PATRIMONIO
Revista de patrimonio y turismo cultural nº55
Proyecto premiado en la I Bienal Edificación Sostenible de Málaga
SAN PELAYO DE PERAZANCAS DE OJEDA RESTAURAR DESDE LOS CIMIENTOS
Obras de rehabilitación en la Ermita de Perazancas de Ojeda (Palencia)
CÁCERES ECOS DE HISTORIA, LABERINTO DE PALACIOS CONSTRUCTORA PEACHE, S.A.U. basa su proyección para los próximos años en la creencia de que la industria de la construcción debe crecer basada en los pilares de la INNOVACIÓN y la ESPECIALIZACIÓN, pero sin apartarse de sus
Constructora PEACHE pertenece a la CÁMARA DE CONTRATISTAS DE CASTILLA Y LEÓN y al CLÚSTER DE CONSTRUCCIÓN EFICIENTE (AEICE)
MAYO-AGOSTO 2015
cimientos más arraigados, que son SOLIDEZ, CALIDAD y EXPERIENCIA.
10 €
Duero Douro
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PATRIMONIO
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Proyecto de 80 viviendas. Parcela 27.2 Plan Regional de Urbanización (P.R.A.U.) Aranda de Duero
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Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico Casa Luelmo Parque Alameda. C/Ancares s/n. 47008 Valladolid. Tel: 983 219 700. Fax: 983 219 701. amigos@santamarialareal.org Puede ejercitar sus derechos de acceso, rectificación, cancelación y oposición ante el responsable del fichero, Fundación Santa María La Real del Patrimonio Histórico, con domicilio en Monasterio Santa María La Real de 34800-Aguilar de Campoo, Palencia, España.
Sumario 55 Una visión sobre el centro histórico de Cáceres
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Cáceres, con el título de Ciudad Patrimonio de la Humanidad, presume de uno de los mejores cascos históricos de Europa.
La ermita de San Pelayo, es, pese a su modesta apariencia, una de las construcciones más singulares del románico castellano y leonés.
Junto a las orillas del Duero han sucedido algunos de los más importantes acontecimientos que ha vivido la Península Ibérica desde los tiempos más remotos.
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Restaurada la ermita de Perazancas de Ojeda (Palencia) 18
El río Duero, una lección de paisaje, historia y arte
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La Casa de la Moneda de Segovia, gran ejemplo de patrimonio industrial, obra de Juan de Herrera
El museo se centra en la tecnología, sistemas de producción y métodos de trabajos necesarios para acuñar moneda.
Románico 5 estrellas en el Monasterio de Abadía Retuerta
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San Millán de la Cogolla
36 La humanidad de la arquitectura en Pumarejo de Tera (Zamora)
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OTRAS SECCIONES ¿QUÉ ES EL ROMÁNICO?
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CINE DE ANIMACIÓN BASADO EN MONUMENTOS ESPAÑOLES 60 LIBROS
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LA MIRADA DEL FOTÓGRAFO: MIGUEL MARTÍN 62
Exposición de Las Edades del Hombre sobre Santa Teresa
INFORMACIONES BREVES 64
Notarios del tiempo: Fotos antiguas de las Murallas de Ávila
Enfoque astronómico en una restauración: San Pedro «cultural» en Becerril de Campos (Palencia)
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La judería de Tarragona, patrimonio desconocido
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PATRIMONIO EDICIÓN: Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico. DIRECCIÓN DE LA REVISTA: Lucía Garrote. CONSEJO EDITOR: José María Pérez, Juan Carlos Prieto, Lourdes Álvarez, Marimar Espartero, Jesús Castillo, Jaime Nuño, Jose Luis Vélez, Gumersindo Bueno. REDACCIÓN: Zoa Escudero, Maximiliano
Barrios, Lucía Garrote, Pedro Luis Huerta, Carmen Molinos, Jaime Nuño.
COLABORACIONES: Andrés Araya, Fermín Blanco, Arancha Cabrera, Oscar Díez, Cristina Garicano, Miguel Martín, Carlos del Olmo, Clemente de Pablos, Javier Prieto, Mónica del Río, Marta Serrano, Jose Mª Vicente. MÁRKETING Y PUBLICIDAD: María Heredia. (mheredia@santamarialareal.org) ADMINISTRACIÓN: Teresa Mª García. DISTRIBUCIÓN: Vanesa Montalvo, Santiago
García.
MAQUETACIÓN: RQR Comunicación. IMPRESIÓN: Gráficas Germinal. ISSN: 1578-5513 versión impresa.
ISSN: 2386-5741 versión electrónica. FOTO DE PORTADA: El río Duero a su paso por Portugal. Foto Sutterstock. PVP: 10 €.
Aguilar de Campoo Centro Tecnológico del Patrimonio Avenida de Ronda, 1 Aguilar de Campoo (Palencia) Tfno: 979 125000 www.santamarialareal.org
MADRID C/Infantas 40, 2º dcha. 28004 Madrid Tfno: 91 5221262 Fax: 91 5218627 VALLADOLID Casa Luelmo C/Ancares s/n Valladolid Tfno: 983 219700 Fax: 983 219701
En renovación
T
odos somos hijos de nuestra historia. Lo somos como sociedades, como organizaciones y como individuos. Nuestras historias, individuales y colectivas, nos han conducido al lugar en que nos hallamos, con sus luces y sus sombras, con aciertos y errores. El pasado ya ocurrió y los hechos fueron los que fueron, pero la Historia, el modo de contar o explicar esos hechos inevitablemente tiene un punto de subjetividad del que resulta imposible escapar, por más que el historiador trate de ser objetivo y desapasionado. El historiador es ante todo persona y como tal está sometido a sentimientos y circunstancias, lo cual, unido a que las fuentes de información son siempre fragmentarias y parciales, nos lleva a la aparente paradoja de que algo que parece estático e inamovible, como es el pasado, en realidad esté en continua revisión. La Historia se renueva continuamente y no sólo en métodos o planteamientos, sino en interpretaciones y perspectivas, por eso, aunque como indicaba al principio somos hijos de nuestra historia, los cambios a los que irónicamente está sometido el pasado no deben condicionar sin embargo el futuro, porque ahí es donde tenemos nuestra verdadera responsabilidad. Esta reflexión, salvando las distancias, sirve también «Hay que salir del círpara nuestra/vuestra revista culo estricto de nuesPatrimonio, avalada por una historia de 54 números, que tras áreas o lugares entra ahora en un proceso de de intervención y asurenovación. Estamos orgullosos de nuestra trayectoria, pero mir otros retos» creemos que hay que explorar nuevos campos, ofrecer otras perspectivas, adentrarnos en sitios distintos y ámbitos hasta ahora inéditos para nosotros, en definitiva, salir del círculo estricto de nuestras áreas o lugares de intervención y asumir otros retos. Nos hallamos ante una nueva etapa que puede resultar incierta, pero no menos fascinante, porque si el riesgo es incertidumbre la total seguridad es limitadora. A partir de ahora el lector podrá encontrar aquí temas más variados, recorridos por espacios cada vez más amplios y diversos, vinculados a la Restauración, a la Historia o también al Turismo Cultural. Queremos abrir la revista al paisaje, a la gastronomía, a la fotografía o a los libros, apostando por la divulgación y el entretenimiento, sin perder el rigor, uno de nuestros valores históricos irrenunciables. Es un cambio muy importante, cuyo resultado sólo el tiempo lo dirá, pero que entendemos absolutamente necesario para continuar viviendo, avanzando, creciendo y, sobre todo, para seguir escribiendo nuestra pequeña, sencilla, pero personal historia.
EDITORIAL
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Cテ,ERES
Ecos de historia, laberinto de palacios
shutterstock
JAVIER PRIETO GALLEGO
El Arco de la Estrella comunica el casco histórico de Cáceres con su plaza Mayor. En su parte alta luce una hornacina con la imagen de la Virgen de la Estrella.
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CÁCERES
JAVIER PRIETO GALLEGO
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áceres presume, con toda razón, de uno de los mejores cascos históricos de Europa. Tanto que a quien lo degusta le resulta inevitable asociarlo a un pasado plagado de leyendas, de torbellinos dinásticos, de sagas intocables, de espadachines, de venganzas, de conquistadores legendarios, avaricias cegadoras, de fortunas imposibles de medir. A eso resuena ese escenario de piedra, laberinto de intrigas y pasiones, de auténticos castillos encastillados tras el parapeto de una muralla que lo ha resistido casi todo, incluido el asalto despiadado de una modernidad que acabó con tantos y tantos de nuestros recintos medievales. Este, en concreto, comenzó a fraguarse en los avatares de la Reconquista. Aquí llegó en el siglo xii de manos del rey leonés Alfonso IX. Tras mucho cambio de bando quedó definitivamente en el cristiano el 23 de abril de 1229, día de san Jorge. En su carta puebla quedó claramente establecido que en el poco espacio disponible no iba a quedar sitio para que asentara en él la residencia ningún noble, ni órdenes religiosas ni militares. Se pretendía recompensar así una clase villana que no tardó en
echar sólidas raíces y prosperar gracias a la adquisición de territorios, dehesas y extensos pastos cuya finalidad principal no era otra que sostener a una cabaña ganadera que parecía insaciable. Tanto como el ansia de riqueza que poco a poco se va concentrando en unas pocas familias. Buena contribución a ello fue la instauración de un sistema de transmisión hereditaria basada en el mayorazgo. Esta indivisibilidad de propiedades, que a su vez generaban enormes rentas, conllevó la acumulación, por vía de matrimonio, de inmensas fortunas por unas pocas familias y en unas pocas generaciones. Los segundones de muchas de estas sagas, sin acceso directo al patrimonio familiar, encontraron su oportunidad en la conquista americana, de la que muchos regresarán con grandes fortunas que añadirán nuevas riquezas a los cada vez más inmensos patrimonios. Es así como el recinto cercado de esta ciudad ve crecer en su interior la colección impresionante de palacetes, auténticas mansiones que se convierten en emblemas de las principales sagas nobiliarias, mientras que los menos afortunados, un pueblo villano cada vez más desposeído de propiedades y formas de subsistencia, se ve obligado a trasladar sus viviendas al otro lado de la cerca amurallada. Una mura-
JAVIER PRIETO GALLEGO JAVIER PRIETO GALLEGO
lla que, pasado el tiempo de las guerras, solo servirá para marcar la frontera clara e intimidante entre dos mundos: el de afuera, dispuesto para el pueblo llano, y el de dentro, reservado a una clase nobiliaria bien sustentada en sus fortunas y privilegios que tendrá que compartirlo, no obstante, con una comunidad judía con la que se verá obligada a establecer lazos de dependencia. A la fuerza obligan... Tal concentración de estirpes tratando cada una de hacerse un hueco en ese reducido y privilegiado espacio alentó continuas disputas y rencillas entre clanes, siempre enredados en hacer o deshacer pactos de convivencia. Ante la posibilidad de que un vecino amigable se trastoque en enemigo, los palacios nacen con torres defensivas que los convierten en auténticos castillos. Desde las aspilleras se dispara a quien no viene en son de paz y las calles de la ciudad son escenario frecuente de venganzas y crímenes que nadie osa castigar. Una ciudad sin ley a la que los Reyes Católicos tratarán de meter en vereda con una medida que también impusieron en otros lugares de su reino: mandar derribar todas las torres fortificadas de la ciudad, en especial las de aquellos nobles levantiscos que no habían apoyado a la reina en su causa de sucesión. De todas las torres que se asoman por encima de la muralla en aquel momento, año 1476, solo salvará sus almenas la torre palacio de las Cigüeñas, en recompensa por los servicios prestados a la reina por su dueño, el capitán Diego Cáceres Ovando.
Son varios los paseos que pueden establecerse por el interior de este espacio, el corazón más monumental de Cáceres, declarado Patrimonio de la Humanidad desde 1986, pero todos deberían empezarse por la puerta más bella de su muralla, el arco de la Estrella, el nexo de unión que desde el siglo xv une ambos mundos, el de dentro y el de fuera. Como no podía ser de otra manera, se abre ante el espacio que poco a poco se va conformando como el corazón administrativo y comercial de la ciudad, la plaza Mayor. Junto a ella se alza la mazacótica torre de los Púlpitos, la única torre levantada con posterioridad a la construcción de la muralla y la única que se comunica mediante un arco con un palacio del recinto de intramuros, el de Mayoralgo. Este pasillo aéreo fue la solución ideada por los dueños del palacio en el siglo xviii para ejercer, sin abandonar sus propiedades, el derecho de asomarse desde un
El interior del casco histórico de la ciudad aparece repleto de palacios, como el de palacio del Comendador de Alcuéscar, a la izquierda. A la derecha, el Arco del Cristo es la puerta más antigua de la muralla. Se cree que por ella penetraba en la ciudad la Vía de la Plata.
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Pies de la estatua de san Pedro de Alcántara en la plaza de Santa María. A su lado, soportales de la plaza Mayor.
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balcón privilegiado al espacio de la plaza Mayor y asistir así a los acontecimientos importantes que tenían lugar en ella. Todavía junto a la puerta, otra torre, la de Bujaco, alberga en su interior un centro de interpretación cuya visita se vuelve imprescindible para entender mejor el contexto histórico que dio lugar a esta parte de la ciudad. Traspasado el arco de la Estrella, se alcanza en un suspiro la plaza de Santa María, abierta frente al templo del mismo nombre. Desde la Reconquista fue el corazón neurálgico de Cáceres y hasta que la presión aristocrática expulsa al pueblo llano al exterior de las murallas, también fue el lugar en el que se reunía el Concejo y tenían lugar las celebraciones especiales. En una de las esquinas de la iglesia se ve la estatua en bronce de san Pedro de Alcántara, de gran devoción aquí. El bruñido de los dedos de sus pies obedece a generaciones de estudiantes que, como tradición, vienen a frotarlos con ahínco para que los ayude a encontrar pareja o aprobar. Se mire hacia donde se mire, se ven palacios y edificios de talla monumental. Hacia el norte queda el palacio de Hernando de Ovando. Hacia el costado occidental de la plaza, el palacio Episcopal. La iglesia de Santa María es el templo más señalado de Cáceres y una visita a su interior revela que si el primer afán de la nobleza cacereña era hacerse con un palacio intramuros, el segundo consistía en adquirir sepultura en el interior del templo. Tal es el repertorio de escudos, mármoles, lápidas historiadas o alegorías funerarias que abundan en él. De entre todas ellas destaca el enterramiento de los Maroyalgo. Pero el atractivo artístico del templo se centra en el retablo mayor, obra barroca en madera sin policromar realizada por Guillén Ferrant y Roque Balduque en 1551. La sacristía alberga un interesante museo de piezas sacramentales. De camino hacia la plaza de San Jorge se pasa ante el palacio de los Golfines de Abajo, con la fachada más plateresca de todo Cáceres. A la dere10
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cha se eleva la imponente torre con matacán que evidencia el afán defensivo de quien se levantaba aquí una vivienda. La apretada disposición del casco histórico de Cáceres hace que cada pequeño desahogo, cada pequeña plaza o ensanchamiento se celebre con la intensidad de un bien escaso. Es lo que pasa con esta plaza convertida en marco de lujo para celebracio-
JAVIER PRIETO GALLEGO JAVIER PRIETO GALLEGO
JAVIER PRIETO GALLEGO
nes culturales –como el Festival de Teatro Clásico– y conciertos. Como casi no puede ser de otra manera en el Cáceres añejo, a ella se asoman palacios e iglesias y sirve como breve descanso para continuar un callejeo, por la cuesta de la Compañía, que encamina hacia las plazas de San Mateo y Las Veletas. La del San Mateo se abre en la parte más alta de la ciudad intramuros. Y de nuevo, más iglesias y
palacios. Por aquí asentaron los suyos los Ulloa, los Ovando, los Saavedra... En el costado oriental de la iglesia se alza el palacio del capitán Diego de Ovando, también conocido como el de las Cigüeñas, con la única torre almenada que, entre tantas torres fuerte como hubo en Cáceres, logró el privilegio de no ser desmochada por orden de los Reyes Católicos. En la contigua plaza de las Veletas se localiza, haciendo esquina, el palacio del mismo nombre, sede del Museo de Cáceres. Se alza sobre el solar que ocupara la fortificación almohade destruida por los cristianos tras su definitiva conquista y alberga en su interior uno de los rincones imprescindibles de la ciudad: el aljibe, joya del patrimonio arqueológico cacereño y una de las más importantes construcciones de este tipo de toda la Península. Destaca tanto por sus dimensiones como por su estructura, construido en un hueco de la roca sobre la que se asentaba la fortificación. Durante la ocupación almohade era común que las casas conta-
Muchos de los palacios cacereños albergan en su interior patios de aire señorial. También los conventos, como el de las monjas jerónimas (izquierda). Algunos contaban con aljibes y pozos, como el del palacio Episcopal (arriba).
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Las almenas del palacio de las Cigüeñas han perdurado gracias al privilegio concedido por los Reyes Católicos. Es el premio por el apoyo prestado a la reina Isabel por sus dueños en el conflicto de su sucesión.
