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JUNIO2014 revistapecado.com pecadostaff@gmail.com PECADORES Liliana Contrera Shavi Alli Ed Albesi Leandro Parra FOTO DE TAPA Vanesa Fresno ILUSTRACIONES DE NOTAS Florencia Merlo // florenciamerlo.com.ar COLABORAN EN ESTE NÚMERO Paúl Arte // Mariana Manuela Bellone // Colectivo A Pedal // INTERVENCIÓN CONTRATAPA Diego Mariano Fernandez SEGUINOS EN: RevistaPecado @revistapecado @revistapecado RevistaPecado PRODUCTO ARGENTINO ©2014 PECADO. Todos los derechos reservados. PECADO no se responsabiliza por los comentarios y trabajos fotográficos subidos en esta publicación, siendo los únicos responsables los autores de los mismos, que expresaron tener derechos sobre el material enviado siendo los autores originales. Se prohibe la reproducción total o parcial del material publicado en esta revista o en la web www.revistapecado.com. Sin perjuicio de ello PECADO en general autoriza reporducciones de los contenidos que le pertenecen pero deberá contar con la previa autorización de Revista Pecado por escrito, para lo cual rogamos solicitar esta autorización a pecadostaff@gmail.com.
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EDITORIAL CARLO SIBLAB DE DOMENICO // Documentalista
Hay en la creación artística una dimensión (no la única, por cierto) que tiende a la obtención del placer. El placer propio del artista, tanto en el acto del crear durante el trabajo del proceso productivo como en el completamiento de la obra, y el placer propio del espectador que se coloca en relación a la obra de arte. En el momento en el que una obra es expuesta, publicada, proyectada, no se puede hacer a menos de tomar acto de la relación que se funda e intercorre desde ese momento entre artista y espectador . O mejor aún: si la obra fue ya desde un principio pensada para ser disfrutable, pública, incluso su génesis no puede más que reflejar este aspecto. Aquel que crea no puede, por lo tanto, hipócritamente, no considerar la existencia de este vínculo. Negar esta relación lleva, a mi entender, al artista a pecar de aquello que la doctrina católica sig4
na como el peor de los siete vicios capitales: la soberbia. Si la búsqueda del propio y exclusivo placer quedase encerrada en la dimensión privada, no tendríamos ningún tipo de pecado y quedaríamos en el ámbito de la legitimidad individual y por lo tanto, no discutible. El autoerotismo es una práctica noble hacia la que no se debería tener prejuicios o tabúes, a pacto que se exprese justamente en la dimensión privada, y no en la pública. En presencia de una relación erótica que prevea la presencia de otro individuo, el comportamiento no puede, claramente, quedarse en lo autoreferencial. Lejos de sostener que el espectador determine a la obra de arte, la relación con el otro implica en sí misma la necesidad de una reflexión, de una atención hacia el otro, como en el caso de una relación erótico/sexual.
