13 Cuando uno se cansa
El 25 de junio de 2002, Will Smith, también conocido como
«el príncipe de Bel-Air», sacó su tercer álbum en solitario. En su primera semana, el disco, titulado humildemente «Born to reign» vendió sesenta mil copias y se situó en el puesto número trece de la lista Billboard de Estados Unidos. La gente de Columbia Records estaba moderadamente satisfecha. Pero luego, ¡puf!, desapareció. Hubo varias razones. Su primer sencillo, Black suits comin’ (nod ya head) podría ser perfectamente la peor canción de hip hop de la historia de las canciones de hiphop. Su segundo sencillo, 1000 kisses, es una base rítmica mezclada con excrementos de perro. El CD salió solo un mes después de que Eminem publicara su fantástico The Eminem Show, con lo cual había muy poco interés en los mensajes alegres y absurdos de Smith. Pero más que nada, la gente estaba simplemente cansada. Durante la última década y media, Smith había sido omnipresente, como rapero, actor o invitado a los programas de televisión nocturnos. Lo habíamos visto como una de las mitades de DJ Jazzy Jeff & the Fresh Prince, lo habíamos visto en Independence Day, Dos policías rebeldes y Wild Wild West. Habíamos escuchado Gettin’ jiggy wit it aproximadamente diecisiete millones de veces gracias al bucle despiadado de las emisoras de música pop. Pero, al cabo de un tiempo, el numerito quedó obsoleto, porque, inevitablemente, todos los numeritos pasan de moda. En verano de 2002, en el mismo momento en que Born to 335