Quienes somos V. Cervilla
Dirección, edición, corrección de textos y diseño
Javier Cervilla
Sara Esturillo
Maquetación y diseño
Reseñas, corrección de textos y divulgación
Emilio Prieto
Maribel Marín
Taller del Escribidor
Presentadora del programa de radio “Despierta Sherezade”
Joseba Iturrate
Camino Fuertes
Conociendo al Autor
Escuela de Calíope
Únete a la comunidad Tártarus, entra en
PATREON https://www.patreon.com/revistatartarus RevistaTártarus @revistatartarus WEB: https://revistatartarus.wordpress.com ISSN-2444-9652 LUGAR DE EDICIÓN: Linares, Jaén (España) CONTACTO: revistatartarus@gmail.com
VIVIENDO LA FANTASíA. Relatos Una historia de esperanza: sangre y cirtuitos, Miguel Borgas El banquete, Pedro de Andrés
A TRAVÉS DE LA PANTALLA. Cine Guillermo del Toro. El rey de los monstruos
Crónicas del personaje. Fanfiction La rueda de la fortuna, Paula de Vera
Conoce al autor. Entrevista Concepción Perea. David Roas. Sofía Rhei
La escuela de Calíope. Divulgación El antihéroe
taller del escribidor. Ortografía El editor, ¿un antihéroe para el escritor?
mirando más allá Ilustración Mariola Beneyto. Álvaro Barros
nAVEGANDO ENTRE LIBROS. Reseñas Invasión, de David Roas.
tras los muros. Concurso Ganador del concurso anterior A las fauces de la muerte, de Sheila Moreno Griñón
páginas amigas. Colaboración Los artículos y anuncios publicitarios, así como las opiniones de los entrevistados y columnistas, no reflejan necesariamente la opinión del editor. Se prohíbe la reproducción parcial o total del contenido de esta revista sin previa autorización por escrito del editor. Todas las imágenes e ilustraciones así como los textos son publicados con permiso de su autor. La información es correcta en el momento de la publicación.
4
Actualidad Literaria
¿QUÉ SE CUECE EN EL MUNDILLO? Hemos estado en la Feria del Libro de Madrid 2018 y… ¡hemos pasado frío! Este año hemos vivido una feria en la que la noticia no era el número de visitantes, sino si el sol se dignaría a salir o no. Sí, nos hemos presentado en la feria y nos hemos encontrado con que, por primera vez en mucho tiempo, los editores y libreros no se habían llevado los ventiladores, sino las mantas de lana. Pero ante todo, esta 77ª edición de la Feria del Libro de Madrid ha sido la de Rumanía como país invitado, la de la reivindicación feminista, la de la preocupación medioambiental y la del secuestro de Fariña. Para dato importante, el siguiente: el 27’8% de los visitantes de la feria fueron jóvenes menores de 25 años. ¿Quién dijo que en España no se lee? Probablemente el mismo que decidió que la fantasía y la ciencia-ficción no pueden ser literatura de calidad. Si este año os la habéis perdido, aseguraos de no faltar en la 78ª edición.
Antihéroes en la Feria Cosas que vienen del Libro Una de las oportunidades que nos brindó la feria fue la de conocer a Iria G. Parente y Selene M. Pascual, autoras de numerosos libros de fantasía juvenil. Tal vez ya conozcáis títulos como Rojo y Oro o Títeres de la magia. Su última novela, publicada por Nocturna Ediciones hace apenas un par de meses, ha sido Antihéroes. No podía casar mejor con nuestro número, ¡así que teníamos que hacerles un hueco sí o sí! Si no la conocéis aún, esta novela ambientada en el Madrid más inmediato, está protagonizada por un grupo de jóvenes cuyos poderes especiales les convierten en el objetivo de una organización, CIRCE, empeñada en reconducir a su antojo a estos chicos tan «particulares». En definitiva, una recomendación esencial si, tras este número de Tártarus, os quedáis con ganas de más antihéroes.
No tengo que deciros que la ciencia-ficción distópica está de moda, ¿no? Pues si a alguien le quedaban dudas acerca de qué podría venir después de franquicias como Los juegos del hambre, Divergente o El corredor del laberinto, por poner algunas de las más taquilleras, el año que viene se inaugura una nueva saga que trasciende la página de papel para dar el salto a la gran pantalla. Esta vez se trata de una trilogía firmada por Patrick Ness, de quién ya vimos adaptada su novela Un monstruo viene a verme. La obra en cuestión, la trilogía Chaos Walking (en español traducida como «Reina el caos»), plantea un futuro distópico en el que la humanidad ha colonizado otro planeta (New World) pero ha sido diezmada por una enfermedad, «the Noise» (el Ruido), que ha acabado con la vida de todas las mujeres y ha provocado que los pensamientos de todos los hombres puedan oírse. ¿No está mal como planteamiento, no? Evidentemente esto es solo el punto de partida para una saga de tres volúmenes que se inaugura con The knife of never letting go (El cuchillo en la mano, ed. Nube de tinta, 2018), y que en marzo del año que viene tendremos en la pantalla grande, protagonizada por Tom Holland y Daisy Ridley (ahí es nada). Queda -muyrecomendada.
5
Relatos
UNA HISTORIA DE ESPERANZA: SANGRE Y CIRCUITOS
E
sta sociedad no se merece héroes de ninguna clase. Salgo de las sombras caminando despacio. Las botas chocan con violencia sobre el suelo mojado, me dirijo a ninguna parte, como siempre. Un llanto me hace adentrarme en un callejón, una figura lastimera yace en el suelo, sentado y apoyado en la pared. Es un joven modificado, su aspecto carece de toda importancia para mí en realidad. Me paro frente a él, y levanta la cabeza, tras las gafas sin cristal las lágrimas resbalan sin descanso. —¡Ya no tengo nada más! —me dice de forma directa entre quejidos. —El otro tipo se lo ha llevado todo. —¿Qué tipo? —Mi pregunta deja ver de forma clara mis intenciones. —Una especie de cyber-yonki de mierda con una cuchilla muy grande. Me ha dejado sin nada, se ha llevado mi dispositivo «soul», ahorrando todo este tiempo para actualizarlo al firmware 6.0 para nada… —¿Por dónde se fue? —No me importan sus problemas. —Se fue corriendo e insultándome hacia el fondo de este callejón, supongo que saldrá a algún barrio de mierda. —Sí, mi barrio. —… —el joven baja la cabeza y me sigue hablando mirando al suelo. —Lleva en el brazo cuatro puertos «usb», de conectividad roja. Alta calidad. —Vale, espera aquí. Camino sin mirar atrás, sé quién es ese mierda, un habitual, un ratero de poca mon-
6
Viviendo la fantasía
ta, hijo de un camello más importante y sé que lo que voy a hacer me traerá problemas, pero alguien tiene que hacerlo. Ese bastardo es temido y aplaudido a partes iguales, en este país la gentuza como él es admirado, puede que hasta le hagan una película engrandeciendo su negocio de muerte y destrucción. Pero el golpe de su hijo puede que le haga daño, no le va a hacer cambiar de vida, ni le hará encontrar a Dios, pero le causará dolor y eso es lo que necesito, para empezar… Veo a la basura pseudo humana, está sentado en un banco enganchando el nuevo dispositivo a su cuerpo, le observo desde la oscuridad e ir vestido de negro me ayuda a pasar desapercibido. Retira el cable que va hasta detrás de su cabeza y saca otro aparato del bolsillo central de su sudadera, ahora pasará los datos para hacer que legalmente sean suyos, cuentas bancarias, información personal, todo. Avanzo hacia él, me mira de reojo, le da igual mi presencia, me acerco lo suficiente como para incomodarle, levanta sus ojitos de la pantalla y se me queda mirando con una mueca ensayada de malote. —¿Qué hostias quieres? —Me pregunta el imbécil. —¿Cuál de esos «soul» es el tuyo? —¿A ti que cojones te importa maricona? —Entonces me llevaré los dos. Se levanta como un resorte y me empuja hacia atrás, mantengo el equilibrio, pero retrocedo, guarda los aparatos y convierte su brazo derecho en una cuchilla, los mecanismos son rápidos y no emiten ruido Dirige la punta a mi estómago, solo amenaza, creo que no sabe hacer otra cosa. —¡Mira maricona, como te acerques te rajo, ¿pero tú de qué cojones vas?! Crees que vas a robarme a mí, me cago en mi puta calavera, no tienes cojones. Vete a tomar por culo antes de que hagamos llorar a tu puta madre. Las palabrotas denotan inseguridad y que solo se ha enfrentado a chavales y humanoides sin capacidad de responder a este tipo de agresiones. Doy dos pasos hacia él, retrocede y vuelve a decir palabrotas y expresiones sacadas de películas de cine «kinki». Sigo avanzando hasta que se sienta en el banco sin esperárselo y aprovecho esa sorpresa para darle una patada usando los engranajes de los implantes de mis piernas, la punta de acero de la bota ayuda a partir la hoja de acero con facilidad. Golpeo su cara con mi puño derecho, que es integro mecánico y ayuda a que de la mandíbula varios dientes salgan volando. La sangre marca un arco precioso para que la violencia arranque. Golpeo sin pudor su cabeza con mis puños, cada golpe genera un sonido óseo hueco y sonoro, la sangre salpica en mil direcciones, cayendo tanto en el suelo como en nuestra ropa, crea imágenes abstractas llenas de belleza, como si fueran mándalas de muerte y odio. La cara de este «infraser» cibernético empieza a deformarse, noto punzadas en mi nudillo izquierdo, no sé cuántos golpes le he dado y ni cuento tiempo llevo aquí. Los gritos de dolor son ahogados por mis fuertes jadeos de agotamiento. Me detengo un segundo para ver mi obra, mi llamada a la guerra, mi toque de atención al que se cree poderoso y no es más que un fallo de esta sociedad. La cara es una masa irreconocible, no se ven dientes, los ojos están aplastados por la carne hinchada y enrojecida por la sangre que sale de todas partes, los labios están abiertos y destrozados, con colgajos que llegan hasta la barbilla, sigue respirando a duras penas, y en cada movimiento tose sangre. No puede respirar por su nariz, rota y astillada, el tabique ha roto la fina piel y es visible la fractura y la calavera metálica que lleva bajo el recubrimiento sintético. El cuerpo no se mueve, no le quedan fuerzas para que sus músculos reaccionen, los circuitos deben haber quedado machacados de los golpes y ahora no comunican la cabeza con el sistema nervioso electrónico que lleva. Miro mis manos, la izquierda está agrie-
7
Relatos
tada y sangra, me duele y sé que mañana me dolerá aún más. La derecha tan solo tiene manchas rojas y alguna parte abollada, nada que no pueda reparar en el taller de mi piso. El brillo del filo de la navaja me distrae del cuadro que tengo delante. Con ella en la mano la introduzco en su tripa, entra suave y sin problemas, el cuerpo se convulsiona dos veces, algo parecido a un sonido lastimero se escapa de la boca de mi víctima. Hago que la navaja suba hasta el pecho, la carne no opone resistencia y el líquido elemento sinónimo de la vida misma fluye manchándome. El interior del ladronzuelo cae de forma lenta y viscosa hasta sus pies, se mezclan cables con los intestinos y el aceite hidráulico ahora mancha la sangre generando un nuevo color, saltan algunas chispas mientras el cuerpo hace varios movimientos ridículos antes de dejar este mundo. Recojo los dos dispositivos del cadáver y vuelvo por el camino que hice antes. El joven sigue allí sentado, con la mirada perdida en el oscuro cielo iluminado por las luces de las mega-corporaciones que han creado esta ciudad de nombre Esperanza. Le ofrezco los dos mientras le digo que se los quede o solo con el suyo, como él prefiera. Sonríe con la cara iluminada por la felicidad. —¡Tío eres todo un héroe, mi salvador! —creo que no sabe el significado de esas palabras. —Tan solo soy una persona que ha matado a otra por un cacharro de mierda. —Escondo mis intenciones, y camino de nuevo a la oscuridad de la que salí. Miguel Borgas
