dónde se encuentra el mercado en el que pueden comer cializar sus servicios.

No se trata de cuestionar el financiamiento desde el Estado nacional, como parte de las primeras inversiones de Satellogic u otras empresas similares, sino de observar cómo evolucionaron posteriormente para llegar a otra conclusión: alcanzar soberanía tecnológica en la Argentina, al menos por el momento, no puede sostenerse exclusivamente desde el sector privado.

¿Podemos asegurar que Argentina actualmente tiene capa cidad de observar la Tierra en alta resolución óptica, tanto en la operación como en la fabricación de satélites de observación de la Tierra? Claramente no por parte de la Satellogic presidida por Mnuchin. En Argentina se generaron y se generarán en el futuro compañías innovadoras en el sector espacial, pero actualmente el país no puede retener este tipo de empresas, como lo demuestra el caso de Satellogic.

37

“Secretary Steven Mnuchin’s Liberty Strategic Capital to Invest $150 Million in Sate llogic and CF Acquisition Corp. V (Nasdaq: CFV)”, sitio web Satellogic (2022): https:// satellogic.com/news/press-releases/secretary-steven-mnuchins-liberty-strategic-capi tal- to-invest-150-million-in-satellogic-and-cf-acquisition-corp-v-nasdaq-cfv/

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Del lobby a los fondos buitres y el lawfare

Por último, resulta clave analizar el escenario general en el que se contextualizan las problemáticas descriptas.

Si la soberanía nacional se basa en el marco legal constitucional que legitima las relaciones entre ciudadanía y dirigencia represen tativa, ¿de qué manera ponderar los recientes análisis que recono cen a la Argentina del siglo XXI, y buena parte de América latina, bajo el despliegue del lawfare?, es decir

un congelamiento de garantías constitucionales protagonizadas por un sector judicial minoritario, con apoyo sustancia de los me dios de comunicación hegemónicos, vinculado fielmente a una parcialidad política y cuya evidente finalidad se enfoca sólo a la persecución de gobiernos nacionales y populares. (Caamaño, 2020, p. 65)

En ese orden de ideas, se considera que la estrategia del lawfare o guerra político judicial y mediática “tiene como efecto inminente un notorio debilitamiento de la democracia y la consolidación de un liderazgo mediático-político que deja a la ciudadanía vulnerable ante los deseos de potencias económicas mundiales y los grandes grupos económicos” (Caamaño, 2020, p. 66).

Por ende, para analizar la situación de la soberanía comunica cional local, ¿no sería necesario incorporar no sólo la matriz eco nómica y mediática de los poderes fácticos, sino también los meca nismos de operación conjunta, donde un sector del poder judicial, junto con un sector del poder político y mediático busca desestabilizar los procesos democráticos?

O, desde la mirada de Lula da Silva, incluso la violación de la so beranía nacional con el despliegue de “la guerra jurídica con fines ilegítimos”, por parte de “elites de nuestra región y defensores de los intereses del capital financiero internacional”, que entran en juego “combatiendo las políticas sociales diseñadas para erradicar

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la pobreza y disminuir las profundas desigualdades sociales”38.

¿Además de la existencia de una soberanía estatal, individual o de élites, nacional, popular, debería considerarse también una del lawfare, donde no sea ni el gobierno, ni una minoría tradicional, ni la representación dentro del marco legal, ni la de la ciudadanía la que estructurara la toma de las decisiones, sino un complejo entra mado político-mediático y judicial que persigue intereses propios?

¿Y qué ocurre cuando a ese diagnóstico debe sumarse el lobby ejercido desde la comunicación concentrada que impide incluso en plena pandemia dar cumplimiento a un decreto presidencial que reconoce la comunicación como derecho humano?

En agosto de 2020, el presidente Alberto Fernández firmó el de creto 690 y declaró “servicio público en competencia” a las TIC y la telefonía móvil, “esenciales y estratégicos” el acceso a las redes de telecomunicaciones, y al Estado como garante del establecimiento de “planes accesibles e inclusivos que garanticen la prestación bá sica universal y obligatoria” de Internet, la telefonía fija y móvil y la TV paga39.

A pesar de tener la potestad legal de hacerlo, de existir una au toridad de aplicación con representación de las fuerzas político parlamentarias (ENACOM) para ponerlo en práctica, desde el Po der Judicial se suspendió el decreto, ante diversas presentaciones realizadas en el país40.

La misma estrategia se reconoció en 2009, luego de sancionada la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, y logró paralizar su aplicación durante media década. En aquel entonces, el grupo más concentrado del país, Clarín, encabezó la batalla legal que cul

38 Prólogo al libro ¡Bienvenidos al Lawfare! Manual de pasos básicos para demoler el derecho penal (Zaffaroni, Caamano y Vegh Weis, 2020).

39 Ver nota de la autora en https://contraeditorial.com/guia-para-entender-el- nue vo-dnu-de-alberto-fernandez-que-significa-servicio-publico-en-competencia/

40 Ver https://www.letrap.com.ar/nota/2022-2-19-9-5-0-buscando-un-simbolo-depaz-con-clarin y https://www.baenegocios.com/politica/La-Justicia-suspendio-elDNU-que-declaro-servicio-esencial-a-las-telecomunicaciones-20210202-0139.html

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minó con la sentencia de la Corte Suprema de Justicia de la Nación al declarar la plena constitucionalidad.

Sin embargo, poco después, con el apoyo del grupo comunica cional, el presidente recién electo Mauricio Macri desmembró la ley más debatida de la historia del país y favoreció la concentra ción, llegando a despliegues inéditos para la historia del país: en términos de Martín Becerra, “gracias a Macri, Magnetto consiguió la mayor concentración comunicacional de la historia”41.

La acción presidencial “bendijo la fusión entre Cablevisión y Telecom”, agregó Becerra, quien estimó que con la medida

en al menos 130 localidades donde había dos compañías para competir en la oferta de prestaciones del cuádruple play, ahora habrá una. La fusión producirá un monopolio y una reducción de la competencia como efecto del movimiento concentrador del mercado. Cablevisión/Telecom concentrará a nivel nacional el 42% de la telefonía fija, el 34% de la telefonía móvil, el 56% de las conexiones a Internet por banda ancha fija, el 35% de conectivi dad móvil y el 40% de tv paga. (Ibíd.)

Al detalle ofrecido, resulta imprescindible sumar que, por un lado, el mismo grupo maneja el diario de mayor circulación nacio nal, Clarín; la única fábrica de papel para diarios del país, Papel Prensa42, uno de los cinco canales de televisión abierta de la Ciudad de Buenos Aires, Canal 13, más otros del país, junto con radios (Mi tre) sitios digitales y revistas de alcance nacional.

Es decir que hoy, Telecom/Clarín es la única empresa del país que puede brindar todos los servicios de comunicación y cultura habidos y por haber: internet, telefonía fija y móvil, televisión, por aire y por clave, radio, diarios, sitios digitales de noticias e informa

41 Ver publicación de Martín Becerra, del 3 de enero de 2018, en https://www. enorsai. com.ar/politica/23834-gracias-a-macri--magnetto-consiguio-la-mayor- concentra cion-comunicacional-de-la-historia.html

42 Gracias a un pacto de sindicación realizado con el diario La Nación, en el marco de la dictadura cívico militar, al mando del genocida Jorge Rafael Videla.

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ción, fábrica de papel para diarios, acceso a bienes culturales, como libros, a través de la cadena de librerías Cúspide, la organización de ferias empresarias de proyección nacional, como Expoagro, sitios de avisos clasificados para venta de inmuebles, autos y otros bien, y como se desarrolló, se prepara para liderar el 5G o “la internet de las cosas”, todo ello promocionado desde su propia estructura de prensa sin transparentarlo con la audiencia.

Además, y tal vez sobre todo, esta realidad es inescindible del histórico olvido académico: la vulneración a la soberanía nacional que supone reconocer quiénes son los verdaderos propietarios, no sólo porque ya la LSCA aleja la mirada del Estado, sino por lo señalado con precisión por la entonces fiscal general ante la Cámara de Apelaciones en lo Comercial, Alejandra Gils Carbó.

En su escrito de oposición a la fusión Cablevisión Multicanal luego de precisar cuál es la compleja trama empresaria detrás de la marca comercial Cablevisión, en paraísos fiscales como las Is las Vírgenes o Delaware, estableció el vínculo con los “fondos bui tre”, reconocido por el “propio presidente” de la firma “ante los jueces”: en efecto, la expresión fondo buitre es utilizada en el universo financiero para caracterizar la actividad descripta por el ex presidente de Cablevisión y de Fimex, Julio Herrera, cuando fue preguntado sobre la actividad de Fimex International Ltd. y Fin tech Advisory Inc., pues declaró que estas compañías se dedican a comprar títulos de países y empresas en dificultades financieras: ‘No existe un tipo de empresa en particular a las que se enfoque al orientar la inversión. Sólo se tiene en cuenta que se trate de empre sas en dificultades’ (dijo). En el escrito, Cablevisión nos confirmó que el Grupo Fintech tiene esa actividad especulativa. Cablevisión admite que Fimex actuó en la reestructuración de deuda de varias empresas argentinas en default: Autopistas del Sol SA, Mastellone SA, Metrogas SA, Multicanal SA, Transener SA y Telecom SA. Asi mismo aclara que Fintech Advisory Inc. compró deuda de países tales como la Argentina, Brasil, Bulgaria, Costa Rica, Ecuador, Filipinas, México, Pakistán, Panamá, Perú, Polonia, República Domini cana, Rusia, Ucrania, Uruguay y Venezuela. Los antecedentes par

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lamentarios revelan que los legisladores emplearon repetidamente la expresión fondo buitre para describir las operaciones que la Ley 25.750 prohíbe. Justamente la que realizó Fintech para adquirir el control de Cablevisión (…) El Grupo Fintech es un fondo buitre, tér mino no utilizado con fines denigrantes, sino como concepto de la jerga económica, para evocar a las aves de rapiña que acechan a la presa agonizante para alimentarse de ella43. Por estos motivos se pregunta

¿cómo es posible indagar el origen de los fondos suministrados por un fondo especulativo constituido en Delaware y en las Islas Vírgenes (paraísos off shore) para adquirir el poder monopólico de los medios de comunicación en la Argentina? ¿Qué sujetos ex tranjeros financiaron la creación de un monopolio multimedia en la Argentina? ¿A qué intereses responde? (Íbid.)

La luego Procuradora nacional repasa en la presentación la in tegración societaria y expresa lo que luego, con el correr del tiem po, ocurrió:

esta posición de dominio seguirá aumentando en forma expo nencial, dado que le permite acceder a diferencias económicas y espacios de poder que irán menguando a sus competidores y al gobierno de turno, cualquier fuere (…) en efecto, la opinión pú blica podrá ser gobernada por un monopolio hegemónico dada la incidencia de los medios de comunicación para contribuir o da ñar el consenso en una democracia. También sería posible, por hi pótesis, obtener ventajas y excepciones ilegales, de cualquier go bierno, merced a su poder omnímodo para difundir información selectiva negativa, acrecentando ese poder extorsivo en épocas preelectorales, instaurando así una verdadera “corporatocracia”. (Ibíd.)

