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Política a la mexicana

Marcos Antonio Santoyo Bernal Abogado y Analista político PORTADA de México

Cuando una persona que no milita o no participa en algún partido político y quiere incursionar en la actividad político- electoral como candidato, hay “analistas” políticos que dicen que no está preparado para gobernar, que no tiene experiencia, que no es político y por lo tanto desconoce el teje y maneje de la cultura política. Y yo me pregunto, los personajes que hemos tenido como gobernantes ¿en qué tienen experiencia? Pongan el nombre del político o gobernante que quieran y se darán cuenta que a lo único que se han dedicado la mayoría es a hacer negocios a costa del poder que los ciudadanos les otorgan, y de esta manera crear una fortuna que seguramente con un trabajo como el de los simples mortales no la tendrían.

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Lo malo es que votar por “profesionales” o no profesionales de la política, los mexicanos no se han benefciado en nada.

Por contar con políticos y gobernantes muy malos y por tener una democracia descompuesta, los electores votaron en su momento a favor de una Silvia Pinal, Irma Serrano, Carmen Salinas, Cuauhtémoc Blanco, etcétera. Y seguramente en la jornada electoral del próximo 06 de junio más de algún votante lo hará por Paquita la del Barrio, Vicente Fernández Junior, Carlos Villagrán mejor conocido como “Kiko”, Alfredo Adame, Gabriela Goldsmith, o ex futbolistas como Adolfo el “Bofo” Bautista, Javier el “abuelo” Cruz y luchadores como Blue Demon, Tinieblas y Místico, solo por mencionar algunos. Lo malo es que votar por “profesionales” o no profesionales de la política, los mexicanos no se han beneficiado en nada.

En México dedicarse a la política basta con ser simpatizante o estar adherido a un partido político, o que sea amigo, compadre o familiar de algún político, o como ya se observó, dedicarse a la farándula o al deporte, así es como se incursiona a la vida política en nuestro país, es decir, sin el mayor conocimiento teórico y práctico sobre las diferentes ideologías políticas y filosóficas para saber en dónde, por qué y para qué participa. Además de carecer de una preparación académica que le permita contar con el conocimiento profesional para administrar la función pública de manera eficiente cuando llegan a gobernar.

Si bien es cierto que existen algunos políticos que se han preparado para estar presentes y vigentes en el ámbito político. También es cierto que manejan la parte teórica pero no la práctica, sobre todo, cuando llegan a ser gobierno no saben cómo generar proyectos de nación que permita resolver los grandes problemas de este país y transitar de esta manera hacia un verdadero desarrollo integral.

Para que un político y gobernante garantice resultados positivos tiene que contar con las siguientes características; debe ser reconocido socialmente como una persona honesta, que cuente con probidad, que sea responsable y que tenga una capacidad probada para resolver problemas y generar políticas públicas que lleven a los mexicanos a contar con una mejor calidad de vida. Pero no, como ya vimos, tenemos políticos de tercera y actualmente de cuarta que mantienen en el limbo a esta gran nación.

“Gobernar a los hombres con su consentimiento genera sinergia entre gobernante y gobernados”

Analicemos a los filósofos que realizaron grandes aportaciones importantes a la política y a las diferentes formas de gobierno, las cuales nos permiten entender un poco mejor lo que sucede en nuestra clase política.

Para Aristóteles la política no era un estudio de los estados ideales en forma abstracta, sino más bien de un examen del modo en que los ideales, las leyes, las costumbres y las propiedades se interrelacionan en los casos reales. Para este filósofo la política es la forma más virtuosa de gobernar. Decía que mientras que la monarquía es el gobierno para uno, la aristocracia para unos pocos, la política es la regla de la mayoría.

La aportación filosófica y sociológica de este personaje es muy enriquecedora, tanto que muchos de sus textos continúan vigentes. Como esto que mencionó en algún momento de su vida “La ética y la política son ciencias prácticas, saberes que investigan el modo recto de comportarse de los agentes humanos capaces de decidir libremente sobre sí mismos.

Platón fue otro filósofo que estudió a la política, este personaje dice que “Gobernar a los hombres con su consentimiento genera sinergia entre gobernante y gobernados”. El político es quien conoce ese difícil arte. El arte de gobernar por la fuerza no es política, es tiranía.

Para Nicolás Maquiavelo lo político se definirá por la relación que existe entre el gobernante y el gobernado, para él cada disciplina tendrá una relación de poder propia, diferenciándose entre sí por los actores que en ella influyen. El objetivo de la acción política es la obtención y conservación del poder. Dice Maquiavelo que es menester explicar una última virtud que debe tener el gobernante ideal: El gobernante debe ser amoral, es decir, debe estar por encima del bien y del mal.

