The 13th Número 22

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The13th AÑO: 2

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NÚMERO 22

UNA R E VISTA IMA GINARIA

WAYNE HUSSEY DI GIOVANNIS | MAFF | RICHTER MONO | CAMOUFLAGE | FESTIVAL DE SELLOS INDEPENDIENTES ISON SPECTRA | STEVEN SEVERIN | LITERATURA | CINE


STAFF

DIRECCIÓN GENERAL

ESCRIBEN EN ESTE NÚMERO

Diego Centurión [ Departamento de Música ]

[ Departamento de Cine ]

REALIZACIÓN Y DISEÑO

Diego Centurión

Nicolás Ponisio

Julieta Curdi

Erick R. Vieyra

José Luis Lemos

Alejandro Cenizacromada

Gustavo García

TRADUCCIÓN

Marcelo Simonetti

Bernardo Jiménez Mesa

Maxx Wilda

[ Departamento de Literatura ]

Marcelo Simonetti

Rodrigo Debernardis

Pablo Ravale

Marcelo Simonetti

Damián Snitifker

Ariel Soriano Marianarchy Deadbilly

[ Departamento de Artes Visuales ]

Bernardo Jiménez Mesa

Julieta Curdi

Ricardo Padilla (Oriani_K)

Nazarena Talice

J.D. Daire Alujas Gabo Rojo César León Gabriel Muscio Nahuel Ordoñez COLABORAN EN ESTE NÚMERO Fotografías: Inzendies,

Cine: Jimena Patiño

Alex Martiniaddic y Melisa Gargarello.

CONTACTO issuu.com/revistath13th

facebook.com/the13thlarevista

revistathe13th@gmail.com

twitter: @RevistaThe13th

Las fotografías usadas en esta Revista son propiedad de sus respectivos autores.


EDITORIAL

Octubre, 2015 Llegamos al número 22, al fin. Como siempre el trabajo de armar esta revista nos ha hecho pensar muchas cosas que trataremos de ir mejorando. En este número sumamos otro integrante del Staff, desde Argentina, Nahuel Ordoñez, quien se incorpora con una reseña de disco y la cobertura de un Festival de sellos independientes. Para empezar con los contenidos, entrevistamos a un conocido ya de la casa, Wayne Hussey, quien nos cuenta sobre los dos conciertos que dará en Buenos Aires en noviembre próximo. Otros amigos de la casa, Di Giovannis nos han contado sobre el lanzamiento de su nuevo trabajo “Elodio”. Y nos comunicamos con los extraordinarios chilenos de Maff quienes nos hablan de su actualidad. Y la banda electro rock argentina Richter nos habla de “Danzallamas” su trabajo que cumple diez años. Continuamos con “Derecho de Piso” en donde presentamos a Ison Spectra. En materia de conciertos estuvimos en Mono, Camouflage y, como hemos dicho antes, presenciamos el cierre del Festival de Sellos, una iniciativa de nuestros amigos Fuego Amigo Discos. Recordamos el natalicio y lo festejamos del gran Steven Severin. La literatura y el cine siempre presentes con sus subsecciones. Y la mejor información sobre música. Como siempre queremos darle el espacio a nuestro programa PISO 13, en donde en Octubre estaremos cerrando con la primera temporada de “The Quiet Sessions”. En fin otro número, otro espacio para seguir trabajando.

REVISTA THE 13TH


ÍNDICE

TODO EL TIEMPO BUSCAMOS SER MEJORES por Diego Centurión...................................................06

ES BUENO ESTAR VOLVIENDO A BUENOS AIRES por Marcelo Simonetti .........................................12

FUE UN PROCESO DE BÚSQUEDA por Diego Centurión............................................................................16 PALABRAS EN LA ARENA LA NEGACIÓN EN PERSONA por Pablo Ravale...........................................................................................................22 CRÓNICAS DESDE MERDEVILLE

CORTÁNDOSE UNO SÓLO por Pablo Ravale.............................................................................................................24

HIDDEN TRACK...............................................................................................................................................................28 RESCATE CINÉFILO ONE HIT WONDERS por Nicolás Ponisio y Gustavo M. García....................................................................................34 BONUS TRACK por Jimena Patiño...............................................................................................................................44 EL ESCRITOR SERIAL Hannibal: This Is My Dossier por Nicolás Ponisio ........................................................................................................52


EN CONCIERTO MONO NO ES MONO (ES SURROUND) por ernardo Jiménez Mesa / Fotos: Nazarena Talice.....................................66 UNA NOCHE SIN ESCALAS, SIN PAUSA, INTENSA E INTERMINABLE por Marianarchy Deadbilly / Fotos Nazarena Talice......................................................................................................70 PARA SIEMPRE NO ES SUFICIENTE por Damián Snitifker.............................................................................................76 ESTAS SON CNACIONES DE PESO por Nahuel Ordoóez / Fotos Inzendies................................................................80 COMPRENDER CÓMO GERMINAN LAS COSAS por Gabriel Rojo Fotografías: Alex Martiniaddict............................84 UNA CORONACIÓN PAGANA por Nahuel Ordoóez / Fotos Inzendies.......................................................................92 PURA MELOMANÍA

ES UN DISCO ATEMPORAL.........................................................................................................................100 PINK FLOYD Y LA AUSENCIA por César León............................................................................................................106 CREANDO M˙SICA COMO SI FUERA LA PRIMERA VEZ por Ricardo Padilla...............................................................109 CANTARLE A LA DESESPERACIÓN por Pablo Ravale................................................................................................110 UN VALOR AGREGADO por Rodrigo Debernardis.....................................................................................................111 ESPECIES TRANSPARENTES por Alejandro Cenizacromada.......................................................................................113 EL REGRESO DEL REY por Gabo Rojo.........................................................................................................................115 LA HORMIGUITA TRABAJADORA DEL ROCK BRITÁNICO por Pablo Ravale............................................................116 EL ROCK COMO PODRÍA Y DEBERÍA SER por Gabo Rojo.........................................................................................117 ¿QUÉ BEBER PARA ESCUCHAR MEJOR? THE GREAT ESCAPE & MOLOKO PLUS (VERSIÓN COMERCIAL) por Max Wilda......................................................118 EL JARDÍN DE LAS DELICIAS........................................................................................................................................122 EFEMÉRIDES

EL BAJO DE LA BRUJA.............................................................................................................................................132

DERECHO DE PISO ISON SPECTRA ...........................................................................................................................................................134



[ Entrevista a Di Giovannis por Diego Centurión ]

TODO EL TIEMPO BUSCAMOS SER MEJORES Di Giovannis aparece en nuestra historia casi al principio, cuando aún éramos fanzine de The Cure, y como ellos fueron los teloneros elegidos por Robert Smith, en el segundo número nos contaban esa experiencia del encuentro con el mismísimo Robert Smith. Dos años han pasado de ese hecho y de nuestro primer contacto con Alexis y Vistoria, muchas veces han pasado por la páginas de The 13th, y ahora con el lanzamiento de su nuevo álbum nos hemos contactado con la banda para hablar de “Elodio” su segundo trabajo de estudio, que lo pueden encontrar en su bandcamp para descarga directa. http://digiovannis.bandcamp.com

ELODIO “Elodio” comienza con la furiosa e instrumental canción que titula al álbum. Enérgica e introductoria pieza con velocidad y oscuridad implícita en todo el track. “Terrible” la canción que sigue tiene un comienzo arrollador y se oscurece cuando la voz entra, pero sin perder un ápice de esa energía punk en la música. “La Niebla” es otra canción que descarga energía punk pero se animan a utilizar instrumentación extraña para el género como castañuelas, pero la contundencia del bajo/batería y las estridentes guitarras, hacen del track uno delos mejores del álbum. “Resurrección” fue el track de adelanto de este tra-

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bajo, lanzado en diciembre del 2014, un track tremendo y eficaz, que en su minuto trece segundos de duración, descarga toda la furia característica de Di Giovannis. “Casuario” va en el mismo carril de la anterior en duración y velocidad, aunque esta se asemeje al sonido más ramonero. Unido a la canción anterior comienza “Lejos”, un track más tranquilo, con guitarra acústica y todo, si se puede decir así, en donde nos dan un respiro en la vertiginosidad del disco. “Durango XXIII” es un instrumental que ya ha sido registrado en el disco en vivo “XII IV MMXIII”, el álbum grabado en la noche que cerró The Cure en el Estadio de River Plate. “Entierro Blanco” fue también registrada por primera vez esa noche. “Huesos” es el siguiente track en donde la energía de las anteriores no disminuye. “Matar” es oscura y posee un relato casi de película de terror. “III” es la previa hacia el final. Que llega de la mano de otra que escuchamos en aquella noche de 2013, “El Rojo Río”, angustiante y desesperada canción que transmite una atmósfera de oscuro caos y lleva una energía salvaje y reprimida, que estalla en el estribillo. La nueva entrega de Di Giovannis se titula

“Elodio”, editado el reciente 23 de septiembre. Un álbum que demuestra la energía y el crecimiento en la sonoridad de la banda sin perder su esencia, es más, ampliando el campo de la experimentación sonora en un estilo que mucho no deja hacerlo, pero ellos se lo propusieron y lo han logrado. Un álbum que, para aquellos que no los conocen y pretenda que su cuerpo se sacuda, es el ideal para recobrar la energía primaria de un ser humano.

SOBRE ELODIO ¿Hasta cuándo estará disponible para descarga directa? ¡La descarga gratuita va a seguir disponible sin límite de tiempo! Acabo de terminar de escuchar el nuevo álbum. Hay canciones que están en su anterior álbum en vivo XII IV MMXIII. ¿Cómo maduraron esas canciones desde aquella noche en River? Esas son tres canciones "Durango XXIII", "Entierro


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Blanco" y "El Rojo Rio" y son las más viejas de las nuevas, la venimos tocando en vivo hace un par de años por lo que tuvieron tiempo de sobra para madurar, creemos que la que más puede sorprender en su versión definitiva de estudio es "Durango XXIII" un instrumental al que le grabamos guitarras clásicas, shaker, cascabeles, palmas y demás instrumentos que en vivo no estaban transformándolo en una especie de flamenco cyber-punk. En este trabajo se los nota más oscuros que en sus anteriores trabajos. ¿Ampliaron su sonoridad más hacia el dark? En realidad nos interesamos más en el Punk Rock, quisimos desprendernos un poco de esa cosa densa y funeraria, e ir a algo más clásico y directo, por eso hay clichés que tienen que ver más con un rock and roll más viejo que con el dark, aceleramos bastante y logramos canciones más cortas, sin embargo las letras siguen siendo bastante oscuras, es cierto. La primera canción aparece como “Elodio” ¿Algún significado para el nombre?

Era el nombre del gato gordo, naranja y bacán que vivía con V., surgió de leer las dos palabras seguidas y convertirlo en nombre, (el gato era 0 odio). El primer tema nos parecía imponente le quedaba bien el nombre así como al disco, es una sola palabra, un término negativo convertido en fuerza benigna, era lo que estábamos queriendo decir. En "Huesos" suena un piano, ¿fue sólo para la grabación o en vivo lo van a usar? ¡Ese es el piano de cola de Panda! También lo grabamos en algunos temas más pero esta más de fondo en la mezcla, era algo que queríamos hacer hace tiempo poder grabar un piano. Aún nos falta decidir cuantos de los arreglos del disco van a ir a las pistas del vivo ¡pero puede que sí! Hoy la banda suena mucho más ajustada, climática, enérgica, pero estas canciones muestran un crecimiento musicalmente. ¿Ustedes lo perciben este crecimiento? Todo el tiempo buscamos ser mejores en lo que hacemos, para este disco le prestamos más atención a


sultado no nos convenció y pasamos de uno de los mejores estudios a nuestra sala de ensayo a terminarlo con cero conocimientos de como grabar y mezclar un disco. Por suerte si hay algo que nos genera la banda es la necesidad de aprender a hacer cosas nuevas todo el tiempo para poder realizarlas nosotros mismos y llegar al resultado exacto que buscamos. Además de grabar acá en Quelonio Records grabamos algunas cosas en los estudios de dos amigos pilares de la banda ya por una cuestión de puro gusto de compartir algo del trabajo junto a ellos, en Estudios Con Mística de Claus Roller y Estudio Del Monte de Nahuel Salgueiro.

las estructuras de las canciones para que sean más concretas y a la producción musical del disco en general, fue trabajo de un año y medio constante de prueba y error buscando lo que sonaba en el fondo de nuestros cráneos, al día de hoy, cuando escuchamos los primeros demos, son una bola de ruido intolerable hasta para el mas sordo, por suerte creemos que logramos lo que con tanto trabajo buscamos. Por lo que se puede leer en los créditos, han grabado el disco en varias partes. ¿Cómo fue buscar el lugar donde grabar cada instrumento y por qué? La idea principal era grabarlo y mezclarlo todo analógico en Panda en un par de días pero por cuestiones técnicas y falta de tiempo/presupuesto el re-

¿Cómo piensan presentar el álbum? La idea es hacer algo especial que aún no tenemos cerrado seguro será más cerca de fin de año, mientras tanto iremos tocando la nuevas canciones de a poco en las próximas fechas. ¿Va a haber edición física? Claro que sí, habrá Cassettes y probablemente CDS por Quelonio Records, nos fascinan mucho las ediciones físicas, lo visual y táctil es importante para nosotros, intentaremos hacer las ediciones lo más interesantes posibles, lo digital pierde un poco de la parte ritual, y queremos generar eso también en quien se acerque al disco. Para escuchar el disco entero en youtube: https://youtu.be/FO7rX8qvsEA


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[ Entrevista a Wayne Hussey por Marceo Simonetti ]

ES BUENO ESTAR VOLVIENDO A BUENOS AIRES Una vez más Wayne Hussey aparece en nuestras páginas, como en el número 18, esta vez anticipándonos su próxima visita a Buenos Aires, con dos conciertos en el Café Boris, el 20 y 21 de noviembre. El cantante de The Mission nos abre las puertas de la intimidad de esos próximos encuentros con los Missionarios de Argentina.

Hola Wayne, primero que nada gracias por acceder nuevamente a que te entrevistemos. Luego de tus shows con The Mission y Blood Brothers en el Reino Unido y Europa has anunciado dos shows solo en Buenos Aires, para nuestro placer. Finalmente tendremos la oportunidad de disfrutar de versiones en vivo de tu hermoso último álbum, Songs of Candle Light and Razorblades. ¿Has pensado en cómo vas a encarar los shows? ¿Van a ser tan impredecibles como tus shows solistas del 2014 por Europa, reflejados en tu último dvd doble en vivo? ¿O estás planeando un show de “hits”, con los clásicos de The Mission y un par de covers? Es bueno estar volviendo a Buenos Aires, mi ciudad favorita de Sudamérica. Siempre disfruto mucho ahí. En realidad es un show solo y el segundo es con Jimmy Rip. La verdad es que aún no pensé en los shows, pero seguramente mi show solo será similar al de la gira del 2014, eso espero. Tengo un iPad con las letras de más de 100 canciones de las que puedo ele-

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gir cualquier noche, por lo tanto hay un cierto grado de imprevisibilidad. Cada show es un evento único. Todo depende de de cosas como: cuánto vino he tenido para tomar, que es lo que la gente pide desde el público, que soquetes tengo puestos, y si Liverpool ganó ese día o perdió. Habrá algunas canciones que el público conocerá, y otras quizás no. La lista de temas de los shows de Workington y Leeds fueron casi completamente diferentes, como podemos ver en los dvds que recién han salido. ¿Estás pensando en dos shows diferentes, o sabrás lo que vas a hacer el momento antes del show? Definitivamente van a ser dos shows diferentes. No estoy seguro aún de lo que haremos Jimmy y yo. Tengo un par de ideas pero tenemos que charlarlo con Jimmy. Para mi show solo, no suelo trabajar con una lista de temas. Tengo una idea de con qué empezar y luego veo hacia donde van todo. Es esa una diferencia con The Mission, ¿no es así? Sos mucho más vos mismo. ¿Puedes decidir que tocar y cantar en el momento. O es tan premeditado como un show de The Mission? Puedo ser yo mismo también con la banda, ya sabés. Sólo que no es tan espontáneo debido a que hay cuatro personas involucradas aunque a mí me gusta cambiar la lista cada noche con la banda aunque sean dos o tres canciones. Mantiene a la banda en sus pies, lo hace más emocionante para mí, y supongo que también para el público. También me desvío a veces del setlist si estoy de humor. Y eso saca a la banda. Cuando conversamos entre nosotros, ellos siempre prefieren tocar las mismas canciones todas las noches en el mismo orden y yo puedo entender por qué pero para mí se vuelve muy aburrido. Con el show solo puedo llevar todo donde yo quiero. Esa es la diferencia entre los dos. En tu último show solo aquí en 2012, escuchamos “There ain’t no prayer in the bible can save me now” en vivo antes de que fuera editada en The Brightest Light. ¿Has estado trabajando en canciones nuevas? Quizás podamos escuchar algo de ello el próximo

noviembre… Bueno, se supone que me tengo que tomar éste tiempo para escribir canciones para el próximo disco de The Mission pero aún no tengo nada terminado. De cualquier modo, espero tener algo nuevo para tocarlo en noviembre. Acerca de las letras. Pienso que hubo un quiebre con Masque respect al modo en que las escribes. Mucho mejores que en los primeros discos. Y ahora pienso que con The Brightest Light y Songs of Candle Light and Razorblades hubo otro quiebre, un “gran paso” comparado con otros álbumes. Mucho más personales, y de algún modo mucho más narrativas (al menos algunas de ellas, por ejemplo “Til the end of time”). ¿Sentiste ese cambio, trabajaste para él, fue natural? Personalmente creo que son las mejores letras que hayas escrito alguna vez. Bueno, es como cualquier otra cosa, no? Cuanto más lo haces, mejor lo haces, o eso espero. Antes de The Mission nunca había escrito letras, solo algún chapoteo ocasional, así que mi aprendizaje fue hecho en público. Pero me gustan un montón de letras de las primeras. Hay algo naive y encantador en ellas. Algo que se perdió a medida que fui adquiriendo mayor experiencia. Las primeras letras eran más oblicuas, supongo, debido a que no sabía cómo articular lo que quería decir. O quizás, seguramente, fue porque había muchas más drogas involucradas durante las escritura de esas canciones. No sé realmente, Marcelo. Sí, Masque fue el primer disco que escribí sin usar anfetaminas como herramienta creativa y quizás por eso hay una claridad en ese trabajo que no hay en los anteriores. Y para The Brightest Light y Songs of Candle Light and Razorblades sé que conscientemente traté de escribir más en tercera persona y acerca de eventos que no fuesen de conjunto autobiográficos. Es extraño que veas esos discos como más personales ya que yo siento todo lo contrario y los veo más impersonales. Pero es el derecho de quien escucha el de determinar por sí mismo que encuentra en las canciones, no del autor de las mismas.


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Bueno, ¿planes como solista, planes con la banda? Vi el avance de una filmación en la web, ¿de qué se trata eso? También leí que habrá una gira por el 30 aniversario el próximo año… ¿Qué puedes decirnos acerca de tus proyectos a futuro? Sé que siempre te estás moviendo… Lo próximo en la agenda para mí es escribir las canciones para el próximo álbum de The Mission. También es el 30 aniversario de la banda el próximo año, ciertamente, y estamos apuntando a que coincidan la salida del nuevo disco con la gira que estamos planeando. Es un todo un ejercicio finamente calculado, pero se puede hacer. Y sí, esperamos tener un film armado para el evento también. Hemos filmado el making of de The Brightest Light y también filmamos y grabamos todos los shows de Julio pasado y planeamos filmar el making of del próximo

disco también, al mismo tiempo que Craig encontró una enorme carga de material de archivo de los años 1987-88 que no se han visto antes. Estoy seguro de que podemos editar todo ese material y llevarlo a algo que valga la pena ver. Eso me mantendrá ocupado por un tiempo. Después de eso, ¿quién sabe? Aún hay un montón de cosas que me gustaría hacer, entre las cuales está escribir mi autobiografía. Es sólo encontrar tiempo para hacerlo todo. Finalmente quiero agradecerte por siempre ser tan amable y paciente. Siempre sos bienvenido en Buenos Aires. Y sé que todos vamos a vivir dos bellas noches con vos, en un hermoso lugar para que toques y nosotros te veamos en Boris Club. Nos vemos en Noviembre.



[ Entrevista a Maff por Diego Centurión ]

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FUE UN PROCESO DE BÚSQUEDA Hace ya un tiempo que la banda chilena está entre nuestros contactos y han pasado mucho por el Programa de radio de la Revista, PISO 13. Y ya era hora que aparezcan en nuestras páginas en forma de entrevista. Así que accedimos a ellos por medio de Shauna Lea McLarnon de Shamelss Promotion PR, qien amablemente nos hizo conocer a Maff y su sorprendente EP debut.

¿Cómo se presentarían ante un público que aún no los conoce? Maff es una banda de rock alternativo que mezcla guitarras llenas de distorsión y pedales de efectos (chorus, reverb, muffs, etc); largos riffs acompañados de ondas distorsionadas, arreglos ruidosos y elementos electrónicos. Voces suaves y distantes desaparecen en lamuralla de guitarras, efectos y sintetizadores. El nombre de la banda tiene algo que ver con el pedal “Big Muff”? ¿O cuál es el significado? Efectivamente, por una parte el nombre es un tributo al legendario “Big Muff”, el cual está presente en la cadena de todos los miembros de la banda. La “U” la cambiamos por la “A” la cual simboliza el triángulo equilátero. Este representa la harmonía, proporción y lo divino (elementos que tenemos muy presentes al momento de componer). ¿Cómo y cuándo nace la banda? Maff se formó el 2012 con Richi Gómez y Nicolás Colombres, a partir de ahí comenzó la composición del primer EP. El 2014 se integra Martín Colombres (hermano menor de Nicolás) y Gonzalo “Talo”

Correa se incorpora a principios de este año. Con esto la banda cerró su formación y comenzó a tocar promocionando el primer EP. Por lo que pude leer y deducir desde su página, han tardado tres años en escribir las canciones de este primer álbum, ¿Por qué les llevó tanto tiempo? El hecho de grabar en nuestro propio estudio nos permitió tomarnos las cosas con calma y realmente pensar y entender el sonido que estábamos buscando. Fue un proceso de búsqueda. De mucha reflexión. No había apuro en encontrar nuestro sonido. Este EP no tenía un plazo fijado para su estreno. Sino que fue la respuesta al apego y devoción por a hacer música. “Maff” se editó este año y llamó la atención de mucha gente del ambiente del shoegaze, como por ejemplo Joe Foster de Creation Records. ¿Cómo se sienten con esta situación de que gente de todo el mundo tengan acceso a su música y que sea del agrado de tanta gente? ¿Cómo lo sienten desde nuestro lugar, Latinoamérica? En cierta forma es una pregunta sobre el alcance de internet.


Ha sido una experiencia muy interesante. Hoy por hoy las fronteras ya no existen cuando se trata de comunicar. Estamos muy agradecidos de todas las personas que se han interesado en nuestro trabajo y que nos han entregado mucha sabiduría y cariño. ¿Por qué cantan en inglés? ¿Es una manera de abrir fronteras? Así es. Estamos conscientes de que el inglés es un idioma global y nuestra idea es hacer música para todo el planeta. El proyecto Maff es sencillamente hermoso, un sonido cuidado y sólido. ¿Qué tanto cambia el sonido de Maff en estudio y en vivo (directo), si lo hace? El sonido en vivo, en cuanto a texturas es muy similar a lo que se escucha en nuestro EP, nos hemos preocupado de contar con el equipamiento necesario para reproducirlo fielmente. Sin embargo, cada show es distinto y cada uno tiene una atmosfera diferente. Acaban de lanzar un video de “Act 1”. Más allá de recomendación de verlo a nuestros lectores, ¿Qué nos pueden contar de él? Este vídeo es un ejemplo de lo que se puede lograr al trabajar con gente talentosa y con una pasión absoluta por el arte, y nada más que el arte. Nos pusimos en contacto con un cineasta independiente con el fin de crear un vídeo a partir sus imágenes. Imágenes capturadas en diferentes momentos de su vida. No hubo guiones, correcciones o una idea base.

El EP homónimo habla por sí sólo de su música, pero ¿Qué nos pueden agregar de su sonido? Levitación, capas y texturas. Psicodelia hipnótica. ¿A quién mencionarían como sus influencias más directas? Pixies, Jesus and the Mary Chain, Sigur Ros, Sonic Youth, Ride, The Beatles, The Clash, Ramones…entre otros (la lista es enorme). ¿Cómo es trabajar con Shameless Promotion, no lo digo tanto por el trabajo de prensa y difusión, sino por las distancias, el idioma, y distintas culturas y realidades? En cierta forma es lo fundamental de las redes sociales e Internet. Shameless Promotion ha sido un acierto y estamos muy agradecidos con el profesionalismo y pasión con la cual han trabajado. La clave está en trabajar con personas que realmente aprecien y disfruten del proyecto, sino no tiene sentido. ¿Qué planes hay en el futuro de Maff? Actualmente estamos muy entusiasmados trabajando en nuestro siguiente EP, esperamos tener algo listo para los primeros meses del 2016. Para terminar ¿se les ha ocurrido la idea de llevar su música a escenarios de Latinoamérica? Claro, es parte de nuestro checklist a futuro. Sin embargo hoy estamos enfocados en la composición de nuestro siguiente trabajo. MUCHAS GRACIAS DIEGO, UN ABRAZO.


