TEMÁTICO Salud

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#SALUD · 2019

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#TEMÁTICO Salud · 2019 revistapecado.com pecadostaff@gmail.com PECADORES Silvina Gautier Diego del Carril Shavi Alli Luciano Poveda Leandro Parra FOTO DE TAPA Sol Avena COLABORAN EN ESTE NÚMERO Rafael Villegas, Luz Artigas INTERVENCIÓN CONTRATAPA Pedro Mauvecin //

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EDITORIAL RAFAEL VILLEGAS PSICÓLOGO

Como sujeto viviente y resultante de las condiciones sociales en las que está inmerso, el ser humano es trama y tejido, cuestión que nos obliga a no prescindir de una perspectiva dialéctica en la cual no existe un afuera social y un adentro psíquico como zonas antitéticas, sino un interjuego sujeto-mundo.

vidualismo, la explotación laboral, el hiperconsumo, la falta de vivienda y una escalofriante ausencia de horizonte de futuro. Así, el par salud/enfermedad es asumido de manera a-histórica y todo es reducido a un asunto de neurotransmisores, genes y cortocircuitos que circundan el cerebro.

Definir términos de tal complejidad como “salud” o “enfermedad” a secas, es una mera abstracción no ingenua. Hoy, el episcopado neuroneoliberal de la salud (biologicista, medicalizante y manicomial) desde su modelo biomédico y como instrumento de control social, profundiza su cruzada psiquiatrizando el padecimiento subjetivo y minimizando hasta el extremo los traumas que se derivan de relaciones signadas por políticas cuya atmósfera patógena propicia el desmantelamiento subjetivo derivado del indi-

Se trata de un enfoque puramente endógeno. Esta es la idea dominante y “las ideas dominantes no son otra cosa que la expresión ideal de las relaciones dominantes concebidas como ideas”. (Marx y Engels).

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El círculo rojo de la salud en alianza con la corporación farmacéutica, no cesa en su tarea de mercantilizar a diario la salud. De allí que el auge de las neurociencias pretenda exhibir argumentos cuyo fin es probar que cuadros como la depresión, esquizofrenia, entre otros, respon-


den a factores orgánicos, con el objeto de justificar una terapéutica que inexorablemente será farmacológica. Freud definió la salud como “la capacidad del individuo para amar y trabajar”, toda una definición en perspectiva integral. Dicha “capacidad” es potencia deseante, en cuyo despliegue -vincular, social y espiritual- se juega nuestra salud, y en sentido contrario, en su repliegue, adviene el proceso de enfermar. Dicho de otro modo -en palabras del Dr. Enrique Pichón Rivière- el sujeto es sano “en tanto aprehende la realidad en una perspectiva integradora y tiene capacidad para transformar esa realidad, transformándose a la vez él mismo”. Podemos pensar entonces la salud como una praxis en términos de “adaptación activa a la realidad”.

No hay cura genuina cuando ésta se pretende alcanzar únicamente en el ámbito individual. Porque somos sujetos sociales es que detrás de un padecimiento personal se esconde un conflicto social. El gran psiquiatra David Cooper observó que “la locura no está en una persona sino en el sistema de relaciones del cual forma parte, eso que llamamos paciente”. En suma, politizar la cuestión de la salud desde una perspectiva social y comunitaria es una exigencia histórica que nos abre a la posibilidad de religación, de recuperación de relaciones perdidas, de rebeliones postergadas, de identidades borradas en estos tiempos en que la industria de la salud, para “sanar”, oferta un blíster para ahogar el desencuentro con el otro y transitar la existencia como zombies. En estado de sitio. 5


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DON ORIONE

Pablo Recabarren

NO TENGO PARKINSON Magalí Druscovich

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MI HISTORIA CON EL CÁNCER María Lenhardtson

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Emmanuel Borao

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SERVICIO DE TRAUMA Sol Avena

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ENFERMEDAD SILENCIOSA Ariel Subirรก

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En el Hospital Público Ramos Mejía de la Ciudad de Buenos Aires, pacientes de Parkinson asisten a clases de tango. De acuerdo con investigaciones científicas, se ha encontrado que hay beneficios en la danza en pareja durante la rehabilitación neurológica. El impacto en el cerebro después de cada clase refleja mejoras en los síntomas motores y no motores. Cada clase se da en un círculo de armonía, donde los pacientes bailan cada milonga con familiares o voluntarios del taller.

NO TENGO PARKISON por Magalí Druscovich @magalidruscovich

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Estar en contacto con la muerte no hace otra cosa que pulsar vida. A todos nos puede llegar en cualquier momento, y pensar eso me da ganas de vivir intensamente. Las enfermedades traen oportunidades de reinventarse, nuevas formas de relacionarnos, de compartir desde otro lugar. Uno aprende qué es importante, qué es urgente y qué puede esperar. Mientras que la muerte siga siendo tabú, no vamos a honrar la vida. 40


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La llegada del cáncer vino con muchas preguntas, replanteos existenciales, charlas impensadas. Y en un punto lo agradezco. De no haber sido por este bicho, no hubiéramos tenido todo eso, en reiteradas ocasiones me sorprendí del vínculo que habíamos logrado. Me conectó con una mamá que no conocía y con una Mery reinventada, que día a día buscaba sobrellevar las dificultades con humor. Eso es un regalo para toda la vida. Una enseñanza.

