Mi vida en Siria

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MI VIDA EN SIRIA

Óscar Bou Florin Mihai


Mi historia empieza el 14 de marzo de 2011 mi día empieza como los demás días del año me levanto muy temprano para ayudar a mi padre a trabajar en el taller. En mi habitación duermo con mis dos hermanos, Amanda y Mohamed. Amanda es mi hermana pequeña de 6 años es una niña muy lista porque ya sabe leer y escribir y además es muy simpática y alegre. Mohamed es mi otro hermano tiene 23 años y trabaja de cartero en Europa. Creo que mi padre me dijo en Italia pero no sé mucho sobre el porqué se fue muy pequeño. Bajo a la cocina para comer algo y afrontar el día con fuerza porque el trabajo es muy duro y nos exigen mucho pero lo bueno que con el trabajo de mi padre y el mio conseguimos suficiente dinero para mantener a nuestra familia o eso es lo que dice él. En la cocina está mi madre es muy buena con nosotros porque nos cuida mucho y casi nunca se enfada es muy amable y solidaria porque si algún vecino le falta algo ella siempre se lo presta. En la furgoneta me espera mi padre, él es muy serio y perfeccionista porque lo quiere tener todo bajo control y bien hecho y siempre dejar al cliente contento. El taller está a media hora de nuestra casa y mientras yo aprovecho para cantar canciones y que se me haga el viaje más entretenido mi padre dice que canto muy mal y que le pone muy nervioso que cante porque le da vergüenza pararse en los semáforos y que la gente se ría de cómo actuó. Pero es lo que me gusta y lo que voy a seguir haciendo por mucho que se ría la gente. Llegamos al taller sobre las siete, mi padre prepara las máquinas del taller las engrasa y mira si todo funciona correctamente mientras yo me dedico a limpiar y ir a hacer algún recado. Abrimos a las ocho, viene nuestro primer cliente del día se veía un hombre muy bien vestido, arreglado y muy educado, venía con dos hombres con gafas de sol y con un traje muy elegante mi padre me llama y me pide que vaya a la ferretería de Adib a por una pieza que le hacía falta a mi padre. Adib era el dueño de la ferretería era muy simpático porque siempre que iba me contaba un chiste, y amable porque me daba un par de caramelos para mí y para mi hermana pero como a mi hermana no le gustan los caramelos siempre me los quedo yo y me como dos. Cuando vuelvo de la ferretería mi padre me pregunta por que tardo tanto y yo siempre le contesto que Adib tenía mucho lío y no me podía atender. Yo después me pongo a limpiar muy deprisa porque después me tengo que ir con mi padre a dejar los neumáticos que hemos cambiado para reciclarlos. Subimos al coche y hablo con mi padre un poco para hacer el viaje más ameno. -Papá ¿dónde está Mohamed porque desde hace mucho no sé nada de él? -Hace poco mandó una carta. -¿Y qué decía? -Nada, nos contaba que estaba bien y que el trabajo allí era muy duro porque no había muchos carteros y le tocaba repartir muchas cartas y tenía que hacer horas extras. -¿Y tú a eso le llamas estar bien?


-Dentro de lo que cabe está bastante bien porque si lo piensas hay gente peor que el. Me preocupa la indiferencia de mi padre ante la mala situación de mi hermano y me gustaría saber más pero me parece que por la cara de ignorante que hace no le interesa hablar mucho de este tema y yo decido pasar y mirar el paisaje que hay por la ventana. Llegamos y dejamos los neumáticos y volvemos hacia casa estaba muy cansado por la intensidad con la que trabajamos y me heche a dormir en el coche. Cuando me despierto ya estábamos en casa y decido comer un poco porque durante todo el día no había probado ni bocado. Llego a mi habitación y me encuentro de que Amanda no está y voy corriendo a la habitación de mis padres a ver si Amanda está durmiendo en la habitación de mis padres con mi madre, y mi padre como ve que están muy a gusto les deja dormir tranquilamente mientras que nosotros nos vamos a mi habitación. A descansar para afrontar el día siguiente con fuerza.


