Revista Saluda no.20

Año 3 – Número 20 – Distribución gratuita – Medellín, diciembre de 2008 http://saluda.udea.edu.co

La edición número 20 de SALUDA llega en la mejor época del año: la Navidad. Por ello, nada mejor que diciembre para recordarles que el Programa de Salud de la Universidad de Antioquia seguirá acompañándolos en 2009 con un periódico y un portal acostumbrados a llevarles buenas noticias y a promover hábitos de vida saludables. A disfrutar pues de este tiempo de reencuentro en familia.

En http://saluda.udea.edu.co usted podrá encontrar quincenalmente información útil para su salud y la de los suyos.

Consulte dudas, envíenos sugerencias e infórmese de nuestras novedades.

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Periódico del Programa de Salud de la Universidad de Antioquia Edición: 20 Octubre - noviembre de 2008

Rector

Alberto Uribe Correa

Vicerrector administrativo Álvaro Pérez Roldán

Jefa del Departamento de Seguridad Social Marta Taborda Hernández

Coordinador del Programa de Salud Luis Bayron Gil Londoño

Coordinadora del Programa de Prevención de Riesgos Ocupacionales

Margarita Rosa Castro González

Comité Editorial

Marta Taborda Hernández Luis Bayron Gil Londoño Margarita Rosa Castro González Luis Fernando Osorio Sandra Milena Jiménez Vargas

Producción

Facultad de Comunicaciones Universidad de Antioquia

Decano

Edison Darío Neira Palacio

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a Navidad nos toca otra vez a la puerta…

Después de once meses de tantos esfuerzos, retos y motivaciones, la época de las luces y de los regalos llega para traernos ese merecido descanso que se necesita para tomar aire y embarcarnos en un nuevo año en el que los buenos proyectos familiares, académicos y laborales deben marcarnos la ruta de la felicidad. ¿Qué tal un paseo por el país? ¿Qué tal reunirse con las viejas amistades y disfrutar de una velada para recordar momentos inolvidables de la vida? O mejor aún, ¿qué tal planear un reencuentro familiar en el que varias generaciones se vuelvan a ver después de tantos años de ausencia? Este es un tiempo para mirarse a los ojos y darse un fuerte abrazo de reconciliación, época de compartir una tarde con aquellas personas con las que hace tiempo no cruzamos palabra debido al ritmo avasallador del mundo de hoy.

La cena de Navidad está servida para que padres y hermanos se encuentren en la mesa, el saludo de año nuevo anuncia los próximos 365 días de vida y 2009 se presenta como una gran oportunidad para plantearse metas y cumplirlas. Por todo lo anterior, SALUDA se une a esta celebración y llega una vez más con noticias positivas para que la familia se reúna en torno a estas doce páginas de buenas historias. ¡Feliz Navidad familia! es el deseo de tu Programa de Salud.

Coordinación General

Sandra Milena Jiménez Vargas

Editor

Juan Carlos Luján Sáenz

Periodistas

Mariluz Palacio Úsuga Margarita Isaza V. Liliana Salazar Barrientos Juan Miguel Villegas J.

Ilustraciones

Johnny Alexander Sánchez Prisco

Diseño Isabel Cristina Toro Quintero Coordinación fotográfica y del Portal Web Carolina Londoño M.

Impresión La Patria

Programa de Salud

Ciudad Universitaria Bloque 22 Oficina 340 Teléfonos Programa de Salud (afiliaciones) 219 8410 Plan complementario 219 8414

Las opiniones de los autores no comprometen a la U. de A. saluda@comunicaciones.udea.edu.co Circulamos con 5.000 ejemplares Distribución gratuita http://saluda.udea.edu.co

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os afiliados al Programa de Salud que requieran atención de urgencia entre el 13 de diciembre de 2008 y el 15 de enero de 2009 deberán dirigirse a la Clínica León XIII (Unidad de Urgencias), con el carné que los acredita como usuarios. La atención prioritara se prestará en la sede ambulatoria de la IPS Universitaria (ubicada cerca del Hospital Universitario San Vicente de Paúl) a excepción de los días 25, 26 y 27 de diciembre, así como el 1°, 2 y 3 de enero. Durante estos días los usuarios podrán acceder al servicio en la Clínica León XIII o comunicarse al teléfono 516-7300, extensión 3578.

