Revista Viajes & Aventura Ed 22

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“Es una isla con cualidades muy bonitas y, además, por las corrientes marinas cálidas del golfo que llegan hasta allá, bordeando Groenlandia, el clima es más suave, manteniéndose un ecosistema especial con zonas muy verdes y muchos animales”, cuenta Fernando González Rubio.

Primer logro

El equipo de escaladores trabajando en la apertura del Largo 4; Montaña Breiflogtindem ruta “Cien Años Después” . Fernando punteando Largo 7. Montaña Vagakallem ruta “Storm Pillar”. Limpiando el largo 7 apertura ruta “Trolls Meet Latinos”. Montaña Gaitgayen.

En agosto, cuando fueron, era temporada de verano con temperaturas por encima de los 7 u 8 grados centígrados y los días tenían sólo cuatro horas de noche, que no eran tan de noche. La mejor época para escalar, antes de la llegada de las lluvias y el invierno. Durante la primera semana el tiempo no colaboró demasiado, llovió mucho. Pero como no se podían perder momentos valiosos en la zona de camping escalaron paredes cortas, propicias para calentar y adaptarse a la roca, a la adherencia y a los tipos de protecciones… Cuando el clima mejoró, manos a la obra o, mejor, a la roca. Analizaron la estrategia, tomaron fotos, se decidieron por cuál ruta ir y de ahí en adelante a escalar. Después llegaron sensaciones como el temor, la protección o la exposición, y surgieron las lógicas incertidumbres sobre lo que se aproximaba metro a metro, de los seguros que había que poner, de saber si se necesitaba utilizar

Rumbo hacia las islas Partieron a Múnich, de allí tomaron un vuelo para Oslo y des-

taladro para perforar paredes muy lisas, en fin… Por eso, además de la fortaleza física, también era esencial el control mental.

pués, por conexión inmediata, hasta la ciudad de Evenes, cuyo ae-

Dos horas caminando duró el acercamien-

ropuerto es la puerta de entrada a las Islas Lofoten. Allí alquilaron

to a la base de la montaña Gaigallien. Du-

una camioneta para recorrer 300 kilómetros hasta Svolvær, ciudad

rante la primera jornada llegaron hasta la

grande donde se aprovisionaron de mercado. Cerca, a 15 kilóme-

mitad, descendieron, suspendieron dos días

tros, encontraron la zona de camping, olvidándose de hoteles y

por lluvia y al tercero escalaron hasta la

comida de restaurante, porque la vida en este país es muy costosa.

cima y bajaron por el otro lado de la mon-

Lofoten es un archipiélago conformado por siete islas principales de

taña. Allí se abrió la primera ruta, “Los Troles

encantadores espacios naturales, pródiga en pesca, especialmente

Encontraron los Latinos”, llamada así por Fer-

de bacalao, y rica visualmente por la espectacularidad de los fior-

nando y sus compañeros debido a la aso-

dos, que pueden ser vistos de cerca en cruceros. Es un óptimo lugar

ciación de estos personajes antropomorfos

para escalar porque se encuentran varias paredes de roca verticales.

con la mitología y el folclore escandinavo.

Fernando GonzálezRubio, Montaña Presten; ruta “Vespillaren”, Largo 6. Disfrutando del maravilloso paisaje - Fiordos Noruegos -. Cima de la Montaña Breiflogtindem, Apertura ruta “Cien Años Después”. De izquierda a derecha Simon Kehrer (Italia), Helmut Gargitter(Italia), Federico Pisani(Venezuela), Ivan Calderón (Venezuela) y Fernando GonzalezRubio (Colombia) Diedro del Largo 6, Pico Presten ruta “Vespillaren”.