LA TRAGEDIA DE SIRIA 15 de marzo de 2011 hoy empieza el primer día de la terrible guerra en Siria. Hoy sin yo saber nada empiezo el día como todos me levanto y le doy un beso a mi hermana será el único que le daré en todo el dia porque no la veré más. Bajo a la cocina a desayunar mi madre me prepara varias piezas de fruta porque dice que tienen muchas vitaminas y a mi me hacen falta porque estoy creciendo. Desde la puerta me llama mi padre que me espera en la furgoneta para ir a trabajar al taller llegamos muy temprano porque hoy es viernes y la gente quiere preparar los coches para irse de viaje este fin de semana y que no tengan problemas. Abrimos y llega una gran oleada de clientes que quieren que mi padre les revise el coche, haber si lo tienen en buenas condiciones. Y hoy en vez de limpiar le ayudo a reparar coches junto mi primo Karim que viene de vez en cuando para echarnos una mano. El tiene 20 años y es muy trabajador como mi padre casi nunca para de hacer cosas es muy activo y sabe mucho sobre arreglar coches porque estudió varios años mientras que mi padre sabe arreglar coches porque trabajó con mi abuelo de muy pequeño y él dice que espera que llegue a ser como él trabajando en el taller pero a mí me gustaría ser médico o algo diferente a lo que han hecho mis antepasados. Pero ahora trabajo con mi padre en el taller y en eso es lo que estoy pensando ahora. En el taller ya no había mucha gente y nos manda a Karim y a mí a reciclar los neumáticos que ya no servían y de paso aprovecho para preguntarle a Karim cómo le va la vida. -Bueno Karim ¿como estás? Que con el lío que teníamos hoy en el taller no hemos hablado casi. -Estoy muy cansado porque en el taller de tu padre va mucha gente y se tiene que trabajar mucho. ¿Tienes que aguantar esto todos los días?. -Bueno si pero todos los días no es así porque no viene mucha gente. Pero como mañana es fin de semana pues la gente quiere tener el coche bien. -¿Dónde tenemos que dejar los neumáticos se va por aquí no? Es que hace bastante tiempo que no vengo. -Sí, sí es por aquí tranquilo. ¿Tú hablas con mi hermano?. -Hace ya dos meses que no hablo con él pero me dijo que no estaba muy bien porque lo habían despedido y ahora estaba trabajando de traficante porque no tenía dónde ir. Me quedé muy preocupado con las palabras de mi primo y con rabia porque mi padre me había mentido. Cuando regresamos al taller mi primo se fue y yo me quedé a solas con mi padre. -¿Papá porqué me has mentido sobre lo que dijiste sobre Moha? -Hijo que dices yo te conté toda la verdad.


-No, Karim me ha dicho que lo despidieron y se hizo traficante. Mi padre me miraba con cara de resignación. Hijo te mentido porque no quería que te llevaras una mala imagen sobre tu hermano y además tampoco quiero saber nada sobre ese cabrón que no quiso trabajar en el taller y nos dejó tirados. Solo le faltó terminar para oír un tremendo ruido que resonó en toda la ciudad. A los cinco minutos siguientes sonaban muchos y cada vez más cerca y la gente corría como si no hubiera otra opción mi padre y yo cerramos el taller y cogimos la furgoneta para volver a casa a ver si mamá y Amanda estaban bien. Cuando llegamos estaba todo derruido la casa estaba hecha trizas del dolor que sentíamos mi padre y yo nos echamos a llorar temiéndonos lo peor mi padre y yo empezamos a quitar escombros con las lágrimas en los ojos como si no hubiera un mañana para intentar sacar a Amanda y a mamá pero cada vez teníamos menos fuerza y decidimos salir de ahí por si acaso nos caía otra bomba. Mi padre y yo no sabíamos qué hacer no sabíamos si huir y dejar Siria atrás o exponernos a Europa. Mi padre decidió ir a la frontera fue un decisión muy rápida porque no sabíamos donde ir porque estábamos muy asustados por la reciente muerte de mamá y Aisha pero decidimos ir a la frontera y dejar atrás Siria para comenzar una vida nueva en Europa.


