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Claro. Suena raro, pero…
from Soy Golfista No. 132
by Soy Golfista
Se requieren ciertas condiciones especiales para ejecutar este golpe, pero las ventajas pueden ser fabulosas en la medida en que se cumpla su propósito y ruta escogida. Primero que todo: Confianza.
Si en un par 4 su salida fue buena, aterrizó en fairway y con vista, considérelo. La opción de la madera mayor es muy interesante porque, básicamente, en caso de un buen golpe, le permite entrar a green de dos, asegurando el par y dándose la oportunidad de birdie, en la medida en que su cálculo de distancia y alcance se cumpla en un 90%.
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La dificultad mayor para lograr este objetivo con los hierros de alta, como los 2,3 y 4, es el alcance mismo. Con nuestro nivel, es muy complicado conseguir dirección y potencia suficiente para lograrlo, si este es su caso, si se le dificulta impulsar la bola con hierro y además aplicarle buena dirección ensaye esta variable que le proponemos:
Asegúrese de posicionarse bien . Un stand firme, sólido.
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Diseñe mentalmente la ruta ideal. Mire el objetivo mínimo 4 veces. El 90 % de la bola debe estar visible y si es solo el 5% que está hundida, pues mucho mejor.
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El stand es definitivo. Ábralo como en el tee de salida. Flexione sus rodillas de manera leve y prepárese. Ojo: Si es diestro, ubique la bola a unos 3 centímetros a la derecha de su pierna izquierda. Si no lo es, al revés.
Mentalmente abandone la tensión, nada logrará con los brazos ateridos. Libérelos. Relájelos. Ejecute un back suave, profundo, haga la mini pausa puro arriba, aproveche ese instante para re-mirar la bola y acelere en la bajada.
Quietas las rodillas, la falta de tee le exige una quietud fuerte de las piernas, no hay espacio para golpear la tierra. Por último, cierre levemente la cara, va a necesitar un vuelo bajo.
Notará un golpe regio, perfecto, acompañado con un sonido dulce, armónico y observará el inicio de un vuelo hermoso, bajo, en ruta leve de izquierda a derecha ubicándose en dirección al green. Si lo alcanza, aleluya, ¡Voilá¡