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MARIANA LA DRACONITA ROLANDO FERNÁNDEZ BENAVIDEZ

Registro Público del Derecho de Autor Número de registro: 03-2016-061712383700-01

EL UNIVERSO DE ADHARA TOMO IX

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Rolando Fernández Benavidez Escritor Mexicano México Querétaro, siete de octubre de 2016.

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Dedicatoria

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Dedico este libro a la memoria de mi amado padre Rolando Fernández Gómez, por todo el cariño y ejemplo durante su vida. Aun cuando ha partido de este mundo; tan solo hace unas semanas, su recuerdo perdurará por siempre en mi pensamiento. Cuando somos niños nuestro padre es un héroe, todo lo sabe y nos instruye cada día. Cuando pasamos a la adolescencia pensamos que ya está un poco fuera de moda, y que sus ideas no son precisamente las adecuadas. En ciertos momentos; con respeto y algunas ocasiones sin pensarlo, hacemos hincapié en sus errores, más que en sus aciertos. Después cuando alcanzamos la madurez, solo nos queda una idea en la cabeza: “Cuánta razón tenía mi querido viejo”. Es para mí, una gran satisfacción narrar esta historia épica de aventuras, y fantasías nacidas desde lo más profundo de mis sueños. Para todos los que tienen en su interior esa chispa, ese deseo de aventurarse en mundos fantásticos que puedan desbordar nuestra imaginación y cautivar nuestro sentir. Ese elemento que nos mantiene jóvenes de corazón.

“Donde la realidad termina, la verdadera vida inicia”

Rolando Fernández Benavidez

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Ă?NDICE

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CAPÍTULO I.

EL CIENTIFICO ANURIO

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~8~ En un increíble y majestuoso planeta llamado Anuria, existía una joven, y hermosa dama de nombre Alondra Sadler. Era hija de unos reconocidos científicos, a diferencia de la mayoría de personas, ellos habían decidido formar una familia. Los habitantes de ese increíble mundo solo les interesaba la ciencia, formar familias no era un objetivo, sin embargo, algunas minorías elegían la vida en grupos monógamos; lo cual tampoco era considerado un delito. Los habitantes de ese mundo eran conocidos como Anurios, en general eran personas pacificas e increíblemente interesados en las ciencias. Sus relaciones eran frías y sin sentimientos, la gran mayoría solo tenían sexo por placer o para reproducirse. Después de siglos de evolución, los Anurios habían construido unas bases espaciales, que se encontraban suspendidas alrededor del planeta. Todo esto con la intención de preservar todo el habitad natural, tanto las especies de animales como de vegetales. La joven e impetuosa Alondra tenía 16 años de edad. Ella era diferente a todos los Anurios, le interesaba el amor y los sentimientos. Por desgracia para ella, eso no era bien aceptado entre la sociedad de ese mundo futurista. Durante su estancia en el colegio Numbat, se enamoró de un gallardo caballero, de nombre Allen Schezard. Lamentablemente, él joven mostraba una obediencia ciega a sus padres; los cuales estaban en contra de la relación con Alondra. Mariana la Draconita


~9~ Alondra cometió el error de entregarse en cuerpo y alma, con el gallardo Allen. De ese amor, procrearon un hijo. Los padres de Alondra al igual que los de Allen, estaban en desacuerdo con esa relación. Cuando el bebé nació, el padre de Alondra acordó con el médico, que su nieto fuera llevado lejos, a una guardería en donde crecían la mayoría de los Anurios. De esa manera Alondra olvidaría toda esa locura del amor, y regresaría al buen camino de la ciencia. Después de haber dado a luz, Alondra escapó para proteger a su hijo. La enfermera que apoyó durante el parto, le proporcionó todas las facilidades para escapar. Mientras Alondra escapaba con su bebé en brazos, su amado Allen Shezard toma el valor de enfrentar a sus propios progenitores y a la familia Sadler. Pero, ya es muy tarde, cuando llega a la casa de los Sadler; Alondra ya ha escapado con el pequeño infante. La noche era oscura, y llena de una espesa neblina artificial. La inocente Alondra se encontraba sangrando y cerca de desmayarse. A unos cuantos metros, había un gran agujero. Se trataba de un ducto para reciclar la basura, en la inmensa plataforma espacial (unos androides, sin mucha inteligencia, se dedicaban a depositar grandes cargas de basura en ese agujero). Allen logró ver la silueta de su amada, con el bebé en brazos, corrió y corrió, pero no pudo alcanzarla.

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—¡Alondra, espera, cuidado con el ducto de basura! — gritó Allen con todas sus fuerzas. —¡Alondra te amo, espera por favor, no hagas una locura! —gritó por segunda vez, lleno de lágrimas. —¡Yo cuidaré de ti y de nuestro bebé! —gritó Allen con todas las fuerzas de su alma, pero Alondra no pudo escucharlo, estaba casi por desmayarse, su visión era borrosa (se estaba desangrando), y en la penumbra de la noche, se encontraba completamente desorientada con el bebé en brazos. De pronto, una intensa luz de color azul celeste cubrió todo el lugar y Alondra desapareció. Allen pensó, que su amada Alondra, y su hijo cayeron al agujero del reciclador de basura. —¡No, no, no! —gritó Allen con todas las fuerzas de su garganta. Sollozante y lleno de un terrible horror, que le recorría todo el cuerpo.

—¿Cómo pude ser tan cobarde y vil? ¿Cómo sucedió esto? ¡Mi hijo y mi amada Alondra están muertos! — exclamó y cayó de rodillas, completamente destrozado.

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~ 11 ~ En ese instante, frente a sus lánguidos ojos, se abrió un increíble vórtice de luz. Desde el interior apareció una doncella, con una etérea e indescriptible belleza. De largos cabellos rubios como los rayos del sol, piel blanca como la leche, labios rojos como el carmín, mejillas sonrosadas y una característica única en todo el cosmos: de un ojo color verde y el otro de color azul. La doncella cubría su mística desnudez, con una manta traslucida de color púrpura.

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~ 13 ~ —¡Levántate joven Anurio, no sufras más! —dijo la dulce voz de la doncella mística.

—¿Quién eres? —preguntó Allen atónito.

—¡Yo soy la gran y poderosa Adhara, de substancia y esencia sin presencia!

—No comprendo qué está sucediendo, pero ahora nada me importa, he perdido a mi hijo y a mi amada —exclamó Allen con gran tristeza en sus gallardos ojos.

