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México preparado para el cambio
En México es necesario que puedan existir más inversiones para la construcción de nuevas centrales de almacenamiento ante la terminación de la vida útil de algunas pertenecientes por parte de Pemex y ante la contracción económica que tendremos en los próximos meses con un presupuesto reducido en los próximos años para la empresa.
Ante un mercado abierto, empresas como bp, Exxon Mobil, Shell y Valero que actualmente cuentan con permisos de importación de petrolíferos, podrán ingresar inversión para fortalecer la infraestructura de México que pueda asegurar una estrategia de largo plazo. Estas empresas tienen una conceptualización de reducir costos de distribución que permitirán ofrecer precios más competitivos e inversión en México en miles de millones de dólares, de aquí al 2023 en terminales e infraestructura de logística eficiente.
Hasta el mes de noviembre de 2019, había un total de 122 permisos de almacenamiento de petrolíferos, donde la empresa del Estado tiene actualmente 78 y 44 privados. Hoy hay un mercado parcialmente abierto; el negocio de los combustibles no está en las estaciones de servicio, deriva en la forma en cómo se almacene y realice el mezclado en dichas terminales.
El promedio en los últimos años en México de demanda de gasolina es de alrededor de 780,000 barriles por día, de los cuales el 20% es producido por las refinerías de México y el 80% proviene de la importación, lo cual representa alrededor de 624,000 barriles diarios; 500,000 barriles (80%) es importado por Pemex y 124,000 barriles (20%) por privados; todo esto indica que existe un mercado potencial donde se requiere de inversión. El almacenamiento de gasolina se ha incrementado por la construcción de infraestructura; dando lugar a tener la posibilidad de almacenar gasolina cruda en alrededor de 7.5 a 8 millones de barriles totales, de los cuales gran parte proviene de la importación y donde existe un mercado de aditivos que está en crecimiento con base en la calidad de los combustibles en las estaciones de servicio conforme a la normatividad vigente.
Muchas de las terminales de almacenamiento, actualmente, tienen más de treinta años de servicio y no han podido ser modernizadas para un mejor mezclado, por tal motivo y ante la falta de inversión para la realización de nuevas terminales de almacenamiento y reparto tar, por parte de la empresa productiva del Estado, podría haber una mejora del precio del combustible al realizar terminales satelitales, en zonas donde se incrementa el costo de la logística por la lejanía de éstas. Cuyo objetivo es poder realizar la mezcla de mtbe o etanol de acuerdo a lo que resulte de la decisión del porcentaje permitido dentro de la norma 016 y se cree un alternativo mercado para decidir la utilización del porcentaje de cualquiera de estos, al poder realizar su propio mezclado, dando a lugar a que Pemex pueda incrementar el volumen de venta de gasolina cruda a clientes que pueden desarrollar su propia logística y con esto reducir los costos de la empresa del Estado al no tener que importar aditivos o costos ligados a entregar gasolina con la calidad que las regulaciones solicitan: esto aumentaría las utilidades de la empresa por cada litro que venda en las terminales de almacenamiento.
Una segunda opción de mejora para la empresa productiva es el incremento de la producción de las refinerías en México con base en la nueva estrategia de enviar alrede-
dor de 1.2 millones de barriles diarios e incrementar del 20% a 38%-45% la cobertura de la demanda nacional por parte de Pemex. Esto podría ampliar el margen de refinación al reducir costos de mezclado, aditivos y almacenamiento, permitiendo que empresas privadas compren y realicen su propio mezclado, lo cual podría reducir costos al precio de la gasolina e incrementar la calidad del combustible, debido a que se tendría acceso a una mayor tecnología e investigaciones para la reducción de contaminantes que emanen del escape de cada vehículo. Es importante enfatizar que con la entrada del T-mec y ante las nuevas formas de facilitar hacer los negocios entre los países que lo conforman, podría dar lugar a una disminución de aranceles en las importaciones de aditivos, petrolíferos y materiales que mejoren la calidad del combustible, así como tener acceso a patentes y adelantos tecnológicos que ayuden a mejor el costo al consumidor.
El negocio de Pemex no está en las bombas de servicio, está en la venta de combustibles en las tar, y ante la covid-19 se reafirma este concepto de mejorar la rentabilidad de la empresa en conjunto con el mercado. Con base en lo reportado por parte de Pemex al mes de abril, se observa una contracción en las ventas de marzo a abril en gasolina del 48% derivado de la reducción de la demanda nacional que fue del 30%.
Gráfica 30. Ventas de gasolinas y comportamiento de ventas de Pemex. Fuente: Pemex84. Realizada por Grupo Caraiva y Asociados/Leon & Pech Architects.
Al cierre de 2019, había alrededor de setenta proyectos de almacenamiento con capacidad nominal total de 45.5 millones de barriles e inversión total estimada de 4,000,640,000 dólares localizados en 22 estados. Empresas como ienova, Howard y Valero han apostado en invertir en México en almacenamiento, bajo una perspectiva de poder enviar combustibles de sus refinerías y/o compra del mercado internacional/ nacional.
El almacenamiento, es una prioridad para el país ante la nueva normalidad que tendremos de forma económica de poder hacer frente ante las nuevas posiciones que tendrán los países para que su economía no colapse. Ante la covid-19 hemos visto una estrategia del balance de los petrolíferos entre la producción, almacenamiento e importación en los últimos meses y podría continuar ante la continuidad del confinamiento en el dado caso que no exista una caída del número de personas contagiadas disminuyendo con esto la movilidad y la reducción o mantenimiento de la demanda actual en los meses de mayo a junio.
84. https://www.pemex.com/ri/Publicaciones/Paginas/IndicadoresPetroleros.aspx