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Y sigue lloviendo

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Hola Chat GPT

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Decíamos en el número anterior que una de las ventajas de la lluvia durante el match es que cuando se dice llover se dice llover para todos. De manera que sicológicamente hay que entender esa ventaja como algo que nos va a defender en el score final.

Se trata entonces de cometer el menor número de errores y para ello es muy necesario, casi obligatorio, concentrarse en ello y estudiar con mucha calma los golpes en medio de la lluvia fuerte o leve.

Nos ocuparemos hoy de las herramientas con las que disponemos para defendernos del agua dentro del campo. Lo primero, por supuesto, un buen paraguas. Es muy necesario armar la talega con un paraguas para golf. No hay caso de armarla con uno de los normales de usar en el carro o para salir de casa. No. Es necesario un alero grande capaz de alojar dos personas si es el caso y tener un eje o palo central donde puedan ser colgados objetos claves como la toalla o los guantes.

Hay que llevar muchos guantes. Por eso es importante guardar los viejos y no botarlos aunque estén ya sucios y hayan perdido su brillo de nuevos. La magia de ellos dentro de un aguacero es que por mas arrugados y feos que estén, se encuentran secos y eso, mis amigos es lo mejor que pueda uno tener de herramienta.

La toalla es vital. No todas secan lo mismo y eso lo sabemos bien con las toallas de la casa. Hay unas que están hechas con una tela que ni idea de donde proviene pero, por mas lindas que sean y tengan los estampados mas hermosos, la verdad es que no secan nada y la sensación de seguir mojados es horrenda. Hay que percatarse de tener una, de tamaño mediano en vista de que amenaza lluvia para el juego. La talega siempre tiene un anillo dentro del cual se puede colgar la toalla para poder hacer uso de ella en todos los casos de emergencia. No solo por el sudor de la cara o los brazos sino para la limpieza de los palos lo que muchas veces significa que sería mejor tener dos para casa caso.

La gorra es clave. Usted lo sabe. Aunque volvemos a repetir el dicho famoso de que “Lo único más feo que una cachucha es el peinado después de la cachucha” lo cierto es que ella y su víscera, evitan que las gotas peguen de frente a sus ojos y se pueda mantener control para el momento del golpe. Casi imposible jugar sin ella con lluvia.

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