—No estés afligido, ¡el tiempo se ha cumplido, y todo ha sucedido según las profecías del libro de Toth! Alondra debe criar a tu hijo en otro mundo, lejano y diferente a tu planeta Anuria. Puesto, que en ese linaje nacerá el elegido de las profecías. El Suprahombre, llevará sangre de tu sangre en sus venas, será mi protector y esposo, él me ayudará a culminar el sagrado diseño unificador. Solo el elegido puede darme muerte y resurrección, para fusionar mis dos almas, en aquella que los humanos llamarán Enodara.

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~ 14 ~ —Discúlpeme, pero no comprendo nada de lo que dice —agregó Allen, sin importarle nada, más que su dolorosa perdida.

—No te preocupes, llegará el momento en que puedas abrir los ojos, y tu aguda inteligencia podrá comprenderlo todo. Por ahora, las cosas debían suceder así, según mis designios —dijo la etérea voz de la doncella mística y desapareció en el vórtice de luz.

En ese instante, un futurista vehículo Anurio impactó contra Allen, todo estaba oscuro y lleno de una espectral neblina artificial. El conductor bajó de inmediato para socorrerlo.

—¡Joven, puede escucharme! —preguntó el conductor mientras socorría al desafortunado Allen, pero él estaba inconsciente. —¡Ayúdenme, llamen a una ambulancia! —gritó el conductor con mucha desesperación—, tendré que llamar yo mismo, estos viejos androides sin inteligencia, solo hacen su trabajo, son más tontos que una mascota.

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~ 15 ~ —¡Central médica, necesito ayuda, arrollé a un hombre! —exclamó el conductor, después de haber regresado a su vehículo. —¿Puede darnos su ubicación? —dijo una femenina voz por el auricular, de un futurístico dispositivo de comunicación, en forma de diadema. —¡Nos encontramos en el cuarto cuadrante de la región CICS, por la electropista Altamira código QMAE, frente a la recicladora de basura!

—No abandone el lugar, por favor continúe dando asistencia al herido, en unos minutos llegará la ayuda —dijo la voz de la central médica.

Minutos más tarde, el joven Allen Shezard es ingresado a un increíble y avanzado hospital Anurio. Había sufrido fractura de fémur y perdida del brazo izquierdo. Con avanzados tratamientos médicos, lograron regenerar la fractura del fémur; en solo unos minutos. Pero el brazo tuvo que ser amputado. Los profesionales de la ciencia biónica, le implantaron un brazo robótico, ligero y resistente. Elaborado con avanzadas fibras de carbono, y conectado directamente a las terminales nerviosas de su cerebro. Una delicada operación, posible solo en el planeta Anuria, con el uso de microbots.

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~ 16 ~ Al día siguiente Allen despertaba, lo primero que hizo fue intentar levantarse, aún estaba desesperado, por lo que había sucedido con su hijo y Alondra. En el intento, destruyó varios instrumentos electrónicos, ya que no podía controlar la fuerza de su nuevo brazo. Una enfermera lo tomó con suavidad y trató de tranquilizarlo. Invitándolo a que volviera a recostarse.

—Por favor, debe descansar —dijo la enfermera—. La operación de su brazo biónico debe sanar, usted necesita un poco de terapia para dominarlo. La fuerza es superior a una extremidad en humanos Anurios.

—¿Dónde está Alondra y mi hijo? —preguntó Allen sollozante, apretando con fuerzas las sabanas de su cama.

—En unos minutos vendrá un agente de la policía, él le explicará todo —dijo la enfermera, con una triste mirada—, solo le pido, que no intente levantarse por favor.

Momentos después, entró un respetable agente Anurio, pertenecía al cuerpo de policía (cuarto cuadrante en la región CICS). Mariana la Draconita


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—¿Dónde está Alondra y el bebé? —cuestionó Allen mirando fijamente al oficial.

—Lamento darle esta noticia, pero estamos seguros que ella y el bebé, cayeron dentro del reciclador de basura. Nuestras investigaciones confirman que es imposible que se hayan salvado. La joven estaba sangrando, consecuencia de una fuerte hemorragia después del parto. El rastro de sangre termina en el agujero del reciclador. Incluso, la pequeña manta que cubría al recién nacido, quedó atorada en una pequeña grieta antes de la trituradora. Como usted sabe, la recicladora destroza y carboniza todo lo que entra en su interior. Todo el sistema de trituración, es limpiado con vapores de agua en altas temperaturas de esterilización.

De acuerdo a la ley Anuria, en su código civil artículo 440 fracción A, usted era el padre biológico de ese bebé y pareja monógama de la fallecida. Por lo anterior, le hago entrega de esta pequeña urna cineraria. La cual estamos seguros contiene las cenizas de sus familiares y por ley, usted tiene todo el derecho de conservar.

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~ 18 ~ —¡Por favor; entréguemela! —exclamó extendió los brazos para recibirla.

Allan y

—¡Alto, no tan rápido! —dijo la enfermera—, recuerde la fuerza en su nuevo brazo, permítame, yo la acercaré para usted.

—Muchas gracias señorita —dijo Allen sollozando, y abrazando la urna con su brazo humano.

—Lo lamento en verdad, creo que es momento de retirarme, espero que se recupere pronto —dijo el oficial y se retiró del lugar.

—¿Cómo pudo pasar esta desgracia? Cuando la compuerta se abre, para realizar el trabajo de la gran recicladora, unos muros de protección se elevan a su alrededor —cuestionó Allen, con una lánguida mirada—. De verdad no lo comprendo, nunca podré superarlo. —Nunca habíamos tenido un accidente semejante. Pero, dice el oficial de policía, que el sistema falló, una extraña luz de color azul celeste, cubrió el tren motriz de los muros de protección, se atascaron y no

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~ 19 ~ pudieron elevarse —respondió la enfermera, muy confundida, ya que los sistemas tecnológicos de los Anurios eran completamente seguros y nunca fallaban—. Yo creo que todo fue un mal momento, la oscuridad de la noche, el vapor de la trituradora, la gran cantidad de niebla artificial (también producto de una falla en el sistema ecológico de la plataforma) y el terrible estado de salud de esa pobre chica. Huyendo de su casa para no perder a su bebé. —¡Tengo la esperanza de que se encuentran vivos y no en esta urna! —expresó Allen, mirando la pequeña vasija cineraria. —¿Cómo puede ser posible eso? El oficial ya le dio una explicación científica de los hechos —agregó la enfermera—, por su propio bien, le aconsejo que acepte la realidad. Evadir las cosas no lo ayudara a superarlas. —En ese lugar; logré ver a una mágica doncella, más bien parecía una hermosa hada, ella me dijo: “Tu hijo y Alondra estarán bien, pero, en otro mundo” «El tiempo se ha cumplido, el Suprahombre crecerá entre los humanos del planeta tierra, será perseguido y humillado por la sangre de tu propio linaje, en ese primitivo mundo». Mi hijo no ha muerto y tampoco su madre —explicó Allen, antes de quedarse dormido, debido a que la enfermera, le había aplicado un fuerte sedante; al verlo tan alterado.

