¿Nico en Coche?

El que luchó duro el viernes fue Rham, el español que ganó el Master y logró dominarlo. Se esforzó, él sí, el viernes, y pasó el corte, aunque sábado bajo el agua y el domingo no le alcanzaron y quedó, con un +7, muy lejos de los ganadores.

Un sábado incómodo con una lluvia leve pero constante, hicieron que los líderes se esforzaran para no perder contra el campo. Koepka, Scheffer y Hovlan lo lograron, no así Rory ni Bryson de Chambeau (¡que flaco que está¡) que nunca aceleraron suficiente.

Mucho menos Nico Echavarría, el Colombiano que jugaba por primera vez un Major y sabía que la batalla sería exigente.

No jugó mal, pero tampoco bien. Lejos del nivel que este tipo de certámenes amerita. 8 muchos bogeys y un solo poco birdie en las jornadas sumadas del jueves y del viernes lo ubicaron con un +9 total sin ninguna posibilidad de superar el corte.

Eso sí, el birdie en el hoyo 15 el jueves, fue de película. Un par 3 corto de 163 yardas libre, sin obstáculos graves, solo 3 bunkers defensores ubicados dos al frente del green y uno de costado. Su salida desde el tee, como un lápiz, aterrizó en el green y rodó a dos yardas del hoyo. Un super putt y adentro, el único birdie de las dos jornadas.

Pero 8 bogeys en 36 hoyos son difíciles de remontar y de explicar. Sinceramente esperábamos más. Malas salidas, malos movimientos y algo falto de concentración. Que lejos del nivel de Puerto Rico.

Ojalá que, debido a su tarjeta para todo el año, no se sienta Nicolás en coche y juegue estos torneos sin la concentración debida y adecuada.

Divino el hoyo en uno de Michel Block en el 15. De otra dimensión. Profesor de este club “niuyorquino” de 46 años, invitado especial, no se lo podía creer, ni mucho menos su caddie. Un arco perfecto que se metió de una sin pisar el green.

Toda la caminata se fue preguntándole al público, se metió? Entró? Era que nadie creía, un hoyo en uno de aire! Sin rebote, sin carreteo, rompió literalmente el hoyo que, con el impacto, derribó uno de sus muros laterales. Bello. Hermoso. Golf en todo su esplendor y belleza.

Mientras tanto Brooks Koepka si aguantó. Se estaba jugando su tercer Major en esta misma cancha y no defraudó. Los dos golpes con los que enfrentó la salida del domingo fueron suficientes para mantenerse, “frentiar” y afianzarse hasta finalizar la jornada. Había perdido el Master contra Rham pero esta vez se coronó campeón de este último Major del año en Oak Hill, que otorga muchos puntos y dólares (3.150.000 al campeón).

Solo Hovland lo amenazó, con su espectacular swing caracterizado por una aceleración impresionante en el momento del golpe, incluso lo alcanzó a empatar en el 13 por escasos segundos ya que Broock embocó y mantuvo la diferencia de 1 golpe. Nunca se le adelantó.

¿Y Echavarría?