3 ¡Kazaam!
El 11 de febrero de 1995, Paul Michael Glaser conoció a Sha-
quille O’Neal. Aquel encuentro cambiaría la historia del cine. Glaser era conocido por haber interpretado al detective Dave Starsky en el éxito televisivo de la década de los setenta Starsky y Hutch. Glaser se encontraba en Phoenix para asistir con su hijo Jake al All-Star de la NBA, que se celebraba al día siguiente. El encuentro entre el actor y el deportista tuvo lugar en un restaurante cerca del America West Arena. Lo había organizado un amigo común que conocía el afán por abrirse paso en Hollywood de O’Neal y el deseo de Glaser de satisfacer a su hijo. Después de darse la mano e intercambiar algunos cumplidos, aquel actor de 1,78 que quería orientar su carrera hacia la dirección miró a O’Neal a los ojos y le dijo: —Para mí eres como un genio de una lámpara. Y así empezó la leyenda de la dinastía de los noventa de Los Angeles Lakers. Más o menos. O’Neal había debutado en el cine un año antes, interpretando un personaje llamado Neon en una película de baloncesto protagonizada por Nick Nolte, Blue Chips. La cinta no era particularmente buena ni mala. O’Neal no puso demasiado empeño en su interpretación y su papel fue igual de sorprendente que una lámpara encima de un escritorio. Sin embargo, Glaser se percató del atractivo que desprendía la presencia de ese gran 65