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rán con algún tipo de estructura subterránea para almacenar agua. Unas estructuras que aprovecharon muchos de los palacios que se construyeron tras la conquista cristiana, si bien su construcción y mantenimiento era un privilegio, por su coste, al alcance de los más pudientes. Junto al palacio queda el convento de San Pablo. De su obrador se fugan aromas de repostería que, además de trocarse en tentación irresistible, dispersan a los cuatro vientos el buen hacer en esta materia de la comunidad de clausura de la Orden de Santa Clara que lo ocupa. Más allá, en el arranque de la calle Ancha, aparece la casa solar de los Ulloa. Y en el de la calle Condes, el palacio de los Saavedra y la torre de los 12
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Sande. Es el inicio del regreso hacia la puerta de la Estrella. Al final de la misma calle despunta el palacio de los Golfines de Arriba. Su torre, desmochada primero y reconstruida después, fue la única que los Reyes Católicos permitieron levantar más allá de los tejados después de su decreto sobre las torres defensivas. Después de un menú monumental con tanta piedra sorprende, de repente, en la Cuesta de Aldana, la llamativa obra de ladrillo y argamasa de la Casa Mudéjar. Algo más abajo, la Casa de los Espadero Pizarro, conocida popularmente como la Casa del Mono, alberga la biblioteca del académico Alonso Zamora Vicente. En su interior, además de libros, guarda también la intriga de un acertijo labrado en piedra: en el inicio de la escalera que arranca en el zaguán se localiza la peculiar talla de granito que da nombre a la casa, un mono se agarra a una cadena que corre por la pared mientras que entre el mono y la cadena se abre una ventanita por la que se asoma un rostro de rasgos negroides. Monos, exóticas mascotas, tal vez un criado traído del Nuevo Mundo... un acertijo o puede que una simple escena cotidiana en una ciudad que vivió con intensidad la aventura de muchos de sus vecinos en las exploraciones americanas. No hemos pasado por él, pero muy cerca del arco de la Estrella tuvo su palacio un descendiente de la hija del emperador Moctezuma II. Así es Cáceres, misteriosa, evocadora, poética. Un paréntesis de silencio hecho de cuestas, piedra y caserones inmensos sobre el que reinan, guardianas de todos sus secretos, las cigüeñas.
San Pedro Cultural. Restauraci贸n de la iglesia de San Pedro en Becerril de Campos (Palencia)
cabero@caberoedificaciones.com www.caberoedificaciones.es
SAN PELAYO DE PERAZANCAS DE OJEDA (PALENCIA)
RESTAURAR DESDE LOS CIMIENTOS
CARMEN MOLINOS ZUMEL
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unque no es frecuente hablar de los defectos constructivos de algunas obras medievales, no sólo existen, sino que pueden llegar a provocar graves problemas estructurales. Ejemplo de ello es la ermita románica de San Pelayo en Perazancas de Ojeda (Palencia). Durante años, técnicos y especialistas investigaron sin resultado el porqué del deterioro del edificio; un daño visible e incluso palpable en las grietas y en el paulatino hundimiento de parte del inmueble, circunstancias que obligaron a abordar una intervención de urgencia en 2008
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SAN PELAYO DE PERAZANCAS DE OJEDA
La ermita de San Pelayo, en la pequeña localidad palentina de Perazancas de Ojeda, atesora más de mil años de historia, su construcción se remonta al siglo xi. Desde entonces arrastraba un problema estructural, hoy solucionado gracias a una restauración que ha llevado al equipo de trabajo a descender hasta los cimientos del edificio. para apuntalar el ábside y el lateral del hastial. La realización de diferentes catas de geotecnia, sondeos, estudios planimétricos y seguimientos arqueológicos permitió determinar qué le ocurría exactamente al viejo templo: su talón de Aquiles estaba en el origen, en el proceso constructivo efectuado en época medieval. Un terreno inestable, una cimentación deficiente, una carga exce-
siva en los paramentos del ábside y las escorrentías de agua procedentes de la ladera constituían, a grande rasgos, las principales causas de su deterioro.
Descender a los cimientos La solución no era sencilla. Implicaba descender a la raíz, a los cimientos, albañiles trabajando como auténticos mineros, invisibles en la profundidad de
JAIME NUÑO
una cimentación endeble, insuficiente para un edificio que se asienta sobre un terreno de poca capacidad portante y baja resistencia. El refuerzo de la cimentación se efectuó mediante una excavación organizada en distintos bataches o secciones, distribuidos en cuatro grupos, para ir progresivamente rellenando con hormigón, tramo tras tramo, con la destreza que requiere introducir la masa a casi dos metros de profundidad. El trabajo no estuvo exento de dificultades, como la aparición de un zuncho de hormigón perimetral no documentado, que hubo de acomodarse y adaptarse al nuevo refuerzo. Des-
MARCELINO ALONSO
Exterior e interior de la ermita de San Pelayo.
cender a los cimientos sirvió también para confirmar su debilidad estructural y para corroborar que no se trataba de algo nuevo. El descubrimiento de un conjunto de enterramientos, en su mayoría de lajas, desgajados e inclinados, por la fragilidad del terreno, apuntaba a que el problema venía de antaño.
Reconstrucción de la cubierta Asegurada la estabilidad del templo y los muros, comenzó la siguiente fase, el desmontaje de la cubierta del ábside, para liberarla de carga. Objetivo que se logró retirando el relleno de hormigón armado de la bóveda, para posterior-
mente consolidar su estructura, rejuntado los sillares y reforzando mediante la colocación de capas sucesivas y alternas de mortero de cal y fibra de vidrio, más ligeras y resistentes. Con el diseño de una nueva estructura de madera y de un sistema de apoyos se logró que la cubierta descanse sobre el muro perimetral, sin transmitir cargas horizontales a la cabecera.
Protección y consolidación de pinturas murales En todo momento, durante el proceso de restauración, se tuvo en cuenta la pervivencia en el interior del templo SAN PELAYO DE PERAZANCAS DE OJEDA
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PERAZANCAS DE OJEDA
FICHA TÉCNICA Intervención: Restauración de la ermita de San Pelayo en Perazancas de Ojeda (Palencia).
JESÚS CASTILLO
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Promotores y financiación: Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León. Empresa restauradora: Constructora Peache. Proyecto: Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico. Dirección técnica: Jesús Castillo Oli 3
de un conjunto de pinturas medievales, que fueron protegidas durante la intervención, sometiéndolas, antes y después, a un tratamiento de consolidación. La actuación se completó hace unos meses con un doble drenaje del entorno del edificio para evitar la humedad procedente de las escorrentías de agua de la ladera. Recostado junto a su perro a unos metros del templo, uno de los vecinos, que a sus 86 años ha visto ya todo tipo de obras en la ermita, expresa en voz alta sus deseos «ahora sí, igual va y nos dura otros mil años». De que se cumpla su petición se encargarán, al menos en parte, los sensores instalados en el edificio para garantizar su conservación preventiva. 16
SAN PELAYO DE PERAZANCAS DE OJEDA
JESÚS CASTILLO
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Inversión total: Desde el año 2008, la Junta de Castilla y León ha invertido 329.000 euros en diferentes actuaciones en la ermita de Perazancas de Ojeda.
1. Apeo de la bóveda en la ejecución de los trabajos de recalce de la cimentación. 2. Ejecución por bataches del recalce de cimentación. 4
3. Gráficos del seguimiento de las condiciones de humedad, temperatura y fisuras proporcionadas por el sistema MHS. Este control ha permitido el seguimiento de los movimientos producidos mientras se realizaba la restauración pudiendo anticiparse a situaciones de riesgo. 4. Planta del proyecto del recalce de cimentación.
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5. Sección transversal donde se aprecia la propuesta de recalce de la cimentación.
Ecos del «primer románico» en Castilla y León PEDRO LUIS HUERTA HUERTA
La ermita de San Pelayo, situada a unos 1.500 m. al Sur de la localidad palentina de Perazancas de Ojeda, es, pese a su modesta apariencia, una de las construcciones más singulares del románico castellano y leonés. Tres datos corroboran tal halago: su antigüedad, la exótica decoración exterior del ábside y los fragmentados murales que engalanan su interior.
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Las excavaciones arqueológicas realizadas en el entorno de la ermita no han podido constatar la presencia de estructuras arquitectónicas que permitieran confirmar la existencia de un conjunto monástico. Por el contrario, sí se ha podido delimitar un amplio espacio dedicado a cementerio frente a las fachadas occidental y meridional, donde se localizaron enterramientos de los siglos xi al xv.
Exotismo y singularidad El elemento que concentra la mayor atención, tanto desde el punto constructivo como ornamental, es el pequeño ábside. Los frisos de esquinillas, tacos y arquillos ciegos colocados bajo su alero remiten a la lejana tradición del «primer románico», una manera de hacer que alcanzó su máxima dimensión en el noreste peninsular, en torno a Cataluña y Aragón. Cómo llegaron hasta aquí los ecos de tan exótica decoración es una incógnita que todavía no se ha despejado. La hipótesis más extendida es aquella que vincula su difusión a la llegada de canteros foráneos de la mano de algunos obispos de origen catalán que ocuparon la sede palentina a lo largo del siglo xi, o de personajes de la nobleza castellana, como los Ansúrez, estrechamente ligados a familias catalanas. Sea como fuere, lo cierto es
JAIME NUÑO
u temprana cronología arranca en el año 1076, según consta en la lápida epigráfica custodiada en su interior. Ese año, el abad Pelayo edificó el templo en honor a su tocayo, el joven gallego martirizado en Córdoba cuyas reliquias habían sido trasladadas, primero a León y, más tarde, a Oviedo. Se trata, pues, de uno de los edificios románicos más antiguos de la región y un importante eslabón en la cadena evolutiva del estilo en estas tierras. De su pasado histórico se conservan algunos testimonios documentales que aluden a la presencia allí de un monasterio dependiente de la cercana abadía cisterciense de San Andrés de Arroyo. Sin embargo, la vida comunitaria entre sus muros parece que fue efímera pues algún tiempo después, en 1300, San Pelayo se había convertido en una simple granja que seguía vinculada a las monjas de Arroyo. Tal condición se mantuvo, al menos, hasta mediados del siglo xv, como pone de relieve un documento de 1457 por el que las monjas vendieron la mencionada granja al concejo de Perazancas a cambio de un censo perpetuo de 53 cargas de pan y 10.000 maravedís. A partir de este momento no se vuelve a tener noticias del lugar que debió de quedar yermo, pues ya no se hace referencia a colonos ni a vecinos.
Pinturas del ábside. Apóstoles
que resulta cuanto menos chocante que sólo haya dos edificios en toda la meseta castellana en los que se puede rastrear esta influencia: la ermita de Perazancas y la iglesia de La Anunciada de Urueña, monumentos muy alejados entre sí. Esta parquedad de testimonios puede ser debida a que estos recursos no gozaran de un gran éxito en estas tierras debido a su llegada tardía, en unos momentos en que se estaban imponiendo los gustos del denominado románico pleno, materializados en edificios más cercanos, como San Martín de Frómista o San Zoilo de Carrión de los Condes. Tampoco se puede descartar que el fenómeno estuviera más extendido de lo que parece y que la renovación posterior de muchas iglesias nos haya privado de otros posibles indicios.
Fachada occidental de la ermita de San Pelayo
Las pinturas murales
MARCELINO ALONSO
Lo más relevante de su interior es el conjunto de pinturas murales que decoran la cabecera, las únicas de época románica que se han conservado en toda la provincia de Palencia. La bóveda está presidida por la deteriorada figura de la Maiestas Domini portando el libro abierto y flanqueado por el alfa y la omega que simbolizan el principio y el fin. En torno a Cristo se dispone la fragmentada corte angelical entre la que a buen seguro se hallaba el Tetramorfos.
El hemiciclo absidal está dividido en dos registros narrativos. En el superior se halla el colegio apostólico distribuido por parejas dialogantes, mientras que en el zócalo, inscritas en compartimentos rectangulares, se encuentran las figuras de un mensario o calendario agrícola. Con más o menos dificultad se pueden identificar las representaciones alusivas a los meses de enero (Jano bifronte), febrero (hombre descalzo probablemente calentándose al fuego), agosto (hombre con mayal), septiembre (vendimia), octubre (alimentación de los cerdos), noviembre (sólo queda la mano del sembrador) y diciembre (matanza del cerdo), El conjunto pictórico se completa con las escenas dispuestas en torno al arco triunfal en las que se representan las ofrendas de Caín y Abel, la figura de San Isidoro, dos ángeles en vuelo que tal vez sostenían un medallón con el Agnus Dei y la imagen del santo titular de la ermita identificado por una leyenda incompleta en la que sólo se acierta a leer «PEL...». Estas pinturas fueron descubiertas en los años veinte del siglo pasado aunque no fueron objeto de estudios pormenorizados hasta las décadas siguientes. Actualmente se las fecha en los primeros años del siglo xii y se han puesto en relación con destacados conjuntos murales del Oeste de Francia.
SAN PELAYO DE PERAZANCAS DE OJEDA
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CASA DE MONEDA
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l Real Ingenio de la Moneda de Segovia fue una innovadora fábrica de acuñar monedas construida por el rey Felipe II. Conocedor de un nuevo sistema de laminación y acuñación, consiguió de su primo el archiduque Fernando de Tirol, la maquinaria necesaria para implantar en España este sistema. Así a finales del siglo xvi se eligió la ubicación idónea para construir el edificio que debía contener las máquinas hidraúlicas, un molino en el río Eresma en el que antes se molía cereal y se fabricaba papel. El rey encargó el proyecto a uno de los arquitectos más relevantes del momento: Juan de Herrera. Sabatini, a finales del xviii, en época de Carlos III realizó una importante reforma de la que se conserva el 18
LA REAL CASA DE MONEDA DE SEGOVIA
magnífico canal de piedra de granito. En la actualidad la Casa de Moneda está considerada como uno de los ejemplos más importantes de patrimonio industrial. El edificio fue restaurado por el Ayuntamiento de Segovia en colaboración con la Junta de Castilla y León y el Ministerio de Fomento. El proyecto de musealización incluye un recorrido unidireccional, ordenado, coherente, recreando las distintas fases de la producción y otros aspectos de la Casa de Moneda. Cada una de las salas presenta un contenido, el lugar, la historia del edificio, del dinero, de la acuñación, y sobre todo, un recorrido por las máquinas y los sistemas empleados en la acuñación a lo largo del tiempo. El visitante podrá contemplar una prensa automática del siglo xix adquirida por el Ayuntamiento en Birminghan; un Ingenio de laminar, fiel reproduc-
EDUARDO NAVE
LA REAL CASA DE MONEDA DE SEGOVIA PRESENTA SU NUEVA MUSEALIZACIÓN ción del original de la que hubo en 1586; una prensa de volante cedida por el Patronato de Alcázar que ya acuñó moneda en la Ceca en 1771; y una prensa para la acuñación a martillo. En el recorrido se encontrarán con el audiovisual que recrea el viaje que sirvió para transportar el Ingenio desde Hall hasta Segovia, considerado en su época como el mayor trasvase tecnológico jamás realizado. El Museo se completa con una colección de monedas acuñadas en Segovia de prácticamente todos los reinados desde Enrique IV y con la presentación de los restos arqueológicos descubiertos durante la ejecución de las obras, cedidos por el Museo de Segovia. El Museo acoge también la escultura de Felipe II del escultor Federico Coullaut Mendigutia cedido por la familia al Ayuntamiento de Segovia.
SEGOVIA
HORARIO Martes de 10:00 a 14:30 horas. De miércoles a domingo y festivos de 10:00 a 19:00 horas. Visitas guiadas a las 12:00 y 16:00 horas. Visitas para grupos a las 11:00 horas (previa reserva). Más información: www.casamonedasegovia.es KAMARERO
KAMARERO
Exposición temporal
ANTONIO GÓMEZ
Durante el horario de apertura del Museo, y hasta el 7 de junio, el público puede visitar la exposición temporal Ars Mechanicae. Ingeniería Medieval en España, organizada conjuntamente por el Ayuntamiento, la Fundación Juanelo Turriano y el CEDEX, a través del Centro de Estudios Históricos de Obras Públicas y Urbanismo, CEHOPU. La muestra recoge lo más esencial de la tecnología e ingeniería de la Edad Media en nuestro país e incluye maquetas que el público puede accionar.
KAMARERO
KAMARERO
Douro Duero Una lecci贸n de paisaje, historia y arte SHUTTERSTOCK
JAIME NUÑO GONZÁLEZ
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Uno de los paisajes más impresionantes que ha modelado el Duero es el de Los Arribes, donde el río discurre encajonado entre farallones graníticos. Son cien kilómetros de frontera natural que constituye desde hace nueve siglos la Raya entre España y Portugal.