8
Viviendo la fantasía
EL BANQUETE
T
rataba de escabullirme de aquella bacanal en la que el grandestable había dilapidado su fortuna para agasajar al rey. Era el momento de marcharse con la bolsa llena y el recuerdo de unos postres que ni siquiera me hubiera atrevido a soñar de no haber sido llamado a la fiesta como parte de la animación. Más de un centenar de invitados, barriles de vino del Soto, la mejor caza y frutas exóticas. Reses enteras en espetones adornados con verduras cortadas en formas de fantasía. Qué despilfarro. Ni siquiera había tenido que actuar pues Tarja, la cantante principal del programa, había cantado tantas canciones a petición del público, que no había dejado tiempo para mí. Lástima, había preparado mis mejores versiones de “La flor del manzano” y “Bajo tu ventana”, pero el grandestable y el rey ya habían abandonado el salón para reunirse en privado. Había pasado ya el momento en que los comensales departían con lucidez, abotargados por tan notables caldos. Algunos ya dormitaban sobre los bordes de las mesas. Otros se habían levantado en busca de un lugar discreto en el que aliviar sus abarrotadas barrigas o hacer un hueco para seguir comiendo a dos carrillos. Salí al corredor tratando de pasar desapercibido. Sin embargo, a la altura del salón de lecturas, unas voces quedas llamaron mi atención. El grandestable conversaba con el monarca y supuse que no era una charla para todos los oídos. Tuve que ocultarme entre unos gruesos cortinones para que no pensaran que había ido con intención de espiar. —Me halagáis, Majestad. Esa embajada en la capital del reino de Franc es un honor al que espero poder corresponder con un servicio ejemplar —decía el grandestable con una pronunciada reverencia. —Es lo menos que podemos hacer por vos, Don Lepo, después de tan magnífico agasajo como el que nos habéis dispensado hoy. Añadiré al cargo una dispensa de tributos para la cosecha en ciernes y el permiso de construcción de un nuevo molino. —Su Majestad es generoso en extremo… Y así continuaron un buen rato, hasta que Don Lepo comentó al rey que pediría al bardo Rapaz algunas canciones en su honor. Al parecer había escuchado mis ensayos previos y había quedado impresionado, por lo que me reservaba como plato fuerte de la velada. El hala-
9
Relatos
gado entonces fui yo; estaba deseando que salieran a buscarme para regresar al salón antes de que nadie se percatara de salida a hurtadillas. Llegué a tiempo de ver a Don Lepo de pie junto al monarca en la presidencia de la gran mesa. Todavía llegaban platos con golosinas y vinos dulces procedentes de las cocinas. Ya los probaría después. El grandestable anunció mi actuación y me dispuse a empezar. No lo vi venir hasta que fue demasiado tarde. Del pecho del rey asomaban los penachos de tres virotes de ballesta. No se había desplomado aún sobre la tabla, cuando ya se escuchaba el desenvainar de aceros y gritos llamando a la guardia real. No lo pensé. Me arrojé de bruces bajo la mesa, buscando un hueco entre los enormes perros de caza del grandestable. «¡Traición!», chillaban damas y cortesanos. Me había dejado el laúd sobre el mantel, si bien no era el momento de regresar a por él sino el de hacerme invisible entre los restos de comida, vino y pelambres caninas. Desde mi posición alcanzaba a ver las botas de los soldados que corrían sin orden ni concierto. Sonaron más chasquidos de ballestas al ser disparadas. Calculé al menos una docena de tiradores; no era magnicidio de un solo asesino, sino una conspiración en toda regla. Ya se escuchaban los aceros en duelo y los gritos de los caídos. La sangre corría por el enlosado fundiéndose con el vino derramado. El estrépito del combate, sin embargo, no duró demasiado. La sorpresa del asalto acabó pronto con la resistencia de los seguidores del rey asesinado que, repletos de comida y alcohol, no habían sido adversarios dignos. De momento, mi posición parecía segura. No moví un músculo, ocupado como estaba en mimetizarme con todo tipo de porquerías del suelo. Lástima de jubón. Entraron más hombres con pasos marcados por botas y ruido de armas. Me sorprendió escuchar la voz del grandestable. ¿Acaso era él el traidor? —Príncipe Ferrán, os aseguro que no he tenido nada que ver con… —el noble suplicaba por su vida. —No temáis, don Lepo. Nada tengo contra vos, ahora que el tirano ha caído. —Hablaba así de su propio padre adoptivo—. Podéis quedaros con el título y las tierras. —Había ironía en su tono de voz. —Mi señor… Majestad. Estoy en la ruina, gasté toda mi fortuna en agasajar a vuestro padre… al traidor. —El grandestable recuperaba con agilidad verbal su aplomo político—. Me prometió… —No tentéis a la suerte, grandestable. No estáis en situación de exigir nada. El nuevo monarca se sentó en la cabecera de la mesa e hizo un gesto para que el atribulado grandestable se sentara junto a él. Sus hombres despejaban el campo de batalla con parsimonia. Yo estaba aún en mi escondite, pero era cuestión de tiempo que me encontraran. Barajaba la idea de hacerme el muerto, cuando escuché de nuevo aquella regia voz: —Mi buen don Lepo. Estoy seguro de que en esas cocinas vuestras aún hay viandas dignas de un rey. Y haced que salga ese bardo del que tanto presumís. Estoy de buen humor. Salí de debajo de la mesa, tratando de controlar el temblor de mis extremidades. Miré al grandestable, que lo había perdido todo en una jugada arriesgada; su fortuna derrochada para nada sin esperanza de lograr nada a cambio con lo que compensar el dispendio. En cambio yo, para variar, había salvado el laúd, la bolsa de monedas y la vida. Con toda la dignidad que pude reunir, en mangas de camisa pues no era cuestión de actuar frente al flamante Ferrán II con la sangre de su padre salpicando el jubón, afiné cuerdas y voz. A rey muerto, rey puesto. Pedro de Andrés
10
A través de la pantalla
GUILLERMO DEL TORO el rey de los monstruos
A veces pasan trenes en la vida en los que es obligado subirse, sea como sea. Así fue como llegó hasta mí la oportunidad de asistir a una masterclass impartida por uno de los referentes en la fantasía cinematográfica actual (y en mi carrera profesional en particular). Con un sí rotundo acepté la invitación y me presenté en la XXI edición del Festival de Cine de Málaga, lista para aprender del maestro. Y no defraudó. Guillermo del Toro llegó algunos minutos más tarde de la hora prevista, pero ni siquiera eso impidió que todo el auditorio se pusiera en pie para recibirle con una ovación que duró varios minutos. El director mejicano lo merecía, pues este año llegaba con un Óscar a la Mejor Película bajo el brazo con un filme fantástico, toda una hazaña digna de mención.
ya establecía esa estética fantástica y visual que le caracteriza y donde contó con, nada más y nada menos, que actores de la talla de Federico Luppi y Ron Perlman, con quien más tarde trabajó en Hellboy (2004). Después llegó su incursión en Hollywood con Mimic (1997) cuya experiencia no fue muy placentera para Del Toro debido a las exigencias de los productores, los hermanos Weinstein, que casi hicieron al cineasta replantearse continuar en la meca del cine. El propio Guillermo confesó durante su visita al festival malagueño que fue su trabajo posterior en España lo que le devolvió la ilusión por el cine.
Ante los atentos ojos de una sala repleta de compañeros de profesión y estudiantes de cine, Del Toro dio un repaso a su carrera en la gran pantalla, confesando incluso que llegó a vender su camioneta para financiar su primera película. Comenzó en los ochenta con cortometrajes de terror entre los que destacó Geometría (1987), una cinta que el propio director definió como «una pieza grotesca».
Fue en nuestro país donde rodó dos cintas que ya quedan como clásicos de la fantasía y el realismo mágico: El espinazo del diablo (2001) y El laberinto del fauno (2006) (del que ya hemos hablado antes en la revista). A partir de ahí, asistimos a una clase magistral de cinematografía en la que animó a los cineastas a insistir, a producir ese guion que tienen guardado en un cajón, si es que creen en él, y a hacerlo con un presupuesto razonable.
Su debut en el largometraje ocurrió con Cronos (1993), una historia sobre vampiros donde
Entre curiosidades del rodaje de La forma del agua, en el que tuvo que hacer uso de su
Cine creatividad para hacer frente ciertos contratiempos con un presupuesto para nada desorbitado tratándose de Hollywood, algo que hizo respirar de alivio a más de un cineasta independiente que tiene que lidiar con presupuestos casi inexistente, el realizador mejicano explicó por qué esa obsesión que nos fascina con los monstruos. «Los monstruos nos enseñan que ser imperfectos es lo mejor que puede ocurrirnos» fueron sus palabras al recibir la biznaga de plata que le otorgaba el festival por su trayectoria. Y es que a través de sus historias, Del Toro nos lleva a un mundo en el que los seres imperfectos encuentran su lugar, una visión de la belleza de los «bichos raros» que hace que más de uno nos reconciliemos con el mundo que nos rodea. Quizás sea esa la clave de su éxito: hacer que, tal y como el monstruo de la película, cada uno de nosotros nos perdonemos por lo que no somos o no tenemos y nos demos cuenta de lo que nos hace únicos. Son notables las inspiraciones en los cuentos de hadas tradicionales, en especial ese halo de los Hermanos Grimm que cubre sus creaciones, propio del expresionismo alemán, los cómic, la literatura que nos hace pensar en autores como Lewis Carroll, y un toque de suspense y terror gótico que le pone la guinda al pastel. Fueron dos horas de sabiduría cinematográfica que nos supieron a poco (por si lo está leyendo, señor Del Toro, hubiéramos estado escuchándole dos horas más) y que él propio Guillermo parecía querer alargar un poco más. Los que hemos crecido con sus películas e inspirados por cineastas como él o autores como Edgar Allan Poe y Mary Shelley le agradecemos que lleve siempre por bandera el género fantástico y a sus queridos monstruos.
CURIOSIDADES -Su película favorita es La novia de Frankenstein (James Whale, 1935). -Además de El espinazo del diablo y El laberinto del fauno, del Toro tenía previsto hacer una película más que completara la trilogía de filmes sobre la guerra civil española. Su título provisional era 3993 y aún no se ha concretado nada de este proyecto. -Rechazó dirigir Harry Potter y El hobbit. -Pacific Rim le otorgó la oportunidad de centrarse en otro de sus amores: la animación japonesa y los robots. -Su padre fue secuestrado en 1998 en México, tras lo cual se mudó a Los Ángeles. -Tiene una casa museo, Bleak House, repleta de libros, estatuas a tamaño real de Poe y Lovecraft, maquetas, pinturas y otras piezas de arte relacionadas con el terror y la fantasía. Verónica Cervilla
12
Café Literario
CONCEPCIÓN PEREA Escritora
13
Entrevistas
Concepción Perea: nació en Sevilla en 1978. Es licenciada en Humanidades y tiene un Master en Creación Literaria. Es presidenta de la agrupación cultural “Bibliofórum” y forma parte de la organización del Encuentro de Literatura Fantástica de Dos Hermanas. Actualmente imparte clases de creación literaria en Caja de las Letras. Es autora de “La corte de los espejos” que inauguró el sello Fantacsy de Random House.