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PALABRAS EN LA ARENA


[ “Bartleby, el escribiente”, de Herman Melville por Pablo Ravale ]

LA NEGACIÓN EN PERSONA

Herman Melville fue un escritor norteamericano nacido en 1819. Es mundialmente famoso por haber escrito la mítica novela “Moby-Dick”, que trata sobre un monstruo marino que no perdona una ofensa. Pero Melville también goza de cierto prestigio gracias a un relato extraordinario, y extraño, publicado allá por 1853: “Bartleby, el escribiente”. Esta magistral obra está narrada en primera persona por un abogado que tiene sus oficinas en Wall Street, donde le ayudan con su trabajo dos copistas y un mandadero. El número de copistas termina por ser insuficiente para la cantidad de documentos que son necesarios copiar y el narrador se ve en la necesidad de poner un anuncio para hacerse de un empleado más. Así las cosas, recluta entre sus filas a Bartleby, un misterioso personaje que nada tiene que ver con el prototipo de anti-héroe u outsider, sino que, más bien, se trata de un muchacho gris y taciturno, que resulta ser la negación en persona. En un principio, el abogado no puede más que mostrarse satisfecho con la rapidez y la calidad del trabajo de su nueva adquisición, hasta que un buen día algo raro ocurre: Bartleby es requerido por su jefe, pero éste le responde, dejándolo frío, “Preferiría no hacerlo” (“I would prefer not to”); hecho que desata en el abogado desconcierto, pero, por sobre todo, aprensión.

Sea como fuere, lo loco e interesante del relato no pasa, en sí, por cómo reacciona Bartleby, sino, más bien, por cómo lo toma el narrador. Ya que el enigmático copista es tan sólo un individuo del que nada se sabe y quien, de allí en adelante, se limitará a negarse a hacer cualquier cosa con la misma frase. De modo que éste, a lo largo de la historia, experimentará diversos tipos de sentimiento hacía Bartleby. En efecto, cuando ya se vuelven demasiadas las veces que Bartleby prefiere no hacer lo que se le ordena, su jefe decide despedirlo, pero Bartleby prefiere no irse de la oficina. Y no se va ni de noche ni de día. Entonces el narrador empieza a odiarlo porque sencillamente no puede deshacerse de él. Y tan mal se ponen las cosas que el abogado en cuestión decide mudar su estudio a otra parte... En tanto, el copista no está dispuesto a irse ni siquiera cuando llegan los nuevos inquilinos, quienes tienen menos paciencia que el abogado y, por tal razón, Bartleby es denunciado ante la policía. Cuando se lo llevan detenido, el copista ya no puede valerse de su frase “Preferiría no hacerlo” y termina encerrado en un hospicio, pero su situación no parece importarle en lo más mínimo. El narrador, quien ya, en definitiva, se ha librado de este gris personaje, experimenta un nuevo sentimiento hacía él.


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Va a buscarlo a la institución psiquiátrica y se identifica como su amigo. La situación de Bartleby lo conmueve a tal grado que decide ayudarlo. Pero ya nada puede hacerse porque entre las muchas cosas que Bartleby ha decido no hacer, está la de alimentarse. Como podrán imaginar, este es un relato distinto. Al final, el lector no puede evitar sentir compasión por el desventurado copista, pero no por su conducta absurda que lo lleva a su perdición, sino por lo que el narrador expresa al contemplarlo. Bartleby representa lo absurdo e irracional, y su comportamiento viene a ser demasiado extremo, pero el narrador representa sentimientos muy humanos, tales como la tolerancia y la compasión. Por todo esto, y por más, es entonces que “Bartleby, el escribiente” es considerado uno de los mejores relatos de la literatura universal. El honor se lo ha ganado, indudablemente, por meritos propios. Aunque, por si le faltara algo para que sea buscado por los lectores, está la anécdota de que el mismo Franz Kafka lo ha mencionado como una de sus principales influencias al momento de estar trabajando en “La metamorfosis”, amén de, obvio, estar traducido a la lengua española por el célebre Jorge Luis Borges. A por él, entonces…


CRÓNICAS DESDE MERDEVILLE


"… Sí, soy consciente de que para ser escritor se debe estar ligado a la tarea constante de hackear el lenguaje, el Sistema, el Cosmos entero, como si se tratara de un mero programa de computación. La actividad de la escritura es, entonces, una actividad de hacking. Aunque, ¿de qué? Sencillo: del lenguaje mismo."


Cortándose uno solo Es de suponer que cualquier individuo, en cualquier momento, tiene toda la legitimidad para reconsiderar y modificar todo aquello relativo a sí mismo y a su vida, que de él depende, incluido el propio derecho de existir. Esto, por consiguiente, le faculta para tomar cuantas decisiones desee sobre su persona, su cuerpo, su identidad y su aceptación o rechazo de cualquier valor, en relación con los demás y su forma y estilo. Aún así, y por más duro que a muchos pueda llegar a parecerle, la realidad es que venir al mundo es una decisión ajena impuesta por la voluntad de otros. Es decir, durante nuestra infancia y adolescencia no estamos capacitados para ratificar esa decisión ni imponer nuestras condiciones. Por ende, las personas nacemos dentro de un determinado contexto – familiar, social y geográfico–, dotadas de unas características genéticas concretas, que es la parte de esta situación que jamás podremos cambiar. De este modo, y desde hace siglos, es que se nos viene enseñando y adoctrinando por vía de las más diversas filosofías e ideologías para así hacernos creer que las personas deben vivir en función de la comunidad a la que pertenecen y que tienen que asumir tanto sus valores, como sus tradiciones y sus reglas. Como se imaginarán, entonces, obedecer a ese falso altruismo, a esa infame concepción de lo que vendría a ser el “otro”, es siempre con el objeto, consciente o no, de lograrnos someter. Y es que si lo pensamos a fondo, comprenderemos que toda forma de


limitación del poder de la persona sobre sí misma, sobre su vida y sus decisiones, está legitimada en el origen. Ya lo planteaba Freud, de hecho: “la familia es un lugar siniestro”; y es un lugar siniestro porque justamente es la cuna de todos los secretos, dentro de ella se cocina el futuro de todos sus integrantes. A todo esto, sabemos que los seres humanos son criaturas gregarias, que necesitan relacionarse con otros individuos para llevar una vida medianamente soportable, pero también sabemos que las normas de convivencia han sido históricamente dictadas por el poder y la autoridad (religiosa, militar, política y económica), y, por tanto, no parten de una legitimidad primaria. En resultado, acatar irreflexivamente normas que limiten el autogobierno personal es además ejercer una elección; tal vez la más cómoda para la mayoría, sí, pero también la más dolorosa y humillante para algunos de nosotros. En suma, y más allá de todo lo expuesto hasta aquí, diré que es en su camino hacia la supuesta libertad, que la humanidad, temerosa y débil, se esclaviza a sí misma cuando elige quedarse dentro de ese nido infecto llamado “hogar”. Por consiguiente, ¿cómo escapar? ¿Cómo lograr salirse de esa alienadora pesadilla colectiva? Sencillo: mandando a todos a la mierda, cortándose uno solo.



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HIDDEN TRACK



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RESCATE CINÉFILO


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TOP 5 VOL. 1: One hit wonders + Bonus track Siendo parte de una revista donde el arte musical ocupa un gran espacio, decidimos pensar el cine como si se tratara de uno de esos especiales a lo VH1 donde se armaba una selección de top 5s. Un clásico era la sección de los one hit wonders, esos temas éxitos que hoy en día siguen sonando en nuestras cabezas pero que al pensar en otros logros de tal banda ninguno viene a nuestras mentes. A partir de esa premisa decidimos hacer lo mismo con aquellos films que fueron el único logro cinematográfico de un director, a veces por una mala jugada del destino, otras por la ausencia de inspiración o sencillamente por la ausencia del público en las salas. Además de nuestra selección de films, colabora con nosotros en este número la gran amiga Jimena Patiño, quien nos llevará a viajar por los fantásticos mundos creados por Neil Gaiman que fueron llevados tanto a la pantalla grande como a la chica, a veces de manera extraordinaria, acorde a esos mundos, y otras no tanta. Dos especiales cargados de contenido y que esperan impacientes a ser leídos. Adelante, disfruten el recorrido.


Historias no faltan, lo que faltan son buenos autores [ Por Gustavo M. García ]

Lunes 19 de junio de 2006, el director gana seis Cóndor de Plata, incluidos Mejor Director y Mejor Película. Diez días después, un infarto lo mata en una habitación del hotel Marriot de San Pablo. Un final de película para la vida de uno de los más efectivos directores argentinos, Fabián Bielinsky. Él, con sólo dos obras como director, pudo cosechar premios, aplausos y, sobretodo, respeto entre sus colegas. Fabían comenzó como asistente de dirección en películas como Eversmile, New Jersey (Eterna sonrisa de New Jersey, 1989), No te mueras sin decirme adónde vas (1995), Cohen vs. Rosi (1998), entre otras. Pero su gloria llegó con su ópera prima, donde unió a Ricardo Darín y Gastón Pauls en un excelente thriller irónico de estafas de guante blanco (pero de guantes de nylon, nada elegantes), de profesionales cuentos del tío bien porteños: Nueve Reinas (2000). El famoso busca argentino, personaje harto conocido por la filmoteca nacional, nunca había sido tan bien reflejado o enmarcado en una historia tan atrapante y pegadiza (enganchando tanto al cinéfilo, como al más pochoclero). Así Bielinsky logró ser el autor de uno de esos clásicos que superan a su crea-

dor y entran en el inconsciente colectivo, y consiguió aparecer en boca y en carpeta de muchos. Carpetas que le permitieron trabajar en diferentes proyectos… tantos que fueron mucho para su corazón. Hoy por suerte el cine argentino se ha despojado de prejuicios y las nuevas generaciones están más permisivas a recibir una nueva obra. Pero durante años, el mundo audiovisual de nuestro país quedó ligado a una vasta lista de adjetivos despreciativos, en algunos casos injustos. En este contexto, apareció Nueve reinas, que calló esas críticas y es recordada como una de las mejores películas argentinas. Años después, la segunda obra de Fabián, El Aura (2005), siguió manteniendo el alto nivel de esas críticas, a mi parecer, enaltecidas por el recuerdo de la gran obra anterior. Nueve reinas es el hit que seguirá en boca de todos y Bielinsky será nombrado entre otros nombres en la disputa por recordar primero el nombre del autor, como quien busca en su memoria si La rubia del avión era de Los Auténticos decadentes o de Los ladrones sueltos (era de los Ladrones). Por suerte, ahora existe el gran Google que nos salva de toda discusión semejante y nos permite recordar a los buenos autores.


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La maravilla antes de Navidad [ Por Nicolás Ponisio ]

Felicidades (2000) supo ser el magnífico debut cinematográfico de Lucho Bender, director argentino de publicidad que siempre se destacó por contar una historia más que vender un producto. Escribir sobre Felicidades significa tener presente con alegría (algo que no se hace mucho con esta obra) uno de los mejores films argentinos de la década pasada. Al mismo tiempo, recordar la obra de Bender es lamentar que, además de su debut, significó su despedida forzada del mundo del cine al fallecer cuatro años después de un ataque cardíaco a los 48 años de edad. Al igual que ocurrió dos años después con la prematura muerte de Fabián Bielinsky (quien dejó dos films excepcionales tras de sí, Nueve reinas y El aura), pareciera que el cine nacional se encontrara truncado con quienes auguraban ofrecer un nuevo panorama en la pantalla. La ópera prima de Bender transcurre durante el día de noche buena, horas previas a la llegada de la Navidad. Una festividad que muchas veces, a diferencia de lo que se nos quiere imponer y vender a través de publicidades de Coca-Cola, en vez de alegría y armonía trae consigo discusiones, soledad y tristeza. El regocijo y la desidia, el duelo y la cele-

bración coexisten de manera natural en esta fecha así como lo hacen al recordar al director. De esa naturalidad, de la armonía con la que se generan actos y hechos de esa índole es de la que está plagada Felicidades. El film presenta una historia coral que se desarrolla con naturalidad, donde los distintos protagonistas y personajes que encuentran a su paso llevan a cabo acciones realistas, humanas y no tanto, desde una visión deformada… o no tanto. Juan (Luis Machín) emprende un viaje de carretera desde Rosario a Buenos Aires para ver una vez más a Laura (Silke), antes de que él se vaya por viaje de negocios. Julio (Gastón Pauls) busca desesperado un juguete para su hijo al mejor estilo El regalo prometido y se ve involucrado como testigo de un allanamiento. Por último tenemos a Rodolfo (Pablo Cedrón, también guionista del film), un médico atraído fuertemente por Laura pero que antes de poder conquistarla deberá ayudar a llegar a su casa a un paralítico (Marcelo Mazzarello) y ocultar un accidente fatal. Todas las historias están planteadas desde el humor y la caricatura pero no por eso el factor realista debe menguar. El director a través de la deforme


ironía no hace más que hablar de uno mismo como persona, de realizar un análisis humano exponiendo las miserias, bajezas y tristezas con el costumbrismo tan particular de nuestra sociedad. Incluso por momentos el film se tiñe de un tono lúgubre, casi claustrofóbico que nos revela como un espectador mal pensado. Así es que mientras nuestro temor nos inquieta ante lo que en verdad es un personaje que solo desea un poco de compañía, de evitar la soledad, por otro lado simpatizamos y disfrutamos de la actitud criminal del agente de policía Cueto (Cacho Castaña) y el chusma de barrio Fredi (Alfredo Casero), que despreocupadamente desvalijan la casa de un supuesto criminal. El efecto refle-

jo nos revela notoriamente como una más de esas almas tan desesperadas y capaces de lo que sea que conforman al film. De forma similar a como lo hacía Todd Solondz en Happiness (1998), donde la felicidad declarada por el título exponía la soledad de sus personajes, lo que une a todos los personajes de Bender que se desean felicidades unos a otros y que sin embargo a todos les cuesta hallarla, es ese inmenso desasosiego, esa soledad que en víspera navideña se acrecienta aún más y que también sirve como el punto conector entre obra y espectador y, ¿por qué no?, también entre espectador y director, sintiendo la falta de tan prometedor artista.


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Una bella película...por dentro y por fuera [ Por Nicolás Ponisio ]

A la hora de pensar en un one hit wonder cinematográfico uno de los primeros títulos que se viene a la cabeza, quizás detrás de The Night of the Hunter (Charles Laughton, 1955), es Little Miss Sunshine. El film de 2006 no solo es la ópera prima de Jonathan Dayton y Valerie Faris, antes dupla de directores de videoclips de bandas como REM y Smashing Pumpkins, también lo es en función de guionista para Michael Arndt, quien luego escribiría el guión de esa perfección animada que es Toy Story 3 (Lee Unkrich, 2010). Si bien el film de Pixar ya es considerado un clásico de la cinematografía, la figura del guionista no suele ser el centro de atención en este tipo de producciones, por lo que al día de hoy Arndt sigue siendo recordado por su trabajo inaugural. Algo similar ocurre con Dayton y Faris quienes después de su debut tardaron seis años en realizar otro film, Ruby Sparks (2012) donde abandonaban el tono realista de Little Miss Sunshine para acercarse más a la fantasía, aunque manejando el mismo registro de comedia dramática. Ruby Sparks es de esas películas que brillan con luz propia y sorprenden gratamen-

te desde su simpleza, pero esa misma luz no llega a tener el alcance y la intensidad que irradiaba el rayo de sol (sunshine) de una niña con ilusiones de ser coronada en un concurso de belleza. La excusa de un viaje de carretera desde Nuevo México a California para llegar al concurso renueva al género de road movie, lo dota de situaciones tragicómicas que apuntan al condimento más humano y realista sin por eso caer durante el recorrido en baches de golpes bajos y fácil cursilería. Cada integrante de la familia de Olive (Abigail Breslin) conforma una particular emoción y carácter, con sus pros y contras, donde la parte por el todo conjuga una sinécdoque humana. Es así como tenemos a Richard (Greg Kinnear), un padre con aires de ganador cuando a duras penas puede alcanzar sus metas, Sheryl (Toni Collette), es la madre en crisis que a pesar de todo se mantiene en pie por el bien del resto, Frank (Steve Carell), hermano de Sheryl suicida que acaba de salir de una internación y por último Dwayne y Edwin (Paul Dano y Alan Arkin), hijo mayor en crisis adolescente que lleva un pacto de silencio Nietzcheano y el abuelo, patriarca familiar mal-


hablado que no pierde tiempo para aconsejar sobre relaciones sexuales, entrenar a su nieta para el concurso y esnifar cocaína. Todos y cada uno de ellos impulsan la historia y la mantienen en constante movimiento al igual que lo hacen físicamente, empujando la maltrecha camioneta que los debe llevar a destino. La diferencia entre esa Volkswagen amarilla y el film es que mientras una comienza a tener dificultades en su recorrido y prácticamente se cae a pedazos, la historia de la familia Hoover se fortalece y con su simpleza indie conquista a todos. Para no pecar de soberbio como por momentos lo es el personaje de Richard, no catalogaría de exitoso al film, de ganador ni mucho menos. Perdedores y ganadores no tienen lugar en el corazón de esta familia (cuenta la leyenda que Arndt tuvo parte de la idea del film al leer en un artículo que el por entonces gobernador de California Arnold “T-800” Schwarzenegger decir que si había algo en este mundo que le daba realmente asco eran los perdedores) y es por eso que los logros y fracasos que se van dando en el camino llegan de manera tan especial al espectador. Porque pertenece a una cercanía tal que cualquier se ve reflejado no en uno, sino en todos los personajes. Dayton y Faris se sirven del guión de Ardnt para tener escenas de diálogos tan fuertes como irriso-

rios (a destacar las conversaciones entre Olive y su abuelo), pero también saben independizarse del mismo a través del acercamiento de la cámara, intimista. Ansías, deseos y frustraciones se describen armoniosamente, desde el plano inicial donde se ve a Olive observando fervientemente un concurso de belleza en el que el brillo del televisor se ve reflejado en la mirada de la niña más brillante todavía, hasta uno de los momentos más recordados que queda grabado tanto en retina como en el pecho, cuando Dwayne descubre que es daltónico y por ende no podrá ser piloto. Un personaje que hasta entonces se mantuvo siempre callado y que a través de su totalmente expresivo rostro transmite su desesperación que termina por desatarse con un extendido y encolerizado “fuck”. Momentos después, el silencio volverá y un gesto inocente como una cabeza apoyada en su hombro es toda la simple contención que personaje y espectador necesitan. Pequeños momentos, distintos, cada uno con su particularidad, empujan y ponen en marcha esa camioneta y extienden ese momento hasta convertirlo en la cálida caricia interna que es este film. El abuelo junto a la cama de Olive, le dice que la ama y que es bella por dentro y por fuera. Mismo sentimiento que Little Miss Sunshine genera en uno.


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Eterno resplandor de una mente olvidada [ Por Gustavo M. García ]

Hace más de diez años, Michel Gondry entró en la lista de los nuevos directores de culto. Con su extraordinaria Eterno resplandor de una mente sin recuerdos (Eternal Sunshine of the Spotless Mind, 2004) logró cautivar a muchos y recibir elogios más largos que el nombre de su película. No sólo el título (ideal para jugar al dígalo con mímica) era original, la particular forma de contar la historia de un corazón y una mente perdidas por un amor, y las fantásticas interpretaciones de Kate Winslet y, en particular, de Jim Carrey, lograron enamorar a quienes se dejaron sorprender por esta obra única. Pero rápidamente, por más que siguió su propio estilo, enmarcado entre escenografías maravillosas y un manejo “climas irreales y excéntricos” dentro de la “pura” realidad, sus siguientes obras no tuvieron el mismo efecto ni, mucho menos, la misma popularidad: Dos años después de la genialidad antes nombrada, lanzó La ciencia de los sueños (La science des rêves, 2006), un largometraje que prometía mantener la misma calidad, pero que fallaba en la poca riqueza de su trama. Una historia linda…que te deja con

mucho sabor a más. En 2008 apareció Be Kind Rewind, una premisa que parecía interesante, pero que su resolución no fue para nada apreciable, y luego El avispón verde (The Green Hornet, 2011), de la que directamente podríamos olvidarnos que existió. Aunque por suerte, acercándonos al presente, Michel dio a luz a varias obras que volvieron a recordarnos al Gondry que viajaba por la cabeza de Joel Barish (el genial papel de Jim Carrey). Entre ellas, sus películas The We and the I (2012) y La espuma de los días (L'écume des jours, 2013, que nos retrae un poco a La Ciencia de los Sueños), y sus documentales L'épine dans le coeur (2009) y el impresionante Is the Man Who Is Tall Happy? (2013, una entrevista animada con Noam Chomsky híper recomendable). Microbe et Gasoil (2015), su última película, todavía no la he visto como para criticarla. Sin embargo, ninguna de éstas logró llenar las salas y nuestras almas tanto como Eterno resplandor de una mente sin recuerdos. Así, Michel Gondry, quién alguna vez encabezó la lista de los nuevos cineastas del 2000 dispues-


tos a romper con todo, entre los que aún se destacan Spike Jonze (lo amo), Wes Anderson (lo banco a morir), Richard Linklater (lo admiro) y Paul Thomas Anderson (no me gusta nada, nada), se fue

perdiendo en la nebulosa, pese a que su segunda obra (Eterno...) será recordada por todos hasta que alguien nos la borre de la memoria.

Quedan los artistas [ Por Nicolás Ponisio ]

La ópera prima de Florian Henckel von Donnesmarck se sitúa en la República Democrática Alemana para narrar el modo de vida que acaecía a la población de la Berlín Oriental. En la forma de un thriller que hace uso del suspense que no tiene nada para envidiar al cine mainstream de Hollywood, el mismo al que se pasaría años después con un segundo film prácticamente olvidable (The Tourist, 2010). El director, dentro de La vida de los otros (Das Leben der Anderen, 2006), se expresa con libertad y sinceridad, dos elementos que en la época que retrata eran impensados de hallar. La cámara posa su atención en el departamento de Georg Dreyman

(Sebastian Koch), un escritor que vive junto a su novia (Martina Gedeck) y que se dedica a escribir obras que agraden al totalitarismo disfrazado de democracia de su gobierno. Como todo artista de su época, Dreyman es espiado dentro de su propia casa por la Stasi, la policía de inteligencia, a través de un sistema de escuchas manejado principalmente por el capitán Wiesler (Ulrich Mühe), quien desde su lugar de incógnito se gana el interés principal del film. Von Donnesmarck se pone en los zapatos de George Orwell y con su propia 1984 logra darle un rostro corpóreo a la figura del Gran Hermano. Ese rostro es el de Wiesler, personaje detestado en pri-


mera instancia pero que a medida que convive cada vez más en la vida de los otros, sus códigos y pensamientos son captados por una lupa autocrítica que, siendo expuesta, puede llegar a incinerar a Weisler y todo el que se encuentre bajo su cristal observador. El lugar del artista, en el film, se ve limitado por el miedo, por hacer lo impuesto como correcto y acallar toda expresividad. Muy distinto al lugar que ocupa el artista fuera del film, en este caso el director, que sabe alzar su voz a través de la imagen, no en forma de denuncia sino de recordatorio e incluso de vivencia. El

factor empático se deposita volviendo al espectador compañero de vigilancia de Wiesler, haciéndolo partícipe tanto de inmiscuirse en la vida del escritor como de sentir el quiebre dentro del agente de la Stasi. Salvando distancias (geográficas y temporales) el director nos invita a ser parte de la historia desde ese pasivo lugar voyeurístico, a algunos para revivirlo y a otros para hacerlo por vez primera. Reutiliza lo malo, como puede serlo una situación o hecho histórico, en pos de lo bueno, en este caso su obra. Por suerte, como diría Enrique Pinti, quedan los artistas.

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Los universos audiovisuales de Neil Gaiman [ Por Jimena Patiño ]

Con motivo del anuncio de la serie basada en la novela American Gods, que será producida por ese semi dios moderno de la televisión llamado Bryan Fuller, y la llegada de la serie Lucifer, repasamos los universos audiovisuales surgidos de la pluma de ese británico de cabellos alborotados y sobretodo negro llamado Neil Gaiman. Los invitamos a hundirse en universos donde la fantasía es la constante y la prolífica imaginación de este autor ha dejado su huella inconfundible en la narrativa de los mismos.

NEVERWHERE (1996) En 1996 Neil Gaiman había concluido su novela gráfica Sandman cuando junto a su amigo Lenny Henry comenzó a desarrollar el concepto para una miniserie de televisión. ¿Es posible hacer lucir a los Homeless cool? La respuesta es “Si”, si los conviertes en habitantes de un Londres paralelo y mágico llamado “London Below”. Los habitantes de este Londres paralelo y hasta feudal son mucho más que

homeless, son personas a las que no recuerdas haberlas visto si te topas e interactúas con ellas y de allí surge el concepto de Neverwhere. Richard Mayhew, un joven escocés con problemas para ubicarse en la Londres común (London Above) se topa con Door, una joven que como su nombre denota ser capaz de abrir las puertas de ese London Below y conectar ambas realidades. La joven es perseguida por unos asesinos a sueldo llamados Mr. Croup y Mr Vandermar que por su verborragia bien podrían haber salido de alguna obra Shakesperiana. Pero vamos a detenernos aquí para explicar qué ocurre con esta serie que tiene un argumento brillante y hasta cuenta con musicalización de Brian Eno: es de esos casos en los que el presupuesto no logra plasmar toda la idea argumentativa que se explaya o mejor dicho no se explaya por falta de presupuesto y tiempo. Ideas que se insinúan rápidamente, por ejemplo, sólo vemos una parte de la corte de ese “Londres mágico”, nunca vemos los Feudos, o las razas de personas que habitan London Below que oscilan entre legionarios romanos y monjes del medioevo hasta ratspeakers y otras criaturas.