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ío de oro, río de frontera, de murallas, de castillos que coronan cerros y de bodegas que se esconden en sus entrañas; río de vino y de aceite, de montañas abruptas, de profundos tajos y llanos inmensos, río de monasterios, de pequeños pueblos y de ciudades antiguas, río de barro y de piedra, de paja y de madera, de toros y de lobos, de queso, de cordero, de brasas, de hornos, de robles, de encinas, de enebros y de chopos, de redondos pinos piñoneros y de olmos en el recuerdo. Gélido y abrasador. Río de nostalgias poéticas y de leyendas, de sudores cotidianos y de guerras eternas por fortuna olvidadas. Los 897 kms que recorre este río entre España y Portugal son un compendio de historia, de paisaje y de gentes. Junto a sus orillas han sucedido algunos de los más importantes acontecimientos que ha vivido la Península Ibérica desde los tiempos más remotos. Desde su nacimiento en los Picos de Urbión hasta su encuentro con el Atlántico en Oporto, la versatilidad de su pasado, sus campos y sus costumbres lo convierten en un caleidoscopio multicolor, en buena parte desconocido y muy mediatizado por
la imagen tópica y uniforme del seco y adusto llano de Castilla que nos legó la Generación del 98. Desde la fuente, situada a 2.160 m de altitud, en tierras sorianas, hasta su entrega en el mar, su decidido recorrido se abre entre peñascos calizos, rojas arcillas, areniscas y arenales, suelos pizarrosos y agrestes bolos graníticos; atraviesa bosques de hayas y robles, páramos pelados o vegas cubiertas de chopos donde en otro tiempo reinaba el poderoso olmo. A su vera surgen sufridos sabinares –reliquias de otras eras–, tupidos encinares o abiertas dehesas, se labran huertas o se siembra intensamente el cereal. Si en su origen abundan los frescos prados de montaña, poco a poco van apareciendo distintos cultivos adaptados a una climatología muy variada, extrema en no pocas ocasiones, donde junto a las más diversas frutas –incluidas las naranjas– se halla un viñedo espléndido. El Duero es, de esta manera, un río donde una compleja naturaleza se ha visto sometida a lo largo de milenios al dominio del hombre, aunque ni antes la paciente labor de las manos desnudas ni ahora el agresivo trabajo de las máquinas, hayan conseguido dominar del todo un paisaje recio. El Duero sin embargo es un río humilde, ajeno a las grandes ostentaciones, ya sean producto de la
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naturaleza o del hombre. Salvo Oporto y Valladolid, en sus inmediaciones las ciudades son medianas y los pueblos pequeños, muchos de ellos sencillas aldeas, en ocasiones incluso despobladas o en vías de serlo, más aún en la zona alta del río. Sin embargo, tal vez por las múltiples posibilidades que ofrece para la subsistencia, la huella del hombre está presente junto a estas aguas desde la más remota Prehistoria. El viejo Duero constituye así una lección de Historia y Arte que –sin necesidad de remontarnos a la primigenia Sierra de Atapuerca, situada también dentro de su cuenca– arranca, junto a la propia ribera, en los asentamientos paleolíticos del valle del río Côa y Siega Verde, a un lado y otro de la frontera hispanoportuguesa, lugares con abundantísimos grabados rupestres situados en el amplio periodo que va de los 22.000 a los 10.000 años de antigüedad y que han sido declarados Patri-
monio de la Humanidad por constituir, a juicio de la UNESCO, el conjunto más excepcional al aire libre del arte paleolítico en la Península Ibérica. Desde esos remotos tiempos los campos bañados por el Duero han acogido distintos asentamientos: agricultores neolíticos o del periodo calcolítico, ganaderos de la Edad del Bronce que enriscaron sus poblados o gentes de la Edad del Hierro que dominaron valles y crestas y que empezaron a dejar testimonio de unos modos de vida más complejos e incluso refinados. Ellos fueron los arévacos, vacceos, vettones, astures, galaicos o lusitanos que se enfrentaron al invasor romano y con los que el Duero empezó a figurar en la historia escrita. Todos levantaron grandes ciudades, como Numancia, cuya fama llegaría hasta los confines del mundo latino por su feroz resistencia a ser conquistada en el siglo ii a.C, el mismo empeño que renovarían
Tierras arcillosas y campos de cereal aportan un vivo colorido, cambiante al ritmo de las estaciones, siempre suave, siempre distinto. Tierras de Gumiel de Mercado (Burgos).
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otros pueblos y otras ciudades durante la centuria siguiente. No es demasiado lo que conocemos de estas gentes del Duero: un poco de su urbanismo, algunas pinceladas sobre sus viviendas y economía, algo de sus costumbres –transmitidas generalmente por historiadores romanos o griegos–, una pizca sobre sus lenguas de origen céltico y un poco más sobre sus ajuares o sus ritos funerarios. Gracias a un puñado de cementerios investigados, como el vallisoletano de Pintia, sabemos de su ajuar guerrero, de las ofrendas que hacían a los muertos o del exquisito cuidado personal del cuerpo, aunque el conocimiento de estas sociedades –no por falta de 24
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restos, sino por los medios para investigar, ¡siempre los medios!– todavía es muy superficial. Hacia el cambio de era, con la conquista total y definitiva por parte de Roma, se fueron abandonando la mayor parte de los castros de altura, se mudaron las costumbres y se olvidaron las viejas lenguas, sustituidas por un latín que sin embargo conservó algunos términos de aquéllas, palabras como arroyo, barro, carrasca, losa, páramo o vega, que suenan cotidianamente. Roma destruyó ciudades y levantó otras nuevas, como el Portus Cale, que sería el origen del Oporto actual y el origen del nombre de Portugal, o como Clunia, cuyos restos se ubican en un
El patrimonio monumental, muy abundante y variado, es por su relevancia histórica y artística uno de los elementos más conocidos del valle del Duero. En la imagen el casco histórico de Peñaranda de Duero (Burgos), presidido por la colegiata renacentista.
LORENZO MARTÍN IGLESISAS
Catedral románica de Zamora.
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inexplicable –para nosotros– cerro apartado, pero que fue una de las capitales administrativas de la Hispania romana, dotada de un gran foro, edificios monumentales, de un importante teatro excavado en la roca o de diversos conjuntos termales; una ciudad en la que fue proclamado emperador Galba en el año 68 d.C. y que esconde bajo su solar un interesante sistema de captación de aguas en el que sobreviven, en el barro fresco, como si se hubieran hecho ayer mismo, toscas estatuillas, grafitos, restos de antorchas y hasta los resbalones de operarios o autoridades municipales que visitaron las obras. Hoy, transitando por el yacimiento arqueológico, resul-
El toro como tótem
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uien haya estado en las fiestas de San Juan en Soria, en las de alguno de los pueblos de Los Arribes o incluso en el polémico Toro de la Vega de Tordesillas, habrá podido comprobar la intensidad y pasión que rodea al toro en las tierras del Duero, en cuyas dehesas sigue viviendo el animal desde tiempos remotos. Ya en 1279 el Fuero de Zamora recoge la enorme afición que había a «correr toros», sin muchos miramientos ni medidas de seguridad, por lo que obliga Toro funerario a que estos festejos no de Muelas del se hagan dentro de la Pan (Zamora) villa, sino extramuros y en sitio cerrado, imponiendo multas a quien no lo cumpliera.
Los toros son objeto también de un voto que hizo el concejo de Roa en 1394 a causa de una peste, ofreciendo anualmente, «para siempre jamás» cuatro animales para «que sean corridos e dados por amor de Dios» y cuyos despojos serían repartidos entre los pobres, llegándose a la convicción de que la carne de toro era remedio efectivo contra pestilencias y que poner trozos de ella en los campos protegía igualmente contra las tormentas. Sin embargo la identificación con el toro se remonta hasta tiempos mucho más antiguos, según demuestran las numerosas esculturas, de tamaño muy diverso, que se han encontrado en el Duero occidental, muchas de ellas asociadas a ritos funerarios de época romana pero de indudable origen anterior.
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El río de los poetas
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LEANDRO OROZ
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ta difícil imaginar aquellos esplendores pasados, con sus calles repletas de funcionarios, soldados o artesanos, llegados a veces de los más apartados rincones del imperio. Una vida que pobló otras ciudades como Termantia o Uxama –rescatadas poco a poco por los arqueólogos– junto a otra serie de núcleos localizados pero apenas investigados, igual que el conjunto de villae rústicas, esas casas de campo señoriales que esperan algún día su oportunidad para poder contar qué fueron…, siempre que los subsoladores para el cultivo o los expoliadores de antigüedades no lo impidan. Extinguido el imperio muchas de esas ciudades y villas sucumbieron. Los nuevos pobladores, visigodos y suevos, ocuparon las orillas del río, que en su parte más abrupta, en Los Arribes, sirvió de frontera entre ambos pueblos durante casi dos siglos. De ese incierto periodo de decadencia, guerras y saqueos no es mucho lo que conocemos, aunque las crónicas hablan de un indefinido territorio con personalidad propia, Sabaria, situado en tierras zamoranas, entre aquellos dos reinos germánicos y que acabaría destruyendo el visigodo Leovigildo en el año 576, poco antes de conquistar el reino suevo. Tal vez, como resultado de estos momentos y de la estabilidad que siguió después, se levantara uno de los monumentos de la época más importantes que existen en España, la iglesia de San Pedro de la Nave. Tras la llegada de los musulmanes en el año 711 la moderna historiografía habló durante muchos años del «desierto del Duero», manifestando así un vacío humano de casi dos
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El río Duero constituyó durante siglo y medio una peligrosa frontera entre cristianos y musulmanes. Los andalusíes crearon una tupida red de torres de comunicación, como la que se ubica en el antiguo poblado celtíbero y romano de Uxama (Soria). Mediante señales luminosas y de humo avisaban rápidamente de cualquier maniobra del enemigo.
adre Duero han llamado al río, con veneración, los poetas, porque sus aguas y sus riberas han inspirado infinidad de versos desde hace siglos. Escenario de anónimos romances medievales, de luchas y traiciones, aparece en El Libro del Buen Amor del Arcipreste de Hita, lo glosa Juan de Mena e igualmente Cervantes versará sus aguas en la glorificación que hizo de Numancia. Pero es a partir del siglo xix cuando el Duero se convierte en el río de los poetas, de aquellos nacidos junto al río, como Núñez de Arce, pero también de los llegados de otras tierras, como Unamuno o Antonio Machado, para quien el Duero, sus árboles y sus soledades constituyen un auténtico paisaje lírico. Así lo sintió igualmente el vallisoletano Jorge Guillén, a quien se deben los versos más populares, quizás, sobre el río: «Río Duero, río Duero / nadie a acompañarte baja, / nadie se detiene a oír / tu eterna estrofa de agua». Blas de Otero cantó a sus puentes, lo mismo que Rafael Alberti «—En las barandas del Duero / viendo pasar la alba fría / yo te espero—, mientras que López Anglada versa al cauce dominado ya por los embalses: Mozo, fornido, Duero, obrero sudoroso / tú no ya de romances, sí de manos callosas / flor de conmutadores, corazón de turbinas. Es una riada de poetas la que ha cantado al río, como Luis Rosales o García Nieto —Sobre ti van los hombres y los cielos; /contigo, peregrina, va Castilla / contigo van los surcos y los vuelos—», o como el zamorano Claudio Rodríguez, unido vitalmente a su curso: «tú, río de mi tierra / tú río Duradero».
Antonio Machado.
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siglos que se disponía entre las recónditas montañas cristianas del norte y los ocupantes de las ricas tierras del Ebro, del Levante o de la mitad sur, bajo el dominio de los emires y luego califas cordobeses. Pero poco a poco van apareciendo evidencias de que junto al Duero también vivieron gentes en tan peligrosos tiempos, pobladores que apenas si han dejado un leve rastro en la arqueología y prácticamente ninguno en las crónicas, grupos seguramente seminómadas, de una pobreza extrema, supervivientes de frontera en tiempos de guerra, acosados por unos y por otros, sufridas familias sin huella perceptible en la gran Historia. Hasta los comienzos del siglo x no se establecería una verdadera frontera, aunque con límites todavía difusos, pero con el río como protagonista. Ciudades cristianas que se alzaban como campamentos militares: Osma, San Esteban de Gormaz, Clunia, Roa, Simancas, Toro, Zamora y Oporto; en frente, la Marca Inferior de los andalusíes, dirigida desde Mérida y, en el mismo Duero, la Marca Media, con la impresionante fortaleza de Gormaz como punto extremo y el cuartel general de Medinaceli, donde vendría a morir el hayib Almanzor en el año 1002.
No sería hasta la segunda mitad del siglo xi y los comienzos del xii cuando los cristianos rompen esa frontera y el Duero pasa definitivamente a formar parte de los reinos de León y Castilla, que unas veces caminan juntos y otras separados y de los que se desgajaría el nuevo reino de Portugal a partir de 1139. Desde entonces nuestro valle duriense queda en retaguardia y con el peligro lejos la vida empieza a prosperar. Se roturan nuevos campos y se consolida la actividad artesanal y el comercio. Es tiempo del arte románico y las iglesias se multiplican, las ciudades crecen y surgen monasterios de arquitectura impresionante, como Santa María de Huerta o San Juan de Duero, como La Vid, San Pedro de Gumiel, Valbuena o Retuerta, como Palazuelos o Moreruela o como los portugueses de Salzedas y Tarouca, además de otros muchos ubicados en entornos urbanos. Son siglos bajomedievales que conocen el gran desarrollo de la Mesta, con sus rebaños de merinas trashumantes que recorren cotidianamente cañadas y cordeles, verdaderas autopistas de un recurso económico, la lana, que entre los siglos xv y xvi conectará el Duero con Flandes, llevando hasta allí materia prima y tra-
El Duero es ante todo un río asociado al vino. En Portugal el viñedo trepa por las empinadas laderas, cultivándose sobre estrechos bancales o socalcos.
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Las bodegas constituyen uno de los elementos de la arquitectura tradicional del Duero más emblemáticos. El desuso amenaza gravemente con su ruina y desaparición, cuando no con una descuidada readaptación para otros menesteres. Bodegas de Atauta (Soria).
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yendo manufacturas, productos de lujo y artistas, muchos artistas, que dejaron lo mejor de su obra y no pocas influencias de su fino trabajo en monasterios, iglesias y palacios. Fue entonces también cuando a orillas del Duero, las dos potencias en mayor expansión, España y Portugal, se repartieron el mundo, un mundo en gran medida desconocido pero que en esos días empezaba a explorarse. Ocurrió en 1494 y el acuerdo recibió el nombre de Tratado de Tordesillas. Fueron estos tiempos quizás de los más brillantes que conocieron las tierras del Duero, cuando pueblos y ciudades se renovaron por completo y cuando la producción comerial y artística se multiplicó, en buena parte gracias a las riquezas llegadas desde América. Fue también cuando Valladolid, entre 1601 y 1606, se convirtió en capital del imperio español, el más extenso y poderoso del mundo, pero que empezaba a manifestar ya un claro agotamiento y los primeros síntomas de su largo e irreversible declive. También en esos momentos el Duero, sus pueblos y sus gentes, empezarían a retornar a aquella vieja humildad, lejos de protagonismos, de nuevo al trabajo sencillo, de nuevo ocupados en la supervivencia cotidiana del pequeño taller o del arado.
Del paso de los esplendores pasados dan testimonio, al margen de las capitales, numerosas poblaciones que acumulan un rico tesoro cultural, sitios como Almazán, Berlanga de Duero o el Burgo de Osma, como Peñaranda de Duero o Peñafiel, como Tordesillas o Toro y como las portuguesas Miranda do Douro o Lamego. Sitios que fueron mucho y hoy son menos, algunos con dignidad episcopal, otros, como Toro, con eterna vocación de capital de provincia, que lo consiguió durante unos años, llegando su circunscripción incluso hasta tierras de la actual Cantabria, pero sin que finalmente cuajaran sus pretensiones. Son lugares coronados por castillos desmembrados, sembrados de iglesias con altas torres y repletos de palacios o casas blasonadas, ricos en arte y en esencias de un pasado noble, que ahora buscan reinventarse, aunque sin renunciar a su pasado. Pero el Duero siempre ha cobijado en sus orillas igualmente las obras de los humildes, testimonios del trabajo cotidiano y de una economía de subsistencia: casas de mampostería y entramado de madera o con muros de adobe, palomares para la cría de los –en otro tiempo– suculentos pichones, profundas bodegas abiertas a pico y lagares
Rabelos, barcos tradicionales para el transporte del vino de Oporto. Hoy su uso está reducido a reclamo turístico. JAIME NUÑO GONZÁLEZ
A la derecha: El pórtico de la Colegiata de Toro, junto al río, es uno de los pocos que se conservan policromados.
Guerrilleros del Duero
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El Empecinado.
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El Cura Merino, pero a los que se sumaron otros como El Charro, que llegó a dirigir un verdadero ejército de caballería popular, como El Carafe, operativo en la zona de Peñafiel, El Manco de Tordesillas, de fidelidades volubles, o Juan Mendieta El Capuchino, exfraile activo en la comarca de Toro, Jerónimo Saornil, operativo en Valladolid y que acabó en la cárcel acusado de robos en iglesias y extorsiones, o como Martín de Balmaseda, vecino de El Empecinado pero contrario a él, convencido carlista que se exilió en 1840 y acabó al servicio del zar ruso hasta su muerte en San Petersburgo. La lectura de las Memorias del alcalde de Roa, Gregorio González Arranz (1788-1840) nos acerca de primera mano a ese ambiente y a la brutalidad de los tiempos.
AYTO. DE CASTRILLO DEL DUERO
l siglo xix probablemente sea uno de los menos brillantes de nuestra historia y quizás por eso uno de los que menor interés despierta. Sin embargo fue uno de los más duros y crueles, vivido por la inmensa mayoría de la población de una forma agónica, por la enorme decadencia, la pobreza creciente o por las continuas guerras, generalmente civiles, que asolaron el país. La guerrilla y los guerrilleros son un fenómeno del xix y aunque se les suele asociar con la Guerra de la Independencia, surgidos en el seno de la resistencia popular al invasor francés, lo cierto es que se mantuvieron activos durante al menos la primera mitad del siglo, vinculados a cualquiera de los dos bandos de las Guerras Carlistas y muchas veces demasiado cerca de la actividad bandolera. En medio de estas circunstancias las márgenes del Duero conocieron las correrías de un buen puñado de estos peculiares personajes, tan conocidos como El Empecinado o
con mecanismos de tradición milenaria, pozos de nieve para fabricar hielo, molinos e ingenios que aprovechan la fuerza del agua o guardaviñas cuyas bóvedas remiten a tradiciones de época megalítica. De los buenos y los malos tiempos guardan memoria las orillas de este río, que ha regado siempre la imaginación con antiguas leyendas y romances o con austeras tradiciones. Sus aguas también han dado vida a los campos, al ganado y a la caza, base de una rica despensa que acompañada por algunos de los vinos más renom renombrados del mundo, constituye una de las gastrono gastronomías con mayor fundamento en el pasado pero con un futuro de lo más prometedor. DUERO/DOURO
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ROMÁNICO
Santuario LeDomaine Wellness & SPA
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ENTREVISTA AL DIRECTOR GENERAL DE ABADÍA RETUERTA LEDOMAINE, ANDRÉS ARAYA
Imbuido del encanto de una época que desapareció hace mucho tiempo, el Hotel Abadía Retuerta LeDomaine, en pleno corazón de Castilla y León, ofrece un agradable refugio del estrés y el ajetreo de la vida moderna.
