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Justice League

El arte y la industria del cine, los fanáticos tóxicos y mi amor por Zack Snyder’s Justice League

Por Manuel Pineda

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Before what, Bruce? Kill me? You won’t kill me. I’m your best friend. Besides, who’s gonna give you a reach-around? - Joker

El 18 de marzo del 2021 se llevó a cabo el estreno internacional de Zack Snyder’s Justice League, la cual se exhibió a través de servicios digitales; esta versión es una edición íntegra de la proyectada en salas de cine durante el 2017. Durante ese año, los que seguían las noticias sobre la producción fílmica estaban enterados de la solicitud que realizó el cineasta Zack Snyder a los ejecutivos de Warner, sobre extender seis meses más de producción para finalizar los efectos digitales; además de más presupuesto para pagarlos, también sabían que su hija Autumn se suicidó generando que Snyder abandonara la producción. En consecuencia, los ejecutivos solicitaron que el director Joss Whedon finalizará la película para cumplir con el calendario de estrenos establecido. Sin embargo, no habría crédito como codirección, ya que respetarían el nombre de Snyder como director de la cinta.

Cuando se estrenó Justice League en el 2017, un grupo de la audiencia se percató de la diferencia de estilo, tono, estética y dirección que habían establecido Snyder y el guionista Chris Terrio en Man of Steel y en Batman V Superman: Dawn of Justice; además, empezaron a surgir rumores y testimonios sobre los cambios establecidos durante el periodo de ausencia del cineasta original: variaciones de guion como eliminación de escenas o sub-argumentos, disminución de puesta en escena y eliminación de personajes, agregado y transformación de diálogos, cambio en la paleta de colores y en el brillo de las imágenes, además de rehacer algunas escenas con resultados negativos respecto a la calidad digital y audiovisual.

Conforme pasó el tiempo fue creciendo un movimiento en redes sociales que se tituló #ReleasetheSnyderCut, sobre este grupo de fanáticos se dijo mucho, que son tóxicos, agresivos, obsesionados, apasionados e incluso aprovechados. Lo cierto es que fue una corriente social que se desplegó a través de las redes sociales digitales, violentos o no, logrando mantener activo el tema en voces publicas relacionadas a la industria audiovisual estadounidense. Pero también voy a agregar otra razón, y es que en los últimos años ha cambiado mucho la forma de difusión de las producciones audiovisuales, nótese que este concepto engloba todo lo producido en el ámbito cinematográfico, televisivo, radio e internet.

Los servicios digitales de transmisión han cambiado el panorama de cómo se difunden y consumen los productos audiovisuales. Netflix generó un dilema dentro de la industria cinematográfica y la organización de los festivales de cine, creando una oleada de cambios de adap-

tación por parte de una industria centenaria, que se vio obligada a aceptar obras audiovisuales creadas para las pantallas en casa o móviles.

Al generar ganancias impensables para productos que no fueron proyectados en salas de cine, las grandes empresas que poseen casas productoras decidieron subirse al tren mágico de las transmisiones de video. Amazon, Disney, Apple, Paramount, Time Warner, entre otras, empezaron a desarrollar sus propias plataformas de streaming (transmisión de video) para hacer competencia a Netflix. Pero no es un tema tan simple como hacer la plataforma y subir su contenido, ya que el atractivo principal es ofrecer productos nuevos, originales y exclusivos. Por eso no sorprende que una compañía como WarnerMedia, bajo una nueva dirección gracias a la adquisición de Warner Bros. por AT&T, haya decidido invertir una cantidad de 70 millones de dólares, comparado a los 300 millones que habría tenido que invertir en una nueva producción fílmica. No existe mejor gancho para atraer clientes que un producto atrayente y controvertido como el Zack Snyder’s Justice League.

Además, existió un tercer factor que influyó en la difusión y el éxito de la película, pero sobre este no ahondaré porque es mas que evidente: la pandemia por COVID 19. En un contexto mundial en el que la sociedad esta limitada por un problema de salud pública, la ausencia de estrenos en salas de cine nos obliga a esperar los de las plataformas de transmisión de video, y no hay mucha competencia entre éstos, ya que las productoras de cine han postergado los lanzamientos de las superproducciones para que sean exhibidas en las salas cinematográficas. Sólo las películas de menor presupuesto han salido discretamente en las plataformas digitales o directamente en formato físico.

Pero bueno, ya fue una gran introducción que tal vez ha sido innecesaria. Respecto a la película, probablemente varios de los lectores ya la hayan visto, otros no, así que les escribiré mi clásica sinopsis de Zack Snyder’s Justice League. A unos meses de la muerte de Superman a manos de Doomsday, Batman, motivado por un sentimiento de culpa y temor a un futuro postapocalíptico, decide buscar a otros metahumanos para poder crear un equipo que proteja a la humanidad. Al mismo tiempo, en distintas partes del mundo, ha aparecido Steppenwolf, quien quiere conquistar la tierra para transformarla a la imagen y semejanza de su planeta origen: Apokolips. Steppenwolf y su ejército de parademonios, inevitablemente, se enfrentará a la liga de superhéroes que la Tierra no había visto desde la Era de los Héroes.