EXPONIÉNDONOS A EUROPA Nos quedaban 40 kilómetros para llegar a la frontera de Turquía y el coche se nos quedó sin gasolina y tuvimos que dejar el coche allí porque pasamos por diferentes gasolineras y no había nadie salió todo el mundo de Siria y de sus trabajos todo el mundo dejó su vida atrás para empezar una nueva. Mi padre y yo caminamos sin parar durante horas con el frío y la lluvia como peor enemigo golpeándonos fuertemente una y otra vez hasta que anocheció y amainó durante unas horas.Nos metimos en una casa casi derruida sin agua, bueno la que había llovido y sin luz pero por suerte mi padre cogió una linterna que tenía en el coche junto al botiquín por si sufríamos algún accidente o nos pasaba algo. Intenté tener un poco de conversación con mi padre porque desde que murió Amana y mamá no hemos cruzado palabra. -¿Hacia dónde iremos papa? -Primero iremos hacia Turquía y si pasamos la frontera continuaremos hasta llegar a Europa -¿Y en Europa como sobreviviremos?. No tenemos nada -Hijo, para qué quieres quedarte aquí para que te caiga otra bomba. -No pero a lo mejor ya no vuelven a atacar. -Hijo, no seas inocente, los terroristas no van a parar hasta que tiren toda Siria abajo. -Pero papá a lo mejor vienen a ayudarnos. -Será muy tarde cuando Europa quiera hacer algo por nosotros. Y no hay más que hablar mañana seguiremos hasta llegar a la frontera de Siria con Turquía. Yo no sabía qué más decir mi padre tenía razón era muy peligroso permanecer en Siria pero también era peligrosa Europa donde no teníamos nada y nos tratarían como a perros. Al día siguiente era muy temprano mi padre me llamó para que me vistiera enseguida y nos fuéramos lo antes posible. Para ver si nos dejaban pasar la frontera enseguida y poder llegar lo antes posible a Turquía y encaminarnos hacia Europa. Salimos de la casa y nos encaminamos hacia la frontera en el camino nos encontramos a una familia en la que eran seis hermanos en la que solo quedaban dos porque había caído una bomba en el parque donde estaban jugando. Sus padres estaban preocupados aterrados por si no les dejaban pasar la frontera y se tenían que quedar en Siria y darle una vida muy mala a sus hijos o esperar a que les caiga una bomba y que mueran entre terribles sufrimientos. El camino se hacía larguísimo parecían unas rectas inacabables que parecían no tener fin por la calor y el cansancio acumulado pero al fin llegamos había una cola interminable de más de cuatro mil personas por lo menos, que querían pasar a Turquía y después intentar