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~ 20 ~ —¡Pobre hombre! Ha comenzado a delirar por el dolor y los efectos del sedante. Es una verdadera lástima, es tan joven y apuesto. Espero que esa enfermedad del amor no sea contagiosa —pensó la enfermera con un poco de preocupación. Por su propio bien, pidió al médico residente que la transfirieran a otro piso de enfermos—. Eso del amor me aterra mucho, como a todos los habitantes del planeta Anuria, espero no regresar a esta área. Días después, el joven Allen Schezard fue dado de alta y se retiró a su casa, continuó con sus estudios y apoyó a sus ilustres padres, en algunas de las investigaciones científicas más prominentes de la civilización Anuria. La interminable macha del tiempo, no detiene su jornada, ni siquiera en el planeta Anuria. Habían pasado ya siete años, desde aquel terrible accidente. Las heridas sentimentales de Allen habían sanado, o al parecer eso demostraba a la sociedad. Pero, en realidad nunca había podido superar esa terrible etapa de su juventud. Durante sus estudios universitarios, conoció a una hermosa joven llamada Albertina Vane, al instante quedó cautivado con su belleza; pero no solo eso lo atraía, ella disfrutada de un exquisito intelecto. No tardaron mucho en relacionarse y finalmente casarse (unión monógama permitida solo en algunas regiones del CICS en Anuria).

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~ 22 ~ Meses después, tuvieron un hijo varón, al cual llamaron “Aarón Vargas Shezard Vane”. Ellos habían formado un hogar monógamo, pero no dejaban de ser Anurios; por lo tanto, cuando Vargas cumplió la edad de tres años, fue internado en una guardería. En ese honorable lugar, el pequeño heredero (de todos sus bienes materiales y conocimientos científicos) sería preparado, para convertirse en uno de los científicos más prominentes de toda la civilización Anuria. Eso es lo que esperaban ellos y no menos. Las avanzadas guarderías Anurias eran centros de formación intensiva, toda la sociedad era basada en ese modelo educativo (el gobierno destinaba el 77% de sus recursos económicos, en el mantenimiento de esos avanzados centros tecnológicos). En Anuria no había clases sociales, todos eran iguales, una especie de socialismo utópico. Las guarderías eran tan bien organizadas, que permitían iniciar una educación desde la etapa lactante, hasta niveles universitarios y doctorados. Un Anurio, podía llegar a pasar gran parte de su vida en esos majestuosos lugares, donde la ciencia y el conocimiento, eran el alimento de cada día. Los años continuaron su marcha, Aarón Vargas había cumplido 27 años de edad. Era un joven Anurio muy atractivo y brillante; de gran barba negra mate, cuerpo escultural y gallarda voz. Sin lugar a dudas era todo un Don Juan, decenas de atrevidas chicas Anurias se disputaban semanalmente una cita con el apuesto Mariana la Draconita


~ 23 ~ varón. Citas que terminarían en una exquisita relación sexual, el hombre era todo un semental en la cama. Desde luego, todo siguiendo las tradiciones Anurias, nada de romance o amor, solo placer y relajación «Artículo 330 fracción VII, Debido al terrible accidente ocurrido con la joven Alondra Sadler, el código civil de las leyes Anurias prohíbe terminantemente establecer relaciones sentimentales y uniones bajo el esquema de noviazgos, el desacato a esta ley promoverá un delito perseguido por el código penal Anurio». Aarón Vargas estaba a punto de obtener un doctorado, resultado de una increíble investigación relacionada con los agujeros negros. En ese verano, todo parecía excelente y con un futuro prometedor. Pero, algo terrible sucedió, una oscura sombra opacaba todos esos triunfos. Su padre Allen Schezard, llevaba varios años internado en un manicomio. Allen nunca se pudo recuperar de la tragedia sucedida con Alondra. Durante sus primeros años de matrimonio con Albertina Vane, se despertaba en las noches gritando el nombre de la joven Sadler (bañado en sudor), otras ocasiones decía que ellos seguían con vida, pero en otro mundo. Durante los primeros años Albertina pudo soportar esa situación, Allen era medicado y su ingenioso trabajo científico no estaba mermado. Además, en esos años, aún tenían viviendo con ellos al pequeño Vargas. Con el paso del tiempo las cosas se fueron complicando, al grado de que Allen Mariana la Draconita


~ 24 ~ comenzó a realizar una investigación relacionada con el viaje a dimensiones paralelas. En un principio, cientos de famosos científicos (incluida su esposa), estaban anonadados con sus ecuaciones matemáticas, y sus complejos modelos de física cuántica. Eso fue solo al principio, meses después comenzó a trabajar a altas horas de la noche. Obsesionado con la idea de viajar a dimensiones paralelas, cayó en un estado de desequilibrio total. Albertina no tuvo más remedio que internarlo en un hospital psiquiátrico, y después de algunos días volvió a formar otra familia, en compañía de un destacable astrónomo; que había enviudado hace pocos meses. No debemos juzgar el comportamiento de Albertina Vane. Ella, al igual que todos los Anurios, solo estaba interesada en la ciencia. Cuando Allen dejó de ser el gran científico que admiraba, y necesitaba para sus propias investigaciones, simplemente se dio la vuelta, e inició una nueva vida. Los Anurios eran una moderna sociedad utópica, pero no estaban interesados en nada relacionado con el amor. Incluso, después de los acontecimientos con Alondra Sadler, hablar de esos temas era algo prohibido por las leyes civiles. En ese fresco verano Anurio, el exitoso Aarón Vargas Schezard Vane recibió una terrible noticia. Vargas se encontraba impartiendo una compleja cátedra de física cuántica, en una de las universidades de la

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~ 25 ~ guardería. De pronto, unos misteriosos agentes de la policía del octavo cuadrante CICS ingresaron al lugar.

—¿Puedo ayudarlos en algo, caballeros? —preguntó Vargas, pensativo e imaginando lo peor, de alguna forma, presentía que se trataba de algún asunto relacionado con su desquiciado padre.

