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Ser o no ser God\u00EDnez

DESARROLLO

Ser o no ser Godínez

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Las mieles del Godinato también son la trampa de la libertad.

Por Gary Gallegos

Cada quince días los Godínez recibimos nuestro salario y también una especie de “píldora mágica” que nos recuerda lo bonito y seguro del Godinato, de la zona de confort. Es padre saber que cada 15 días llega el dinero, que tenemos prestaciones, vales de despensa, fondo de ahorro, vacaciones pagadas, aguinaldo y demás bondades de ser empleado, pero el resto de los días los Godínez nos la pasamos lamentándonos al más puro estilo de “La Llorona” de todos los males de ser un Godín, como los horarios fijos, la falta de libertad, los malos jefes, no ser valorado y sobre todo de no tener la libertad para hacer y deshacer.

Por años he pensado en dejar de ser un Godín, pero nunca he dado el paso final para dejar de serlo. Por alguna extraña razón cada que tomo la decisión de dejar el trabajo para dedicarme a algo propio, los astros, los chacras y el cosmos se alinean y me empieza a ir mejor ($) en el trabajo. Entonces decido posponer un poquito mi godinato, eso sí, con la promesa de en un tiempo retomar los planes y tomar la decisión que, de momento, se pospone.

Más que buscar la razón por la que no he dejado la comodidad de un trabajo fijo y estable, a continuación les listo las razones por las que me URGE dejar de ser Godínez:

1.- La flexibilidad: y es que eso de tener que trabajar de 7 am a 5 pm me limita mucho en algunas otras actividades que me gustaría realizar y que no puedo por el horario. También hay días en los que quisiera hacer alguna actividad personal pero que mi horario no me permite. En algunas empresas ya hay horarios flexibles que te permiten que tú mismo vayas administrando tus tiempos o que hagas Home Office, pero a mí no me ha tocado estar en una empresa así.

2.- Las promesas no cumplidas: a cuantos no nos ha tocado que “nos digan que sí, pero no nos digan cuándo” y te tengan peor que a novia desesperada esperando la propuesta de matrimonio del galán en turno… esperando un puesto, un salario o una capacitación.

3.- Time to move on: “a cada marrano le llega su San Martín” escuché alguna vez en una serie colombiana y es que a todos nos llega un punto donde ya se dio lo que se tenía que dar y ya no hay más que hacer. Como dijera Lucerito en uno de sus éxitos de inicios de los noventas: “cuando un amor se marchita, lo mejor es acabar…”

Los años (y los daños) me han enseñado que hay que dejar fluir y eso hago justo con mi #GodínezTime, que sea lo que deba ser y que llegue el momento de dejar de ser un Godínez cuando tenga que llegar.

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