2 El elegido
Después del decepcionante final de la temporada 1995-96,
Jerry West era consciente de que las cosas tenían que cambiar. Al vicepresidente ejecutivo de Los Angeles Lakers le gustaba Del Harris, un entrenador que no era una estrella, pero que aportaba estabilidad. También creía que sus directivos (el director general Mitch Kupchak, el consultor Bill Sharman y los scouts Gene Tormohlen y Ronnie Lester) eran hombres expertos e inteligentes capaces de reconstruir una dinastía como la de los Lakers. Pero cuando miraba el listado de jugadores y repasaba los nombres, West veía problemas. Su jugador favorito, el base Nick Van Exel, tenía agallas, talento y era duro, pero también era incapaz de controlar su irascible temperamento. Se podía ganar «con» Nick Van Exel. Pero no se podía ganar con Nick Van Exel «como líder», porque en cualquier momento podía pelearse con un árbitro o mandar al entrenador a la mierda. Sucedía algo parecido con Eddie Jones, el fino escolta seleccionado en la primera ronda del draft de 1994. Tras pasar de las calles poco amables de Pompano Beach, en Florida, a la Universidad de Temple, Jones era una buenísima tercera opción ofensiva para cualquier equipo competitivo de la NBA. En la temporada 1995-96 tuvo una media de 12,8 puntos por partido, pero, como Exel, no estaba hecho para liderar un equipo. En absoluto. Con la marcha de Magic Johnson, el nombre más deslumbrante en los Lakers era Cedric Ceballos, el autoproclamado jugador franquicia. No había nada en el juego ni en la actitud 35