Con una superficie de unas 700 hectáreas de viñedos y tierras de labranza de la mejor calidad, este complejo medieval se yergue como una joya entre la hilera de exclusivas instalaciones vinícolas que hay a lo largo de la ribera del Duero. En pleno corazón del complejo se encuentra la bodega, cuya alma la constituye la antigua Abadía del siglo XII, ni más ni menos que casa madre de la orden premostratense en España, que ha sido cuidadosamente restaurada alcanzando el Premio de reconocimiento por Europa Nostra.
¿Sr. Araya, que nos podría adelantar acerca de las nuevas dependencias del hotel Abadía Retuerta LeDomaine? La gran inauguración de Santuario LeDomaine Wellness & Spa en verano de 2015 significará toda una transformación para Abadía Retuerta LeDomaine y también para nuestros estimados huéspedes. LeDomaine es hoy una experiencia de viaje extraordinaria, además de un destino muy recomendable para el turismo gastronómico y enológico; sin embargo, cuando el Spa esté terminado este próximo mes de julio, nuestro Hotel, situado en una Abadía histórica, se convertirá en una de las propiedades más exclusivas de Europa. ¿Qué diferenciará a vuestro proyecto de la competencia? La atención por el detalle: en cuanto a infraestructura, y por ser una construcción subterránea, las grandes entradas de luz natural harán que la reconfortante luz natural bañe las salas de tratamientos y la Spa Suite. Además de una piscina interior climatizada, piscina exterior entre los viñedos, también habrá circuitos hídrico-termales con tratamiento personalizados. ¿Cuál será el concepto y oferta de este nuevo SPA? Nuestra oferta será un menú inspirado en tratamientos PUBLIRREPORTAJE
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y servicios clásicos –masajes, exfoliación y envoltura corporal, tratamientos faciales y de belleza– integrados en auténticos rituales autóctonos basados en las tradiciones vinícolas de la zona y de la galardonada bodega Abadía Retuerta. Los huéspedes tendrán distintas opciones para disfrutar: relajarse con tratamientos conocidos u optar por otras experiencias innovadoras basadas en la Oenoterapia, que aportan energía y renovación interior. No puede faltar en un menú curativo y de bienestar la tentadora «cocina saludable». Nutritiva y ligera, además de deliciosa, preparada por uno de los mejores chefs del país, será el complemento perfecto de la experiencia de bienestar ¿En qué consiste un SPA SOMMELIER? Santuario LeDomaine Wellness & Spa abrirá una nueva perspectiva a la experiencia del Spa con un concepto de Oenoterapia pionero e innovador. Presenta así el primer «Spa Sommelier» del mundo: un profesional altamente especializado que ofrecerá a los huéspedes un nivel de servicio y personalización sin precedente. Los tratamientos adecuados para los huéspedes en ese momento concreto se determinarán mediante un «ritual de cata a ciegas» dirigido por el Spa Sommelier. Después de que los huéspedes huelan una selección de aceites y caten varios vinos, el Spa Sommelier analizará sus preferencias de gusto y aroma y recomendará las experiencias de Spa para satisfacer sus necesidades individuales de bienestar. 32
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El ritual de cata y toda la experiencia del Spa simularán las etapas de la tradicional cata de vinos: Ver, Agitar, Olfatear, Catar y Saborear: «el retrogusto» de la experiencia en el Spa permanecerá más allá del tiempo pasado en el lugar. Rituales como este, junto
con la «cocina saludable» y otros servicios especiales, crearán la sensación de conexión, integración y expresividad entre el Spa y el Hotel.
MARCO SERRA, ARQUITECTO RESTAURADOR
LA ORDEN PREMONSTRATENSE fue fundada en 1120 por San Norberto, y recibe su nombre de su sede original en la Abadía de Premontré. Su propósito era practicar la vida en comunidad, combinando la meditación con las actividades apostólicas. Sus ideales en la vida eran el trabajo, la tranquilidad y la hospitalidad. En el año 1146 se construyó la Abadía de Santa María de Retuerta como una delegación de la sede en Francia. Las distintas épocas, románico y barroco, son reconocibles por las diferencias en el posicionamiento de las ventanas, y por las dimensiones y el acabado de la piedra . En 1662, la abadía fue destruida en un incendio y tuvo que ser reconstruida.
¿Cuáles son las características principales en la construcción de estas nuevas dependencias? Las antiguas caballerizas de la Aba-
día se convertirán en el Santuario, que además acogerá ocho nuevas habitaciones, realmente espectaculares, las cuales dispondrán de un acceso directo al Spa; grandes entradas de luz iluminarán naturalmente el espacio, creando así un ambiente cálido y reconfortante. Dentro del espacioso Spa de Abadía Retuerta LeDomaine, de más de 1.000 metros cuadrados, habrá cuatro salas de tratamientos individuales así como una Spa Suite con todo tipo de equipamientos, desde una sauna finlandesa y un baño de vapor hasta una ducha de sensaciones o una piscina de hidroterapia. Los huéspedes se rodearán de colores orgánicos relajantes que reflejarán las tonalidades del terreno natural circundante y se relajarán en cómodo mobiliario ergonómico de madera, con tejidos de alta calidad. ¿Cómo se tratará el tema de sostenibilidad y respeto por el patrimonio histórico? El compromiso de LeDomaine por mejorar continuamente el Hotel y la estancia de nuestros huéspedes nos llevó a la decisión de añadir un área de wellness. De acuerdo con la renovación de la Abadía, nuestro objetivo era crear un Spa modelo que tuviera como máxima prioridad la sostenibilidad y el respeto por el patrimonio histórico.
Los retos iniciales eran dos: cómo desarrollar un Spa sin alterar el extraordinario paisaje del complejo ni las vistas desde las habitaciones de la Abadía adyacente y dónde situar los caminos entre el Spa y la Abadía. Tras amplias deliberaciones, decidimos que la única solución era un Spa subterráneo. Sin embargo, esta decisión en seguida originó un nuevo reto aún más difícil de superar. Con acuíferos atravesando el terreno a relativamente poca profundidad, nuestros arquitectos tenían que encontrar la manera de evitar que entrara el agua. La solución fue muy PUBLIRREPORTAJE
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ingeniosa: crear una cuenca de hormigón impermeable y construir el Spa dentro de ella. Se instaló la tecnología más moderna para generar energía para la calefacción y la refrigeración, con paneles solares y bombas de agua subterránea. Para compensar las fluctuaciones estacionales en la demanda de energía se instalaron sistemas de almacenamiento geotérmico. Una planta de tratamiento de aguas permite reciclar el agua, que puede aprovecharse así para regar. Además, para el proyecto se emplearon materiales locales. Todos estos pasos que hemos dado nos han permitido crear uno de los spas más eficientes energéticamente y más sostenibles de toda España. El consumo de energía en Santuario LeDomaine Wellness & Spa se reducirá en un 80% para la calefacción y un 65% para la refrigeración en comparación con la tecnología convencional, mientras que el consumo de agua será un 75% menor. ¿Qué nuevo concepto ofrecerán en cuanto a alimentación saludable y bienestar? En Santuario LeDomaine, nuestros programas curativos y de bienestar tendrán el complemento perfecto en la deliciosa «cocina saludable» que alimentará cuerpo y alma. Los ingredientes locales de la máxima calidad forman la base de unos platos de alta cocina, saludables y equilibrados, diseñados por la maestría culinaria de nuestros chefs. La zona que rodea la finca es famosa por su producción variada y abundante, donde los propietarios trabajan con los agricultores y la comunidad local para conseguir, entre otros, quesos artesanales, frutos secos y naranjas, además de otros productos que se cultivan directamente en el huerto y los jardines orgánicos del Hotel. El menú de nuestra «cocina saludable», equilibrado desde el punto de vista nutritivo, proporcionará una amplia variedad de platos pensados para satisfacer las preferencias personales y necesidades dietéticas. Con menús diseñados por el Jefe de Cocina, Pablo Montero, con 1 estrella Michelin, cabe esperar un toque ligeramente gourmet para despertar el paladar y satisfacer el hambre. 34
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Pablo Montero,
un cocinero formado en restaurantes de gran prestigio e influencia internacional, basa su propuesta culinaria en una visión creativa de la tradición y el uso de ingredientes locales. La línea gastronómica del Refectorio es la de una cocina contemporánea, de corte creativo, que se apoya en los productos y productores de la zona. El entorno donde está ubicado LeDomaine ofrece una riqueza culinaria que permite una propuesta coherente y variada, siempre con la mirada puesta en la excelencia, que ha sido reconocida con una estrella Michelín.
La necesidad de explicar las palabras
Ricardo Fernández Vañes
San Millán de la Cogolla
Lienzo que representa la aparición de San Millán en ayuda de los cristianos durante la Reconquista. Retablo mayor de la iglesia de la Asunción, en San Millán de Yuso. A la derecha, interior de la iglesia del monasterio antiguo de San Millán de Suso.
ZOA ESCUDERO NAVARRO
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n nuestra lengua actual le hubiéramos llamado Emiliano, aunque en el latín bastante imperfecto del siglo V (pero latín, al fin y al cabo) se llamase Aemilianus y un poco después, siguiendo el mismo proceso de mudanza, se acabase llamando Millán. Era este un anacoreta, hijo de pastor, que se retiró a la llegada de los visigodos a un paraje recóndito al pie de la sierra de la Demanda, para vivir y orar en una cueva, creando una comunidad eremítica. Enterrado allí, en torno a su sepulcro se generó un pequeño cenobio, semilla del que sería uno de los focos culturales hispanos más relevantes de toda la Edad Media, el Monasterio de San Millán de la Cogolla. A Millán (que fue canonizado unos cuantos siglos después), se debe en última instancia la responsabilidad de haber puesto sin saberlo la primera piedra del destacado conjunto monástico riojano, quedando su nombre indisolublemente unido al nacimiento de las lenguas romances en este montecillo, o coculla (de donde deriva «Cogolla») a medio camino entre la meseta y el valle del Ebro, y adquiriendo fama y notoriedad para siempre. Es difícil saber qué habría pensado de todo ello el humilde ermitaño, apartado de los fastos del mundo, que además cargó con la titánica tarea de alcanzar los ciento un años de vida. Y no acabó aquí su carrera, pues varios siglos después de su muer-
te aún logró más gloria, al aparecerse a las tropas cristianas durante los enfrentamientos contra los musulmanes, por ejemplo en las batallas de Simancas o de Hacinas, lo que le valió su consideración futura como patrón de Castilla y copatrón de España, en competición, ni más ni menos, con el mismísimo Santiago.
Suso En esta historia de palabras y fundaciones, nos encontramos ya entonces al menos desde el siglo vi con lugar de culto primitivo entorno a la oquedad en que se enterró el santo, en el que conocemos como «monasterio de Suso», (o SAN MILLÁN DE LA COGOLLA
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de arriba, para aclararnos) que fue convirtiéndose con el tiempo en un centro de cultura monástica y que poseía el escritorio y biblioteca de los que salieron los documentos escritos que lo han hecho universalmente célebre. El establecimiento no debió ser precisamente pobre ni insignificante y recibió el apoyo y beneficios de reyes o señores, enriqueciéndose su edificio paulatinamente desde las primeras oquedades rupestres, a las que se fueron añadiendo otras construcciones, originando una iglesia y un monasterio. En el siglo x se agrandó con nuevos arcos y muros, el añadido de la galería de entra38
SAN MILLÁN DE LA COGOLLA
El Monasterio de Yuso
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l conjunto monástico, aunque de origen románico, es fundamentalmente hoy un edificio herreriano, rehecho a partir del xvi, tras diversos derrumbes e incendios. Entre otras dependencias cabría destacar la portada barroca y el Salón de Reyes, su claustro procesional, que cuenta con dos plantas, gótica la inferior y clasicista la de arriba, el refectorio mayor, con su mobiliario del xvi conservado íntegramente, la escalera real y, sobre todo, la iglesia,
que desde siempre se dedicó a la Virgen de la Asunción. Es un templo de tres naves, cubierto con bóveda estrellada y cimborrio, y que atesora un número elevado de valiosas piezas artísticas en sus dependencias. Pueden mencionarse su retablo mayor, o el coro, ambos obras del xvii, la valiosa sacristía adornada con pintura mural barroca y una colección de lienzos y cobres, también dieciochescos. Célebres son también las piezas que conservan las reliquias de San Millán
y otros santos vinculados al mismo, guardadas en arquetas expoliadas en la etapa napoleónica, y en especial la sala de códices y cantorales o el archivo y biblioteca, herederas del escritorio mozárabe, con unos 10.000 volúmenes de excepcional calidad y rareza (entre ellos los códices con las glosas). El monasterio es también hoy la sede de la Fundación San Millán y del Centro de Investigación de la Lengua Castellana, instituciones que continúan con la importante acción cultural que este centro riojano ha representado desde siempre.
Monasterio de Yuso, una gran construcción clasicista de origen románico.
SAN MILLÁN DE LA COGOLLA
Conservación Preventiva del Monasterio de Yuso
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da y la nave principal del templo, y entre los siglos xi y xii se efectuaron nuevas ampliaciones y reformas, mejorándose también su decoración interior. En su espacio fueron enterradas varias reinas de Navarra, el Señor de Cameros y, según la tradición, los siete infantes de Lara. Ya en época del románico se construye un digno cenotafio al santo titular, de una espléndida calidad escultórica, aunque nunca lo ocupó, pues sus restos, rescatados de la cueva, se veneraban en la misma iglesia en una urna de plata. El interesante edificio que hoy vemos, medio construido, medio excavado en la roca, y bastante reinterpretado en
las restauraciones modernas, evoca sin duda en sus formas el origen primitivo de su arquitectura. Muestra quizá en menor medida el proceso de crecimiento y enriquecimiento que experimentó el monasterio, a la par que el territorio se consolidaba y el poder de la iglesia, colonizadora y educadora, se asentaba igualmente, lejos ya de las fatigas de las invasiones, batallas y reconquistas. Y quizá tampoco refleja con exactitud la importancia que debió adquirir entre los siglos x y xii, como crisol del sustrato cultural visigodo y mozárabe, plasmado en las obras producidas por su escritorio (scriptorium, en su idioma origi-
n 1995 gracias a la colaboración de Fundación Caja Madrid y la Fundación de la Universidad de la Rioja se ejecuta un Proyecto Cultural de Restauración que supone una intervención integral sobre todos los contenidos de la Iglesia de la Asunción y el propio edificio. En 2010 la Fundación Santa María la Real y la Fundación Iberdrola realizan la instalación de iluminación de la iglesia y de sus bienes muebles. La Fundación instaló también durante 2014 en la iglesia el sistema conservación preventiva MHS (Sistema de Monitorización del Patrimonio), desarrollado por la entidad, gracias a un acuerdo de colaboración con la Fundación San Millán de la Cogolla, con ayuda del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Caja Madrid y la Comunidad de Agustinos Recoletos, que regenta el cenobio. Se consideró necesario dotar al templo de una herramienta útil para su mantenimiento, mediante el registro del comportamiento de diversos parámetros, especialmente temperatura y humedad, identificando y estableciendo un diagnóstico definitivo sobre el origen de las patologías que se continuaban detectando tras las anteriores restauraciones. Previamente, el espacio había sido objeto de un estudio y análisis global, para determinar las zonas de mayores riesgos y la mejor ubicación de los sensores –base del sistema preventivo– que se completó con una serie de servicios para la correcta gestión de la información producida.
nal), y las muchas otras atesoradas en su biblioteca; como centro de contactos e intercambio cultural por su cercanía a otros grandes establecimientos monásticos, como Silos o Albelda, y por encontrarse en las proximidades del Camino de Santiago, desde el que numerosos peregrinos se apartaban para visitar sus dependencias y el sepulcro del santo. Volviendo a éste, debemos reconocer que sabemos bastantes datos de su vida y obra gracias a la biografía que escribió en latín el Obispo de Zaragoza, Braulio, medio siglo después de su muerte y que no quedó más remedio que traducir luego a la lengua vulgar y pasarla al verso, SAN MILLÁN DE LA COGOLLA
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para que pudiera ser mejor entendida por todos. Y eso hizo Gonzalo de Berceo, el llamado primer poeta en lengua castellana, nacido en las inmediaciones del monasterio y que se educó y se ordenó en el mismo, y fue notario de su abad a mediados del siglo xii.
Las Glosas Emilianenses Pero todo este relato plagado de nombres y siglos, se eclipsa un tanto ante el valor y la trascendencia que adquieren algunos de los documentos de su escritorio, en los que un monje, esta vez anónimo, escribió unas anotaciones, unas simples aclaraciones o apuntes, seguramente al filo del siglo xi. Son las llamadas «Glosas Emilianenses», que anotadas en los márgenes de un par de códices en latín, pretendían aclarar y traducir a un lenguaje más común las expresiones que en lengua clásica resultaban ya difíciles de entender y utilizar. Fueron para su tiempo el equivalente a la traducción simultánea, y una preciosa muestra de cómo a la vez que los tiempos, cambiaban también el idioma y la cultura. 40
SAN MILLÁN DE LA COGOLLA
Y como el discreto amanuense utilizaba ya un romance poco evolucionado, de raíz navarro-aragonesa, y con términos también en euskera, las glosas nos sitúan frente a las primeras expresiones escritas de los lenguajes hablados que iban alejándose del latín y que entonces se generalizaban por los reinos peninsulares, anunciando las lenguas que ahora mismo utilizamos.