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Rodada en video, Neverwhere fue el caso opuesto de adaptación. Para su estreno, Gaiman y la BBC lanzó la novelización de la historia con el mismo nombre. Un relato plagado de referencias a Londres y sus calles. Referencias que pueden pasar desapercibidas para un espectador que nunca puso pie en la dichosa Isla. Un ejemplo de varios es el hecho de que hay una parada de subte en Islington llamada Angel y en la novela y serie de Gaiman, en London Below nos encontramos con que las referencias se convierten en literales: un personaje que es un Angel llamado Islington, interpretado por el futuro doceavo Doctor Who (Gaiman es Whovian, recuérdenlo para el futuro de este artículo) Peter Capaldi. Estos juegos de nombres se repiten en infinidad de ocasiones y muchas veces las personas en ese London Below son llamadas como su característica principal o un rasgo distintivo de su personalidad tal y como ocurre con los personajes de Door y Hunter. Desde ese entonces hasta la actualidad se lanzaron tres ediciones distintas de la novela Neverwhere; además de la novela gráfica por la editorial Vertigo Comics. Se habló de una nueva adaptación en formato de película, pero lo más cercano a tener un casting digno de un film quizás fue la dramatización para la radio que se realizó en el 2013 en donde Richard Mayhew es interpretado por James Mcavoy, Door por Natalie Dormer y hasta cuenta con la presencia de Giles y Sherlock en los personajes de Croup e Islington (Antony Stewart Head y Benedict Cumberbatch). La aparición de mundos dentro de mundos y cierta alegoría a la locura del protagonista, que se encuentra atrapado en esa colisión de universos, serán piedras fundamentales y recurrentes en su obra futura que comienza dando este pastiche de mitos y cuentos que hasta incluyen un laberinto con una bestia al estilo Minotauro, comprimidos en 180 minutos de una obra que resulta excesiva para ser una serie de tan corta duración y tan bajo presupuesto.

MIRRORMASK (2005) Amamos a Jim Henson, pero también reconoce-

mos que ha dejado un importante hueco a llenar, que con el paso de los años continúa vacío sin importar que Disney resucite a los Muppets. Esos relatos de fantasía entre oscura y alucinada que nos legaba con cada una de sus más reconocidas obras es a lo que intenta apelar el relato de MirrorMask. Bien podría ubicarse como una prima hermana de Coraline (Henry Selick, 2009) y Labyrinth (Jim Henson, 1986) en la que el CGI reemplaza los mundos que tan bien supo llenar Henson con sus adorables marionetas. Helena es una artista de circo que vive en ese mundo en el que muchos chicos desearían crecer pero en el que ella no desea más. Tras una fuerte discusión con su madre, ésta cae enferma y debe ser operada con un misterioso padecimiento que luego se revelará a medias como algo en el cerebro. Como en El Cascanueces, el relato toma lugar en esa misma noche, durante la cirugía y Helena viaja con un malabarista llamado Valentine por un mundo muy particular. Pero ¿Es un sueño o se trata de algo más? La narrativa de la obra de Gaiman es muy básica: retrata el viaje del héroe que en última instancia lo llevará al descubrimiento personal afrontando sus propios problemas personales, y psicológicos, me atrevería a indicar. El universo esta nuevamente plagado de criaturas desprendidas de relatos diversos que por momentos nos recuerdan a Lewis Carol (Hay una Reina blanca) y la mitología griega (Hay una esfinge que aparece en reiteradas ocasiones), sin embargo Gaiman los une de una manera original y su mirada particular hace que los paisajes de delirios sean interesantes o nos mantengan en el borde del asiento preguntándonos ¿Y ahora qué? La película está co-escrita junto con Dave McKean, quien es el director y básicamente el escultor, dibujante, ilustrador y (todo lo que quieran acotar) de ese enloquecido mundo que constituye MirrorMask. Cuando uno la observa por primera y segunda vez no puede dejar de creer en las concepciones alucinantes que invaden la pantalla. El trabajo del diseño gráfico y el CGI es enorme para un film tan pequeño. Parece que todo estuviera hecho a pulmón y es uno de esos casos en los que


sólo desea que con el paso de los años se convierta en un film de culto y allí encuentre su redención. No es de Jim Henson, pero el esfuerzo hace que uno piense “es como si lo fuera”. El único pecado de esta película es que se deja llevar por la espectacularidad visual en detrimento de la historia y eso es algo que Henson nunca hizo. MirrorMask sienta las bases en donde la protagonista es una niña, que lucha por convertirse en mujer y que tiene serios conflictos con sus padres, en especial con su madre. Lo que nos lleva directamente a relacionarla con esa otra pequeña joya que sería adaptada en el futuro por Henry Selick: Coraline y la puerta secreta (2009), lo que no es nada difícil de imaginar ya que la novela de Coraline salió en el 2002, mismo año en el que Gaiman comenzó con el desarrollo del guion de este film. MirrorMask es la prueba de que con trabajo duro y con un presupuesto de cuatro millones se puede llegar a lugares insospechados y visualmente particulares de ese mundillo duro que constituye el “directo a DVD”.

STARDUST (2007) Stardust calificaría como la primera “producción a gran escala” y apostando alto que se hizo de la obra homónima del escritor; se trata de su segunda novela que cuenta con una hermosa edición ilustrada por Charles Vess. El escritor figura aquí en los créditos como productor y deja el desarrollo del guión a cargo del mismo director del film, Matthew Vaughn, y la guionista Jane Goldman, más conocidos por haber adaptado y traído a la pantalla grande genialidades como: Kick-Ass (2010), X-Men: First Class (2011) y Kingsman (2014). Podría decirse que con Stardust decidieron comenzar a tomar experiencia en esto de adaptar novelas gráficas… pero Stardust falla en la taquilla demostrando que el público no estaba preparado para encontrarse ese tono ácido en una película disfrazada de “fantasía para toda la familia”. El argumento de la película apunta a la fantasía más pura. Varios personajes coloridos, entre ellos

una bruja malvada llamada Lamia (Michelle Pfeiffer) dos príncipes y un joven (Charlie Cox más conocido por su papel de Matt Murdock en Daredevil, la serie de Netflix) que desea probar su amor, todos ellos van detrás de una estrella que cae a la tierra antropomorfizada, bajo la forma de una bella mujer llamada Yvaine, interpretada por Claire Danes, cada uno con motivos diversos. El eje central de la historia es el que sigue las aventuras de Tristan Thorne e Yvaine a través del reino de Stormhold tratando de llegar al cumpleaños del objeto de afecto del muchacho, interpretado por Sienna Miller, en la villa de Wall. Encuentros con piratas de rayos trasvestidos y hasta unicornios no faltan en la original pieza que tiene muchos guiños a películas de fantasía ochenteras como “The princess bride” por su utilización de un humor absurdo en la caracterización de sus personajes. Es obvio que buena parte del presupuesto recae en el casting que hasta cuenta con Ian Mckellen oficiando de narrador de esta historia y Robert De Niro como el capitán travesti ya mencionado. El resultado de todo ese mejunje es una película entretenida de casi dos horas de duración, película que con sus vueltas y recovecos puede llegar a aburrir a los más pequeños y ni siquiera estamos seguros de que este film apunte a “toda la familia” como lo categorizó la productora Paramount Pictures. El único gran detrimento de esta historia, que es bastante predecible (por otra parte) con un final que cierra como un moño perfecto, es el hecho de que los efectos visuales no están a la altura que se merece el film. Uno no puede dejar de pensar que la combinación entre efectos físicos y de computadora resulta un poco chabacana, no hablamos del señor de los Anillos y aun así sabemos que cualquier efecto visual o CGI muy pronto quedará viejo y obsoleto con el paso de los años como para molestarnos en criticarlo. Otra particularidad es que Ben Barnes (en ese entonces príncipe Caspian) hace de Dunstan, padre de Tristan en su juventud y uno no puede dejar de pensar que si el papel de Tristan hubiese recaído en él o Henry Cavill, quien también tiene una aparición, la química con Claire Danes hubiera sido otra cosa


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más interesante que el resultado final pero no se puede luchar contra las decisiones del casting por mas erróneas que nos resulten. Sin embargo hay que admirar al departamento de casting porque el film cuenta con apariciones secun-

BEOWULF (2007) Para hablar de este film deberíamos remontarnos en el tiempo, mucho tiempo atrás: Se trata de un intento de adaptación de la historia más antigua que se registra en idioma Inglés, proveniente del siglo VIII. Algo así como el equivalente de El Mio Cid para el pueblo hispánico, pero que habla de un héroe Godo, llamado Beowulf que se enfrenta con un monstruo llamado Grendel primero y con un dragón después. El poema de Beowulf tiene la particularidad de estar incompleto y de haber atraído la atención de muchos otros escritores entre ellos Tolkien. ¿Pero qué idea habrían concebido Roger Avary y Neil Gaiman

darias en gags que lo van haciendo memorable: Peter O’toole, Ricky Gervais, Mark Strong, Rupert Everett y la lista continúa como para reproducirla, mejor denle una segunda oportunidad y véanla de nuevo.

cuando escribieron el guion en 1997? Roger Avary, conocido por sus colaboraciones con Quentin Tarantino, venía en ese entonces de renunciar a la escritura del guion de Sandman, película que vienen prometiendo desde hace años y de la que se rumorea que aparentemente Joseph Gordon-Levitt la quiere revivir (temeremos por el destino incierto de Sandman pero volvamos a Beowulf). Avary venía de renunciar al proyecto de Sandman cuando recibe el llamado de Gaiman para agradecerle por no mutilar a su hijo (según dice la leyenda) y todo desembocó con ambos volando a México para escribir este guion sobre la épica historia de Beowulf. El mito de ese proyecto cuenta que en la idea ori-


ginal, la historia sería dirigida por Avary (antes de la cárcel) siguiendo como inspiración inicial un film de bajo presupuesto al estilo de Macbeth (Roman Polanski, 1971) o Jabberwocky (Terry Gilliam, 1977). Dios sabe que nosotros simples mortales hubiéramos pagado una entrada para ver un film con actores de carne y hueso con el guión original supuestamente plagado de fantásticos diálogos entre Beowulf y su hijo Dragón. Debo confesar que la que escribe se aguantó las ganas desenfrenadas de arrojar la notebook por la ventana al enterarse de todo lo que pudo ser y no fue. Lo cierto es que el futuro es inesperado y que el proyecto fue desechado por el estudio para luego ser re-descubierto por Robert Zemeckis y su aversión por los actores mortales. Uno lo imagina a Zemeckis pensando en el correlato que tiene la historia cuando habla de que los héroes fueron reemplazados por el cristianismo con ese maldito gusto que tiene el director por reemplazar a la carne por 3d y captura de movimiento haciendo de todo una caricatura de la realidad. Como dice un amigo crítico de cine al respecto, evidentemente tiene el complejo de Roger Rabbit y solo puede lidiar con animaciones. Sin embargo, pese a que uno pueda debatir el uso de la herramienta de captura de movimiento para narrar historias, debemos analizar el film con que nos encontramos: un film en donde abundan las escenas de acción en lugar de dragones hablando. A primera vista parece que no podemos relacionar este estilo de aventura épica medieval, mas cerca de lo que es Game of Thrones, con tanta muerte colorida, con una aventura mas fantástica del tipo Stardust o Mirrormask, pero si afinamos la mirada nos encontramos con que hay ciertos tópicos familiares: El “pecado” de los padres o bueno, no nos pongamos tan cristianos. Simplemente el pasado de los padres se vuelve una maldición o marca el destino de los héroes en el futuro como sucede con Dunstan Una y Tristán en Stardust, sólo que allí es un hecho afortunado. Si el tema de la paternidad complicada resulta algo arquetípico en Gaiman, donde padres e hijos no se entienden entre sí, aquí también nos encontramos con la irrupción de lo “mágico” en la realidad pero de

un modo diferente, pues los protagonistas aún viven en un mundo donde los monstruos y los héroes son algo real. Claro que ese mundo en donde Beowulf es un héroe está siendo desplazado por una nueva creencia que parece arrasar con todo más que cualquier otro monstruo conocido: la religión cristiana. Esto se observa sobre todo en la segunda mitad de la película cuando ésta da un salto temporal que no podemos llegar a precisar. Si bien en el poema original no hay rastros de esta cuestión religiosa, no podemos asegurar que en el film de Zemeckis sea algo tan marcado como para que grupos cristianos pongan el grito en el cielo. Finalmente tenemos que hablar de cómo el demonio que azota la región (y no hablo de Grendel el “hijo bastardo” de Hrogarth) es representado de dos maneras, primero se insinúa con reflejos como si fuera una especie de dragón y luego a los ojos de los hombres (codiciosos mortales) aparece encarnada bajo la forma de Angelina Jolie. Esto de antropomorfizar seres u objetos ya lo habíamos visto en Stardust con Yvaine, la estrella caída, y lo veremos pronto nuevamente en American Gods donde Dioses mitológicos toman forma humana, de la mano del genial Bryan Fuller. Beowulf no resulta una genialidad absoluta pero en parte se debe al tosco proceso de captura de movimiento y al derroche de planos pensados para Imax, que dificultan la visión de esta historia en la que no se desarrollan las traumáticas relaciones de sendos padres con sus endemoniados hijos y, exceptuando al tentador personaje de Jolie, todas las mujeres son titiriteras o títeres de sus hombres. Sin embargo aunque no sea un viaje por la psiquis del héroe y negocie en convertirse en un film épico de acción en 3d, se trata de la obra más madura de Gaiman que hayan visto las pantallas hasta la fecha.

CORALINE (2009) Si alguien me pagase cada vez que escucho “Me encanta esa película que dirigió Tim Burton, El extraño mundo de Jack” no sé si sería millonaria pero sin du-


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darlo tendría unos pesos más y es que le costó llegar hasta la dirección y producción de Coraline para que el genio de Henry Selick y Laika (su productora) fueran reconocidos como tal. Ésta quizás sea la adaptación más reconocida y con más éxito de Neil Gaiman hasta la fecha. Llevada a cabo por el mismo Selick, logra plasmar su estilo particular a una obra particular. Nos cuenta la historia de Coraline, una niña con muchos conflictos familiares que, tras la reciente mudanza a su nuevo hogar, se topa con una muñeca y algunas historias extrañas. Aparece una puerta secreta que la lleva a un mundo con otra madre y otra vida que se presenta “más colorida” hasta que las apariencias comienzan a desmoronarse y todo se transforma en una pesadilla para la pequeña heroína. La villana de la historia es “la otra mamá” elemento que nos retrotrae a esa “anti-Helena” y su madre “la reina oscura” presentes en Mirrormask como una imagen espejada y siniestra de la realidad. Un retrato de las complicadas relaciones entre madre e hija en desarrollo que cuestiona las decisiones parentales. La imaginación de Selick logra hasta exceder y modificar la estética de Gaiman. Selick crea una auténtica película de terror para niños en Stopmotion, usando el 3d de una manera original. Coraline logra su nominación a los Oscars como mejor película de animación; pero pierde con la también fantástica Up de los estudios Pixar.

A diferencia de The Nightmare Before Christmas (1993) se desliga un poco de la poética pintoresca del reino de lo sobrenatural. En esta película los niños mueren y los niños se convierten en fantasmas olvidados que sólo la protagonista ve. El peligro que enfrenta Coraline es real pero eso es algo que ya está presente en la novela de Gaiman solo que Selick logra darle ese aspecto de alucinaciones terroríficas que rozan la locura. Coraline y la puerta Secreta (como se la conoció en Argentina) ha sido comparada con Alicia en el país de las maravillas de Lewis Carol y es que nuevamente, como lo hacíamos en Neverwhere, Mirrormask y Stardust, hay dos mundos: uno fantástico donde lo imposible es la constante y otro real que colisionan ante los ojos de un incrédulo y complicado protagonista. Además de la referencia a la puerta pequeña que conecta ambos mundos hay un personaje que es un gato negro, que por su modo de aparecer y desaparecer, no hace sino recordarnos a Cheshire de la obra de Carol. Pero Coraline también puede ser comparada con Las crónicas de Narnia: El león. la bruja y el ropero, en donde una bruja de malvadas intenciones intenta seducir a uno de los protagonistas para que comparta su mismo punto de vista. Sin embargo, en las manos de Sellick el relato adquiere una estética que pondría a llorar al mismísi-


mo Roal Dahl que tanto admira el director (adaptado en James and the Giant Peach de 1996) y sospechamos que quizás eso motivó la elección de la obra de Gaiman para ser adaptada a la gran pantalla. Sea como fuere, Coraline es un festival que los adultos que miran cine de animación suelen adorar: tiene todos esos elementos entre tétricos y de culto para ser amada y sin embargo tenemos que decir que todavía no despierta la misma fascinación que despertó El extraño mundo de Jack con su merchandising enloquecido y eso no podemos entenderlo, pero debe radicar en el hecho de que si la mano de Burton o Disney hubiera estado detrás de todo esto eso no sucedería, pero eso no podemos asegurarlo.

DOCTOR WHO Y PROYECTOS VARIOS Ya habíamos mencionado al pasar que Gaiman es Whovian. Pero ahora estamos en esta sección para comprobarlo: su sueño de la infancia se volvió una realidad cuando Steven Moffat, segundo showrunner de la serie renovada en el 2005, (la serie más longeva de la historia con una extensión total que abarca cincuenta y un años); convocó a Neil para que escriba dos episodios de la misma. The Doctor’s Wife (2011) y Nightmare in Silver (2013) son los episodios en cuestión. Ambos con el onceavo doctor, interpretado por Matt Smith. Resulta complicado comenzar a explicar el argumento de Doctor Who a cualquiera pero intentaremos hablar de dichos episodios sin arruinarles demasiado e incitarlos al mismo tiempo a que se vuelvan parte de la familia Whovian. The Doctors’s Wife, explora en cuarenta y cinco minutos, la complicada relación de toda una vida del doctor con su nave, la Tardis. Nuestro viajero de tiempo y espacio alienígena favorito recibe un correo misterioso que lo lleva a un planeta más misterioso aún. Allí se encontrará con Idris, una mujer que dice ser la reencarnación de la Tardis. ¿No les suena absolutamente Gaimaniano a estas alturas? El episodio en cuestión es altamente emotivo y plagado de aventuras que no quiero develar. Es una particularidad dentro de la temporada y por ser tan par-

ticular le valió el premio Hugo a mejor presentación dramática en formato corto. El siguiente capítulo que escribió Gaiman para Doctor Who fue en el 2013, en donde la acompañante de turno Clara y dos niños vecinos que descubren la identidad del Doctor son llevados a visitar el mayor parque de diversiones del universo, un planeta que resulta semi abandonado. Las aventuras no se harán esperar y traerán consigo a uno de los enemigos más conocidos del Doctor: los cybermen. ¿Mencionamos que el doctor debe enfrentar una endemoniada partida de ajedrez contra él mismo siendo invadido por un virus Cybermen? ¿Alguien dijo Anti-doctor? De nuevo elementos Gaimanianos logran colarse en una mitología que lleva más de cincuenta años de construcción. El episodio es más de aventuras que emotivo pero sin dudas es de los mejores de la séptima temporada. En el 2014 Marvel lanzó una versión animada en motion graphics (ya saben, esas animaciones que parece recortaron el comic en photoshop y lo movieron un poco con la ayuda de la computadora) de la serie de novelas gráficas “Eternals” algo realmente penoso de mirar durante mucho tiempo (y son diez episodios) Es como ver un storyboard animado, más que un proyecto de animación. Pero en él se narra la historia de un joven estudiante de medicina llamado Mark Curry cuyo mundo se ve desbaratado cuando conoce a Ike Harris, un hombre que cree que forma parte de una raza ancestral de seres con súperpoderes puestos en la Tierra por aliens para preservar la paz y el orden e intenta convencer a Mark de que él es uno de ellos. Le deseamos un mejor futuro a este proyecto y que realmente se convierta en algo digno de mirar. Finalmente llegamos a Lucifer, una serie nueva planeada para el 2016, de la que ya se puede ver el primer episodio piloto y retoma un personaje creado por Gaiman para Sandman en solitario. La serie retrata a un Lucifer Morningstar aburrido del averno que decide vivir en Los Angeles y de paso ayudar con un crimen o jugar un rato haciendo de detective. La serie en lugar de plantear algo refrescante, aunque Tom Ellis sea una elección excelente para interpretar a Lucifer con todo su estilo británico


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“sassy”, todo parece desembocar en una especie de CSI:Lucifer con ciertos momentos de comedia picaresca que parecen sentar el tono del show. Lo cierto es que esta vez, a diferencia que con Beowulf, los grupos cristianos si salieron a quejarse en Norteamérica. Un grupo de madres puritanas ha puesto el grito en el cielo para que la serie no se estrene y enseguida Gaiman salió a contestarles al grito de: “Ah, parece como si fuera solo ayer (pero era 1991) cuando las “Madres preocupadas de America” anunció que estaban boicoteando Sandman por su contenido lésbico, con personajes gay, bi y transexuales. Era Wanda la que los molestaba más: la idea de una mujer trans en un cómic…Nos dijeron que estaban organizando un boicot a Sandman que solo se detendría si nosotros le escribíamos a la Asociación de Familias Americanas y prometíamos reformarlo. Me pregunto si notaron que no funcionó la última vez tampoco” Y es que el escritor suele tener serios conflictos con la censura en sus obras y el contenido de las mismas. Sobre todo en Estados Unidos. Aun así, todos sabemos que decir que un libro o una obra “están vetadas por algo” suele construir un encanto extra alrededor de la misma y los lectores y espectadores ávidos de nuevas experiencias siempre están dispuestos a observar por qué tanto escándalo, por lo que se pronostica que la Fox igualmente le dará Luz verde al estreno de Lucifer, luego de que su pilo-

to haya sido recibido con buenas críticas tras su estreno en la Comic Con de San Diego. En el 2015 Bryan Fuller confirmó que fue convocado por la señal Starz para ser el showrunner de American Gods, luego de su salida de Hannibal. Por otra parte, también hay anunciados proyectos para una miniserie de la BBC para Los hijos de Anansi y un proyecto de cine con Ron Howard (especulado como director) para The Graveyard Book pero todo son especulaciones, como la película de Sandman que nos vienen prometiendo. Podemos haber pecado de reduccionistas hablando de tópicos recurrentes en las producciones audiovisuales basadas en la obra de Neil Gaiman y lo cierto es que cada una da para horas de análisis interesantes que abarcarían desde la etimología de los nombres de los personajes hasta si tienen o no algún conflicto de cabecera con sus padres o si existe de por medio algún universo fantástico que irrumpe en la realidad de algún personaje un tanto incauto y desprevenido para perdernos en la naturaleza bizarra de ese universo fantástico. Perdónennos por intentar hacerlo en una extensión tan corta. Lo que si podemos asegurar es que el futuro de este prolífico autor parece plagado de proyectos y es que nadie cuenta una historia de Neil Gaiman como Neil Gaiman y nosotros simplemente no aguantamos por ver qué nos encontraremos a la vuelta de la esquina, quien dice tal vez haya un océano al final del camino.


EL ESCRITOR SERIAL


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HANNIBAL: THIS IS MY DOSSIER [ Nicolás Ponisio ]

ATENCIÓN: Se revelan importantes detalles del argumento

1. CUANDO UNA SERIE SE VA: Mayores causas de stress: una mudanza, un despido, una muerte cercana y última, pero no menos importante, el final y/o cancelación de una serie. A la hora de elegir un producto televisivo, la mente se debate temerosa en sí está haciendo lo correcto. Es un momento decisivo comparado al hecho de aceptar irse a vivir en pareja, de hacer una propuesta de matrimonio o la decisión de traer un niño al mundo. Hay que pensar con calma y no apresurarse ya que la elección tomada es una inversión de tiempo a futuro, donde la trama escogida se vaya desarrollando paulatinamente episodio a episodio y podamos adentrarnos en ella, encariñarnos con sus personajes, sufrir con ellos, teorizar sobre lo sucedido y alcanzar un estado de fanatismo símil a un súper clásico futbolístico. Las semanas, meses y años venideros serán ocu-

pados por extensas horas de consumo televisivo, ausencia en reuniones familiares y hartazgo por parte de amigos, parejas y colegas a los que se les ruega ver la serie recomendada, esperando a que, al igual que el espectador ya atrapado en las garras adictivas del producto, se sumen como nuevos adeptos a la secta de la caja boba (para ver un ejemplo gráfico de esto se recomienda ver en Youtube la comedia musical protagonizada por Andy Samberg en la última gala de los premios Emmys). Pero qué pasa cuando la incomprensión del resto del mundo y el poder de los mandamases de la industria cohíben la experiencia dándole un final prematuro. Sin duda alguna se entra en pánico y se sufre desgarradoramente el stress mencionado al comienzo. Algo similar ocurrió hace unos meses cuando, recién comenzada su tercera temporada, se anunció que la cadena televisiva de la NBC había decidido cancelar Hannibal debido a su bajo índi-


ce de audiencia. Hordas de fanáticos (los fannibals) entraron en pánico. Juntando firmas en la web, armando campañas y con las intenciones del creador, guionista y productor (¿algo más?) Bryan Fuller de encontrar otro hogar para la serie, se intentó reflotar sin éxito el barco, ya hundido y con intenciones de la NBC de dejarlo en el fondo del mar. La cancelación siempre siguió de cerca los pasos del Doctor Lecter desde su primera temporada en 2013. Hecho no sorprendente para su creador, ya que si hay algo que se destaca aún más que su exquisita mente creativa, es el llamado “karma Fuller” que lo ha convertido en el gran artista incomprendido de nuestros tiempos.

