Revista Viajes & Aventura Ed 23

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La escalada no es lo único difícil. Hay que destinar unos días para subir a los diferentes campamentos todo el material: equipo, ropa, comida, agua. En la imagen Arno Petit Escalador Largo 28 Evrard.

Historia de varias escaladas En 1971 un equipo angloamericano superó la pared derecha de la cascada después de nueve días de húmeda, irregular y agotadora escalada entre chimeneas y vegetación; la misma ruta fue repetida por primera vez en 1976 por una expedición venezolana, entre cuyos integrantes estaban Ramón Blanco y Hugo Arnal. Desde entonces, otras tres expediciones escalaron por la izquierda: los japoneses en los ochenta, el tepuyero José Luís Pereira en 1996 (Estrella Fugaz) y luego repetida por Sebastián Villafañe, ambos pioneros en esta especialidad, hoy en día lejos de nuestro mundo, pero marcando como otros el sentido de escaladas y aventuras. De la cima del Auyantepuy, meseta

Primera vez por la bóveda… Vía directa. En 1990 Jesús Gál-

de 700 km², nacen las aguas del Kere-

vez y Adolfo Madinabeitia, un par de vascos muy determinados

pacupay Vená (Salto de la Laguna, en

a culminar su propósito, escalaron por primera vez el anfiteatro

kamaracoto). Es la cascada conocida

cavado por la cascada. Escalada principalmente en artificial (es

popularmente como el Salto Ángel, nom-

decir, utilizando el material como medio de progresión). Unos 26

bre relacionado con el aviador-aventurero

días de escalada, entre ellos 16 en la pared, bastaron para tan im-

Jimmy Ángel, quien en 1937 aterrizó en

presionante hazaña de aventurarse donde nadie nunca se había

tal cima, de la que tuvo que salir a pie.

atrevido, sin la certeza de encontrar alguna salida a la cumbre.

La cascada Kerepacupay Vená se preci-

Luego de tres tentativas, en mayo de 2005, un equipo inglés lide-

pita desde sus 976 m para pulverizarse

rado por John Arran y con la compañía de los venezolanos Iván

en miles de partículas que vuelan con el

Calderón y Alfredo Rangel, liberaron en 19 días dicha vía con una

viento y forman al mediodía dos arcoíris

variante de salida (liberar una vía: escalar todos sus tramos sin caí-

que sólo pueden ser vistos desde el vacío

da, progresando únicamente con sus manos y sus pies, utilizando

de sus paredes.

el equipo como medio de seguridad en caso de caída).

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ESCALADA Salto Ángel, Venezuela

Marzo 2006. 1ª repetición en libre vía directa variante inglesa. Diario de una aventura En 2005, un sueño compartido por Arnaud Petit, Stephanie Bodet e Igor Martínez se empezó a cristalizar desde Francia. Tres meses de preparación, conformación de equipo, logística, financiamiento… fueron necesarios para que en marzo de 2006 un equipo internacional conformado por los franceses Stephanie Bodet, Arnaud Petit, Nicolas Kalisz y Evrard Bandebaum (Video), el español Toni Arbonés y el venezolano Igor Martínez, se unieran en una aventura vertical en el corazón de la Gran Sabana y en las brumas de El Salto Ángel del Auyantepuy (Montaña de Infierno, en lengua pemón). Después de 3 días de preparativos para 30 días en autonomía -de los cuales 16 en la pared- salimos al fin de la selva de concreto de Caracas con nuestros 18 bolsos de 30 kg cada uno, por Expresos Ejecutivos (excelente servicio y atención) en dirección a Ciudad Bolívar. Con nuestros 540 kg de equipaje tomamos allí dos avionetas con el capitán Alfonso (Transmandú) directo a Kamarata, comunidad indígena pemón de 700 habitantes al pie del Auyantepuy. Permanecimos dos días en esta hermosa comunidad, donde la Misión y los habitantes han hecho de ella un lugar de tranquilidad y en pleno desarrollo. Creemos que existe la necesidad de establecer un plan de manejo sostenible del ecoturismo en el Parque Nacional Canaima. Es indispensable para dar respuesta a sus deseos y las potencialidades ecoturísticas de la zona. Luego de realizar un donativo en medicamentos a la comunidad y con luz verde de las autoridades locales (capitana del Sector 2 de Kamarata, señora María Concepción Betis y Federación Indígena del Edo. Bolívar) partimos en dos curiaras por los ríos Akanan, Carruao y Churun con las dificultades que acarrea el navegar por ellos durante el verano; varias veces hay que bajar todo el equipaje y empujar por los rápidos o por el lecho del río. Dos días de navegación fueron necesarios para llegar a Isla Ratón, desde donde apreciamos la magnífica y monumental 24