Consulte también la red de servicios en http://saluda.udea.edu.co, en el link de información institucional.

Llegamos a 20 y vamos de largo

La mejor época del año nos representa una alegría más: llegar a 20 ediciones de SALUDA. Desde que iniciamos este camino, en junio de 2006, ustedes han sido parte vital de cada tema pensado y trabajado para bienestar de toda la familia. Muchas son las buenas noticias e historias trasmitidas, en las cuales la salud y la vida, las dos palabras que más tienen eco en estas páginas, se han ganado un espacio en sus corazones.

Por ello, el Programa de Salud de la Universidad de Antioquia se la sigue jugando por llevarles información fresca y sana, útil para cada integrante de la familia, propia para una época donde las presiones llegan de todos los lados.

Y claro, SALUDA sigue siendo respiro, aire para los pulmones y sangre para sus venas, tinta que escribe historias llenas de alegría y que trascienden para beneficio de nuestras familias.

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rimero, lleva al hombro el maletín en donde guarda dos pantalonetas, una camiseta y unos tenis para su vida terrestre, y también la careta y las aletas que lo convierten en un ser anfibio que en el agua se siente feliz y libre de cualquier vejez.

Después, entra al baño de Deportes y se cambia de ropa. Aparece el deportista, ese que camina una hora por la circunvalar del campus universitario y que después se relaja un momento para entrar a la piscina a nadar y a bucear.

Ahí está él: con las canas de sus 64 años recién cumplidos y con el corazón a toda marcha, sin importar que hace seis años sufrió un infarto y tuvo que someterse a cinco cirugías de bypass

coronario. Hoy es un hombre animado por la aventura y la actividad física, por el contacto permanente con los jóvenes que también hacen deporte a esa misma hora y con los viejos amigos que fueron sus compañeros de trabajo cuando era profesor de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas.

Antonio se jubiló hace ya seis años, pero la Universidad de Antioquia sigue siendo su casa, pues, aunque vive en Santa Elena, todos los días se descuelga de la montaña para conversar en las cafeterías, recorrer los pasillos, descubrir la oferta de cine en las facultades o, tal vez, ver alguna obra de teatro. Él lo dice clarito: “No es que yo sea dependiente de la universidad y sus espacios, sino que aquí tengo muchos amigos y muchas cosas por hacer. Aquí me lleno de juventud”.

Y sí, tiene tanto por hacer que algunas de sus horas las pasa en la oficina del Club Orcas U. de A., donde Antonio es, desde hace treinta años, el buceador mayor y uno de los fundadores del grupo. Allí, con la ayuda de Amparito, la secretaria, está pendiente de organizar las salidas y excursiones de inmersión, que lo pueden llevar a la isla de Malpelo, donde estuvo hace menos

de un mes, o a Bahía Solano, donde tiene una cabaña.

Para Antonio, que es trabajador social especializado en sociología de la medicina, el deporte es una manera de llenar de alegría el espíritu. “Tengo hábitos saludables, pero normales; no soy un obsesivo con el ejercicio ni tampoco con negarme placeres como comer bien y tomarme de vez en cuando algunos traguitos”, dice sonriendo.

Lo que sí sigue al pie de la letra son los consejos del cardiólogo y el ritmo de su corazón: camina en vez de trotar y hace inmersiones en el agua menos duraderas que las de hace algunos años.

Pero eso no es ningún problema, pues en el club sus alumnos y compañeros se asombran de verlo nadar como ningún otro y de seguir la disciplina de ejercicio que se impuso, por puro gusto, hace más de treinta años.