¿A qué se refería? Así lo detalla aportando lo siguiente:

43 Ver nota de la autora en https://www.treslineas.com.ar/argumentos-gils-carbo- con tra-fusion-cablevision-multicanal-n-696604.html

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¿es posible que el Poder Judicial permanezca indiferente ante la entronización de un conglomerado monopólico de los medios de comunicación en la Argentina que amenaza el pluralismo, la de mocracia sustancial, la libre competencia, la libertad de expre sión y el derecho del pueblo argentino a que ningún monopolio gobierne la opinión pública de acuerdo a sus particulares inte reses corporativos que, por su naturaleza, están basados en la obtención del máximo beneficio económico y repudian la inter vención del Estado en la economía para proteger a la comunidad? (…) La sociedad argentina está sumida en la más absoluta inde fensión mientras ve caer las bases de la digna subsistencia de su organización política, económica y social: es deber del ministerio público fiscal defender sus intereses. (Íbid.)

Décadas después, Alejandra Gils Carbó encabezó denuncias de espionaje ilegal realizadas durante el gobierno de Mauricio Macri44, en el marco del lawfare descripto.

La pregunta sigue sin respuesta: ¿a qué grado de soberanía co municacional y soberanía económica o nacional real se puede aspi rar en un escenario de asimetría semejante?

Algunas conclusiones posibles

Luego de radiografiar y analizar el complejo entramado comu nicacional existente en la Argentina pos pandemia del siglo XXI, en principio puede considerarse que a problemas globales deben crearse soluciones globales.

Así como las políticas comunicacionales deben ser nacionales, en función de los intereses soberanos de una nación, deben refor zarse con acuerdos regionales e internacionales, para impulsar una sociedad democrática que se base en una ciudadanía informada, comprometida, reflexiva, crítica, con acceso igualitario a los dere

44 Ver “Cómo fue el espionaje contra Gils Carbó”, en https://www.laarena.com.ar/ opinion/2021-10-16-0-7-20-como-fue-el-espionaje-contra-gils-carbo o “Las pruebas del espionaje macrista sobre Alejandra Gils Carbó” en https://www.pagina12.com. ar/349959-las-pruebas-del-espionaje-macrista-sobre-alejandra-gils-carb

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chos y con libertad de reclamar y transformar la propia sociedad en la que se inscribe.

Si se comprende la comunicación como un derecho humano, vital para las vidas democráticas, y no un mero negocio, con ex tractivismo de datos en beneficio de una élite, nacional y global, resultan insoslayables caminos emancipatorios aún inexplorados hacia la soberanía comunicacional.

Desmercantilizar y despatriarcalizar, como base esencial en los criterios de jerarquización periodística y construcción de las agen das, así como en la propia arquitectura administrativa de lo que se conoció como “la empresa periodística”.

Un periodismo profesionalizado y un plan de alfabetización co municacional son fundamentales, pero como parte de una de las herramientas dentro del campo de las políticas públicas a estable cer.

La autorregulación se ha mostrado insuficiente, por esto se tra ta de construir regulaciones colectivamente y reformas participa tivas como estrategia de profundización de las democracias.

Ir camino hacia un modelo de gobernanza multipartito, dentro de un marco político claro, que exija mayor transparencia, protec ción de los derechos humanos y corresponsabilidades para generar compromisos de gobiernos, empresas, pero también de la ciuda danía comunicacional, el mundo académico y de la investigación, organizaciones sociales y sobre todo de los derechos humanos.

El sociólogo portugués Boaventura de Sousa Santos asoma su pensamiento por una hendija luminosa hacia el futuro. Se trata de “revolucionar la democracia y democratizar la revolución (…)” crear “un sistema globalmente alternativo al capitalismo, al colo nialismo y al patriarcado”45, partiendo “desde las izquierdas”.

45 Conferencia “Revolucionar la democracia y democratizar la revolución: el reto de las izquierdas hoy”, ver completa en https://americat.barcelona/es/conferencia--revolucio nar-la-democracia-y-democratizar-la-revolucion--el-reto-de-las- izquierdas-hoy

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Por un lado, plantea la necesidad de ser “más humildes”, pero con una propuesta “más ambiciosa” porque se requiere

salvar a la humanidad de los efectos más destructivos y del in menso sufrimiento humano derivados de una catástrofe social y ambiental que no parece estar lejos (…) Es necesario defender la dignidad humana y la naturaleza a través de la radicalización de la democracia, de alta intensidad y necesariamente posliberal (Íbid.)

En ese orden de ideas, conviene recordar que en el marco de los debates que derivaron en la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, el eje de la soberanía comunicacional se desplegó en distintos ámbitos.

Los decretos de Mauricio Macri que habilitaron la mayor con centración de la historia de la comunicación parecieron haber ob turado esa discusión y el actual gobierno continúa sin resolverlo. Sin embargo, en algunos grupos de trabajo aún se reflexiona al res pecto.

Un grupo de trabajadores del periodismo y la comunicación re sumió en los siguientes cuatro derechos el alcance a la soberanía46:

• Derecho a acceder a los medios públicos de telecomunica ción, así como a los recursos e instalaciones para la comu nicación convencional o avanzada, para distribuir informa ción, ideas y opiniones.

• Derecho a reclamar que los recursos necesarios para la tele comunicación pública –tales como el espectro electromag nético y la infraestructura esencial de las telecomunicacio nes– sean patrimonio de la comunidad y no sean apropiados por sectores privados.

• Derecho a participar en la toma de decisiones públicas acer ca de la elección, desarrollo y aplicación de tecnologías de la

46 Publicados el 30 de septiembre de 2021 en el sitio web www.cispren.org.ar

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telecomunicación, y acerca de la estructura y política de la industria de servicios.

• Derecho a acceder y hacer uso de manera igualitaria del entorno electrónico (ciberespacio) en condiciones de se guridad informática, entendida esta como el respeto y la protección de la dignidad humana contra el abuso de las tecnologías de la información y la comunicación cometido por gobiernos y entidades no estatales47.

Por otra parte, en 70 años de historia, la Televisión Pública construyó su Primer Código de Ética “desde el Sur del Sur, en un momento inédito para la humanidad en su conjunto” en el que se resalta que la ética consensuada debe ser “pilar fundamental de la labor”, con el “principal objetivo” de “alcanzar la más alta calidad comunicacional, para la contribución al fortalecimiento de la identidad y soberanía argentina, privilegiando nuestra realidad, con el carácter democrático, federal y pluricultural que la constituyen”48.

De manera inédita, en 24 artículos sintetizan la matriz de una comunicación ética al servicio de la democracia y los derechos hu manos. En cuanto a la situación y perspectivas de la industria de telecomunicaciones, de alto valor agregado, entre ellas la industria espacial nacional, esta debería ser encausada con el objetivo de po tenciar los esfuerzos para dotarlos de mayor impacto en la Argen tina y poder avanzar en la soberanía tecnológica y comunicacional.

Para lograrlo, en el plano de las telecomunicaciones y la estruc tura comunicacional, también es preciso impulsar la actividad del tándem INVAP-ARSAT, como empresas estatales con capacidad de diseñar, fabricar y operar satélites de telecomunicaciones.

47 Artículo “Soberanía comunicacional: el derecho público a la comunicación” en la CTA Autónoma. Recuperado de: https://www.cispren.org.ar/soberania-comunicacio nal-el-derecho-publico-a-la-telecomunicacion/

Ver Código de Ética de la Televisión Pública, impulsado por una de los autores del presente trabajo, referentes sindicales y más de cien personas que participaron de su realización, a partir del debate libre, plural y abierto durante 2021. Ver el programa especial en el que se presentó “Televisión con Códigos” en https://www.youtube.com/ watch?v=ExUK141eaw8

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48

Ninguna de estas empresas, por su naturaleza constitutiva, pue de migrar a los centros de atracción financiera. El impacto positivo en trabajo e ingreso de divisas, permanece así en el país, pudiendo contribuir a la conformación de la soberanía comunicacional.

Es cierto que la estabilidad y el impulso de las empresas estata les de tecnología se encuentran íntimamente relacionadas con el modelo político y económico. La discontinuidad que tanto ARSAT como INVAP atravesaron en el período de gobierno del neolibera lismo de Maurico Macri, 2016-2019, no debería reiterarse para evi tar fluctuaciones que comprometan la capacidad de crecimiento de estas empresas.

En cuanto al “capitalismo de vigilancia”, con la existencia de corporaciones que se presentan en apariencia “todopoderosas”, la socióloga estadounidense Nancy Fraser invita a pensar en una nue va organización transversal.

La autora de Contrahegemonía ya! reconoce que la raíz de la “cri sis del planeta, de la humanidad y de los lazos políticos” está en sí misma en “el capitalismo”, en 40 años de neoliberalismo que “pre siona a los Estados a desinvertir (…) a privatizar todas las cadenas de suministro y ponerlas en manos de las mega corporaciones, que tienen cero intereses en el bien común, el bien público y que sola mente buscan ganancia”49.

Por eso se pregunta “qué posibilidades tendrían las plataformas en otra sociedad” y convoca a imaginar “una situación donde los algoritmos no estuvieran al servicio de la ganancia” promoviendo “una contrahegemonía” con “corrientes políticas combinadas con feminismos, sindicatos, movimientos campesinos, movimientos anticoloniales y anti raciales” (Íbid.).

49 “Nancy Fraser: échale la culpa al capitalismo. La lúcida teórica norteamericana habla de lo que dejó la pandemia, de su descripción de la crisis general del capitalismo y de los horizontes de posibilidades que abre”, Marta Dillon y Micaela Cuesta, Suplemento número 1210 Las 12, 29 de octubre de 2021.

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La profundización del proceso político de Nuestra América apa rece condicionada por la ultra concentración comunicacional des cripta, el lawfare y el “capitalismo de vigilancia”, con capacidad de influencia sobre la construcción de una opinión pública lo insufi cientemente libre para considerarse soberana.

El debilitamiento de las democracias, a partir de la adhesión a discursos de odio y discriminación, a través de múltiples violen cias, entre ellas simbólica y mediática, aparecen como marcas in delebles de la crisis civilizatoria, en el marco de la pandemia por COVID-19, inédita en la historia de la humanidad por los niveles de velocidad en la propagación a escala planetaria.

Pero no son inmodificables, la batalla por la soberanía comu nicacional debe reconocerse en la batalla cultural por la construc ción de una hegemonía democrática.

Las puertas de ese futuro pueden imaginarse primero como di seño posible de inclusión y profundización de la democracia y no como mera utopía. Casi como insolencia humana ante la supuesta muerte de la autodeterminación personal.

Pero ¿cómo sería posible si no forma parte de los pensamientos siquiera ni de los temas de conversación la necesidad de redistribu ción informativa? Necesitamos construir Estados que establezcan corregulaciones fundacionales, legislación de publicidad oficial, de sostenibilidad de los medios de comunicación comunitaria, alter nativa, popular, universitaria, escolar e indígena, de alfabetización comunicacional, de acuerdos éticos básicos para la deontología pe riodístca y la praxis comunicacional democrática.

Necesitamos recuperar la LSCA y fortalecerla para evitar la asignación de recursos estatales a empresas con radicación offshore. Operativizar el derecho de rectificación y respuesta como mecanis mo para erradicar las fake news, así como fomentar bots detectores y contrarrestadores de ese tipo específico de operaciones de alta escala de desinformación.

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En muchos casos, las urgencias obturan los debates sobre los derechos digitales, comprendidos como una extensión urgente de los derechos humanos existentes. Necesitamos la regulación de plataformas extranjeras y el uso de metadatos y algoritmos que ci ñen la libertad.

Tal vez, en procura ineludible de disputar el sentido de las pa labras, desde la mirada descerteauniana de “la toma de la palabra como la toma del poder”, del reconocimiento foucaultiano de que “el discurso no es simplemente aquello que traduce las luchas o los sistemas de dominación, sino aquello por lo que se lucha. El poder del cual uno tiende a apropiarse”, se trate de comenzar por reconocer los problemas para encausar las soluciones.