MI HISTORIA CON EL CÁNCER por María Lenhardtson @merylenphoto

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La falta de ayuda por parte del Estado en muchas ĂĄreas ligadas a la salud acrecientan el compromiso y amor de las personas- empleados y voluntarios- que asisten a los enfermos. De esto trata mi trabajo. Desde el aĂąo 2010 al 2013, estuve visitando el Cottolengo Don Orione registrando la comuniĂłn de estas almas.

DON ORIONE por Pablo Recabarren @pabloreca

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Dylan. 10 aĂąos. estudiante Valcote y Ritalina: Las tomo para... no sĂŠ, no me acuerdo como era que me dijeron.

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Ana. 62 años. Ama de casa Atenix: Para superar la muerte de Ángel. Carisoprodol: para el dolor de brazo. Alprazolam: para dormir. Espironolactona: diurético para la presión. Losartan y Filten: para la presión. Levotiroxina: para la tiroides. Rosuvastatina cálcica: para el colesterol. Omeprazol: para la acidez de los remedios.

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PEDRO. 59 años. Técnico en refrigeración Alopurinol: para el ácido úrico. Lasix: la tomo cuando se me hinchan las piernas. Te hace orinar, eliminar los líquidos. Diclofenac: para los dolores musculares de la artrosis y todo eso.

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ASUNCIón. 85 años. JUBILADA Esomepra: para la gastroenteritis. Atenolol y Aspirineta: para el corazón. Clonagin: esta la tomé siempre, siempre, siempre... me la había dado un doctor cuando era joven. La tenía que tomar después de la comida pero yo la tomo a la noche para dormir. Micardis: para la presión. A la mañana si tengo presión alta tomo dos, si no, tomo una. Si tengo presión baja no tomo ninguna.

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MARTÍN. 37 años. CONTRATISTA EN CONSTRUCCIÓN/OBRAS Escitalopram: para la excitación. Clonagin y Clonazepam: para bajar un cambio. Tegretol: para la ansiedad y para la depre, o para alguna de esas cosas. Actual: antiácido. Diclofenac: para los dolores. Omeprazol y Ulcozol: para realizarme una tomografía computarizada completa.

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CAROLINA. 42 aĂąos. CINEASTA Lexotanil: para relajarme y sentirme mejor. Si me olvido de tomarla me empieza a doler la cabeza.

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JAVIER. 27 aĂąos. PENSIONADO Clonazepam: para la ansiedad. Aripiprazol: te ayuda a dormir y te relaja. Risperidona: viene a ser un calmante. Me tranquiliza. Escitalopram: es antidepresivo, te pone la sonrisa feliz. Oxcarbazepina: me traquiliza. La tomo en conjunto con el Clonazepam, te saca la ansiedad, te hace sentir distinto. Esto refuerza lo psicolĂłgico, porque no por culpa de esto te vas a querer pegar un tiro.

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LILIAN. 57 años. AMA DE CASA Y PENSIONADA Dramamine: para no descomponerme cuando viajo a Córdoba. Kinfil: para bajar la presión arterial. Toma una por día, casi siempre a la mañana. Diclofenac: para las contracturas musculares. Una por día también, si estoy muy afectada, una cada doce horas. Migral: para el dolor de cabeza debido a las contracturas musculares. T4: para que me funcionen las glándulas tiroides. Reovex: para bajar el colesterol. Taural: para que no me haga mal al estómago toda la medicación que tomo.

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MARCELO. 32 aĂąos. PROFESOR DE GEOGRAFĂ?A Cistimax: la tomo para la caida del cabello. Paroxetina: para el trastorno de ansiedad generalizada, aunque a veces la tomo y sigo igual. Clonazepam: para el trastorno compulsivo obsesivo. Me relaja y me permite descansar bien a la noche, no tener tanta ansiedad, o sea, tanto nerviosismo junto.

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MARTA. 67 años. AMA DE CASA Enalapril y Amlodipina: para la presión. Gemfibrozil y Rosuvastatina: para el colesterol. Metformina: para la diabetes. Allopurinol: para el ácido úrico. Ranitidina: para la acidez. Flevomax: para desinflamar las várices. Y también tomaba otra, pero el doctor me la sacó el otro día.

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MERCEDES. 102 aĂąos. PENSIONADA

Aspirineta: la tomo para tomar algo.

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SOFIA. 20 años. ESTUDIANTE DE FOTOGRAFÍA Meridian: antidepresivo, la mitad todas las mañanas. Clonazepam: para dormir y a veces a la mañana si me siento medio mal. Es el que me calma las convulsiones. La tengo que tener siempre en la billetera porque es la que más rápido me hace efecto. Valcote: anticonvulsivo. Tengo que tomar uno a la mañana y otro a la noche, siempre en ayunas.

