Héroe revolucionario se enfrenta contra el gobierno de Porfirio Díaz.
Francisco I. Madero Levantamiento Armado De Madero Autores De La Revista: 2º C Bachiller Carranza Sabrina, Domínguez Mayra, Rodríguez Ricardo, Monterosas Bryan
Recordando……. Proceso histórico:
El Ocaso del Porfiriato Porfirio Díaz hizo de México un país de orden encaminado a la prosperidad, tenía un sólido desarrolló económico y una planta industrial en pleno crecimiento. A pesar de ello, la gran mayoría de la población se benefició poco del bienestar material y, por el contrario, sufría las injusticias que provocaban la concentración del poder y la riqueza en unas cuantas manos. En el campo millones de campesinos vivían en condiciones deplorables, mientras cinco mil hacendados eran dueños de la mayor parte de las tierras cultivables del país. Políticos mexicanos y empresarios extranjeros llegaron a acaparar enormes extensiones en el norte del país a precios risibles y pasando por por encima de los derechos de los pequeños propietarios. En Yucatán y Sonora, los grupos indígenas que se opusieron al despojo de sus tierras fueron reprimidos y trasladados a lugares inhóspitos. En las ciudades, los obreros tampoco gozaban de los beneficios del Porfiriato: trabajaban largas jornadas a cambio de salarios insuficiente. La clase media, compuesta por técnicos, maestros y abogados, gente con educación y aspiraciones políticas, se convirtió en la principal crítica del gobierno porfirista al ver que el poder y la riqueza se mantenían en manos de unos cuantos. En cambio, a las elites del país, grandes empresarios, comerciantes y latifundistas, les preocupaba la transición del poder presidencial. Don Porfirio estaba a punto de cumplir 80 años y no parecía decidirse a escoger un sucesor. Por otra parte, los norteamericanos favorecidos por Díaz recelaban de su política cada vez más independiente y nacionalista a tal grado que el presidente de Estados Unidos decidió entrevistarse con él. La cacareada paz estaba a punto de derrumbarse. Las expresiones de inconformidad comenzaron a brotar en algunas regiones del país; hubo huelgas en Cananea y Río Blanco, se crearon partidos políticos y periódicos de oposición.
La Revolución Maderista Hablar de este periodo es resaltar a Francisco I. Madero como principal personaje contra la dictadura de Porfirio Díaz. Presidente de México, llamado el apóstol de la Democracia Nació en Parras de la Fuente, Coahuila, y estudió en Estados Unidos y Francia. Fundó el partido Anti reeleccionista y encabezó la oposición política contra Díaz en 1910. Tras la publicación de la entrevista de Díaz con James Creelman, del “Pearson’s Magazine”, de Nueva York, en febrero de 1908, donde declaró que “vería con gusto la aparición de partidos políticos de oposición”. Madero escribió un pequeño libro llamado La sucesión presidencial en 1910, en el que proponía la participación del pueblo en las elecciones próximas En diciembre del mismo año de 1909 llevo a cabo una segunda gira por el centro del país, el occidente. Durante su tercera gira, ya como candidato, Madero fue arrestado por ser encubridor de Roque Gonzales, quien a su vez estaba acusado por injuriar y amenazar a Díaz. Encarcelado en San Luis, Madero se enteró de que ya se había declaró a Díaz como el presidente de la República para el siguiente periodo. Solo hasta entonces se dio la libertad bajo caución. Los anti reeleccioni stas se quejaron de fraude electoral y pidieron la anulación de las elecciones, a lo que el congreso se negó. El 6 de octubre de 1910 se dirigía a San Antonio Texas, donde se reunió con varios de sus partidarios y entres todos formularon el Plan de San Luis que contenía una seria de graves acusaciones contra el régimen e invitaba al pueblo para que a partir del domingo 29 de noviembre de 1910 se levantarán en armas " para arrojar del poder a los audaces usurpadores".