¿Cómo empezaste en el mundo de la la fantasía, la imaginación, nos hace libres Fantasía? ¿Qué es lo que te atrae de él? y nos convierte en mejores pensadores. No si puedo decir que “empecé”. Creo que No creo que sea una literatura de evasiempre he estado en ese mundo. Desde sión, la fantasía puede ser reivindicativa, muy pequeña mis libros puede ser subversiva. La favoritos eran los que “Hay una corriente de fantasía puede hacernos tenían historias fantástipensar. Hay evasión en cas, magia, cosas impo- ciencia ficción femenina todos los géneros literasibles… creo que lo me que está escribiendo rios, si comprendemos atrae es la capacidad de “evasión” como historias maravillas”. ampliar horizontes y de sin compromiso ni inreinterpretar la realidad. tenciones. La fantasía es una metáfora del mundo real. Hoy en día hay un gran boom en el género fantástico, series, literatura, cine… ¿Qué hace a la Fantasía un género dife- ¿A qué crees que se debe? rente? Creo que se debe a que mi generación y No me gusta pensar en géneros literarios, las que la han seguido están más familiano me gustan las etiquetas, me gusta pen- rizadas con la fantasía gracias a la cultura sar simplemente en literatura. Escribimos audiovisual del cine y la televisión. Cuanpara explicar el mundo, aunque para ha- do yo tenía veinte años ver “La Guerra de cerlo nos inventemos otros totalmente di- las Galaxias” o leer comics de Marvel era ferentes. Quizás esa es la diferencia, pero de frikis, hoy son franquicias que mueven en esencia escribimos para comprender millones y cuyas películas son consumilo que nos rodea. O para hacerlo más lle- das en masa. Los que fuimos entonces vadero frikis hoy somos creadores, escritores y padres que enseñan a sus hijos a disfrutar ¿Qué crees que aporta el género de Fan- la fantasía y la cultura pop sin complejos. tasía a la gente? ¿Les ayuda a pensar, a Me alegro de esta popularización porque soñar, lo ves como “literatura de eva- yo me pase toda mi juventud buscando sión”? gente a la que le apasionara lo mismo que Ursula K Le Guin decía “la fantasía es es- a mí y no era fácil. Entonces festivales capismo y esa su gloria. Debemos escapar como Celsius eran un sueño y ahora es de la realidad y llevarnos con nosotros a una realidad en la que se dan cita cientos tantos como podamos”. Lo decía porque de lectores de todas las edades.
14
Café Literario
¿Crees que el género de Fantasía ha evolucionado o seguimos imitando a los grandes maestros, como Tolkien? Creo que el género ha evolucionado mucho, no hace falta más que ver el tipo de fantasía que se publica en la actualidad. Cada generación de autores aporta su visión del mundo al género. Es natural que la siguiente aprenda de ellos y luego sienta que necesita dejarlos atrás de algún modo. Y es lo deseable, de este modo el género no se estanca y evoluciona para plasmar la problemática de cada sociedad. Dragones, magia, el viaje del héroe… ¿Crees que la estructura de la literatura de Fantasía está un poco encasillada por los grandes maestros? ¿Es difícil encontrar algo novedoso? Para nada, hoy se están haciendo cosas muy interesantes. Hay una corriente de ciencia ficción femenina que está escribiendo maravillas y tenemos una cantera increíble que va a salir a flote en los próximos años. La fantasía urbana y el terror también están dando obras muy potentes, solo hay que citar a China Melville para que nos demos cuenta de que el viaje del héroe es algo que hemos dejado atrás. ¿Cuánto de ti podemos encontrar en tus obras? ¿Te sientes identificada con alguno de tus personajes? Todos los autores dejamos algo nuestro en lo que escribimos, es imposible no ha-
cerlo. Me siento identificada un poco con todos, incluso con los más desagradables. Pero es cierto que me siento más identificada con los personajes femeninos porque me esfuerzo en que sean reales y estén alejados de los tópicos femeninos tan trillados en los que la literatura fantástica ha tenido encasilladas a las mujeres. ¿Qué autor o autores te han influido más? Me gusta mucho Michael Ende y Roald Dahl porque me hacen pensar en mi infancia y porque con ellos me enganché a la fantasía. Ahora hay muchos autores que me encantan, China Mieville, Tad Williams, Octavia Butler, R. R Martin, Lisa Turttle, Cristina Pedraza… En cuanto al panorama nacional, ¿crees que son buenos momentos para el género Fantástico en España? Desde luego es un momento de surgimientos de editoriales independientes como Insólita, La Biblioteca de Carfax, Nocturna, Crononautas... que le están dedicando todos sus esfuerzos a la literatura fantásticas. Y grandes grupos con sellos como Fantascy y Runas. Además de las editoriales que han sido clave como Valdemar, Gigamesh o Minotauro. Aunque, irónicamente, para los autores españoles publicar sigue siendo complicado. ¿Consideras que se está perdiendo el nivel cultural o el interés por la cultura en la sociedad? Nos estamos infantilizando, ahora parece que lo importante es conocer la última noticia para poder comentarla en redes
15
Entrevistas
sociales, pero comentamos sin hacer un análisis profundo. Con la cultura pasa lo mismo, nos gusta parecer cultos de cara a la galería, pero serlo implica esfuerzo y eso nos gusta menos. No es que hayamos perdido interés, es que la estamos trivializando. Como autora, ¿qué consejo le darías a alguien que quisiera escribir? Huye de las redes sociales, son un agujero de tiempo y energía. Escribe sin preocuparte por si lo que escribes es publicable, céntrate solo en que sea bueno y disfruta el proceso. Y escribe, escribe y escribe. ¿Qué pregunta querrías hacer a tu autor favorito si lo tuvieras delante? Le preguntaría si alguna vez se sentían inseguros con su trabajo. Joseba Iturrate
Invasión de David Roas
No cabe duda de que David Roas es, actualmente, uno de los mayores expertos en el género de lo fantástico en España. Hace ya algunos años, cuando todavía cursaba el Máster de Teoría Literaria en Granada, me topé con su trabajo de compilación de textos en Teorías de lo fantástico, publicado por Arco Libros en 2001. Me salvó la vida en un trabajo de cuyo nombre no quiero acordarme. Así que, cuando tengo noticias de la publicación de una antología de relatos firmada por él y que, además, lleva el sello de Páginas de Espuma, me froto las manos, como no podía ser de otra forma. Invasión es una antología de relatos y microrrelatos en los que el tema principal, sí, podría describirse como la expresión de nuestros mayores temores a través de los objetos y las situaciones cotidianas; es, tal cual, la «invasión» de nuestro espacio de confort por parte de elementos clásicos de lo fantástico. Lo terrorífico no es tanto el elemento en sí, como el hecho de encontrarlo donde menos lo esperaríamos, en nuestra realidad inmediata, tangible… aburrida, en principio. El propio Roas afirma que para él, dialogar con otras ficciones -no solo literarias- es parte de su hacer como escritor: «la ficción como medida de todas las cosas». Una de las riquezas de esta antología, a mi entender, es su diálogo constante con obras del terror clásico. Mary Shelley, Edgar Allan Poe, Borges… si aún no los habéis leído, cualquier momento es perfecto para empezar a hacerlo. No os destripo ninguno de los relatos, porque mal favor sería ese, pero tengo que deciros que ese niño de mirada perdida, eternamente sentado sobre el tobogán del parque, se queda en las retinas más tiempo del que uno querría. La narrativa breve no ha sido una de las más triunfadoras en nuestro país, pero es agradable ver cómo poco a poco se va haciendo un hueco que merecía hace mucho. Por cierto, tengo en el salón una alfombra nueva de color claro que me quedé mirando embobada un buen rato… después de leer Invasión.
Sara Esturillo
16
Crónicas del personaje
E
l cerrojo resonó como un signo de interrogación en el rellano vacío del tercer piso de aquel bloque de apartamentos del centro de Perth. Cuando Akhen empujó la puerta, las bisagras chirriaron con levedad a pesar del esfuerzo. Inspirando hondo, el mago se adentró en el oscuro recibidor y cerró tras de sí con suavidad. La casa estaba en absoluto silencio a aquella hora de la noche. Ruth debía dormir, pensó a la vez que se apretaba el puente de la nariz con dos dedos. Tenía dolor de cabeza, la nebulosa del alcohol empezaba a remitir dejando solo un hondo vacío en su interior. Se sentía perdido, como si alguien lo hubiese cogido por los pies y hubiese sacudido todo su cuerpo hasta no dejar nada en su sitio. Solo frustración. Dolor. Inseguridad. Un profundo desgarro que, según su cerebro, nada ni nadie podría restañar jamás. En silencio, de memoria y sin encender ni una sola luz, el hombre rubio avanzó por el pasillo hacia el dormitorio, como si sus pasos lo condujesen por instinto, aprendido el camino de memoria durante aquellos años. Al llegar, su corazón dio un vuelco al observar, bajo la luz de la luna, el pelo rubio y casi platino de Ruth cayendo sobre la almohada. Parecía una cascada de plata unida a una figura en completa paz. Pero Akhen sabía que aquello solo era una ilusión. Ruth había perdido a su primer hijo el día anterior. ¿Qué había salido mal?, pensaba su marido una y otra vez aunque temiera la respuesta como a la propia muerte. Ella lo había culpado a él, a sus salidas nocturnas… Y él no había sido capaz de contarle la verdad. ¿Habría cambiado algo? Akhen sacudía la cabeza negativamente con firmeza cada vez que llegaba aquella duda. No. Ruth jamás lo hubiese entendido. Entonces, ¿por qué lo hacías? Quiero darle un futuro seguro, se convencía a sí mismo. Y si la profecía de los Elementos se cumplía, ¿quién le aseguraría que el mundo seguiría girando cómo debía? ¿Con una criatura inmortal rigiendo los destinos de todos? ¿Y si la tiranía de un solo ser se imponía por los siglos de los siglos sin nadie capaz de pararlo? Respecto a eso, no había ni profecías ni esperanza posible. A ojos de Akhen, dicho futuro representaba un agujero negro e insondable en el que no quería ver implicado a nadie de sus seres amados. Pero sabía que Ruth jamás lo entendería. Por algún absurdo motivo, prefería que pensara que sus huidas nocturnas se debían a otra cosa. Mientras seguía reflexionando, en plena resaca y con un principio de lo que parecía un interesante dolor de cabeza, Akhen se sentó en el borde de la cama, dando la espalda a Ruth pero girando apenas la barbilla para observarla dormir. Después de todo lo que habían peleado por su relación, de haberse casado por fin dos años antes en Avalon, acompañados de sus más allegados, ¿era aquel el punto final de todo? ¿Debía hacer caso a Gregor e irse con él? Gregor. Akhen apretó los dientes en un gesto involuntario. Si al menos pudiese probar que él tenía algo que ver con todo aquello, que solo era una artimaña para atraerlo a su lado y alejarlo de Ruth, pero ¿por qué? Esa era la gran pregunta.