El desafío es complejo. La lucha, sin dudas, a la altura de esa dificultad.

Aquel escenario de la Vuelta de Obligado, en el que la creativi dad y la insurgencia propias del ardor por la defensa de la patria llevó a crear una barrera infranqueable de cadenas de acero ante una flota todopoderosa, puede alumbrar hoy el rumbo, al señalar la hora de pensar cuáles son los eslabones de las cadenas que pueden defender la soberanía nacional de los avances extranjerizantes y los factores de dominación concentrados nacionales y multinacio nales.

De qué eslabones emancipatorios comunicacionales debemos construir las cadenas que no nos condenen, ni nos aten, sino que, por el contrario, nos empujen a parir una patria libre y soberana, comenzando por la soberanía comunicacional. De eso se trata.

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Prólogo al libro “Colonial Trauma” (Trauma Colonial), de Karima Lazali

Introducción

Si las políticas colonialistas operan como antagonismo respec to de las políticas de soberanía, debemos comenzar diciendo que la ocupación colonizadora de Francia en Argelia –que comenzó en el año 1830 y se prolongó a lo largo de 132 años- representa una expresión hiperbólica de la supresión perdurable (¿definitiva?) de toda posible soberanía. Muchas generaciones de argelinos atrave saron y se vieron atravesadas por este acontecimiento histórico que determinó niveles incalculables de devastación en todos los aspectos imaginables: expropiación de recursos, de territorios, de idioma, de identidad, de Historia, de patronímicos, además del ejercicio descarnado de actos de crueldad, violaciones, mutilacio nes, despedazamiento de cuerpos, asesinato de niños y torturas que dejaron hondas huellas en términos transgeneracionales. La desmentida de este accionar por parte de la metrópoli, impidió du rante décadas – e impide aun hoy - una reconstrucción de la Histo ria que integre el reconocimiento de la responsabilidad de Francia en esta destrucción.

La Guerra de Liberación que se produjo entre los años 1954 y 1962 y que condujo finalmente a Argelia a su independencia, fue una de las guerras de liberación más sangrientas que se hayan co nocido. En ella perdieron la vida 300.000 argelinos, más de 20.000 soldados franceses, más de 6000 colonos, y además produjo una migración de millones de argelinos que debieron huir de su país. Argelia logra que en 1962 sea declarada su independencia, pero se inicia a partir de allí un largo período atravesado por guerras in

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ternas, asesinato de dirigentes políticos, guerras fratricidas y actos terroristas por parte de grupos enfrentados en su posición respec to del modo en que debía reconstruirse la identidad nacional. La forzada construcción de una homogénea identidad post-colonial, nacional y religiosa, implicó un nuevo borramiento identitario: la múltiples identidades que constituían a la nación argelina antes de su colonización debían subsumirse a una identidad totalizante (y totalitaria) que “resolviera” el desmantelamiento que Argelia ha bía padecido en la pérdida histórica de su soberanía.

La psicoanalista franco-argelina Karima Lazali (tributaria de la obra de Frantz Fanon) desarrolla su práctica tanto en Francia como en Argelia, y construye sus reflexiones teóricas, clínicas y políticas en torno de las consecuencias subjetivas de esta Historia que ya tiene casi 200 años de existencia.

En el año 2018 publica en francés su libro “Le trauma colonial. Une enquête sur les effets psychiques et politiques contemporains de l’oppression coloniale en Algérie” (El trauma colonial. Una in vestigación sobre los efectos psíquicos y políticos contemporáneos de la opresión colonial en Argelia, Éditions La Découverte, París).

En el año 2020 la editorial inglesa Polity Press (Cambridge), me convoca para escribir el prólogo al libro de Lazali que sería traduci do al inglés, y que se publica en el año 2021 bajo el título “Colonial Trauma”. El texto que presentamos a continuación es este prólogo en su versión en español. Allí se analizan las líneas centrales del trabajo de Lazali. Trabajo teórico, clínico y político que ilumina los efectos subjetivos del que quizás -siendo uno de los acontecimien tos históricos más dolorosos en la historia de África-, haya sido escasamente revisado por el mundo occidental y el pensamiento psicoanalítico en sus consecuencias subjetivas.

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Prólogo

Las novelas, en su manera de fijar el tiempo y abrazar el espacio, no son simple mente vectores irremplazables de contextualización, sino que dan sentido en la opacidad de esta guerra colonial y sus prolongaciones. ¿Cómo pueden trabajar los historiadores sin haberlas leído? (Benjamin Stora, del prefacio al libro Memoria(s) de Argelia. La literatura francófona-argelina y francesa al servicio de la historia, 2004)

Cuando los niños escuchan la voz de lo muertos, se trata sobre todo de la voz de los que murieron sin sepultura, sin ceremonia. (Lionel Bailly, citado por F. Davoine y J.M. Gaudillière)

Una frase presente en el libro de Karima Lazali interrumpe de pronto el ritmo de lectura y me obliga a detenerme. Su familiaridad me sorprende. “Matar la muerte”. Tal es el título de un trabajo publicado en Buenos Aires en el año 1986 por la psicoanalista argenti na Gilou García Reinoso y que Lazali cita en este libro en su versión en francés (Tuer la mort, 1988).

Resulta inevitable comenzar quizás de un modo excesivamente autorreferencial la escritura de este prólogo, para dar cuenta del impacto que generó en mí el hecho de experimentar sorpresiva mente tanta familiaridad en el preciso lugar en el que esperaba en contrar un cierto extrañamiento50. Mi práctica como psicoanalista argentina, ejercida en un Organismo de Derechos Humanos y en un contexto post-dictatorial desde 1984 en adelante, y la de Karima Lazali, ejercida en París y Argelia desde 2002 y 2006 respectivamen te, confluían de pronto en la elocuencia de esta frase que alude al desdichado fenómeno de la desaparición sistemática de personas. “Matar la muerte” opera así simbólicamente como puente históri

50 Al respecto, cito aquí un párrafo de mi libro “El trabajo del testigo. Testimonio y expe riencia traumática” (Wikinski, 2016): “Jean Francois Lyotard se pregunta si no es tarea del historiador no sólo tomar conocimiento de los daños, sino también de la destruc ción de sus documentos. (…) Dolorosa analogía con nuestros desaparecidos (‘matar la muerte’, escribió Gilou García Reinoso en 1986 ), que como ‘desaparecidos’ y no sólo como ‘muertos’ dejan su huella en el testimonio, quizás sin que la justicia alcance a pesquisar esta diferencia.”(p.88)

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co y geográfico entre dos experiencias muy disímiles desde el pun to de vista político: la argentina y la argelina. Y son precisamente sus diferencias las que ofrecen una doble constatación: la primera de ellas es que en cualquier latitud del planeta la puesta en marcha de un dispositivo psicoanalítico requiere pensar al sujeto en el con texto de su época y sus determinaciones históricas y políticas; de lo contrario los blancos en su constitución psíquica se replicarán como “agujeros” al interior del proceso terapéutico. La segunda es que los efectos del método sistemático de desaparición de personas tanto en Argelia como en Argentina han sido devastadores; se trata de una herramienta biopolítica de dominio y control de las subje tividades y los cuerpos en sistemas de terror que –como describe Lazali con profunda sensibilidad- genera siempre una borradura que atraviesa la memoria de las generaciones y obstaculiza de un modo corrosivo la tramitación de un duelo.

Sin embargo, ¿acaso esto nos permite suponer que la historia argentina y la argelina son homologables? Definitivamente, no. En este, su segundo libro luego de La Parole oublée (Érès, 2015), Lazali desentraña las claves de una especificidad: las trazas del trauma y la modulación en el registro psíquico de las experiencias de des trucción en lo social que la colonización francesa ha dejado en la sociedad argelina.

El colonialismo francés y sus dramáticas derivas históricas, acontecimiento escandaloso por su magnitud, su crueldad y su perpetuación, produjo una marca indeleble en la historia argelina. Es una historia marcada también, -y esto la diferencia radicalmen te de la experiencia argentina- por la ausencia de investigación y justicia respecto de los innumerables crímenes cometidos durante el colonialismo, durante la Guerra de Liberación, las guerras inter nas e incluso en la actualidad: las desapariciones, el genocidio, el despedazamiento de los cuerpos, las expropiaciones, las desapari ciones de niños. Muertes, como lo señala Lazali, separadas de la integridad de cuerpos que resultan irreconocibles. La desaparición de personas no asume así sólo la condición espectral de lo que no puede verse, sino que es también el resultado de lo excesivamente

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visible pero inidentificable: cuerpos desfigurados y despedazados sin posibilidad alguna de que les sea adjudicada alguna identidad.

Si la realidad misma operara como un laboratorio a escala pla netaria, deberíamos considerar como prueba definitiva del lugar de terceridad que la Justicia ofrece en el ordenamiento de los lazos sociales, la comparación entre los efectos en la subjetividad que la desaparición sistemática de personas produjo en Argentina y los que produjo en Argelia. Argentina, como se sabe, ya en democracia, después de la finalización del período dictatorial 1976-1983 que uti lizó la tortura como método sistemático de control social y produjo 30000 desaparecidos, inicia en 1985 el Juicio a las Juntas Militares que condenó a los comandantes. El juzgamiento a cientos de res ponsables del Terrorismo de Estado continúa hasta hoy (con inte rrupciones y múltiples vicisitudes políticas que sería inadecuado detallar en este contexto) en causas por delitos de lesa humanidad abiertas o ya juzgadas en diferentes ciudades del país. Esto me per mitió escribir en relación a las declaraciones que se realizaban en los juicios:

“Y un día ya no vino más”, dicen algunos testigos, familiares de desaparecidos (...) ¿Cuál es el día que ya no vino más? ¿Cómo se puede señalar ese día, si todos los días hasta hoy mismo son ese día? ¿Cómo se puede precisar la ausencia de la ausencia? ¿Se al canza a comprender que se juzgan “desapariciones”, y no “muer tes”? ¿Que se solicita que se nomine lo innominable, se identifique lo inidentificable, se precise lo imprecisable, se ubique lo inubi cable? ¿Cómo fechar y ofrecer coordenadas de lo no acontecido? ¿Cómo podría el testigo darle entidad de existencia a un crimen que a fuerza de seguir cometiéndose, nunca se ha cometido defi nitivamente? (Wikinski, 2016, p. 88).

En Argelia, como lo describe Lazali, jamás se ha investigado cuál ha sido el destino de los cuerpos destrozados o desaparecidos y quiénes han sido los responsables en cada una de las etapas en las que esto ha ocurrido.

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Lazali describe lúcidamente al terror como un estado psíquico que –a diferencia del trauma- no admite el olvido y la represión, no produce el advenimiento de una nueva posición subjetiva, desdibuja los límites entre el aparato psíquico y el cuerpo biológico, entre lo singular y lo colectivo, entre el adentro y el afuera, permanece desligado, no es circunscribible. Se trata quizás de una incrustación sin sujeto, un arrasamiento que podría impedir incluso el recono cimiento del estado de terror por parte del sujeto que lo padece.