cascada. Establecimos el Campamento Base (Camp Base)

“La dinámica fue siempre la misma: escalar, fijar cuerdas, bajar, dormir, subir por las cuerdas fijas... para de nuevo escalar hasta más arriba y llegar a lo que será el próximo campamento…”. La escalada fue muy dura y con alto grado de exposición a accidentes. Fue necesario estar siempre pendientes de seguridades, amarres, anclajes, calidad de roca, provisiones, etc. Anotaciones de todos los aspectos relacionados con la escalada a la cascada conocida tradicionalmente como Salto Ángel.



ESCALADA Salto Ángel, Venezuela escalar cada tramo sin caída y únicamente con las manos y los pies. Luego de una noche en el Camp 4, muy pequeño e incómodo, el Camp 5 fue nuestro gran hotel por cuatro noches. Una repisa más cómoda a 700 m, de 10 m de largo por un metro de ancho. El estar en la verticalidad se va haciendo rutinario, nos adaptamos al espacio precario, al vivir en función de la luz del sol, a lo que uno come, a las noches leves donde el cerebro se vuelve una máquina constante de sueños esperando el amanecer para retomar la rutina establecida. La tolerancia, el respeto, la solidaridad y la comunicación perduran en el equipo, claves indispensables para el éxito de tan grande desafío.

Meta cumplida Después de 12 noches en la pared salimos a la cima del Tepuy. Igor tuvo el honor de salir primero, al anochecer, después de 60 m de “mata-tracción” vertical, bajando los 200 m que nos separaban con un detalle de la cima (una flor). Al día siguiente nos mudamos todos hasta la cima, terminando con la rutina establecida, una vida en la vertical, en donde las nociones del tiempo y de la horizontalidad se pierden y al llegar a la cima cuesta adaptarse de nuevo y darse cuenta de que lo que era un sueño ya es una realidad. Dos días en la cima: tiempo para descansar, caminar, contemplar, asimilar las experiencias, lavarse, terminar En curiaras, embarcaciones de vela y remo, el equipo navegó durante dos días por los ríos Akananan, Carruao y Churun, hasta llegar a Isla Ratón, desde donde divisaron la cascada Salto Ángel. 18 bolsos de 30 kilogramos cada uno, es decir 540 kg. de equipaje en total, es una muestra de la gran logística y preparación necesarias para afrontar un reto como la escalada a Salto Ángel.

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con lo poco de provisiones que quedan Equipos, ropa, comida para 15 días y, contrariamente a lo que

y organizar la bajada y el regreso. Los

pareciera, 200 litros de agua, puesto que la cascada es inalcan-

1.000 metros de cuerdas que teníamos

zable desde la pared. Gran total, 420 kg de lastre en 14 petates

fueron empatados y todos los bolsos

de 30 kg c/u.

amarrados en el extremo y descendidos

El Camp 3 era una pequeña repisa alargada de 3 m por 1,5 m.

paralelamente a la cascada.