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Para 2009 debí posponerlo nuevamente. Logré ficharme en una

propósito de integrar una selección de mon-

expedición cuyo objetivo era poner en la cumbre más alta del pla-

tañistas tolimenses que tuviera el suficiente

neta a un joven discapacitado, desarticulado de cadera, el cual

conocimiento y la condición física, técnica

-de alcanzarlo- quedaría registrado como un récord mundial, por-

y mental para llevar a feliz término la esca-

que nadie con esa dificultad lo había logrado. Largos meses de

lada de las dos montañas. Se realizó un tra-

entrenamiento y esfuerzo antecedieron el evento, pero un edema

bajo muy serio en cuanto a entrenamientos

pulmonar y otras dificultades de nuestro joven talento no permitieron

y organización, pero en junio de 2011 las

superar los 7.400 metros de altura, y que tampoco tuvimos opor-

posibilidades económicas eran pocas y se

tunidad los escaladores. En 2010, en Ibagué, continuamos con el

abortó el programa.

“Los últimos metros fueron extenuantes, pero con gran paciencia logré plantarme en la cumbre (8.035 m.s.n.m.) hacia las 12:40. Enorme premio para tan largo esfuerzo”. Foto del campamento 3, a 6.950 m.s.n.m.

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GRANDES EXPEDICIONES Gasherbrum - Himalaya escenario bastante sombrío y por razones de tiempo ya no alcanzaba a salir y llegar con la puntualidad requerida por el operador. Nuevamente la oportunidad de viajar al Karakorum se me iba de las manos hasta el próximo verano. Mi decisión fue radical, haría la expedición en solitario, con mis propios recursos y en forma independiente. En 2013 empecé a trabajar con toda, planeando cada detalle, sería mi propio preparador físico y entrenador, conseguiría los recursos necesarios, aun asumiendo riesgos financieros y deudas, sacrificando hasta mi familia y mi propia estabilidad. En mayo contaba con la visa para Pakistán, el permiso para escalar las dos montañas y toda la logística necesaria para emprender la aventura. Logré

“Inmediatamente, en compañía del argentino Mariano Galván, me puse a trabajar en el reconocimiento del glaciar que conduce al campo 1; tomó muchas horas atravesarlo y en algunos sectores fue sumamente peligroso. El 5 de julio ya teníamos instalado el campamento 1, a 5.950 m.s.n.m. Compartíamos tienda, alimentos y estrategia con Mariano, cuyo propósito era también escalar los dos Gasherbrum”.

también la licencia por parte de la Secretaría de Educación Municipal de Ibagué y el visado Schengen para ultimar detalles de equipo y alimentos en Europa. Un modesto apoyo económico por parte de Indeportes Tolima y muchos amigos que pusieron su granito de arena. El 16 de junio tomé el avión rumbo a Madrid y el 19 volando por Dubái me encontraba en Islamabad. El 22 emprendimos el viaje por tierra hacia Skardu (2.450 msnm), último pueblo antes de adentrarnos en el Karakorum, dos días de viaje. De Skardu pasamos en jeeps 4x4 a Askole (3.000 msnm) -primer sitio de acampada- y con un poco más de 200 porteadores emprendimos el ascenso a orillas del río Braldo hacia el campamento base. Muchos expedicionarios trabajábamos con el mismo agente operador: “Lela Peak Expeditions”, por lo cual formé equipo con 11 españoles, 2 suecos, 1 argentino y 1 mexicano. Los españoles irían por el G1, mientras que los demás por G1 y G2. Siete días nos tomó llegar al campamento base (5.050 msnm).

La ilusión

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Inmediatamente, en compañía del argentino Mariano Galván, me puse a trabajar en

Aunque el tiempo pasaba y las esperanzas se desvanecían, mi

el reconocimiento del glaciar que conduce

convicción por realizar la expedición era absoluta y seguí pensando

al campo 1; toma muchas horas atravesarlo

que era posible Me contacté con amigos de la capital con los que

y en algunos sectores es sumamente peli-

emprendimos una vez más la organización y preparación del pro-

groso. El 5 de julio ya teníamos instalado el

yecto. Todo un año de trabajo y dedicación. La idea era financiar el

campamento 1, a 5.950 msnm. Compartía-

proyecto, pero vendiéndolo. En mayo de 2012 nos encontrábamos

mos tienda, alimentos y estrategia con Ma-

en esa difícil situación, pero para infortunio mío ninguno puso la

riano, cuyo propósito era también escalar

plata y sólo yo estaba decidido a hacerlo; esto me dejaba en un

los dos Gasherbrum.