La autora puede definir la diferencia entre trauma y terror, y establecer la insuficiencia de la noción de trauma para explicar los efectos de la violencia colonial, porque transita con fluidez el campo de la subjetividad singular, el campo de los fenómenos colectivos, el de la clínica, la literatura, la política, y porque identi fica nítidamente los fenómenos del presente, de lo histórico y de lo transubjetivo. Desentraña de este modo tanto en el plano social como en el subjetivo las huellas del colonialismo, acontecimiento a todas luces inagotable en sus efectos, que cruje de un modo ensor decedor en los caminos de subjetivación de muchas generaciones a través de la historia de Argelia. No encontramos en su obra una fic ticia división entre lo individual y lo colectivo, ni una ausencia de distinción entre ambos, sino un modo de pensamiento profunda mente freudiano en el que se produce una articulación constante entre estos espacios, urdimbre de múltiples determinaciones que no cesan de entrelazarse.

En ese sentido Lazali se reconoce tributaria de la obra de Frantz Fanon, quien pudo abordar, durante el transcurrir mismo de los acontecimientos, la incrustación de la ajenidad en el psiquismo del colonizado y el improbable trabajo de descolonización subjetiva que esto supondría.

Siempre habrá una expropiación del sí mismo una vez fundada la colonización. Lo que no se termina de enunciar en el espacio psi coanalítico, lo subjetivo en la Historia, lo impensado que encuen tra expresión en la Literatura: es en estos pliegues, nos dice Lazali, donde encontraremos quizás las claves para comprender los efec

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tos subjetivos de una historia de arrasamiento cuyo inicio en poco tiempo cumplirá dos siglos.

Múltiples figuras de lo negativo (negación, denegación, forclu sión, “agujero”, renegación, repudio) dan cuenta de este blanco, o por momentos de este “silencio negro”, como lo define Lazali, que constituye “lo imposible de olvidar”.

La autora recurre a la literatura francófona-argelina –que con tiene en algunos casos una fuerte impronta autobiográfica- para espigar en su desvío crítico de la lengua (détournement) y en el uso de la transliteración, aquello que no puede decirse. Desvío como valor en sí mismo, que logra hacer de “lo intraducible”, objeto de trasmisión. También encuentra en estas novelas los recursos que pueden oponerse a las censuras operadas sobre el pensamiento y la lengua a lo largo de la historia colonial y post-colonial. “¿Cómo pueden trabajar los psicoanalistas sin haberlas leído?”, podría pre guntarse quizás Lazali, parafraseando a Benjamin Stora.

Las obras de Kateb Yacine, Nabile Farès, Jean El Mouhoub Amrouche, Malek Haddad, Yamina Mechakra, Chawki Amari, Ra chid Mimouni, Mansour Kedidir, Mohammed Dib, Samir Toumi, Amin Zaoui, Kamel Daoud, Mouloud Feraoun, Albert Camus son visitadas por Lazali en el afán de iluminar las zonas invisibilizadas del colonialismo y de la “mise sous totalité” uniformizante post-co lonial.

Si a partir de la lectura de este extraordinario libro tuviéramos que elegir una palabra que expresa de un modo contundente los efectos del colonialismo a uno y otro lado del Mediterráneo, sin duda elegiríamos “effacement”, borradura. Es una borradura de origen político, por supuesto, iniciada por el colonialismo francés en su necesidad de negar la depositación de ese resto abyecto de monarquía que fue “exportado” a la colonia. Identidad, lengua, tra dición, genealogía, patronímicos, todo resulta arrasado, como si Ar gelia no hubiera tenido Historia. Pero es también una borradura que incluye –como lo plantea Lazali- a los enfrentamientos internos y fratricidas y al Terror de Estado post-colonial. Borradura o no-ins

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cripción, en definitiva, de toda genealogía, alteridad, diferencia y heterogeneidad, que como lo plantea Lazali, amenace el trabajo de construcción de un “nosotros”, forzada uniformización de un ser nacional que a partir de la Guerra de Liberación se impone.

La exaltación de la figura del héroe o del mártir de la Guerra de Liberación no hace más que ofrecer una coartada en la profundi zación de esa borradura: se trata de refundar a Argelia, borrar el pasado colonial, no “deconstruir” sino “reconstruir”, señala Lazali, y la reconstrucción supone la configuración de una gesta heroica de liberación cuyas muertes en las guerras internas no deben ser relevadas. Se produce así –a partir de la imposición post-colonial de una lengua, el árabe, y una religión, el islamismo-, el mito de un nacimiento que nuevamente borra el pasado e intenta el estableci miento de un punto cero de la Historia, arbitrario y negador.

Quizás a ese blanco de la historia de una Francia colonizadora (¿republicana?) que niega el vergonzante resto monárquico que determinó su estrategia de ocupación, corresponda del lado de Ar gelia un blanco en la historia vergonzante que requiere ocultar la propia responsabilidad en las guerras internas. Se produce así un efecto paradojal en el camino de liberación: la historia de Argelia resulta nuevamente remitida en sus inicios casi exclusivamente a la colonización, y se impone un nacionalismo puro, urgente, ex tremo y totalizante para restaurar el daño padecido. Como un foco que ilumina excesivamente y entonces encandila, existe también –como lo enuncia Lazali- un exceso de memoria sobre el colonialis mo, que está al servicio de la borradura y el blanco en la memoria misma. Se produce así una gradual transformación del trauma co lonial en trauma social.

“La colonialidad ha sido una gran proveedora de un odio pro movido por el mantenimiento del Uno a partir de la muerte del Otro, ya que su proyecto político buscaba borrar toda forma de alteridad. ¿Cómo en Argelia el sentimiento de “lo nacional” ha sido atravesado por esta forclusión de la alteridad? ¿Y cuáles han sido las consecuencias sobre la política contemporánea de esta

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negación de la función paterna por lo colonial?”, escribe Lazali (p.130)51.

Estas resultan preguntas centrales en su desarrollo. El adveni miento de la colonia destituyó la función paterna como función simbólica y de terceridad organizadora del lazo social, la genealo gía, la determinación de una comunidad de pertenencia y la cons titución de una identidad a partir de la asignación de un nombre. Esta función ha sido sistemática y deliberadamente obstruida a partir de la ruptura histórica que la colonia signó en Argelia. Las muertes, las desapariciones, la alteración de los nombres han he cho que sea imposible determinar quién es quién, quién es hijo de quién, quién es hermano de quién.

El devenir de la desafiliación no se produce solamente a par tir de la fragmentación del cuerpo social operada por la Francia colonizadora y la Guerra de Liberación. Las guerras internas que marcaron la historia de Argelia durante la Guerra de Liberación y se continuaron a partir de ella -con su apogeo en los años 1990- nos obligan a pensar cuál podría ser la matriz de la incesante repetición del asesinato entre hermanos, y de esa búsqueda y destitución con tinuas del lugar del padre. La autora revisa críticamente el planteo freudiano desarrollado en Totem y Tabú (menciona a Atkinson en su contrapunto con Freud), y se pregunta por qué a la destitución del padre y fundador del nacionalismo argelino, Messali Hadj, y al asesinato de Ramdane Abane en 1957 (dirigente de FLN) no les sucedió una alianza fraterna sino una encarnizada guerra interna y fratricida que enfrentó brutalmente al FLN con los messalistas, a combatientes del FLN entre sí, y que produjo una serie de asesina tos o destituciones de líderes a lo largo de la historia.

En su obra Stasis. La guerra civil como paradigma político, Gior gio Agamben (2016) remite el desarrollo de las guerras civiles a una tensión permanente e irresoluble entre el oikos (la casa, la fami lia) y la polis, en la que la guerra civil funciona como umbral en tre las relaciones familiares politizadas y la polis recodificada en

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51 Lazali, cfr ., p. 130

términos de familia. Pareciera que en este caso entre el “nosotros” y el “ellos”, en el umbral de la diferencia y el ser extranjero, se ha puesto en juego una particularidad de lo que Agamben define como lo irresoluble. Ya no la tensión no solucionable entre el “adentro” (oikos) y el “afuera” (polis), sino una tensión entre una heteroge neidad anterior a la colonia, excesivamente porosa a la invasión co lonial, y un nosotros reactivo que requirió suprimir hasta la más mínima diferencia con el objetivo de construir la ilusión de un Uno inquebrantable.

En tanto la heterogeneidad, la alteridad, el extranjero aparez can como amenaza, los efectos sociales y subjetivos resultarán in calculables. No sólo porque entonces el Otro será siempre un ene migo, estará puesto bajo sospecha, sino también porque –plantea Lazali- esa amenaza que representa toda alteridad, instila el funcio namiento psíquico, de modo que el Otro en uno es vivido también como amenaza y obstáculo. Lazali cita a Albert Memmi, quien –en absoluta sintonía con Fanon- localiza el destino trágico de quien ha sido colonizado, en la tarea subjetiva de erradicar de sí su par te colonizadora y su parte colonizada. Ninguna de ambas partes le pertenece del todo.

Este mestizaje, inevitablemente constitutivo del psiquismo en una historia que atravesó ya a muchas generaciones y que establece el desafío clínico que Lazali aborda, es ilustrado poéticamente en la escritura de Jean El Mouhoub Amrouche. “El Mouhoub” le escri be a “Jean” en 1946: “una frontera no reconocida nos separa más profundamente que un océano”. Y luego, en 1956 escribe: “El Mou houb, cada día, persigue a Jean y lo mata. Y Jean cada día persigue a El Mouhoub y lo mata”52. Se trata de un desdoblamiento identitario que no produce nunca mezcla, confluencia, sino disociación.

¿Cómo podría heredarse aquello que precedió nuestra propia existencia y acerca de lo cual no podemos hablar por razones que ignoramos?, se pregunta Lazali. La hogra (ofensa, humillación que dio lugar al colonialismo y coaguló sus efectos), es así un significante necesario como ordenador de la Historia, pero también cumple una

Lazali, cfr., p 138.

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52

función encubridora en tanto perpetúa inalterado e inmodificable su lugar en el psiquismo a través de las generaciones. Finalmente, señala la autora… ¿no era eso lo que se proponía el colonialismo? ¿No era también el territorio mental el que debía ser ocupado en términos de trasmisión generacional?

Las herramientas habituales del psicoanálisis quedan en jaque, pues en este punto el sujeto de la palabra, incluso de la palabra reprimida, no se ha constituido. La apuesta es, pues, la génesis del sujeto. El sujeto de una historia menos censurada que borrada, reducida a la nada y que sin embargo no deja de existir. (Davoine y Gaudillière, 2011, p.103)

El proceso de transmisión generacional es ilustrado en la no vela “L’Effacement”, publicada en 2016 por Samir Toumi, un joven escritor que nació seis años después de finalizada la Guerra de Li beración. Allí se describe la historia de un hijo que padece la borra dura de su propia imagen corporal y todos sus recuerdos. El padre le dice: “Tengo una guerra para ofrecerte, una fabulosa victoria y la construcción de un inmenso país, ¿qué más puedes pedir? Te dono mis recuerdos, son tuyos. Le agradecí a papá y me acarició los cabellos”.53

La novela de Toumi no sólo da cuenta de la trasmisión inevitable de aquello que no cesa de repetirse, de aquello que no concier ne a un trauma fechable, puntual, prescripto, sino a un trauma que se continúa incesante en el tiempo. Da cuenta además de una impo sibilidad de apropiación y transformación de aquello que en tanto vacío, borradura, se trasmite a través de las generaciones, y queda entonces inscripto como pura repetición, por fuera del “aparato de interpretar” del sujeto receptor.

(..) no solamente a partir de lo que es falla y falta se organiza la trasmisión, sino a partir de lo que no ha advenido, lo que es au sencia de inscripción y de representación, o de lo que, en la forma del encriptado, está en estasis sin ser inscrito (Kaës, 1996a, p.21).

cfr. p.27

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53 Lazali,

Y luego retoma el texto freudiano Totem y Tabú y afirma:

…nada puede ser abolido que no aparezca [sic], algunas genera ciones después, como enigma, como impensado, es decir, incluso como signo de lo que no pudo ser trasmitido en el orden simbólico (1996b, p.61).