Con la ayuda de dos camas de pared permanecimos cinco días,

Después 20 rapeles (descenso por cuer-

dos de ellos bloqueados por una tormenta que cayó y nos hizo es-

da) nos fueron necesarios para descender

tar bajo el agua por esos días. La dinámica fue siempre la misma:

en seis horas por el lado izquierdo en sen-

escalar, fijar cuerdas, bajar, dormir, subir por las cuerdas fijas...

tido contrario de “Estrella Fugaz”. Crescen-

para de nuevo escalar hasta más arriba y llegar a lo que será el

ciano llegó con las curiaras a los dos días,

próximo campamento, plegar campamento y mudarse, subiendo

como estaba previsto desde 24 días antes.

los petates por tramos con un sistema de poleas.

Día y medio de navegación hasta Campo

La escalada fue muy dura psicológicamente y con alto grado de

Carruao, una pequeña comunidad de 20

exposición a accidentes. Requiere un alto nivel físico y técnico. El

personas muy sencillas y hospitalarias.

70% de los tramos va por encima del 5,12 obligatorio. La vigilan-

Una vez más quedamos conmovidos con

cia y conciencia a todo detalle ha de ser constante: seguridades,

el pueblo pemón y sus ganas de ser ayu-

amarres, anclajes, calidad de roca, provisiones, etc. Por todo esto

dados para desarrollar el turismo y mejorar

se hace muy lenta y delicada la progresión, además del querer

su calidad de vida. Después de dos días





MONTAÑISMO Nevado del Tolima

Las paredes rocosas del profundo cañón moldean una garganta natural de gran belleza y forman uno de los numerosos abismos que caracterizan esta zona volcánica. Al bajarnos del camión, un sendero nos condujo luego de 50 minutos de caminata a las renombradas termales de El Rancho. Conocido como un lugar de descanso para los ibaguereños, las termales recibían a cientos de visitantes que buscaban alivio en las aguas medicinales. El trayecto hasta aquí no implica más de una hora de desplazamiento en vehículo desde Ibagué y, a lo sumo, una hora de caminata. Debido a la erosión ocasionada por las frecuentes lluvias que se presentan en el sector, las piscinas fueron sepultadas varias veces por aludes que dificultaron la Joven helecho en formación.

construcción de un balneario definitivo. En uno de estos derrumbes perdió la vida Jairo Salinas, habitante del llamado páramo

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de Romerales y amigo que conoceríamos

Colibríes y otras especies de fauna endémica de los páramos acompañan con sigilo el paso del montañista. Cañón de ascenso hacia las termales del Rancho siguiendo las aguas del río Combeima. A medida que se asciende, la altura y la inclinación del terreno, ponen a prueba la fortaleza física y mental del montañista.





MONTAÑISMO Nevado del Tolima

Ruta normal con Morro Negro cubierto de nieve. Tras una fuerte tormenta de nieve, el cielo despejado y el sol dan una visual espectacular de un nevado cubierto de nieve superficial, que horas más tarde se derretirá. Cedric Capiaux, montañista francés luego de conquistar la cumbre. Y un grupo de montañistas tomando un descanso al lado del cráter del volcán

Se vislumbra la cima Tratamos de calmar la ansiedad que sentíamos preparando las bebidas que necesitaríamos al día siguiente. Mientras tanto, la neblina se fue espesando a nuestro alrededor. Las horas siguientes fueron desesperantes: cuando conciliábamos el sueño y despertábamos, creíamos haber dormido por horas cuando en realidad habían transcurrido unos pocos minutos. A las 3 de la mañana empezó el ritual preparatorio para la salida a la cumbre. Las nubes posadas sobre los valles y la nitidez de las estrellas auguraban un buen día. La pendiente de la morrena y la altura se hicieron sentir. Los latidos del corazón en las sienes y la falta de aire en los pulmones presagiaban una batalla interior en la que la paciencia y la resistencia serían determinantes. Poco a poco ganamos altura hasta que finalmente tocamos la nieve. Simultáneamente el entorno fue cambiando y las estrellas dieron paso a una extraña claridad en la que el color imperante era el rojo. Ante el espectáculo que se nos presentaba, nuestra reacción fue sentarnos a contemplar el paisaje. Las nubes teñidas de rosa envolvían las laderas de la montaña por lo menos 1.000 metros abajo del punto donde nos encontrábamos. Al reanudar la marcha nos percatamos de la inmensa mole de roca que se alzaba justo a la izquierda de la ruta. Con los años nos hemos familiarizado con la imagen de Morro Negro, el gigantesco montículo que domina la ruta normal. La pendiente empezó a ceder y llegamos a una repisa en donde varias fumarolas

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emanaban un fuerte olor nauseabundo.