2. SERIES DE AUTOR: Fuller, quien ya venía de trabajar en televisión escribiendo para Star Trek: Voyager (1995-2001) y Star Trek: Deep Space Nine (1993-1999), sorprendió con excelencia desde su primera creación. Apenas concebido, el primogénito de Fuller ya denotaba esa fascinación del autor por el morbo, el humor negro y la fantasía. Dead Like Me (2003-2004) se plantea desde la comicidad interrogantes existencialistas que tienden a alcanzar una mirada hacia detrás del velo de la vida en la forma de George (Ellen Muth), la joven de dieciocho años que muere en el episodio piloto aplastada por un inodoro desprendido de un satélite ruso y que, después de muerta, se debe unir laboralmente a un grupo de parcas. Además de hacer uso de la comedia, el show gozaba de una sensibilidad estética y argumental que, incluso a aquellos que nunca tuvieron un acercamiento con la muerte, podía aflorar los sentimientos más trágicos de la forma más bella (imposible olvidar la icónica imagen de la copa del árbol con tapas de inodoros). Fuller comenzaba a esbozar los planteos de vida, muerte y la psiquis que hasta el momento eran ajenos a la televisión, a excepción de Six Feet Under (2001-2005), y de una forma original que al día de hoy sigue recorriendo su obra. Los fanáticos de la serie y el propio autor se deprimirían al saber que la serie era cancelada. Pero el malestar del showrunner se vería hecho a un lado ya que al mismo tiempo se hallaba ocupado en Wonderfalls (2004), serie co-creada junto a Todd Holland que cuenta la histo-

ria de Jaye (Caroline Dhavernas), una joven que trabaja en una tienda de souvenirs en las cataras del Niágara y que un día los objetos inanimados con forma de animales comienzan a hablarle para que se acerque a ayudar a las distintas personas que llegan a su vida. El delirio imaginativo a la orden del día pero aún sin hallar su máxima expresión. Al igual que la protagonista de Dead Like Me, la serie sufriría una muerte rápida. El canal Fox llegaría a emitir tan solo cuatro episodios de los trece que conformaban esa primera temporada, dejando a los nueve restantes sin ver la luz hasta la salida de la serie en dvd. Por tres años nada se supo de Fuller, por lo cual uno pensaría que tras dos cancelaciones el creador había bajado los brazos por completo, pero no. Tres años fue el tiempo que le llevó preparar su obra más iluminada que fortalecería su particular visión del mundo y su ejecución estética. La obra en cuestión, con tintes Burtonianos, era Pushing Daisies (20072009). La serie acerca del pastelero, o pie-maker, con el poder de revivir a los muertos (un toque da la vida, dos dan la muerte y si el resucitado no vuelve a fallecer en cuestión de un minuto otro morirá en su lugar) volvía a posicionar a Fuller del otro lado de la vida con las desventuras de Ned (Lee Pace, ahora famoso por sus roles en The Hobbit y Guardians of the Galaxy) y su amor imposible Chuck (Anna Friel). La historia con todo su espíritu excéntrico y estrafalario (hasta con musicales de por medio) que venía de la mano de los casos detectivescos semanales, lograba preguntarse qué sería de la vida de una persona que debe evitar el contacto humano, ya que su amada es una resucitada y de volverla a tocar encontraría la muerte eterna. Del excentricismo al lado más introvertido en un solo personaje lleno de encanto. Pushing Daisies es la primera serie del creador que se desapega más del formato televisivo y despliega el arte escenográfico y la paleta de colores como si cada imagen, antes gris y apagada, se llenara de vida con el toque mágico de Ned. En un constante ejercicio de prueba y error (con más aciertos que errores), Pushing Daisies funciona como preparación, como el paso previo a alcanzar la expresión máxima artística del autor. El lado más oscuro de la vida, esos temas que la mayoría de la gente prefiere pasar por alto o hacer caso omiso a su reflexión existencialista, aquí es presentado de un modo tan


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alegre y carismático que es casi imposible dirigir la mirada hacia otro lado. El ojo del espectador, a diferencia del tratamiento Ludovico, es forzado a observar pero por voluntad propia. Es una droga para la visión el hipnótico poder de las coloridas imágenes y los pasteles de Ned (algo parecido a la atracción generada por el café y los pasteles de Twin Peaks). Si bien la serie fue cancelada tras su segunda temporada (sí, una vez más), ese último paso, el de cau-

3. AMPLIANDO EL UNVIERSO: Una serie que, en principio, cuando se oía hablar de ella era muy fácil prejuzgar acusando al medio de estar falto de ideas y que recaía, al igual que su hermano cinematográfico, en la era de las remakes. Gran error. Bastaba con tan solo observar minutos del primer episodio para comprobar que, más allá del famoso y viejo personaje que da nombre al título, el producto ofrecía algo nuevo, una nueva mirada sobre la obra de Thomas Harris (autor de las novelas que tienen al doctor Lecter tanto como protagonista como personaje secundario) y una nueva sobre la

tivar a la mirada era el único elemento hasta entonces faltante en la obra de Fuller para obtener la receta del éxito y Pushing Daisies fue la obra que lo hizo posible. Cambiando ese carisma colorido por la oscuridad y la violencia más descarnada, Bryan Fuller abandona tanto comicidad como fantasía para poder finalmente servir a la mesa su especialidad más suculenta, una serie que se convertiría en delicia culinaria. Claramente estamos hablando de Hannibal (2013-2015).

televisión. Y ya que estamos, de paso también nos devolvía la mirada con un guiño morboso. Hannibal es el primer trabajo de Fuller que no nace de su propia mente pero que sin embargo, tomando el universo creado por otro, lo termina haciendo totalmente suyo. Hoy en día es imposible imaginar a otro artista llevando a cabo tal emprendimiento y, menos aún, pensar en otro actor que el danés Mads Mikkelsen para ponerse en la piel del psiquiatra caníbal. Autor y actor supieron derribar toda adaptación previa de la obra, en el medio también derrumbando ciertos pasajes de las novelas y mejorándolos, e impregnaron la pantalla con la versión definitiva del personaje. Perdón Hopkins, pero es la pura verdad.


La premisa de la serie consistía en seguir los pasos del investigador Will Graham (Hugh Dancy), quien con una fuerte percepción de empatía con los psicópatas, ayuda al FBI a atrapar a los asesinos de turno. El personaje, al tener el don de meterse tan vívidamente en la mente y la piel de los criminales, cuenta con la ayuda psiquiátrica del doctor Lecter para lidiar con sus problemas y resolver los casos. Ya desde el vamos, la trama planteaba una relación totalmente distinta a la sugerida en el libro Dragón rojo (1981). En la novela, el doctor Lecter ya está encarcelado por sus crímenes culinarios y, mientras que en la serie se ahonda en la amistad de Will y Hannibal, en el libro nunca se sugiere algo más que el solo hecho de que fue Will quien apresó al psiquiatra y que ahora se sirve en parte de su ayuda para poder atrapar a un nuevo asesino serial. Al tener los derechos de la novela, Fuller y su equipo de guionistas (con Steve Lightfoot a la cabeza) se sirven de los personajes para ampliar el mundo de Harris y las relaciones que los unen. Es así como se encargaron de dotar con más ingenio y más perturbaciones al personaje de Will, de volver a Hannibal un sofisticado manipulador de la psiquis y a profundizar más en los personajes que en el papel se hallan más en un segundo plano, algunos incluso con solo un par de líneas dedicadas a ellos. La doctora Alana Bloom (Caroline Dhavernas nuevamente), quien en el libro es un hombre (Alan Bloom), además de pasar por el cambio de sexo se la dota de personalidad y cómo ésta va cambiando, a veces por manipulación ajena y otras por decisión propia, en el transcurso de las tres temporadas. Lo que no cambia es el odio que genera en el público tal personaje, magníficamente interpretado pero que en su accionar se hace ganar a una audiencia deseosa porque corra la suerte más sangrienta. El doctor Frederick Chilton (Raúl Esparza, cara conocida de Pushing Daisies) que tanto en los libros como en la adaptación cinematográfica de The Silence of the Lambs (Jonathan Demme, 1991) es presentado como una persona vil, misógina y desagradable, en la serie mantiene esa personalidad pero acrecentada en el desarrollo y en vías de alcanzar renombre en un círculo de colegas que lejos está de respetarlo. Un elemento de cada temporada fue el tomarlo como conejillo de indias de las torturas de distintos

sociópatas, pasando por ser víctima del hurto de órganos, disparo facial, extracción de labios y paseo en silla de ruedas por plaza pública envuelto en llamas. Ah sí, y sobrevivir a todo ello.

4. HERMOSO, HERMOSO HORROR: Al mencionar la diversidad de torturas gráficas cabe decir que lo destacado le hace poco o nada de justicia al poderío gore de la serie. El arte visual de Hannibal solo puede ser concebido como producto de esta era donde el contenido complejo y oscuro tiene toda la libertad artística del mundo en ser explorado. Una serie como ésta era impensada diez años atrás y mucho menos en una cadena pública como lo es NBC en pleno horario central. Lo cierto es que la imagen que se crea en nuestra mente al oír el término gore no es comparable al arte del asesinato que plantea el show. Mientras que la idea clásica al encontrarnos frente a ello es impresionarse y girar el rostro en otra dirección, aquí la experiencia se halla en la apreciación del acto criminal, en hallar una sensibilidad estética que maravilla con absoluto goce y perplejidad. Cada plano en cada escena posee un tratamiento nunca antes visto en la pantalla chica, e incluso me atrevería a decir que tampoco en la pantalla grande, aunque su exploración artística se ve influenciada por la obra de David Lynch, David Cronenberg y Stanley Kubrick. Cada temporada de la serie pareciera tratarse de una visita a un museo de bellas artes (la tercera con identidad europea) donde ni la vista ni el tiempo alcanza para observar todo como se debe, pero sin embargo nos mantiene en un estado de éxtasis absoluto. Cuando se trata de las escenas violentas, Fuller y cía. se encargan de transportarnos en el tiempo y nos sitúan frente al arte provocador del Grand Guinol. Ángeles despellejados, la posición de un cuerpo insertado en cornamentas, un árbol humano con los intestinos en una vitrina son solo algunas de las obras que los asesinos dejan a su paso y que Will, en una suerte de intervención artística, debe utilizar para interactuar con ellos y consigo mismo. Hannibal para sus autores, técnicos e intérpretes, pareciera funcionar como un lienzo en blanco don-

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de toda expresión es aceptada y puede coexistir en una demoníaca armonía. Cada sala del museo Hannibal posee un estilo particular, cuando no se está ante el hermoso horror pictórico, también se puede hallar todo tipo de expresiones en ellas. Las influencias oníricas del surrealismo (la reiterada imagen de un ciervo, la deformidad alucinatoria, tazas que se reconstruyen, caleidoscopios sexuales), la extensión del tiempo en el ralentí rítmico acompañado por la música abstracta y minimalista del compositor Brian Reitzell o la oscuridad fotográfica que invade por dentro y por fuera a los personajes. Desde la oscuridad interior exteriorizada a través de las imágenes pesadillescas hasta la de los escenarios como el comedor de la casa de Hannibal, la oficina donde atiende a sus pacientes, las celdas del hospital mental de Baltimore, la capilla Normanda de Palermo, el castillo terrorífico donde reside el Dragón rojo o el basto palacio mental que supone la mente del doctor Lecter y que se ve representada como arquitectura del infierno en toda la serie. Y si en el infierno se ha de estar, también se debe comer acorde al entorno. La estética culinaria de la que hace gala la serie es una extensión del gusto refinado del caníbal, entre otros que tiene como la música clásica, tocar el clavicordio o la pasión por el renacimiento italiano. La creación de los platos diseñados por la estilista Janice Poon resultan ser hermosas evocaciones del mal cometido, insinuaciones de lo que se cuece en la cocina de Hannibal a la vez que, sin importar sus ingredientes, abre el apetito (estomacal y visual) del comensal espectador. Todo ambiente creado, todo cuerpo expuesto (vivo o muerto) entra en juego de seducción, como si la serie buscara conquistarnos a toda costa y así como tripas fueron sacadas de sus recipientes humanos, saca de nuestro interior la perversidad más refinada.

la franquicia CSI, con el “killer of the week” que era investigado y atrapado en un mismo episodio autoconclusivo, era la realización estética y la forma de trabajar el trasfondo psicológico de los personajes la que denotaba estar ante algo nuevo e inspirador. El momento más esperado de cada episodio, ganándole al interés de resolución del caso en cuestión, eran los diálogos en sesión de terapia entre Will y Hannibal (Hannigram de ahora en más), donde se exponía la misma empatía criminal que se daba en las escenas del crimen pero de una forma mucho más íntima y siempre rozando de cerca la ambigüedad sexual de los personajes (otro de los mejores conceptos del show, en contenido y realización). Cada uno, sentado frente al otro, volcaba en palabras la igualdad macabra en una suerte de sesión espejo. A lo largo de toda la serie los diálogos, entre Hannibal y todos quienes pasan por su mesa (como invitado o plato principal), exponen ideas complejas, con profundidad lo cual por momentos podrían caer en ser encasillados como pretenciosos. Pero es el tratamiento acorde a lo establecido en el show y la delicada sofisticación convertida en maravilla visual lo que permite que todo entre una relación que se complementa y eleva la calidad de la serie. De no estar a la altura y plantearse tales debates, allí la pretenciosidad de seguro se llevaría el rol protagónico. Hannibal halla en Will un amigo, la posibilidad de alguien con quien algún día poder compartir su vida sin estar en las sombras y hasta de formar familia, Hannigram comparte como hija a la frágil Abigail Hobbs (Kacey Rohl), objeto de manipulación entre la lucha de sus “padres” que intentan moldearla a imagen y semejanza. Los conceptos psicológicos transforman las palabras de los personajes en poesía dialogada y analogías filosóficas del accionar humano.

6. TRAGEDIA GRIEGA: 5. SOFISTICACIÓN DEL LENGUAJE: La primera temporada del show había logrado, como se mencionó antes, ampliar el panorama de los personajes de Harris y dotarlos de una mayor complejidad. Si bien en un comienzo pecaba de manera preocupante a acercarse a una fórmula símil a

El estilo visual, el pensar de los personajes son elementos que están sujetos constantemente al cambio, a la transformación y esa es otra línea característica que atraviesa a toda la serie y que expondría su primer mayor cambio hacia el final de la primera temporada donde, en una suerte de juego de cambio de roles (alegoría sexual en puerta), es Will el apre-


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sado por los crímenes de Hannibal. Es entonces cuando la estructura de la serie se modifica sutilmente en el transcurso de la segunda temporada que, ya con su violenta escena inicial que nos ofrecía una visión a futuro, volvía a generar el ansía hambrienta de devorar todos los episodios para llegar a una épica conclusión con sabor a final de serie. Y es que gran parte de la temporada funciona como una muy libre adaptación de la segunda novela de Harris, El silencio de los inocentes (1988). Mientras que Fuller poseía los derechos de Dragón rojo, ante la negativa de la Metro-Goldwyn-Mayer, el creador nunca pudo hacerse de los de la segunda novela. Lo cual no le impidió, a su manera, de poder adaptar ciertos pasajes e integrar algunas referencias que están allí para todo aquel que las sepa ver. Con Will detrás de rejas sirviendo aún de ayuda para Jack Crawford (Laurence Fishburne), su equipo del FBI y Hannibal siendo “el nuevo Will Graham”, la serie construía de apoco una relación de respeto, amor y odio por igual donde el team Hannigram desplegaba todo su pasión en pos de ver quién es la presa, quién el cazador y quién terminará comiéndose a quién (en todos los significados posibles de la palabra). Todo ello, entre muchas más manipulaciones y juego de engaños (todos los personajes hacen uso de ellas, hasta el “pescador de hombres” Jack Crawford que es capaz de todo con tal de atrapar al psiquiatra), alcanza el climax máximo de expresión audiovisual en los últimos minutos del final de tem-

porada, que también podría haberse considerado un muy digno final de serie. Si algo aprendió Fuller con tanta obra suya segada por la cancelación, es a darle un cierre a cada temporada que podría a la vez funcionar como final definitivo si por alguna de esas casualidades a la cadena en cuestión se le ocurriese no renovar la serie por otro año. Toda la temporada conduce a ese momento de dimensiones épicas que inunda la pantalla de tristeza y sangre. La verdad detrás de Hannigram sale a la luz ante todos y con ella la infidelidad por ambas partes en la relación. Con varios cuerpos agonizando de por medio (Jack con un cristal incrustado en el cuello, Alana habiendo caído desde una ventana y Abigail con el cuello cercenado) la escena más que violencia explícita deja expuesta, en el llanto de Will y en el brillo de los ojos doloridos de Hannibal, la angustia del engaño. Es el momento de no retorno, donde los hechos que condujeron hacia allí ya no pueden ser revertidos y es por eso que en la tercera temporada en más de una ocasión se revisitará esa escena, a veces con distintos puntos de vista, como quien no puede abandonar un hecho doloroso del pasado que modificó su existencia para siempre. El final de temporada halla la mística música representativa de la relación Hannigram con la música de Aria of the Goldberg Variations de Bach y deja al público al borde del llanto (y a los personajes al borde de la muerte), con emociones absorbidas por la retina y que no caben en el pecho.


7. UN (B)ROMANCE PARA RECORDAR: Un final de esa índole ponía la vara de expectativas muy en alto para una tercera temporada que encontraría recorriendo Europa a Will y Jack tras los pasos del fugitivo Hannibal y Bedelia du Maurier (Gillian “Scully” Anderson), su esposa/rehén en la forma de un ambiguo y seductor interrogante con susurros Godardianos que da forma a la psiquiatra del caníbal, sin duda una de las mejores invenciones de Fuller. La conjugación de los tiempos entre tanto surrealismo y fisiología de la imagen (sí, fisiología, leyeron bien sino basta con recordar la sangrienta tarjeta de Valentín que Hannibal le dedica a su amado Will), poco importa y es por eso que los primeros siete episodios de la temporada funcionan alternadamente como adaptación de la tercera novela con el título homónimo de la serie, Hannibal (1999) y de la no tan exitosa precuela y cuarta entrega, Hannibal: el origen del mal (2006). Recorriendo Francia, Italia y Lituania la sofisticación alcanza un nuevo nivel de degustación visual tan a la altura del exquisito paladar del protagonista. La persecución que se lleva a cabo mantendrá la mayor parte de la temporada a Will separado de Hannibal, al menos físicamente, pero intensificando esa adoración mutua que se tienen y ensombreciendo la figura de Will que, de encontrárselo en la oscuridad no sabría decirse de quién de los dos se trata.

La transformación se sigue llevando a cabo, el drama se torna denso (incluso no hay lugar para los compañeros forenses que aportaban una fallida dosis de humor) y como si se tratara de esos romances épicos que tanto la literatura y el cine nos han brindado, no se hace más que aguardar impaciente el reencuentro de ambos personajes. Por eso un simple “I forgive you” en la oscuridad, es como sentir en el rostro el suave recorrido de la mano de un viejo amor. Cuando finalmente se reúnan, después de seguir dejando atrás cuerpos sin vida y de un excelente segundo round, continuación de la pelea comenzada entre Jack y Hannibal en la temporada anterior, la maestría del delirio visual decide superarse aún más como otro símbolo del constante cambio. La abertura de un cráneo, el parto de una cerda dando a luz un niño, un trasplante de rostro o el ingerir una anguila son imágenes de pesadilla hermosamente retratadas que dejan en evidencia al genio artístico que posee la serie y su incesante creatividad. Y es allí cuando se nos vuelve a ofrecer un momento angustiante con sabor a final pero que no es tal. La separación de Hannigram. Will recostado, Hannibal al pie de su cama y una de esas charlas íntimas que ya se extrañaban dejan en claro la ruptura de la pareja. Lo que parece un punto final en la relación se convierte en puntos suspensivos al entregarse Hannibal a la policía con la intención de que el querido Will siempre sepa dónde se encuentra.


8. LOVE CRIME: La segunda mitad de temporada (los seis episodios restantes) adapta finalmente los sucesos de Dragón rojo, volviendo nostálgicamente a una estructura que se acerca a la primera temporada y que resulta en la mejor adaptación que se haya hecho de dicha novela, la cual tuvo dos versiones previas (Manhunter de Michael Mann en 1986 y Red Dragon de Brett Ratner en 2002). Así como el Hannibal de Mikkelsen logró hacer a un lado al de Hopkins y tomarlo como la versión definitiva, lo mismo se da con el perturbado Francis Dolarhyde (Richard Armitage, reconocido mundialmente por ser Thorin escudo de roble en The Hobbit). Esto se debe tanto a la fidelidad con el trabajo original así como por el ya establecido tono que posee la serie, que hace que la transformación del gran dragón rojo se adhiera perfectamente a ese magnífico lienzo artístico. Si lo que inspira a Francis a mutar de cuerpo es la obra acuarelada de “El gran dragón rojo y la mujer vestida por el sol” de William Blake, esa simbiosis se relaciona pasando de la pintura a la biología para volcarse finalmente a la pintura filmada que es lo que termina siendo en general la serie en cuestión, inaugurando tal vez un nuevo género artístico. Hablar de la transformación del dragón rojo es simplemente una excusa para hablar del verdadero cambio que se da en Will. La cercanía con el dragón que trae nuevamente al detective empático en el mejor estudio de una escena criminal, hace que las influencias de Hannibal se acrecienten para poder liberar el impulso asesino que con tanto esfuerzo a tratado de reprimir en toda la serie. Si bien ha cometido homicidios, algunos por fuerza mayor y otros que revelaban cierto placer al hacerlo, no es hasta el mismísimo final que toda la violencia contenida salta por los aires donde sangre y sexualidad implosionan en conjunto. La escena en cuestión, se deshace del final clásico de la novela y los films y permite, de la manera más poética, que el poner fin a la vida del dragón rojo signifique también la declaración de amor final de Hannigram. Los dos personajes se encuentran en la oscuridad de la noche llevando a cabo con toda intimidad un explícito (para quien lo vea) acto sexual. El

término crimen pasional adquiere un nuevo significado. Will abraza finalmente su lado oscuro y termina profesando junto a Hannibal el amor que se tienen al son de Love Crime, hermoso tema final realizado por Brian Reitzell y Siouxsie Sioux, quien vuelve a componer después de ocho años. Bedelia es la tercera en discordia, también conocida como la novia de Frankenstein y la octava mujer de Barba Azul, quien ofrece las mejores escenas de celos (su deseo mayor es ser comida por Hannibal) y ahora, convertida en la nueva terapeuta de Will, le anuncia momentos antes del final que él no puede vivir sin él, pero tampoco con él. Como si tomase lo dicho por la mujer como palabra sagrada, Will se abraza a Hannibal, ambos bañados por la sangre negra a la luz de la luna, para susurrarle que lo que acaban de hacer es hermoso y arrojarse junto a él por un precipicio en estado de erosión, también expuesto al cambio. No pudiendo ser parte de este mundo, pero perteneciendo después de todo el uno al otro los amantes de manera trágica pero hermosa se pierden en el mar, ahora solo visto por el espectador golpeando las olas contra las rocas.

9. THIS IS MY DESIGN: Algo difícil de superar era la tragedia griega que supuso ser el final de la segunda temporada, pero el de la tercera llevó todo a un nivel más allá de la perfección y se le volvió a brindar el cierre perfecto y trágico que una historia así merecía. La ambigüedad vuelve a hacer acto de presencia y deja sentimientos encontrados, por un lado por tal bello acto de amor que lograba lo que los personajes principales siempre habían deseado, escapar juntos y por otro lado, por su sorpresiva y desgarradora conclusión claramente inspirada en parte por El problema final, el relato corto donde Arthur Conan Doyle puso fin a la vida de Moriarty y Sherlock Holmes (al menos por unos años). Cuando apenas habían salido al aire tres episodios de la tercera temporada y NBC decició cancelar Hannibal, quien les escribe fue uno de los tantos fannibals que se indignaron y llenaron de injusticia ante la idiotez del espectador medio que, ante el uso de elementos abstractos de la serie, la profundidad

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narrativa y hasta a veces la extensa falta de diálogos (una apuesta fuerte e interesante ante un medio que, al contrario del cine, no suele arriesgarse a realizar un arte contemplativo), optaba por consumir un producto más del montón. De ahí el hecho de que una serie convencional como The Walking Dead (2010- ) pueda disfrutar de tener seis temporadas (y muchas más por venir) y aquellas que ofrecen algo nuevo, pero que requiere el tiempo y la atención necesaria para ser apreciado, mueran olvidadas por la gran mayoría. Pero el final que logró dársele es de tal perfección que no puede pedírsele más. La felicidad absoluta está expresada allí y colma de placer al espectador. Por tres años, Bryan Fuller nos supo alimentar bien con los mejores manjares. En una de las visitas que Will realiza a la celda de cristal, el doctor Lecter le aconseja tanto a su visita como al espectador: “cuando la vida se vuelva enloquecedoramente correcta,

piensa en mí”. Cuando la mundanidad y el sin sabor de las producciones no llenen el vacío dejado por el final de la serie, claramente se pensará en Hannibal. Por suerte, tras cuatro cancelaciones, donde otro de seguro habría optado por rendirse, Fuller no desiste y ya se encuentra involucrado en llevar a la pantalla chica American Gods, adaptación de la novela homónima de Neil Gaiman, otro autor muy familiarizado con el género fantástico. Producto que se espera con ansias y rogándole a los dioses americanos que escape al “karma Fuller”. Lo cierto es que el día que este karma no ocurra, significará tal vez que el autor dejó parte de su particular estilo y genialidad, y eso es algo que nadie de los que aprecian su trabajo realmente quiere. Su obra, truncada o no, siempre es fiel a sí misma y nos deja con el recuerdo de haber podido estar ahí para ser de los pocos mortales en saber apreciarla. Este es el diseño de Bryan Fuller y este es mi dossier.