LA
RUEDA DE
LA
17
FanFiction
El mago de Tribec estaba hecho un mar de dudas. Odiaba ver sufrir a Ruth, ya fuese física o psicológicamente. La pérdida de su hijo, a pesar de que el embarazo era apenas incipiente, le había costado una gran pérdida de energía y de ganas de vivir. Lógico, si se pensaba en lo que habían esperado para dar aquel paso. Su vida en común había sido tal montaña rusa desde que se conocieron que cuando llegó la noticia, Akhen pensó que aquel era su billete para una nueva vida. Para olvidarse de Gregor, de sus planes locos y sus aspiraciones de poder. Y sin embargo, ahí estaba aún. Esa pequeña llama de duda que le hacía plantearse la posibilidad de ser el co-artífice de un mundo mejor. No más esconderse, retomar el lugar que los magos se merecían en el mundo… Cada vez que lo pensaba, aquellas palabras eran como dulce miel sobre sus labios, tranquilizante y definitiva. Akhen siguió observando la silueta de Ruth durante mucho rato, con la vista fija en sus cabellos rubios. Qué diferente era de su hermana mayor. Estaba enamorado hasta la médula de su valentía, su fina ironía, la forma en que brillaban sus ojos de cristal cuando tenía una nueva idea. Además, la enfermería llenaba su vida, pero sobre todo el impartir cursos en el hospital. Cuando daba charlas o clases, era otra persona nueva. Decidida y firme, pero atenta al mismo tiempo. Y eso no había nadie que no pudiera verlo. Tenía dote de mando, pero sin brusquedades. Jamás le había escuchado utilizar el Tono, propio de los Hijos de Júpiter, para que alguien hiciese lo que ella quería. Y eso la hacía aún más especial. Akhen Marquath suspiró y se levantó para cambiarse. No es el mejor momento para pensar, decidió mientras se quitaba la camisa y dejaba que la luna bañara su cuerpo. Su influjo, fuese para el mago que fuera, siempre era reconfortante. Se cambió los pantalones vaqueros por otros más finos, de pijama, antes de apartar las sábanas y adentrarse en la cama. Ruth se removió ligeramente, pero no cambió de postura y siguió dándole la espalda. Akhen enroscó despacio un mechón platino en su dedo con aire distraído. Voy a hacer un mundo mejor para ti, Ruth, envió el pensamiento casi sin quererlo al cerebro de ella, como si fuese la mejor manera de disculparse. Te lo prometo. Entonces ella se giró despacio y, aún dormida, sonrió. Akhen la imitó, en paz, antes de cerrar los ojos. Pasara lo que pasase, cumpliría su promesa. Y nadie se interpondría en su camino.
FORTUNA
Paula de Vera
18
Café Literario
DAVID ROAS Escritor
19
Entrevistas Barcelona (1965), David Roas es escritor y profesor de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada en la Universidad Autónoma de Barcelona, donde también dirige el Grupo de Estudios sobre lo Fantástico (GEF) y Brumal. Revista de Investigación sobre lo Fantástico. Especialista en lo fantástico, entre sus ensayos cabe destacar: Teorías de lo fantástico (2001), Hoffmann en España. Recepción e influencias (2002), De la maravilla al horror. Los orígenes de lo fantástico en la cultura española (2006), La sombra del cuervo. Edgar Allan Poe y la literatura fantástica española del siglo XIX (2011), Tras los límites de lo real. Una definición de lo fantástico (Páginas de Espuma, Madrid 2011; IV Premio Málaga de Ensayo), e Historia de lo fantástico en la cultura española contemporánea (1900-2015) (2017). En 2016, en colaboración con Ana Casas, publicó en volumen Voces de lo fantástico en la narrativa española contemporánea.
El género de Fantasía es uno de los de Ficción bajo una explicación científica, mayor aceptación hoy en día. ¿Cuál explorando lo que puede venir a partir cree que es el motivo? de lo que ahora está ocurriendo en la En mi opinión hay varios. Aunque antes ciencia y en la tecnología; lo Fantástico, me gustaría dejar claro que una cosa es lo como decía, siempre implica enfrentar Fantástico (la ficción que se enfrenta al al lector/espectador con lo imposible en choque de lo real con un marco de realidad “Lo Fantástico es el cotidiana. lo imposible) y otras la Fantasía, el Terror y género más realista la Ciencia Ficción. Lo ¿Esta afición por la que hay”. esencial es que todos Ficción puede venir de ellos, en momentos la necesidad que tiene de crisis o de inquietud general, como el ser humano de que le cuenten hisel actual, son caminos muy buenos para torias? explorar y transmitir nuestros miedos o Eso en primer lugar. Desde pequeños nuestras inquietudes respecto a lo que inventamos, recibimos y contamos ficsomos, a lo que es la realidad o el po- ciones. Ya no somos el Homo Sapiens, der. Por ejemplo, lo que trabajan con la sino que, como afirma José María Meridistopía cultivan nuestros miedos más no, somos el “Homo Narrans”. Vivimos cercanos hacia la tecnología, mientras constantemente en la Ficción porque que lo Fantástico explora los límites de muchas veces es la que mejor nos exlo real y su (sin)sentido. plica lo que somos además de que nos permite compartir nuestros miedos e ¿Qué hace especial al género Fantásti- inquietudes. co? Depende un poco del enfoque que se le Entonces, ¿cree que lo Fantástico, el dé. Aunque resulte paradójico, lo Fan- Terror o la Ciencia Ficción llenan altástico es el género más realista que hay gún hueco o carencia? ya que es un modo de estar muy pen- Es como toda la ficción en general. Tradiente de lo real poniendo a prueba tamos de explicarnos y entendernos a constantemente prueba dicha realidad. nosotros mismos. Cualquier tipo de ficA su modo, también lo hace la Ciencia ción trata de plantear dudas, cuestionar,
20
Café Literario
y el género Fantástico más aún ya que va más allá de los límites de lo real. Naves espaciales, magia, miedos primigenios… ¿Por qué existe una atracción hacia estos elementos? Creo que todo tiene que ver con nuestros miedos. No creamos monstruos simplemente por crear figuras que asusten, sino para que encarnen dichos miedos o nuestros deseos. Además de inquietarnos nos atraen. La serie Black Mirror encarna muy bien nuestra preocupación por vivir en una sociedad supeditada a la tecnología. Lovecraft lo definió muy bien al afirmar que la emoción más antigua de la humanidad es el miedo, sobre todo el miedo a lo desconocido. Siempre que nos enfrentemos a lo desconocido vamos a tener miedo. ¿Cuál es el mejor formato para disfrutar de estos géneros? No hay una forma mejor ni peor. Hay obras de cómic que perderían parte de su atractivo si fueran una novela, mientras que para disfrutar a Lovecraft en toda su fuerza hay que leerlo. Sí que es cierto que hoy en día hay una muy buena televisión que se mueve por lo Fantástico. En un mundo digital en constante cambio como en el que vivimos, ¿hacia dónde evoluciona el género de ficción? ¿Qué nuevos formatos podemos esperar? Es difícil saber si se van a abrir nuevos caminos. El cine, la televisión y el mundo digital abren nuevas posibilidades a la experimentación efectista y formal. Sin embargo, la gente sigue inventado grandes historias con los medios de los que dispone.
Hoy en día hay un gran número de consumidores de diferentes tipos de realities que muestran situaciones cotidianas reconvertidas en un acto sensacionalista. ¿Ese consumo de realidad adulterada puede imponerse al consumo de ficción? No lo creo. Cada uno construye sus propias ficciones. Vivimos en una época en que nos asomamos mucho a la vida de otros, por ejemplo, en la plataforma Facebook. La proliferación de estos programas puede acabar coartando la imaginación del individuo en el sentido de copiar la realidad no como se ve en la ficción, sino en el sentido de nuestro propio comportamiento que nos lleva a cotillear o a asomarnos a la ventana y ver qué está haciendo el vecino. Los realities se aprovechan de eso, pero guionizando situaciones cotidianas. Lo que a mí más me preocupa es esa cotidianidad que se transforma en espectáculo, lo cual es más fácil de consumir que leer un cómic o una novela. ¿Qué hace a un cuento de terror verdaderamente terrorífico? ¿Cómo se crea un ambiente que atrapa al lector? En mi caso, como autor, trato de meter al lector en una situación que le haga seguir leyendo páginas, crearle una inquietud de modo creciente. El Terror exige muchas cosas: mantener el interés, no revelar demasiadas cosas y sobre todo sorprender. Es un género que envejece relativamente mal, ya que llevamos mucho tiempo leyendo y cada vez sabemos mejor cómo funciona el género. Hay que sorprender al receptor con las propias formas de representar el miedo.
21 ¿Y cómo se crea ese ambiente en el género Fantástico? Para mí lo Fantástico es puramente realista. En un mundo real se introduce un elemento que no puede estar ahí. Trata sobre situaciones triviales que se descontrolan cuando aparece una situación o un personaje imposible, La Fantasía busca esos aspectos en espacios alternativos. Tolkien, como gran maestro, lo hizo maravillosamente bien al inventar un mundo completo alternativo y autónomo que funcionaba de forma muy verosímil. Eso atrapa al lector, al igual que el universo de Harry Potter, en el que existe una magia que está vinculada al mundo real. La medida es construir algo que el espectador lo vea real, que llegue a creérselo. ¿Se ha beneficiado el género Fantástico con la aparición de otras formas de expresarlo, como series, cómics o videojuegos? Por supuesto. La aparición del cine en el siglo XX supuso un gran cambio. Las series de televisión, como Historias para no dormir, o Twilight Zone, han popularizado estos géneros entre personas que normalmente no los habrían leído o consumido. Los videojuegos también, sobre todo a partir de los años 90 y comienzos del siglo XXI. No hay prácticamente ningún consumidor de series que no vea o haya visto alguna de terror o de género Fantástico. Las editoriales también están volviendo a publicar estos géneros. ¿Hay buena literatura Fantástica en lengua castellana? Yo creo que son buenos tiempos para lo
Entrevistas Fantástico. La generación de los nacidos a partir de los 60 y 70 han creado cosas muy buenas, y también en el género de la Ciencia Ficción. Hay autores con muy buenas obras: dejando aparte maestros como Cristina Fernández Cubas o José María Merino, entre los cuentistas actuales me gustaría destacar la obra de Fernando Iwasaki, Patricia Esteban Erlés, Juan Jacinto Muñoz Rengel o Emilio Bueso (lo prefiero como cuentista), y entre los novelistas, Ismael Martínez Biurrun. ¿En qué momento termina la realidad y comienza lo Fantástico? La ruptura de lo real ocurre cuando aparece algo que no puede estar ahí. La irrupción de algo que no puede explicarse hace que la realidad fracase. Eso es lo que ocurre con lo Fantástico. Mientras que la Ciencia Ficción, por ejemplo, lo que en verdad propone es una especie de “ampliación” de la realidad al incorporar -perfectamente explicados- fenómenos y situaciones que en otro ámbito sería imposibles: viajar el tiempo, la clonación, los viajes interestelares… son perfectamente posibles dentro de esas historias pues hay una ciencia y una tecnología que permiten que pueda ocurrir. Lo Fantástico subvierta nuestra idea de realidad porque nos enfrente a algo que no puede ocurrir, que es imposible… Y eso da mucho miedo. Joseba Iturrate
22
La escuela de Calíope
El antihéroe «Es un concepto mucho menos ordenado y cómodo que el héroe social, ya que (…) siempre está tratando de definirse a sí mismo, de encontrar su propia redención y justicia». El antihéroe, ese personaje tan atractivo que actualmente se está viendo mucho en los medios de entretenimiento, como en el cine, las series de televisión y el mundo literario. Actualmente es muy fácil encontrarlo, sobre todo, en la pequeña y gran pantalla, donde proliferan en títulos como Deadpool, Breaking Bad o Piratas del Caribe, aunque también se los puede descubrir en narrativa, como en Artemis Fowl, de Eoin Colfer, o El guardián entre el centeno, de Salinger. Incluso ahora hay un título literario (Antihéroes, por Iria G. Parente y Selene M. Pascual) bastante reciente que lleva el nombre de esta figura narrativa, pero ¿sabemos exactamente qué es el antihéroe? Comencemos por hablar de la palabra. Esta no es precisamente novedosa, ya que fue usada por primera vez en 1714 para definir a aquellos trabajos que implicaban cierta forma de crítica social gracias a un personaje en concreto, como en El sobrino
de Rameau (Denis Diderot), Huckleberry Finn o Tom Sawyer (Mark Twain). La literatura romántica del siglo XIX también ayudó a popularizar nuevas formas de antihéroes, como los personajes creados por lord Byron, y a principios del siglo XX esta figura literaria ganó importancia gracias a los trabajos existencialistas, como el de Kafka en La metamorfosis, pero esta categoría también puede servir para definir a muchos de los protagonistas de las historias clásicas y mitológicas, especialmente a aquellos que se muestran turbulentos, con antecedentes violentos y motivaciones conflictivas. La palabra antihéroe define a un personaje protagonista que no es exactamente ni un héroe ni un villano, sino una persona con características de ambos, marcada por el hastío, la angustia y la alienación, con imperfecciones que lo diferencian de personajes conocidos como «típicamente heroicos», que se sienten impotentes ante un mundo sobre el que no tienen control y que poseen cualidades consideradas «obscuras» disculpadas por rasgos más humanos que difuminan las diferencias morales existentes entre el protagonista y el antagonista. En palabras de Sean O’Faolain en The Vanishing Hero, «es un concepto mucho menos ordenado y cómodo que el héroe social, ya que (…)
23 siempre está tratando de definirse a sí mismo, de encontrar su propia redención y justicia». Una vez sabido esto, ¿cuáles son las diferencias entre el héroe, el villano y el antihéroe? La diferencia entre estos personajes radica en la elección moral que llevan a cabo.