Superficialmente, el argumento principal de la versión estrenada en el 2017 es similar a la versión del director estrenada en este 2021; sin embargo, el diablo está en los detalles. La obra cinematográfica inicia con el trágico desenlace de la batalla final de Batman V Superman, presentando el motivo por el cual despiertan las Cajas Madre.

Superman es un extraterrestre, pero es un ser astral criado en la Tierra por una familia estadounidense, esto quiere decir, que no importa cuál sea su origen biológico, el ser se construye a partir de su contexto histórico y social. Esto nos debe de quedar muy claro, ya que estamos ante una obra audiovisual que es adaptada de obras artísticas preexistentes; por lo tanto, la adaptación de un personaje de ficción siempre responderá a un contexto histórico y social determinado. El Superman presentado por Snyder es un humano que experimenta sensaciones humanas a pesar de ser un superhombre, lo que antes definiríamos como dios. Desde Man of Steel se hace una analogía entre Superman y Jesucristo, la iconografía religiosa está muy presente en cada uno de los 24 cuadros por segundo que vemos en pantalla, ésto se entiende debido a la influencia de la religión y de la formación educativa de Zack Snyder.

No he entendido por qué la adaptación de este personaje no ha gustado a algunos sectores, este Superman interpretado por Henry Cavill, tiene el físico, el carisma y la sencillez que caracterizan al personaje, además como Jor-El en Man of Steel lo define bellamente «…you are as much a child of Earth now as you are of Krypton. You can embody the best of both worlds. The dream your mother and I dedicated our lives to preserve». Sí, tal vez sea algo agresivo, al final es un extraterrestre con características humanas porque fue criado en el contexto terrícola, pero que daría su vida para que la humanidad y Louis Lane prevalezcan.

Diana Prince, conocida como Wonder Woman, es otro personaje presente que también sufrió cambios, aunque mas discretos. Para empezar, hace honor a su descripción como guerrera Amazona, su presencia como líder es única, inteligente, fuerte, agresiva, certera, con temple y con una destreza única, no es replegada a un objeto sexual a través de bromas sexistas. Además de que el compositor Tom Holkenborg creó otro leitmotiv sonoro para Wonder Woman, una melodía que estará presente durante cada escena donde hay acción dirigida por ella. Sumado a la presencia de Diana, existe otro grupo de personajes que generan poesía audiovisual: las amazonas de Themyscira. Mujeres guerreras replegadas en la isla que hacen todo lo posible por proteger la caja madre, ellas interpretan una de las escenas de acción más natural y emocionante que tiene la película, además la complejidad técnica

y la demanda física que exigió toda la secuencia demuestra que Snyder sabe cómo proyectar una imagen femenina sin caer en estereotipos sexistas. De hecho, esto último ha estado presente en su filmografía con películas como 300, Watchmen y Sucker Punch.

Aquaman, conocido como Arthur Curry, recupera varias escenas eliminadas en la versión de cines de 2017, generando congruencia y conexión con la película Aquaman (2018) dirigida por James Wan. La presencia de Vulko, interpretado por Willem Dafoe sin exceso de maquillaje, y la presencia de Mera, Amber Heard con maquillaje natural, le dan mas contexto a Arthur, además de que hay temas sonoros que nos describen cómo se siente el heredero al trono, el rey sin reino. Realmente estas escenas eran únicas, tampoco entiendo porqué las eliminaron si se complementan de forma perfecta con el filme dirigido por Wan, además demuestra la coordinación entre cineastas y guionistas, evidenciando que se puede construir una serie de películas

con diferentes tonos que se complementan entre sí.

Otro personaje que no cambia mucho, pero se vuelve más orgánico, es Barry Allen, the Flash. Su contexto como un chico que se desplaza a velocidades irreales, pero que no sabe a dónde se dirige lo transforma en un gran personaje: es listo, sin embargo, es inseguro. Ama a su padre, es solitario, necesita un empleo, pero no quiere desenvolverse en el ámbito formal a través de la criminología. Tiene un humor único que mantiene fresco al grupo, además, en el aspecto audiovisual, nos regala junto al equipo de producción, una de las escenas más bellas de la “super velocidad”. Barry Allen no es un personaje tonto, al contrario, es un ser humano que sabe que puede ayudar, que estará ahí para apoyarte.

