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Pandemia, túnel sin luces

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EDITORIAL

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PORTADA de México

Roberto

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Ruvalcaba Barba A los que somos de la tercera edad, nos ha tocado presenciar hechos trascendentes, avances tecnológicos impresionantes y también tragedias dolorosas como la actual pandemia del SarsCov-2, Covic-19 o simplemente Coronavirus.

La afectación ha sido mundial, pero la diferencia ha estado en la manera como cada país ha manejado este problema sanitario. Y en ese aspecto, se han destacado más las líderes mujeres que los hombres.

Así lo demuestra un estudio que realizaron Supriya Garikipati, economista del desarrollo de la Universidad de Liverpool y Uma Kambhampati de la Universidad de Reading (también inglesa), destacando a las mandatarias de países como Alemania, Nueva Zelanda, Dinamarca, Taiwán y Finlandia.

El mérito para que sus países registraran menos muertes (la mitad en promedio) que las naciones de los líderes masculinos, fue que aplicaron más temprano los confinamientos y medidas sanitarias. “Si bien esto puede tener implicaciones económicas a más largo plazo, ciertamente ha ayudado a estos países a salvar vidas, como lo demuestra el número significativamente menor de muertes”, manifestó Supriya Garikipati.

Tenemos el caso de Finlandia con una población de 5 millones 500 mil habitantes, total de fallecidos 660 hasta el reciente 27 de enero y 5 en las últimas 24 horas, con una tasa de letalidad de 1.51 por cada 100 contagiados. Alemania, con una población de 82 millones 790 mil, con un total de fallecidos de 55,374, con 908 en las últimas 24 horas, también al 27 de enero, con una tasa de letalidad de 2.54%. Hay que recordar que en el último mes Alemania registró un fuerte rebrote por el relajamiento en las medidas sanitarias, lo cual criticó y lamentó amargamente Angela Merkel.

Vamos ahora con México, también en el día 27 de enero reciente. Población 129´200,000 según la fuente coronavirus.app, porque el INEGI en días pasados dio la cifra de 126 millones. Fallecidos al día 27 de enero registra 163,719, con 1,982 en las últimas 24 horas y una tasa de letalidad de 8.32%, la más alta del mundo después de la de Yemen que es de 29%.

Como podemos apreciar, en México su líder Andrés Manuel López Obrador, prefirió ahorrar, no destinó los apoyos necesarios para trabajadores, comerciantes y empresarios y en ningún momento optó por detener obras costosas como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, para utilizar esos recursos. Tampoco quiso echar mano de un préstamo.

Si la gente se tenía que sacrificar sin trabajar o sin abrir su negocio, lo obligado para el gobierno, que tiene que velar por la salud de la población, era apoyar en lo que fuera necesario. Se dedicó a dar migajas como préstamos a la palabra.

No ha hecho lo suficiente para evitar la pérdida de empleos, el cierre de negocios y para impedir el sufrimiento de decenas de miles de personas que han padecido por el contagio y la muerte de familiares. No se puede dejar de reconocer el esfuerzo, el sacrificio de los miles de médic@s, enfermer@s y en general trabajadores de la salud, que han batallado, primero, por la falta de equipo e implementos de trabajo y protección, y después por la desbordada exigencia de atención médica por Covid, debido al explosivo contagio de la población por las fiestas decembrinas y de principios de enero que no fue posible contener.

La pésima estrategia del gobierno para

Si la gente se tenía que sacrificar sin trabajar o sin abrir su negocio, lo obligado para el

gobierno, que tiene que velar por la salud de la población, era apoyar en lo que fuera necesario.

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enfrentar la pandemia, ha sido la causa de que a estas alturas el número de muertos ronde los 200 mil, al tomar en cuenta los datos revelados hace unos días por el INEGI.

Desde febrero 2020 que se tuvo el primer contagiado comenzaron los errores y la falta de previsión del gobierno de la 4T. Hay que recordar lo que dijo López Obrador en el mes de marzo: “Ni se preocupen, esta enfermedad no es tan grave, no es peor que la Influenza”, palabras más, palabras menos.

Si podemos hablar de las principales fallas en la estrategia, aquí están:

Las tres medidas sanitarias principales e indispensables en una situación como el de esta pandemia son: -El uso del cubrebocas -La sana distancia y -Lavarse las manos con frecuencia.

Lo del cubrebocas NUNCA fue una medida que quisiera imponer el Presidente López Obrador, ni ser el ejemplo para que el pueblo sabio lo usara. Todavía unos días antes de su supuesto contagio, al hablar de medidas sanitarias mencionaba la sana distancia y hasta ahí. Es decir, el cubrebocas NI MENCIONARLO.

-Hacer pruebas a la población para detectar casos, aislarlos, darles seguimiento y contactar a los que convivieron con el contagiado para monitorearlos y tener un control. No se hizo porque el gobierno no quiso gastar en la compra de pruebas. Y además, López Gatell dijo que para qué, si ni siquiera estaba comprobada su eficacia. Después resultó peor porque se tuvo que contratar a 50 mil médicos y enfermeras y hasta personal cubano de salud. Se ha gastado más en contrataciones y compra de equipo médico, en reconversión de hospitales y en abrir nuevos espacios para atender Covid como el autódromo “Hermanos Rodríguez” y el Centrocitibanamex de la CDMX, que lo

que se pudo haber gastado en pruebas. -En el mes de mayo ya había ejemplos de países que atendían con éxito la pandemia, como los mencionados al principio de este artículo, y nunca se le ocurrió al gobierno enviar a especialistas para traerse la experiencia que aplicaban en esas naciones. Seguramente por no gastar.

-No ha habido una adecuada coordinación para que los familiares de los pacientes sepan a qué hospital llevarlos, donde sí los puedan recibir y que no los dejen morir en la puerta del nosocomio.

Y en una lamentable falta de humanidad, en muchos hospitales públicos los familiares se han quejado de que no les informan el estado de salud de su pariente. En algunos, y muy pocos, hay enfermeras que han dedicado algo de tiempo para contactar mediante videollamada a enfermo y familiar, pero no ha sido una práctica de trabajo social como debió organizarse desde un principio de la pandemia, para tener consideración con los que sufren.

Van ya alrededor de 200 mil muertos en México, y para julio o agosto serán por lo menos 300 mil.

De las vacunas ni hablamos, porque el Plan Nacional de Vacunación era uno antes de empezar y otro a estas alturas, pues en lugar de terminar la aplicación a todo el personal de salud, les dio por vacunar a Servidores de la Nación y promotores de cada brigada simpatizantes o militantes de Morena, y luego a maestros de Campeche.

Faltan todavía miles de trabajadores del sector salud, adultos mayores y el resto de la población.

Y el túnel… sin lucecitas al fondo.

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