Un nuevo Monasterio La historia de Suso se complica desde mediados del siglo xii, al nacerle un hermano. El rey navarro García Sánchez en 1053 manda construir al pie de la ladera, junto a la villa un nuevo monasterio también en honor de San Millán, el que se denominará de «de Yuso» (o de abajo) y al que se acabarán trasladando las reliquias del Santo y la mayoría de los demás tesoros de la primera fundación. Convivieron ambos cenobios durante siglos, acogidos a la regla benedictina, aunque las efemérides le fueron más favorables al segundo, que heredó el papel cultural y la influencia religiosa del
antiguo, mientras éste languidecía. La mayoría de sus destacados bienes sobrevivieron milagrosamente, algunos menguados y dañados también, a las expulsiones de la orden, desamortizaciones e invasiones varias; entre ellos los contenidos de su biblioteca y otras valiosas piezas artísticas. Finalmente fue ocupado por la Comunidad de Agustinos Recoletos en 1878, como casa de formación de misioneros para Filipinas, quienes lo regentan en la actualidad. Ambos monasterios, de algún modo, son páginas de un mismo texto, letras que combinadas conforman una sola palabra. Es verdad que ninguna lengua nace en un día y en un lugar determinado, pero también es cierto que no hay otro rincón que esté tan claramente asociado al nacimiento de una lengua como este conjunto monástico doble de San Millán de la Cogolla; por ello y por su valor como expresión excepcional e ininterrumpida de la continuidad del monacato desde su origen hasta nuestros días, fue reconocido conjuntamente por la UNESCO en 1997 como Patrimonio de la Humanidad.
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Interior de la iglesia de Suso, con el cenotafio románico de San Millán. La iglesia se sitúa en el espacio original del eremitorio que ocupó el santo y dio lugar al monasterio.
La servilleta de Fisac basado en hechos reales
El trabajo desarrollado por la Escuela de Artes de Zamora, uno de los primeros premios de Los Nueve Secretos 2012 de la FPH, adapta en clave artística y literaria la investigación desarrollada bajo el título Arquitectura enTera bajo la dirección del arquitecto Fermin Blanco y del fotógrafo Alex del Río y que desemboca en la declaración de BIC (Bien de Interés Cultural) en categoría de monumento de la iglesia parroquial de Pumarejo de Tera. La declaración no solo pone en valor la calidad artística del templo sino que valora extraordinariamente el proceso a través del cuál fue construido, así como los valores que dicha experiencia transmite. Los detalles del proyecto de inves-
tigación pueden verse parcialmente en la exposición o a través de la web www.pumarejo.ferminblanco.com/ Publicamos aquí un extracto del relato presentado por las alumnas, ficticio aunque basado en hechos reales, sobre esta curiosa historia. Cuenta una hija su hallazgo entre los recuerdos de su padre, recién fallecido, de un diario en el que narra cómo, haciendo el Camino de Santiago, se detuvo en Pumarejo de Tera por la fuerza de la historia humana –esta real– de una iglesia construida por un pueblo en tan solo 74 días a raíz de un dibujo hecho por el afamado arquitecto Miguel Fisac en una servilleta de papel…
[…] Olvidé todo lo demás y comencé a devorar página por página aquella libreta, el diario de un peregrino del Camino de Santiago, no desde Saint Jean Pied de Port, al otro lado de la muga de Roncesvalles en el pirineo Francés, como hacen los modernos peregrinos, sino aquel más auténtico: el que se hace desde el sitio en el que vives. Mi padre salió desde Madrid a mediados de mayo de 1985, por el llamado Camino Mozárabe que, a través de Ávila y Toro, se unía en Zamora con la Vía de la Plata. En Benavente tomó el ramal sanabrés que, a través de Verín y Orense, le llevaría a Santiago de Compostela. Poco a poco, la historia cambió y ese cuaderno tan íntimo me reveló el porqué de aquella servilleta, del garabato en ese papel, allí descubrí que ese esbozo se convirtió en el punto de partida de la nueva vida de mi padre. […]
EQUIPO DIRIGIDO POR JOSE Mª GARCÍA Y RICARDO FLECHA EN 2012 PARA LOS NUEVE SECRETOS
A
l comenzar la noche pensé que poder dormir en el soportal del palacio del obispo que se encuentra adosado a la iglesia de Santa Marta de Tera, era un privilegio. No en vano estaba junto al Santiago peregrino de piedra que tantas veces había observado en fotografías mientras preparaba el camino. […] Iba a ser un día muy tranquilo, el sendero era recto, sin apenas obstáculos siguiendo el cauce del río. Hoy no iba a pasar los calores de los primeros días de verano en estas tierras de Zamora. El cercano Tera refrescaba el ambiente y el caminar se hacía ligero. La intención era hacer la primera parada en Calzadilla de Tera, a unos veinte kilómetros de allí, comer algo y recorrer diez kilómetros más para llegar a dormir a Rionegro del Puente, un pueblo donde la cofradía de los «Falifos» ayuda a los peregrinos y tiene una especie de albergue. Unos siete kilómetros más adelante, llegando al pueblo de Pumarejo de Tera creí oír el sonar de unas campanas que llamaban a los feligreses a la misa. Estando la iglesia abierta, vi la posibilidad de sellar en ella mi credencial de peregrino, ya que no había podido hacerlo en la iglesia de Santa Marta y no estaba seguro de poder encontrar abierto algún otro templo. A la entrada del pueblo alcancé a un señor que a lomos de un borrico, se dirigía al pueblo. 42
PUMAREJO DE TERA
–No, campanas no creo que haya oído. No hay iglesia en el pueblo. En el invierno pasado la techumbre de la iglesia se arroñó, llevándose consigo las paredes y dejando en ruina el resto del edificio. Solo la espadaña se mantiene en pie. Tras el desescombro apenas hemos podido salvar algunos de los enseres y al final hubo que tirar las paredes que quedaban ya que la iglesia presentaba ruina total y podía esguarniar a algún zagal de los que andan siempre jugueteando a la pelota por la plaza. Así que si quiere ir a misa, tendrá que irse a Melgar de Tera que está a unos pocos kilómetros. Pocas cosas hay más evocadoras que las ruinas de una iglesia, aunque esta sea una pequeña iglesia de un pueblo perdido en la provincia de Zamora. Contemplar la espadaña desgarrada entre el solar que ocupó el templo era como vislumbrar la belleza que tiene un árbol seco. En el bar del pueblo me contaron que existió hace muchos siglos una pequeña ermita llamada del «humilladero», porque según la tradición popular no solo los peregrinos, sino también los vecinos tenían la obligación de postrarse de rodillas cada vez que pasaban frente a ella. Nadie supo decirme la antigüedad de la iglesia que se cayó, pero durante el desescombro apareció, entre los restos de los enterramientos del suelo, una lauda sepulcral, muy deteriorada por el paso de los años, de un clérigo enterrado en ella y que sin duda encargado fue de la misma en una fecha que responde al último tercio del siglo xviii. Esto hace pensar que con el paso de los años la ermita ganó cierta importancia entre otros
Una de las características comunes de todos los edificios de Fisac, y presentes en esta iglesia, es que los muros no guardan ninguna simetría y están dispuestos en brillante juego de rectas y curvas siempre unidas de una manera muy orgánica: tangentes u ortogonales, como si fuesen los huesos y pieles de un ser vivo: las secantes no se conciben. […]
edificios religiosos de la zona y en el siglo xviii se levantó una iglesia, consagrada a Santiago Apóstol, que cubría las necesidades espirituales del cercano pueblo de Pumarejo de Tera. Ya el pasado verano, durante las fiestas de Santiago de 1984, algunos vecinos llamaron la atención, que en la iglesia se oían ruidos extraños y que crujían los techos durante los oficios litúrgicos. Una noche de invierno un gran ruido despertó a toda la población. La gran nube de polvo impidió ver la magnitud del desastre hasta el día siguiente. Gracias a Dios que fue por la noche y no había nadie en el templo ni por los alrededores, lo que evitó desgracias personales, pero nada de su interior pudo salvarse. Los vecinos se limitaron a apartar los escombros para intentar extraer algunas de las imágenes a
las que más devoción se profesaba en el templo. Pocas pudieron recuperarse y todas ellas muy deterioradas. […] Todas las esperanzas de esas gentes de recuperar la iglesia para las próximas fiestas de Santiago se centran en el alcalde del pueblo, Isaías Galende, que es diputado provincial. […] Es como si el fantasma de mis abandonados estudios de arquitectura viniera a pasear junto a mí en este pequeño pueblo del noroeste de España. Parece ser que un amigo del alcalde, don Alfonso Ramos de Castro, catedrático de la Universidad de Salamanca, médico y filántropo de Zamora, fundador de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago, ha puesto sobre la mesa su amistad con el arquitecto Miguel Fisac y ha logrado que este se traslade a la localidad con la idea de convencerle para que proyecte un nuevo templo. […] Es tan absurdo que Miguel Fisac pueda acercarse hasta este lugar que he decidido quedarme porque no quiero perderme la oportunidad de verlo. Quizás estén equivocados o quizás algún mediocre arquitecto madrileño vaya a estafar a estos lugareños haciéndose pasar por Miguel Fisac. Sea lo que sea haré un alto en el camino para ver con mis propios ojos la llegada de Fisac a la localidad. La historia, aunque sigue siendo extraña, cobra sentido, aun así, ando tan nervioso como toda esta gente que espera que mañana se produzca un milagro. […] El pueblo está cambiado. Los habitantes están todos en la calle vestidos de domingo y esperando un acontecimiento, se ve a varias mujeres vestidas con trajes regionales del lugar y a los niños correr nerviosos por las calles. Hoy nadie ha ido ni a trabajar, ni se ha desplazado a misa al vecino pueblo de Melgar. Hacia las doce del mediodía, los estruendos de una docena de cohetes anunciaron a todo el pueblo la llegada de Miguel Fisac. Venía acompañado del profesor Ramos de Castro y del alcalde don Isaías Galende entre otros. A su llegada unas mujeres le obsequiaron con un ramo de flores, mientras otra salva de cohetes saludaba al recién llegado. […] Me quedé suficientemente cerca para oír el proyecto que había imaginado construir. De repente Fisac, mientras hablaba, sacó un pequeño lapicero negro, que llevaba protegido en un elegante portalápices de plata, y en una servilleta comenzó a garabatear… con tal facilidad y entusiasmo, que las líneas fluían con tal rapidez que daban la sensación de salirse
La estructura de la cubierta se compone por seis celosías de acero colocadas en sentido longitudinal a la nave.
del papel: don Miguel había comenzado a trazar los primeros planos del nuevo edificio. Fisac dibuja un espacio de una sola nave, de planta longitudinal, buscando la convergencia de planos hacia el presbiterio. Las paredes, como las de todas las iglesias de Fisac, vienen definidas por un muro dinámico muy personal, que conforma una de sus principales características. Este muro es una intuitiva invitación a la participación en la celebración de la misa y otros sacramentos que se celebran en el presbiterio, la disposición de los espacios, la estructura espacial de la cubierta, la luz, en suma, todo nos conduce hacia este, siguiendo algo que él ya había manifestado. […] He visto en Fisac a un hombre mayor, ilusionado como un recién licenciado ante su primera obra. Cuando se fue, he recordado las palabras de uno de mis profesores que comentaba que el ánimo de Miguel Fisac estaba inclinado hacia un pesimismo proverbial que le llevó a quejarse de que «los arquitectos ya no buscan la felicidad de la gente» y de que «la sociedad está mal construida y se encamina al abismo». Empecé a comprender el desafío que le suponía realizar esta pequeña obra, quizás aquí haya encontrado las condiciones de esa 44
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humanidad que tanto perseguía en su arquitectura. Esta tarde entre las piedras del solar de la iglesia, contemplando las marras que había dejado clavadas Fisac, comprendí el valor de las obras pequeñas y la grandeza que supone acometer los pequeños trabajos con la misma pasión, las mismas inquietudes y la misma ilusión con las que se afronta el diseño de las grandes catedrales. […] Enredada en una de las marras, encontré tirada en el suelo… la servilleta de Fisac. Según el plan del viaje esta noche debería haber dormido en Puebla de Sanabria…..pero aún sigo en Pumarejo. Creo que una de las bellezas que tiene este camino es que te pueden ocurrir cosas así y que un simple acontecimiento pueda obligarte a cambiar tus planes. Me encuentro metido de lleno en la catarsis que vive el pueblo con la construcción de la nueva iglesia. Es como si una empresa común moviera los resortes de todos los habitantes de una comunidad, algo que hace que todos los individuos de una sociedad formen comunidad ante un reto, lo que llevó a nuestros antepasados a unirse para recoger sus cosechas, erigir sus pueblos o defender sus tierras de los ataques de los enemigos. Cuando existe un motivo la comunidad se une. Me viene a la memoria lo que debió de ocurrir en la localidad de Chartres en 1220 cuando, a la orden de su obispo, todos los habitantes se unieron para levantar en tan solo 26 años su catedral. Pude entender la historia tan fantástica de los habitantes de Chartres, que tiraban de los carros que transportaban la piedra cuando los caballos caían agotados del esfuerzo. La fuerza de la fe. La fe de un pueblo por conseguir un fin común. En estos días he hablado con mucha gente. A todos les he explicado lo importante que ha sido y es la obra de Miguel Fisac para la arquitectura en España. Es como si lo poco que he aprendido viniera a justificarse en esta pequeña aldea. A todos les he resaltado la importancia que va a tener Pumarejo si al final Fisac decide realizar aquí una de sus obras. […]
Isaías Galende, alcalde de Pumarejo durante 17 años, fue realmente el promotor de esta obra artística y humana. Gracias a su carisma y a su empeño, y basado en las llamadas facenderas, se organizaron cuadrillas diarias, de al menos quince personas, que trabajaron de sol a sol.
Espero que, después de leer la historia de mi padre, hayan comprendido lo que esta iglesia significó para todo un pueblo, para un grupo de personas que, desinteresadamente, se unieron en busca de un fin común: construir ese edificio que no solo es símbolo de una religión sino de unos valores ya casi olvidados en la actualidad. En nuestros días, las sociedades se rigen por la posesión, quien más tiene, más poder posee sobre los demás, y lo mismo pasa con las ciudades, con los países, todos quieren poseer un símbolo en forma de edificio, cuanto mejor sea, más alto, más grande, mayor prestigio. Nos regimos por el culto a la abundancia: todos quieren tener la obra del arquitecto de moda y cuanto más grande y más cara, mejor. Estamos hartos de ver grandes edificios que resaltan en los skylines de las grandes ciudades, despertando exclamaciones de admiración, y no nos paramos a mirar ejemplos como este, construidos por unas personas cuyos nombres conocemos Nazario, Ángel, Ismael, Sixto, Nemesio, Enedina, Avelino, Ceferino, Inocencia, Purificación… y tantos otros, y además con sus propias manos, no por el dinero.
Nazario Ballesteros, Amigo del Patrimonio desde hace 14 años, interpretó los planos del arquitecto y ayudó mucho en la dirección de obra de construcción del edificio, de la que escribió un pequeño diario. En la fotografía, aparece con camisa blanca conversando precisamente con Miguel Fisac (con casco) y el alcalde. Delineante y tallista, participó en el replanteo de la iglesia y fue el enlace entre el arquitecto y el pueblo. A sus casi 84 años, siempre pendiente del patrimonio, le preocupan ahora las humedades surgidas en el templo. Desde hace años se ha centrado en la conservación de la iglesia de Santa Marta de Tera, de la que ha reproducido su principal iconografía con la intención de que no se pierda, labor que ha complementado con su difusión. PUMAREJO DE TERA
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LA JUDERÍA DE LA TARRAGONA MEDIEVAL: UN DESCONOCIDO PATRIMONIO ARTÍSTICO Y CULTURAL MARTA SERRANO COLL
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LA JUDERÍA DE LA TARRAGONA MEDIEVAL
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MONESTIR DE SANTA MARIA DE POBLET
a Judería de Tarragona consta registrada en el Llibre de Censals de 1409, y con este término se entendía el espacio comprendido entre la Plaça dels Àngels, la Plaça del Rei, la Plaça d’En Rovellat, el Forat Micó, el Carrer de la Portella, el Carrer de Talavera y el Carrer de l’Arc de Sant Bernat. El núcleo fundamental de esta aljama se encontraba en la Plaça dels Àngels y las callejuelas colindantes. Esta localización venía determinada por dos parámetros: la proximidad respecto a los poderes jurisdiccionales, que les daban protección y a los cuales los hebreos servían, y la proximidad a las áreas más activas y comerciales de la ciudad. No tuvo las dimensiones de otras comunidades judías peninsulares: ni por población, ni por extensión. Pero pese a ser una comunidad reducida, los datos permiten afirmar que era muy rica, al menos durante el siglo xiii, lo que favoreció que fuese
el callo principal de las juderías del norte de su territorio y, al tiempo, que fuese el lugar de recolecta de impuestos y pagos que los judíos debían satisfacer a las arcas reales. El florecimiento de esta aljama tuvo lugar en tiempos de Jaime I quien, en 1234 y tras el IV Concilio del Laterano, estableció los barrios judíos para separar la población cristiana de la judía, además de darles diversos privilegios. No obstante, la documentación que se conserva en los archivos permite asegurar que fueron muchos los contactos entre ambas colectividades, inclu incluso con los conversos: las Actes Municipals tarraconenses del siglo xiv contienen mucha información que lo corrobora, muy a pesar de la normativa llamada abomi Abusus quidam abominabilis que, promulgada por el rey Juan I, prohibía estas estrechas relaciones. La plaza principal del callo tarraconense fue la llamada Plaça dels Jueus o plaça de la Jueria, cerca de la cual estuvo el horno, lo forn de la jueria conforme a la documentación, acaso localizado en
l edicto real de 1492 comportó el embargo del patrimonio judío, por lo que era preciso inventariar sus propiedades para proceder a las ulteriores indemnizaciones: cualquier transmisión durante esta fase estaba prohibida bajo pena de excomunión. En Tarragona constan singularidades en el proceso, pues, por lo que exhuma la documentación, el rey permitió a los judíos de la ciudad vender sus propiedades, tanto de uso público, como privado. En unos cuadernitos custodiados en el Archivo de la Corona de Aragón y hasta hoy inéditos, se encuentran anotadas las ventas que, obligados, hicieron los hebreos tarraconenses una vez promulgado el edicto de expulsión de 1492 y antes de acabarse el plazo establecido. Parece ser que a Fernando el Católico le fueron advertidas ciertas irregularidades en las gestiones, lo que motivó en septiembre de aquel mismo año, la promulgación de una crida reial para nombrar unos comisarios que debían revisar estos trámites de compra-venta que se llevaban a cabo con tanta rapidez como oscuridad legal. En ellos, se refieren los nombres de quienes compraron a los hebreos sus bienes, que incluyen desde ropas, asnos, mulas, yeguas y corrales, hasta las residencias de quienes se habían visto obligados a «mudar son domicili de la dita ciutat en altra part».