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EN CONCIERTO



[ Por Bernardo Jiménez Mesa / Fotografías: Nazarena Talice ]

MONO NO ES MONO (ES SURROUND) Mono - Niceto Club (04 de Septiembre de 2015)

Los japoneses Mono llevan ya más de una década construyendo un nombre, un público, y ante todo un sonido que si bien está en deuda con influencias claramente reconocibles, la música que estos japoneses proponen, les pertenece. Ese sonido que han buscado, explorado y reafirmado en cada álbum los ha llevado a ser tenidos como instigadores de un nuevo despertar del llamado género "shoegaze", lo cual para mí no es del todo veraz ni útil. Lo que diferencia a las bandas más representativas del shoegazing, comparativamente, con Mono, es que todas aquellas bandas provenían de la escena post-punk (My Bloody Valentine, Slowdive, Ride, etc) y por ende eran permeados por la bella decadencia del movimiento punk; mientras que Mono parecen estar mucho más influenciados por formas más clásicas y sinfónicas. Mono es una banda instrumental, con un show y puesta en escena relativamente austera...No hay mucho más por encontrar en un recital de Mono

más allá de su música....Es más bien un viaje donde ellos invitan a la audiencia a dejarse arrastrar....y cerrar los ojos. Habiendo visto, hace pocos meses, a Alcest; y como parte de la audiencia de muchos recitales de este género, creo que Mono no debería en verdad ser considerado parte de la herencia y sonido shoegaze, ni tampoco del Post-Rock. El arte de ellos pertenece a un leguaje más tradicional; estructuras mucho más predecibles; armonías clásicas. Lo que hace a Mono una banda de vanguardia es la textura y el timbre que emplean, no la composición. No me sorprendió encontrar a muchos seguidores del metal sinfónico y el progresivo.; en el fondo (más allá de los colores) la sensibilidad de Mono y el rock sinfónico, no están muy lejos. En resumen, un muy buen recital para los amantes de estos sonidos y la música instrumental...de lo contario...un muy largo y pesado viaje (como un viaje de aquí a Japón).

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[ Por Marianarchy Deadbilly / Fotografías: Nazarena Talice ]

UNA NOCHE SIN ESCALAS, SIN PAUSA, INTENSA E INTERMINABLE Camouflage - Niceto 16 de Septiembre de 2015

Llegué a las 21hs, Niceto rebalsaba de gente que promediaba los 35 años. Viejos seguidores y algo de nueva sangre… Al poco tiempo de llegar comenzó su set Nekrodamus, banda argentina de synthpop y futurepop. Con tres álbumes editados, uno mejor que otro. Tocaron una selección breve de sus temas. Prolijos, precisos y con muy buen nivel, a pesar del pésimo sonido (especialmente en el bajo volumen de la voz). Esto nunca lo voy a entender, ¿tienen miedo de que la banda “soporte” este a la altura de la principal (como en este caso)? ¿Es la venganza para opacar a las bandas nuevas? GabyNekro (el cantante) se compenetró en un par de canciones y se acercó al público quienes respetuosos aplaudían al finalizar cada canción. Pero según mi opinión la audiencia no pudo (no solo por las fallas en el sonido) apreciar la calidad

de esta agrupación local. Pasada las 22hs. Comenzó el show esperado. Camouflage hacía su aparición para presentar su octavo trabajo en estudio “Greyscale”. El público estallaba, gritaba, se agitaba, saltaba. La primera canción de la noche fue “Laughing” (de su último trabajo). Marcus Meyn en la voz, con un peinado inalterable, su aspecto jovial lucía un traje gris (acorde a la presentación). Heiko Maile en teclados y coros, esta vez con la ausencia de Oliver Kreyssig, y completa la banda en vivo (como buen acierto): Jochen Schmalbach en batería y Volker Hinkel en guitarras. Aplausos y gritos (los cuales se repitieron en todo el show). Marcus saludo con su ya impuesto “Dale boludo!” y comenzó “Passing by”, luego “The smiling face” la gente vibraba. Aclaró Marcus que se resfrío en el avión y que el público iba a tener que can-


tar bien fuerte con él (cosa que la audiencia hubiera hecho de todas formas). Seguido sonó “If”, luego “Ill´ll Follow Behind” en la que Marcus nos deleitó con sus característicos pasos de baile robótico. Acto seguido “Neighbours” la gente parecía llegar a lo máximo, pero seguía elevándose, afuera hacía frío en Niceto un acogedor infierno. Siguieron “Misery”, “We are lovers” (dedicada a la hermosa audiencia), “Leave You Room Behind” que a pesar de ser lenta la gente se aceleraba, “Suspicious Love” el contacto entre la banda y la gente era cada vez más intenso, “Shine” su nuevo hit que golpeó contundente en las personas, y con “The Great Commandment” retumbó Niceto, los melancólicos, los one hit wonder, los fans, todos estallaron al unísono. La banda se retiró. La gente aullaba, silbaba, aplaudía, “Olé, olé olé Camou-u-flage”. Reaparición “End Of Words” una de las mejores canciones de su última producción (junto a “Count on me” que lamentablemente no tocaron), la gente no tiene respiro. Seguida “Me And You” el público

vuela. Nueva retirada, más gritos y aullidos de la desaforada audiencia y nueva vuelta, “Love Is A Shield” invita a todos al éxtasis, para finalizar con una versión acústica de “Strangers´Thoughts”. Marcus promete que volverán… La banda sonó muy bien, la incorporación del “pelado” Jochen en la batería le da mucha potencia en vivo, lo mismo que el maravilloso guitarrista Volker quien adaptó la guitarra a todas las antiguas canciones de la banda. Camouflage demuestra que sigue siendo una banda de culto que no defrauda a sus fans. En vivo se produjo un amor a primera vista desde su primera visita con la gente de esta ciudad. No en vano eligieron cerrar su extensa gira en Buenos Aires. Es de destacar que después del show, unos djs pusieron música, principalmente synthpop de los 80´s que no te permitía irte. En el medio Marcus y Jochen fueron a saludar a sus fans y se sacaron fotos con ellos. Una noche sin escalas, sin pausa, intensa e interminable.


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[ Por Damián Snitifker / Fotografías: Melisa Gargarello ]

PARA SIEMPRE NO ES SUFICIENTE El Siempreterno en Palermo Club 03 de Octubre

El sábado 3 de octubre nos dimos cita en el Palermo Club a un suceso que dentro de varios años contaremos con cierto orgullo, como cuando aquella noche del 2007 éramos unas ochenta personas presenciando lo que sería el ultimo recital de Cienfuegos en el salón Pueyrredon, esta vez la historia se repetía, el Siempreterno (al menos tal como lo conocíamos) desaparecía. Y puedo decir “se repetía”, también, porque cuando Rotman dijo “grabaremos este recital y si sale bien, quizás, lo editemos”, los memoriosos, cabuleros y timberos no pudimos evitar pensar en números: tres discos de estudio, uno en vivo, Cienfuegos, la historia se repite, se separa el Siempreterno. El twitt de Minimal la semana del show parecía confirmarlo: “Ultimo ensayo para mi último show con el siempreternum.¡ha sido un placer!”. Así que nos fuimos preparados, a abrir bien los ojos, los oídos y prestar atención a todo, tenemos que recordar esto tal como sucedió, para las generaciones futuras. Pues la superbanda, aquella superbanda con miembros de los

sótanos y los locales semi vacíos que a fuerza de letras y afiladas guitarras supieron hacerse de un publico fiel, un publico que costó cosechar, pero cuando se llegó se planto como un roble. Rotman, Mimi, Ricciardo, Minimal y el Ruso eran recibidos por esa gente. Los que fueron aquella noche expectantes al Buenos Aires Club (donde te prohibían poguear porque se caía la mampostería del estacionamiento de abajo), los que vibraron por primera vez en La Trastienda con aquella hipnótica versión de Hall of mirrors de Kraftwerk ó vieron lleno Groove y sonrieron contentos, como presenciando la ebullición de ese caldo que tantos años vieron calentar. Desde un principio el Siempterterno fue un paso más allá. Quizás escuchar en el primero recital “Rhoypnol”, “Contradios” e “Inyección de amor” (Aquellas canciones que en su último tiempo, Cienfuegos venia haciendo) hizo pensar a algunos que sería una especie de continuación a lo que Rotman nos tenia acostumbrado, más aún recordando algunos covers de la anterior banda, la presencia


de Hernan Bazzano, y el grito de algún descolgado “Que se junte Cienfuegos”. Pero cuando uno pudo acceder al primer disco, esa patada a la cara de apenas media hora, bastaba para darse cuenta de que no era así, la amalgama entre la voz de Sergio y Mimi, “seven eleven, seven eleven, atrás de un vidrio en un seven eleven…”, la salvaje guitarra de Minimal, el bajo inquieto del Ruso y la locomotora de Nando en la batería, evidenciaban de que estábamos ante algo que iba a dejar huella, y no nos equivocamos. Cinco años después, tres discos y veintiocho recitales, la gente se agolpaba para presenciar este evento único. Abrió Gigio junto a los inquilinos del tiempo, un show acústico y reducido que acompaño de manera excelente el calentamiento de la noche. Cerca de las diez de la noche, las luces apagadas y la clásica cortina sonando presagiaban que el espectáculo estaba cerca. Arrancó a media maquina con “el Siempreterno”, seguido de dos temas del nuevo disco, “El pánico borró mi memoria” y “Habiendo sido nunca nadie”, como precalentando y preparándose para los ultimo veintiocho temas de su historia “Minimalista”, aquí otra vez la numerología, veintiocho temas, uno por cada uno de los recitales que dieron. El show fue avanzando, “Full coma”, “Bajo este sol”, “Para siempre no es suficiente”, “el secadero”, hasta que Rotman piden que bajen la luz y se despachan con una nueva increíble versión de “Hall of Mirrors”, luego de la mano de Gigio retoman esa piedra fundacional de Cienfuegos como lo fue “Moonage day

Dream” de Bowie y siguen con tres canciones que nos dejan gritando “Todas las estrellas te recuerdan lo pequeño de tus problemas y de tu mundo…”. Vuelve la formación original y se va respirando el final, “Joven muerto en Juana Díaz”, explotando a los presentes, munición gruesa con “En el mar de Carbón”, “Contradios” e “Inyección de amor”, amague de final épico con “Baba o' Riley” y bises con “Salvavidas” y una inmortal versión de “Love Will tear us apart” de Joy División. Las casi una hora y media de video que registré aquella noche van a ser el último bastión donde me esconderé dentro de años y años, cuando mis nietos traigan a casa la música del futuro. Fuimos testigos de algo inmenso, que en apenas cinco años nos dejó tanta historia. Ahora resta esperar que sucede con Rotman y compañía. Los Sedantes quizás sean una buena alternativa, vienen tocando llamativamente seguido, pudieron rearmarse ante la pérdida del gran Gamexane y vuelven al ruedo. De hecho Saul Diaz de Vivar, ex guitarrista de los Pillos, fue quien se encargó de las guitarras en los últimos shows de los Sedantes, el sábado estuvo muy atento viendo el show del Siempreterno desde el costado del escenario, quien te dice que no… Pero bueno, esto intenta ser una crónica y no un horóscopo. Será lo que tenga que ser, nosotros disfrutaremos los discos que nos dejaron, y esperaremos el en vivo. Y es por todo esto que me animo a afirmar que “Para siempre fue suficiente”.


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[ Por Gabriel Rojo Fotografías: Alex Martiniaddict. ]

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ESTAS SON CANCIONES DE PESO A-ha en el Luna Park, 24 de septiembre 2015

A-ha siempre ha sido una banda preocupada por los finales – los demonios internos que plagan sus canciones a menudo manifestándose abiertamente como tensiones entre sus integrantes, que ya se han separado dos veces, la última hace cinco años con una gira titulada oficialmente como “farewell tour.” Y sin embargo, la vida continúa y aquí están –algunas bandas son demasiado buenas como para perecer, más allá de los esfuerzos de los mismos artistas. El retorno de la banda fue anunciado a fines del año pasado en un comunicado de prensa que daba a entender que se trataría solamente de una reunión especial para el festival de Rock In Rio, Sin embargo, la reunión pronto se extendió a una gira mundial que empezaría, tal como lo hizo la gira de despedida del 2010, en el Luna Park de Buenos Aires. No sólo eso, sino que la banda también editó hace poco un flamante nuevo disco, Cast in Steel, del cual sólo se pre-

sentaron tres canciones (una de cada compositor) en este recital. Una lástima, ya que las interpretaciones en vivo realmente sacaron a relucir el potencial de estas canciones. Típico de A-ha, el show abrió con una canción titulada “El Velatorio”. Sonaron también la vibrante “Forest Fire” y una algo tímida versión acústica del single “Under the Make-up.” El resto del set se concentró en la etapa de mayor éxito comercial de la banda, previa a su primera separación, tristemente ignorando el excelente material post-2000 con la excepción de “Foot of the Mountain”, del disco homónimo del 2009, quizás el tema que mejor representa la quintaesencia misma de la banda: el deseo de aislamiento total, el sueño del escape, expresado de forma exaltante gracias a la voz siempre en alto de Morten Harket. Por lo demás, la banda alternó hits y singles como “The Sun Always Shines on TV” y “Crying in the Rain” con


álbum tracks favoritos (los inmortales “Scoundrel Days” y “The Swing of Things”) y temas que no sonaban hace muchos años, salvo contadas excepciones (“Soft Rains of April”, “Sycamore Leaves” y una versión sorpresiva el añejo single “You are the One”.) Todo esto frente a una audiencia que parecía disfrutar del show pero de manera somnolienta. Quizás la cuestión es que resulta difícil conciliar al material de A-ha con el clima de una “fiesta nostálgica de los 80s.” Estas son canciones de peso, canciones sobre pérdida, separación y la incapacidad de lidiar con el

mundo. Frente a estas temáticas, el inevitable cierre con “Take on Me” queda algo descolgado, al igual que los intentos de Magne Furuholmen de animar a la audiencia con trucos algo ya predecibles (los coros de “Hunting High and Low”- que fueron, hay que decir, sorpresivamente afinados para un tema tan difícil- y “The Living Daylights.”) Aun así, cualquier oportunidad de volver a ver en vivo a una banda tan legendaria, y revivir en carne propia la emoción pura de tantas canciones memorables, sigue siendo impagable.


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[ Por Nahuel Ordoñez / Fotografías: Inzendies ]

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COMPRENDER CÓMO GERMINAN LAS COSAS

Ciclo de Sellos Independientes, 24 de Septiembre

El pasado Jueves 24 de septiembre sobre las orillas del parque centenario y su trazado circular se congregaron un puñado de bandas pertenecientes a varios sellos independientes de distintas latitudes de Argentina para festejar y cerrar el Primer Ciclo de Sellos Discográficos. El evento estuvo organizado por los inagotables Fuego Amigo Discos en el remodelado local La Sala Buenos Aires. Uno de los aspectos más enriquecedores de la labor de este sello fundamental de la escena porteña, además de su extenso catálogo, está en su profusa labor como generadores de vínculos. Durante todo el ciclo oficiaron de anfitriones y recibieron a estructuras disímiles desde su propuesta estética aunque hermanados en un modo de entender la construcción de cultu-

ra como hecho colectivo. Por el ciclo pasaron artistas de Caminar de Elefante, Monqui Albino, Postales Discos, Magdalena Records, Discos Dojo, Solo le pido a Dior, Laptra, Polvo Bureau, Pistilo y bandas de Rosario, Mendoza, La Plata, Bahia Blanca, Mar del Plata y Buenos Aires. La noche del cierre comenzó con la amena musicalización del enorme Claudio Kobelt con sus hits emocionales, mientras que el escenario se abrió con la presentación de la increíble banda bahiense Dos Astronautas. Tocaron un repertorio post-rock muy consistente con fuertes referencias al space rock y el kraut. El set duró cerca de media hora y fue cautivante desde los climas y paisajes sonoros que logró desplegar el ahora sexteto. Luego fue el turno de


Los Estambres, un grupo ensamblado con músicos pertenecientes a distintas bandas de Pistilo Records. Ofrecieron un show breve y enérgico con canciones instrumentales y algo de improvisación en vivo. Mediando la cita, el vigoroso trio Vúmetro subió al escenario para desplegar sus canciones rockeras y potentes. Repasaron el recientemente editado ‘Hasta que pase el Invierno’, un disco ecléctico que en el vivo agrega intensidad a sus versiones. El Príncipe Idiota le siguió con un sonido muy trabajado y ajustado haciendo canciones de Doméstico, su EP debut. El grupo conducido por Mariano Di Cesare ofreció un set encantador con logradas interpretaciones. El cierre del evento quedó a cargo de la banda Temporada de Tormentas que está presen-

tando la tirada física de su nuevo LP ‘La primera exploración’, editado por Fuego Amigo Discos. Fue un show urgente en el que tocaron algunas canciones de sus discos anteriores además de las nuevas. Todas las noches del ciclo se vivieron con un espíritu de comunión y colaboración muy interesantes. Fuego Amigo desde su rol de anfitriones relacionan y vinculan a los distintos actores involucrados con el objetivo de hacer crecer aún más una escena que pareciera florecer constantemente. El cierre fue una reunión de músicos de distintas geografías, pero también una celebración. Son eventos ineludibles para explorar los motivos de estas eclosiones, comprender como germinan las cosas y de qué manera se sustentan.


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[ Por Nahuel Ordoñez / Fotografías: Inzendies ]

UNA CORONACIÓN PAGANA

Mi Amigo Invencible en Niceto Club, 3 de octubre

Una noche fría y post invernal de inicios de Octubre la encantadora banda mendocina Mi Amigo Invencible presentó su nuevo disco La Danza de los Principiantes en un Niceto Club colmado. Aún cuando algunas publicaciones pre diluvianas locales insistan en descubrir a un grupo con 8 años y seis discos editados, el recital con el que dieron la bienvenida oficial a su más reciente LP sirvió también para confirmar que se trata de una banda tan interesante como sólida en su propuesta musical. Los encargados de abrir la noche fueron los inquietos Julio y Agosto con su folk descontracturado y festivo. Cerraron su set con los dos marianos (Castro y Di Cesare) de Mi Amigo Invencible de invitados haciendo voces y bombo respectivamente. Luego fue el

turno de los neuquinos Atrás Hay Truenos, quienes ya habían compartido gira con los invencibles hacia fines del año pasado. Antes de retirarse dejaron el escenario latiendo con su ruidosa y psicodélica versión de “Por el rio”. A la tradicional formación de sexteto esta vez se le sumó en los teclados Leandro Lacerna, el productor de los últimos dos discos del grupo. No es casual ni caprichoso. Entre Lacerna y MAI pareciera haberse asentado una forma en común de entender el mundo (la música, el arte o todo esto junto) que permite decodificar sonoramente las pulsiones, angustias y anhelos de la banda. La capacidad de construir y describir universos provistos de sentido con un lenguaje propio es un elemento que acompaña al proyecto


desde el inicio, pero que en los últimos trabajos se ha acentuado por lo particular de la propuesta y por la carencia de estas pautas en sus contemporáneos. El show abrió con una preciosa y mínima versión de “Noches de Ciencia Ficción” en la voz de Mariano Castro y siguió inmediatamente con el tema que da nombre al disco. El primer invitado en subir a compartir escenario fue Facu Tobogán para una excelente versión de “Hacernos extraños” que terminó de instaurar el clima de fiesta y celebración. El músico Juan Pablo Di Cesare se sumó para aportar con su guitarra en “Máquina del tiempo”, uno de los puntos altos del disco y también del recital. El momento del cierre fue una fiesta dentro de la fiesta con todo Julio y Agosto, Atrás Hay Truenos y amigos de la banda sobre el escenario haciendo una demoledora versión de “Nada peor que la sed”, una de las canciones más poderosas poéticamente que hayan sido compuestas en los últimos años. Fueron 16 canciones en un set extenso y altamente disfrutable. La lista

de temas logró condensar parte de la trayectoria de este increíble sexteto a la vez que ofreció la posibilidad de vislumbrar los matices y diferentes climas que enriquecen su obra. Fue una especie de coronación pagana, despojada de la solemnidad de los grandes actos. Fue en un Niceto Club explotado, henchido de gente. Pero también pudo haber sido en cualquier otra presentación del grupo. Y es que no sólo llevan varios años de actividad ininterrumpida, sino que además a lo largo de este tiempo han logrado producir una energía y dinámica propias a la hora de mostrar su música. Como un animal mitológico que combina partes de otros animales para transmutar en un monstruo único y siempre distinto, siempre insaciable, voraz. O como una especie de incendio que todas las veces recomienza sobre nuevas ruinas. Como los sobrevivientes celebrando a la vez la muerte y la vida en una danza tribal, fundante, originaria.





PURA MELOMANIA




[ Entrevista a Richter acerca del décimo aniversario de Danzallamas (2005) por Diego Centurión ]

ES UN DISCO ATEMPORAL A pesar de la cantidad de álbumes que se fueron editando en septiembre de 2005, nos proponemos redescubrir un álbum del sur de Latinoamérica, en el estilo no muy común para esos años, el electro rock. La mezcla de bases electrónicas secas mezcladas con las guitarras distorsionadas hacen de este álbum de Richter, un trabajo que necesita ser rescatado y dar a conocer al gran público de esta, nuestra Latinoamérica. “Danzallamas” es el tercer álbum de la banda argentina Richter, editado en septiembre del 2005, pero para hablar de este trabajo nos comunicamos con la banda para hablar de este álbu

¿Qué recuerdan de la composición y de la grabación de Danzallamas? Danzallamas fue el primer disco de Richter donde sentimos que realmente nos habíamos acercado mucho al sonido que teníamos en la cabeza, y que veníamos probando en Epicentro y Planetas Planos (los discos anteriores). En Danzallamas logramos esa combinación que perseguíamos entre la electrónica, el rock, el pop, el industrial y hasta algunas cosas más jugadas. Los temas se venían acumulando durante dos o tres años y explotaron en la grabación y la mezcla. Todavía hoy nos asombra el disco, como quedó terminado, como suena, los temas, en fin… No se compuso el disco en un día, las canciones fueron naciendo desde la época de Epicentro, y cuando decidimos grabar tuvimos que hacer una selección importante porque se habían acumu-

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lado muchas. Hubo un trabajo en estudio bastante intenso para llegar a ese sonido, tuvimos que enfrentar desafíos en la mezcla que no se nos habían presentado antes, y tomar decisiones que después decantaron en el estilo de la banda, decisiones que tomamos por primera vez en Danzallamas. Y las letras… las letras fueron un trabajo aparte, nos quitamos muchos miedos y salieron muchas de las mejores letras de la historia de la banda. Fue un proceso muy intenso y feliz. ¿Cómo ven estos diez años de “Danzallamas”? Parece que no le hubiera pasado el tiempo al disco. Lo escuchamos y sentimos que es perfectamente actual, y eso tal vez tiene que ver con que estuvimos más concentrados en lo que queríamos lograr artísticamente que en lo que sonaba en ese momento. Tenemos la impresión de que es un disco atemporal, que no envejece, y estamos muy orgullosos de eso. ¿Cómo se ven ustedes a diez años conviviendo con las canciones de “Danzallamas”? ¿Cuánto han cambiado las canciones del álbum al día de hoy? Seguimos haciendo en vivo algunas canciones del álbum como Casa Fantasma, Te Vas a Berlin, o Libre

de Culpa y Cargo, que salió en la reedición de 2007 del álbum. Y las seguimos haciendo como estaban en el disco, no perdieron su vigencia ni su frescura para nosotros, y si no incluimos más temas de Danzallamas en nuestros shows actuales es porque no tenemos espacio porque hay mucho material posterior. Danzallamas nos gusta como está, no sentimos la necesidad de reversionarlo, nos sigue cerrando así como está. ¿Cuánto hacen que no escuchan el trabajo íntegro? Esa es una buena pregunta! Cada tanto lo escuchamos, la verdad, cada uno lo escucha cuando quiere, no hay una respuesta única, escuchamos mucho los temas sueltos, el disco completo cada tanto también, la verdad nos pone las pilas escucharlo, ¡nos da fuerza! ¿Cómo sienten el sonido del álbum hoy en el 2015? Absolutamente contemporáneo. La verdad es que si bien fuimos modificando nuestro sonido a lo largo de los años con los discos posteriores, como decíamos antes, hay decisiones que tomamos por primera vez en Danzallamas y nos acompañan hasta hoy como el protagonismo de las bases electrónicas, el trabajo de voces, etc. El sonido del álbum sentimos


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que no envejeció en 10 años, y que representa una época de Richter que todavía se refleja en muchas cosas del sonido actual de la banda. ¿Qué satisfacciones les trajo este álbum? Muchas, desde un trabajo intenso en estudio con las voces, las secuencias, las guitarras, etc. donde fuimos descubriendo muchas posibilidades y experimentando con el sonido, hasta una gira de presentación que nos llevó por primera vez a gran parte del país. Con Danzallamas también desarrollamos por primera vez un concepto fuerte para un disco, que se basaba fundamentalmente en la combinación de la idea del juego y la idea del peligro, que inspiró la tapa y las presentaciones en vivo, y que tuvo muy buena recepción por parte del público. La reedición fue dos años después en donde agregan dos tracks más. Si, fue cuando el sello argentino-mexicano Loshe Music se interesó en reeditar el álbum y relanzarlo en los dos países, y nos pidió incorporar algún material más. Ahí fue cuando agregamos un remix de Casa Fantasma, y un tema nuevo, Libre de Culpa y Cargo, con la participación de Cristian Aldana (El Otro Yo), que también participó en el video de la canción y con el que entablamos una linda amistad. Nosotros siempre les pedimos a las bandas que nos cuenten “track por track” algún recuerdo, alguna sensación o anécdota sobre el track. Casa Fantasma Ya desde la primera vez que lo pasamos en la sala nos pareció un hit, desde el primer compás apunta para arriba, nos encantó siempre, desde el primer día. Soy la Reina del Plata Esa letra sobre esa base electrónica y cómo entra la banda se volvió un clásico de Richter. El País de Maradona Uno de los temas de Danzallamas que más pide el público, sobre todo por la letra, por esa crítica detrás de la euforia.