El villano es,
sin más, un personaje malvado, sin dudas morales (o, si las tiene, nimias, sin relevancia) cuyo fin último es llevar a cabo sus planes, beneficiosos para él pero perjudiciales para el resto del mundo, ya que si gana, causará caos y estragos. Es una persona egoísta que está involucrada o dedicada a la maldad o el crimen y cuya antítesis es el héroe.
El héroe es, por tanto, la persona que
lucha contra el villano, un idealista valiente con un código moral convencional, motivado por unas intenciones puras y altruistas y que, en muchas ocasiones, se sacrifica por el bien común. No suele desafiar a la autoridad (por lo general, está del lado de la ley), ya que su objetivo es mantener la paz y eliminar a los villanos, y lucha usando únicamente medios lícitos. Es, generalmente, una persona extraordinaria y decidida, la versión moderna del caballero de brillante armadura.
Finalmente, el antihéroe es alguien
que, al igual que un héroe, puede ser valiente y luchar por lo que piensa que es justo, pero que, como un villano, también es cínico, inseguro, egoísta, con pocos medios, que tiene flaquezas morales o vicios… y que es así porque es la sociedad
Divulgación la que así le ha construido, como se puede ver en el personaje de Jay Gatsby (El Gran Gatsby, de Scott Fitzgerald). Como protagonistas, actúan de formas moralmente ambiguas (no tienen por qué estar del lado de la ley, por ejemplo) y en modos a veces injustificables, incluso si el objetivo que buscan alcanzar es noble: aunque estos personajes pueden hacer lo correcto en ocasiones, no siempre es por las razones correctas, actuando principalmente debido a sus propios intereses o de modos que desafían los códigos éticos convencionales. Y entonces, ¿por qué son tan atractivos estos personajes, por qué cada vez se ven más? La razón recae en que el antihéroe no es un personaje creado para ser admirado, sino para ser comprendido, ya que sus conflictos interiores son los que le hacen creíble e incluso cercano al público: es precisamente esto lo que guía la información que el espectador o el lector recibe, proporcionando una justificación para el comportamiento inmoral del personaje y desencadenando estrategias cognitivas de desvinculación moral en el espectador, ya que hace que se pueda ver más allá de los vicios del personaje y, por tanto, comprender por qué hace lo que hace. Esto puede estar representado de diferentes maneras dentro de cada narrativa, pero a pesar de todo, funcionan en su mayor parte como «fuerzas del bien».
24
La escuela de Calíope
La fuerza de este personaje está provocando que actualmente muchos de los héroes modernos tengan unas cuantas características más del antihéroe, precisamente para lograr la simpatía y la cercanía y demostrar una mayor complejidad moral, ya que ver a un personaje completamente perfecto (una de las características más claras de los héroes tradicionales), sin defectos, puede llegar a resultar hasta cansino, mientras que uno que, aunque siga teniendo características del héroe, también tenga una pizca de «normalidad» es mucho más atractivo, ya que la presencia y representación de esos defectos es lo que desarrolla y proporciona profundidad a la narrativa. La idea de un héroe imperfecto, débil y con inseguridades humanas en lugar de virtudes épicas, fascina a escritores y lectores por igual. Casi se podría decir, entonces, que la popularidad del antihéroe ha crecido. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esto es parte de la continua evolución y redefinición del héroe. Los antihéroes carecían del atractivo glorioso de las figuras heroicas anteriores, y debido al cambio en los gustos de los lectores, se hicieron populares. El vigilante pensativo o arquetipo «noble criminal» visto en diferentes obras se está convirtiendo lentamente en parte de la concepción popular del valor heroico en lugar de ser características que se consideran no heroicas. Solo hay que darle más tiempo para que siga evolucionando. ¿Quién sabe? A lo mejor los próximos héroes con los que nos encontremos serán todos antihéroes.
Camino Fuertes
26
Café Literario
SOFÍA RHEI Escritora
27
Entrevistas
Sofía Rhei (Madrid, 1978) es escritora, poeta experimental y traductora, entre otras cosas. Le interesan todos los géneros literarios, así como las contaminaciones entre ellos, pero siente debilidad por el humor y la ciencia ficción. Ha publicado más de treinta libros, en su mayor parte infantiles y juveniles. También escribe relatos de ciencia ficción y fantasía oscura. Ha sido finalista de los premios Rhysling y DwarfStars por su microficción de género, gracias a las traducciones de Lawrence Schimel. Róndola (Minotauro), ha sido su primera novela de fantasía para adultos, seguida de Espérame en la última página (Plaza&Janés). Ahora presenta El bosque profundo (Aristas Martínez), un libro de relatos ilustrado por Anna Ribot Urbita. En primer lugar, Sofía, ¡mil gracias por tomarte el tiempo de contestar a nuestras preguntas! Tu carrera como escritora es ya muy amplia. Dinos, ¿cuándo empezó esta aventura para ti? Había publicado poesía desde joven, pero en aquella época eso no daba demasiado dinero. Empecé siendo lectora editorial y traductora, y poco a poco me fui animando a escribir infantil y juvenil. Una editora me dijo que solo funcionaba un libro de cada 50, así que me propuse publicar 50 para ver si alguno funcionaba. Ya llevo casi 40 y alguno ha funcionado, así que no me puedo quejar.
Esta es una de las preguntas más repetidas a lo largo y ancho del mundo literario, pero las referencias de autorxs que te han marcado pueden ser una escuela muy útil para quienes empiezan en la escritura, así que no me resisto: ¿qué autores te han guiado o inspirado en tus años de crecimiento como escritora? Italo Calvino, Diana Wyne-Jones, Terry Pratchett, Luisa May Alcott, Lewis Carroll, Angela Carter, Oscar Wilde... Virginia Woolf escribía de pie y Victor Hugo lo hacía desnudo… ¿Hay alguna excentricidad en el método de trabajo de Sofía Rhei? ¿Eres un modelo de organización o más bien tiendes al caos? Soy disciplinada, pero dentro de un caos aparente. No tengo horarios, escribo en trenes, tengo muchas carpetas, no escribo en orden y normalmente hago varias cosas casi simultáneamente... pero todo está perfectamente organizado en mi cabeza. Antes de hacer un libro lo planifico muchísimo, cada vez más, porque eso ahorra una barbaridad de trabajo. Si puedo, me gusta escribir en sitios muy cómodos, como sillones o butacas, con una manta, y tengo el hábito de comer pipas.
“En cierto modo, el mal siempre viene del interior, de esa espesura de todo lo que no queremos conocer sobre nosotros mismos”.
¿Qué te ofrecen la fantasía o la ciencia-ficción para que los elijas como géneros narrativos a la hora de crear tus historias? Creo que los géneros especulativos, además de ser un reflejo o retrato de la realidad o de la historia, aportan propuestas y mundos posibles. En ese sentido, casi todos los libros de fantasía incluyen ingredientes utópicos, y eso me interesa mucho. La ciencia ficción me parece el género mas completo e importante del siglo XX, en el que en cierto modo convergen los dos grandes hallazgos de ese periodo: la relatividad y el subconsciente.
28
Café Literario
En tu obra se aprecia, entre otras muchas cosas, una gran atención a la perspectiva de género, una preocupación genuina por enfrentar a las mujeres contra los estereotipos que las mantienen atadas a ciertos roles o comportamientos. ¿Hasta qué punto es esto aún una asignatura pendiente en la literatura de género? O quizá… en la literatura, sin más. Hay cierto abismo entre la literatura comercial, que siempre ha deseado vender a toda costa, y la literatura comprometida, capaz de revelar las contradicciones de cada época. Pero solo las obras que consiguen mantenerse en equilibrio sobre ese abismo, aunando el mensaje necesario con el éxito entre los lectores, marcan una huella en la cultura. Y respecto a la nueva obra que ahora presentas, ¿qué van a encontrar los lectores que se adentren en El bosque profundo? Pues supongo que en cierto modo se encontrarán con algunos de sus miedos, de sus fobias, de sus culpas... Son microrrelatos que se han gestado a lo largo de años, y utilizan los cuentos de hadas tradicionales como metáfora del subconsciente, de las pulsiones autocensuradas y de los deseos castigados socialmente. En cierto modo, el mal siempre viene del interior, de esa espesura de todo lo que no queremos conocer sobre nosotros mismos. En Tártarus tenemos como objetivo difundir la obra de autores de fantasía, ciencia-ficción y terror españoles. ¿Cómo ves el panorama de género en España? ¿Hay cose-
cha? Y lo que es quizá más importante… ¿Se cuida la cosecha? Hay una cosecha estupenda, con autores que están abriendo subgéneros hasta ahora inexistentes y editoriales, pequeñas y grandes, que hacen apuestas muy sinceras y arriesgadas por darle cabida a esas voces. Sinceramente, creo que el futuro del género en el panorama nacional dependerá de las ventas, es decir, de que haya un sustrato de lectores lo bastante grande como para que a las editoriales y a los autores les salga a cuenta seguir apostando. Y en este sentido creo que es clave, ya a nivel del idioma en su conjunto, que tanto en España como en latinoamérica se derriben ciertos prejuicios respecto a lo “literario”. ¿Qué consejo le darías a los escritores noveles que se asoman número tras número a nuestra revista? Que lean todos los géneros, que lean y observen y escuchen con el pensamiento crítico siempre encendido, y que se fijen tanto en los mensajes y sensaciones como en los trucos técnicos del oficio. La escritura es un camino muy autodidacta. La última, muy rápida. ¿Nos das alguna pista sobre futuros proyectos que ya tengas en marcha? Este verano saldrá un relato de fantasía oscura con Cerbero, y el año que viene aparecerá un libro de política-ficción con tintes humorísticos. Pues solo nos queda agradecerte una vez más, y desearte toda la suerte del mundo con tus futuros proyectos. ¡Gracias! Sara Esturillo
La recomendación librera Aquí tenéis las recomendaciones de vuestra librera particular. Lo más suculento publicado últimamente en nuestros géneros favoritos. Que no se diga que no tenéis lecturas pendientes para el veranito. El rostro en el espejo y otros relatos góticos, de Mary Eli-
Parentesco, de Octavia E.