El movimiento revolucionario avanzo imparablemente en las áreas rurales de la mano de pequeños y medianos propietarios descontentos en el norte y campesinos desposeídos en el centro-sur del país y para comienzos de 1911 los rebeldes dominaban grandes zonas de Sonora,Sinaloa,Chihuahua,Cohuila,Durango,Nuevo León, Zacatecas, San Luis Potosí, Guanajuato, Guerrero y Morelos. El ejército federal se demostró impotente para contener a los revolucionarios, que además contaban con el respaldo encubierto del gobierno estadounidense, el cual permitió a los rebeldes abastecerse de armas en su territorio. La caída de Ciudad Juárez en manos de los revolucionarios, en mayo de 1911, marcó el final del Porfiriato. El caudillo oaxaqueño abandonó el país. El 7 de junio Madero entraba triunfante en la ciudad de México. Las elecciones celebradas meses después dieron a Francisco I. Madero la presidencia del país. Durante su breve gobierno, Madero se convirtió en la víctima del enfrentamiento entre intereses políticos opuestos. Sus enemigos lo atacaron ferozmente en la prensa, aprovechando la libertad de expresión garantizada por el propio presidente. Por otra parte, a los revolucionarios no les gusto que Madero dejara el ejército federal en manos de los antiguos generales porfiristas. Por ello se levantaron en armas contra el Pascual Orozco y Emiliano Zapata, quien exigía la restitución de tierras a los pueblos mediante el Plan de Ayala. Con los pretextos del caos político, los porfiristas Félix Díaz, sobrino de don Porfirio y Manuel Mondragón se levantaron en la ciudad de México. Durante este conflicto, conocido como la Decena Trágica, Madero confío a Victoriano Huerta el mando de las tropas leales al gobierno. Huerta con la intermediación de Henry Lane Wilson, entonces embajador norteamericano, pacto con los sublevados y capturo a Madero en el Palacio Nacional.
Personajes Que Hicieron Historia…. José Vasconcelos Nació el 28 de febrero de 1882 en Oaxaca (México). Fue discípulo de Justo Sierra y formó parte del Ateneo de la Juventud, que en torno a 1910 se enfrentó al positivismo y al dictador Porfirio Díaz, impulsando una corriente crítica y de renovación ideológica y política. En su Estética, expone su teoría sobre la evolución del universo y la reestructuración de su sustancia cósmica, en los órdenes físico, biológico y humano. Comprometido con el movimiento revolucionario, apoyó a Francisco I. Madero en el Partido Anti reeleccionista y más tarde a los presidentes Venustiano y Álvaro Obregón. Al parecer, Vasconcelos fue quien redactó el lema maderista: "Sufragio efectivo no reelección". Ejerció como rector de la Universidad Nacional, a la que convirtió en institución revolucionaria. En 1921 fue nombrado por el presidente Obregón Secretario de Educación y durante tres años, hasta su enfrentamiento con él y su posterior exilio en Estados Unidos, llevó a cabo 'una verdadera cruzada nacional' en favor de la educación popular. Hizo todo lo posible para impulsar la educación indígena, la rural, la técnica y la urbana; creó redes de bibliotecas, misiones culturales, escuelas normales y Casas de Pueblo, que convirtió en centros educativos básicos. Apoyó la obra de los primeros muralistas y construyó el Estadio Nacional como lugar de espectáculo los populares. En 1925 publicó La raza cósmica, obra en la que se expone algunas de sus reflexiones sobre el indigenismo. En 1929 regresó a su país como líder de un movimiento político apoyado por las masas que se enfrentaban al callismo dominante. Falló su intento de obtener la presidencia por lo que regresó a su retiro personal. En su obra filosófica se reivindica la intuición emotiva, opuesta a toda forma de intelectualismo y a la que sitúa en la base de su sistema metafísico (Tratado de metafísica, 1929). Entre sus obras destacan: Ulises Criollo (1935), La tormenta (1936), El desastre (1938), y Breve historia de México (1937). José Vasconcelos falleció el 30 de junio de 1959 en Ciudad de México.