Al analizar el post-colonialismo y la función del islamismo en la erradicación de las huellas de lo colonial, Lazali se sumerge en un mundo simbólico de una enorme complejidad en el que se de terminan mutuamente lengua, religión y política, superposición condensada por la autora en la denominación del dispositivo LRP. Analiza así la potencia de este dispositivo en la configuración del psiquismo: la moral religiosa del islamismo sustituye a lo político en la regulación de lo que está permitido y lo que está prohibido, entre lo pensable y lo no pensable, de modo que el ciudadano se desdibuja en la figura del creyente.

Sabemos que el lenguaje no refleja el pensamiento: lo constitu ye. Como lo señala Lazali, el dispositivo LRP opera a nivel intrapsí quico, de modo que no es posible diferenciar, en aquellos sujetos en análisis, las prohibiciones sociales y las prohibiciones internas. El analista debe abordar el trabajo con un sujeto que protege sus pen samientos más íntimos para que no le sean incautados, bloqueando su aparición en la asociación libre. Se superponen moral religiosa y censura psíquica de modo que no se puede distinguir si el sujeto finalmente habla por sí, o resulta hablado por su comunidad de pertenencia.

En una lúcida apreciación, Lazali devela una coartada del psi quismo, que desplaza, sustituye su “revolución interior” (si se quie re, ese modo de sublevación que el sujeto produce contra sí mismo) por una otra revolución ya consumada: la Guerra de Liberación. Su único opresor ha sido el opresor del cual ya se ha liberado.

La psicoanalista Silvia Bleichmar (2009) diferencia y define los conceptos constitución del psiquismo y producción de subjetivi

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dad. El primero estaría referido a aquellos universales que hacen a la constitución psíquica (inconsciente, represión) y el segundo –en articulación con el primero- corresponde a los modos históricos que determinan la constitución del sujeto social, en articulación con las variables sociales, ideológicas e histórico políticas. El dis positivo LRP opera, de acuerdo con esta descripción, a nivel de la producción de subjetividad.

Todo sujeto establece con su grupo familiar al nacer, pero so bre todo con el cuerpo social que lo aloja e inviste, un contrato narcisista (Aulagnier, 1977) que lo ubicará como eslabón y garante de una cadena generacional en tanto el sujeto sea portador de un sentido de filiación, pertenencia y continuidad social. La constitu ción psíquica del infans adviene en un espacio sociocultural que trasciende el espacio familiar y que emite los “enunciados de fun damento” que constituyen la infraestructura del grupo social que lo aloja, sean estos de tipo mítico, científico o sagrado. Particular mente el discurso de lo sagrado ubica origen y objetivo del modelo en el mismo lugar: lo eternamente verdadero.

(…) desde su llegada al mundo el grupo catectiza al infans como una voz futura a la que solicitará que repita los enunciados de una voz muerta y que garantiza así la permanencia cualitativa y cuantitativa de un cuerpo que se autorregenerará en forma con tinua (Aulagnier, 1977, p.164).

Como ya hemos descrito, en la historia de Argelia la garantía de continuidad filiatoria resulta quebrada desde el colonialismo en adelante, en función de las desapariciones, la fragmentación de los cuerpos, la alteración de los nombres, el ataque a los grupos tribales de pertenencia, y la continuación de los modos desafilia torios que emprendió el poder político posteriormente a la Guerra de Liberación. Nos preguntamos si el dispositivo LRP, no opera en sustitución de la cadena filiatoria, como dispositivo que garantiza el contrato narcisista del sujeto con la sociedad a la que pertenece, al tiempo que condiciona las reglas de producción de pensamiento que regirán la vida psíquica de los sujetos.

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Será también Piera Aulagnier (1980) quien describirá al esta do de alienación como un destino del Yo en su función de pensa miento, que se propone eliminar toda conflictividad y sufrimiento psíquico, incluso la conflictividad entre el Yo y sus ideales y entre el Yo y sus deseos. Paso previo a la muerte psíquica, el estado de alienación supone en el sujeto una descatectización de la activi dad de pensar, en tanto es experimentada como un riesgo. Con trato narcisista, dispositivo LRP, estado de alienación y estado de terror podrían confluir así en el establecimiento de las categorías perseguidor/perseguido como ordenadoras intrapsíquicas y del lazo social, en la instalación de la sospecha como eje central del vínculo con la alteridad, en el intento de expulsar del psiquismo todo margen de conflictividad que pueda desplegar una confronta ción del sujeto consigo mismo y una confrontación del sujeto con el mundo que habita. Lo prohibido rige tanto para el conocimiento de la realidad externa, como para en el conocimiento de la realidad psíquica, plantea Aulagnier.

He intentado en estas líneas puntualizar la especificidad del trauma colonial que con tanta claridad y sensibilidad analiza Lazali y que afecta de un modo ineluctable la subjetividad, el lazo social y la práctica del psicoanálisis en Argelia. Y aun en el marco de esa especificidad, como si habitáramos un mismo espacio social y ha blásemos la misma lengua, la proximidad de nuestras experiencias emergió ante mí a lo largo de la lectura de este extraordinario libro. Si en toda colonización se despliega un dispositivo de supresión y dominio de la diferencia, en este texto encontramos una ética de la hospitalidad con lo extranjero y la alteridad, que despierta por ello mismo en nosotros este sentimiento de ser cobijados y también de ofrecer cobijo al relato de una experiencia de contacto con la otre dad, que si dejara una huella perdurable en nuestro pensamiento, haría sin duda menos posible la repetición de una historia tan de vastadora.

Buenos Aires, febrero 2020

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Bibliografía

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· García Reinoso, G. (1986). Matar la muerte. Revista Psyché. Nro. 1. Bs.As.

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· Wikinski, M. (2016) Testimonio y experiencia traumática. Buenos Aires: Ed La Cebra.

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Acerca del racismo y la colonialidad en el psicoanálisis

El psicoanálisis argentino tiene, ya, una larga tradición en teo rizar acerca de las diferencias de clases sociales. También, en si tuarse frente a los diferentes feminismos.

De la mano de Marie Langer partí en la década del 60 del siglo pasado para internarme en la intersección de las teorías feministas y el psicoanálisis tratando de detectar los estereotipos patriarca les de los que quedó tributaria la teoría y la clínica psicoanalítica. Ahora, me propongo revisar los estereotipos racistas implícitos en nuestra clínica y en la teoría. Intento reflexionar acerca de este monumental edificio conceptual construido dentro de los contex tos culturales blancos europeos y angloamericanos desde Freud en adelante.

Cuestionar la raza como construcción social e individual o, más aun, la interseccionalidad de la opresión que tiene en cuenta al gé nero, la clase social del sujeto racializado, supone nada más y nada menos que abordar la cuestión del poder.

Como Marie Langer, también Franz Fanon apareció en mi vida en la década del 60 y ocupó un lugar decisivo en mi formación como psicoanalista. Aún en su Martinica natal y antes de partir hacia Ar gelia en cuya Guerra de Liberación participó, y viendo los abusos cometidos en su regimiento, se preguntó “¿Por qué un negro está dispuesto a arriesgar la vida por quienes lo desprecian y maltra tan?” “¿Por qué al negro de las Antillas le gusta tanto hablar fran cés?” Y fue así como se internó en las complejidades de la opresión racial y la legitimación del dominio blanco sobre los subalternos.

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Para Fanon, el colono blanco reconoce al negro como alguien con una inferioridad inherente cuyo único valor es su trabajo explota ble. Y llegó a la conclusión que debido a la explotación colonial y las ideologías racializadas de la hegemonía blanca, tanto blancos como negros están impedidos de entrar en la dialéctica del proceso de reconocimiento mutuo.

A través de Piel Negra, Máscaras Blancas y con Los Condenados de la Tierra, Fanon influyó decisivamente en el pensamiento de su época –en Sartre y en Camus, claro está- y trascendió hasta nues tros días pasando por Foucault54 y Derrida55.

Tal vez sería demasiado ambicioso intentar aquí una revisión del racismo y la colonialidad implícita en la producción psicoana lítica pero eso no tiene por qué impedirme compartir con ustedes, lectores/as de Narrativas, unos pocos comentarios acerca de Freud, de Lacan y de algunos autores y autoras que trabajan actualmente en esa línea.

Freud, como no podía ser de otra manera, produjo su obra en el epicentro de la metrópoli colonialista europea muy de acuerdo a los valores de la ilustración, la razón, la lógica y la libertad de pensamiento, principios antitéticos de las culturas no occidentales.

Celia Brickman56 (2003) afirma que Freud adoptó un discurso racista en su conceptualización del inconsciente. Y, para afirmar eso, se basa en que Freud explica las relaciones entre el sistema consciente, preconsciente e inconsciente, como imprecisamen te separados de modo tal que a veces ciertas ramificaciones del inconsciente apenas se diferencian de los productos del sistema consciente. (Cito a Freud) “Podemos compararlas con personas mes-

54 Grosfoguel, Ramón. El concepto de «racismo» En Michel Foucault y Frantz Fanon: teo rizar desde la zona del ser o desde la zona del no-ser. Tabula Rasa [online]. 2012, n.16, pp.79-102. ISSN 1794-2489.

55 Andreas Krebs. The Transcendent and the Postcolonial: Violence in Derrida and Fa non. Humanarchiecture Vol. 5 Iss. 3 (2007) University of Ottawa

56 Brickman, Celia: Race in Psychoanalysis: Aboriginal Populations in the Mind (Relatio nal Perspectives Book Series)

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tizas, semejantes en general a los individuos de la raza blanca, pero que delatan su origen mixto por diversos rasgos visibles, y por lo cual son así excluidos de la sociedad y del goce de las prerrogativas de los blancos”. (Cierro la cita). De modo tal que –si mal no entiendo—para Freud los primitivos se definen en función de sus diferencias con las nor mas culturales europeas y también por su color de piel más oscuro; pero ambas características ponen en evidencia su inferioridad en la jerarquía eurocéntrica.

El nódulo del sistema inconsciente, dice Freud, está compuesto por lo heredado, algo similar al instinto animal, y lo asimila a un pueblo primitivo: (Vuelvo a citar a Freud) “El contenido del sistema Inc. puede ser comparado a una población aborigen psíquica”57.

De modo tal que para Freud lo “primitivo” no sólo refleja la eta pa más temprana y reprimida del desarrollo psíquico, sino también los significantes antropológicos coloniales sobre la raza.

También Lacan produjo su obra en el epicentro de la metrópoli colonialista europea en momentos donde se estaba desarrollando la guerra en Indochina y una de las masacres más espantosas de las que pueblan la historia del colonialismo: la guerra de Argelia en las décadas del 50 y del 60, décadas fecundas en lo que concierne a una producción teórica que aún hoy en día consumimos. Fue Ma rie Claire Boons58 quién llamó la atención acerca del silencio de los psicoanalistas franceses no solo ante la vocación colonizadora de Francia sino, también, acerca del impacto que en su propia produc ción teórica tenía el contexto histórico que la albergaba.

Para explicar el colonialismo Lacan apela a la siguiente lógica: no sabemos lo que es el goce con el que nos podríamos orientar. Sólo sabemos rechazar el goce del otro. No se trata entonces del choque de las civilizaciones como de manera tan reaccionaria pro puso Huntington, sino del choque de los goces de modo tal que esos

57 Freud, S. (1996). Lo inconsciente. En Sigmund Freud. Obras Completas (Vol. 14). Buenos Aires: Amorrortu. (Trabajo original publicado en 1915).