Te Vas a Berlín Berlín es el tema que más representa la temática conceptual del disco, el juego y el peligro, y tuvo el primer video de Richter con una imagen jugada y un trabajo de producción profundo. Trabajamos mucho sobre él y sigue pareciéndonos uno de los mejores videos que hicimos. Carne Cruda Inspirada en un accidente de ruta (un auto se lleva puesto a una vaca), es una de las canciones más oscuras de la banda, un amigo nuestro tuvo durante mucho tiempo la intro de este tema como ringtone en el celular. La Cadena ¡¡¡Nos animamos a rapear!!! Un experimento que después no seguimos pero que fue muy valioso en su momento. Caso Escaso En 2003 y 2004 tocamos en el festival Rock al Campo, en Quiroga (Provincia de Buenos Aires) donde escuchamos muchas leyendas de monstruos y sucesos misteriosos y de ahí salió este tema. Lo hicimos mucho tiempo en vivo por la energía que tiene. Aclara (En Secreto) Otro experimento sobre una base de candombe, nos encanta pero hace rato que no lo tocamos. Kill Tal vez el tema que más despegó en el estudio, en las sesiones de grabación del disco. En el demo era bastante más primitivo, y en el estudio creció muchísimo. Tiene una letra circular y una potencia que nos sigue admirando cada vez que lo escuchamos. Mujer Horizontal Muchos años después del lanzamiento de Danzallamas, un fan en Rosario nos pidió está canción para un show al día siguiente. Hacía mucho que no la tocábamos en vivo y tuvimos que sacarla casi desde cero en el hotel. ¡¡¡Fue bravo!!!


La Virgen de la Pasarela Una de las letras más polémicas de Richter, nos trajo algún inconveniente una vez en un show en la Costa Atlántica. Tocamos en un parador, y una persona del público se levantó de su reposera para decirnos que estaba muy mal usar las oraciones religiosas de esa forma, que era insultante. Fue desconcertante, la persona estaba en malla. El Fenix Otro experimento del que estamos muy orgullosos pero que no volvimos a repetir, una aproximación a la canción ciudadana que nos pareció hermosa como cierre del álbum (en la versión original, de 2005) Libre de Culpa y Cargo (Bonus Track 2007) Cuando Cristian Aldana vino a grabar al estudio no lo podíamos creer, su participación fue fundamental en este tema que parecía hecho a la medida de su estilo. Un recuerdo imborrable. Casa Fantasma (Danzafantasma Mix) (Bonus Track 2007) Lo trabajamos en nuestro estudio casero y fue nuestro primer remix, nos gusta, aunque tal vez hoy por hoy lo hubiéramos hecho un poco más jugado, respetamos mucho el tema original y tal vez sentimos que no aporta demasiado al disco. Para terminar con “Danzallamas” y pasar al presente. ¿Qué nos pueden contar de la “Gira Danzallamas”?. La gira Danzallamas fue la primera gira que llevó a Richter a tocar intensamente en el interior del país, y la primera que nos llevó a Uruguay. Danzallamas salió en 2005, el año post-Cromañon, donde la realidad había cambiado muchísimo para el rock independiente en Buenos Aires, y fue con Danzallamas recién salido del horno que nos planteamos la necesidad de salir a tocar por todo el país, y así fuimos desarrollando una gira muy intensa, que se prolongó por 3 años, y que nos llevó por muchísimas ciudades de la provincia de Buenos Aires, Santa Fe, Mendoza, etc. También tocamos por primera vez en Montevideo. Y participamos de los primeros festi-

vales masivos para la banda, como el Baradero Rock 2005 y el Pepsi Music 2007 en el Club Ciudad de Buenos Aires. Como en el caso del sonido, tomamos con la Gira Danzallamas una decisión que nos acompañaría desde entonces. Van a estar viajando a México, ¿cuéntennos eso? Vamos a estar tocando por primera vez en México con el Transforma-Tour, presentando nuestro ultimo disco Transformador, ahora en el mes de Octubre. Desde la edición de Danzallamas y Fin del Mundo allí, la extensión de la gira a México fue un anhelo largamente buscado por nosotros, y finalmente se dio este año gracias a la convocatoria de Loshe Music. Ya tenemos varias fechas cerradas en el D.F., Texcoco y San Juan del Río (Querétaro), así como una gira de prensa bastante intensa. ¡¡¡Estamos muy entusiasmados con este nuevo desafío!!! Hoy ¿Richter piensa ya en el sexto álbum de estudio? Si, ya estamos trabajando en el próximo álbum, ya grabamos las bases, guitarras y algunos teclados y vamos avanzando con el disco en la medida de lo posible, ya que no dejamos de girar, nuestra intención es tenerlo listo para fin de este año o principios de 2016. ¿Qué es lo que le queda a la banda para este 2015? La primera gira por México y terminar el nuevo álbum, el sexto, que todavía no tiene nombre, ¡¡¡va a ser un fin de año muy intenso!!! El 2016, ¿ya lo tienen planeado? No mucho, la verdad estamos muy concentrados en lo que estamos haciendo en este momento, y todo el tiempo se van abriendo nuevos caminos y posibilidades, seguramente lanzaremos y presentaremos el nuevo disco, y saldremos a tocarlo por todos lados, como venimos haciendo siempre. ¡¡¡¡Gracias Richter!!!! ¡¡¡¡Gracias a ustedes por la buena onda!!!!


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Pink Floyd y la ausencia Pink Floyd - Wish you were here (1975) [ Por César León ]

Créditos del album David Gilmour – vocals, guitars, lap steel guitar, EMS Synthi AKS, keyboards, tape effects Roger Waters – vocals, bass guitar, guitar, VCS3, tape effects Nick Mason – drums, percussion, tape effects Richard Wright – keyboards, VCS3, clavinet, background vocals La mejor síntesis —o al menos la más clara— del proceso creativo artístico posiblemente sea el trabajo de un escultor, en él se resumen los pasos y el complejo proceso de convertir un bloque en una obra, tras cada manipulación del artista sobreviene una toma de decisiones, en el caso del escultor se va develando la idea que tiene en su cabeza, En el caso particular de esta reseña, el músico debe decidir cuál nota, acorde o frase sucede al actual. Cuando hablamos de música se trata de escoger instrumentos, armar progresiones alrededor de una idea, agregar letras que fortalezcan o redondean el concepto. Wish you were here es de esos pocos afortunados álbumes donde creo, las decisiones fueron al parecer las más óptimas a cada nivel. No hay corte, instrumento, cambio de armonía que parezca sobrar o que de un indicio que hubiera sido mejor si… Aunque llegó al número 1, no es el Álbum más exitoso de Pink Floyd tal vez porque le precedida otro monstruo — The dark side of the moon— o tal vez porque sus compositores lo quisieron así, prefirieron una exploración diferente y un poco más arriesgada. Aun así es uno de los imprescindibles de la historia del Rock y su historia es ésta. El año es 1975, Pink Floyd tiene el honor de ser el grupo de culto más exitoso de la historia, y como grupo de culto me refiero a un grupo cuya música no está pensada para llegar a las masas. Después de álbumes psicodélicos – “The piper at the gates of down” y “Saucerful of secrets”– la abstracción de Ummagumma, la belleza espacial de Medley,

Pink Floyd acababa de publicar “The dark side of the moon (TDSOTM)” que resultó su álbum más vendedor –permaneciendo decenios en los topes de ventas– y es considerado uno de los mejores álbumes de la historia del Rock. EMI su disquera que les proveía sus ahora abundantes medios pedía a gritos otro álbum similar. Pink Floyd desembarca en los estudios Abbey Road de Londres sin ninguna idea preparada, solo la presión de EMI por un álbum equivalente al anterior. Roger Waters el cerebro de la banda desecha algunas ideas que venían del disco anterior. Frente a la estructura de “TDSOTM” propone volver a la estructura de Medley (Echoes). Un álbum centrado en una idea con uno o dos tracks de más de veinte minutos. La propuesta es riesgosa por la contravención al régimen de álbumes con canciones de 3 a 5 minutos más amigables con la radio. El tema central del álbum ya no es un homenaje anónimo a locura como en “TDSOTM” sino que tiene nombre propio: Un homenaje a Syd Barret el otrora líder de la banda y que dejaría una honda huella en las letras y conceptos de sus compañeros y sobretodo de Roger Waters. Barret había sido el Frontman: guitarrista, cantante y compositor de la primera etapa de Pink Floyd hasta que un día su experimentación con ácidos le dejarán en estado casi catatónico —Nick Mason diría que los ácidos tal vez aceleraron su caída en la esquizofrenia pero probablemente este era su destino—. “Shine on you crazy diamond” es esa canción so-


bre la cual Waters arma toda la estantería del álbum. Son 26 minutos, dedicados a la ausencia, centrados en un homenaje a un brillante amigo que aunque aún vivo se ha perdido. En esa composición dividida en 9 partes los Pink Floyd asumen por sectores el protagonismo, cuando la guitarra suena sabemos que Es Gilmour no solo quien ejecuta sino quien aporta sus ideas, lo mismo pasa con Wright, Mason y claro con Waters. El track deambula con sonidos desde Space rock pasando por el blues, el Jazz, el rock psicodélico y el más refinado rock progresivo. A diferencia de TDSOTM este un álbum que requiere más paciencia, donde los tracks se toman todo su tiempo para desarrollarse, las progresiones lentamente se van intercalando hasta llegar a las frases principales, No está pensado para escuchas de cortas. “Shine on you crazy diamond” está lleno del etéreo sonido de los sintetizadores de R. Wright que lo sitúan a uno en un surrealista escenario que si no fuera por la aparición de la guitarra parecería una depurada intro de un tema espacial o precursora de sonidos nueva era —como si estuviéramos escuchando a Tangerine Dream—. Es el lamento de esa guitarra con el sello propio Fender de Gilmour que es rudo pero armoniza perfectamente y el que nos dice que detrás está Pink Floyd. Se dice que David Gilmour uso el estudio del piso inferior del complejo donde solo se grababa música clásica para lograr el sonido característico del track –Estamos hablando de los costosísimos estudios Abbey Road–. Algo solo concebible antes de la época de computadores, donde el espíritu y cuerpo de un álbum se tenía que pensar más en la previa a la grabación y no como un maquillaje ejecutado posteriormente. Los otros cortes que conforman el álbum son “Have a cigar” , “Wish you were here” y “Welcome to the machine” muchos desconocen que por la época se compusieron “Dogs” —conocida entonces como “You’ve Got to Be Crazy”— y “Sheep” — conocida entonces como “Raving and Drooling”— que en el 77 serían la parte central del álbum “Animals” pero que fueron pospuestas por decisión de Waters y estar fuera del concepto que quería “Wish you were here”, pero que tienen una estructura similar. Canciones extensas que arman un álbum de pocos cortes y todos atados a un concepto único. Originalmente

Gilmour quería que el track “Shine on you crazy diamond” se presentase completo en un lado del disco pero Waters ganó la discusión y en medio de dos extensas partes de la canción incluyo los demás temas del álbum. “Have a cigar” es el sencillo del álbum, es una canción clave en la historia de Pink Floyd. Es uno de los pocos temas no cantados por alguno de los integrantes de la banda. Por el registro que requiere el tema, la voz de ninguno de ellos lograba satisfacer en resultados. Un día Roy Harper, un cantante folk que grababa en el estudio contiguo fue invitado a probar con “Have a cigar” y el resultado encanto a todos — menos a Waters— Aunque musicalmente la aprobaba, histriónicamente le parecía que tenía un enfoque errado, “hubiera preferido menos ironía en su voz y más melancolía” decía, “Si hubiera perseverado el resultado sería mejor” agrega. Sin embargo productor y colegas coincidieron que la voz de Harper era más poderosa y quedó registrado en el álbum y como una herida abierta que nunca se cerraría y que se repetiría en discusiones en los restantes álbumes de Pink Floyd: El cerebro de la banda vs consenso de los tres Pink Floyd restantes. —Para comparar los resultados bueno escuchar la versión alternativa que aparece en el “Immersion Box” del álbum que tiene las voces de Gilmour y Waters haciendo bajos y altos para compensar — En “Have a cigar” se afrontan los temas de las bandas enfrentadas a la industria de la música y la enfermiza avaricia del medio, que termina absorbiendo cualquier naturaleza artística y comprando su alma con tributos económicos. Nick Mason diría que si bien los ácidos fueron quienes llevaron a Barret a su aislamiento, fue la presión del medio musical lo que llevaría a Syd Barret a su colapso. Un mea culpa de un amigo que ayudó a sepultar a su colega por ambición “Welcome to the machine” es Waters viendo el futuro, es una visión Ballardiana del humano absorbido por un mundo tecnológico pero al igual que “Have a cigar” es la metáfora de ese humano derruido y tomado por la sociedad moderna. Es una canción que se adelanta lo que será “The wall”. Allí Roger gracias al sintetizador EMS VCS 3 logra crear unos grises paisajes alienados. Los loops se repiten y las fluctuaciones de voltaje de los osciladores ayudan a lanzar desgarradores y mecánicos lamentos indus-

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triales que evocan una maquina gigante fría e inmisericorde que destruye lo que toca, Este track podría ser parte del material de algún grupo de Krautrock alemán como Neu! o Custer pero de nuevo es hasta que asalta la melancolía de los acordes de la guitarra de Gilmour que se sabe que se está escuchando a Pink Floyd “Wish you were here” es tal vez la canción más conocida del álbum. Originada por un par de notas salidas de la guitarra acústica de Gilmour y concretada gracias a una poderosa visión de nostalgia de la letra de Waters. Es una hermosa canción folk en toda su extensión y describe de forma perfecta ese vacío que hablamos al comienzo de este escrito, sus letras hablan de la ausencia como pocas veces se ha hecho. Reflexiona sobre los roles que asumimos y las decisiones que tomamos y cuestiona ¿Qué hubiese pasado si hubiéramos tomado otra ruta?… ¿si hubieras hecho esto y no lo otro?... ¿Qué tal si…? ¿Qué pasaría si estuvieras aquí? A nivel de carátula el diseño está concentrado en el legendario estudio Hipgnosis, Storm Thorgerson y su equipo con su surrealista y sublime estilo característico de los álbumes de Pink Floyd. Pocos Grupos toman tan en serio esta parte del producto. Para esto antes de la época del photoshop recurrieron a una foto difícil y que identifica el álbum: el hombre incendiándose dando la mano al otro donde tuvieron que recurrir a dobles de acción para la peligrosa tarea que es incendiar literalmente a uno de los protagonistas, en el otro lado del disco la foto de un clavadista ingresando en el agua en las sosegadas aguas del lago Mono, para crear el efecto sosegado de espejo de agua utilizaron buzos que ayudaban al nadador a permanecer en su posición de yoga y evitaban que este se ahogara mientras el agua se calmaba. Más allá de la dificultad de la producción es una bella pieza gráfica tal vez una de las más hermosas de la his-

toria musical. A nivel personal me resulta emocionante ver el nombre de Peter Christopherson como asistente de diseño mucho tiempo antes de trabajar en Throbbing Gristle y Coil “Wish you were here” el álbum es una oda a la ausencia y también a las decisiones tomadas ya no solo por un creador artístico sino por cada uno de nosotros, cuando la obra es la vida misma y esa impotencia que nos arroja la obligatoriedad de escoger un camino a cada paso. Aquí la mejor metáfora ya no es la del escultor sino la de un personaje encerrado en un laberinto donde en cada esquina se tiene que escoger un nueva dirección y donde después no hay vuelta atrás. Solo la nostalgia por los posibles caminos que pudimos haber tomado y que quedaron en el pasado. Si trasladamos esa metáfora de nuevo al campo creativo pareciera que en ese laberinto en cada esquina se tomó el mejor camino posible, es un álbum lleno de aciertos donde cada elemento agrega –incluso el vacío–. Creo que este es el álbum donde mejor se nota el trabajo en equipo de los Floyd, si bien mi favorito es “Animals” me gusta “Wish you were here” por su balance, allí no se nota tanto aun el liderazgo casi dictatorial de Waters sobre los otros integrantes y esto da unos matices más interesantes a la obra. Este es un álbum melancólico y nostálgico que podría ser fácilmente recomendado a cualquier iniciado en Pink Floyd. Su historia está llena de elementos mágicos y extraños surreales como el que cuentan los Floyd cuando estaban en el estudio y un visitante extraño observaba la grabación del álbum, Nadie le dio importancia por buen tiempo hasta que Gilmour preguntó “¿Ese no es Syd?” Y allí estaba un personaje taciturno, distante, obeso sin cabello ni cejas. El inspirador del álbum les visitaba con su mirada perdida convertido en otro ser.


Creando Música como si fuera la Primera Vez

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The Fall - This nation's saving Grace (1985) [ Por Ricardo Padilla ]

The Fall es quizás una de las bandas particularmente más prominentes y extravagantes que he podido apreciar dentro de la amplia gama de bandas que surgieron en la ciudad de Manchester a finales de los setentas. Su lírica y composición linda con lo excesivamente original. Se han alimentado de poesía, psicofármacos y de las melodías que nos han dejado bandas como Velvet Underground y The Doors. Y que seguro nos ha dado de comer a muchos. Mark E. Smith, artífice, cultor e inacabable ícono del movimiento madchestero que prendió la llama y dio otros visos a la música anglosajona, se mantiene incombustible y sorprendentemente productivo. También es sorprendente la cantidad de álbumes publicados: más de treinta llenos de potencia y contundencia, solamente superado por la cantidad de miembros que se enrolaron en sus líneas a lo largo de su trayectoria. Hablar de su profusa producción seguramente que nos llevaría toda una vida, es por ello que voy a concentrar mínimos esfuerzos en hablar de su novena producción y quizás una de las más fuertes y sólidas. This nation's saving grace muestra su lado denso y siniestro pero con una gran escalada de ritmos que le dan fuerza. La arraigada aspereza y frialdad de la banda, y la voz escasamente melódica de Smith, imprimen ese sabor que nos pone de rodillas y nos subordina. Al hacer un repaso general se evidencia la experimentación con sonidos minimalistas y tribales, a ello sumamos los experimentos con el uso de los sintetizadores. El disco abre con 'Mansion', una intro algo sombría con ciertos toques de psicodelia, bastante pegajosa y que abre paso a la provocadora 'Bombast' uno de los tracks que se perfila como el más arriesgado. Destaca el excelente bajo de Steve Hanley quien además se luce como compositor de este tema. Canciones como 'What you need' y 'Barmy' esparsen sonidos distorsionados de guitarra, al igual que

la categórica 'Gut of the Quantifier' llena de aplastantes tambores que conjugan con la peculiar voz de Mark Smith. El toque experimental llega con 'L.A.', donde Smith pone de manifiesto su odio hacia la ciudad de Los Angeles. Seis meses de estadía en esa ciudad no le dejaron un buen sabor de boca. 'My new house' y 'Cruiser Creek' no escapan al experimentalismo y se convierten en dos de los track mejor elaborados que recorren el rock con pinceladas de pop. 'Paintwork' y 'Iam Damo Susuki' reflejan su influencia germánica. Smith hace un tributo a Damo Susuki, vocalista de Can, con quien le unía una fuerte amistad. Estamos ante una prolífica producción a pesar que se mantuvo al margen del mainstream -como casi todas las producciones de la banda-, irrumpió poderosamente y dejó atrás al álbum predecesor que incursionó con tonos pop pero sin éxito. This nation's saving grace ocupó el puesto 54 en las lista del Reino Unido y La revista Online Pitchfork la denominó como uno de los mejores álbumes de la década de los ochenta. Asimismo, Slant Magazine la situó en sus listas de mejores discos de la época. A The Fall nunca le faltó el elogio y reconocimiento que le valió ser considerada una banda de culto. Resulta sorprendente cómo hasta el día de hoy siguen experimentando y creando música como si fuera la primera vez.


Cantarle a la desesperación Tom Waits - Rain Dogs

[ Por Pablo Ravale ]

Para 1985 la carrera del tío Tom había dado mucho de sí. Sus primeros pasos en los setenta, con aquella serie de maravillosos álbumes llenos de melancolía y elegancia (como “The Heart Of Saturday Night”, “Small Change” o, mi favorito, “Blue Valentine”), son a todas luces imprescindibles en la colección de discos de cualquier aficionado a la buena música. Aunque para el también excelente “Heartattack And Vine” de 1980, ya dejaba pistas de su futuro giro estilístico que se avecinaba y que se concretó con el no menos extraordinario “Swordfishtrombones” de 1983. Su nueva musa, esposa y manager, la dramaturga y sobrina de Francis Ford Coppola, Kathleen Brennan, le sacó del pozo anímico y personal en que venía hundido hace rato, y lo llevó por otros nuevos derroteros creativos que llegan hasta nuestros días. Una resurrección en toda regla y, para mí, uno de los cambios artísticos más valientes y loables de la historia. Un nuevo Tom Waits hecho y derecho. Tras el éxito de críticas que supuso “Swordfishtrombones” y luego de dejar a medio mundo absorto por el cambio musical, “Rain Dogs” (“Perros de la lluvia”) llegó en el momento correcto, apuntillando esa sensación de estar ante algo completamente nuevo y grande. Así las cosas, el cambio fue tan rotundo, que no dio tiempo a nadie ni para hacer las comparaciones oportunas. De modo que hoy, treinta años después de su publicación, y habiendo asimilado toda su obra con paciencia y pasión, afirmo, sin lugar a dudas, que “Rain Dogs” es, lejos, su mejor disco, o, quizás, la obra que mejor define su esencia. Porque, por sobre todo, “Rain Dogs” se trata de un álbum profundamente ecléctico (como también lo fue “Swordfishtrombones”), un compendio de muchas ideas concretadas en canciones rudas y ásperas, sin dejar de lado esas melodías tan especiales en el cancionero de Waits. Porque los ambientes que el genio de Pomona consigue crear en esto disco es sencillamente apasionante. “Clap Hands”, por citar un

ejemplo, con ese ritmo tan hipnótico y tribal, es una de las primeras muestras que te dejan clavado en la silla. Y a partir de esa canción (la segunda de la placa, después de trasnochada “Singapore”), en el disco se van sucediendo piezas de diversos estilos (cabaret, blues, rock, jazz, folk, polka, avant-garde) que van tejiendo una atmósfera de la que es difícil escapar. Clásicos de su cancionero como “Jockey Full Of Bourbon” conviven con piezas como la decadente “Tango Till They’re Sore” o el blues crudo de “Big Black Mariah”. “Diamons And Golds”, con la guitarra clave de Marc Ribot, es una debilidad para cualquiera. La cara A del álbum termina con dos canciones absolutamente maravillosas y que sitúo entre las más esenciales de toda su obra: las irresistibles “Hang Down Your Head” y “Time”, ambas de una profundidad poética y una belleza inigualable. Y si bien “Rain Dogs” no es un disco conceptual en sí mismo, si está perfectamente estructurado como tal. La cara B comienza con la excelente y envolvente canción homónima para dar paso a varias composiciones que aportan su granito de arena para hacer del álbum una verdadera joya. El instrumental gangsteril “Midtown”, nos envuelve en un nuevo ambiente que la intensa y recitada “9th & Hennepin” apuntala. Definitivamente, estamos en otro mundo. El blues deformado de “Gun Street Girl” y el rock clásico de “Union Square” nos llevan a un final donde destacan la intensa “Blind Love” y la redonda y apasionante “Downtown Train”, que muestran a un


Tom en estado de gracia. El final, con la deliciosa y desgarrada “Anywhere I Lay My Head” nos acaba dejando un sabor a obra clásica imperecedera. No obstante, y al margen la música y de las increíbles composiciones que aquí se recogen, el gran valor de “Rain Dogs” y de sus compañeros de trilogía clásica waitsiana (con “Swordfishtrombones” y

“Frank Wild Years”) es que nos muestran a un artista en un estado de creatividad increíble, dejando una impronta de estilo y maestría muy pocas veces repetido. Porque Tom Waits tiene un lugar de privilegio en el universo de la música, ya sea popular o de culto, y “Rain Dogs” siempre brillará con una luz especial. Un álbum clásico de un artista único.