llegar a Europa. Mi padre preguntó qué sucedía qué porque no nos querían dejar pasar y un buen hombre con dos niños nos dijo que la policía estaba intentando que a lo mejor en dos o tres semanas nos dejarían pasar para enviarnos a ciertos países de Europa para vivir y alojarnos allí y hacer vida normal pero primeramente se tenían que reunir los “políticos” que eran los que más mandaban en los países europeos para poder quedarnos en Europa. Mi padre con cara de seriedad y preocupación me dijo que me tranquilizara que nos quedaríamos en el campamento al lado de la frontera hasta que nos dejaran pasar y hay bien emprender camino hacia Europa. Pasaron dos semanas de sufrimiento sin casi comida e incomunicados veíamos cómo la gente se moría de hambre mientras la policía y los europeos miraban a otro lado sin querer saber nada de nosotros. Mi padre hoy iba donde estaban los enfermos porque tenía unos fuertes dolores. Llegamos a esa especie de hospital que estaba abarrotado, la gente estaba en el suelo cubierta solamente por una toalla que apenas protegía, y conectada a aparatos que eran limitados y que solo los poseían los más terminales sobre los médicos no habían muchos y estaban super agobiados por la gente que había. Después de estar mucho rato esperando vino una enfermera y nos atendió mi padre le dijo los sintomas que tenía y la enfermera le tomó la temperatura, nos dijo que nos esperáramos al doctor. El doctor era un hombre mayor de unos cincuenta años que habló con la enfermera un rato antes de visitar a mi padre. El doctor cogió a mi padre y se lo llevó a un cuartito de donde estaba yo para hablar con él a solas o para hacerle más pruebas. La enfermera mientras se fue a seguir intentar salvar vidas. Cuando el doctor terminó de hablar con mi padre mi padre me llamó y me dijo: -Hijo, nos vamos de aquí, vamos al campamento cogemos lo que tenemos y nos vamos a Italia. -¿Pero qué ha pasado? ¿Por qué este cambio? -Hijo, me han detectado una enfermedad rara llamada Polio soy la segunda persona que la sufre y nos vamos a Italia a que intenten hallar la cura. -¿Pero qué te va a pasar? -Nada hijo, tranquilo todo saldrá bien. Yo estaba muy preocupado por si papá se moría y me quedaba solo pero yo intentaba ser fuerte y pensar que no iba a pasar nada y que iba a salir airoso y íbamos a comenzar una nueva vida en Siria.


EUROPA Salimos del hospital de refugiados y nos metimos en un helicóptero que nos llevaría hasta Roma para ingresar a papá en el hospital en Europa todo era más lujoso y más bonito que Siria. Había grandes edificios donde la pobreza era inexistente y la vida era mucho más fácil. Llegamos al hospital y me separé de mi padre lo metieron en una habitación superblindada donde los médicos entraban con trajes súper especiales que les permitían no contagiarse. Mientras yo llamé a mi hermano para poder alojarme con él en su casa porque me querían llevar a un centro de adopción pero mi hermano llegó y firmó para ser mi tutor legal por si le pasaba algo a mi padre. Pasaron dos meses y yo solo lo volví a ver a mi padre desde la cristalera, a la semana siguiente me enteré de que mi padre había muerto y que los médicos habían hecho todo lo posible para intentar salvarle la vida y averiguar la cura contra la enfermedad. Mi hermano dejó de ser traficante de drogas y abrió un quiosco el único de toda Roma que pertenecía a sirios. Yo empecé a trabajar en el quiosco para intentar sacar algo de dinero y empezar a estudiar para ser médico conocí a una chica turca. Eylem era muy guapa y lista la conocí cuando estábamos estudiando porque íbamos a la misma clase. Su padre era sirio dice que era muy importante y siempre iba muy bien vestido y con dos guardaespaldas me recordó al hombre que vino hace tiempo al taller pero me parecía imposible. Tuvimos dos años de relación hasta que nos decidimos casar y tuvimos dos hijos Murat y Aisha como mi hermana porque me recordaba mucho a ella y porque era alegre y muy simpática porque siempre estaba feliz excepto cuando su hermano la cabreaba. Yo acabé de estudiar y dejé el quiosco y me dediqué a ser auxiliar de enfermería en el hospital donde se alojó mi padre los últimos meses de su dura vida. A veces en estos ultimos meses me daba por pensar por las familias que se quedaron en Siria sin pasar la frontera por lo mucho que sufrían sin que nadie haga nada por ellos, por los niños que morirán de hambre y de frío y por la gente que se quedó en Siria bajo los escombros de sus casas producido por las bombas como Aisha o mamá o los miles de cientos de personas. Que la gente por un poco de poder y riqueza puede matar y hacer sufrir al mundo entero aunque ellos sean ricos y tengan mucho poder y que el mundo es muy egoísta que Europa no quiere que venga nadie a sus países por si les quitan algo, pero en realidad solo son personas que quieren tener una vida normal y corriente como todos, con su trabajo sus sueños y ilusiones. Óscar Bou Florin Mihai Mayo 2016


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