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Inventando a Anna

Atrapante y adictiva hasta el final

La serie de Netflix es producida y escrita por Shonda Rhimes, ¡la misma detrás de Bridgerton! Y es innegable que se siente su sello personal, ese que atrapa en la historia desde el vamos. ¿Ya la viste?

Basada en la historia del juicio de Anna Sorokin, un caso mediático y viralizado en las redes sociales de Estados Unidos, ya que se trataba de una mujer joven que aparentemente había engañado a la élite neoyorquina, incluyendo a los bancos.

Inventando a Anna es una miniserie de 8 episodios en los cuales va alternando dos líneas temporales: la primera, la de la periodista Vivian Kent (Anna Chlumsky) que descubre el juicio de Anna (Julia Gardner) y presiente que hay algo mucho más grande detrás; la segunda, el relato en sí de Anna y cómo fue abriéndose camino en la clase alta de Nueva York.

Anna era considerada una heredera alemana que estaría pronta a cobrar su fideicomiso, pero que mientras ese momento llegaba, su padre le había cortado los fondos. No era una historia para nada alejada de la realidad de la gente millonaria, así que era viable.

Mas lo que realmente le dio acceso a toda la gente de la alta sociedad neoyorquina fue la atención a los detalles cotidianos en la vida de Anna. Sabía cómo moverse, comer, comprar y vivir. Sabía perfectamente el lifestyle de la clase alta, por lo cual a nadie se le hubiera imaginado dudar de si ella pertenecía o no a ese lugar.

Ya en el primer episodio, nos lo va describiendo. Anna sabía a cuáles restaurantes ir, qué comida pedir, cómo armar sus outfits, cómo comportarse, tenía cultura general. Todo ese conocimiento en ella era real. Era parte de ese mundo desde mucho antes de llegar a Nueva York.

La serie juega con esa dualidad, cumple muy bien en mantener el misterio de ¿es Anna real o no? Nos va dando pistas en cada episodio para que comprendamos cómo fue posible que la policía la atrapase y la acusaran de cometer fraude, porque eso es lo que queremos saber desde la primera vez que la vemos en prisión: quién fue el acusador.

Inventando a Anna es de esas series que no se pueden soltar, que no se pueden dejar de ver porque te despierta la necesidad de saber el desenlace. Una como hace tiempo faltaba. Netflix aprovechó también su momentum para comunicar de manera oficial que la próxima miniserie de Shonda Rhimes será un thriller de misterio en la Casa Blanca. ¿No les recuerda a How To Get Away With Murder? Ya la estamos esperando.