—A decir verdad, sí; disculpe la intromisión en su trabajo, pero es urgente que nos acompañe, en el camino le explicaremos —dijeron los agentes, no dieron mayor explicación, para no opacar la respetable reputación del catedrático—, es de suma importancia, puede confiar en nosotros.

—Vamos, estoy a sus órdenes —agregó Vargas consternado.

Aarón Vargas se retiró en compañía de los agentes, abordaron un futurista vehículo volador, y se dirigieron al hospital Melbourne, ubicado en el tercer cuadrante gama del CICS Anurio (plataforma que se encuentra suspendida en el espacio, cercana a un planeta azul, similar a la tierra, pero en otra dimensión). Durante el trayecto, los agentes Mariana la Draconita


~ 26 ~ explicaron a detalle el motivo urgente, por el cual, se requería su presencia en dicho lugar.

—¡Su padre ha muerto! —dijo uno de los agentes, con una mirada fría y sin titubeo.

—Lo imaginé, su visita no es para menos, sin embargo, pudieron simplemente haberme avisado con una llamada al nano receptor— ¿Cuál es la insistencia de que venga en persona? Esto es un abuso, estaba muy ocupado —expresó el gallardo Vargas, como cualquier Anurio que no muestra sentimientos. Pero, en el fondo estaba sufriendo un poco, con la idea de que su padre había muerto. Sin embargo, le tenía un poco de rencor; durante su infancia todos le hacían burla, decían que era el hijo del loco. —Por favor, mire la grabación de la cámara de seguridad —respondieron los agentes, proyectando el video que había grabado los últimos minutos de la vida de Allen Schezard. Una secuencia audio-visual de alta calidad, se proyectaba en un panel, en el interior de la fabulosa nave voladora.

Al principio del video se podían ver las pareces de la habitación, estaban llenas de fórmulas matemáticas y físicas. Eso no tenía nada de raro, Allen había sido un Mariana la Draconita


~ 27 ~ gran científico Anurio. Pero, en ciertas secciones había diseños y extraños jeroglíficos, nada en todo Anuria se parecía a esos inusuales símbolos. En el minuto número siete de la grabación, Allen deja de escribir, y se para frente de la cámara. En ese momento comienza a dialogar por unos minutos, después una intensa luz de color azul celeste, nubla por completo toda visualización posible. En los siguientes minutos no hay nada grabado, fue lo único que la cámara pudo captar. Los enfermeros entraron al cuarto para ver cómo estaba su padre. Pero, al entrar en la habitación, lo encontraron muerto y en el suelo. Completamente desnudo, cubierto por una especie de substancia color púrpura. Recostado en una especie de circulo esotérico, que él mismo había dibujado, con extraños ideogramas, y en la parte superior estaban las palabras “Sello de Adhara”. —¿Usted tiene alguna idea de lo que significa? — preguntó uno de los agentes, mirando fijamente a Vargas y pausando la reproducción del video, el cual había sido mostrado sin audio. —¡Qué puedo decirle, las palabras de un enfermo mental! —exclamó Vargas molesto.

—Lo que aun no entiendo, es ¿por qué dejaban escribir a mi padre? —cuestionó Vargas confundido.

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~ 28 ~ —Fueron órdenes del psiquiatra, al parecer era lo único que lo mantenía calmado. El doctor Eberhard, pensaba rehabilitarlo con una nueva terapia de conducta. Permitirle hacer las actividades que pidiera, para después charlar respecto a ellas. Un fracaso total desde mi punto de vista. Pero, en fin, esas eran las terapias aplicadas por Eberhard. —Me parece que tendré que demandar al hospital, no cuidaron apropiadamente de mi padre. Durante años he estado pagando altos créditos, son casi “+k 2,000,000 de kinas”. —No se preocupe, debido a estos incidentes, el hospital le hará un reembolso del 80% y cubrirá todos los gastos funerarios, juntos con el evento tradicional de despedida novel, después de todo, su padre fue un gran científico mientras estuvo sano. —¿De dónde sacó esa substancia color púrpura? — preguntó Vargas, molesto y confundido. —Nuestros expertos en químicos, determinaron que se trataba simplemente de una mezcla de jabón azul con shampoo rojo. Inofensivas sustancias que se utilizan para esterilizar los sanitarios, se lo puedo asegurar —dijo el agente, un poco preocupado por la falta de cuidado en la clínica.

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~ 29 ~ —De todas maneras, pienso demandar al hospital Melbourne. ¿Cómo es posible que un enfermo mental robe detergentes y no puedan darse cuenta? ¿acaso son unos ineptos? —cuestionó Vargas totalmente furioso—, si pudo robar jabón, quién me garantiza que no tomó alguna extraña clase de veneno, y por ello este muerto ahora. —Le aseguro que no fue envenenado, su padre murió de causas naturales. Un infarto agudo de miocardio — explicó el agente, con algunas gotas de sudor bajando por su pronunciado rostro—. Es precisamente el motivo por el cual fuimos a buscarlo, su padre fuera de la enfermedad mental, presentaba un excelente estado de salud corporal. Su muerte fue en ese misterioso minuto siete, que la cámara pudo captar. —¡Quiero escuchar el audio del video! —exclamó Vargas mirando fijamente a los agentes Anurios. —¡Disculpe, pero no podemos, es confidencial! — respondió uno de los tres agentes. —¡Si no puedo escuchar el audio, temo que tendré que retirarme, en el primer momento en que bajemos a la plataforma! —agregó Vargas molesto.

—Romero, por favor reproduce el audio para que Vargas pueda escucharlo. No lo tome como algo personal, somos agentes de la GIA (Inteligencia

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~ 30 ~ Anuria Global), es solo parte de nuestro trabajo — ordenó el agente a cargo. La GIA, a diferencia de las guarderías y el gobierno Anurio, era una organización autónoma, creada para preservar la vida en toda la plataforma espacial llamada CICS (Custom Integral Community System). Así como también la preservación de toda la vida vegetal, y animal que se encontraba en el gran planeta azul. Lugar del cual obtenían las materias primas y alimentos para vivir. La filosofía de la GIA era muy diferente a las guarderías, administraban conocimientos secretos, y generalmente participaban en eventos que pudieran representar un peligro mundial.

—La GIA, ¿qué tiene que ver mi padre en esto? — cuestionó Vargas anonadado. —Vea el video, pero ahora con el audio, podrá comprender por qué estamos aquí, la muerte de su padre ahora es asunto de la GIA —explicó el agente a cargo.