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HÉCTOR. 79 años. PINTOR DE OBRA

Enalapril: para tratar la presión. Atenolol: para regular la presión. Finasterin: para el tema prostático. Terazosina: para mantener la próstata y no dejarla crecer. Rosuvastatina: para el colesterol. Glibenclamida: para la diabetes. Ranitidina: esa es para la gastritis. Naproxeno: para los dolores físicos.

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mALENA. 41 años. ASISTENTE DE MINORIDAD Flunarizina: por una cefalea intensa que no cesaba. Fluoxetina: Las tomo a partir de un episodio de depresión y ansiedad generalizada. Clonazepam: porque el cerebro no frena. Ibuevanol: el único que me saca el dolor de ovarios. Oxadisten: me saca los dolores. Indometacina: para el dolor de cabeza intenso.

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CRISTINA. 60 años. SECRETARIA Elafax 75: Antidepresivo. Elafax LP: el de la mañana, también para la depresión. Lagotran: estabilizador antidepresivo. Vasotenal: para el colesterol. Diclofenac Flex: para el dolor de columna, de cabeza. Aerotina: para la alergia. Tafirol: para cuando me duele la cabeza. Tensium: para dormir. Levotiroxina: para el hipotiroidismo. Gastrosedol y Mylanta: para la acidez, para el reflujo estomacal, como dice el médico.

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Vademécum presenta a las personas con sus medicamentos diarios. Todas ellas fueron retratadas en su espacio, y cada fotografía lleva la explicación que el retratado hace respecto a las pastillas que toma. La palabra nos comunica con el discurso de lo cotidiano, el que sostiene la lógica diaria del consumo. La gran cantidad de publicidad de medicamentos en los medios de comunicación, la soltura de muchos médicos y psiquiatras para recetarlos y el excesivo uso de los mismos sin prescripción profesional, naturalizan el consumo de fármacos y ponen en riesgo la salud. Pero también naturalizamos el uso de medicamentos a partir de un discurso que se instala en la rutina y nos hace aceptar atenuantes químicos para cualquier dolencia. Con la serie Vademécum no busco establecer un juicio de valor sobre los retratados, sino poner de manifesto el lugar de poder de la industria farmacéutica en nuestra vida.

VADEMÉCUM por Emmanuel Borao emmanuelborao.com.ar

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Vivimos en un tiempo en el que hay fármacos hasta para el dolor de pestaña, donde ante un cambio de estado de ánimo hay un antidepresivo indicado para evitar el sufrimiento psíquico. Este proyecto indaga sobre la hipocondría, “la enfermedad imaginaria”. ¿Es un problema individual? ¿Qué rol cumple la medicina occidental en este tipo de miedo extremo? ¿Se están borrando las fronteras entre la salud y la enfermedad? Hice un registro de lo que fue un año entre sensaciones mórbidas, chequeos médicos y salas de espera, para evidenciar una angustia personal sustentada por un sistema de salud narcótico.

SERVICIO DE TRAUMA por Sol Avena @sol.avena

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La HVC (hepatitis viral C) es una “enfermedad silenciosa”, los síntomas aparecen cuando la enfermedad está avanzada como cirrosis hepática. Lo único que queda por hacer es entrar en una lista de espera para hacer un trasplante de hígado. En Río de Janeiro se realizan 8-9 transplantes de hígado al mes en un único hospital. La operación, desde que aparece un hígado donado hasta que el paciente sale del hospital, involucra a muchos profesionales de dedicación exclusiva, entre ellos, médicos y enfermeros especializados. Al aparecer un hígado, un equipo de aproximadamente quince especialistas entra en acción y se enfrenta a una dura tarea que puede tomar hasta 120 horas. Los médicos trabajan con esmero para que todo salga de forma correcta y una persona mejore su calidad de vida.

ENFERMEDAD SILENCIOSA por Ariel Subirá @arielsubira

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Aquí me acuesto en mi cama de hospital Dime, hermana Morfina, ¿cuándo vendrás de nuevo? Oh, no creo que pueda esperar tanto Oh, ves que no soy tan fuerte El grito de la ambulancia resuena en mis oídos Dime, hermana Morfina, ¿cuánto tiempo llevo aquí acostado? ¿Qué estoy haciendo en este lugar? ¿Por qué el doctor no tiene cara? Oh, no puedo arrastrarme por el piso Ah, no puedes ver, hermana Morfina, estoy tratando de anotar Bueno, solo va a mostrar Las cosas no son lo que parecen Por favor, hermana Morfina, convierte mis pesadillas en sueños Oh, ¿no ves que me estoy desvaneciendo rápidamente? Y que este tiro será el último Dulce prima Cocaína, pon tu fría mano sobre mi cabeza Ah, vamos, hermana Morfina, mejor arregla mi cama Porque sabes y sé, que por la mañana estaré muerto Sí, y puedes sentarte, sí, y puedes ver todo Las limpias sábanas blancas manchadas de rojo

~ SISTER MORPHINE ~ Rolling Stones

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