El 7 de julio, cuando nos encontrábamos en el campo base, se difundió la noticia de que el polaco Artur Hajzer, quien intentaba el G1 por la misma ruta a la que nosotros aspirábamos con su compañero Marcin Karczka y después de haber hecho un intento de cumbre, se había desprendido en el descenso por el corredor de los japoneses al rompérsele una cuerda en mal estado. Su cuerpo fue atado y depositado al inicio de la ruta de acuerdo con su deseo expresado en vida y de conformidad con los miembros de su familia.

Hacia la cumbre

Ya por la línea de la cuerda fija bajaban algunos escaladores

El argentino y yo no parábamos. Luego

que no me permitían utilizarla. A mí me tocó escalar paralelamente

de subir y bajar varias veces entre el cam-

a ella hasta que bajaron todos y quedó libre. El clima empezó a

pamento base y el campo 1, instalamos

dañarse, grandes nubarrones acompañados de ráfagas de viento

el campo 2 a 6.550 msnm. El 12 de ju-

y algo de nieve que me golpeaba la cara. Los últimos metros fueron

lio nos separamos y él decididamente se

extenuantes, pero con gran paciencia logré plantarme en la cum-

encaminó hacia el campo 3 y desde allí

bre (8.035 msnm) hacia las 12:40. Enorme premio para tan largo

atacaría al día siguiente. Yo me devolvía

esfuerzo. El viento era tan fuerte que no me permitía acomodarme

hacia el campo 1 y luego haría una incur-

sobre la arista, en todo momento tuve que estar atado y un poco ale-

sión hasta el campamento 2 del Gasher-

jado de la cumbre, pues un descuido me pondría en grave riesgo,

brum 1 buscando mejorar mi aclimatación.

ya que la montaña culmina en una accidentada cresta y una gran

El 14, a las 9:30 de la mañana, él logró

cornisa que obliga a estar muy alerta. Fue un momento muy emo-

llegar a la cumbre del Gasherbrum 2 y ese

cionante, alucinante y fugaz, porque debía empezar el descenso

mismo día también ascendí hasta el Gas-

cuanto antes.

“Muchos expedicionarios trabajábamos con el mismo agente operador: Lela Peak Expeditions, por lo cual formé equipo con 11 españoles, 2 suecos, un argentino y un mexicano. Los españoles irían por el G1, mientras que los demás por G1 y G2. Siete días nos tomó llegar al campamento base (5.050 m.s.n.m.)”.

herbrum (6.600 msnm). De regreso en el campamento base los diferentes equipos comenzamos a preparar la estrategia para la siguiente ventana de buen tiempo, que según las informaciones entraría entre el 18 y el 21 de julio. Me encontraba listo para intentar el G2. El 18 de julio a la madrugada nos movilizamos 5 españoles, el argentino y yo hacia el campo 1. El tiempo era perfecto, tal como lo aseguraban las predicciones. Al día siguiente, a las 4 de la mañana, emprendimos el ascenso, me dirigí en solitario hacia el campo 2 del G2, mientras los demás se lanzaban hacia el campo 2 del G1 (6.400 msnm). Mi campamento 2 quedó instalado a 6.500 msnm. y el 20 de julio ascendí a establecer el campo 3, a 6.950 msnm. Omitiría el campo 4 y desde allí el 21 de julio a las 00:20 de la madrugada me encaminé hacia la cumbre. Cerca de las 6 de la mañana ya me encontraba a la altura del campo 4 (7.350 msnm.) y me dirigí hacia la arista que daba salida a la rampa final, donde llegué cerca de las 9 de la mañana.