La grabación volvió a reproducirse, pero ahora con audio, estos fueron los diálogos que se pudieron captar (solo los de Allen):

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~ 31 ~ —¡Allen Schezard, deja de escribir y levántate! — exclamó una dulce y etérea voz, que provenía de la intensa luz de color azul celeste. La cual no podía ser captada por la cámara de seguridad.

—¿Es usted? Gran y poderosa señora del cosmos — preguntó Allen titubeando.

—¡Yo soy la gran y poderosa Adhara, de substancia y esencia sin presencia!

—¿Qué desea de mí, la gran señora? —cuestionó Allen, con todo el respeto posible para una entidad tan etérea como ella. El ingenioso Allen Schezard, ya era viejo, sus cabellos blancos como la nieve, sus manos delgadas, arrugadas y llenas de pecas. Pero, si algo era bien cierto, es que no estaba loco. Su amada Alondra y su hijo no habían perecido aquel terrible día. La gran y poderosa diosa Adhara los había transportado a otra dimensión, a un planeta llamado Tierra. Durante todos los años de su vida, Allen aceptó su culpa. En su momento tuvo miedo de enfrentar a sus padres, y fue un cobarde con la inocente de Alondra. Estaba satisfecho con su vida de sufrimiento, sentía que había pagado por su error.

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~ 32 ~ —Ha llegado el momento de tu descanso, eres un hombre viejo y obstinado. Pero, me has demostrado tener sentimientos; algo poco común en los Anurios. Cometiste errores en tu juventud, te portaste muy mal con mi servidora Alondra. Más, sin embargo, en tus últimos años mostraste arrepentimiento y buen corazón. Te llevaré al etéreo, tu espíritu no se esfumará, solo tu carne terminará su ciclo. En verdad te puedo decir, que pocos Anurios tienen ese privilegio —explicó la dulce voz de la doncella mística.

—Sella el pacto conmigo ahora, y existirás en el etéreo en forma de soñador hasta el final de los tiempos, cuando se complete el sagrado diseño unificador, impuesto por el perfecto arquitecto. El divino creador del diseño universal —agregó la gran Adhara.

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~ 34 ~ —Mi investigación está terminada, los diseños de la máquina que me pediste están completos, solo espero que mi hijo Vargas pueda construirla. Ya no tengo nada que me una a este mundo. Pero, me preocupa el uso que pueda darse a este increíble invento —dijo Allen Schezard.

—No temas, la máquina debe ser construida. Tu hijo debe viajar en el tiempo. Con las acciones de Vargas, mi amado esposo el Suprahombre, tendrá el valor de matarme —explicó la doncella mística.

—¡Matarla! ¿por qué usted desearía algo así? ¿Acaso un ser como usted puede morir? —cuestionó Allen Schezard, estaba más cuerdo que nunca, y la explicación de la poderosa Adhara lo había intrigado.

—Sin importar que eres un Anurio (especie de humanos más inteligentes en el cosmos), la verdad supera tu comprensión. —Solo mi amado esposo (Suprahombre) puede matar este cuerpo mortal, en que habita mi etéreo espíritu. Necesito morir para fusionar mi alma, la cual se encuentra dividida en dos personas (Adhara y Enora), solo con la reencarnación podré hacerlo posible.

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~ 35 ~ Desde hace miles de años, fuiste elegido junto con Alondra, del linaje de ambos, nacerá el Suprahombre. —Te lo revelaré: Él será el nieto del hijo que tuviste con Alondra, se llamará Joseph. Tu otro hijo, debe intervenir para que todo esto suceda, Aarón Vargas también es piedra angular en las profecías de Toth: «Sangre de la sangre, copa del mismo linaje, el Suprahombre nacerá y por amor a su sangre, a la doncella matará. Pero, la doncella resucitará y sus almas fusionará. Pobres e iracundos, Neo-Draconia sufrirá, por la máquina mortal. Enodara crucificada será, pero la Orden perecerá».

—¡Gran Señora! ¿Tan importante es para ti esa reencarnación, qué sacrificarás a tu propio pueblo Draconita? —cuestionó Allen, arrodillándose ante la doncella mística.

—La causalidad de las cosas fluye y refluye, pero nada escapa al diseño, ese es el destino y no otro. Pero no aflijas tu corazón, las profecías han descrito, que es el camino para la purificación del pueblo Draconita. —Hace miles de años siderales, su mundo fue destruido y habían iniciado un éxodo mortal. Sus corazones eran puros y recibieron un nuevo hogar (Neo-Draconia). Pero, ahora las ciudades Draconitas

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~ 36 ~ están corrompidas. Se burlan despiadadamente de las aldeas agricultoras de los Bárbaros, siendo que de sus manos se alimentan. Grandes quejas me han entregado mis servidores Nidia y Adón; reyes de NeoDraconia. Los pueblos Mirblens, ahora solo producen una rapiña de enanos ladrones, roban a forasteros, secuestran, matan y violan a las ninfas de los bosques. Las aldeas flotantes de los Hesnaz, no quieren trabajar, se han consagrado a grotescas orgías y todo tipo de bacanales sexuales; con ogros y creaturas oscuras. Los templos de Gévura han cometido grandes sacrilegios, me rinden ofrendas con sacerdotisas que no son castas, pensando que pueden engañarme. Todas las razas han profanado mis santuarios, en verdad, son pocos los que aún respetan mis leyes. Neo-Draconia es un mundo peligroso, la paz y la bondad están desapareciendo. —¡El diseño del perfecto arquitecto no tiene fallas, es perfecto! Se les retirará lo más valioso que tienen, ¡su libertad! —explicó la gran y poderosa diosa Adhara, generalmente su voz es dulce y compasiva, pero esta vez se escuchaba un tono firme y autoritario. —¡En todo tienes razón, poderosa señora! ¿Pero, pagarán bondadosos por perversos? —insistió Allen, arrodillado y mirando al suelo.

—Los perversos se convertirán en bondadosos, y los bondadosos en soñadores para el etéreo —respondió Mariana la Draconita


~ 37 ~ la doncella mística, nuevamente con una voz dulce y angelical.

—Tiene usted razón, gran señora del cosmos, nada escapa al diseño del perfecto arquitecto —dijo Allen.

—No te aflijas por cosas que no puedes comprender, sella el pacto ahora y vivirás en el etéreo; como uno de mis soñadores —exclamó la gran y poderosa Adhara.