58 Boons-Graffe, Marie Claire: The Role of an Image in the Revolutionary Process In Sa voirs et clinique. Volume 12, Issue 1, 2010

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goces múltiples fragmentan el lazo social. Entonces, para construir la lógica del lazo social, Lacan no parte de la identificación con el líder, como hizo Freud, sino de un primer rechazo pulsional.

En estos últimos años los psicoanalistas norteamericanos nos han hecho saber de una producción desbordante sobre el tema, so bre todo los y las psicoanalistas negras. Claro está que no podía ser de otro modo: el racismo en los EE.UU. tiene una vigencia y una actualidad que George Floyd y “Black Lives Matter” no han hecho más que universalizarlo. Y otro tanto pasa con las y los psicoanalis tas palestinos que viven permanentemente acosados por el racis mo y el colonialismo israelí. Palestina e Israel se han convertido en un campo de experimentación y producción insoslayable.

El libro de Celia Brickman “La Raza en el Psicoanálisis: Pueblos Aborígenes en la Mente” es muy interesante y no es el único que aborda la cuestión.

Nancy Hollander enfrentó en A Psychoanalysis for Precarious Times: Decolonizing Our Theory and Praxis59 el trabajo de hacer una revisión actualizada de la literatura psicoanalítica sobre el ra cismo implícito en el psicoanálisis.

Fakhry Davis60 publicó recientemente “Racismo interior: una aproximación psicoanalítica a la raza”; y el título del nuevo libro de Sheldon George es sumamente elocuente: “Trauma y Raza: un estudio lacaniano de la identidad racial de los afroamericanos”.

Pero tal vez el de mayor impacto ha sido el texto de Robin DiAn gelo: White Fragility se interna en los mecanismos inconscientes que refuerzan el racismo aún en quienes intentan oponerse al racismo. En otras palabras, la colaboración involuntaria de la gente “progre” a la reproducción de la superioridad blanca por los temo res de perder sus privilegios.

Comunicación

Davis: Internal Racism: A Psychoanalytic Approach to Race and Difference (The Psychotherapy Series)

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59
personal 60 Fraky

Antes decía que Palestina e Israel se han convertido en un cam po de experimentación y producción insoslayable. Quienes traba jan en los territorios ocupados de Palestina y también en Israel tienen una posición muy distinta a los psicoanalistas israelíes y aun a los psicoanalistas europeos que prestan atención bienintencionada a las poblaciones musulmanas con enfoques clínicos tradiciona les. Los israelíes y algunos europeos buscan ayudar a sus pacientes palestinos reorientando su ira y las frustraciones que padecen, y guiarlos hacia la aceptación, la asimilación y la adaptación al Siste ma que los oprime.

Hana Masud61, una psicoanalista palestina, sugiere que los enfoques terapéuticos deben respetar la intención de rebelarse fren te a la opresión y reafirma la necesidad de una perspectiva crítica frente a la violencia física y estructural en la que viven. La cito: “Los profesionales europeos y americanos que generosamente trabajan para ONG´s palestinas pueden tener buenas intenciones, pero sus enfoques tradicionales de la terapia y el bienestar pue den ser incompatibles con una política colectiva palestina de libe ración. Estas terapias colonizadoras comienzan por estigmatizar a los palestinos como “traumatizados”, fomentando una mentalidad derrotada o pasiva, socavando los valores de resistencia, mientras la ofensiva israelí sigue su curso”.

En oposición a les analistas europeos, las psicoanalistas pales tinas han adquirido mucha experiencia en trabajar en condiciones de violencia y opresión, en los aspectos básicos del colonialismo psicológico (el cuerpo, el lenguaje) y han logrado abrir nuevos ho rizontes a las práticas descoloniales a partir del análisis de la co lonialidad dentro de su organización y en la transferencia con sus pacientes.

Creo que es especialmente importante que miremos a nuestros colegas que hablan desde dentro de una experiencia colonizada: voces negras, musulmanas, inmigrantes.

61 Hana Masud NGOS Embodying Decoloniality: Towards Emancipatory Psychological Practice and Pedagogy in Palestine.

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Como afirmaba al comienzo, el psicoanálisis argentino ha teni do un desarrollo significativo en cuanto a los Derechos Humanos y a su apertura a otras clases sociales que no son las que tradicionalmente lo producen y lo consumen; los años de la dictadura militar nos han enseñado mucho acerca del terror internalizado y presen te en el vínculo transferencial, pero poco o nada se ha progresa do en cuanto a la incorporación de psicoanalistas que aporten la voz de los pueblos originarios o hacia nuestros “cabecitas negras”. Por eso, tal vez, ha llegado el momento de comenzar a recorrer el camino que nos conduzca a la decolonialidad de nuestra praxis, a abrir el espacio clínico y nuestra teoría para explorar el racismo, la heteronormatividad, el sexismo, la opresión de clase y el capa citismo que nos amenaza permanentemente con una propuesta de silencio cómplice. Tamaña responsabilidad. Infinita. Imposible tarea para les psicoanalistas: inscriptos como estamos en los mo dos de constitución histórica y geográficamente determinados de una subjetividad, sujetos-efectos de lo mismo político que nuestros contemporáneos, pretendemos ejercer una práctica clínica y teó rica que aspira a deconstruir estos modos de subjetivación, revelar su historicidad, su determinación cultural y política, y aquello que, más allá de esa inscripción colectiva, constituye la singularidad de un sujeto en su síntoma.

Lo universal al cual aspira la teoría analítica es muy a menudo producido solo por la universalización de un particularismo cul tural o de género. Es decir, que el género, la sexualidad, la clase, la cultura o la etnia del/a analista tanto como del/a analizante tienen que ser tomados en cuenta. Lo “universal” de su escucha, la aten ción flotante es, a menudo, un punto de vista particular, masculino, blanco, occidental, burgués y cis-centrado.

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La Patria es un concepto límite, una suerte de identidad basada en la territorialidad de la lengua materna. La Patria contiene de masiadas fronteras. En su condición de ideal contempla todo tipo de principios. Y en situaciones límites, toma la sangre como valor, reclama un darse hasta el final…

Mientras uno está en una guerra, estas cuestiones no se hablan ni se tematizan. La presencia del propio cuerpo ahí funciona como acto, como garantía. Se está donde hay que estar, para defender lo que es necesario defender.

Sin embargo, no todos estábamos en el mismo barco. O sí…, pero no todos éramos iguales. Unos llegamos ahí por un número al azar; otros, por haber elegido la carrera militar en sus diferentes rangos. La suboficialidad se encargaba de conducir la tropa… La oficialidad, una elite que preservaba sus privilegios de clase, viajaba en prime ra y comía abundante todos los días.

Patria hay una sola, pero el sol –que cae vertical– arriba se sien te más… Abajo, en la bodega, la Patria era oscura y fría, habitada por seres a medio hacer, que se buscaban en una música distorsio nada cuya letra no sabían. Los ideales mantenían viva la llama de los sin nombre y sin grados, aferrados a un único sentido: sostener la celeste y blanca flameando alto…

150 La Patria62
Oscar Luna
62 “Batallon puloi, Del metegol a la trinchera, Caserio Ediciones 2022”

Malvinas es una causa Nacional. Lo que históricamente estu vo en juego fue la soberanía. Cuestiones geopolíticas y de domina ción colonial convirtieron esa región, fría y cercana, en territorio de disputa. La recuperación militar nos sorprendió como sociedad una mañana de abril.

La decisión fue tomada por la dictadura más sangrienta que conoció nuestro país. La misma que durante años ejecutó un plan sistemático de desaparición forzada de personas, que incluyó mu jeres embarazadas y niños nacidos en cautiverio, muchos de los cuales, aún hoy, desconocen su identidad. Instalando a la vez un sistema económico de dependencia y servidumbre con el poder im perialista.

La guerra fue un clivaje en la sociedad, el apoyo a la causa Mal vinas fue contundente y masivo. La magnitud del histórico aconte cimiento no soportaba ambigüedades ni medias tintas. La consigna “Patria SÍ, Colonia NO” atravesó todas las clases so- ciales y desper tó a un país que parecía dormido. El pueblo –en su gran mayoría– se apropió del hecho, se volcó a las calles y empujó la gesta.

A la distancia, deberíamos comenzar a reconocer que fue un Es tado sin garantías constitucionales el que nos condujo a la guerra. La elección de un enemigo externo, poderoso e históricamente en frentado a la voluntad del pueblo argentino, exacerbó el sentido épico y desplazó el eje del conflicto. Los años de represión, someti miento, muerte y silencio hicieron que la violencia, como parte del aparato del Estado, ya estuviese instalada. Malvinas es y seguirá

“Batallon puloi, Del metegol a la trinchera, Caserio Ediciones 2022”

151 Soberanía63
63

siendo una causa del Pueblo Argentino. Las condiciones de impro visación sellaron la suerte de la operación Rosario… Pero la gesta –permiso, Diez– la gesta no se mancha…

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Libros

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Débora Zilberman

La guerra menos pensada64

Este texto se propició en una pregunta que figura en “Pretérito imperfecto”, de Clara Obligado, uno de los relatos de esta antología: “¿Cómo puede haber una guerra dentro de una guerra...?”.

La primera frase del relato de María Sonia Cristoff, “Ejercicios de oscurecimiento”, sitúa la cosa en el punto justo: “A mí, no se me da el tono satírico para hablar de Malvinas, muchos menos el trágico”.

Sí, en cuanto al tono, “Ejercicios de oscurecimiento” es una me táfora perfecta.

La primera cuestión: ¿qué tono elegir para hablar de la guerra de Malvinas?

Creo que cada uno de los que escribimos en esta antología nos hicimos esta pregunta.

La segunda cuestión la sitúo en el relato de Gloria Peirano, “La carta de un soldado”: “A qué corresponde en el lenguaje la idea intermitente de una isla”.

La tercera cuestión está en el texto de Marcelo Figueras, “Todo el tiempo del mundo”, y la pregunta es clave: ¿el papel del testigo?

El cuarto tópico que figura en distintos relatos es: el fantasma. El relato “Retaguardia”, de Jorge Consiglio, por ejemplo: “Parecen fantasmas”. En el relato de Mauro Libertella, “Nuestras guerras portátiles”, se esquivan fantasmas.

64 Ponencia sobre el libro La guerra menos pensada, Compiladores Miguel Dalmaroni y María Victoria Torres, Alfaguara. Editores 2017

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Carla Maliandi, en “Ismael”, para contar Malvinas apela a una sesión de espiritismo. Después de la primera guerra mundial mu chos padres se volcaron al espiritismo para comunicarse con sus hijos. Arthur Conan Doyle, que había perdido el suyo, se hizo espi ritista practicante y escribió “El país de la bruma”. Novela espiri tista.

El quinto punto está en el título del relato de María Teresa An druetto, casi performativo: “Fragmentos de un relato imposible”. Digo, si solo un performativo como, por ejemplo, Juro, lo vuelve posible.

El sexto tópico es lo que plantean en su nota de editores Victo ria Torres y Miguel Dalmaroni: “Una tragedia o una causa. Un mo tivo de vergüenza o de orgullo. De fervor nacional o de furia contra los genocidas. Un reclamo patriótico o un desprecio apátrida”.

La enumeración articulada podría reducirse a distintas figuras retóricas, pero creo que fundamentalmente marca una polariza ción de sentimientos y posiciones opuestas que al mismo tiempo conviven entre sí en un estado de tensión permanente, que nin guna conmemoración podría saldar. En el relato de Andruetto hay esta afirmación: “Las Malvinas valen una guerra, sí. Para nosotros tiene un valor político, estratégico, económico, sentimental”.