Página anterior: Jaime I el Conquistador, quien, en 1234 y tras el IV Concilio del Laterano, estableció los barrios judíos. Genealogia de Poblet. Arcos del Carrer Talavera, colindante a Ca la Garsa.
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2 PLANO DE LA CIUDAD DE TARRAGONA, 1900. © RAMÓN SALAS RICOMÁ (CON MODIFICACIONES DE LA AUTORA)
1. Ca la Garsa. 2. Portella abierta en la muralla. 3. Iglesia de Natzaret. 4. Iglesia de la Trinitat.
el Carrer Assahonadors. Este horno se habría trasladado desde otro lugar, el Carrer de la Portella, vía delimitada por su lado de levante por la muralla romana y que recibe este nombre por abrirse en ella una puerta o postigo que atraviesa el potente muro defensivo para comunicar el interior y el exterior de la ciudad. Las fuentes textuales mencionan dos espacios judíos de uso público que se abrían a la Plaça del Rei. Por un lado, los banys dels jueus, acaso ubicados donde estuvieron los baños árabes, balnea antiqua o cantó dels banys vells según una donación de 1174. Por otro, la escuela conforme a un documento de 1386 donde el doncel Berenguer de Monsó arrendaba un establecimiento que confrontaba cum scola judeorum, cum Salmon Saportella et cum platea dicti Castri. Esta escuela formaría parte de la sinagoga, puesto que un registro de 1407 hace referencia a una casa que, localizada ante castrum, confrontaba cum schola sive sinagoga judeorum. Ambas instituciones debieron de ubicarse donde hoy se encuentra la iglesia de la Santíssima Trinitat o donde se localiza la de Natzaret, también en la Plaça del Rei pero justo en el otro lado (ambas advocaciones no son, claro está, casuales), lo que parece confirmar un documento emitido en Aviñón el 11 de noviembre de 1319 en el que el Santo Padre otorgaba una indulgencia de 60 días a quienes visitasen la capilla erigida por Arnau Ramon sobre lo que había sido la sinagoga judía: «[...] quandam capellam in sinagoga que fuit olim Iudeorum». Es posible que esta edificación cristiana se erigiese tras la confiscación de los bienes a los judíos y de su expulsión, además de la obligación del pago de una fuerte multa por parte del resto de los miembros de la judería, instada por el arzobispo de la ciudad, Guillem de Rocabertí, y el inquisidor Joan Llotger en 1313. Este ambiente antisemita llegaría a su culmen en los disturbios de finales de la centuria, en 1391, tumultos que provocaron la venta de algunos bienes de la judería, como la escuela, la sinagoga, algunos libros o lápidas mortuorias. Dos epístolas de la reina Violante, de agosto y octubre de 1393, lo confirman: en la primera, para restaurar la comunidad, eximía de impuestos durante LA JUDERÍA DE LA TARRAGONA MEDIEVAL
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Ca la Garsa. Panorámica del edificio.
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5 años a los judíos que habitaban en la ciudad y también a aquellos que fuesen a poblarla; en la segunda, más explícita, se aludía a la posibilidad de los hebreos para recoger donaciones para resarcirse de las ventas antes comentadas. Hay que esperar hasta el 28 de septiembre de 1465 para encontrar un nuevo documento, también real, que aluda a la escuela y al edificio de culto. Se trata de una respuesta favorable de la reina Juana a los judíos que habían solicitado poder construir una nueva sinagoga, pues la que tenían había sido derribada con motivo de las obras del palacio real iniciadas por su esposo, Juan II: «per proveir a la obra del castell que la majestat del dit senyor rei mana fer en la dita ciutat de Tarragona es estada derrocada la casa o sinagoga de vosaltres dits jueus, e la pedra de aquella es estada convertida en la obra del dit castell. En ares que no teniu escola ni lloc on pugueu fer oracio 48
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segons haveu acostumat per vostra llei [...] us donem llicència i facultat de fer construir, erigir [...] una casa per sinagoga». Así, de acuerdo con esta fuente textual hasta hoy mal interpretada, las obras del castillo, ubicado en uno de los lados de la llamada Plaça del Rei, afectaron seriamente a la sinagoga que, finalmente y dados los importantes daños, fue derribada para aprovechar su piedra en beneficio del edificio regio. No sabemos el lugar donde se erigió la nueva sinagoga que funcionó hasta la expulsión de la comunidad en 1492. Cabe la posibilidad de que desde 1465, año del documento, hasta el fatídico 1492 la sinagoga se ubicase en algún edificio ya existente del callo judío y, por tanto, no se construyera ninguna ex novo. Ha llegado a proponerse que cumpliese esta función el edificio conocido como Ca la Garsa, que presenta una solución arquitectónica de carácter polivalente
tan eficaz como los arcos diafragmáticos que permitía una mayor anchura de las estancias respecto al módulo edificatorio entonces vigente, condicionado por las limitaciones de los envigados lígneos. No hay duda que este edificio, distribuido en dos plantas y que se abre en uno de sus lados con otra serie de arcos, tuvo un uso por parte de la comunidad hebrea: hace unos años fue encontrada una ranura en la jamba derecha de su puerta para albergar el receptáculo donde se depositaba la mezuzá, pergamino que contiene escrito dos versículos de la Torá; una de las características más singulares de las moradas de los judíos. Si bien es inequívoca su relación con la comunidad hebrea, la funcionalidad de la fábrica se desconoce, aunque por sus dimensiones y por la arquitectura que todavía se conserva debió de ser un edificio importante dentro de la judería de la ciudad, entre otras cosas por presen-
TARRAGONA
Este trabajo presenta parte de los resultados del informe L’edifici Ca la Garsa de la Plaça dels Àngels de Tarragona. Estudi formal i documental encargado a la autora de este artículo por parte del Ayuntamiento de Tarragona (2006). Agradezco a la Sra. Carme Crespo, Tinenta d’Alcalde d’Ensenyament, Medi Ambient i Patrimoni, su autorización para publicar estas líneas.
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l claustro de la catedral de Tarragona presenta un haz de columnas dedicado, íntegramente, a san Nicolás, santo obispo verdadero custodio de la ortodoxia. Uno de los milagros representados, de finales del siglo xii, aplaude y conmemora el acto de conversión al cristianismo de los herejes, en concreto de los hebreos: no es casual la escena en Tarragona, y tampoco que sea colindante a la del Bautismo de Jesús, símbolo de la integración a la comunidad cristiana. La conexión entre el santo y el santo sacramento se observa en otros soportes, como indican los ciclos a él dedicados en pilas bautismales, siendo de las más tempranas las de Winchester o Zedelghem, del siglo xii. La catedral de Tarragona presenta otras evidencias iconográficas alusivas a la comunidad hebrea, como el ciclo del trascoro de la primera mitad del siglo xiv dedicado a la Vera Cruz que tiene que ponerse en relación con la exaltación a la Eucaristía en defensa de la transubstantación, argumento primordial en la Corona de Aragón, y también en la sede tarraconense, a tenor de la
Murales del trascoro de la Catedral de Tarragona dedicados a la Vera Cruz. Detalle.
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tar un recrecimiento en uno de sus lados invadiendo parte de la plaza pública. Pero, desde luego, no se trata ni de los baños, ni del horno, ni de la sinagoga o de la escuela, pues las evidencias textuales localizan estos espacios, insistentemente, en otros lugares. Pudo tratarse de un hospital o hospicio, pues constan en otras poblaciones, pero la pesquisa documental no ha permitido corroborar esta hipótesis. Pero también pudo responder a un uso comercial o de mercado, con lo que se recrearía un ámbito porticado similar al del próximo Carrer de la Merceria. Los restos materiales de todos estos espacios son escasos y, por tanto, de una relevancia que conviene reivindicar. Ya hace unos algunos años, en 2005, el Ayuntamiento de Tarragona, siendo consciente de ello y con la necesidad de actuar con premura ante el posible derribo de este espacio de la judería, solicitó unos informes con la intención de corroborar su valor histórico y cultural. Gracias a esta actuación, entre otras, por parte de la institución municipal, hoy podemos disfrutar de uno de los espacios más singulares de la juyaria tarraconense, cuyas calles han quedado fosilizadas en el emblemático casco antiguo de la ciudad.
celeridad con que se celebró la fiesta y la procesión del Corpus Christi. Entre sus escenas pintadas, los judíos
aparecen con la distintiva rodella que los identificaba en clara alusión al antisemitismo entonces imperante.
LA JUDERÍA DE LA TARRAGONA MEDIEVAL
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Las llaves del cielo La imagen de una gran caja oscura similar a la de una cámara fotográfica evoca la idea de Leonardo da Vinci de reproducir en el interior a través de un orificio las imágenes del exterior, principalmente del sol, y crear así una línea meridiana. Sobre esta original propuesta astronómica se sustenta la rehabilitación de la antigua iglesia de San Pedro de Becerril de Campos (Palencia).
Y MÓNICA DEL RÍO MUÑOZ
Proyecto A los tres arquitectos encargados de la rehabilitación de este edificio nos gusta decir que ha sido y será «un edificio a cielo abierto»; desde el maltrecho estado previo a las obras en que se encontraba en el año 2012, a la pretendida imagen escenográfica de nuestro proyecto. En la intervención llevada a cabo en la antigua iglesia de San Pedro de Becerril de Campos por el Ayuntamiento de esta localidad palentina, con la imprescindible participación del Programa 1% Cultural de Conservación del Patrimonio Histórico-Artístico, para convertirla en Centro Cultural Municipal se partió de varios postulados para su diseño:
La Meridiana de San Pedro Cultural
CARLOS DEL OLMO
De los elementos astronómicos citados, el más especial es la meridiana en cámara oscura, al ser única en funcionamiento en España. Una meridiana es la intersección del plano definido por los polos y el lugar en que nos encontremos, con una superficie. En este caso dicha superficie es el pavimento de San Pedro y como su objetivo es ver la proyección solar, está limitada por las proyecciones correspondientes a los solsticios, de invierno hacia el Norte, y de verano hacia el Sur. Se compone del interior del propio edificio (suficientemente oscuro y amplio); un pequeño orificio abierto en una ventana Sur a diez metros del suelo; y una línea orientada Norte-Sur y materializada sobre el pavimento con una banda metálica. Sobre esta meridiana se puede obtener la hora exacta del mediodía solar verdadero, relacionado con la rotación terrestre tomando como referencia el Sol, este periodo se denomina día solar.
MÓNICA DEL RÍO
• Acrecentar la potencialidad del edificio mostrada en los muchos estilos arquitectónicos que en su día lo conformaron y que aún es posible apreciar. • Evocar la ruina de manera próxima al sentir de las arquitecturas encontradas en los grabados de G.B. Piranesi, o en los de los lienzos románticos de K. D. Friedrich. • Recomponer la volumetría para crear un espacio escenográfico, teatral, versátil, capaz de acoger todo tipo de eventos culturales: conciertos, teatro, danza, proyecciones, cursos, clases magistrales... • Y, como hecho diferenciador que expresase un interés específico de divulgación científica amable desde la emoción, al incluir una meridiana solar «en cámara oscura» sobre todo el edificio que marca el mediodía solar verdadero, un péndulo de Foucault apareciendo desde la bóveda semiderruida del ábside que demuestra el movimiento de la Tierra, un stellarium imitando la noche estrellada bajo su nueva cubierta, un reloj de sol de doble cara y un mural de lunas flotando en el infinito observadas por una niña que acrecentarán las emociones del visitante.
CARLOS DEL OLMO GARCÍA, ÓSCAR DÍEZ HIGUERA
Proyección del estenope sobre el suelo del coro el día 20 de marzo de 2015 que se produjo un eclipse solar.
Indica los solsticios y los equinoccios, relacionados con la traslación terrestre y con el periodo denominado año trópico o de las estaciones. Y también puede usarse como calendario, pues a lo largo del año el Sol se va proyectando cada día en diferentes posiciones fácilmente relacionadas con cada día. Y por ello se han indicado las zonas de las diferentes constelaciones de paso dentro de la eclíptica (zodiacos). Sobre la línea meridiana se han indicado los ángulos de altura solar al mediodía, la cual va variando a lo largo del año, en función de la fecha. Una de las funciones históricas para las que se utilizaron las meridianas fue el ajuste del calendario juliano al gregoriano en 1582 (adelantando diez días), realizado según las mediciones de la meridiana de San Petronio en Bolonia. Incluimos un enlace para ver un timelapse del paso meridiano de la proyección en Becerril: https://www.youtube. com/watch?v=8YjKDZ_TP18
Análisis y estudios La iglesia de San Pedro ha sido recuperada del abandono y la ruina en la que estaba sumida. El proceso de rehabilitaSAN PEDRO DE BECERRIL DE CAMPOS
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ción y el nuevo uso para el cual ha sido dotada poseen un carácter renovador y único. Paralelamente a las obras se han realizado estudios exhaustivos del edificio: uno histórico, otro arqueológico, un análisis metrológico y geométrico de su planta y volumen, y un análisis de deformaciones. Se ha contado con tecnología basada en el escáner láser 3D y con técnicas de fotogrametría arquitectónica, lo que ha permitido obtener un modelo tridimensional de gran precisión. Los primeros vestigios que ha revelado el estudio arqueológico y que denotan asentamiento humano en la villa, son previos al origen del templo. Se trata de un horno de fundición con restos de escorias situado en el interior de la nave. Cronológicamente, los siguientes restos pertenecerían a la torre, primer elemento erigido del templo. Su primera función fue defensiva, similar a las de otros municipios cercanos, como Villalón de Campos, Villacreces, etc. Sus dimensiones interiores han desvelado que era un cuadrado perfecto de 10 varas castellanas de longitud. Fue levantada mediante muros de tapia de tierra y posteriormente chapada, en su cuerpo inferior de sillar y en sus cuerpos superiores de ladrillo. Tradicionalmente el control de la forma consistía en el control numérico y en el control geométrico, lo que derivaba en la formalización de la arquitectura, y que se ha comprobado magníficamente en este templo. Del siglo xii,, periodo románico, se conservan los restos de parte del lienzo del alzado sur, hasta el nivel de cornisas, donde se aprecian sus canecillos. Este lienzo contiene una valiosa portada con arco de medio punto y cinco arquivoltas decoradas. El ábside data de la primera etapa del siglo xvi,, coincidente con el desarrollo económico de Tierra de Campos que gozó por el cultivo de cereal, se cubre con una bóveda de crucería de piedra que quedó oculta posteriormente por una bóveda tabicada de ladrillo. Dicho ábside está trazado sobre un decágono regular que se abre en sus lados de su parte central, es continuado por el presbiterio, definido en la figura de un cuadrado. La nave se construyó en 52
SAN PEDRO DE BECERRIL DE CAMPOS
Vista general de San Pedro tras su restauración.
una segunda etapa, también en el periodo tardo-gótico, posteriormente se añadieron los contrafuertes. En el estudio se ha determinado que su planta contiene la geometría de la proporción áurea. En cuanto a la sección, el interior de la nave está inscrita en una circunferen-
cia cuyos arcos fajones la recogen en su parte superior, la proporción del ábside es un cuadrado coronado por un semicírculo. Así se van sucediendo las geometrías y proporciones por todo el templo. Andando en el tiempo, ya en el siglo xviii, se cubrieron las bóvedas con yesería y se recreció el cuerpo superior de la nave con machones de piedra y ladri-
llo, un cambio de materiales que dejó su impronta en los alzados que han llegado hasta nuestros días. En el año 1693 se edificó la sacristía, volumen que sobresale del alzado sur, quedó patente la fecha gracias a un emblema adosado al lienzo de la fachada. Posteriormente, en el 1722 se adosó hacia su flanco oeste la Capilla del Santo Cristo del Desprecio. En el siglo xx el templo queda en desuso, con la consecuencia de sufrir el saqueo y la ruina. En 1948 se traslada trasladaron cuatro de sus retablos a la iglesia del Sagrario de Málaga, donde aún hoy permanecen. Este hecho marcó la pérdida completa de culto.