—¡Yo, Allen Schezard creo fielmente en el diseño del perfecto arquitecto, y es mi deseo servir como soñador, para ayudar a la doncella mística y completar el divino diseño unificador, lo juro por la ley de piscis y neón! —gritó Allen con todas las fuerzas de su garganta, después pintó su desnudo y anciano cuerpo, con una mezcla de color púrpura que él mismo había preparado. Se recostó en el círculo que contenía el sello de Adhara y cerró los ojos, sintiendo una indescriptible paz interior. —Está hecho, Allen Schezard; ahora eres un soñador, puedes habitar en el etéreo, las entonaciones de tus cantos, ayudarán a combatir contra las fuerzas oscuras de AEVUM —dijo la doncella mística, extendiendo su delicada y blanca mano, tomó toda la energía vital que habitaba en el cuerpo de Allen, y su Mariana la Draconita


~ 38 ~ espíritu fue transferido al etéreo. Instantes después la doncella mística desapareció en el vórtice de luz. En la habitación yacía el cadáver de Allen Schezard, la cámara de seguridad solo había grabado la voz de él.

Un soñador es un tipo de entidad espiritual, que realiza unos extraños cantos ofrecidos a la poderosa diosa Adhara. Cantos muy similares a los antiguos canticos gregorianos, en los cuales las partituras están pronunciadas en tetragrama de latín antiguo, en ritmo monódico.

Los Lucilos son hermosas chispas de luz color azul celeste, son energía creada por el poder de Adhara y los cantos. Tienen propiedades curativas y de clarividencia. Representan la esencia de la energía vital de todos los seres vivos.

Las almas de los chamanes Chinook (en el planeta tierra), continuaban existiendo aún después de su muerte; en un plano etéreo. Para hacer posibles las visiones del Oráculo de Toth, entonaban los cantos a la poderosa diosa Adhara (Isis). Estas almas enlazadas eternamente al Oráculo, se les conoce como “soñadores”, ya que nunca despertarán de su místico letargo.

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Los cantos de soñadores, ayudan a crear unas entidades etéreas llamadas Lucilos. El concepto es complejo de explicar. Pero, podríamos decir que son una especie de energía vital, que habita en todos los seres del universo. Gran cantidad de esa energía es absorbida y atrapada por la mística Adhara, creando de esa manera a los Lucilos. Los cuales tienen propiedades curativas para cualquier forma de vida en el cosmos.

Los Lucilos no pueden durar mucho tiempo en el ambiente natural, después de algunas horas son absorbidos por los seres vivos que se encuentren próximos. Por lo cual, Adhara los guarda en unos objetos llamados reliquias, las cuales, aparte de contener Lucilos, también tienen energía de su propia alma.

Existen varios tipos de reliquias Adhara. Pero, las más importantes son los medallones, y un objeto muy raro llamado Efigie. Dispersos por toda la curvatura del espacio-tiempo en el universo, en diferentes planos dimensionales.

Los medallones pueden ser utilizados por cualquier persona, contienen grandes poderes, como la habilidad de tele-transportación en el tiempo, en un Mariana la Draconita


~ 40 ~ mismo plano dimensional, curar heridas mortales, aumentar la inteligencia, clarividencia y telequinesis.

La Efigie solo puede ser usada por el Suprahombre, el elegido en las profecías del libro de Toth. Un súperhumano que fue anunciado por el oráculo, como el protector de la gran y poderosa Adhara. Con la única finalidad de ayudarla a completar el diseño unificador del universo, para traer la paz eterna.

—¿Ahora comprende por qué es asunto de la GIA? — cuestionó el agente a cargo.

—La verdad sigo sin poder comprender, solo es un monólogo de un hombre enfermo, hablándole a una cámara —respondió Vargas, molesto y a la vez un poco triste, por el deceso de su progenitor. Era un Anurio, pero muy en el fondo había algo de compasión en su amargado corazón.

—Dentro de todos los disparates que habla su padre, menciona que todas esas fórmulas, son el diseño de una increíble máquina. Al doctor Eberhard le llamó la atención, la gran dedicación que su padre había puesto en esas paredes. Por órdenes del propio doctor, las paredes no fueron lavadas o pintadas. Todo cuanto Mariana la Draconita


~ 41 ~ escribió su padre durante años, se encuentra intacto. Hace algunas semanas el doctor Eberhard, invitó a unos colegas para analizar el extraño comportamiento del señor Schezard. Se tomaron fotografías y digitalizaciones precisas. Fueron investigadas en algunas universidades, de las guarderías del cuadrante noveno CICS. Lo inexplicable es que algunas, más bien, la mayoría de las formulas son correctas. Por desgracia, los científicos no pueden continuar analizando todos los hallazgos, ya que hay ideogramas desconocidos. Estamos seguros que su padre descubrió algo importante. Ya que él, lo menciona a usted, en sus últimas palabras antes de morir, creemos que solo usted puede develar este misterio — explicó el agente a cargo. —Me parece poco ortodoxo, guiarse en unos escritos por un hombre con enfermedades mentales, pero si ustedes consideran que puedo ayudarlos, lo haré; sin embargo, eso no evitará que interponga la demanda en contra del hospital Melbourne —replicó Vargas—, los cuidados que recibió mi padre, no fueron los acordados en el contrato de admisión. Por desgracia, mi madre se olvidó de nosotros, y yo tuve que hacerme cargo de todos los gastos por años.

—Usted es libre de ejercer sus derechos, eso no es de nuestro interés, solo pedimos un poco de su cooperación para analizar los escritos de su padre — dijo uno de los agentes. Mariana la Draconita


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En algunas horas, se encontraban en las instalaciones del hospital Melbourne. Cuando entraron en la habitación, el cuerpo aun yacía en el suelo. —¿Por qué sigue aquí el cuerpo de mi padre? — preguntó Vargas, mirando fijamente a los ojos del agente principal.

—No quisimos tocar nada hasta que usted llegara, también impedimos el acceso al personal forense. Si toda esta información es un increíble diseño, no podemos permitir que sea destruido por algún error. Recuerde que somos la GIA, podemos hacer cuanto sea necesario para preservar algo importante.

—Pueden llevarse el cuerpo de mi finado padre, no es necesario para la investigación —dijo Vargas, pero en la mano biónica, había encontrado un minúsculo papel con unas extrañas anotaciones, lo guardó cautelosamente en la bolsa derecha de su saco color Oxford. El escáner de los agentes no lo había detectado, ya que la mano contenía acero, fibras de carbono, y otros materiales que generaban interferencia—. Pobre padre mío, después de ser uno de los más celebres científicos, murió en una clínica para locos.