Aníbal Pineda G. en la expedicion del Himalaya.

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GRANDES EXPEDICIONES El drama En el lado opuesto, en el G1, el día 20 Mariano había logrado llegar a la cumbre (8.068 msnm) y el 21 los españoles se lanzaron a la cumbre. De primero iba David López, lo seguía Alfredo García y más atrás Álvaro Paredes, Xevi Gómez y Abel Alonso; los dos primeros decidieron devolverse y los demás buscaron alcanzar la cumbre, y aunque la lograron, al caer la tarde las nubes y el viento que se apoderaron de la montaña hicieron su descenso muy peligroso. David llegó al campo 2, Alfredo se extravió muy cerca del campo 3 y los demás tomaron rumbos equivocados, se desorientaron y desaparecieron. El mal tiempo no dio tregua y la situación de los

fotografías del cuerpo de Álvaro Paredes,

cuatro irremediablemente se convirtió en una pesadilla.

quien yacía muy cerca de la ruta atado a

Cuando regresé de la cumbre al campamento 1, el 22 por la

El 27 de julio recogí todas mis perte-

taban organizando un grupo de rescate entre el argentino y cuatro

nencias del campo 1 y con cerca de

españoles. Hacia las tres de la tarde arribaron David López y dos

40 kilos en la espalda bajé al cam-

porteadores de altura que mostraron su desconcierto al no tener co-

pamento base a esperar a los portea-

nocimiento de lo que acontecía en lo alto de la montaña. Esa misma

dores y emprender mi regreso a casa.

tarde el grupo de rescate emprendió el ascenso, pero por el clima

El 30 muy temprano lo iniciamos. En nues-

no pudieron moverse más allá del campo 2. El 25 hubo una mejoría

tro descenso pasamos por la conocida pla-

y el argentino logró llegar al campo 3, donde lo estaba esperando

za “Concordia” (4.700 msnm), tomamos

Alfredo, quien en un acto inteligente había dado previamente las

espectaculares fotografías del K2 (8.611

coordenadas del campamento a su padre en España. A la mañana

msnm) y del Broad Peak (8.047 msnm), uno

siguiente, cuando logró comunicación con él a través del satelital,

de los lugares más hermosos de la Tierra.

se orientó con su GPS y en pocos minutos se encontraba en el cam-

Casi 11 horas nos llevó el descenso hasta

pamento, en donde contaba con gas, alimentos y medicinas. Pronto

Goro II (4.400 msnm). Nuestro descenso, el día siguiente, se

El cuerpo de Abel fue visto alejado de la ruta en un sector de “seracs”

inició muy temprano. La idea era hacer un

muy descompuesto y al cual no se podía acceder fácilmente; del resto

pequeño homenaje a los amigos desapa-

de muchachos no se volvió a tener noticia. Toda España se lamenta-

recidos y dejar en el campamento Urdukas

ba, se pedían explicaciones y lloraban a sus hijos. Con el mal tiempo

(4.200 msnm) placas alusivas a su falleci-

que reinó en la zona fueron declarados muertos 72 horas después.

miento. En realidad eran platos metálicos

Sueño inconcluso

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un tornillo de hielo.

tarde, la noticia con la que me recibieron me dejó pasmado, ya es-

iniciaron el descenso, ese día llegaron al campo 1.

Campamento 1, ubicado a 5.950 m.s.n.m.

repujados y marcados con clavijas que fueron colocados en una especie de altar

El clima volvió a cambiar y, por fortuna, todo el grupo pudo

de piedra donde se aspira permanece-

descender al campamento base. La afectación fue general y ante

rán por muchos años. Luego continuamos

tanta aflicción y destrozo emocional no me quedó más remedio

la marcha en medio de un sol calcinante

que aceptar que esto llegaba a su fin. Otros expediciones siguieron

que nos condujo hasta Paiju (3.700 msnm).

trabajando y algunos de sus integrantes arribaron a la cumbre, entre

Casi 14 horas de dura caminata que nos

ellos Oscar Cadiach, quien la hizo el 29 y en su descenso tomó

dejó extenuados.