Buscar el propio exclusivo placer sin tomar en cuenta al otro, debería ser para el mismo sujeto que lo actúa, degradante. En el arte esta actitud se volvió a veces solipsismo, elitarismo , un concentrado de soberbia que se manifiesta en la autocelebración de sí mismo. El artista troncha así el vínculo con su propio partner, rechazando el diálogo y concentrándose en su propio y exclusivo placer, empujándose incluso hasta tratar de humillar al espectador. La búsqueda de una fácil celebridad, el deseo vacuo de sorprender sin comprometer al otro, son hijos de un pensamiento dominante efímero que ha sido trasladado a la producción artística y que busca el mero éxito a instancias del contenido. El deseo desaforado de ser cooptados en el fascinante mundo de la
alta sociedad artística signa nuestro tiempo y se manifiesta muy frecuentemente de manera inversamente proporcional al valor del artista y de su producción. No hay ni sombra de nostalgia, para quien escribe, por la figura del intelectual orgánico o de una concepción del artista como aquel que opera para llevar seguridad a los fieles de una iglesia o de un partido. Lo que parece faltar es más bien el deseo, y probablemente la capacidad, de crear relaciones honestas, no jerárquicas, con el público. Falta hoy, en definitiva, la capacidad de escuchar al otro, la toma de conciencia de la no extrañeza del artista al espectador/usuario de arte. Abandonar esta soberbia permitiría concentrarse en más placenteros pecados, en un placer de rango superior, derivado del compartir. 5
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MEMORIAS IMAGINADAS Trabajo fotográfico de Bruno Morais
GAJES DEL OFICIO
Pequeñas historias de alrededor de lo que hacemos cuando hacemos fotografías. Ya sea en la calle o en el laboratorio, trabajando o simplemente fotografiando porque sí. por MARIANA MANUELA BELLONE
TITO, EL CIRUJA DE FUNES Trabajo fotográfico de Vanesa Fresno
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ENCUENTRO Y OLVIDO Trabajo fotográfico de Nahuel Alfonso
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Un colectivo fotográfico se presenta en sociedad, contándonos quiénes son y qué hacen. por COLECTIVO A PEDAL
PAR MIL
Elegimos una foto de otro autor y contamos qué es lo que nos conmueve de ella, por qué la elegimos de entre otras. por LILIANA CONTRERA
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Es un pecado no...
Te la dejamos picando
RECOMENDACIONES
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BRUNO MORAIS FOTÓGRAFO EXTRANJERO
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Bruno Morais nació en Río de Janeiro, Brasil. Es miembro del colectivo “Agência Imagens do Povo” que desarrolla trabajos documentales. Recientemente está exponiendo su trabajo Ausência em Galeria 535, Observatório de Favelas, Río de Janeiro. 19
GAJES DEL OFICIO por MARIANA MANUELA BELLONE 路 Fot贸grafa 路
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Un día fui a Caseros a mirar boxeo y llevé mi cámara a cuestas, dispuesta a hacer fotos. Era la primera vez que veía boxeo en vivo y tuve la oportunidad de acceder a los vestuarios en donde los boxeadores, hombres y mujeres, se preparaban para pelear. Sus familias los acompañaban. Había niños que corrían
Cuando vi las fotos al llegar a casa, no vi un registro de una noche de Boxeo sino más bien vi cómo las personas eligen un camino para obtener una gloria indefinida, que no se sabe bien para qué o para quién, pero que hay que lograrlo, hay que ganar para no perder y nada más que eso.
Cuando vi las fotos al llegar a casa, no vi un registro de una noche de Boxeo sino más bien vi cómo las personas eligen un camino para obtener una gloria indefinida por ahí y yo era una intrusa que espiaba usando mi objeto cámara como excusa para meterme en su universo. Los colores, las caras serias de algunos, la amabilidad de todos, el ceño fruncido cuando me veían apuntándoles, queriendo parecer más rudos, quizás, queriendo interpretar al personaje que se desvanecía cuando mi lente observaba hacia otro lado.
