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4.2.4. La megafauna: el impacto en el suelo y las plantas
y la absorción de nutrientes por parte de las raíces. También, reaccionan con el carbono y lo almacenan a largo plazo. /// Las raíces pueden manipular el medio donde se encuentran. Un estudio trabajó con plantas de porotos para verificar cómo capturan el fósforo. Se las mantuvo en un gel de agar pobre en fósforo y entonces las raíces acidificaron el entorno. Esto provocó un aumento de malato y citrato, y el pH disminuyó en dos unidades en seis horas. Se produjo entonces un aumento en la absorción de fósforo y las plantas lograron recomponer el sistema de provisión de este elemento. Es el concepto de Gaia en la rizósfera.
La memoria química del suelo. Los insectos que comen raíces y hojas inducen a las plantas a producir químicos que tienen efectos a corto y largo plazo. Algunos quedan como legado en el suelo (memoria química) que puede ser captado por las próximas generaciones de plantas o insectos. /// En un estudio se cepillaron las hojas de plantas de maíz simulando la presencia de una planta cercana. Las plantas respondieron cultivando más hojas y menos raíces, preparándose para la competencia aérea. Esto muestra la sensibilidad. Luego se recuperaron los productos químicos secretados en las raíces y se germinaron semillas de maíz en una solución con las secreciones recuperadas. Se encontró que las semillas detectaron la diferencia entre las secreciones de plantas que habían sido tocadas y las no alteradas. La raíz primaria de las plántulas creció hacia soluciones de plantas intactas, lo que sugiere que podían diferenciar entre las dos soluciones. Esto muestra que en el suelo hay una memoria disponible para ser interpretada.
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La química del estrés. Los animales acumulan hormonas relacionadas con el estrés, lo cual aumenta las tasas metabólicas cuando los depredadores están cerca. Esto les absorbe energía y tienden a comer más alimentos ricos en carbohidratos (carbono). Gastan menos energía en crecer o reproducirse, por lo que comen menos alimentos ricos en proteínas (nitrógeno). La química del estrés en los animales afecta a las plantas. /// Un estudio midió en los saltamontes la proporción entre carbono y nitrógeno y encontró que era 4 % mayor en los individuos que se criaron bajo estrés. Luego se los enterró y se esperó por 40 días. Se agregaron plantas muertas al suelo y se midió la “tasa de mineralización” que refleja la rapidez con que las plantas se descomponen. Luego de cuatro meses se encontró que las plantas se descomponían tres veces más rápido en los suelos sembrados con saltamontes sin estrés. Esta pequeña diferencia en el nitrógeno fue suficiente para cambiar la tasa de descomposición debido a la capacidad de convocar a microbios descomponedores. Una prueba adicional fue crear “saltamontes artificiales” como paquetes de quitina, azúcar y proteínas y variar la composición de carbono y nitrógeno. Los resultados fueron idénticos. Se concluyó que la mera presencia de predadores que alteran a los saltamontes puede tener efectos colaterales en el suelo y en las plantas. El “efecto mariposa” a escala de rizósfera.
Impacto en las plantas. Existen tres posibles estados de destino para los ecosistemas: (1) un “mundo verde” donde domina la cubierta de árboles con una restricción de
recursos (agua o nutrientes), (2) un “mundo negro” controlado por la dinámica del fuego y (3) un “mundo marrón” controlado por los herbívoros y con el color del suelo. La densidad y distribución de la megafauna determina las transiciones entre estos estados posibles. En los ecosistemas húmedos, la pérdida de la fauna navegadora y del pastoreo puede conducir a bosques cerrados en una transición del mundo marrón al verde. /// Un metaestudio analizó 123 experimentos sobre comunidades de plantas con y sin animales. Se encontró que los herbívoros reducen la abundancia de plantas, la biomasa, la supervivencia y capacidad de reproducción. El mayor impacto es en los pastizales, porque los pastos son más fáciles de digerir y tienen menos defensas físicas (espinas). Sin embargo, no hay problemas de supervivencia porque los pastos están bien adaptados para perder hojas y regenerarse. Los campos en la zona mesopotámica de Argentina son un ejemplo donde la presencia o ausencia de ganado de pastoreo produce distintos tipos de vegetación. La riqueza de las plantas no es afectada por los herbívoros, pero si la uniformidad. /// Un estudio comparado de comunidades de plantas en campos, con y sin acceso de animales, permitió observar los cambios ecológicos de las plantas. Cuando la megafauna nativa pastorea en los bosques prefieren comer plantas nativas sobre ciertas plantas invasoras. Esto disminuye la diversidad y abundancia de las plantas nativas, al tiempo que aumentan la proporción de comunidades exóticas. De esta manera, las plantas invasoras dejarán menos oportunidades para los animales nativos.
Megafauna en el subártico. El mamut en la región subártica impactó en toda la vegetación. Los árboles se mantuvieron pequeños y otras plantas tenían suficiente espacio y nutrientes para su crecimiento. La diversidad de la flora tuvo un efecto positivo en la diversidad de la fauna. Después de la extinción de los herbívoros gigantes, las estepas se convirtieron en bosques de coníferas boreales. Esto condujo a una reducción del albedo. La capa blanca de nieve en invierno y el paisaje amarillo de pastos secos en verano, cambió por el color verde oscuro todo el año. Esto refleja menos radiación solar, lo que lleva a un calentamiento del clima. Los suelos de la estepa habitada por mamuts estaban más secos y emitían menos metano teniendo un efecto en el clima global. En la pampa argentina, la megafauna carnívora y herbívora se extinguió en el período 12.5007.000 años atrás. Las causas se atribuyen a un cambio de clima y el arribo del hombre. Sin embargo, no hubo una expansión de la cobertura de árboles como en el Ártico debido a las limitaciones de lluvia y pobreza del suelo.
Megafauna en la sabana africana. La megafauna herbívora puede ser residente (sedentaria) o navegadora (migradora o itinerante). La navegadora se mueve entre áreas, dispersan las semillas y destruyen los árboles pequeños. En las sabanas africanas se benefician las especies de plantas que tienen defensas físicas y químicas (p.e., acacias espinosas). Por las agujas del abeto blanco en los bosques boreales, los alces y ciervos evitan acercarse. Las adaptaciones usadas para resistir el fuego (hojas duras esclerófilas y corteza gruesa) sirven también para disuadir a los grandes herbívoros. La presencia de la megafauna modifica el ecosistema por consumo, pisoteo y reducción de la productividad de las plantas. Pueden alterar el equilibrio entre vegetación herbácea y leñosa. /// En África se estimó que reducen la cobertura de especies leñosas entre 1595 % en distintos ambientes. En especial en el P.N. Kruger (Sudáfrica) se estimó que cada elefante arranca hasta 1.500 árboles