El campamento 2, de Aníbal, se encontraba ubicado a 6.550 m.s.n.m. Aníbal con el banderín de su colegio, La Sagrada Familia de Ibagué, Tolima.














“Encontramos en las fincas a los escultores que tallan copias de las estatuas para los turistas. Nos hizo gracia cuando uno de ellos nos dijo que también hacen estatuas para las fincas”.

arrastrándolo para luego sacarle los ojos y cortarle la cabeza. Un bello monumento en la plaza conmemora este hecho grande de nuestra historia. Cruzamos el amplio valle de Laboyos donde se levanta Pitalito. En San Agustín, Humberto Ordóñez, director de la Casa de la Cultura, fue nuestro magnífico anfitrión y nos alojamos en el Hotel Yuma, invitados por su amable dueño, Emiliano Pastrana. Bellísimo hotel cuyas cabañas construidas en madera y guadua llevan los nombres de sitios destacados de la región: El Estrecho, el Mortiño, Alto de los Ídolos, etcétera. San Agustín celebra este año el centenario del inicio de manera científica de las excavaciones por parte del alemán Konrad Theodor Preuss en 1914. El primer viajero que dio cuenta de las estatuas fue el misionero mallorquí Fray Juan de Santa Gertrudis

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Figura femenina con cara triangular y colmillos. Escultura antropomorfa: boca con colmillo, nariz con aletas desplegadas y ojos circulares dentro de medias lunas.. Escultura antropomorfa: colmillos, ojos circulares dentro de formato lacrimal o de gota, nariz ancha y tocado escalonado.

creación del Parque Arqueológico Nacional de San Agustín, con la adquisición de algunos predios por parte del Estado colombiano, donde fue hallada la mayor concentración de tumbas y estatuas. En 1941, a través del Decreto 904, se estableció formalmente una “gran reserva arqueológica”. En la actualidad, el parque se inscribe en un contexto social particular que se caracteriza por la presencia de múltiples actores sociales. Por ejemplo, las comunidades campesinas de algunas veredas de la zona, el grupo vecino indígena yanacona, los artesanos y las agencias de turismo, entre otros, quienes se relacionan de maneras diferentes con ese espacio de conservación del patrimonio arqueológico y con el Icanh, ente encargado de su protección. La investigación arqueológica adelantada ha avanzado sobre diversos aspectos y problemáticas, pero un asunto de importancia crucial es la cronología, desarrollada con más precisión para dos grandes períodos, después de la adopción de tecnologías cerámicas, llamados Formativo (1000 a.C. - 1 d.C.) y Clásico Regional (1 - 900 d.C.), lo cual ha permitido organizar los vestigios materiales de las sociedades del Alto Magdalena para caracterizar mejor su evolución y poder comparar las organizaciones particulares de

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INFORME ESPECIAL San Agustín, Huila

cada época. La combinación de fechas, mediante pruebas de carbono 14 de numerosas muestras orgánicas (de madera, huesos y otros materiales carbonizados), que estaban asociadas con artefactos de piedra y cerámica, con el estudio del cambio estilístico de los materiales de muchas excavaciones estratigráficas, ha permitido identificar claramente los períodos en los que se usaba con más frecuencia ciertos estilos de decoración y de formas de artefactos, especialmente de vasijas.

Su origen Aunque existen evidencias de ocupación humana desde el cuarto milenio a.C, las esculturas y los complejos funerarios presentes en la “cultura agustiniana” se construyeron durante el período denominado “Clásico Regional” (entre el 1 y el 900 d.C), mostrando que se trataba de una sociedad cuyo principal medio de subsistencia era la agricultura, por lo que se destacaron los sistemas de irrigación de agua y las terrazas para el cultivo. Sin embargo, no sería esta sociedad la que vería 56

y afrontaría la llegada de los españoles.

