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Plástico, Fernando Rangel

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Nunca fui bueno con las despedidas: 2

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cuando sepultamos a mi padre sentí que cada palada caía sobre mí y pensé que de palada en palada es como uno comienza a echarse el mundo encima. «A eso rojo y brillante que atravesaba el cielo también lo llamaron los dinosaurios, amor»

JAIME TZOMPANTZI

A papá le pasó igual cuando sepultó a su padre. Y así como mi papá vio a mi abuelo en el ataúd, yo lo vi a él esperando la resurrección

Después lloré en mi habitación.

de todos los muertos y la gloria eterna.

Cuando era niño me enfrenté a la despedida y a la sepultura un par de veces.

La última tarde que jugué en la casa de mi abuelo, sepulté a toda una manada de dinosaurios en el patio.

Los vi dormir sobre la tierra esperando la resurrección. Ellos ignoraban que sus antepasados murieron hace millones de años y que por sus pequeños cuerpos el petróleo corría como un recordatorio de la sangre.

De esos dinosaurios no recuerdo mucho: recuerdo el lamento. Eran verdes como el pasto que había en los campos de fútbol. Sin embargo, en el patio no había pasto para que jugaran a la guerra y se camuaran. Por eso los enterré en la tierra más árida. Por eso nunca creció un árbol sobre sus tumbas.

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