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LA FUENTE
PORTADA de México
POR: JOSÉ CARLOS LEGASPI ÍÑIGUEZ
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Ya no bebas, ya no te veo bien…
La “covidianeidad” a la que nos han sometido no permite ver el bosque completo.
La “plandemia” está plantada cual árbol frondoso, con ramales, hojas, tronco y raíces, puesto de tal manera que, como los bikinis femeninos, deja ver lo interesante, pero tapa lo esencial de lo que ocurre en nuestro planeta actualmente.
¿Y qué ocurre a la vista de todos y que pocos pueden ver?
A reserva de que se juzgue de “tonterías”, “estupideces” o teorías conspirativas, los hechos fríos, objetivos e imparciales, pudieran dar luz sobre lo que se especula por quienes han derribado al árbol o, cuando menos, cortado las ramas para ver con mayor claridad hacia el horizonte.
Primero que nada, habrá que quitarse ese velo oficialista que nos han impuesto desde los organismos internacionales, como la OMS, hasta los gobiernos autóctonos de los tres niveles.
¡Salud!, ¡salud!... ¿Salud?
No es casualidad que las órdenes dictadas desde una cúpula invisible, pero real, sean para hacer opaco todo lo concerniente a la “plandemia” de Covid-19. Por orden de la OMS no se deben realizar necropsias a los fallecidos por Covid. ¿No atenta esto contra la Ley? ¿No atenta esto contra lo “científico” que siempre están pregonando los dueños de la medicina (y las farmacéuticas)? Las autopsias se han hecho siempre para entender qué pudo causar la muerte de quien o quienes resulten muertos por violencia, virus, bacterias, plagas, etc., etc., etc.
Cualquier estudiante de Ciencias Forenses, es más, cualquier asiduo a las series de CSI, o policiacas sabe que las necropsias son lo más útil para recoger información sobre las causas de la muerte de los individuos. Según informaciones casi clandestinas, así las han hecho ver los dueños de las llamadas Redes Sociales, de médicos franceses e italianos, al hacer las autopsias, contraviniendo las órdenes del Poder Invisible, pero real, se dieron cuenta de varias anomalías, incongruencias, barbaridades incluso, que se han tejido en torno al Coronavirus y su letalidad. Pronto han sido acalladas, igual que lo que acontece con medicinas alternas para combatir al Covid.
Johny Walker etiqueta negra
¿Y qué ha sucedido con el mundo, al acatar y cumplir, parece lo mismo, pero no es igual, las directrices provenientes de la oscuridad de Poder Invisible?
Hay varias características similares que apuntan a lo que se llama complot o maquinación: Lo inflexible de los comandos, sobre las medidas a adoptar, dados a todos los países; los mensajes (que siembran miedo, incertidumbre, descontrol y terror) transmitidos hasta la saciedad por los Medios Masivos de Repetición… de información tienen ya poco, de periodístico casi nada.
¿Tequila o mezcal?
Esas redes sociales que carecen de ética y no tienen empacho en “castigar” a quienes saltan sus políticas amañadas, malintencionadas, son las mismas que se han prestado para combatir todo lo que no sea conveniente a “la nueva normalidad”. Sin vergüenza alguna pasan videos, fotografías, manipuladas, acomodadas según el país, donde se expone de manera dramática, el fabricado apocalipsis que “viven” los países merced al Covid-19.
Se acabó el tequila con denominación de origen
Y los Medio Masivos de Repetición se han vuelto portavoces de los intereses del Poder Invisible, pero real. Sus titulares, sus noticias principales y toda la estructura de los noticiarios, gira en torno a lo que acontece según sus interesados promotores. Ya no hay periodismo de investigación, de parte y contraparte, de evidencias documentales. Bueno ni siquiera de curiosidad profesional para corroborar si lo que los boletines oficialistas les ordenan repetir hasta la saciedad para apendejar, más, a la pobre y empobrecida sociedad.
¿Brandy o coñac?
De seguir así, seguramente las sagradas libertades del ser humano quedarán en recuerdo.
No hay libertad de tránsito; tampoco de vivir. Se ha tratado, con éxito, por lo que se ve, en anular la capacidad de pensar, de discernir, de cuestionar, de ejercer la democracia y, sobre todo, de ser humano, de ser persona, de ser individuo, de ser uno mismo.
Todo apunta a la robotización de la sociedad. A que nadie tenga capacidad para decidir por sí mismo. A “unificar” criterios. A desaparecer, a atrofiar la capacidad de raciocinio de las personas.
La del estribo con Cuervo Gold
Y, mientras la perversa manera de aplastar los derechos fundamentales de la sociedad sigue adelante, los gobiernos y gobernantes se dan vuelo emitiendo “decretos”, “bandos”, “normatividades”, disposiciones que obligan a los ciudadasnos a ser sus siervos, sus zombies, sus comparsas, sus lacayos incluso, para aplicar y realizar sus ocurrencias, sus “ideotas”, sus estupideces, a toda la población, que debe cumplir sin chistar.
Al mismo tiempo, aquellos que se atreven a levantar la voz, a inconformarse de botonazos y medidas caciquiles, son estigmatizados, criticados, al rato hasta perseguidos y quizá linchados, por el “pecado” de no prestarse a esta farsa política que ha tomado como pretexto la “plandemia” del Coronarivus para erigirse en Estado Totalitario.
Esta estratagema es más grave, y más efectiva, que los golpes de Estado perpetrados por la CIA contra sus enemigos para “restablecer” la democracia.