Una recopilación de seis relatos de esta autora imprescindible que reúne ingredientes irresistibles: vampiros, la Inglaterra victoriana, fantasmas y, obviamente, alguna mansión encantada. Un cóctel de literatura gótica en estado puro que viene, como todo lo que nos da La Biblioteca de Carfax, en un formato que enamora.
Dana tiene una vida tranquila y agradable con su marido en la California de los años 70. Está de mudanza y, sin aviso ni explicación, algo la traslada al Maryland de principios del siglo XIX. Maryland era un estado esclavista. Dana es negra.
zabeth Braddon, publicado por La Biblioteca de Carfax. PVP: 17,50€ 216 páginas 13x20, rústica con solapas Traducción de María Pérez de San Román
Deja que te cuente, de Shirley Jackson, publicado por la editorial Minúscula. PVP: 24,50€ 484 páginas 14x21, rústica con solapas Traducción de Paula Kuffer
Shirley Jackson se recomienda sola, no faltaría. Pero si te la sirven, como es el caso, en un volumen que reúne relatos y ensayos, es difícil resistirse. Algunos de sus primeros cuentos, algunos de ellos inéditos hasta ahora, se presentan junto a textos acerca de su vida personal y, por último, junto a otros en los que la autora reflexiona sobre el oficio de la escritura. En definitiva: una joyita.
Butler, publicado por la editorial Capitán Swing. PVP: 20€ 328 páginas 14x22, rústica con solapas
Hemos tenido que esperar demasiado para tener este novelón en España. No esperéis más.
Distópicas y Poshumanas, una antología de es-
critoras españolas publicada por Los Libros de la Ballena. PVP: 14’90€ (cada volumen) Si aún quedaban dudas acerca de la presencia de mujeres en el género, estas dos antologías han venido a destruirlas todas. Solo echadle un vistazo a los nombres de las autoras, y no podréis resistiros.
30
Taller del Escribidor
El editor, un antihéroe para el escritor? ?
En ocasiones, pienso en un libro como un bloque de mármol, más o menos, como el mismo del que nació El David, de Miguel Ángel. Muchos, como Simone da Fiesole, Agostino di Duccio o Antonio Rosellino intentaron esculpirlo antes que él sin éxito. A mi parece, escribir es un trabajo similar. La página en blanco hay que trabajarla haciendo uso de varias técnicas. Algunos abandonan antes de finalizar el proceso y otros, sin embargo, logran presentar una estupenda obra de arte. Pero hasta que el proceso finaliza pasa un tiempo, uno en el que se pierde mucho romanticismo. Estudios de marketing, autoedición, seguidores en las redes sociales… los libros son productos que se ven sometidos a un proceso de refinamiento en el que es esencial una figura sin la cual estas mismas letras carecerían del brillo y perfección que tienen. Me refiero, por supuesto, a los editores. Estas personitas revisan de arriba abajo cada línea. Saben cuánto miden las comas, cómo de largas deben ser las pausas de los puntos y hasta la diferencia entre las comillas simples y las dobles, algo de los que hablaremos en su momento. Y es que ser editor no es fácil. Lo primero que inquieta, ante todo, es el factor humano. Si existe cierta relación entre la persona que escribe y la que corrige, nace una gran preocupación por defraudar emocionalmente al autor. A veces, no es sencillo decir que el trabajo de uno parece haber sido escrito por un mono. En nuestra mente, todos vemos nuestros textos como esos best-sellers que, nada más entrar a El Corte Inglés, aparecen antes de llegar a la sección de Librería. Ahí es nada.
Criticamos 50 sombras de Grey, pero más de uno ha fantaseado por tener, al menos, la mitad de promoción que la británica E. L. James que, por cierto, su nombre real es Erika Leonard Mitchell. No entiendo el tema de los seudónimos literarios. Pero bueno, eso es un caudal de otro río. Existe una guerra no confesa, y de carácter mental, entre editor y escritor. Por un lado, el que corrige lucha por meterse en la cabeza del que escribe para entender qué ha querido decir en un determinado párrafo, por qué ha usado ese signo de puntuación y no otro o, sin ir más lejos, y este es el terreno más peligroso, qué le está pasando a la historia. A mi parecer, creo que el argumento es exclusivo del escritor, a no ser que él mismo le haya pedido colaboración en la creación de tramas al editor, en cuyo caso, veo correctas las sugerencias. Darlas porque sí, sin ser pedidas, y mientras se escribe la novela, es como cuando alguien te dice, sin tener confianza ninguna, que has engordado. Así, sin preguntar ni nada. Son esos momentos en los que te dan ganas de usar esas palabras que, en cómics, se censuran con asteriscos y otros símbolos. Pero la batalla dialéctica va más allá. Una vez corregido, el escritor ya escribe con cierto respeto. Es decir, se piensa dos veces los sinónimos que usa, recuerda los errores que repite y piensa, de vez en cuando: “Madre mía cuando el editor me lea. Me va a crujir”. Y, efectivamente, eso ocurrirá, pero es algo de lo que se preocupará su yo del futuro. Reconozco que estoy siendo demasiado subjetivo en este número, pero es que creo que un editor debe ser la persona más crítica y pedante que podáis encontrar. Eso no quita que sea mala persona, al contrario, será un excelente profesional. Pensemos que él o ella será quien refine El David literario que, durante años, habéis intentado esculpir. Su responsabilidad es enorme porque el trabajo final cae, entero, en sus manos, y debe ser capaz de arreglar algo que no ha hecho. Le
31 puede gustar más o menos la historia pero, si la forma de plasmarla no es correcta, debe hacerlo saber. Y no solo vale con señalar en el error. Un editor ideal debe, también, proponer alguna alternativa o, como poco, añadir al lado del párrafo que no se comprenda un “dale una vuelta”. Sin embargo, romperé una lanza también a favor de los autores al decir que, en determinados momentos, también ellos deben defender su trabajo. Hay partes que no se pueden cambiar, por más que quien corrija así lo vea. Al final, esta relación es una tira y afloja. Es decir, uno hace una propuesta literaria. El otro la acepta y la edita y le devuelve la oferta con varios cambios. Está claro que la última palabra la tendrá el escritor que, ante la sombra del boli rojo, puede obedecer o revelarse. Y aquí es donde uno de los dos puede adquirir la posición del antihéroe, ese estereotipo de personaje que podría llegar a ser inteligente, cruel, pasivo, asocial o enajenado. No dejará de ser protagonista del proceso creativo, pero ha decidido, en algún momento, ir por libre y desvincularse del trabajo que, en un principio, se comenzó. Creo que un escritor antihéroe es una figura soberbia que piensa que no necesita a nadie para hacer su trabajo. Es un error en mayúsculas, pero es un error con patas de los que abundan por los campos literarios universales. Sin embargo, un editor antihéroe me parece perfecto. No está atado a nada, pasa de las normas fijadas por el autor y juega a provocar su estilo, originalidad y, en ocasiones, su imaginación. Eso no quita que no existan unas normas ortográficas que seguir, ojo. Lo que ocurre es que, lo que para muchos se soluciona con dos puntos, para otros se arregla con una coma. Eso sin entrar en el paradigma de los puntos y coma o los paréntesis versus el guion. En resumidas cuentas, y bajo un cielo sintáctico, los escritores deben sentirse libres para contar aquello que nace de la inspiración. El primer editor es uno mismo, pero
Estilo y Ortotipografía nunca llegará a ser ese antihéroe editor, porque eso significaría demostrar, quizás, cierta bipolaridad. Pero hay que releer, e intentar ser exigente con nuestros propios textos aplicando leyes ortográficas definidas que, poco a poco, según vayamos escribiendo, iremos haciendo nuestras. No hay que tener miedo al error. Todo lo contrario. Equivocarse es la mejor forma de aprender y, si además, tenéis la suerte de encontrar a alguien que os aprecie, os lea y os ayude, os habrá tocado la lotería de las letras. No muchos tienen criterio, tiempo o ganas de dedicarse a uno. Escribir es una labor que mejora con la práctica, pero no somos autosuficientes para gestionarla. No es algo tan fácil de hacer como muchas personas piensan. Creo que puede ser uno de los oficios más difíciles del mundo si se ejerce con cierto grado de profesionalidad y responsabilidad. Y me atrevo a decir esto porque no es una práctica sobre la que exista un manual o ciencia definitiva. Tampoco tiene una escuela de titularidad estatal reconocida ni, por supuesto, al final, lo que cuenta es la perfección lírica u ortográfica. Está claro que, si no eres Miguel Ángel, no vendes un David por excelente que te haya quedado la talla. La firma es lo que cuenta, y si tienes un alto volumen de ventas que te acredite como escritor, entonces las editoriales pelearán por ser tu mejor antihéroe y elevarte a la categoría de un dios literario. O, al menos, eso os harán creer. Pero ese es un debate que desarrollaremos en su momento, bajo la influencia de estas humildes letras a las que mi editora intenta darle, en cada edición, un mejorado estilo. Gracias, compañera. Continuará… Emilio Prieto Hurtado.
32
Mirando más allá
Mariola Beneyto Ilustradora
(1986, Ontinyent, Valencia). Desde su infancia se sintió fascinada por imágenes de cuentos y dibujos animados. Licenciada en Bellas Artes, al completar sus estudios, se concentró aún más en su práctica como artista dibujando a través de la meditación y centrándose en obras con elementos surrealistas utilizando diversas técnicas. Para ella el arte es una forma de vida, más allá de un simple trabajo. La temática de sus ilustraciones son naturaleza fantástica, los animales y la poesía, dibujar metáforas con mensajes trascendentales es lo que más disfruta. Ha participado en numerosas exposiciones individuales y colectivas en Altea, Barcelona, La Nucía, Sabadell, Callosa d´ en Sarria, Ontinyent, Valencia, Art Fair Málaga, etc. Actualmente trabaja como ilustradora freelance; dibujando ilustraciones, pintando cuadros y murales.
Por qué dibujas
Qué te inspira
Porque dibujar es mi forma de vida. Cuando estoy dibujando, mi mente descansa y me olvido de todos los problemas. Para mí es una especie de meditación que relaja el alma y el cuerpo. A través de proyectos personales de dibujo, he aprendido cosas de mí que no sabía que existían.
La inspiración viene de la constancia en el dibujo, de los momentos compartidos con cualquier técnica. Aunque siempre hay imágenes que te evocan otras y libros o textos que con la imaginación, pueden ser traducidos al dibujo; como poemas o escritos que usen metáforas, qué te inspiran y que puedes mezclar con tu propio lenguaje. Suelen ser también animales, naturaleza, imágenes místicas y fantásticas. Paisajes con edificios para crear mini mundos.
Porque el momento de crear es mágico y siempre hay un diálogo interno conmigo misma. Un aprendizaje constante del qué se puede sacar un diario de recuerdos con imágenes. Se drenan muchos sentimientos que no puedo comunicar de otro modo. Y porque disfruto con ello día a día, siempre desde el corazón, en búsqueda constante del equilibrio entre emociones y pensamientos. Lo creativo es vida y la vida es creatividad.
Me inspira el simple fluir de las manchas de color que crean formas al azar en las que voy viendo cómo se desarrollan nuevos dibujos.
