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Tayó
Después de 25 años, el artista de Uga vuelve a El Almacén con su exposición “Jugando entre líneas” hasta el 5 de noviembre
¿Cómo es la isla de Lanzarote que existe en la obra de Tayó? Es una isla abierta sobre el espacio y el tiempo. Atemporal. Fluye sobre una mirada cultural que cruza la historia viajando hasta el presente, ya sea a través de la comunicación oral, escrita o visual. Es una isla relacional, que se despliega sobre la antropología hasta revelar un espíritu de reencantamiento del espacio, transformando en sagrado todo lo que flota sobre su piel. Es una isla símbolo, que se entrecruza en una red simbiótica con todas las islas, con la insularidad, revelándose planeta, mundo y universalidad.
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Muchas de tus pinturas e instalaciones no se enmarcan en un proceso acotado, sino en una visión del tiempo propia que se acompasa muchas veces con los ciclos naturales, ¿nos puedes contar lo determinante en tu proceso? El proceso de mi obra tiene genética de campesinas, ritmo de labradores, paciencia de pescadores y actitud de naturaleza. Es un hacer que se construye paso a paso, formando capas, sumando estratos. La obra aparece sola, sin esfuerzo. Crece como una planta y madura como una fruta. Yo solo la cuido. La acaricio como el viento acaricia y desgasta la ladera de lava. Con el paso de los años aparece la obra. Las obras nuevas valorizan las antiguas y las primeras le dan sentido y significado a las actuales, se transforman en instalaciones, se polinizan y aparecen nuevas conexiones… y es esta visión del tiempo insular, ancestral y universal, la que se acerca a la contemporaneidad desde sus bordes.
Entrevista: Lana Corujo y David Machado para el Área de Cultura del Cabildo de Lanzarote · Fotografía: Adriana Sandec