Desarrollo de las obras Se iniciaron con una campaña arqueológica de desescombro de los muchos restos de bóvedas y cubiertas que yacían sobre la nave principal. Tras las labores de limpieza se pasó al estudio del grado de conservación de los muros, de la portada románica, del ábside gótico y de los restos de arcos, bóvedas y cornisas. Esta tarea resultaba necesaria para determi-
MÓNICA DEL RÍO
BECERRIL DE CAMPOS
FICHA TÉCNICA Actuación: Rehabilitación de iglesia de San Pedro Redacción de proyecto y dirección de obra: Carlos del Olmo García, Juan del Olmo García y Álvaro Gutiérrez Baños. Dirección de ejecución de obra: Egan S. A. Ingeniería y Arquitectura, Miguel Ángel Fernández Pérez, arquitecto técnico. Juan Manuel García Pérez, ingeniero técnico industrial. Rehabilitación: Cabero Edificaciones S.A., Luis Ángel Sancho Juárez, Jefe de obra. Saturnino Díez Lázaro, encargado de obra. Estudio arqueológico: Julia Crespo Mancho. Restauración: Diana Álvarez Duplá. Becaria de la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León y la empresa Cabero Edificaciones S.A.: Mónica del Río Muñoz
Detalle de la meridiana realizada sobre el pavimento y que asciende por una de las pilastras del muro norte.
Pintura Mural: Ana E. Calvo Jiménez Colaboradores: Inmapa Aeronaútica, Agrupación Astronómica Palentina. Carlos del Olmo García (arquitecto co-autor del Proyecto); Óscar Díez Higuera (Físico, Astrónomo e imprescindible colaborador en San Pedro Cultural), y Mónica del Río Muñoz (arquitecta, investigadora de aspectos históricos y geométricos del edificio).
MÓNICA DEL RÍO
nar la estrategia general de actuación, cuya premisa de partida fue el intentar la máxima conservación. La colocación de plataformas de andamiaje permitió acceder a la parte superior de los muros, donde se realizaron los zunchos de atado y apoyo de la nueva cubierta junto con el alero definidor de su geometría. Ésta cubierta se conformó a base de arcos biapoyados de madera laminada peraltada sobre los que se sustentó un sistema de viguetas y tablero, con lámina de cobre al exterior y placas de yeso al interior, que acogiesen las luminarias led de nuestro «firmamento» pintado de azul oscuro casi negro. También se recompuso la fachada oeste desaparecida junto con el coro. El resto de fachadas del edificio necesitaron reintegraciones, rejuntados, cosidos, limpiezas y consolidaciones. En los huecos se colocaron nuevas carpinterías con placas de mármol traslúcidas en ventanas y puertas de madera restauradas en los accesos, coexistiendo con paños de acero corten en los de nuevo diseño.
Aparecieron pinturas murales medievales y barrocas en los lienzos de muros interiores que fueron restauradas, así como dos espléndidas lápidas sepulcrales que se reubicaron a ambos lados del ábside. También se han realizado enmallados de los restos de bóvedas, cosidos de molduras, limpieza de cornisas y pinturas, todo ello intentando mantener al máximo los pigmentos originales. Y con mención especial al mural de nueva factura con un universo imaginado. Soleras, pavimentos, instalaciones, reubicación de la pila bautismal restaurada, diseño y construcción de relojes de sol, del cuelgue del péndulo y de la base sobre la que rítmicamente balancea la brillante bola del mismo, del pavimento y alzado que acompañan la línea meridiana con bajorrelieves zodiacales, son otras unidades de obra ejecutadas. En el atrio se desmontó el períbolo y se recolocación trasdosando el nuevo muro de contención, y se colocó nuevo pavimento, escalinata principal, accesos, peldaños, restauración de escudos, gárgolas y de la portada románica del siglo xii.
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NUEVA EDICIÓN DE LAS EDADES DEL HOMBRE
Teresa de Jesús, maestra de oración
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l pasado día 23 de marzo fue inaugurada en Ávila y Alba de Tormes (Salamanca) Teresa de Jesús, maestra de oración, nueva edición de Las Edades del Hombre, que en este caso conmemora el V centenario del nacimiento de Santa Teresa. Una vez más el acto se desarrolló con presencia de la Casa Real, pues en este caso asistió la Reina Sofía, que estuvo acompañada del Presidente de la Junta de Castilla y León, el Presidente de la Fundación Las Edades del Hombre, el Alcalde de Ávila, la Consejera de Cultura y Turismo y el Secretario General de la Fundación Las Edades del Hom Hombre entre otras autoridades. Esta exposición sobrepasa nuestras fronteras y se hace universal ya que Santa Teresa es una de las figuras religiosas y literarias más destacadas de la historia. A ello hay que sumar la fundación de la Orden de Carmelitas Descalzas que hoy se extiende por todo el mundo y tiene presencia en los cinco continentes. Las sedes en las que tiene lugar la exposición son las siguientes: en la ciudad de Ávila: el Monasterio de Nuestra Señora de Gracia, la Capilla de Mosén Rubí y la iglesia de San Juan; en Alba de Tormes se encuen-tra en la Basílica de Santa Teresa. En estos edificios ligados de una u otra forma a 54
LAS EDADES DEL HOMBRE
Teresa de Jesús podrá recorrer los cinco capítulos que componen la muestra: Capítulo I, Os conduje a la tierra del Carmelo sobre los orígenes de la Orden en la que Teresa de Jesús entró en el año 1535; Capítulo II, En la España de la contrarreforma hace énfasis en el momento histórico religioso contemporáneo de la Santa; Capítulo III, Las pobres descalzas de Teresa, nos acerca a la orden que ella fundó y a sus hermanas de hábito; Capítulo IV, Maestra de Oración, nos habla de la meditación, de la oración, de la búsqueda incansable de Cristo a través del Evangelio y Capítulo V, Hija de la Iglesia, la presenta como lo que fue, una santa para la Iglesia y para la huma humanidad. Este año la temática de la exposición y su carácter con conmemorativo ha hecho que las 206 obras que forman parte de esta nueva edición de Las Edades del Hombre provengan de todos los rincones de nuestra geografía española (Andalucía, Galicia, Castilla la Mancha, País Vasco, La Rioja, Madrid...). Obras de una calidad excepcional y ejecutadas por artistas de fama universal como Valdés Leal, Francisco Salcillo, Juan Carreño de Miranda, Murillo, Juan de Juni, Alonso Cano, Lucas Jordán, Gre Gregorio Fernández o Luis Sal Salvador Carmona. A todo ello se suma la proyección de un audiovisual cuyo hilo conductor es el Libro de la Vida escrito por Teresa de 1
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Jesús y donde se nos ofrece una visión de la historia de la santa abulense. Muchas de las obras que se exponen han sido restauradas minuciosamente por los profesionales que integran los talleres de restauración de la Fundación Las Edades del Hombre. De este modo se han recuperado numerosas pinturas, esculturas, piezas de orfebrería y textil, documentos y libros. Puede ser visitada hasta el próximo 10 de noviembre del presente año 2015. Para cualquier tipo de información y reservas sobre Teresa de Jesús, maestra de oración puede consultar nuestra web: www.lasedades.es
FOTOGRAFÍAS: FUNDACIÓN LAS EDADES DEL HOMBRE
1. Virgen del Carmen. Nicola Fumo. Ultima década del siglo xvii. Madera policromada. Monasterio de San José. MM. Carmelitas Descalzas. Medina del Campo (Valladolid). 2. Decor Carmeli (Alegoría del Carmelo). Anónimo. Segunda mitad del siglo xvii Óleo sobre lienzo. Convento de Santa Teresa. PP. Carmelitas. Ávila. 4
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Príncipe. Impreso en Salamanca. Por los herederos de Mathías Gast. Archivo Silveriano. PP. Carmelitas Descalzos. Burgos. 4. Canonización de Santa Teresa en Roma. 1622. Anónimo. Siglo xvii. Óleo sobre lienzo. Museo Carmelitano Teresa de Jesús. Monasterio de la Anunciación de Nuestra Señora. MM. Carmelitas Descalzas. Alba de Tormes (Salamanca).
3. Regla Primitiva y Constituciones de las Monjas Descalzas de la Orden de Nuestra Señora la Virgen María del Monte Carmelo. Capítulo de Alcalá de Henares. 1581. Edición LAS EDADES DEL HOMBRE
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TÍTULO
NOTARIOS DEL TIEMPO
Ávila
MAXIMILIANO BARRIOS FELIPE
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JESÚS BARROS
os actos conmemorativos con motivo del quinto centenario de Santa Teresa de Jesús que se celebra este año en la ciudad castellana, son un buen momento para visitar este singular enclave, declarado ciudad Patrimonio de la Humanidad en 1985 por la UNESCO. Son sin duda sus murallas lo que le ha dado notoriedad universal. Edificadas hacia mediados del siglo xii en el contexto de la protección de las extremaduras de Castilla, representan en sí el más claro representante arquitectónico de una época de frontera donde las ciudades no sólo debían guarecerse de la contínua amenaza musulmana, sino también engrandecer el orgullo de sus moradores. El recinto amurallado se conformó en distintas etapas, su sangre romana sirvió de mortero para la creación de su armazón, que incluso en intervenciones arqueológicas recientes sigue sorprendiendo y ahí están los verracos vetones para atestiguarlo. Su vida ha sido un fiel reflejo de los avatares históricos de la ciudad y como tal ha sido tratada e intervenida en prácticamente todas las etapas, en algunos momentos pareció constreñida por diversas edificaciones hasta liberarse por completo y ofrecer una de las miradas más amables de nuestro pasado. Estas tres fotografías que presentamos aquí, corresponden a distintos
momentos de la vida del monumento. La primera realizada en 1860 por el galés Charles Clifford es quizá la más antigua de la ciudad de Ávila, y es fruto de la fiebre imperante a mediados del siglo xix entre diversos fotógrafos europeos por recoger escenarios exóticos entre los que se incluye España. Cliford, que llegó a ser nombrado por Isabel II fotógrafo real, es junto con Laurent el más fiel representante de esta corriente en nuestro país. La segunda imagen fue tomada por el fotógrafo Vicente Zubillaga a mediados de la década de los 30 del siglo pasado, cuando ya había desparecido la antigua alhóndiga que abrazaba la torre del homenaje fruto de la restauración de Repullés unos años antes. Aún conserva no obstante las casas adosadas a su izquierda en la calle San Segundo de las
que no se vería liberado hasta cincuenta años más tarde, como podemos observar en la instantánea actual tomada por el periodista Jesús Barros. El archivo del fotógrafo Vicente Zubillaga fue adquirido por la editorial Espasa en 1934, y su principal utilidad fue ilustrar una colección que se denominó Historia y Arte de España, bajo este nombre se creó un amplio abanico de imágenes que sirvieron como material didáctico para los entonces llamados Instituto de Segunda Enseñanza de todo el país. Eran los tiempos de la proyección de placas linterna con el epidiascopio, que sirvieron para poner cara a los contenidos eminentemente teóricos de las asignaturas de arte e historia, en un momento donde los viajes se antojaban complicados. NOTARIOS DEL TIEMPO
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¿QUÉ ES?
El Románico
PEDRO LUIS HUERTA HUERTA
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l término «románico» comenzó a utilizarse en el siglo xix para denominar al arte que se desarrolló en los reinos de la Europa cristiana desde finales del siglo x hasta los primeros años del xiii. Con él se intentaba expresar la raigambre tardoantigua latente en una serie de edificios que se consideraban derivación de la arquitectura romana. De la misma manera que en la formación de las lenguas romances se había mezclado el latín popular con 58
EL ROMÁNICO
los idiomas de los invasores germánicos, en el arte de esos momentos se unía la tradición artística romana con las técnicas y tendencias bárbaras. Puede decirse que el románico fue la expresión de una nueva fe. La unificación cultural y religiosa que en los albores del siglo xi vivió el Occidente europeo, favoreció la creación de un estilo unitario, sobre todo en el arte religioso. De esta manera se fue imponiendo una forma de construir que era común a todo este territorio, aunque con matices locales. Este carácter supranacional
se vio impulsado por el protagonismo que adquirieron las órdenes monásticas – benedictinos y cistercienses– y el fenómeno de las peregrinaciones, principalmente el Camino de Santiago. En líneas generales se puede afirmar que el fundamento del arte románico se basa en la acción conjunta de muro, arco y pilar. El material constructivo por excelencia es la piedra, dispuesta normalmente en sillares cortados regularmente con los que se construyen potentes muros que suelen superar el metro de grosor. El elemento definidor del estilo es el arco semicircular o de medio punto, que es utilizado en los vanos (puertas y ventanas) y en las cubiertas, en este caso dando lugar a bóvedas de cañón.
La portada de Santo Domingo de Soria es un buen ejemplo de la función catequética que tenía la escultura románica. El amplio programa iconográfico que se despliega en toda la fachada supone una auténtica «Biblia en piedra».
Románico pleno (hasta mediados del siglo xii) En estos momentos el estilo ya está plenamente definido en todos los reinos cristianos de Europa. Es la etapa más brillante del estilo y a diferencia de la anterior, ahora se produce la unión indisoluble de arquitectura, escultura y pintura mural, al tiempo que se levantan los grandes edificios característicos del estilo. Tardorrománico (hasta los primos años del siglo xiii) Durante toda la segunda mitad del siglo xii y hasta comienzos de la centuria siguiente se desarrolló la tercera y última etapa que por su complejidad ha recibido varios nombres: tardorrománico, protogótico, estilo de transición, etc. En ella se detectan cambios profundos que indican que algo nuevo se está gestando y que fructificará con la llegada del gótico. FSMRPH
En el interior de la Catedral Vieja de Salamanca se vislumbran claramente las características de la fase final del estilo, con arcos apuntados y bóvedas de crucería.
Primer románico (finales del siglo x-último cuarto del xi) El término se debe al historiador catalán Puig i Cadafalch que lo aplicó a una serie de edificios que compartían una técnica particular de construcción. Se caracterizaban por la utilización de bóvedas de medio punto y de arista, uso de pilares compuestos, articulación de los muros con arcos ciegos y lesenas, criptas, escasa decoración escultórica, etc. Fue en Francia, el norte de Italia y en Cataluña donde se dieron las primeras experiencias.
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A pesar de la restauración a la que fue sometida en los años finales del siglo xix y principios del xx, la iglesia de San Martín de Frómista encarna perfectamente las características que definen al denominado románico pleno.
A medida que fueron avanzando las investigaciones se comprobó que había una falta de homogeneidad en el estilo y ello obligó a establecer la siguiente periodización en su desarrollo evolutivo:
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También se utiliza la bóveda de arista, formada por el cruce de dos bóvedas de cañón, la de cuarto de esfera –fundamentalmente para los ábsides– y la cúpula. En el tardorrománico se generalizó el uso del arco apuntado y de la bóveda de crucería. En cuanto a los soportes será el pilar compuesto el que cobre un mayor protagonismo. Consta de un núcleo cuadrado al que se adosan medias columnas en cada uno de los frentes. En la fase más tardía del estilo el núcleo es cruciforme y además de las columnas de los frentes se disponen otras en los ángulos o codillos que reciben el peso de los nervios de la bóveda. En las fachadas, las portadas tienen una importancia especial y a menudo se decoran con arcos concéntricos que reciben el nombre de arquivoltas. En las iglesias con mayores recursos éstas se fueron poblando de abundante decoración escultórica, conformando grandes programas iconográficos que tenían como misión instruir a los fieles. Quizás el conjunto arquitectónico más representativo del románico sea el monasterio. Adopta casi siempre un esquema preconcebido, con una perfecta organización de sus dependencias. Iglesia, claustro, sala capitular, sala de monjes, refectorio, cilla, cocina y dormitorio se distribuyen de forma armónica y perfectamente planificada.
Sant Andreu de Castellnou de Bagues es un ejemplo representativo del primer románico, con la decoración típica en su ábside de arquillos y lesenas.
Cronología y periodización
EL ROMÁNICO
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CLEMENTE DE PABLOS MIGUEL
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CINE
CINE
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uchos han sido los filmes de animación que se han inspirado en el Patrimonio Mundial o el Patrimonio Nacional Español para el diseño y la ambientación de sus historias. Sin duda, el comic y los filmes que se destacan por encima del resto en la utilización del Patrimonio Mundial son los del personaje Tintín del belga Hergé. Apareciendo en el comic numerosos lugares como ChichénItzá (México) o la ciudad de Petra (Jordania), que no son sólo lugares de la lista del Patrimonio Mundial, sino que fueron de gran ayuda para el creador de Tintín, que se inspiró en estos lugares para dibujar los escenarios de las aventuras del joven reportero y que en las numerosas adaptaciones cinematográficas del comic cobrarían movimiento, especialmente en Tintín y el templo del sol. En esta película podemos reconocer Tihuanaco, un lugar que se unió al Patrimonio Mundial de la Humanidad de la UNESCO en 1999, y el santuario histórico de Machu Picchu. Asterix siempre fue menos fidedigno en sus viajes por el mundo que el joven investigador belga, pero entre los lugares reconocibles en el comic se encuentra además de Sevilla, Pamplona, Segovia y – especialmente– Coca y su Castillo. Rene Goscinny la convirtió en uno de los decorados de su Asterix en Hispania. Lamentablemente el álbum no se adaptó al cine. En este sentido es llamativo el camino inverso, la realización de una serie de dibujos animados para promocionar los castillos (aragoneses en este caso) para que los conozcan los más pequeños. Los Brichus, unos seres fantásticos, son los guías de un viaje al pasado para conocer los castillos de la comunidad autóno-
El patrimonio y el cine de animación
Las imágenes superiores pertenecen al anime japonés Sora no Oto ambientado en Cuenca. A la izquierda Los Brichus de la serie La Historia de Aragón del realizador Jorge Gastón.
ma de Aragón. La iniciativa surgió hace unos años, cuando el realizador Jorge Gastón acudió a la Dirección General de Turismo con sus dibujos, produciéndose una serie de dibujos animados que refleja la historia de los castillos de Aragón, en total se muestran 45 castillos de la comunidad.