José María Pino Suarez Nacido tabasqueño en 1869 casi por accidente –su familia se contaba entre las más notables de Mérida y era bisnieto del padre de la armada mexicana, Pedro Sainz de Baranda– José María Pino Suárez abandonó su Teno sique natal a los diez años para estudiar primero en el puerto de Progreso y más tarde en la capital de Yucatán. Ahí obtuvo el título de licenciado en Derecho en 1894. Dos años después contrajo matrimonio con María Cámara Vales, de una conocida familia de propietarios de haciendas en el estado. Al tiempo que desarrollaba su carrera como abogado postulante en Mérida, Pino Suárez comenzó a ganar cierta fama local como escritor. Componía sobre todo poemas que aparecieron en publicaciones como La Revista de Mérida y el semanario Pimienta y Mostaza. Sus obras eran pequeñas creaciones de un tardío romanticismo (de ninguna manera modernistas como han querido ver algunos biógrafos), sonetos muchas de ellas, que muestra la innegable influencia en formas, lenguaje y vocabulario de la poesía lírica de Gustavo Adolfo Bécquer. Dos volúmenes publicados en vida recogen la mayor parte de ellas: Melancolías (1896) y Procesarías (1908). Por más que no fueran obras de gran aliento, José María nunca dejaría de sentirse y saberse poeta; la vocación no es necesariamente genio.
¿Quién era entonces Pino Suárez? Distinguido por la historia de bronce con el mote de “caballero de la lealtad”, su vida guarda algunas sorpresas y más de un misterio. Uno de ellos, cómo este “hombre sin tacha”, “firme, inteligente, modesto”, como lo llamó Vasconcelos, consiguió despertar en Madero un sentimiento de amistad tan profundo que no dudó en acompañarse de él en su breve gobierno, pese a la oposición de muchos de sus partidarios y las acusaciones de sus enemigos. La lealtad de Pino Suárez hasta el final, su renuencia a escapar cuando pudo hacerlo por no abandonar al presidente tras el golpe de estado de Huerta, demuestran que Madero no se equivocó al escogerlo como amigo, pero tal vez sí al hacerlo vicepresidente. No debe soslayarse que con ese cargo, en el que recaería el Poder Ejecutivo en ausencia del presidente constitucional y estando bajo la amenaza de un golpe de Estado, la lealtad de Pino desacertó: no se debía a Madero, la persona, sino a las instituciones democráticas que ambos se habían esforzado por construir. Su prioridad debió haber sido la supervivencia del poder que representaba. Eso habría hecho un político, un estadista. Pino era un poeta.
Porfirio Díaz (José de la Cruz Porfirio Díaz Murió; Oaxaca, 1830 - París, 1915) Del nombre de este militar y estadista mexicano procede la designación de todo un periodo de la historia moderna de México: el Porfiriato (1876-1911). Y el mismo sufijo ya sugiere lo que fue: una férrea dictadura personalista y paternalista que reprimió toda oposición y anuló la libertad de prensa. Como los monarcas del antiguo despotismo ilustrado, Porfirio Díaz pensaba estar sirviendo a su país al dotarlo, después de medio siglo de guerras y convulsiones, de la paz y de la estabilidad imprescindibles para el progreso económico, social y cultural. Ciertamente logró, aunque a sangre y fuego, la pacificación del país y su despegue en muchas áreas. Pero, hacia el final de su mandato, su política había abierto una enorme brecha entre ricos y pobres; y, en 1910, su decisión de mantenerse en el poder prendió la mecha de la Revolución mexicana. Huérfano de padre desde los tres años, Porfirio Díaz ingresó en el Seminario de Oaxaca para seguir la carrera eclesiástica, pero pronto cambió de opinión. Cursó luego estudios de leyes en el Instituto de Ciencias y Artes, donde fue discípulo del futuro presidente liberal Benito Juárez, quien impartía derecho civil; en adelante sería seguidor suyo en lo político. El Instituto fue clausurado por orden del presidente Santa Anna en 1854. Ese mismo año intervino en la Revolución de Ayutla y apoyó al general Juan Álvarez para derrocar a Antonio López de Santa Anna. Poco después, Porfirio Díaz ingresó en el ejército, y su carrera militar fue meteórica. En la guerra de Reforma (1858-1861), conflicto civil en el que se enfrentaron conservadores y liberales, apoyó la causa liberal. La guerra concluyó con la victoria de los liberales y llevó a la presidencia a Benito Juárez (1861); finalizada la contienda, Porfirio Díaz fue ascendido a general y elegido diputado. Apenas un año más tarde tomó de nuevo las armas contra la invasión francesa (1862-1863) y la coronación de Maximiliano I (1864-1867) como emperador de México. Fue jefe de brigada en Acultzingo en abril de 1862 y ese mismo año participó en la batalla de Cinco de Mayo al lado de Ignacio Zaragoza. En 1867 protagonizó una brillante acción militar en Puebla: tras sitiar la ciudad, realizó un asalto sangriento y rápido contra las tropas del emperador Maximiliano, que se refugiaron en los cerros de Loreto y Guadalupe. Sin perder tiempo, avanzó hacia la capital de la República y la tomó el 2 de abril de 1867, hecho que fue de gran trascendencia militar, pues adelantó la caída del Imperio de Maximiliano y el triunfo de Juárez.