Ya viene la época de vacaciones y Antonio ya no estará dando vueltas por la circunvalar ni sumergido con su careta en el pozo de clavados. La Universidad estará cerrada por esos días, cosa que tiene pensando a más de un deportista. Antonio ya lo tiene resuelto: “A mí me gusta el campo en las vacaciones o ir a Bahía Solano, si consigo el pasaje, entonces el ejercicio que haré será otro distinto al que hago todos los días… caminaré con mis perros, montaré a caballo o nadaré en el mar… en todo caso, no me quedaré quieto”.

5 talladas en piedra por manos indígenas.

Esculturas, altares ceremoniales, tumbas y montículos son un tributo de este pueblo a su relación con el cosmos, la naturaleza, la vida y la muerte. Es un excelente destino para quienes buscan el pasado y la cultura. a Las Nubes; Pueblo Rico y Tarso a Capota y Trocha. En el Oriente está Río Claro; en Belmira el páramo y en Donmatías un bosque de pino.

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El Socorro (Santander)

Nuquí y Triganá (Chocó) Cuarenta kilómetros de playas esperan a los amantes de la naturaleza. Nuquí es un tejido de espesa selva, arena morena, arrecifes coralinos y mar. Ballenas jorobadas, delfines, tortugas, aves exóticas y miles de especies dan a esa mixtura una gran variedad de colores. Mientras que el mar de Triganá está que ni mandado a hacer para la práctica de snorker y buceo.

elvas, montañas, bosques, desiertos, nevados, islas y el mar son destinos que te están esperando… Si sos aventurero y mochilero o si te gusta la comodidad, si disfrutás de paisajes de postal y de viajes por leyendas indígenas y de Colonia, este artículo seguro es para vos. Si nos aventuramos encontramos mil Tunja, Villa de Leyva y Paipa (Boyacá) cosas para todo gusto y bolsillo…

Ciudades donde no solo se descubre el pasado en sus fachadas… Tunja se caracteriza por su Mompox (Bolívar) activa vida cultural, Villa de Leyva es Monumento A orillas del río Magdalena se detuvieron los Nacional que aún conserva rastros coloniales y relojes. Mompox fue declarado Patrimonio en Paipa hay deliciosas aguas termales.

Histórico y Arquitectónico de la Humanidad por conservar las huellas del siglo XVI. Sus calles Barichara, El Socorro y Pamplona empedradas, faroles y blancas casas coloniales (Santander y Norte de Santander) llenan de romance a este poblado. Si vas, no Cuentan la historia de nuestro país. Barichara es dejés de comer dulce de limón. llamado “El pueblito más lindo de Colombia” y fue declarada Monumento Nacional, El Socorro es la De reserva en reserva (Antioquia) cuna de la Revolución de los Comuneros y en Antioquia está hecha para caminar y acampar. Pamplona nacieron numerosas universidades.

Santa Elena tiene a Piedras Blancas y Arví; Jericó

Fotos: Andrés Ángel. Revista El Caminero

San Agustín (Huila) Un parque que guarda 130 piezas arqueológicas

Desierto de la Tatacoa (Huila) Desierto de la Tatacoa (Huila)

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Todos los años es así, y de eso se encarga Paula, una de las hijas de doña Ángela y gran líder de este convite, que aún con nueve meses de embarazo, se mueve de un lado para otro conectando instalaciones o dando indicaciones sobre los adornos de la fachada a sus sobrinos o hermanos. “A mí la Navidad me fascina, me parece espectacular”, dice, desenredando una tira de luces. Y eso lo confirma doña Diana, una vecina que pasó a tomar nota para decorar su casa: “ellos siempre han sido los primeros que entucan a montar la Navidad, y de ahí todos nos vamos animando”.

Por dentro, la casa no cambia mucho.