Es muy habitual ver grupos de japoneses paseando por Cuenca, pero en los últimos años el interés de los nipones por esta ciudad ha aumentado considerablemente, gracias a una serie de anime que está ambientada en Cuenca. Sora no Oto, es una serie producida por una cadena japonesa que es responsable del aumento de los visitantes japoneses en la ciudad castellano-manchega. El turismo procedente de Japón se ha incrementado gracias a la inclusión de la capital conquense en los circuitos organizados por touroperadores, no tanto por su pertenencia al club de ciudades Patrimonio de la Humanidad, como por el interés de los fans de la animación. Gran parte de los turistas que llegan a Cuenca van equipados con fotos para buscar los paisajes y monumentos de la serie de anime Sora no Oto: las Casas Colgantes, el Puente de San Pablo, el Castillo, los miradores o la fortaleza de Alarcón. Es bien sabido, como Walt Disney se basó en el Alcázar de Segovia para realizar el castillo de La Bella durmiente, un castillo representado en el cine de animación desde Garbancito de la Mancha hasta la serie Los Simpson. Es curioso, que el edificio español más representado por la fotografía y el cine, sea también el mejor representado por los dibujos animados.
LIBROS
Liber Peregrinationis Una guía para peregrinos a Compostela JAIME NUÑO GONZÁLEZ
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ARCHIVO DE LA CATEDRAL DE SANTIAGO
ás que cualquier concienzudo estudio histórico o artístico, más allá que la mejor novela histórica, hay libros que nos acercan al pasado de manera muy precisa, porque fueron escritos en la misma época que describen, es decir, son contemporáneos de los hechos que relatan y fueron redactados por personas con las mismas claves culturales y sociales del momento, sin la evidente distorsión que conllevan las reflexiones desde otros tiempos, aunque, eso sí, con las propias del suyo. Una de esas obras es el famosísimo –por otros motivos también que los puramente historiográficos– Códice Calixtino, compuesto durante el siglo xii y conformado a su vez por cinco libros. Llamado así por que se suponía redactado por el papa Calixto II, recoge un conjunto de sermones sobre Santiago Apóstol, sus milagros, el relato de la traslación de su cuerpo desde Jerusalén a Compostela, la entrada de Carlomagno en España y su peregrinación a la tumba del santo y, por último, el Libro V, llamado Liber peregrinationis, es una guía o manual para peregrinos procedentes de Francia. Nos interesa hablar especialmente de este último texto, puesto que es el más cercano a la vida cotidiana del momento, uno de los de mayor esplendor de las peregrinaciones jacobeas y justo cuando se estaba construyendo la gran catedral románica de Santiago. Su supuesto autor fue el clérigo francés –natural del Poitou y capellán en Vézelay– Aymeric Picaud, quien describe las cuatro grandes rutas que desde su
Primera página del Códice Calixtino.
país se dirigen a Compostela, fundiéndose en una sola, el Camino Francés, tras cruzar los Pirineos. El relato resulta intenso y atractivo, pero absolutamente parcial, aludiendo a los grandes santuarios y sus maravillosas reliquias –recordemos que toda peregrinación, aunque con un destino final, se alimentaba en su ruta por infinidad de venerables puntos intermedios–, denunciando con vehemencia a los falsarios de cuerpos santos y a quienes decían tener lo que no tenían. Aymeric debía de ser hombre de convicciones y juicios muy severos, condenando las malas prácticas generalizadas de hospederos y barqueros, lo cual, a pesar de las posibles exageraciones, nos aporta una imagen muy viva de los peligros constantes que acechaban al caminante. Pero donde se pone de relieve ese temperamento radical es en la valoración que hace de las gentes hispánicas: vas-
cos y navarros –«bárbaros, colmados de maldades, de color negro y aspecto innoble, malvados, perversos, pérfidos, desleales, lujuriosos, borrachos, agresivos… desprovistos de cualquier virtud y enseñados a todos los vicios e iniquidades»–, castellanos –«malos y viciosos»– o gallegos –«muy iracundos y litigiosos»–, cualidades que contrastan con las de sus paisanos del Poitou, a quienes describe como «valientes y aguerridos, animosos en el combate, atildados en el vestido, de facciones distinguidas, muy generosos en las recompensas y pródigos en la hospitalidad». Sin embargo buena parte de esta breve obra se centra en la descripción de la catedral compostelana y los ritos de los peregrinos, constituyendo uno de los más antiguos y mejores panoramas de la peregrinación jacobea. Son los años centrales del siglo xii y la basílica tiene muy avanzadas las obras, aunque faltarán aún varias décadas para que se inicie el famoso Pórtico de la Gloria. Especial interés tiene para la Historia del Arte el meticuloso recorrido que hace por la portada norte o Francígena, desparecida en siglos posteriores y que gracias a Picaud podemos conocer. Como es habitual en este tipo de crónicas medievales, la valoración intermedia, tibia o desapasionada no existe, lo bueno resulta absolutamente maravilloso y lo no tan bueno es deplorable, pecaminoso y condenable. Leer el Liber peregrinationis –en la edición castellana de Moralejo, Torres y Feo (1961) o en la de Bravo Lozano (1989)– resulta delicioso porque nos acerca de primera mano al pleno siglo xii, aunque para disfrutarlo se recomienda no caer en el visceral apasionamiento de su autor. LIBROS
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LA MIRADA DEL FOTÓGRAFO
Miguel Martín
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esde la tierra que piso y en la que están mis raíces levanto los ojos hacia el horizonte, miro a través del objetivo de la máquina fotográfica y veo mis paisajes. La tierra que piso, los paisajes que fotografío: mi patrimonio. Y sigo pensando que el pictorialismo, como planteamiento fotográfico, es la corriente en la que encajarían la mayor parte de mis fotografías. Aun conociendo el descredito que tal movimiento tuvo entre críticos e historiadores de la fotografía, creo que hoy el pictorialismo vuelve a imponerse como vertiente recurrente en el paisajismo y como escapatoria al objetivismo documentalista de mediados del siglo pasado. Indudablemente, yo no he pintado cuadros; ni tenía capacidad para hacerlo ni modo de aprenderlo. Pero tuve la fortuna de que los dioses pusieran en mis manos un instrumento tan peligroso
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LA MIRADA DEL FOTÓGRAFO
como caprichoso: una máquina fotográfica. Con tal herramienta y la historia del arte como espejo, inicié un camino de búsqueda en el que he intentado sentar la belleza en mis rodillas y poder escupirle a la cara. Pero ella, con el desdén que la caracteriza, pasó de lejos y miró para otro lado. Esperando que algún día se digne mirarme, he seguido haciendo fotografías como la que hoy enseño. Esta foto, ya lejana y siempre presente, la hice con mi segunda máquina fotográfica. No era muy buena pero ya
tenía su categoría: una Mamiya 645. Me rompía los ojos y el ánimo con aquella dichosa máquina: nunca sacaba lo que yo quería sino lo que a ella se le antojaba. En cuanto pude, la cambié por una Hasselblad que me ha acompañado hasta hoy y con la que sigo haciendo fotografías. Y sin embargo, con aquel artefacto antojadizo y torpe, logré sacar algunos negativos esenciales y perdurables. Uno de ellos es el de esta fotografía que hoy vuelve a aparecer. Formó parte de la serie … de Castilla y otras cosas y se expuso por primera
vez en aquella mítica y heroica galería de arte que hubo en Valladolid: La Carmen Durango de Antonio Machón. Después recaló en Cuenca y allí la adquirió Fernando Zóbel para el incipiente Museo de Arte Abstracto de dicha ciudad. Estará en alguno de sus almacenes soñando en lejanas luces. He fotografiado Castilla: cielo, suelo y poco más. Un palomar cual pincelada de Díaz Caneja o guiño cubista a la soledad. Y las nubes, siempre las mismas y siempre distintas… Como la vida, ver volver, que decía Azorín.
Nubes de otoños esperanzados y días inciertos en los que «el cielo parece un mar violento/y los pájaros cambian de paisaje…» y en los que no podía suceder nada. Una copia de esta fotografía en gran formato la veo todos los días pues me acompaña en mi estudio como testigo inmisericorde y metáfora del desaparecer. La misma luz con la que se hizo va comiendo y apagando los colores y difuminando todo hasta que un día quede reducida a un leve rastro de lo que tampoco fue. Y ahí sigue, como la vida
misma. Y me recuerda a Núñez Larraz, maestro y amigo y me obliga a algún verso de Ángel González… El palomar, desvencijado y terco, lo sigo contemplando cuando paso por Doñinos (SA) camino de mis soledades. Y hay días en los que las nubes se abalanzan sobre las tierras rojas como si estuviesen preparando un escenario sobrecogedor y fugaz para la última representación. Y echo de menos aquella Mamiya 645… www.miguelmartinfoto.com LA MIRADA DEL FOTÓGRAFO
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BREVES
POR CARMEN MOLINOS
Hoy toca el Prado, Van der Weyden y Picasso Recorrer las diferentes salas del Museo Nacional
BREVES
han apostado por una entrada conjunta que por 18 euros permite visitar la exposición de Picasso y las muestras
Fuego blanco. La colección moderna del Kunstmuseum Basel y Modernidad. Dos casos de estudio: Colecciones
«Ríos de Luz», una aplicación para iluminar los monumentos de Valladolid ¿Cuántas veces hemos
paseado de noche por cualquier ciudad y hemos deseado por un instante ver iluminado un monumento o espacio concreto? En Valladolid, desde hace unos meses, nuestro deseo puede hacerse realidad fácilmente y al instante gracias a una aplicación para teléfonos móviles. Disponible para tecnología Android e iOS, «Ríos de Luz», que así se llama la app, se basa en la ruta turística del mismo nombre que permite la visita a 35 monumentos de la ciudad con una iluminación especial. Se han seleccionado siete
de estos espacios emblemáticos, para que el visitante pueda iluminarlos a la carta: la iglesia de El Salvador, el pasaje Gutiérrez,
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MUSEO DEL PRADO
del Prado supone, por un lado, sumergirte en la historia, a través de su colección permanente y, por otro, descubrir nuevas y, en ocasiones, arriesgadas propuestas a través de sus exposiciones temporales. Destacamos tres muestras imprescindibles, por un lado, la dedicada a Rogier Van der Weyden, organizada con motivo de la restauración en los talleres de la pinacoteca de la obra El Calvario. Abierta hasta el 28 de junio, reúne las tres únicas obras atribuidas con seguridad al artista flamenco, ya que junto al citado calvario se exponen también el Tríptico de Miraflores, donado por el rey Juan II de Castilla a la Cartuja de Burgos y propiedad de la Gemäldegalerie de Berlín, y El descendimiento, que se conserva en el Prado. Parada obligada también en el museo el área dedicada a los diez Picassos llegados desde el Kunstmuseum de Basilea. Piezas que podrán verse hasta el 14 de septiembre y que son, sin duda, las más destacadas del artista en las colecciones del museo suizo. Un ejemplo excepcional de la evolución de su producción, desde su período «ibérico», previo a las investigaciones que derivarían en el cubismo, hasta las obras libérrimas y un tanto melancólicas de sus últimos años. Además, el Museo del Prado y el Reina Sofía, que también acoge parte de las obras del Kunstmuseum,
Im Obersteg y Rudolf Staechelin en el Reina Sofía. Finalmente, y por lo inusual de la iniciativa, os recomendamos la vista a Hoy toca el Prado, que nos permite descubrir y «palpar» seis grandes obras, representativas de los diferentes géneros expuestos en el Museo, piezas como La Fragua de Vulcano de Velázquez, La Gioconda de Leonardo da Vinci o El quitasol de Goya han sido reproducidas en relieve, gracias a la colaboración de Fundación AXA y con el asesoramiento de la ONCE, para que el arte también esté al alcance de personas invidentes. la fachada del Ayuntamiento, la Academia de Caballería, la torre de la Catedral, la iglesia de Santa María de La Antigua y el entorno del templo de San Pablo. Así, cualquier persona, desde su teléfono móvil, siempre y cuando la ruta turística no esté en funcionamiento, podrá disfrutar durante 10 minutos de la iluminación ornamental de estos espacios. La aplicación incluye, además, la posibilidad de visitar virtualmente todos los edificios de la ruta gracias a la realidad aumentada y a audio guías en español e inglés que acercan al visitante a la historia de cada monumento. Sin duda, una iniciativa que sitúa a Valladolid en la «vanguardia» de la iluminación inteligente y emocional, en línea con las smart cities.
Los Premios «Europa Nostra» constituyen algo así
como los «Óscar» del Patrimonio, el máximo galardón del sector y el más valorado a nivel europeo. Tan solo en la convocatoria 2013 se presentaron más de 200 iniciativas y otras tantas en 2014. La presidenta de honor de la Asociación Hispania Nostra, la Reina Doña Sofía, fue la encargada de entregar en abril los galardones a los proyectos españoles premiados en una
gala en el Museo Arqueológico Nacional.
Europa Nostra En la categoría de conservación recibieron el galardón: el Plan de Intervención Románico Norte, promovido por la Junta de Castilla y León; la restauración de la Fuente de los Leones de la Alhambra; el paisaje histórico de olivos milenarios del Territorio Sénia; la restauración del Hotel Abadía de Retuerta (Valladolid) y las actua-
ciones en el Puente Romano y entornos de la Puerta del Puente y de la Calahorra de Córdoba. Se otorgaron además dos Premios Especiales uno al Teatro Romano de Medellín (Badajoz) y otro al programa de restauración de ocho bodegas modernistas en Cataluña. En la categoría de investigación, dos premios uno al estudio de Javier Fernández- sobre hórreos, y otro a la publicación Van Dyck en España de Matías Díaz Padrón. En educación, for-
Una nueva mirada sobre la obra de Zurbarán en el ThyssenBornemisza El Thyssen-Bornemisza presen-
MUSEO THYSSEN-BORNEMISZA
ta en Madrid del 9 de junio al 13 de septiembre la exposición Zurbarán: una nueva mirada, que plantea una revisión de la obra de este gran maestro del Siglo de Oro español desde la perspectiva de los descubrimientos y estudios realizados en las últimas décadas. La muestra ahonda en la figura del artista; así como en su
Foto de familia de la Reina Dª Sofía junto a los representantes de los 15 proyectos españoles premiados en Europa y de los 7 galardonados por Hispania Nostra en España.
mación y sensibilización se entregó un galardón al proyecto Cabanyal Archivo Vivo. Hubo varias menciones especiales a la restauración de la Capilla de Brihuega en Guadalajara, a la de la Torre Bofilla de Bétera en Valencia, al espacio arqueológico de Daroca en Zaragoza, al concurso escolar Los Nueve Secretos, promovido por la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico, y al proyecto Arqueología somos todos de la Universidad de Córdoba.
obra y su tiempo, presentando obras inéditas o recientemente recuperadas, algunas de ellas restauradas para la ocasión. El visitante podrá ver una selección de la obra de Zurbarán, con piezas destacadas de distintas épocas y algunos de los conjuntos que realizó a lo largo de su carrera, gracias a los préstamos procedentes de colecciones y museos españoles, europeos y americanos, que incluyen algunas piezas nunca antes expuestas en España. Por primera vez, se presenta una sala dedicada a la producción de los ayudantes del taller y otra a la naturaleza muerta, en la que se reunirán algunos de los escasos bodegones del maestro junto a los de su hijo Juan, discípulo aventajado, cuyas pinturas de flores y frutas han sido redescubiertas y puestas en valor. BREVES
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CASA DE S.M. EL REY
Un reconocimiento a quienes trabajan en, por y para el Patrimonio
PRÓXIMO NÚMERO Iglesia de Cervatos (Cantabria)
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J. M. MUÑOZ
Arquitectura industrial de Vegas de Matute (Segovia), los caleros de El Escorial
KARSOL / SHUTTERSTOCK
Soluciones imaginativas para el patrimonio de Lisboa y alrededores
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«Toda obra de arte debe ser seductora y si por ser demasiado original se pierde la cualidad de la seducción, ya no hay obra de arte.»
Antonio Gaudí
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La Alhambra de Granada
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PATRIMONIO
Revista de patrimonio y turismo cultural nº55
Proyecto premiado en la I Bienal Edificación Sostenible de Málaga
SAN PELAYO DE PERAZANCAS DE OJEDA RESTAURAR DESDE LOS CIMIENTOS
Obras de rehabilitación en la Ermita de Perazancas de Ojeda (Palencia)
CÁCERES ECOS DE HISTORIA, LABERINTO DE PALACIOS CONSTRUCTORA PEACHE, S.A.U. basa su proyección para los próximos años en la creencia de que la industria de la construcción debe crecer basada en los pilares de la INNOVACIÓN y la ESPECIALIZACIÓN, pero sin apartarse de sus
Constructora PEACHE pertenece a la CÁMARA DE CONTRATISTAS DE CASTILLA Y LEÓN y al CLÚSTER DE CONSTRUCCIÓN EFICIENTE (AEICE)
MAYO-AGOSTO 2015
cimientos más arraigados, que son SOLIDEZ, CALIDAD y EXPERIENCIA.
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Duero Douro
MAYO-AGOSTO 2015
PATRIMONIO
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Proyecto de 80 viviendas. Parcela 27.2 Plan Regional de Urbanización (P.R.A.U.) Aranda de Duero