Norberto Bobbio señala que “El fascista habla todo el tiempo de corrupción. Acusa, insulta, agrede como si fuera puro y honesto. Pero el fascista es sólo un criminal, un sociópata que persigue una carrera política. En el poder, no vacila en torturar, violar, robar sus pertenencias, su libertad y sus derechos. Más que corrupción, el fascista practica la maldad”.

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Como se observa, los principales teóricos que han hablado sobre la política y los políticos nos dejan claro las características y virtudes que deben de tener todos aquellos que pretendan dedicarse a la política y a gobernar. Es obvio que los políticos y gobernantes mexicanos carecen de estas características y virtudes, es más, no solo carecen sino que se comportan y actúan de manera negativa, haciendo todo lo contrario a lo que establece la conducta humana aceptada universalmente.

Pero esta conducta negativa políticamente incorrecta es aceptada por la sociedad, ya que ésta es permisiva con sus gobernantes. El día en que los mexicanos dejen de ver como verdaderos dioses a los integrantes de la clase política, ese día iremos rumbo a un verdadero desarrollo. El día que se quiten la venda de los ojos y el auto mordaza de la boca, ese día va a iniciar la libertad de actuar, decidir y exigir gobiernos eficientes y honestos.

Hasta ahora tenemos una sociedad pasiva que vive en su confort, la cual no quiere participar y exigir que se lleven a cabo políticas públicas que le beneficien. Estamos en un país en donde las personas han creído en políticos demagogos que les han vendido falsas esperanzas, su ceguera política y su fanatismo los hacen presa fácil de estos personajes.

La clase política se da cuenta de esto y se aprovecha, sobre todo porque sabe que a muchos mexicanos les gusta vivir en el confort social y en la esperanza. Por lo tanto, no están dispuestos a modificar su conducta y quehacer político y mucho menos salirse del presupuesto.

Por otro lado, el sistema político mexicano dejó de estar vigente desde hace mucho tiempo, o sea, éste se encuentra desfasado, caduco y fuera de contexto. Los partidos políticos y gobernantes han dejado de ser los representantes y administradores genuinos del pueblo mexicano, se han convertido en grupos de poder que lo único que buscan es enriquecerse cada día más a costa del erario público y de los grandes negocios que logran hacer, aprovechándose del poder que los electores les otorgan.

Además de que han visto como el gran negocio de su vida el pertenecer y dirigir a un instituto político, sobre todo por las grandes bolsas de dinero que reciben como financiamiento público por parte del Instituto Nacional Electoral. Pero la cosa no queda ahí, ya que en cada entidad federativa los Institutos electorales locales también les entregan prerrogativas económicas a estos partidos.

Pero como no tienen llenadera, también reciben aportaciones, donaciones y demás apoyos lícitos e ilícitos para sus campañas políticas. Recordemos que para el presidente López Obrador si el apoyo es para su causa son aportaciones del pueblo bueno y sabio, pero si son para sus adversarios son actos ilícitos llenos de corrupción que hay que castigar.

Recordemos que con la detención de Emilio Lozoya se reventó la cañería y el drenaje político, empezó el salpicadero putrefacto y hediondo de la clase política de todos los colores. Cuando se filtró el video y la denuncia presentada por Lozoya muchos se pusieron a temblar. Pero la cosa no quedó ahí, ante esto, los adversarios de López Obrador dieron su primer contraataque y pusieron muy nervioso al presidente con aquellos videos en donde aparece su hermano Pio López Obrador recibiendo sobres amarillos con dinero en efectivo, lo cual provocó que hasta los cimientos de Palacio Nacional se cimbraran, porque cómo explicaría esto el que supuestamente va a limpiar de corrupción al país, con evidencias tan claras era prácticamente imposible, esto provocó que el presidente se la pensara una y otra vez para atacar nuevamente a sus adversarios, por el temor de que trajeran bajo la manga más videos comprometedores del hermano.

Así están las cosas en este país, en donde la corrupción está a la orden del día, en donde la corrupción es parte de la cultura de la clase política y gobernante de este país. Recordemos que entre la clase política hay un dicho famoso, “el que no tranza no avanza”.

En fin, mientras los mexicanos continúen aceptando a estos políticos amorales, estos seguirán por el mismo camino sin modificar absolutamente nada en su actuar, seguirán practicando la politiquería y no la verdadera política de Aristóteles, Platón y Maquiavelo. O como diría mi abuela, vivir fuera del presupuesto es vivir en el error, que tanta verdad hay en esas palabras, amorales y perversas, pero con una filosofía popular enorme ¿No lo creen?.

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