Y aunque el enorme árbol encendido n esta cuadra del barrio 12 colgando guirnaldas rojas y verdes se roba la primera mirada, hay detalles de Octubre hay una casa que sobre la puerta al son de la música por todos lados: muñecos de nieve y siempre se prende primero. parrandera. Así llega la alegría al Papás Noel sobre las mesas de la sala, Diciembre no ha terminado de vecindario, como una chispa que asomar en el calendario, cuando la va encendiendo la calle de punta a familia de doña Ángela Toro ya está punta. instalando luces en las ventanas o

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En torno a doña Ángela Toro (en el centro) gira la vida de esta gran familia. Las luces de la Navidad adornan su vivienda y llenan de alegría el barrio 12 de Octubre.

letreros luminosos en los arcos del techo, además de manteles, cintas, tapetes y un pesebre con todas las de la ley. Y así, en medio de ese ambiente reluciente y colorido por el que se pasean buena parte de sus 5 hijos, 18 nietos y 14 biznietos, doña Ángela cuenta la historia del romance de su familia con la Navidad.

Separada de su esposo hace más de 30 años, las primeras Navidades de doña Ángela como cabeza de familia eran una mezcla de escasez e ingenio. Y si ya desde niña gozaba decorando con sus hermanas los pinos que conseguían en los bosques de Aranjuez, cuando estuvo al mando de su propia familia se encargó de que ese sentimiento siguiera vivo. Y

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aunque la economía familiar obligara a convertir algunos sánduches en la cena navideña, no faltaban lentejas en grano para atraer la buena fortuna al año siguiente. O si no había con qué comprar un árbol, se lo inventaban envolviendo un buen chamizo en algodón y papelitos de colores.

La vida siguió su marcha, y doña Ángela, que nunca paró de trabajar, hoy apenas se acostumbra a estar lejos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Antioquia, donde durante 20 años realizó con esmero labores de aseo y mantenimiento. Y si hace unos años la novedad eran los

nietos, hoy son los biznietos.

Y sigue intacta esa alegría de ponerle brillo al hogar entre todos; esa sensación de que a pesar de los problemas sigue habiendo razones para celebrar. Por eso hacen natilla y buñuelos al frente de la casa. Por eso prenden velitas al ritmo de una buena frijolada; arman parranda larga el 24, el 31 y el 7 de enero; y por eso en la cena navideña, que hoy es más generosa, no faltan las uvas, la champaña, y algunas lentejas en los bolsillos para la buena fortuna. Esa enorme fortuna de seguir juntos como una gran familia.

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Los integrantes de los comités de emergencia se reúnen de manera periódica para realizar los Talleres de Salud Ocupacional.

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omo una medida preventiva, ante un caso de conato de incendio, con la que se busca cuidar la vida tanto de los empleados como de los estudiantes de la Universidad y en general de toda la comunidad universitaria, se han instalado, en los diferentes bloques, una serie de gabinetes con extintor, llave y manguera. Sin embargo, muchos de estos extintores han sido robados y los que todavía están instalados no se les da el mejor uso, lo que hace que la función por la que fueron puestos allí quede a medias.

Según Ana Lucía Arango, tecnóloga en Seguridad e Higiene Ocupacional de la Universidad, los bloques del 1 al 7 de la Ciudad Universitaria se quedaron sin extintores en los gabinetes, algo que preocupa porque esta zona es de laboratorios y necesita tener mayores medidas de seguridad, y los que quedan en otros bloques toca quitarlos para que no se los lleven.

El mal uso de los extintores también genera pérdidas económicas: les meten chicles y palillos, les quitan las etiquetas y los pin de seguridad, los utilizan para dar inducciones haciendo que pierdan el nitrógeno (dejándolos inutilizables) y obligando a que sean cargados de nuevo. En lo que va corrido del año el costo por recarga y reposición de extintores mal usados sobrepasa los tres millones de pesos.

Ana Lucía recuerda que cada mes es necesaria una inspección, que se debe informar si los extintores fueron usados para que sean recargados, que no se deben instalar de nuevo equipos dañados, que las dependencias deben informar cuando compren extintores para que entren dentro de los mantenimientos que se hacen y que las dependencias pueden solicitar en el Programa de Prevención de Riesgos Ocupacionales capacitaciones en el tema.

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Cada espacio del Museo Universitario estรก pensado para la comodidad de los visitantes.

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En la Seccional Oriente de la Universidad de Antioquia la salud ocupacional se vive por cada persona que recorre las instalaciones.

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