Dos de las estatuas de la Mesita C del Parque Arqueológico labradas en relieve bidimensional para asentuar su carácter ultramundano. El Partero (llamado también El Obispo) Una figura enorme de cuatro metros de altura y varias toneladas de peso. Es una figura antropomorfa que recibe a un niño. Abajo se encuentra la mujer durante el parto. Esta figura es todo un misterio. El Partero mira hacia el Oriente, por donde sale el Sol, representando con esto la vida.


Templete de la Maternidad. Montículo funerario con su estructura de callejón o dolmen múltiple. Al frente dos cariátides o guardianes del personaje central, cuya estatua se observa claramente y sostiene a un bebé. Este montículo de la maternidad fue descubierto por la primera comisión arqueológica, que designa el Estado al español José Pérez de Barradas y al colombiano Gregorio Hernández de Alba.

Según los cronistas, en la región se encontraban varios grupos indígenas: los timaná, los yalcones y los paeces. Los enfrentamientos entre estos grupos y los conquistadores serían una de las causas de la disminución de la población indígena en la zona, a través de su explotación y desplazamiento hacia otras regiones. En lenguaje sencillo puede decirse que en los vestigios arqueológicos de la “cultura agustiniana” (que se extienden mágicamente en variados sitios, como Las Mesitas, el Bosque de las Estatuas, La Fuente y el Alto del Lavapatas, El Tablón, La Chaquira, Quebradillas, la Pelota y el Purutal, Alto de los Ídolos y de las Piedras,

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INFORME ESPECIAL San Agustín, Huila

Bosque de las estatuas

En este sitio se encuentran ubicadas 39 esculturas aproximadamente. Este reducto de bosque natural primario está ubicado frente al Museo, en donde se conjugan dos aspectos importantes, como son el patrimonio natural y el cultural.

Saladoblanco, Quinchana y otros) sobresalen grandes esculturas que realizaron los habitantes prehispánicos durante el período de la “monumentalidad” o Clásico Regional, los cuales evidencian el desarrollo de elaboradas técnicas artesanales, así como un complejo conjunto de cultos y creencias. Dichas esculturas forman parte de numerosos montículos, donde se depositaba el cuerpo del fallecido, entre lajas o sarcófagos de piedra. Allí se construían caminos procesionales que conducían a sitios aplanados artificialmente, donde se ubicaban alrededor estatuas. A juzgar por la distribución de monumentos alrededor de áreas relativamente planas, los datos arqueológicos señalan elementos de distinción según la importancia social de los individuos enterrados, sugiriendo la presencia milenaria de una élite de poder que dejó un testimonio de espiritualidad que supo consagrar el amor, la muerte y el cuerpo para preservar su memoria en el futuro. Ahora bien, relacionando ese testimonio de San Agustín, como “materia y memoria viva hoy”, con uno de los capítulos más lúcidos del libro del Eclesiastés de la tradición judeo-cristiana, constatamos que hay un tiempo para cada cosa y un objeto para cada época. En otras palabras, cada obra anuncia su tiempo, aunque no lo proclame completamente. En ese sentido, siempre habrá huellas por descubrir —siguiendo los trazos del pasado en pro del futuro— de aquello que en el presente efímero realizamos, así algunos escépticos

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se empeñen en difundir el pesimismo de


que esa clase de “esperanza” es demasiado buena para ser verdad, pues el mundo se ha convertido en espectáculo. Para lo mejor y para lo peor, habitamos hoy el mismo mundo, redundante y paradójico, que a veces parece demasiado lleno y en ocasiones completamente vacío. Empero, del mismo modo que los vestigios de los caminantes milenarios del Alto Magdalena nos interpelan, sus huellas que vuelven del pasado, más que ser la exhibición de unas “ruinas”, son un renacer cargado de promesas que pueden posibilitarnos una mayor conciencia del tiempo, en tanto “puesta en intriga” —evocación en blanco y negro— e “inauguración” —invocación a color— de nuestra propia historia.

