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EN EL FONDO
PORTADA de México
#TeBuscamosWendy ”
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En El Fondo
Francisco Legaspi
Empezó otro año de horror. Del que no pueden poner en las películas porque nadie iría a verlas. El de perder más personas. Hoy, en específico, quiero señalar un caso que me parece particularmente relevante. El de Wendy Sánchez.
9 de Enero en la mañana. Era el cumpleaños de mi hermana, Mariana. Fuimos a celebrarla, a ella le gusta la naturaleza, los animales e ilustrar;
el alma de un artista en desarrollo. Siempre sonriente, se mantiene al margen de los demás, no se compromete con nada que no le parezca. Platicamos de lo que quiere, de lo que piensa y lo que no. Vemos películas y hacemos chistes a la par, todos mis amigos la conocen. Todos la quieren. Ese 9 de Enero me lo recordó. Que no imagino mi vida sin ella.
Fue ese mismo día cuando Wendy, la hermana de alguien, desapareció. Para el siguiente día su foto estaba en redes sociales de gente cercana, nunca había escuchado de ella pero, esa muchacha con una sonrisa tan grande como la de Mariana, evidentemente era muy importante para los que la rodean. Se pasa el trago amargo de la empatía con un simple desliz del dedo en el celular. Yo pude olvidarlo por unas horas, pero dudo que pudieran hacer lo mismo sus amigas y amigos, hermanas y hermanos, primas y primos, madre y padre…
Es la cobardía la que nos hace insensibles ante estas cosas. La misma que nos orilla a evitar leer sobre estos temas, documentarnos al respecto de nuestra situación, aprender sobre el dolor ajeno a través de sus testimonios. Muy valientes todos cuando se trata de reactivar la economía pero nadie se ha dignado a reclamar por los recortes millonarios a los programas de búsqueda y dependencias que se dedican a atender casos como el de Wendy Sánchez.
Otra carpeta entre las miles hacinadas que hay. Jalisco sigue estando a la cabeza de México en desapariciones con 20,000 personas ilocalizables; se destinan demasiados esfuerzos en maquillar y muy pocos en arreglar, el gobierno actual solo admite menos de la mitad de esa cifra, es su adusto trato a las víctimas que los caracteriza. Es solo la condición de los tiempos en los que vivimos. La falta de responsabilidad, inteligencia, actitud y capacidad de los gobiernos que han vuelto la franja entre Nayarit y Jalisco un infierno.
Ahí mismo, el 9 de Enero por la mañana, es donde Wendy se comunicó por última vez con su familia para avisar que iba saliendo de la playa de San Francisco en Nayarit camino a Guadalajara. El último dato que se supo de ella. No hay más información habiendo pasado casi un mes. Lo que ha habido, es muchísima movilización por parte de la gente que la quiere; han buscado en camionetas, con drones, entre la maleza y la carretera, en el mar y el cielo. Llevan semanas convocando a que se difunda la información a través de dinámicas artísticas.
PORTADA de México
La buscan con el poder de lo que ella amaba; todo es bienvenido en las redes sociales: mensajes, imágenes, videos, retweets, likes, shares. En entrevista han confesado que no se van a rendir, que la esperan bien y no se explican el suceso, no entienden cómo pudo suceder esto que los horadó. Quieren evitar caer en la indiferencia de la mayoría que vive cómodamente entumida con el miedo de que les pase “eso” de lo que no quieren saber.
No importa cuánto me ponga a elucubrar al respecto. Me rebasa la idea de que, un día, sin aviso, pueda perder a alguien y llevar la incertidumbre que ellos cargan. Sin embargo, se mantienen aferrados a la esperanza. El amor que plantó en ellos Wendy está floreciendo ahora, los vuelve fuertes, los mantiene unidos.
Como desgraciadamente es costumbre, no hay teorías, culpables o indicios que lleven a alguna pista valiosa de su paradero o su estado; el caso se ha vuelto viral por la iniciativa de su hermano con el hashtag #TeBuscamosWendy. No me puedo poner en el lugar de él. No concibo cómo puede suceder tal cosa, no entiendo por qué pasa este tipo de aberraciones, no puedo imaginarme sin mi hermana. Que su derredor esté lleno de peligros como este y un día, así nomás, no llegue. El 9 de Enero nunca volvería a ser igual.
Lo que sí puedo vislumbrar es la entelequia de Wendy regresando intacta a abrazar a su familia. Ese final de película que todos quieren ver. Que como se fue, regrese. Que sorpresivamente vuelva a cambiar sus vidas en una reunión que sane la terrible experiencia y les dé la paz que merecen; la que todos merecemos.
#TeBuscamosWendy y te vamos a encontrar…