Como cuando hacemos una foto creemos que lo logramos, que lo hicimos, nos emocionamos, y cuando nos vamos a dormir creemos que no sirve para nada, porque a nadie le importa el sentimiento trágico de la vida o la belleza de un papel arrugado en el piso. Nos hicieron creer que todo debe ser lindo, bien enmarcado, barnizado, un montón de mierda sin nada que decir. 21
VANESA FRESNO FOTÓGRAFA EMERGENTE
Nació en la ciudad de Buenos Aires, el 22 de noviembre de 1975. Desde el año 2002 reside en la ciudad de Funes, Santa Fe. Cursó la carrera de Fotografía en el ISET N°18 de Rosario. Actualmente trabaja como fotógrafa en el diario local “INFOFUNES” y participa de muestras colectivas en La Colectiva Fotos, Rosario. 22
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EN BONDI Colectivo fotogrรกfico A PEDAL
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El Colectivo Fotográfico A Pedal
nace de algo tan simple como ese sueño de dos fotógrafos viajeros que viajan y sacan fotos. Pedaleando, de a pie, en bondis o trenes. Del sueño, a la idea de narrar historias mínimas con imágenes. De la idea, a la concreción de un proyecto autogestionado que surge en el 2009 y que hoy nos encuentra contando miradas propias de los pueblos y culturas que nos atraviesan, desnudando hechos más que revelándolos. Entonces nos preguntamos ¿cómo hacer esa experiencia propia una experiencia de muchos? Y es así que este pequeño colectivo de a dos se vuelve enorme:
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NAHUEL ALFONSO FOTÓGRAFO NACIONAL
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Nahuel Alfonso nació en Bs. As. en abril de 1987. Se inició en la fotografía en la Fundación Ph15. Fue tallerista del Proyecto Cruce de Miradas. Actualmente desarrolla proyectos fotográficos personales. 51
PAR MIL por LILIANA CONTRERA
¿Por qué Diane Arbus? Cuando vi las fotos de Diane, los retratos, me di cuenta de que jamás miré a los ojos con tanta atención a alguien. Creo que en ese momento comprendí la potencia de un retrato, y todo lo que puede ayudar la cámara a quienes necesitan ver la naturaleza de los otros. La fuerza del trabajo de los retratos de “la Arbus” está en que trasciende la máscara de todas las personas que fotografía. Por lo general se habla de que fotografía
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a freaks, y al decir esto, al explicarlo así, nos damos un respiro, nos permitimos ver esos retratos poniendo distancia, cuidando nuestra máscara. Al ver estos retratos comprendí que todos somos freaks, que todos actuamos de alguna manera un personaje. Y quien sabe esto no se deja fotografiar. Y que quien sabe esto no le importa dejarse fotografiar.
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CADO E P N U ES NO VER
CADO E P N U ES CHAR U C S E O N
Ben Stiler
Pantha Du Prince
LA VIDA SECRETA DE WALTER MITTY
BLACK NOISE
Es pecado dejarse llevar por los prejuicios. Es pecado de soberbia dejarse llevar por la creencia de que lo comercial no puede aportarnos nada más que banalidad y propaganda barata.
Tercer disco (editado en 2010) del productor alemán Hendrik Weber bajo el pseudónimo Pantha Du Prince, quien, sobre una base “simplota” de ritmos house y minimal techno, teje una intrincada estructura de sonidos que evoluciona dentro de cada tema con el agregado de nuevas texturas, melodías que se meten una dentro de otra, instrumentos que se van sumando, hasta lograr una complejidad memorable.
Hay que animársele a esta película de la 20th Century Fox con Ben Stiller, para hundirse en la historia de atrás, marco a la trama pochoclera, y que nos toca, porque en el fondo se trata de la revista Life. Trata de las portadas de M. Bourke-White, de W. Evans, de W.E. Smith; de la época del haluro y de los enormes archivos de negativos. En el trasfondo se trata sobre la batalla, no siempre necesaria ni tan evidente, entre el alma de la fotografía analógica y la prepotencia del capitalismo digital.
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Un prólogo interesante antes de escuchar su nuevo disco, Elements of Light, desarrollado junto a The Bell Laboratory, un colectivo musical dedicado a la exploración del uso de las campanas y antiguos carillones de casi 50 toneladas de peso.
Desde que empieza a dar sus primeros pasos en la vida, el niño proletario sufre las consecuencias de pertenecer a la clase explotada. Nace en una pieza que se cae a pedazos, generalmente con una inmensa herencia alcohólica en la sangre. Mientras la autora de sus días lo echa al mundo, asistida por una curandera vieja y reviciosa, el padre, el autor, entre vómitos que apagan los gemidos lícitos de la parturienta, se emborracha con un vino más denso que la mugre de su miseria. - EL NIÑO PROLETARIADO Osvaldo Lamborghini
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