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En ese momento, el agente a cargo llamó al personal forense para que pudieran retirar el cuerpo, y realizaran el procedimiento oficial que marcaba la ley civil de CICS. —¡Espere por favor! —exclamó Vargas, se acercó hasta su finado padre, colocó su mano derecha en la frente del frio anciano y se despidió de él—. Descansa respetable padre, en el pasado fuiste alguien muy importante, desgraciadamente esa maldita enfermedad del amor, te arrastró hasta este horrible lugar.

—¿Acaso veo sentimientos en usted? ¿No estará enfermo también? —cuestionó uno de los tres agentes.

—Desde luego que no, simplemente me pareció correcto, honrar un poco la memoria del señor Allen Schezard, olvidemos que era mi padre. En un tiempo él fue una de las mentes más brillantes de todo Anuria —respondió Vargas, aun contemplando como retiraban el cuerpo del finado anciano, cubierto por una manta blanca, en una futurista camilla color crema.

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~ 44 ~ —¡Por un momento me había asustado! Un hombre de su envergadura, pensando en cosas emotivas, ja-ja-ja, sería algo irónico —dijo uno de los agentes—, inaudito, poco creíble para un hombre de ciencia como usted. La vida es un ciclo, aún ignoro por qué, algunas personas enferman por culpa del amor y los sentimientos. Todo nace, todo muere, todo se renueva, esa es la finalidad de la naturaleza, ese es el objetivo de la existencia Anuria.

—Concuerdo con esa idea, nuestra existencia es efímera, y nuestro mayor compromiso es la ciencia, para dejar un legado a futuras generaciones —agregó Vargas con gran seguridad en sus enunciados.

—Regresando a nuestro tema, ¿qué opina usted de todo esto? —preguntó el agente a cargo, mientras señalaba las paredes de la habitación. El ambiente que había en ese lugar producía algo de escalofríos. Cientos, y cientos de escritos en las paredes, adornadas con extraños e incomprensibles ideogramas.

—Creo que después de todo, esto significa algo, espere necesito concentrarme un poco más —dijo Vargas,

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~ 45 ~ mientras no perdía los ojos de las paredes. Su aguda visión logró tomar interés en algunos ideogramas.

—Discúlpeme, tómese su tiempo —agregó el agente, comprendiendo que no debía distraer al erudito.

—Sí; estoy en lo correcto, esta fórmula matemática permite… —expresó Vargas, estaba anonadado y un frio pensamiento atravesó su talentosa mente: “Ahora puedo verlo con claridad, mi padre no estaba loco. Estos son los diseños de una máquina para viajar entre dimensiones. Lo cual, evidentemente es muy peligroso; ya que tal acción involucra también el poder para viajar en el tiempo. Mi querido viejo logró descifrar mis ecuaciones de agujeros negros, estos son los diseños de un aparato que puede hacerlo realidad. Estos hombres, no pueden imaginar el gran descubrimiento que tienen en las manos, será mejor ocultar la verdad por ahora”.

—¿Ha logrado entender algo? —preguntó uno de los agentes, aquel que mejor preparación matemática tenía. Pero estaban muy lejos para poder comprender los avanzados textos del doctor Allen Shezard.

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~ 46 ~ —Me parece que todo tiene sentido, las fórmulas están relacionadas con mis modelos de agujeros negros — respondió Vargas, sin dar detalles precisos—, sin embargo, ¿ustedes que teoría tienen al respecto? — Cuestionó Vargas de manera astuta. —En la GIA, pensamos que todos estos diseños corresponden a una poderosa arma de antimateria, utilizando su teoría de agujeros negros —¿Cuál es la suya?

—En cierta forma tienen razón, se trata de una poderosa arma. Pero, están errados en cuanto al funcionamiento, en realidad es un turbo-cargador de energía obtenida de la radiación del efecto horizonte en el aguajero negro —explicó Vargas, lo cual era una rotunda mentira. El descubrimiento de su padre era increíble y al mismo tiempo terrible. De existir una máquina como esa, no solo el planeta Anuria correría peligro, todo el cosmos podría ser afectado. El uso inadecuado, podría generar fracturas en la curvatura del espacio-tiempo. Representaba un gran riesgo, si llegase a caer en manos equivocadas. En cualquier parte del universo existe el bien y el mal, Anuria no era la excepción a la regla. Incluso en su avanzada sociedad utópica, había sistemas penitenciarios para los individuos perversos. Proteger este secreto debería convertirse en el objetivo de su vida. Sin embargo, aún el mismo Vargas dudaba Mariana la Draconita


~ 47 ~ de sus capacidades para poder construir una máquina tan compleja. Durante años, Aarón Vargas había dejado de visitar a su progenitor. Ahora un gran sentimiento de culpabilidad lo invadía por completo. Estaba asombrado con los diseños de su padre. Pero, de una cosa estaba seguro: posiblemente él había logrado hacer contacto con alguna inteligencia superior, no es que dudara de las capacidades del gran Allen Shezard, sin embargo, muchos de los postulados científicos Anurios habían sido resueltos en esas modestas paredes. Teorías que, por cientos de años, se consideraban imposibles de conciliar con un modelo de aplicación practico.

—Sabemos que usted es un hombre muy ocupado, pero le tenemos una oferta de trabajo en la GIA — dijeron los agentes.

—Me gustaría escuchar los detalles —agregó Vargas, mostrando interés en la oferta. En realidad, si deseaba construir esa máquina, necesitaría un enorme financiamiento para la investigación. Solo la GIA disponía de fondos tan grandes, ninguna guardería podría incurrir en un proyecto de esas escalas.

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~ 49 ~ —Si nos ayuda a construir esta arma, la GIA le proporcionará todos los recursos que pueda necesitar, tendrá acceso a la tecnología más avanzada en Anuria. Respecto al sueldo, podríamos ofrecerle unas +k 17,000 kinas mensuales. Podría vivir en una elegante propiedad en la región alfa de CICS. —Aceptaré bajo las siguientes condiciones: Necesito un sueldo de +k 27,000 kinas mensuales, la residencia debe ser en el área lambda de CICS, la verdad no me agrada mucho relacionarme con políticos o millonarios. Referente al equipo de investigadores, todos deben ser seleccionados a mi entera satisfacción. Por último y no menos importante, el acceso a mis archivos y laboratorios, será completamente clasificado, incluso para la propia GIA, toda solicitud pasará bajo mi autorización — solicitó Vargas, mirando fijamente a los agentes.

—¡Acaso usted está completamente loco! ¿Cómo se atreve a imponer condiciones a la GIA? —dijo uno de los tres agentes.