Reseña Del Libro…. La sucesión presidencial en 1910 Es un libro escrito por Francisco I. Madero en el año de 1908 y publicado en el mismo, texto que critica al entonces presidente de México, Porfirio Díaz después de un prolongado periodo presidencial de 34 años denominado como el Porfiriato, demandando elecciones justas y transparentes, a su vez convertir a México en un estado democrático moderno con elecciones libres, libertad de expresión y de asociación, edición que constó de 3000 ejemplares en su primera edición y distribuida en aquel año solo entre un círculo de intelectuales y periodistas. Los antecedentes se remontan a la situación de México bajo el Porfiriato. Desde 1876el general oaxaqueño Porfirio Díaz encabezó el ejercicio del poder en el país de manera dictatorial. La situación se prolongó por 34 años, durante los cuales México experimentó un notable crecimiento económico y estabilidad política. Estos logros se realizaron con altos costos económicos y sociales, que pagaron los estratos menos favorecidos de la sociedad y la oposición política al régimen de Díaz. Durante la primera década del siglo XX estallaron varias crisis en diversas esferas de la vida nacional, que reflejaban el creciente descontento de algunos sectores con el Porfiriato. Cuando Díaz en entrevista con el periodista estadounidense James Creelman en marzo de 1908 dijo: "He esperado pacientemente porque llegue el día en que el pueblo de la
República Mexicana esté preparado para escoger y cambiar sus gobernantes en cada elección, sin peligro de revoluciones armadas, sin lesionar el crédito nacional y sin interferir con el progreso del país. Creo que, finalmente, ese día ha llegado". En la capital, su libro despertó una respuesta favorable, y pronto se dirigió hacia allá para fundar el Centro Anti reeleccionista, y formaron la mesa directiva don Emilio Vázquez Gómez, como presidente; Don Francisco I. Madero y don Paulino Martínez, Don Félix F. Palaviccini y Don José Vasconcelos, como secretarios y Don Luis Cabrera, Don Octavio Bertrand, Don Bonifacio Guillén y Don Félix Xochihua, vocales.
Situación Del Periodo…. Cultura
El Hijo Del Ahuizote El Hijo del Ahuizote fue un periódico revista satírica mexicana fundada en 1885 por Daniel Cabrera Rivera y Manuel Pérez Bibbins junto con Juan Sarabia. En julio de 1902 Ricardo y Enrique Flores Magón arrendaron la publicación y se encargaron de la edición. Durante esta época se caracterizó por su oposición al régimen de Porfirio a través de la difusión de caricaturas entre las que se encontraban colaboraciones de José Guadalupe Posada. El ahuizote es la nutria o perro de agua, animal que tiene lugar en la mitología azteca; la palabra proviene del náhuatl "ahuizote": a(tl) significa "agua" y huiz(tli) "espina". En aquel tiempo, Díaz no toleró las críticas a su gobierno y desató una fuerte represión contra la prensa independiente que se atrevía a cuestionarlo. Muchos periodistas fueron asesinados o encarcelados, las publicaciones eran suspendidas y las imprentas clausuradas o destruidas. Apareció el primer número, el 23 de agosto de 1885; la primera edición fue rápidamente consumida, y se hicieron una segunda y tercera tiradas, que también se agotaron. El diario defendía principalmente el ideario liberal mexicano, que en ese momento se rebelaba contra el mandato del Presidente Porfirio Díaz. El Fígaro, seudónimo de Daniel Cabrera y el bando liberal perteneciente al diario, satirizaba el régimen porfirista, aventurándose en temas que parecían difíciles de abordar dada la época, poniendo en riesgo su libertad e incluso su vida.
Hoy Tendremos Que‌.