Rápidamente, y buscando evitar los efluvios sulfurosos, subimos por el denominado “Oído” y afrontamos una abrupta pared de nieve. Superada esta dificultad, encontramos un camino de suave pendiente que nos condujo al lado del cráter. La fuerte e intimidante pendiente en el interior del mismo y los olores que advertían de su actividad, hicieron que siguiéramos de largo. Cuando dábamos los últimos pasos para alcanzar la cumbre, paulatinamente fueron apareciendo las moles del nevado Santa




Dos ríos forman el Guaviare: el Guayabero y el Ariari. En el primero desapareció para siempre un amigo mío, Luis Enrique Varela, un hombre sencillo que vivía selva adentro en la sierra de la Macarena. Lo conocí en mis andanzas por esos montes.

La Puerta de Orión: la más bella piedra de Colombia, parece levantada sobre una base de rocas. Avenida en Ciudad de Piedra, con separador central.

Llegar a su cabaña era encontrar un remanso de paz. Mandarinas, quesos, huevos, carne de animal de monte. Y sus historias –imagino que muchas inventadas- eran gozo para el espíritu. La canoa llevaba ganado y zozobró.

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COLOMBIA SECRETA Ciudad de Piedra - Guaviare

Las piedras parecen sembradas entre la vegetación. Los anturios silvestres (aráceas) crecen entre las piedras.

El Guayabero y el Ariari se desprenden de la Cordillera Oriental, del lugar más privilegiado de la geobiología del planeta; en efecto allí se reúnen cuatro parques nacionales naturales. Los dos ríos atenazan la serranía de la Macarena y se juntan para dar origen al Guaviare. ¿Quién desemboca en quién? Nadie sabría decirlo. El Guaviare recorre zonas ricas en curiosas formaciones rocosas. Los puentes Naturales, la Puerta de Orión y Ciudad de Piedra son tres de estas manifestaciones pétreas en el departamento del Guaviare. Una interminable carretera une a Villavicencio con San José del Guaviare. Media hora antes de esta ciudad surgen en medio de la sabana los Puentes Naturales y la Puerta de Orión. Los primeros son eso, puentes en roca maciza bajo los cuales corre un humilde caño. El viajero no avisado juraría que los enormes puentes de piedra son hechura humana: tal es la semejanza con una obra de ingeniería. Lo más impactante es mirar los estribos. Ni más ni menos

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así saldrían de una oficina de ingenieros.




ñas manzanas, están nítidamente delimitados por calles rectas en tierra cubierta de grama. Es tal el parecido con una ciudad que muchas personas se sienten autorizadas a emitir las más peregrinas hipótesis sobre su origen, que obviamente es producto de la erosión y de la actividad de la Tierra, aunque yo mismo intenté creer, sin éxito, en las divertidas conjeturas. La otra es Ciudad de Piedra, propiamente dicha. La he visitado varias veces y volveré algunas más. Espero no cambien las piedras de sitio. La verdad es que esta “ciudad” me seduce en un tira y afloje, mezcla de resistencia y atracción instintivas. Como las películas de terror que, sin embargo, atraen a las personas miedosas. Profeso cierto amor-odio irracional, nada explicable, a elementos de la naturaleza que anonadan sin compasión al hombre, sin darle salida razonable. Trataré de explicarme. (¿O de enredarme más?)Tal ocurre con las piedras cuando, sin intervención del hombre, alcanzan cotas de especial belleza. Digámoslo de una vez: me ofenRoca ciclópea a la entrada de Ciudad de Piedra. Vista lateral de la Puerta de Orión.

