DESARROLLO
Ser o no ser
Godínez Las mieles del Godinato también son la trampa de la libertad. Por Gary Gallegos
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Cada quince días los Godínez recibimos nuestro salario y también una especie de “píldora mágica” que nos recuerda lo bonito y seguro del Godinato, de la zona de confort. Es padre saber que cada 15 días llega el dinero, que tenemos prestaciones, vales de despensa, fondo de ahorro, vacaciones pagadas, aguinaldo y demás bondades de ser empleado, pero el resto de los días los Godínez nos la pasamos lamentándonos al más puro estilo de “La Llorona” de todos los males de ser un Godín, como los horarios fijos, la falta de libertad, los malos jefes, no ser valorado y sobre todo de no tener la libertad para hacer y deshacer.