El termino latente, dominante, y que excede cualquier compa ración es: Malvinas. La letra O no excluye sino, al revés, permite que los dos términos figuren en el mismo grado semántico de ten sión. Entonces, para usar una palabra que viene al caso, recapitulo: tono, intermitencias, testigo, cuerpos fantasmáticos, relato impo sible, y una articulación de términos a partir de la letra O.

Elijo, como dicen los editores: entrecruzamientos.

En ese entrecruzamiento, “sin saber” de la nota de los editores, escribí el relato “Lejos de casa”, la visita a un cenotafio, el lugar simbólico de los cuerpos que faltan, desaparecidos en el mar.

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En muchos de estos relatos hay comparaciones con la represión de Estado llevada a cabo en nuestro país, pero en Malvinas los cuer pos no desaparecieron en lo que hace a las identidades.

Uno se adentra en el libro y se encuentra con un territorio: “el suelo, el paisaje, todo”, como está escrito en “El Beso de la mujer cucaracha”, de Raquel Robles. Una isla donde el viento sopla hasta aullar.

Territorial porque se trató de una guerra en la que se disputaba una soberanía, y cuando eso sucede la terra trema, desde el conti nente hasta la isla.

La cartografía de Malvinas era, para muchos de nosotros, una isla en un mapa escolar. En los relatos relevan una topografía real, fantástica, alucinada. Aunque no son testimonios directos de los combatientes, aunque se apele a ellos, ya que no provienen de una vivencia real. La ficción necesariamente enrarece el territorio.

Las apelaciones a que era una guerra que sucedía en otro lado del mapa, por la televisión, por la radio, no excluyen a las ideolo gías y políticas que la gobernaban. El suceso tuvo lugar en plena dictadura militar y la represión operó mediante secuestros y des apariciones. Con la guerra de Malvinas la escena se desplaza hacia una mostración pública de: armas, soldados, uniformes grados, a la vista. En el relato de Andruetto se trascribe al respecto una ilustra tiva nota de la revista Gente.

Malvinas hizo que circularan palabras que no habitaban nues tra literatura, como portaviones General Belgrano, introduciendo una épica no ajena a la coyuntura política de ese momento.

Están los relatos de los que fueron y no fueron a la guerra. Y restos de palabras en inglés. Y el destino de los excombatientes en el relato de Mariano Quirós, “El hombre en el cajero”, lo pone en escena.

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Los fantasmas están asociados a la función del testigo. En el re lato de Marcelo Figueras, “Todo el tiempo del mundo”, el que cuen ta la historia es un brezo personificado.

La figura del enemigo desplazado aparece en el relato de Roque Larraquy, “Porque jugué de inglés”: “Otros dicen que sí, que Chile ayuda a Inglaterra”.

Y en “Pretérito imperfecto”: “Si quieren venir los estaremos es perando, él desde la casa de gobierno… cadáveres retorcidos, man chas de sangre en la nieve y el día aquel que comprendieron que ya se habían rendido, la fila humillante para entregar las armas al enemigo…”.

El combatiente argentino caído en Malvinas es velado en un lu gar: “Lo arrastramos hasta el galpón. Pasamos toda la noche al lado de su muerte”.

En el relato de Ronsino, está claro, el “Ejército enemigo” es una silueta.

Es cierto que los muertos aparecen en noticias periodísticas o en referencias estadísticas, como en “Las chicas del 63”, el cuento de Mónica Yemayel.

Pero lo que más me llamó la atención en estos relatos es: ¿dón de está el cuerpo del enemigo muerto?

El soldado López y el soldado Ward, como pretende el poema de Borges, no se igualan en la muerte. Ya que Ward remite a: carcele ro, guardián.

Aparecen en dos escenas. La primera, ya muertos, en “Archi piélago remoto del Atlántico Sur”, de Ariana Harwicz: “Los ingleses y argentinos sepultados entre gallos a medianoche en un helado descampado en los terrenos de un cementerio cristiano”. La segun da, el enemigo en el campo de batalla. En el relato de Perla Suez, “Permafrost”, está claro. Un cartel “Prohibido pasar” deja ver una mano del enemigo muerto. Transcribo el diálogo:

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—Entonces era un enemigo. Castro no dijo nada.

La figura de la comparación entre los cuerpos de los desapareci dos por la represión de Estado y los muertos en Malvinas es a veces temporalmente contigua en el relato, tal como lo cuenta Clara obli gado en “Pretérito imperfecto”: “Nosotros y nuestros cuerpos tor turados y nuestros cráneos vacíos y nuestras pelvis agitadas por los hijos que no van a nacer. Vuela un avión de guerra y se dirige hacia el sur. ¿Vendrán más muertos… ¿Se hundirán los barcos? ¿Cómo puede haber una guerra dentro otra guerra…?”.

Yo creo que es necesario separar la guerra dentro de la guerra.

Los muertos no son los mismos. A la represión de Estado no la llamo guerra, sino genocidio. Para mí, esto separa la guerra dentro de la guerra.

Comencé con una metáfora y termino con otra: “Historia del avión”, el relato de Edgardo Scott que cuenta el destino de un avión de Malvinas que quedó a la intemperie. Hay acontecimientos que van a retornar, como ese avión, y no van a correr el riesgo de ser museificados. Está en el relato de Andruetto: “Un padre y un hijo se dicen lo que no pudieron decirse durante cuarenta años, dolo res que permanecen, formas de las cicatrices”. Cito el comienzo del prólogo de Sergio Olguín: “La guerra de Malvinas es una herida abierta, que todavía supura en el cuerpo del país”. Para las cica trices hay museos de la memoria, nunca podrá haber museos del dolor”.

158 —¿Nuestro? —No.

Autores

Jorge Luis Aliaga

Físico argentino, que trabajó en el campo de los sistemas dinámicos. Investigador de la Universidad Nacional de Hurlingham (UNAHUR), de Buenos Aires (UBA) y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas de Argentina (CO NICET).

Realizó sus estudios universitarios en la Universidad de Buenos Aires y también su doctorado. Ha sido investigador asociado del Centro Internacional de Física Teórica (ICTP), Trieste, Italia. Es Profesor Titular de la UNAHUR y Profesor Aso ciado del Departamento de Física de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN-UBA), Investigador Independiente del CONICET.

Fue representante del claustro de graduados en el Consejo Directivo de la FCEN entre 1992 y 1997, miembro del Consejo Superior de la Universidad de Buenos Ai res en 1999, en representación del claustro de profesores, Secretario General de la FCEN entre 2000 -2002 y 2004-2006, y ese año asumió como decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales, mandato que le fue renovado en 2010 y finalizó el 20 de marzo de 2014. Entre 2014 y 2015 se desempeñó como asesor en diversos proyectos y luego como Subsecretario de Evaluación Institucional del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación (Argentina).

Actualmente forma parte de la Universidad de Nacional de Hurlingham ejercien do como Secretario de Planeamiento y Evaluación Institucional.

Durante la pandemia de COVID-19, difundió herramientas para la creación de medidores de dióxido de carbono (CO2) de forma libre y gratuita para universida des y otras entidades educativas. Asesoró a cooperadoras escolares en la creación de sus propios medidores y puso a prueba diversos medidores de circulación co mercial para testear su calibración. Ha trabajado en dinámica cuántica teórica, squeezed states, y en dinámica ex perimental de láseres y dinámica de neuronas. Ha publicado numerosos trabajos científicos.

Atilio Alberto Borón

Sociólogo, politólogo y escritor. Magister en Ciencia Política por la FLACSO de Santiago de Chile y Ph. D. por la Universidad de Harvard. Fue Vicerrector de la Universidad de Buenos Aires (1990-1994) y Secretario Ejecutivo de CLACSO, Con sejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (1997-2006). Actualmente dirige el Ciclo de Complementación Curricular en Historia Latinoamericana del Departamento

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de Cultura, Artes y Periodismo de la UNDAV y dirige el PLED, Programa Latinoa mericano de Educación a Distancia del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini. Es Profesor Consulto de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA e Inves tigador Superior (retirado) del CONICET.

Docencia e Investigación

Fuera de la Argentina enseñó en las UNAM y en varias otras instituciones aca démicas de ese país, como la FLACSO, El Colegio de México, el Centro de Investi gación y Docencia Económicas (CIDE), la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM)y la Universidad Iberoamericana también de México. También se desem peñó como profesor e investigador visitante en las Universidades de Columbia (Nueva York), California en Los Ángeles (UCLA), Notre Dame (South Bend, India na), MIT (Cambridge, Massachusetts), Warwick y Bradford, ambas en Inglaterra.

Publicaciones

Entre sus más recientes libros se cuentan América Latina en la Geopolítica del imperialismo; El Hechicero de la Tribu. Vargas Llosa y el liberalismo en Améri ca Latina (Akal, Madrid) y, de reciente aparición, El Sueño del Marqués: Vargas Llosa, una pluma al servicio del imperio.(Buenos Aires, Lima, Caracas y La Haba na, editoriales varias) Compiló, con Mónika Arredondo: Clases Medias Argentina: modelo para armar y Clases medias argentinas: la política del odio y el temor, ambos publicados en Buenos Aires por Ediciones Luxemburg.

Recientemente CLACSO publicó una extensa antología que reúne sus escritos a lo largo de medio siglo bajo el título Atilio Borón: Bitácora de un Navegante. Teoría política y dialéctica de la historia latinoamericana, misma que puede descargar se gratuitamente desde su blog, en el siguiente enlace: https://atilioBorón.com. ar/gratis/ Su obra periodística, casi cotidiana, puede seguirse en Instagram, Facebook, Telegram, Twitter, en su canal de YouTube y en su sitio web: www. atilioBorón.com.ar en donde además se imparten cursos destinados a fomentar el pensamiento crítico, antiimperialista y anticapitalista.

Premios y Distinciones

Doctor Honoris Causa, otorgado por la Universidad Nacional de Pilar (Paraguay), el 30 de Septiembre de 2019.

Doctor Honoris Causa concedido por la Universidad Nacional de Misiones, Junio de 2017.

Doctor Honoris Causa otorgado por la Universidad Nacional Experimental Rafael María Baralt de la República Bolivariana de Venezuela, Cabimas, Estado de Zulia, Marzo del 2017

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Profesor Honorario del Instituto Universitario de Tecnología de Maracaibo, dis tinción concedida en Marzo del 2017.

Premio Democracia 2017, en la categoría “Pensamiento Argentino” conferido por el Centro Cultural Caras y Caretas de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. http://premiosdemocracia.org.ar/premiados/?edicion=2017

Doctor Honoris Causa, otorgado por la Universidad Nacional de Córdoba en Sep tiembre del 2016

Declarado Personalidad Destacada de las Ciencias Sociales por la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires mediante Ley de fecha 13 de Noviembre de 2014.

Doctorado Honoris Causa, Universidad Nacional de Cuyo, conferido el 3 de Abril del 2014.

Premio Libertador de Pensamiento Crítico, otorgado en Junio del 2013 por el Mi nisterio del Poder Popular para la Cultura de la República Bolivariana de Vene zuela al haber seleccionado mi obra América Latina en la Geopolítica del Impe rialismo como el mejor libro publicado en la región en el año 2012.

Distinción Felix Elmuza, otorgada por el Consejo de Estado de Cuba por la labor periodística en torno a la problemática latinoamericana, Abril de 2012.