Un Valor Agregado Los Siete Delfines – Desierto (1995)

[ Por Rodrigo Debernardis ]

Cumplir años no es ningún mérito, eso está claro. El paso del tiempo es inexorable, no necesitamos hacer nada al respecto que los aniversarios irán llegando solitos para todos. Repito, no hay merecimiento alguno en este hecho por parte del protagonista. Ahora bien, si, como en este caso, el homenajeado es un álbum discográfico, ahí la cosa cambia; porque uno no va a andar recordando discos intrascendentes y sin brillo, sino aquellos que hicieron méritos como para que se los recuerde. En esta categoría entra sin duda “Desierto”, el disco que en 1995 (si, calcularon bien…hace 20 años) editaron Los 7 Delfines. Aquella era una época que ya encontraba a los Delfines bien afianzados y con sonido propio, en lo que parecía el momento de consolidación definitiva con las grandes audiencias, algo que finalmente no sucedió, y por lo que el grupo alcanzó a convertirse en una de las bandas de culto más importantes del rock alternativo argentino, y su líder, Richard Coleman, muchas veces injustamente poco valorado dentro de la escena nacional, se transformaría en aquel poeta maldito, amado por quienes buscaban en la música algo más que “sólo rock and roll”. Sin dudas el rock argentino y latinoamericano le deben muchísimo a Coleman, y empezar a reconocerlo como una de las voces más representativas de una enorme generación que creció en los 80s y 90s sería un buen gesto como para comenzar. Pero esto ya es abrir demasiado el juego y no es la

idea de este artículo. Visto hoy en perspectiva, y luego de dos tremendos discos (L7D de 1992 y Nada Memorable, editado en 1993), Desierto completa una marcada primera etapa en la historia de la banda. No tanto a nivel musical, pero si en cuanto a éxito se refiere. Como fué dicho anteriormente, Los Siete Delfines estaban en ese momento afianzados ya como trío (luego de la partida del guitarrista Gamexane después del primer álbum), y parecía que venían a llevarse el mundo por delante con este trabajo; pero después, el cambio de formación (en 1997 Ricky Saenz Paz le dejaría el bajo a Germán Lentino, sumándose también Diego García en guitarra) le quitaría impulso al proyecto y los subsiguientes discos ya no serían lo mismo. Por supuesto que es materia opinable, pero creo firmemente que, salvo su último álbum hasta la fecha (“Carnaval De Fantasmas”, 2008, un gran disco) lo mejor de los Delfines se plasmó en aquellos primeros discos. Por algo el único trabajo en vivo edi-

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tado por la banda (“Regio”, de 1999) contiene únicamente canciones de estos 3 primeros discos. Pero yendo al tema que nos ocupa hoy: Desierto es un disco de banda “grande”, ambicioso, con muchas canciones que se convertirían luego en clásicos de los 7 Delfines y que ya desde el track de apertura (que da nombre a la placa) marca la cancha. Junto al tema 02 (“Cábalas”) muestran lo más poderoso del álbum y de la banda sonando en pleno vigor, para después adentrarse en ese mundo oscuro y psicodélico en el que Coleman siempre se ha movido tan bien. Al estilo “God”, de John Lennon, llega el track 03 “No Me Importa”, en el que Richard se declara indolente de todo lo que lo rodea excepto, claro, de su musa. Le sigue “Medallón” (04), en el que se aprecia la gran versatilidad de Braulio D Aguirre, que desde la batería es quien matiza la canción, marcando no sólo el ritmo, sino también pareciera que hasta la melodía dependen de él allí. Es esa versatilidad la que le permite, no solo a Braulio, sino a toda la banda, viajar desde lo intimista a lo salvaje a lo largo de todo el disco. El track 05 (“Equilibrio”) le pone el toque pop al disco, al igual que “Junto A Mí” (09) y “Brillante” (10). La oscuridad se palpa en “Secreto” (06), “Flores Negras” (12) y la bellísima “Canción De Cuna” (13) que cierra el disco magníficamente. Párrafo aparte para, en primer lugar, el track “Especial” (08), una de las mejores canciones de los 7 Delfines. Una balada con una fuerza y una emotividad que justificarían ampliamente la compra de cualquier disco que la incluyera, por más de que se trate de un álbum flojo; pero que adquiere mayor relevancia cuando se destaca en un gran disco como éste. Otra mención merece el tema “Angela” (11), que se convertiría en “el gran clásico” de la banda, una

maravillosa canción de amor que desde la simpleza va tomando fuerza hasta convertirse en una perfecta gema pop. A propósito de cumplirse estos 20 años, preguntamos al mismísimo Braulio D’Aguirre (un amigo de la casa a esta altura) acerca de sus recuerdos y sentimientos con respecto a “Desierto” y nos dijo: “Tengo como recuerdo del lugar adonde lo grabamos, el aroma de los árboles y el entrar al estudio, donde el ambiente cambiaba y todo tenía cierta magia. Desierto fue uno de los discos más trascendentes en la historia en la música digital, ya que fuimos los primeros en lanzar al mercado un AUDIOROM, que es la suma de CD ROM más Audio, en ese entonces lanzar un soporte como este era algo de avanzada ya que se podía ver videos, participar de un juego interactivo con los personajes de la banda y también escuchar el audio. También este disco lleva plasmado mi primer tema como compositor (“Angela”) y eso es para mí personalmente, un valor agregado. Es un bonito recuerdo de una linda etapa de mi vida y de la vida de la banda; lo que supimos conseguir juntos y cómo hicimos para plasmarlo y que quede para siempre. 20 años después se puede ver que hicimos un gran trabajo. Nuestros seguidores me lo hacen notar cuando me demuestran su sentimiento hacia nuestra propuesta musical. Estoy muy agradecido a Horacio “Gamexane” Villafañe y a Richard Coleman por haberme dejado ser parte de esta brillante música.”Vanguardista en muchos aspectos, Desierto ocupa un merecidísimo lugar entre los grandes discos de rock latinoamericano. ¡Salud y Felicitaciones Delfines!


Especies Transparentes

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Front Line Assembly - Hard Wired (1995) [ Alejandro Cenizacromada ]

Front line Assembly, como viejos lobos en el mundo de la música electro industrial han sabido mantenerse en un lugar digno dentro de la cultura underground, han tendido un puente entre el industrial old school y los nuevos sonidos. A diferencia de otras bandas emparentadas con el EBM y el dark electro, se han esmerado por enriquecer su lenguaje electrónico con elementos tomados de otras coordenadas musicales. Es bien conocido el inmenso legado dejado por Skinny Puppy, primera banda donde militó Bill Leeb, músico nacido en Austria pero radicado desde los 12 años en Vancouver (Canadá). FLA pasó, a diferencia de Skinny Puppy de un sonido industrial con visos experimentales a añadirle mucha más inmediatez a su mensaje, todo para postrar al oyente en una danza epiléptica post apocalíptica; claro que sin dejar de lado las ambientaciones densas y los loops elaborados. La sabiduría de Frontline Assembly a la hora de escoger sus sellos y sus colaboradores alrededor de la música han sido determinantes también en alimentar su estatus de culto, militando en sellos tan dispares como el metalero Roadrunner (Sepultura, Type O Negative) o estrictamente electro como Metrópolis (Clan of Xymox , Apotygma Berzek). Otra cosa importante es su labor como productores, Rhys Fulber dejó la banda a finales de los 90 para darle forma a discos de Paradise Lost y Fear Factory (colaboración que dejó una huella imborrable dentro del rock industrial). El arte de las carátulas en Frontline Assembly también es algo digno de mencionar, el artista inglés Dave Mc Kean quien hizo la carátula de este “Hard wired” y también del disco anterior de FLA, “Millenium” (1994), es un ilustrador que tiene peso en el mundo de los comics, la obra maestra Batman, “Arkham Asylum” es trabajo suyo junto con el guión del caústico Grant Morrison, también muchas portadas para el famoso personaje de Neil Gaiman, The Sandman, y para completar, aparte de la ilustración y la fotografía Dave McKean es un apasionado músico de jazz.

Volviendo al tema de Frontline Assembly, no contentos con su proyecto matriz, han desbocado su faceta más ¿romántica? con proyectos alternos como Delerium que en su inicio partió de un concepto más Dark ambient (Faces, forms and ilussions de 1994 ¡qué discazo!). Delerium se terminó convirtiendo en el proyecto más pop (Si se puede decir así) de la dupla Leeb, Fulber, el ambient más espacial quedó con Synaesthesia. Por otro lado también estan las colaboraciones de Leeb con miembros de Klinik bajo el nombre de Noise Unit. Ahora bien, para rememorar este Hard wired debo obligatoriamente remontarme a su álbum anterior Millenium de 1994, en una época donde el metal y la música electrónica de vanguardia tuvieron un espacio para cohabitar mientras el mainstream estaba descubriendo el Rock Industrial de la mano de bandas como Nine Inch Nails y Ministry. Para empezar, Hard wired está dedicado a la memoria de Dwayne Goettel miembro de los Skinny Puppy que para esos días había fallecido de una sobredosis de heroína. En esos mediados de los 90 las bandas de industrial se estaban dejando seducir por los potentes riffs de guitarras del metal y del rock. Algunos acertaron, otros no tanto; los alemanes Die Krupps de alguna manera estaban americanizando su sonido, después de ser un referente obligado en la música industrial en su época más electrónica, un par de años más tarde serían eclipsados por una banda que si tenía bien claro sus orígenes, los berlineses Rammstein. Skinny


Puppy con The Process también estaba dando paso a las guitarras sin perder la objetividad de su música. FLA por su parte, había contado con la colaboración de un influyente artista canadiense que había sido vocalista en la banda del gran maestro de la guitarra Steve Vai, me refiero a Devin Townsend quien fundó la banda de metal industrial Strapping Young Lad el cual dejó para la posteridad dos clásicos para FLA tocando la guitarra: Vigilante y Millenium. Pues Hard Wired es una vuelta a ese sonido clásico de la banda que los dio a conocer con temas de corte más electrónico, Devin colabora una vez más con las guitarras pero en un plano más para reforzar la atmósfera de las canciones; pero sin el protagonismo que tuvieron en su álbum anterior Millenium. La electrónica ejecutada en este Hard wired evoca álbumes clásicos de FLA como el Tactical neural implant de 1992. La música se torna más profunda digamos, no tan rápida ni tan contundente a la hora de incitar el baile, en compensación los arreglos electrónicos se tornan más ricos, más loops, más programaciones más samplers. Otra cosa que se mantiene y que la banda ha sido una abanderada en eso, es en esa temática biomecánica, entre esa visión de un mundo destruido, del apocalipsis nuclear en donde la carne profanada, el plástico retorcido y el metal oxidado hacen presencia. “Planeta colapsado, la existenciase ha ido Asesinos corporativos, la criatura se hace fuerte Castración mnemotécnica El proceso comienza Locaciones desconocidas Las formas de vida se van haciendo cada vez más tenues…” TRANSPARENT SPECIES Aparte de este disco es bastante recomendado el posterior álbum doble en vivo llamado Live wired de

1996, un excepcional registro de temas de este Hard wired y clásicos como Mindphaser y Biomechanic. Por último, en estos tiempos donde afortunadamente la red se ha encargado de abrir la mente de muchos, pero desafortunadamente volver la cultura en moda a causa de la pereza mental de otros, vale la pena revalorar este tipo de trabajos que rescatan ese concepto genuino del electro industrial. Con Front line assembly y su visión biomecánica pasó algo similar a lo que pasó con Kraftwerk y su postura autómata en discos como de Die mensch maschine de 1978, fueron pioneros en sus conceptos. Es bueno a veces despojarse de las máscaras antigases, las mallas, los pelos de colores y la actitud cliché que levita en mucha de la escena EBM. La música industrial debería como el Techno de Detroit, no moverse en círculos elitistas, debería pertenecer al ciudadano de a pie porque rescatan ese sentimiento de querer escapar de esas cadenas corporativas que vendan nuestros ojos, es música inspirada por el guerrero que tiene que dejar la piel para llevar de comer algo a la casa. Más allá de niños y señores bien encerrados en esa pequeña torre con su aire de melómanos sibaritas sabelotodo, ignorando o mirando con desprecio a la gente que de verdad mueve el mundo. El tema cyber punk ha sido trillado por muchas bandas convirtiéndolo en una referencia vacía dentro del industrial, algo abusado hasta el hartazgo, pero en casos como Front line Assembly es una visión con luz, en parte por ser de las primeras bandas que propusieron esta estética y porque definen el por qué debería gustar el gótico y el industrial. Porque en el lugar más oscuro la más tenue luz brilla con más fuerza, porque solo en las circunstancias más adversas sabemos realmente cuanto valemos y cuanto damos de nosotros mismos. Grande el flaco Bill Leeb!...


El Regreso del Rey

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David Bowie – 1.Outside (1995)

[ Por Gabo Rojo ]

Tras su periodo de enorme éxito mainstream en los 80s, Bowie sintió que había perdido el rumbo. El brillante y algo amenazante guitarrista Reeves Gabrels lo rescató haciéndolo “desaparecer” dentro de la banda Tin Machine, primer paso de una recuperación artística que culminó en 1. Outside, el álbum más ambicioso de su carrera, y en el que se reunió con el mítico Brian Eno. Pero Outside no podría estar más lejos de ser un producto de la nostalgia. Lo único que tiene en común con la legendaria “trilogía de Berlín” de Bowie y Eno es su sentido de innovación y calidad radical. Se trata de un álbum conceptual centrado en la historia de un asesinato en un mundo distópico que sólo Bowie podría haber creado. La narrativa se encuentra por una parte en el booklet del disco y por otra en segmentos hablados dentro del mismo álbum, donde Bowie brillantemente interpreta a los distintos personajes modificando su voz tecnológicamente. No importa que la trama no sea del todo comprensible: todos estos detalles consiguen lograr que el álbum sea un mundo propio y uno se pueda sumergir en él de la forma que haría con un libro o película de primera. Lo que hace que un disco conceptual sea memorable, sin embargo, es, como en cualquier otro disco, la calidad de sus canciones. Afortunadamente, aquí la calidad sobra. Outside abre de forma operática, con Bowie declarando sobre el sonido electro-industrial que domina al álbum que “está ocurriendo ahora, no mañana… la música está afuera.” “The Heart’s Filthy Lesson” es prueba fehaciente de que el Duque Blanco hablaba en serio cuando decía que ya no le importaba si sus singles vendían o no: es simplemente una sangrienta pesadilla post-industrial, no del todo desprovista de groove y hasta cierto enganche Pop, si uno se esmera en encontrarlo. “Hallo Spaceboy” fue luego convertida por los Pet Shop Boys (otra de las influencias del álbum) en un himno Dance, pero la versión original sigue siendo la más impactante. Cuando Bowie, en el estribillo, afirma “este caos me

está matando”, le creemos: la cacofonía que suena detrás suyo es efectivamente el sonido del mundo viniéndose abajo. “The Motel” empieza como un tétrico segmento Ambient para luego evolucionar en algo parecido a cómo hubiese sonado Tom Waits si fuese un personaje de Blade Runner. “I Have not Been to Oxford Town” torna una desesperada declaración de un acusado de homicidio en una alegremente pegadiza pieza Funk-Pop con cierto aire a Scary Monsters. “Through These Architect’s Eyes” es un épico recorrido por este mundo futurista venido a menos, pero no todo es desesperanzador: después de tanta revolución sónica, el disco cierra con “Strangers When We Meet,” una bellísima, inmaculadamente ejecutada balada de Bowie al estilo más clásico. La música del disco, que toma tanto de la escena Electrónica de los 90s como del Avant Garde y hasta del Jazz, fue seleccionada de entre horas de zapadas de los músicos, entre quienes se encontraban Gabrels, el espectacular pianista Mike Garson (aquí más sacado que nunca) y el baterista Sterling Campbell. Esto se nota en algunos temas menos formados como canción (“A Small Plot of Land”), pero la pasión con la que la música está interpretada es tal que prácticamente todos los segmentos del álbum son notables (Eno, famosamente, le había solicitado a cada músico que tocara según un rol determinado, por ejemplo “eres un miembro disconforme de una banda de Rock Sudafricana. Toca las notas que han sido suprimidas.”)


Outside no fue un éxito comercial en su momento. Resultó demasiado inaccesible para muchos, y otros lo vieron como un intento de estar a la moda con los sonidos de Nine Inch Nails y demás, sin poder ver que aquí Bowie hizo lo que siempre supo hacer: tan bien tomar los sonidos de vanguardia de la época y volverlos suyos. Con el tiempo, sin embargo, el álbum ha ganado estatus y hoy día es considerado como la obra cumbre del Bowie mayor, a

la altura de muchos clásicos de los 70s. En realidad es incluso más que eso: 20 años tras su lanzamiento, sigue presentando misterios no resueltos y mundos para descubrir. Tan culturalmente relevante como “Trainspotting”, “La Naranja Mecánica” o SMIle, Outside es una obra imperdible para cualquier amante de la música con agallas, irrepetible en la escena discográfica actual.

La hormiguita trabajadora del rock británico Elbow - Leaders Of The Free World (2005) [ Por Pablo Ravale ]

Estoy seguro que algunos ya deben conocer la historia, pero en caso de que no, bueno, aquí va otra vez: Elbow son una banda oriunda de Manchester, Inglaterra, formada hacia finales de 1997 y que para 1999 firmaron un contrato con Island Records, aunque un año más tarde, y en pleno proceso de grabación de su álbum debut, “Asleep In The Back”, se salieron de la disquera por razones contractuales, retrasando la publicación del mismo otro año, hasta que ficharon finalmente con V2 Records y la placa fue puesta en el mercado. Desde entonces, no han parado de sacar discos ni de recibir elogios, tanto por su constante búsqueda desde lo compositivo, como, mismo, por sus apabullantes directos. Así las cosas, fue que para septiembre de 2005 lanzaban su tercer álbum de estudio, titulado “Leaders Of The Free World”. Hablar de este disco es hablar de un trabajo vital, candoroso, elegante, romántico, exquisito. Las melodías calan hondo, evocan una profundidad de tipo melancólica con evolventes capas de teclado y armonías vocales de lo más emotivas. El toque progresivo continúa, aunque esta vuelta de manera menos predominante. De todos modos, y bienvenido sea, lo que sí hay son guitarras y pianos repicantes que aportan cierto aire folkie, amén de destellos de electrónica, space-rock (muy notoria la influencia de Spiritualized), pop del bueno y arreglos de vientos y cuerdas. Con respecto a Guy Garvey, qué decir que ya su voz

y su poesía no hayan dicho. ¿Qué es una de las gargantas más prodigiosas, sentimentales y sobrias del rock? Puede ser. En tanto, aquí, sigue conmoviendo y deleitándonos en suites como “Station Aproach” (mejor comienzo, imposible), “Forget Myself”, “Mexican Standoff” (¡ese groove, madre santa!), “o “Great Expectations”. Otro aspecto a destacar de este álbum y, mismo, en todas las producciones de la Elbow, es que fuera de la monotonía que ha representado para muchos grupos la mezcla entre los instrumentos típicos del rock con violines y cellos, los de Garvey saben dar el lugar y la duración correcta para cada cosa sin caer en el abuso desmedida de nada. En suma, “Leaders Of The Free World” es un viaje cuidadosamente planeado, pero, por sobre todo, una prueba de que el talento aún no está acabado dentro del rock, ni que tampoco no es necesario que se encuentre peleado con la popularidad. Indispensable si sos fan de la buena música y los momentos gratos.


El Rock como podría y debería ser

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Echo and the Bunnymen - Siberia (2005) [ Por Gabo Rojo ]

Los Bunnymen son una banda realmente trágica: siempre tratando de recapturar el sonido de sus míticos primeros cuatro álbumes, parecen no darse cuenta de que desde su reunión en 1997 todas sus obras han sido de una calidad envidiable. Para Siberia, el álbum más destacado de esta segunda etapa junto con What are you going to do with your life? (1999,) McCulloch y Sergeant vuelven a reclutar a Hugh Jones, productor de su clásico segundo disco Heaven Up Here (1981). Y si uno escucha “Scissors in the Sand,” realmente parece que lograron su objetivo de sonar como en esa época: se trata de un tour-de-force Post-Punk por los viejos tiempos, lleno de misterio y ligera amenaza. Sin embargo, es una excepción. El resto del álbum es un nuevo ejercicio en el enfoque más melódico y reflexivo que la banda ha adoptado desde su retorno. Y esto no podría ser una mejor noticia. Se trata de impecables composiciones en las que Ian McCulloch da rienda suelta a su talento de poder expresar en pocas y sencillas palabras los sentimientos y anhelos más trascendentales del ser humano, acompañado por las inmediatamente reconocibles piruetas sónicas de la guitarra de Will Sergeant. La impactante apertura de “Stormy Weather” y “All Because of You Days” ya marca claramente el tono del disco: estas son canciones de amores y sueños perdidos y a veces recuperados, de desilusiones, esperanzas y la oportunidad de redención, en definitiva, todo lo que hace que una canción sea relevante. “Parthenon Drive” es una lánguida corrida por la vida de McCulloch y hasta cuenta al final con una aparición de Echo la máquina rítmica. “In the Margins” es una sentida balada con un sonido profundo como pocos, mientras que “Of A Life” es el

show de Sergeant. No todo es perfecto: “Make Us Blind” y “Sideways Eight” podrían considerarse como temas de relleno, pero aun así, es notable que un disco que empezó tan bien todavía sigue dejando los platos fuertes para el final, dos gemas perdidas que esperamos poder rescatar con esta reseña. El tema que da nombre al disco combina de forma sublime el sonido más groovy y risqué de los viejos Bunnymen con su nuevo enfoque más conmovedor, la nostálgica melodía vocal del estribillo contrastada con electrizantes solos, clásicos juegos de palabra de McCulloch (“a rarer borealis”) y un enigmático halo de enigma y posible calidez dentro del paisaje emocional congelante que se describe. Por otra parte, la balada que cierra al disco, “What if you are?”, no podría ser más memorable: una reafirmación indiscutible de la vida y el amor eterno por sobre todo tipo de cinismo (“Quizás no seas el mundo, quizás no seas las estrellas, quizás no seas la chica indicada… ¿pero y si lo sos? ¿Y es el amor como podría, debería ser?”.) Nada mal para una banda que, de verla en vivo, parecería vivir más de las glorias pasadas que de otra cosa. Siberia es, en definitiva, un lanzamiento destacado de dos talentos que, a esta altura, seguirían produciendo material digno incluso dormidos.