33
Ilustración
Técnica preferida
Consejo para principiantes
No tengo una técnica favorita, creo que cada una puede aportar cosas diferentes. Y también disfruto combinándolas. Me gusta mucho combinar acuarelas y bolígrafo Bic o rotuladores marcadores. Me fascina también el acrílico con pinceles, aerógrafo y rotuladores Posca. Las técnicas digitales me encantan y me siento muy cómoda a la hora de realizar bocetos o pedidos para los clientes porque dan un amplio abanico a la hora de hacer cambios fácilmente. Me gusta el óleo para realizar cuadros con tranquilidad y sin fecha límite de entrega. También el pastel, los lápices, la tinta china, grabado, serigrafía…
Que cada cosa que dibujes la hagas con cariño y amor. Que le des mimo a cada trazo. Que de todo se aprende y esto de la creatividad es un aprendizaje constante. Que no te rindas y que si de verdad es lo que más sueñas, los sueños se cumplen. Que compartas tus dibujos para que la gente los vea, que hay un inconsciente colectivo donde caben todas las imágenes. Que te valores, porque si no te valoras, nadie lo hará. Y que disfrutes con cada momento que dediques a esto.
Síguela en: https://www.behance.net/mariolabencf0d https://www.domestika.org/es/mariola_beneyto/portfolio http://obsessionarte.blogspot.com.es/ http://mariolabeneyto.dibujando.net/galeria
34
Mirando mรกs allรก
35
Ilustraciรณn
36
Mirando mรกs allรก
37
Ilustraciรณn
38
Mirando más allá
Álvaro Barros Ilustrador
De San Miguel de Tucumán (Argentina). Es Diplomado y Técnico Superior en Diseño Gráfico y dibujante especializado en ilustración literaria y editorial. En 2013 retomó su trabajo profesional para ilustrar la Saga de Letgrín (Diego Furbatto), el reciente Manual de Rol Cicatrices del Mundo (Rubén H. Huertas) y algunas tapas de discos de trash metal (Devastación), aparte de numerosos encargos para colecciones particulares. Cuenta con varios premios nacionales e internacionales.
Por qué dibujas
Técnica preferida
Porque la ilustración es la vida tal como la percibo e interpreto, sumada a la constante lucha por no perderla ni subordinarla a otra personalidad ajena.
Trabajo en Blanco y Negro con pluma, plumín, estilógrafos, grafito y carboncillos junto a toda la gama de lápices monocromos de puntas blandas.
Qué te inspira En el arte el éxito no es nada fácil ni puede lograrse mediante esfuerzos inconexos o aislados. No hay don o talento tan grande que pueda prescindir del conocimiento, la práctica y el constante esfuerzo. Me inspira, de alguna manera, la retroalimentación que existe entre el empeño en cada trabajo y su resultado, expandiendo límites y la constante curiosidad de saber hasta dónde puedo llegar.
Consejo para principiantes Se cruzan innumerables ideas para transmitir, pero básicamente hay una regla fundamental, que el legendario A. Loomis definió con exactitud: Una cosa es dibujar bien la figura, pero otra muy distinta situarla en un escenario convincente, darle fuerza narrativa, personalidad e interés dramático. La figura considerada como buen dibujo significa poco. Debe realizar algo, vender un producto o dar realismo y carácter a una historia; su personalidad debe impresionar al que la mira, llevarlo a una definida respuesta emocional.
Síguelo en: https://www.facebook.com/AlvaroBarrosIlustrador/
39
Ilustraciรณn
40
Mirando mรกs allรก
41
Ilustraciรณn
42
Mirando mรกs allรก
43
Ilustraciรณn
44
II Festival Tártarus
GANADOR II Premio Tártarus E N E L B O S Q U E D E HA Y A S
Érase una vez, en un país muy lejano, que vivía una bruja, una Bruja Buena. Su casa, sencilla, de madera y piedra, se encontraba en el Último Rincón del Bosque de Hayas. Este bosque, tan grande que nadie había podido recorrerlo entero jamás, o esto se decía, ocupaba el centro de una tierra que otrora fue hermosa, rica y fértil, pero que ahora se moría. La razón por la cual ésta se moría no la sabía nadie. Salvo la Bruja Buena. La Bruja Buena no era fea ni hermosa, no era alta ni baja, no era gorda ni delgada, no era joven ni vieja. La Bruja Buena era como cada uno la veía, y cada uno la veía según lo que esperaba encontrar, según lo que creía que vería. Así, cuando un cazador de ciervos y su ayudante se perdieron por el Bosque de Hayas, puesto que era imprescindible perderse, y encontraron la casa, pudo ser que al cazador le pareciera la mujer más bonita sobre la tierra si eso era lo que deseaba, pero su compañero pudo ver en ella a la mujer más horrible y terrorífica. Este era uno de los encantamientos de la Bruja Buena. Sin embargo, cuando el cazador regresó a su hogar y quiso contarle a alguien cómo era ella, no pudo, algo le impedía describirla, se perdía en indefiniciones e imprecisiones, en contradicciones y lagunas. Claro es que a su acompañante le pasaba lo mismo. Como hemos dicho antes, la tierra que rodeaba el Bosque de Hayas se moría. Poco a poco, los manantiales dejaron de emanar agua, los campos olvidaron su verde para ir tornándose grises, todo lo que brillaba antes, poco a poco, devenía mate. Las vacas adelgazaban por mucha hierba plomiza que tragaran, las ovejas daban lana rasposa, los cerdos y los pollos y los pavos enfermaban y su carne resultaba agria y maloliente. Los pájaros dejaron de sobrevolar la tierra, los peces abandonaron los ríos de agua mohosa y los lagos. Incluso el Sol salía cada mañana más tarde y lo hacía con pereza, con hastío, sin ganas, apático, y su luz sobre la región era tenue y tosca. Por las noches la Luna comparecía triste como si seguir allí fuera una condena. Cuando llovía, las gotas caían con morosidad, algunos decían que se frenaban antes de chocar contra el suelo y que ponían cara como de asco. Los habitantes humanos de los pueblos y aldeas, de las granjas e incluso de la Ciudad Principal, se volvieron lentamente taciturnos, apagados e indolentes. La tierra, a su vez, se encerraba en sí misma y en las fronteras los puentes se
45
II Premio Tártarus
rompieron, los caminos se llenaron de espinas y de rocas que impedían el paso a la tierra vecina. En esta tierra no había Rey, ni Reina, ni Príncipe, ni Princesa. Tiempo atrás se había decidido que cada cierto tiempo mandaría alguien distinto de un Consejo formado por personas elegidas al azar. Desde los primeros indicios de agostamiento habían pasado ya cuatro mandatarios: el primero lo ignoró todo diciendo que ya se andaría; el segundo quiso resolverlo por la fuerza, haciendo que todos trabajaran el doble o hasta el triple; el tercero lo revolvió todo replantando, reconstruyendo, remodelando. Los fracasos se sucedían en serie, piezas de un domino que cada vez corría más aprisa. El cuarto mandatario era una mandataria, decían que era una chica demasiado joven, sin experiencia ni conocimiento, incapaz de hacer nada y, a pesar de llevar en el mando muy poco tiempo, ya sonaban voces pidiendo otro cambio, antes de dejarla hacer nada. Ella, con sus funcionarios, revisó todos los informes técnicos, científicos, astrológicos, filosóficos y fantasiosos, sin saber qué hacer. Veía las flores palidecer y luego marchitarse en sus macetas y añoraba el aullido del búho por la noche y el zumbido de las abejas por las mañanas, mañanas en las que ya no había rocío. Así que, cuando una noche escuchó a un cazador y a su ayudante intentando explicar que en el Último Rincón del Bosque de Hayas había una bruja y que por donde ella caminaba todo volvía a la vida, pues fue eso lo que explicaron ambos a pesar de que uno aseguraba que era bonita sin poder describir por qué, y el otro garantizaba que era fea sin saber explicar cómo, la Chica Demasiado Joven llamó a sus dos soldados más fieles, una mujer y un hombre, y de madrugada partieron sobre sus monturas en dirección al Bosque de Hayas. Sería demasiado joven, pero era decidida y quedarse de brazos cruzados le parecía una opción horrible. Pero claro, había un problema. Y ese problema era que sabían lo que buscaban: una bruja en una casa de madera y piedra en el Último Rincón del Bosque de Hayas; y para qué la buscaban: para que les ayudara a resolver el problema de la muerte de la tierra. Nadie que fuera a buscar a la Bruja Buena podía encontrarla, hacía falta perderse. Durante días y noches cabalgaron, acamparon, comieron sus provisiones, bebieron su agua, se ensuciaron de polvo y barro, se les irritó la entrepierna. Dieron vueltas y vueltas, pasaron más de una vez por el mismo sitio, volvieron atrás, empezaron de nuevo, pero no hallaron la casa, ni la bruja. Al final, desesperados, decidieron volver habiendo perdido toda esperanza. Una noche de regreso, mientras los caballeros que la flanqueaban dormían en un sueño convulso, la Chica Demasiado Joven miraba el cielo de estrellas mortecinas, pues incluso ellas se iban apagando en aquel firmamento, cuando vio una que era distinta a las demás. En primer lugar era más bien de color verdoso, un verde claro y diáfano; en segundo lugar, se movía, de forma casi errática, como si anduviera perdida en un laberinto de sombras; y en tercer lugar, emitía un sonido ligero, como una flauta travesera lejana en una melodía de silencio. Largo rato se quedó la Chica Demasiado Joven intentando discernir si se trataba de un efecto óptico, de una ilusión o de un sueño absurdo; se frotó los ojos, agudizó el oído, se pellizcó. Pero no había duda: estaba despierta y además, la luz se iba acercando. Se levantó, pensó si despertar a los que la escoltaban y decidió, por algún motivo irreconocible, que mejor no. El verde tintineante se convirtió pronto en una refulgencia cetrina con forma de huevo y ésta se desvió, quedando cubierta por las copas de las hayas. La Chica caminó saliéndose del campamento, abriéndose paso entre arbustos y ramas, siguiendo la estela olivácea hasta que, quedándose detrás de un árbol, vio como aterrizaba y se apagaba. La Luna triste parecía haber advertido también aquel hecho extraño y brillaba un poco más que las noches pasadas, como si observara picada por la curiosidad, un tipo de curiosidad que solamente la Luna posee. De repente, provocándole un susto que casi la delata, del huevo se abrió una puerta y salió un ser cómo ninguno que la Chica Demasiado Joven hubiera visto jamás, ni despierta ni dormida, ni en relatos, ni en realidades, ni en embustes. Hay que tener en
46
II Festival Tártarus