de su eternidad, su terca persistencia, su indeleznabilidad (me atribuyo la paternidad del término), frente al hombre. Uno, pobre, débil, falible efímero que a duras

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es absolutamente alucinante. Muy seguro Colombia no se quedará

a pesar de los problemas, conflictos, ca-

así para siempre y es sólo cuestión de tiempo para que más perso-

rencias y necesidades siempre esbozan

nas interesadas en hacer este tipo de viajes vengan a este destino

a flor de labios una sonrisa sincera y pró-

increíble. El magnífico entorno natural y la cultura fascinante son como

diga de esperanza.

saltos entre el pasado y el presente. Luego de venir a Colombia siempre esperas volver pronto para buscar más caminos, espero acceder a mejor información sobre más lugares de interés para motivarme. La imagen de Colombia está cambiando, parece estar dejan-

El Cóndor Andino (Vultur gryphus) es el ave nacional de Colombia. La mayoría de cóndores que ahora viven en Los Nevados y El Cocuy hacen parte de programas de introducción de individuos nacidos en zoológicos. Habían sido declarados en peligro de extinción debido a la cacería y la destrucción de su hábitat.

do atrás los días oscuros de la violencia, es la tercera economía más grande de América del Sur, se está perfilando ante el mundo como un buen lugar para visitar y probablemente el tiempo de hacerlo es ahora”.

Breyler Sanabria. Guía local en Murillo (Tolima, Colombia). “En Colombia los caminantes al parecer encuentran una forma más tranquila de salir de su rutina, las rutas en las montañas no son llenas de gente y, además, el contacto íntimo y especial con los colombianos y sus recursos naturales. Es una forma distinta de turismo que es importante para el desarrollo local desde el punto de vista incluyente para la gente local, dinamiza la economía de los pueblos y muestra nuevas alternativas de intercambio social,

Colombia está en la posición # 1 según el número de especies de orquídeas. También es el # 1 en especies de aves con más de 1800, de las cuales 66 son endémicas. Colibrí Barbudito Paramuno (Oxypogon guerinii).

cultural y económico. A los visitantes les mostramos otra cara de Colombia, la verdadera tierra hermosa por explorar en algunas partes de su territorio, como es el caso del norte tolimense”. Después de saber y comprender el significado que tiene Colombia para algunos de los extranjeros que viven temporal o definitivamente aquí en el país, o de aquellos que vinieron por algunos días o semanas sólo de visita, no es difícil entender por qué cuando retornan a su tierra o recalan en otro destino llevan en su equipaje sobrepeso emocional. Y la razón radica en que además de su reencuentro con la montaña o el descubrimiento de zonas de innegable imponencia natural y cultural, perciben que lo más representativo son sus habitantes, quienes

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EXPEDICIONES Río Cardenillo

de frente o lateralmente adopta esta forma, dando al ojo observador del visitante una vista increíble del cerrado valle, del que finalmente provienen las aguas por fusión, del flanco occidental de los glaciares de los picos Güican y Ritak U’was Norte, Negro y un área parcial del Blanco. Al ritmo del sonido del agua, que golpea una a una las ovaladas rocas que forman parte del lecho del río, van apareciendo diArriba. Señalización -Parcialde la vía de acceso a las lagunas. Abajo. Afloramientos Rocosos en la vertiente occidental del pico Ritak U´wa Norte.

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Por el trayecto ideal

ferentes especies de aves, hasta llegar a un pequeño valle adornado de frailejones y

Nuevamente ubicados en la ruta normal, que conduce al cami-

romeros, donde el camino se define a me-

no utilizado para realizar la travesía de la sierra de norte a sur,

dida que se avanza. En condiciones rústi-

seguimos hasta encontrar el río que lleva el nombre de este valle:

cas, pero amables, se puede establecer un

“Cardenillos”. Se encuentra encajonado en una amplia canaleta

campamento para descansar, aclimatarse,

de roca y pajonal ya demarcada por un discreto sendero (a mano

recargar baterías (comida e hidratación) y,

derecha y antes de cruzar el río) que, siguiendo el rumbo aguas

finalmente, contemplar desde diferentes án-

arriba, nos llevará en poco tiempo a un cañón que por su aparien-

gulos la magnificencia del paisaje diurno y

cia topográfica he decidido llamar “El Cangrejo”, pues al mirarlo

nocturno de la montaña y del firmamento.