Cyborg, es otro personaje destacable, en diferentes entrevistas Zack y Deborah Snyder dijeron que Víctor Stone es el alma de la película. En la versión del 2017, tanto él como Barry Allen son replegados a “payasos”; sin embargo, aquí tienen un protagonismo digno. Prácticamente, Víctor es el héroe principal, sin él no habría final, y con este arco argumental se demuestra que el cine de Snyder no es “oscuro o sombrío” como algunos se atreven a definirlo, porque el tema principal es el de la familia. Víctor solo quería aceptación por parte de su padre, recibir una palmada y escuchar las palabras “estoy orgulloso de ti, hijo.”. A nivel argumentativo el drama familiar está en la trilogía, la familia Kent en Man of Steel, la familia Wayne en

Batman V Superman, y la familia Stone en Justice League y, de hecho, en esta última se congregan más familias: la de Themyscira, Atlantis, la familia Allen, la familia Kent y, por supuesto, la de superhéroes. Si lo ves en conjunto, hay congruencia narrativa entre las tres películas más allá del estilo técnico y estético.

Batman, este Bruce Wayne es perfecto, es el Bruce adecuado para esta saga, aquí vemos a un detective de la noche que fluye con el estilo de Zack Snyder y la escritura de Chris Terrio. Agresivo, activo, muy físico; pero, al mismo tiempo, con la disposición de obtener al equipo de superhéroes que protegerán a la Tierra. La versión presentada aquí es muy similar psicológicamente a la del 2017, aunque en esa edición se borró parcialmente el motivo y ya no se hizo gran referencia al futuro postapocalíptico. Sin embargo, en esta edición íntegra nos deleitan con un futuro aterrador, digno de las fantasías de los amantes de la ciencia ficción y de los cómics. Además, se recuperan otras escenas con Alfred que nos dejan un gran sabor de boca respecto a la relación entre Bruce y él.

Zack Snyder es un cineasta, no es un técnico ni un aficionado, sabe lo que expresa a través del lente cinematográfico. En el 2004 conocí el trabajo de Zack Snyder a través de la nueva versión de Dawn of the Dead, en esa época me sentí muy ofendido porque no llegaba al nivel de la original dirigida por George A. Romero. La crítica social y la sangre estaban limitadas, además había “algo” ausente, después descubrí que había una versión sin censura que cumplía con la violencia y la sangre que caracterizan a una película sobre zombis. Pero con 300, Snyder saltó a mi lista de cineastas en ascenso, al adaptar de forma tan certera una novela gráfica. Su forma de llevar un lenguaje gráficonarrativo, a un lenguaje audiovisual fue increíble: dos lenguajes diferentes se fusionaron en uno solo. Mucha gente piensa que la fotografía es el arte hermano del cinematográfico, sin embargo, la rama artística más cercana al cinematográfico es el de la historieta, ya que comparten elementos similares de representación en un soporte material. Snyder supo cómo fusionar los lenguajes, creando un estilo cinematográfico determinado.

El cine de Snyder no es perfecto, sobre a todo a nivel argumental cuando él es el guionista, pero lo que vemos en pantalla es un lenguaje audiovisual que no necesita explicación porque los personajes, junto a los elementos artísticos, nos hablan, dialogan con nosotros, y nuestro cerebro capta todo lo que se le expone, tal vez no sepamos representarlo, pero está ahí, dentro de nuestro subconsciente.

Zack Snyder’s Justice League es una película perfecta sobre superhéroes que responde al contexto histórico y social actual, hay que aprender a comprender que la adaptación de personajes responde en el mismo sentido, y que no puede satisfacer a todos porque cada uno percibe a los personajes de acuerdo con su tejido social. Mientras que algunos viven con la nostalgia del Superman de Donner, otros viven con el Batman de Burton, y algunos con el Batman de Nolan, así que hay que aprender a vivir con todas las diversas transformaciones de los personajes que amamos, y si no estamos satisfechos, pues hay que crear para nosotros. El aprendizaje es que no debemos de ser violentos y aprender a tolerar, toda la trilogía de Snyder habla sobre la tolerancia y sobre un Batman rompe traseros al igual que un Superman rompe cuellos, ah y Martha.

Por Azucena Mecalco

¿Qué es lo que más deseas en el mundo y qué estás dispuesto a pagar para obtenerlo? Los deseos son una fuerza peligrosa que se cierne sobre nosotros, la cual, en ocasiones, nos conduce por caminos siniestros; pues, como apuntaron en más de una ocasión filósofos y literatos como Nietzsche, Hesse o Goethe, sólo por mencionar algunos, el primer paso a la frustración es, justo, el deseo. Aunque algunos deseos puedan parecer simples e inofensivos, también puede ser que no percibamos las consecuencias de las acciones que nos acercan a ellos hasta que repercuten de forma material no sólo en nuestras vidas; sino también en las de terceros.

El tema de los deseos se vuelve mucho más tangible en una situación como la actual, en donde nos vemos sometidos al encierro involuntario que permite, tanto explorar nuestras ideas y motivaciones, como acercarnos a esa parte acuciosa, llena de necesidades físicas, emocionales, materiales; tanto reales como impostadas.

En medio de esta pandemia, y después de una serie de retrasos en su estreno, finalmente en diciembre del año pasado llegó a

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