—¡Aceptamos! —exclamó el agente a cargo, mientras sus compañeros lo observaron anonadados.

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~ 50 ~ —Nos veremos dentro de tres días, a las 9:00 a.m. En las oficinas centrales. Dispone de tiempo suficiente para el homenaje de su padre, y los otros eventos para la despedida del gremio de científicos en la guardería —dijo el agente a cargo—. No se preocupe por el regreso, una de nuestras naves gravitatorias lo llevará hasta su casa.

—Gracias, agradezco su amabilidad —dijo Vargas y se retiró del lugar.

Después de que Vargas había salido de la habitación, el misterioso doctor Eberhard había llegado para hablar con los agentes. Todos se dirigieron a la terraza del hospital Melbourne. La inmensa plataforma espacial CICS, disponía de una atmosfera artificial oxigenada. Una increíble imitación de cielo azul con nubes algodonadas. A simple vista era imposible distinguir, si alguien se encontraba en el planeta Anuria o en el CICS. La única diferencia es que el planeta se encontraba en estado virgen, toda la sociedad habitaba en CICS.

—¿Qué opina usted del hijo de Allen? ¿Cree que pueda construir el arma que diseñó su padre? —preguntó el

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~ 51 ~ agente a cargo, mientras sacaba un fino habano del saco. —Estoy seguro de sus capacidades. Sin embargo, considero que es más astuto de lo que imaginamos, algo muy importante nos está ocultando. Por el momento deben proporcionarle todo lo que pida, pero deberán mantenerlo vigilado —ordenó el doctor Eberhard, quien en realidad era un agente encubierto de la GIA. —Necesito que transfieran de inmediato a la agente Jenell Schröder, ella será nuestros ojos y oídos en el laboratorio del doctor Aarón Vargas —ordenó el doctor Eberhard. —Como usted lo ordene, ¿Cree que el doctor Aarón Vargas la admita? —preguntó el agente, titubeando un poco.

—Lo hará, créame, ella es sumamente inteligente y hermosa, el doctor Aarón Vargas no podrá negarse. Estoy seguro que lo cautivará desde la primera entrevista. Por cierto, deben presentarla como Anne Sanders —respondió el doctor Eberhard, con una diabólica mirada.

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~ 53 ~ —Una última pregunta doctor Eberhard, ¿qué sucederá si la agente Jenell no pudiera teletransportarse? Usted me comprende, existe la posibilidad de que se desintegre en el camino — preguntó uno de los agentes de la GIA.

—Si eso llegase a suceder, mi estimado amigo, usted mismo debe ir a buscar a otra agente que cubra el mismo perfil, ja-ja-ja —respondió Hagen, dándole un pequeño golpe en el hombro.

—Pero, señor, a mí no me gusta… —dijo el agente titubeando, antes de ser interrumpido.

—¡No quiero excusas, me trae a Jenell o usted mismo consigue una sustituta! Recuerde que el desacato será peor —gritó Hagen enfurecido.

—Un favor adicional, cuando nos encontremos solos, puede dejar de llamarme Eberhard, detesto ese nombre ja-ja-ja.

—Como usted lo ordene general Hagen, ¡heil Hitler! — exclamó el agente a cargo para despedirse. Mariana la Draconita


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—¡Heil Hitler! —exclamó el joven general Hagen y se retiraron del hospital Melbourne.

Los Anurios, eran una especie de humanos pacíficos, sin interés en sentimientos o el amor, pero finalmente una sociedad a la cual no le interesaban las guerras. Por desgracia, los nazis habían logrado llegar a ese increíble mundo tecnológico. La terrible organización había encontrado un “Medallón de Adhara”, en las antiguas ruinas de la pirámide de Giza (en la tierra). Esa reliquia les permitía tele-transportarse a diferentes planos y tiempos cósmicos. Pero, tenía una limitación, solo podía transportar a una persona a la vez (desnuda y sin ningún tipo de objeto). El viaje era riesgoso, de cada diez soldados enviados, solo cinco lograban llegar al destino, los otros tantos eran desintegrados y nunca más se volvía a saber de ellos. Este fallo se debía principalmente porque los medallones solo permitían el viaje en el tiempo, dentro del mismo plano dimensional (Adhara los creó de esa forma). Pero, los nazis habían descubierto como forzar la reliquia, para viajar a diferentes dimensiones. Por lo tanto, todos aquellos que habían atravesado utilizando el medallón, era poco probable que intentaran regresar (a excepción de Hagen, un joven y perverso general, sin miedo a la muerte). Por lo anterior, siempre estaban en busca de un medio más seguro y efectivo para tele-transportarse. El Mariana la Draconita


~ 55 ~ general Hagen, sabía que Aarón Vargas había mentido. Estaba seguro que esos diseños correspondían a otro artefacto. Pero, tampoco tenía una idea precisa, de qué era en realidad. El general Hagen estaba completamente frustrado, había tanta tecnología en Anuria, y no podía regresar con nada en las manos. Hagen estaba convencido que, de alguna manera, encontraría la forma de llevar armas de ese mundo futurista a la tierra. De esa manera lograrían dominar al mundo, incluso su ambición era más grande; dominar varios mundos. Los diseños de la máquina que había plasmado en las paredes, el ilustre doctor Allen Schezard, ayudado por la divina intervención de la diosa Adhara, permitirían la construcción de un artefacto capaz de abrir portales entre dimensiones y tiempos. Utilizando un efecto horizonte, existente en los agujeros negros, y combinado con un desdoblamiento de la línea espacio-tiempo. Si ese dispositivo cayera en manos de los nazis, el universo estaría en serios aprietos, podrían enviar tropas ilimitadas a cualquier punto del tiempo o del cosmos.

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FIN DE MUESTRA GRATUITA Espero que esta publicaciĂłn sea de tu interĂŠs, si deseas obtener el libro completo lo puedes adquirir en alguno de los siguientes sitios, a un precio bastante accesible:

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~ 58 ~ Mariana la Draconita “Números” © Rolando Fernández Benavidez 2018 Derechos Reservados.

Edición original publicada en la Ciudad de México. Derechos reservados 2018. ISBN 978-17-2904874-0

Esta obra es propiedad intelectual de su autor y los derechos de publicación en lengua española han sido legalmente transferidos al editor. Prohibida su reproducción parcial o total por cualquier medio sin permiso por escrito del propietario de los derechos del copyright. Edición autorizada para México y su distribución mundial. Impreso en México – Printed in Mexico.

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