“Ningún Cruce es similar a otro”, decían en la previa algunos corredores con varias ediciones en sus espaldas… y tenían razón. La edición anterior (2013) mostró dos caras: una nublada y fría para los equipos, y otra soleada para los competidores individuales. Las dos modalidades fueron también diferentes: una pareció desarrollarse en invierno y la otra en primavera. Pero como dicen quienes han tenido la oportunidad de ser testigos o protagonistas de este magno evento: “Eso también es parte de El Cruce”. El recorrido de El Cruce Columbia 2014 transcurrió por la Patagonia chilena, comenzando al pie del volcán Osorno, sobre la playa del lago Todos los Santos, y culminando cerca del volcán Puyehue, en territorio argentino. El paso fronterizo de la edición del presente año fue Cardenal Samore, puerto de montaña de los Andes sureños que se encuentra entre fabulosos paisajes caracterizados por espesos bosques, ríos, cascadas, volcanes, lagos y diversas especies de flora y fauna. Los paisajes exuberantes estuvieron presentes tramo tras tramo, jornada tras jornada, pero no el confort ni las comodidades a las que posiblemente están acostumbrados los competidores en su diario vivir. Y la razón, como en todas las ediciones pasadas y futuras, radica en que es una carrera que se fundamenta en los desafíos extremos que provoca la montaña: extenuantes trayectos con múltiples desniveles,

categorías Damas, Caballeros y Mixtos. Para la organización fue

cansancio excesivo, lluvia, fuertes vientos,

fundamental la seguridad de todos los participantes, motivo por el

nieve y vida en los campamentos, entre

que hubo un equipo dotado del equipamiento indispensable para

otras características.

prestar atención inmediata a quienes la requirieran. Además, en

Según nos indicaron los organizadores, el balance de esta nueva edición fue altamente positivo en muchos aspectos, entre ellos

los volcanes y recorridos hubo guías de montaña especializados.

Los triunfadores

el turístico, como lo evidencia la ocupación

Marco de Gasperi se transformó en el nuevo conquistador de

hotelera en Puerto Varas. Miles de personas:

los Andes; el corredor italiano se quedó con El Cruce, pese a que

corredores, acompañantes e integrantes de

Sergio Trecaman, de Argentina, ganó dos de las tres etapas de

los medios de comunicación de todo el mun-

la carrera que largó desde Puerto Varas, Chile. El tercer lugar fue

do siguieron las incidencias de la prueba de

para el estadounidense Dakota Jones. De las damas, la mejor fue

principio a fin, por aire y por tierra, en este

la muy conocida Emma Roca, atleta española de sobresaliente

trazado competitivo a través de la cordillera

actuación en carreras de aventura, a quien los medios aliados de

de los Andes, entre Chile y Argentina.

la red internacional Southern Network le han dado seguimiento y

Se corrió en dos modalidades: Team, en-

proyección por su indudable valía. Sergio Trecaman, de Esquel,

tre el 6 y el 8 de febrero en equipos con-

se quedó con la tercera y última etapa, pero no logró achicar la

formados por 2 integrantes en las catego-

diferencia de 8 minutos que le sacó el Italiano De Gasperi en la

rías Damas, Caballeros y Mixtos, y Solo,

primera etapa. Así y todo, el esquelense celebró su actuación en

del 7 al 9 del mismo mes, también en las

una de las pruebas más importantes del mundo en este rubro.

Arriba. El carácter de los aventureros es vital para salir adelante en este desafío a la cordillera de los Andes. Abajo. La inclemencia del clima es un factor que siempre está presente en el Cruce Columbia

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