Doctor Honoris Causa, Universidad Nacional de Salta, conferido en Septiembre de 2010.

Premio Internacional José Martí de la UNESCO, conferido el 17 de Julio de 2009, por la labor realizada en pro de la integración latinoamericana.

Premio honorífico de ensayo Ezequiel Martínez Estrada de la Casa de las Américas por el libro Imperio e imperialismo, conferido el 29 de enero del 2004. Miembro Correspondiente de la Academia de Ciencias de Cuba, declarado el 14 de febrero del 2020

Médico; Psicoanalista (renunció a la Asociación Psicoanalítica Argentina en 1971 integrando el Grupo Plataforma); Especialista en Psiquiatría Infantil.

Premio Konex en Psicoanálisis 2016.

Es Doctor Honoris Causa por la Universidad de Rosario.

Es Doctor Honoris Causa por la Universidad de San Luis.

Es Doctor Honoris Causa por la Universidad Madres de Plaza de Mayo.

Profesor Extraordinario Honorario y Académico Ilustre. Universidad de Mar del Plata.

Ha sido seleccionado por la Unión de Mujeres de la Argentina para recibir la esta tuilla Margarita de Ponce por sus aportes a la Teoría de Género.

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Guillermo Rus

Ingeniero electrónico (UBA). Es Vicepresidente de la empresa de telecomunicacio nes del Estado Nacional Argentino ARSAT, cargo que desempeña desde principios de 2020 y que ocupó entre 2012 y 2015. Entre 2016 y 2019 dirigió la revista del sector espacial Latam Satelital. Integró el equipo fundador de la empresa de base tecnológica Sur Emprendimientos Tecnológicos (actualmente SPACESUR) donde se desempeñó hasta 2011

Cynthia Ottaviano

Doctora en Comunicación (UNLP), egresada de la Maestría en Periodismo de Investigación y Licenciada en Periodismo, con Diploma de Honor (USAL). Es Di rectora de Radio y Televisión Argentina SE. Docente de grado y posgrado UNLP, fue la primera Defensora del Público de la Argentina, reconocida con el Premio Interamericano a la Innovación para la Gestión de las Políticas Públicas Efectivas OEA, y Nuevas Miradas, otorgado por la Universidad Nacional de Quilmes. Perio dista desde hace 30 años, galardonada con el Premio Internacional de Periodismo Rey de España, Martín Fierro, Argentores y UBA.

Representó a la Argentina ante organismos internacionales y en Congresos reali zados en Francia, Estados Unidos, Brasil, México, Uruguay, Colombia, Chile, Perú, Ecuador, Alemania y Portugal.

Publicó múltiples capítulos sobre el diálogo entre el derecho humanos a la co municación y los derechos de las audiencias en libros editados en la Argentina, Francia, Inglaterra, Estados Unidos, Brasil, México y Colombia; y cuatro libros de investigación periodística y académica en Argentina y Chile: “Derecho Humano a la Comunicación. Desconcentración, diversidad e inclusión. Los desafíos comuni cacionales del siglo XXI” (2020, Editorial Punto de Encuentro y UNDAV); y “Señal de Ajuste, vigilancia y control en la nueva era de la Comunicación” (Editorial de la Universidad Nacional de La Plata).

Luis Gusmán

Escritor y ensayista argentino.

Su primera novela, El frasquito (1973) es contemporánea a la aparición de la re vista Literal (Buenos Aires, 1973-1977), de cuyo Comité de Redacción formó parte junto a Osvaldo Lamborghini y Germán García. Algunos años más tarde, junto a Eduardo Grüner y Jorge Jinkis fue miembro de la revista Sitio (Buenos Aires, 19811987). También se destacó como miembro del comité de redacción de la revista Conjetural (1983 y continúa).

Obtuvo el Premio Konex - Diploma al Mérito en 2004 y el Konex de Platino en 2014, ambos en la categoría Novela. Autor de innumerables libros y ensayos.

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Pedro Brieger

Periodista y sociólogo argentino, especializado en política internacional. Es titu lar de la cátedra de Sociología de Medio Oriente en la Universidad de Buenos Aires. Actualmente dirige Nodal, página que refleja y da cuenta de los procesos políticos, económicos, sociales, educacionales y culturales de la región latinoame ricana y del Caribe. Condujo el programa Visión siete Internacional (2005-2016) y fue columnista de política internacional de “Visión siete” (2004-2016), noticiero de la TV Pública y obtuvo dos veces el Martín Fierro por su labor periodística . Escribió varias obras como A dónde va Nicaragua? ( 1989). Medio Oriente y la guerra del golfo (1991) Los últimos días de la URSS (1991). Guerra santa o lucha política? (1996) Qué es Al Qaeda? (2006), El conflicto palestino-israelí. 100 pre guntas y respuestas (2010). La Encrucijada Española: del 15-M a la disputa por el poder (2015) y participó de varios libros colectivos.

Oscar Alberto Luna

Es licenciado en Psicología (UBA) y guionista. Participó como soldado conscripto de la guerra de Malvinas (VGM) formando parte de la dotación del Apostadero Naval establecido en Puerto Argentino.

En la actualidad, en el ámbito público, desarrolla tareas de asistencia técnica en temas relacionado con la adolescencia, y el fortalecimiento institucional del siste ma de protección de derechos. De sus numerosas producciones, se destacan las notas que fueron publicadas en el diario Página 12 en donde reflexiona sobre Malvinas y las consecuencias sub jetivas de la guerra; los artículos que integran los libros Lo público, lo privado y lo íntimo. Consecuencia de la ley en el sujeto (Juan Dobón comp., Letra Viva, 2001) y La cultura del riesgo. Derecho, filosofía y psicoanálisis (Juan Dobón e Iñaki Rivera Beiras comp., Editores del Puerto, 2006); y sus colaboraciones autorales en diferentes proyectos cinematográficos.

Nora Morales de Cortiñas

Psicóloga social, militante y defensora de los derechos humanos argentina, co fundadora de Madres de Plaza de Mayo y posteriormente de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.

Su hijo Gustavo Cortiñas, militante JP y de la organización Montoneros en la Villa 31 fue detenido desaparecido en Castelar, provincia de Buenos Aires, el 15 de abril de 1977.

Profesora en la facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires. Desde 1998 es Titular de la cátedra de «Poder Económico y Derechos Humanos».

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Desde 1977 Nora Cortiñas forma parte de las Madres de Plaza de Mayo Línea Fun dadora, quienes reclaman a las autoridades el castigo para los culpables de los secuestros, torturas y desapariciones forzadas de aproximadamente 30 000 per sonas durante la dictadura militar de 1976 a 1983. Viaja por todos los continentes llamando a la solidaridad con los familiares de los desaparecidos y la sanción a los culpables de los crímenes de lesa humanidad en su país. Como profesora uni versitaria ha realizado análisis y estudios acerca de la relación entre la dictadura militar, deuda externa y crisis económica en Argentina.

Mostró su apoyo a la causa del aborto legal, siendo oradora en la marcha de Ni una menos del 4 de junio del 2018 a favor del mismo. Recibió varios homenajes de Doctora honoris causa.

Juliana Cassataro

Doctora,dirige el grupo de investigación sobre Inmunología, enfermedades infec ciosas y desarrollo de vacunas en el Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (Escuela de Bio y Nanotecnologías, Universidad Nacional de San Martin, IIBIO CONICET) San Martín, Argentina. Licenciada en Ciencias Biológicas por la Universidad Nacional de Mar del Plata y Doctora en Inmunología de la Universidad de Buenos Aires. Actualmente es Investigadora Principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Téc nicas (CONICET-ARGENTINA) y Profesora Asociada en la UNSAM.

Adolfo Pérez Esquivel

Activista, profesor, escultor y pintor argentino, destacado como defensor de los derechos humanos y del derecho de libre autodeterminación de los pueblos, de fensor de la resistencia proponente de la teología de la liberación. En 1980 recibió el Premio Nobel de la Paz por su compromiso con la defensa de la Democracia y los Derechos Humanos por medios no-violentos frente a las dicta duras militares en América Latina.

Fue presidente del Consejo Honorario del Servicio Paz y Justicia América Latina, presidente ejecutivo del Servicio Paz y Justicia Argentina, de la Comisión Provin cial por la Memoria de Buenos Aires, de la Liga Internacional por los Derechos y la Liberación de los Pueblos, de la Academia Internacional de Ciencias Ambien tales, de la Fundación Universitat Internacional de la Pau de San Cugat del Va llés (Barcelona, España), y del Consejo Académico de la Universidad de Namur, Bélgica. También es miembro del Tribunal Permanente de los Pueblos, del Comité de Honor de la Coordinación internacional para el Decenio de la no violencia y de la paz, del Jurado Internacional del Premio de Derechos Humanos de Núrem berg, del jurado del Premio de Fomento para la Paz “Felix Houphouet Boigny” de

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la UNESCO, del programa de educación internacional “Peacejam”, del Consejo Mundial Proyecto José Martí de Solidaridad Mundial, del Consejo Asesor del Ca nal Telesur y del Consejo Directivo del Instituto Espacio para la Memoria (IEM) y actualmente da clase en un seminario sobre la Paz en la facultad de Ciencias Sociales de la UBA.

Esquivel es autor de seis libros: El Cristo del Poncho (1981), Via Crucis Latinoame ricano y Paño de Cuaresma (1992). Caminar junto a los pueblos. Experiencias no violentas en América Latina (1995). Una gota de tiempo. Crónica entre la angus tia y la esperanza (1996) - (Autobiografía) Cultivemos la Paz. Conversaciones con Philippe de Dinechin (2000).

En 2011 editó Resistir en la Esperanza con una compilación de sus cartas y artí culos más destacados de los últimos 40 años con motivo del trigésimo aniversario del recibimiento del Nobel. Y también La Fuerza de la Esperanza, libro de con versaciones filosóficas con Daisaku Ikeda, el presidente de la institución budista internacional, Soka Gakkai.

En 2010 se estrenó la película Adolfo Pérez Esquivel. Otro mundo es posible, di rigida por Miguel Mirra, relatando su vida y su lucha. Además Pérez Esquivel apareció en numerosas películas y documentales. Recibió varios Doctorados Honoris Causa.

Mariana Wikinski

Psicoanalista (UBA). Estudios de Posgrado en AEAPG.

Ex -presidenta y actual miembro del Colegio de Psicoanalistas. Miembro del Equi po de Salud Mental del CELS desde 1984 hasta la actualidad. Supervisora en el Abordaje psicojurídico interdisciplinario implementado por el Centro de Estudios Sociales y Legales en la atención y patrocinio a víctimas de violencia de Estado y violencia institucional en períodos de dictadura y en democracia (2014 hasta la actualidad). Autora del libro “El trabajo del testigo. Testimonio y experien cia traumática”, Ed. La Cebra, 2016, traducido al portugués por Ed. Annablume (2019). Co-Compiladora del libro “Clínica Psicoanalítica ante las Catástrofes So ciales”. Ed. Paidós (2003). Autora de numerosos trabajos publicados y colabora dora en numerosos libros.

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Narraciones

Publicación del Centro de Salud Mental nº1

10. Soberanía

“Lo actual es un complejo amasado con el barro de lo que fue y el fluido de lo que será”

Arturo Jauretche

“Para el pueblo colonizado, el valor más esencial por ser el más concreto, es primordialmente la tierra: La tierra que debe asegurar el pan y, por supuesto, la dignidad”

“Ninguna sociedad puede prosperar y ser feliz, si en ella la mayor parte de los miembros es pobre y desdichado”

Adam Smith

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