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Plaza de Bolívar Tunja, Boyacá. Durante la llegada de Nairo Quintana.

hablaban de dos viajeros que atravesaban Colombia por trochas y caminos de herradura a bordo de una bici. Todo tomaba forma. El siguiente paso era encontrar a dos chicos que encarnaran el sueño

Arriba. Carretera Trampolín de la muerte en Mocoa, valle de Sibundoy (Ascenso por una de las carreteras más peligrosas y hermosas de Colombia).

y que estuvieran dispuestos a probar el país. Fue así como llegaron a nuestras vidas Nico y Gisel, los protagonistas de una historia que se escribe en el camino.

El Prólogo

Abajo. Ana en el Resguardo Indígena Nukak Makú. San José del Guaviare.

Decidimos que cada viajero debía tomar una ruta distinta y que la historia debía contarse a través de un montaje paralelo que hiciera mover al espectador en permanente contraste. Elegimos

Santuario Nuestra Señora de las Lajas en Nariño. Aproximándonos al final de nuestra primera ruta.

nueve departamentos y más de 4000 kilómetros de trocha. Optamos por una aventura que si bien estaba diseñada y pensada para ser llevada a la televisión, queríamos que conservara todos los ingredientes de un viaje real. Fue así como un domingo lluvioso terciamos morrales al hombro y nos lanzamos a la trocha. La ruta uno nos llevó al sur. En treinta y dos días de trabajo, de sol a luna, recorrimos los departamentos de Cundinamarca, Tolima, Huila, Putumayo y Nariño. Largas etapas que nos llevaron

nos enseñó la inmensidad de la selva y

a recorrer algunos de los lugares más sorprendentes de nuestra

nos acercó a una de las carreteras más

geografía y a conocer personajes tan inolvidables, que casi de

peligrosas y hermosas de Colombia. En

inmediato nos fuimos enamorando de sus vidas y de sus histo-

Nariño cantamos junto a la Bambaraban-

rias. En Cundinamarca visitamos el imponente cerro del Quininí

da el rock de los mayores y recordamos

(Montaña de la Luna) y su maravillosa vista sobre todo el valle del

las líneas de la vida de nuestros ances-

Magdalena. Recorrimos sus trochas para adentrarnos en las tierras

tros. Los Inga y los Kansas nos consagra-

ribereñas del Tolima y vivir las tardes rojizas sobre sus arrozales.

ron con su magia y nos mostraron el buen

En el Huila conocimos pueblos maravillosos como Paicol, en-

viento y el buen rodar del camino. La bici

clavado en las montañas y con sus viejas callejuelas de piedras

y el pedal nos llevaron a la frontera con

y casitas blancas. En las cascadas de La Serpiente disfrutamos

Ecuador, donde prometimos seguir ade-

de la fuerza del agua y de la transparencia de la vida. Neiva

lante y atravesar algún día ese inmenso

nos regaló su música y el trampolín de la muerte. El Putumayo

pueblo llamado Sur América.

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10

Huesped

Vereda Lagunetas, Vélez, Santander. Nelson Piñarte

Parque Nacional Natural El Cocuy

Boyacá. Jaime Martínez

Perspectiva del sol

Teotihuacán, México . Danuil Dueñas

15

Iglesia de Santardecito

Cundinamarca. Juan Manuel Díaz

9 12

Parte alta de la Ciudad Perdida

14

Moriche Pauto

Sierra Nevada de Santa Marta. Diego Iván Bolívar Arias

11

13

San José del Guaviare. Julian Alberto Duarte

Tayrona salvaje

P.N.N. Tayrona, Santa Marta-Colombia. Alejandro Calvo González

16

Piel de acero

Catedral de Sal de Zipaquirá - Plaza del Minero Javier Sanchez 17

Dorado intenso

Parque Nacional Natural El Cocuy - Boyacá. Camilo Leoón Cruz

18

Vuelo en Parapente

La Calera, Cundinamarca. Alejandro Malagon

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