1 BLONDIE

Anoche en San Carlos de Apoquindo Blondie no logró llenar el estadio, pero encantó a sus fans En el festival Sue II se presentaron también Gustavo Cerati, Rinôçérôse y Andy Smith.

PAULINA TORO Un día sí, y el otro no tanto. Un día efervescente, y el otro tranquilo. Dos días del festival Santiago Urbano Electrónico (SUE II). Dos noches distintas. Una inicial, el miércoles 4, con 14 mil personas, con rostros TV repartidos en el VIP y con público devoto sacando del clóset sus looks más perfectos. La otra, la noche del cierre, con menos de la mitad de la gente: sólo unas 6 mil personas ubicadas en cancha.

SUE comienza a ser marca de festival en Chile. Desde anoche dibuja su tercera versión 2005 que tiene fecha fijada para la primera quincena de mayo. Un festival que hasta ahora, en sus dos capítulos de este año, figura con un cartel que debuta con una noche estrella y cierra con perfil más bajo. En la versión de invierno 2004, Massive Attack fue la vedette en el escenario de Espacio Riesco. En la que culminaba ayer, fue Morrissey quien puso el glamour con su garbo.

Pero anoche, los encargados de animar la fiesta fueron Gustavo Cerati, Blondie y Rinôçérôse, las estrellas del evento. Ellos, en escena, encendieron un público que aunque poco, todavía quería festival. Un público que apretado y apiñado pudo sortear el frío del estadio San Carlos de Apoquindo, que bailó con un Cerati rockero y cantó con los clásicos de Blondie. Ojo que Radio Rock & Pop emitirá en las próximas semanas un especial de SUE II. COMENTARIO / MÚSICA Blondie: Esa rubia debilidad que todavía azota MARCELO CONTRERAS Un sueño húmedo de infancia hecho realidad. Era Debbie Harry la que estaba al frente. Era Blondie, el disco y el punk y el pop aún palpitando. Pero todo se trataba de ella, increíblemente rejuvenecida. A punto de cumplir 60, Harry lució vital, secundada contundentemente por cinco músicos. Entre ellos, los ya míticos Chris Stein (guitarra) y Clement Burke (batería), un músico simplemente espectacular. No paró de girar sus baquetas como intempestivas hélices.

Tras abrir con “Atomic”, el empalme con “Dreaming” y luego “Hanging on the telephone” elevó a San Carlos, mientras que el menú para el cierre incluía: “Call me” y “Rapture”.

En la partida de la jornada, los ingleses de Death in Vegas dejaron al descubierto que su ecuación de electrónica y guitarras es fallida. A cambio, Gustavo Cerati demostró que es de palabra. Anunció guitarras y las trajo. Reinventó lúcido clásicos como “Sueles dejarme solo” y “Primavera cero”.