cuenta que ni la Chica ni nadie en aquellas tierras o en tierras cercanas, había visto jamás nada volando que no fuera un pájaro, un cometa, una nube o una hoja levantada por el viento. A eso cabe añadirle las luces imposibles y los sonidos desconocidos hasta entonces, todo formando un cuadro de una rareza tal que, otra vez, la Chica se pellizcó en el hombro y luego se abofeteó para asegurarse que no dormía. No dormía, o el dolor físico existía en los sueños contrariamente a lo que siempre habían asegurado. El Ser Extraño, indescriptible, avanzó entre los árboles siguiendo lo que se asemejaba a un mapa y guiándose por lo que podría ser una brújula. Avanzaba con decisión sorteando las hayas sin mirarlas, con sus ojos fijos en el mapa. Ella le siguió, tiritando bien por el frío nocturno, bien por el miedo, intentando no hacerse notar. Se dio cuenta que el Ser Extraño no emitía ningún ruido, salvo el sonido musical de flauta travesera remota y de que aun sin mirar sorteaba con suma facilidad piedras y raíces. Ella, sin embargo, debía ir poniendo cuidado en cada paso que daba, se hizo algún que otro rasguño, se lastimó algún que otro dedo de sus pies. El Ser Extraño llegó a un claro y se detuvo, miró a su alrededor, sacó algo de lo que ella dedujo que era un abrigo y entonces el claro se iluminó con tonos glaucos y signos, símbolos, letras, dibujos y formas geométricas que aparecieron en el aire como por arte de magia durante unos instantes. El Ser se puso a hablar o balbucear o gemir o algo en una lengua inverosímil, las imágenes se movieron y cambiaron y por algún truco o mecanismo, se desvanecieron. La Chica Demasiado Joven volvió a abofetearse. «Al final te harás daño», dijo una voz limpia e ilustre a su lado. Ella se giró pensando que era uno de sus adláteres, pero ante sí tenía un unicornio. Los unicornios no existen, pensó. «Claro que existo», dijo él sin mover su morro. Estoy soñando, pensó ella, es descabellado que esté despierta, e intentó golpearse en la cara, esta vez con más contundencia, pero su mano se detuvo por alguna fuerza mágica invisible a unos centímetros de su mejilla sonrosada, quizá por el frío nocturno, quizá por el asombro. «Deja de hacer eso, por favor. Te aseguro que estás despierta. A unos pasos de ellos, sin haberse percatado de su presencia, el Ser Extraño volvía a emprender su marcha. De haber tenido un espejo delante y haberse visto, la Chica Demasiado Joven se habría sorprendido de ver que podía llegar a poner la cara que ponía ahora. «Cree que sabe a dónde va», dijo el Unicornio, esbozando una sonrisa. Los caballos no sonríen, pensó ella. «No soy un caballo, soy un Unicornio, y todos los animales, mágicos o no, sonríen. Vamos a seguirle, hasta que no esté perdido no funcionará». Ella quiso preguntar qué no funcionaría, pero se le atragantó la voz. El equino con un cuerno purpúreo en la frente se puso a trotar sin sonido alguno, tal que flotara, y ella, a pesar de las enormes ganas que tenía de salir corriendo, le siguió. Avanzaron muchos metros, el Ser Extraño se iba deteniendo y volvía a mirar las imágenes que proyectaba un aparato que llevaba consigo, luego farfullaba algo, cada vez más irritado y reanudaba su marcha por el Bosque de Hayas, casi infinito. En un momento dado el Ser Extraño pareció darse por vencido, se sentó en el suelo abatido y empezó a silbar, con una melodía melancólica. La Chica se dio cuenta de que ella tampoco tenía ni idea de dónde estaba, sería incapaz de volver hasta el lugar en que sus socios de viaje dormían. Quizá se habían despertado y la buscaban nerviosos, preocupados. «Siguen durmiendo», aclaró el hípico. Leía sus pensamientos. Intentó no pensar en nada, pero descubrió que eso es
47
Sugerencias
imposible y decidió preguntarse a sí misma qué debería ser aquel Ser Extraño, de dónde habría salido. «Viene de muy lejos», respondió, telepáticamente, el Unicornio, «de otra estrella, pero está aquí por lo mismo que nosotros. Su tierra se muere, como la tuya y como la mía». De golpe, ella se percató que había olvidado por qué estaba allí, en aquel Bosque. Y entonces vio que había un camino entre las hayas más altas del Bosque, un camino pequeño marcado con claridad, casi pintado en un decorado de la mejor obra de teatro. El Ser Extraño también lo vio, se alzó y decidido o, mejor dicho, como empujado por la decisión de alguien otro, avanzó por él. También movidos por una voluntad que no les pertenecía, el Unicornio y la Chica Demasiado Joven fueron detrás. El camino se abría paso entre el bosque o el bosque se abría para dejar pasar al camino. Al final de la senda, una casita de madera y piedra, con una chimenea de la que salía un humo tan blanco que irradiaba un resplandor argentino. La casa estaba rodeada de flores que incluso a oscuras eran más radiantes que la del resto de la tierra que moría. En la puerta, sentada en un balancín, la Chica Demasiado Joven vio a una mujer de mediana edad afable, hermosa y dulce y supo, solo verla, que la tierra dejaría de morir y pronto empezaría a revivir. Martí Ramos
49
Concurso
GANADORA concurso anterior Coge una batidora y mete dentro a una trabajadora social, una educadora infantil, un buen puñado de libros, mucho terror y quejas. Limpia la sangre y ponle unas gafas, el resultado que queda es Sheila.
Sheila Moreno Griñón
Puedes encontrarla y compartir quejas con ella en Twitter: @MarcapaginasOlv
A LAS FAUCES DE LA MUERTE
H
abían matado a la bestia, pero no sabían cuántas más habría en aquella cueva. Salieron de la misma muy malheridos. La criatura era ciega, pero se había movido sin ninguna dificultad por los dominios oscuros de su hogar y, para compensar su ceguera, tenía varios pares de garras y un enorme aguijón venenoso. Así que si bien ese ser del averno había fallecido, los tres aventureros estaban heridos mortalmente. La incansable Cleo había sufrido un punzante ataque de aguijón en el muslo y el veneno del mismo empezaba a ennegrecer la piel. El testarudo Holdi tenía en cambio un corte profundo en el pecho y la sangre caliente brotaba sin descanso. Por su parte, el joven y tímido Abaque no sentía un brazo, el miembro había sido aplastado junto con parte de su pecho, con lo que respirar le costaba hacerlo cada vez más. —Vamos a morir —suspiró Holdi. Al hacerlo algo de sangre brotó de su boca. Cleo quiso decirle que no se rindiese, que aún no estaban muertos, pero la voz no le salía y la vista empezó a nublársele, hasta que al final sus ojos se cerraron. Cuando los volvió a abrir los hizo sobresaltada y cubierta de sudor. Estaba en una cama con las sábanas limpias en vez de sobre la fría tierra que iba a convertirse en
50
Tras los muros
su tumba. Miró su muslo en busca de restos de la herida o del veneno, pero sólo vio pequeñas cicatrices. Alertada, salió del cómodo lecho y corrió en dirección a donde se oían lo que parecían ser unas voces. Allí, bebiendo algo que parecía té y tan sanos como jamás creía que volvería a verles, estaban Holdi y Abaque. El mayor de los dos se reía de su propio chiste moviendo su barriga de un lado a otro, mientras que el pequeño calentaba sus manos con la taza a la que cuyo contenido daba pequeños sorbos. No tuvo tiempo de pensar si aquello era real cuando sus dos amigos se abalanzaron sobre ella y la abrazaron hasta casi dejarla sin respiración. —¿Cómo hemos logrado salir con vida? ¿Dónde estamos? —preguntó. —Os encontré en el bosque, cerca de una cueva —dijo una voz, entrando en la habitación—. Estabais heridos y condenados, así que os curé y os traje aquí. La voz procedía de un hombre joven, con barba cuidada y de espaldas anchas. —¡Él es Nachev! —exclamó Abaque con ojos brillantes. Nachev les había rescatado, sanó sus heridas y detuvo las hemorragias y el veneno. —Eres un increíble sanador —dijo Cleo—. Muchísimas gracias. —No hay de qué. Hablaron durante todo el día y estuvieron explicando a su anfitrión toda su aventura, cómo habían matado al monstruo que custodiaba la cueva y cómo era la primera vez que habían temido realmente por su vida. Nachev escuchaba todo con paciencia, era imposible no sentirse atraído hacia ese hombre, parecía estar interesado en cada palabra que decían, hacía preguntas continuamente y era muy educado. La conversación acabó cuando un ruidoso rugido surgió del estómago de Abaque, ninguno había querido molestar a su anfitrión, pero el té no servía como alimento. —¡Ah, sí! —dijo de pronto Nachev—. El tiempo ha pasado tan deprisa que he sido un desconsiderado al no pensar que tendríais hambre. Vayamos a la despensa a ver lo que hay. Los cuatro descendieron unas escaleras que había bajo una trampilla en el suelo de la cocina, hasta llegar a una habitación repleta de carne y conservas. —Coged lo que queráis —les animó Nachev. Los tres amigos se miraron con una sonrisa y empezaron a examinar toda la comida, hasta que Abaque les hizo llamar. Había encontrado una puerta y no era capaz de abrirla. Cleo y Holdi fueron hasta la puerta, Nachev les dijo que la abrieran si querían y tras forcejear con ella lograron hacerlo. Lo que había al otro lado de la misma eran trozos de personas: brazos y piernas apilados como carne, ojos en frascos como conservas, orejas secas, bolsas con huesos en polvo… Y lo más terrorífico de todo, clavado en un gancho como si fuera ganado, un hombre desnudo sin piernas y si un brazo, que boqueaba con el rostro desencajado.
51
Concurso
Abaque empezó a chillar sin parar. Cleo y Holdi se pusieron en tensión. —¿Qué se supone que es esto? —preguntó Holdi, cogiendo un cuchillo que había sobre una mesa ensangrentada y apuntando con él a Nachev. —Mi alacena —respondió él tranquilamente—. Soy un antropófago, si quiero mantenerme con vida necesito comer carne de otros humanos y esta a su vez me sirve para usar mis poderes de sanación. —Eso es horrible —dijo Abaque tapándose la boca. Su rostro empezaba a ponerse de color verdoso. —No —dijo Nachev—, yo no quiero matar a nadie, así que ayudo a personas que lo necesitan y estas a cambio me ofrecen lo que consideran necesario para el pago por los servicios prestados. No están obligados por supuesto, pero mis capacidades mágicas requieren sangre, huesos y piel. Así que muchos consideran que es lo correcto. Los tres amigos se miraron extrañados, aquellas palabras tenían demasiado sentido y eso los asustaba. —¿Y ese hombre? —preguntó Cleo señalando al desgraciado que se desangraba en un gancho. —A veces los aventureros quieren entrar en cuevas imposibles para convertirse en leyendas, y requieren de mis servicios para poder lograrlo, así que echan a suertes quién será el sacrificio. ¿Qué más da la muerte de uno cuando podrían morir todos por las fauces de un dragón? Los tres aventureros se miraron y todos ellos se plantearon hasta dónde estarían dispuestos a llegar para lograr sus objetivos. Cuando dejó de ser el centro de atención, Nachev se sentó en las escaleras y esperó. —Todos los grupos terminan haciendo un pago, hasta dónde es una decisión vuestra —dijo con voz pausada y tranquila, y añadió—: Yo sólo os he salvado la vida. Sheila Moreno Griñón
Páginas amigas Despierta Sherezade https://www.facebook.com/despierta.sherezade?fref=ts Leo fantasía en español http://leofantasiaenespanol.blogspot.com.es/ El club de las escritoras http://elclubdelasescritoras.blogspot.com.es Literautas http://www.literautas.com/ Zona excéntrica http://zonaexentrica.blogspot.com.es/ Dragones de papel y hueso http://estermoseley.blogspot.com.es/2013/05/ gracias-todos-por-visitar-mi-otro-blog.html Escritores principiantes https://escritoresprincipiantes.wordpress.com/ Aeterna Lecturas http://a-eterna.blogspot.com.es
ColaboraciĂłn Juegos Florales http://juegosflorales.com/ Libros Prohibidos http://libros-prohibidos.com/ La nave invisible https://lanaveinvisible.wordpress.com/ Sarah Myers http://pensamientosyfantasia.blogspot.com.es/ Lidia Ribera www.lidiaribera.com Misterios de escritora http://misteriosdeescritora.blogspot.com.es La orilla de las letras www.laorilladelasletras.blogspot.com Cristina entre letras http://cristinaentreletras.blogspot.com.es/ Saga Gigantes del SueĂąo http://mimundodefantasia-yunypotter23.blogspot.com.es