The Great escape & Moloko Plus (versión comercial)

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Blur- The Great escape (1995) [ Por Max Wilda ]

Volver a 1995, en mi caso, es volver a una época donde la plaza musical ofrecía una amplia variedad de opciones de altísima calidad y trabajos discográficos que debían ser escuchados en conjunto. También es volver al tiempo dorado del Britpop en el cual muchas bandas llegaban con sus primeros trabajos y nutrían la escena, este no era el caso de Blur, que presentaba su cuarto álbum The Great Escape, luego de haber arrasado con el éxito de Parklife, para plantarse de lleno en el género y mi gusto personal. Es menester de este servidor seleccionar un elixir que acompañe esta obra, situación que en este caso no es sencilla, ya que encuentro muchos climas encerrados en el álbum, fuera de que la temática lirica del mismo se centra en el aislamiento con una suerte de abstracción. Pensando un poco, elijo la versión legal (comercial) del Moloko Plus (Absenta, Anisette, licor Irish Cream y leche, junto con hielo batidos y servidos en un highball). Tuve que hacer una búsqueda, ya que los que están familiarizados con la obra de Burgess, no se describe en ningún momento la receta, la cual seguramente además de leche, debería contener otros alcoholes y gran cantidad de barbitúricos. Los que no están familiarizados con The Clockwork Orange, recomiendo: libro, película y el video que más adelante comentaré. Luego de este largo preámbulo, Stereotypes, abre con un golpe postpunk casi electrónico y tensión sarcástica característica, excelente para un comienzo característico de la banda. Habiéndole ganado la batalla al anterior en la lista de singles, Country House, primer single y ultra pegadizo tema pop que es casi una extensión del disco anterior (esa debe haber sido la estrategia), divertido y acido como, como el falsete que suena de fondo, los bronces que nunca fallan y una estética a lo Benny Hill. Volviendo a la esencia del grupo, la balada Best Days, relaja con barrocos arreglos instrumentales y vocales. Siguendo la línea de los hits aparece Charmless Man, ampliamente mejor que el

primer single, frenetica, “popera” y altamente irónica, las malas lenguas dicen que Damon (tranformado en Dan) la dirigió a Brett Anderson, cantante y líder de Suede. Llega el ska de la mano de Fade Away, con arrollador bajo y arreglos en teclas este tema casi emulando a los Specials deja lugar a Top Man, casi monotemático, pero va muy bien con el hormigueo que me dejó primer el Moloko+, debo preparar el segundo ya que lo que viene, no puede tener una recepción menor. Colosal como su nombre, Universal, es una obra de arte musical, lírica y estética que está dentro de mi top five personal y en muchos de mis mushups (mezclada con Bittersweet Sinphony, es la bomba). Con o sin Moloko no puedo evitar cantarla hasta no tener más aire en los pulmones ni lagrimas en los ojos… voces, cuerdas, bajo y una letra que resume en lo personal una época y no estuvieron para nada equivocados en emular en el viedoclip la obra maestra de Burgess y la visión de Kubrik (a no perdérselo). Casi de un trago termino mi elixir y llega Mr. Robinson's Quango, extraño como el tema y la estructura del mismo, cargado de elementos, altibajos como los que “consumen”, uno de mis favoritos. Con un fade in llega He tought of Cars, pop del bueno, del original, del que queda, del que diferencia a niños de hombres. It Could Be You, otro golpe del pop feliz, pegadizo y divertido da la entrada a Ernold Same, una pequeña canción experimental con tintes “beatlerieanos” y “bowierianos”. Necesitaba algo de punk y Blur no me defrauda, buenas guitarras, sintetizado-


res, batería frenética: Globe Alone. Dan Abnormal, no solo es el siguiente tema (no tan bueno), sino también el pseudónimo utilizado por Albarn (anagrama de su nombre) como tecladista en Elastica. Cerrando el disco: Entertain Me, popero y triste (con algunas reminiscencias de Girls & Boys) y Yuko and Hiro, un poco aburrida con algunos tintes del sol naciente (ya estaría pensando en Gorillaz). Se termina así mi segundo (más es imposible) Moloko Plus y este disco consagratorio de Blur, bien recibido en ese entonces

y atemporal. “Blur se convirtió en propiedad pública” aclamó la crítica y no se equivocó, cerrando una trilogía sublime junto con Modern life is rubbish y Parklife, que caricaturiza a la sociedad británica con el plus de una calidad y creatividad musical inigualable. Albarn, Coxon, James y Rowntree, perdurarán no sólo por su calidad artísitca sino por haber intentado y a mi criterio logrado, desprenderse de la etiqueta e ir más allá… Salud!


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Gustavo Toba | Despedida Label: Metamúsica Fecha: 10 de julio de 2015. [ Por Diego Centurión ]

Gustavo Toba llegó por medio de las “The Quiet Sessions” (parte del programa de nuestra revista PISO 13), como guitarrista de apoyo de Laura Crespi. En esa oportunidad nos dejó este trabajo y pudimos hablar de “Despedida” Este trabajo de 23 tracks es un oasis y una vuelta a las raíces de lo estéticamente sonoro. Toba, secundado por Ulises Conti, quien se encargó del paisaje sutil y fresco, se vuelve inabarcable a la hora de querer separarlo de la guitarra de Gustavo, ya que una cosa no sería nada sin la otra, pero juntas se complementan a la perfección. En estas muy cortas piezas Toba nos plantea sólo con su guitarra clásica, y sin otra instrumentación, la contracara de lo que a muchos músicos les lleva a alargar sus composiciones para crear un paisaje sonoro, él lo logra en la mínima expresión, lográndolo

en pocos minutos y en varios casos en menos del minuto. “Despedida” es un trabajo en donde lo clásico y corto sirve para plasmar una idea de manera brillante, sin apelar a pomposidades o efectos sonoros extraños. Gustavo Toba se vale de paisajes sonoros muy simples, disonantes y breves, para crear bellas formas de expresar “Instantes”, momentos único e irrepetibles.

The Telescopes | Hidden Fields Label: Tapete Records Fecha: 7 de agosto de 2015 [ Por Diego Centurión ]

Si bien Telescopes nos plantea un sonido cargado de reverberancias y caos sonoro, existe algo que encierra ese experimento de ruido y es el carácter de mantra de principio a fin en el álbum. Ya desde "You Know The Way" la banda nos introduce es un espiralado plano secuencia sin fin, y caemos en un agujero negro sin saber a dónde llegaremos. "Absence" crea una illusion spiritualizado de la quietud estática, en donde lo aparente estático tiene mucho tiene nucho movimiento. "In Every Sense" es una muestra de que los Jesus and Mary Chain han influenciado mucho a la banda, tras una pared de sonidos distorsionados y una voz que late más cantar nos en-

vuelve en un raro mantra caótico pero calmo. "Don't Bring Me Round" no cambia mucho aunque es un poco más inquietante, la fórmula se repite pero ya estamos inmersos en un submundo de noise. "The Living Things" es una hermosa forma de terminar


este ritual mántrico que es Hidden Fields. Caos controlado, sin estridencias, una voz que hipnotiza por lo ausente de melodías y un ritmo que no varía y nos introduce con el bajo en un estado de extraña medi-

tación. Hidden Fields es un álbum que no se puede y no se debe escuchar trackeado, ya que es un ejercicio ideal para bajar el frenético ritmo de cualquier ciudad moderna, Un trabajo excelente.

Mi Amigo Invencible La Danza de los Principiantes Label: Fuego Amigo Discos Fecha: 10 de agosto de 2015 [ Por Nahuel Ordoñez ]

El sexteto mendocino Mi Amigo Invencible ha logrado construir un universo coherente en sí mismo a lo largo de su discografía. Sin embargo, las últimas tres producciones parecieran estar hermanadas más que nunca por un concepto que las anuda. Este hilo invisible no se conforma por las temáticas que abordan ni por las sonoridades que utilizan. Es algo más tenue, menos explícito. ‘Relatos de un Incendio’ (2011), ‘La Nostalgia Soundsystem’ (2013) y el más reciente ‘La Danza de los Principiantes’ conforman una unidad significativa aunque cuenten diferentes historias. Si en Relatos... veíamos la destrucción y voracidad de los incendios cotidianos y en La Nostalgia… aparecía una contemplación de esas ruinas, para La Danza… vemos como la banda se sumerge en la pregunta por la construcción desde los mismos cimientos. Aquí Mariano Di Cesare comparte un poco más la carga compositiva con Nicolás Voloschin y su socio en vocales Mariano Castro. No obstante esto, la banda pareciera haber forjado una forma de componer y un aliento propios. Las letras relatan historias de encuentros (como en Gato blanco atrincherado), desencuentros (“No pensé en nada y te asusté, me viste viejo y no te gusté”) y reflexiones intestinas

(“Siempre digo más de lo que pienso, pienso más de lo que siento”). Para este nuevo LP reinciden con Leandro Lacerna como productor y con Federico Calandria como ilustrador. Personajes recurrentes en su arte que aportan a la idea de fábula para asignar vía parábola gestos antropomórficos a esos personajes o animales son parte del imaginario del grupo. La lista de temas es sólida, coherente, provista de un sentido. La Danza… es un disco cálido y complejo, plagado de pequeñas geografías y paisajes originales. Pero también encierra una gran variedad de matices y miradas sobre temáticas nuevas para el grupo. Es una obra que cuenta con mucho trabajo compositivo y de producción que logra condensar buena parte de lo que sucede en uno de los grupos más interesantes de la escena independiente argentina actual.

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Deicida 69 | About Antimusic On Sex Label: Plaraforma Recs Fecha: 2015 [ Por Diego Centurión ]

Este proyecto de noise experimental anarco mejicano acaba de lanzar un nuevo track de un poco más de veinte minutos de duración. Y la extensión suele olvidarse ni bien el oyente se deje llevar desde el principio. El caos sonoro esconde un track provocativo, desafiante, sexual, y, si se quiere, degenerativo en lo estrictamente sonoro, ya que degenera lo generado, y lo vuelve a regenerar en un concepto que explora sonoridades caóticas, de fondo lo sexual de una relación lésbica expone al escucha a otro punto de incomodidad o tal vez no, según la apertura mental de cada oyente. Con una portada censurada por Facebook (¡sí! como lo leen), en un tiempo en donde la foto de Aylan Kurdi, el chico muerto en

la costa pasó los controles de censura de Facebook, (¡Bueno en fín!). Otra muestra de la falsa inclusión de las grandes compañías que manejan el poder. Provocativa y excelente edición de Deicida 69.

DJ Hidden | Evah Green (EP) Label: PRSPCT Recordings Fecha: 03 de septiembre de 2015 [ Por Alejandro Cenizacromada ]

Dj Hidde es el holandés Noël Wessels, un personaje que viene trabajando desde 2005 ejecutando un Drum n’ bass furioso, música para destrozar cajas torácicas. Antes de trabajar como solista formó un proyecto llamado “The outside agency”, en el que cohabitaban mutaciones electrónicas más hardcore. Este E.P consta de cuatro cortes, se lanzó en vinilo en edición limitada y además, viene para la venta en formato digital a través del sello de Rotterdam PRSPCT Recordings. Aquí el poder es imparable y aparte de eso hay un inteligente diálogo entre los beats y la cadencia melódica sobre todo en el tema “Chosen” que abre el disco. Un artista que sabe combinar la madurez en su obra con el ansia de la pista de baile, añadiendo una pequeña dosis de buen so-

nido Techno. La arte de la tapa me atrapó, el color y diseño es fantástico. Música convulsa pero inteligente para estos días confusos.


La Gran Pérdida de Energía Agosto

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Label: Fuego Amigo Discos Fecha: 03 de septiembre de 2015 [ Por Diego Centurión ] Un simple de la canción de “Agosto”, si bien la banda bucea en un track instrumental de suma belleza en donde, por momentos, me hizo acordar al Dif Juz de 4AD. Una canción que va mutando en ritmos y climas cómo lo es el porteño mes de agosto, mezcla de días disimiles entre sí, en un invierno cambiante. Este trabajo trae dos versiones de “Agosto”. La primera instrumental y la segunda versión con recitado de un extenso poema por parte de Pilar Gamboa narrando un fragmento del libro "Agosto" de Romina Paula (2009). Un momento de ese recitado dice: “la canción que justo, en ese momento, suena en la radio y musicaliza el momento”. Agosto musicaliza la voz de Pilar que infatigablemente lanza párrafos sin pausas, con un decir que es agradable al oído fun-

diéndose con la canción hasta que desaparece sumergida en “Agosto”. Un trabajo elegante y simple. Una larga canción de ocho minutos que entretiene y no sumerge a un mundo energético.

A-HA | Cast in Steel Label: Universal Fecha: 28 de Agosto de 2015 [ Por Gabo Rojo ]

“¿Puedes ver el fin de las cosas?” Con una canción con estas alegres palabras (reforzadas por las del siguiente tema, el gran single de regreso: “Así es como termina”) abre el nuevo disco de A-ha, un álbum que realmente nadie esperaba, tras una segunda separación de la banda a fines del 2010 que aparentaba ser más definitiva que la primera, con gira de despedida y todo. Y así nos sumergimos de vuelta en el mundo de Morten, Magne y Paul: un paisaje sonoro de melancolía eterna, ilusiones perdidas, dificultades emocionales y reflexiones sobre un paso del tiempo implacable. Incluso para una banda que siempre representó la veta más oscura del Pop melódico, Cast

in Steel es un disco particularmente deprimente. Mientras que en otras obras los contenidos desilusionados de las canciones eran elevados por los exaltantes picos de la voz de Morten Harket, aquí incluso los puntos más álgidos distan de alcanzar las propor-


ciones épicas de temas anteriores, y los contenidos de distanciamiento y violencia emocional quedan apenas disimulados. “She’s Humming a Tune” retoma por momentos los sonidos clásicos del SynthRock de los 80s para narrar una historia que raya la crueldad, mientras que el estribillo de la intensa “Giving Up The Ghost” reza “cortaste todas mis cabezas y las pusiste sobre tu cama.” Desprovisto de hits evidentes, este es un álbum parejo pero que necesita de diversas escuchadas para volverse relevante. A la banda no se la siente del todo integrada (los temas compuestos por Morten, si bien buenos, suenan exactamente a como hubiesen sonado en uno de sus discos solistas) pero el mero hecho de que Cast

in Steel exista expresa la quintaesencia de A-ha: a pesar de toda la tristeza, la miseria y la desilusión al tratar de construir una relación con el otro, a pesar incluso de que todo ciertamente terminó, hay que seguir intentando. La edición deluxe cuenta con un agradable tema adicional, además de 5 demos del álbum anterior que suenan tan bien que realmente no ayudan a valorar este nuevo trabajo (aunque por fin nos hace darnos cuenta a muchos de que la versión original de “Start the Simulator” había sido lanzada en mono!) Sin embargo, Cast in Steel es un trabajo con contenido de peso, propenso a ser reevaluado de ahora en más en distintas etapas de nuestras vidas.

David Gilmour | Rattle That Lock Label: Columbia Fecha: 18 de septiembre de 2015 [ Por Diego Centurión ]

Parsimonia selectiva es la palabra que se ocurre luego de escuchar íntegramente este “Rattle That Lock” y lo pienso al recordar que en 1978 salió el primer álbum solista de David, y en este 2015 ha salido su CUARTO álbum solitario. Tal vez desde la salida de “On A Island” de 2006, siempre he esperado un nuevo trabajo y más allá de lo que la marca Pink Floyd haya editado, la esencia de Gilmour seguía sin plasmarse en nuevas canciones. “Rattle That Lock” nos remite inmediatamente al Pink Floyd post Waters, pero tiene lógica y está bien que así sea, uno es lo que es y Gilmour no tienen por qué esconderlo, él es un ladrillo en la pared Pink Floyd. Desmenuzar cada track se puede volver redundante al utilizar palabras o adjetivos tales como, belleza, dulzura, paz, elegancia, brillantez, luminosidad, remanso crepuscular, magia, maestría, y otras tantas. Aquellos fanáticos de David o del Floyd (post-Roger), o hasta del mismo de los trabajos de los setentas, estarán más que complacidos y satisfechos con este nuevo trabajo. Este trabajo muestra a un David maduro (aún más), capaz de darse lujos y gustos perso-

nales y hacerlo a la perfección. Como todo trabajo de Gilmour o el Pink Floyd Gilmouriano, el primer track es introductorio “5 am.” Y luego de ese remanso que ya nos pone a volar en un ambiente calmo y dulce, llega el primer corte de difusión “Rattle That Lock”, que, como muchos de sus trabajos, la segunda pieza es siempre fuerte rítmicamente (recordar "Learning To Fly" (A Momentary Lapse Of Reason), What Do You Want From Me (The Division Bell), en Pink Floyd; y en los dos últimos trabajos de David son los que le dan nombre a sus álbumes (“On An Island” y ahora).


Un track de atmósfera casi Coheniana es “Faces of Stones”, en donde se rodea de bellas armonías que embellecen un ambiente por momentos circense. “A Boat Lies Waiting”, es un track extremadamente emotivo, más si se sabe que está dedicado a la memoria de Rick Wright. Las voces de David Crosby y Gaham Nash acompañan la dulce melodía de guitarra, voz y un piano grabado hace muchísimos años por David; los coros del dúo elevan el tributo. En “In Any Tongue” David se da el primer gusto, el bello piano fue grabado por su hijo Gabriel. El track es soñador y mágico, para mi gusto el mejor del álbum, aunque cuesta elegir “el mejor”. “The Girl In The Yellow Dress” es otro de los lujos que se da Gilmour

en el disco, Jools Holland en piano, para este track jazzero a lo Tom Waitts, en donde el imaginario sonoro nos transporta a un oscuro y entre humos de cigarrillos, burdel de mala muerte. “Today” es un track que comienza con un coro casi religioso, con los colaboradores de sus últimos trabajos de Pink Floyd, Guy Pratt y Jon Carin, y de su carrera solista, Phil Manzanera y Steve Distanislao, y su colaboradora más cercana y autora de todas las letras del álbum, Polly Samson. El último track “And Then…”, cierra el trabajo con la magia de la guitarra de David, sólo queda cerrar los ojos y volar en esta alada canción de cierre. ¡Un disco perfecto!

Pure Phase Ensamble 4 Live at SpaceFest! Label: Nasiono Records Fecha: 29 de septiembre de 2015

[ Por Diego Centurión ]

“Pure Phase Ensemble 4” es una banda que se forma arriba del escenario del festival SpaceFest en Gdansk (Polonia). Es la cuarta versión de “Pure Phase Ensemble”. El Space Fest es organizado todos los diciembres por la Asociación Nasiono y el diciembre último se ha registrado este trabajo en vivo. Como todos los años los músicos generan esta hermandad y lo cierran con un espectáculo en directo que es grabado y editado como disco. Durante el festival se hacen talleres y clínicas entre músicos reconocidos y músicos locales. En esta participación El (en ese momento) ex – Ride, Mark Gardener, ofició de Curador musical y en voz y guitarra, quien compartió la escritura de las letras con dos músicos locales Karol Schwarz (quien maneja Nasiono) y Michal Pydo. Pero también estuvo a cargo de la Dirección Musical, Ray Dickaty, el saxofonista del Spiritualized que va del período 1997 al 2002. Los

siete tracks del “Live SpaceFest” van llevando al oyente a través de un ritmo mántrico que comienza con la “intro” y luego “Morning Rise”. En “Notatki” el ritmo se hace más acentuado, pero el mantra sigue hipnotizando al escucha, a medida que el track aumenta la velocidad aumenta la intensidad de los patrones instrumentales que se repiten, luego de un falso final, vuelve a empezar con más ímpetu, convirtiéndose en el track más largo del álbum (15:47). “Zostan na noc” es una canción que comienza con un bajo duro a lo Killing Joke pero cuando entran las guitarras se vuelvo difuso y shoegaze (aunque por momentos drone), luego se aliviana y toma un

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airoso dreampop. “Peter Song” es una de las más lindas canciones de este álbum, con un ritmo manso va delineando la mejor melodía vocal de Mark en este trabajo. “Doing My Head In” es otra bella canción con aires dreampop, mágica y etérea, y el final llega con “Happy Dancing Woman” y una secuencia que comienza a llevarnos por ambientes crepusculares y a medida que pasa el track se van agregan-

do sonidos que van haciendo crecer la intensidad de esta bella canción, con unas hermosas melodías vocales, llegando así al final de este fantástico viaje llamado “Live at SpaceFest”. A la edición se le agrega un “Radio Edit” de la canción “Happy Dancing Woman” a cargo del dúo Ummagma. Simplemente Adorable.

New Order | Music Complete Label: Mute records Fecha: 25 de septiembre de 2015 [ Por Diego Centurión ]

El tan esperado nuevo trabajo “en serio” de los New Order, habíamos tenido ese “Lost Sirens” que fue un rejunte de lo que había quedado grabado aún con Peter Hook, pero este es algo totalmente nuevo. Y ¿con qué nos encontramos?, con un álbum extremadamente movido, por momento disco, por otros más house. El álbum abre con ya conocido “Restless”, del cual mucho no podemos hablar ya que es la primera canción de algo esperado y trae los condimentos necesarios para ser una canción New Order (NO). "Singularity" un segundo track excelente, con electrónica medida y que echa a andar este álbum. “Plastic” tras un comienzo enigmático se lanza a la pista electro encendiendo la pista de baile, con la presencia de invitados como el dúo de electropop La Roux, quienes también participan en la siguiente “Tutti Frutti”, apostando nuevamente a las pistas con algo más cercano al disco-electro. “People On The High Line” continúa el dúo La Roux y las bases electro-discos continúan. El track “Stray Dog” con Iggy Pop como invitado, me hizo acordar (no por la música sino por la forma en que aparece la iguana, recitando) a “Black Sunshine” de

White Zombie. “Academic” es la típica canción del NO post 2000, al igual que la siguiente “Nothing But A Fool”. "Unlearn This Hatred" es otra excelente canción con mucha electrónica. “The Game” y “Superheated” son típicas canciones NO, bien arriba y excelentes, la última con la colaboración de Brandon Flowers. Un regreso esperado, más allá de que no estaban ausentes, si es su primer trabajo sin la sombra de Peter Hook, que ¿se lo extraña? Siempre se lo extraña, pero su ausencia en este álbum no bajó la calidad. ¡¡¡GRACIAS NEW ORDER POR SEGUIR!!!

[ Por Gabo Rojo ]

Este es el sonido de New Order en el 2015. Es el sonido fresco de músicos no formales cuyo talento les

ha permitido dotar a sus composiciones de arreglos complejos y elaborados, sin sacrificar su accesibili-


dad casi inmediata. Es el sonido de los Joy Division que triunfaron, y ahora pueden alternar con facilidad entre una exquisita sensibilidad Pop y una peligrosa intensidad Post-Punk, a veces incluso a lo largo del mismo tema (“Nothing but a Fool”) Es el sonido de una banda que reclama su lugar en las pistas de baile (“Plastic”) a la vez que se sigue destacando en sus temas a base de guitarras (“Academic”) Es el sonido del Dance y del Rock, con todas sus barreras erosionadas y su potencial elevado a proporciones épicas (“Singularity”.) Es el sonido de una banda ya tan legendaria que puede darse el lujo de colaborar con

artistas tanto clásicos como modernos sólo por el placer de hacerlo, y a veces con resultados completamente alejados de lo predecible (véase “Stray Dog,” el intrigante tema recitado por Iggy Pop.) Es el sonido de Bernard Sumner, que en sus subestimadas letras ha sido capaz de resumir acertadamente los problemas del mundo moderno, y hasta ofrecer una posible salida, de una forma más humana que cínica (“Restless”) Es el sonido de canciones que, en el momento adecuado, pueden llegar a salvar tu vida. Es el sonido de la música al completo.

Ryan Adams | 1989 Label: Pax AM Fecha: 21 de septiembre de 2015 [ Por Pablo Ravale ]

La pasión que Ryan Adams siente por la música es lo que lo ha llevado a ir experimentando disco a disco con nuevos sonidos. “Orion” fue una clara muestra de ello, ya que se trató de un disco con influencias metaleras y hardcore (en especial de Iron Maiden, Death, Slayer y Black Flag), o, mismo, su anterior placa, en la que las conexiones con The Replacements y Tom Petty eran más que evidentes. Como fuere, el de Jacksonville ha vuelto a hacer de las suyas publicando este “1989” un año después del refrescante “Ryan Adams”. Así las cosas, muchos se preguntarán ahora: ¿y a qué suena el nuevo disco? A lo que les responderé: simplemente a Ryan. Un Ryan en su veta más intimista y emotiva. Hay, sí, guiños a Bruce Springsteen de a ratos (como el inicial “Welcome To New York”, “All You Had To Do Was Stay”, “Bad Blood” o “Wildest Dreams”), aunque también encon-

tramos canciones más guitarreras (“Style”, “I Know Places”) y otras donde resucita su faceta country (bellísima “Blank Space”). En definitiva, otro disco más de Ryan, pero, por sobre todo, una perlita enternecedora; un ir calentando motores para un próximo y ya anunciado disco doble de estudio.

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EFEMÉRIDES

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EL BAJO DELA BRUJA

Steven John Bailey (Steven Severin) (25 de Septiembre de 1955)

Qué decir de Mr Steven quien ha cumplido sus 60 años, envuelto en uno de sus peores momentos de salud. Junto a Siouxsie Sioux han formado parte del “Contingente de Bromley”, aquel grupo de seguidores de los Sex Pistols y luego se convirtió en el brazo derecho y el estilista del sonido que marcó a fuego la década del reinado de la Dama de Hielo, Siouxsie Sioux y sus Banshees. El sonido punzante de su bajo y sus armonías en los años más góticos de la banda, su The Glove con Robert Smith, y sus extraños y

profundos trabajos como solistas (Poco conocidos, pero para mí majestuosos). Sin lugar a dudas uno de los mejores bajistas de la historia de la música oscura, a la altura de Peter Hook, John Taylor o Simon Gallup, más emparentado con éste último en estética sonora. Steven ha marcado a fuego el sonido de las bandas post punks y oscuras de los años ochenta y actuales. Nuestro tardío saludo por su cumpleaños y nuestro mayor deseo es que se recupere pronto.



DERECHO DE PISO

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ISON SPECTRA [

Por Diego Centurión ]

Ison Spectra esconde a Alejandro Martinez, guitarrista de Visiones 3D. En el2013 comenzó a crear un espacio propio en donde lo más importante es el sonido. Este camino recién empieza a tomar forma concreta en el 2014, cuando en Lory Pucsin Records de Lanús (Provincia de Buenos Aires) comienza a registrar sus primeras canciones como “Con Amor” y “Supernova”. Un año después de su primer single, Ison Spectra regresa con otra grabación “Océano”. Luego de estar grabada la canción surgió la intervención de Gordon Raphael, que trabajó con artistas como Damon Albarn, Regina Spektot, Ian Brown, The Strokes entre otros y surgió el contac-

to con Jamie Hill, para masterizar el tema en South Pasadena, California. Más allá de estos pequeños pasos para un músico que comienza a mostrarse al mundo. Lo que habla por sí sólo es su música, que genera en los oídos unos paisajes sonoros característicos de la meditación lisérgica y mantras de estructuras borrosas y cautivantes, en donde el oyente se sumerge en un mundo de realidades amorfas y por momentos difusas, pero ensoñadoras. Revista The 13th invita a escuchar los primeros pasos de alguien que se embarca en sonidos que no son para la gran masa.


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