Studium
Et Religionis Historia Scripsit Rev. Rolando Fernรกndez Benavidez Theologus
La Religión y la Historia Ensayo Hablar de religión e historia siempre es un tema polémico, sin embargo, trataré de mostrar un contexto en mi propia identidad cultural, y la influencia que tuvieron los hechos históricos, como resultado del pensamiento religioso durante la conquista de México. Acompáñenme durante este ensayo tan interesante. Este día me encuentro frente a uno de los sitios más emblemáticos de la historia del pueblo Mexicano, me encuentro parado justo a un lado del árbol, donde el conquistador español Hernán Cortés, pasó la famosa noche triste el 30 de junio del año 1520, cuando fue derrotado por el ejército Mexica.
El árbol de la noche triste, ahuehuete que representa uno de los vestigios más importantes del pueblo mexica.
El 8 de noviembre de 1519, Hernán Cortés entró con su ejército a la capital del imperio Azteca Tenochtitlán, recibido por el emperador Mexica Moctezuma II, Cortés decide tomar prisionero a Moctezuma y aprovecha las terribles disputas entre los Mexicas, Tlaxcaltexas y Totanacas, que éstos últimos se unieron a los españoles para dar inició a la matanza del Templo Mayor y la muerte de Moctezuma II.
Me encuentro en lo que una vez fue el mayor símbolo de poder político, militar y religioso; el Templo Mayor de Tenochtitlan:
En el Recinto del Templo Mayor confluían los aspectos más importantes de la vida política, religiosa su mitología y económica de los mexicas, aquí tenían lugar desde las fiestas que el tonalpohualli marcaba hasta la entronización de tlatoanis y funerales de viejos gobernantes. La construcción del templo principal de este recinto se realizó en siete etapas y alcanzó una altura aproximada de 45 metros. El Templo Mayor fue el centro simbólico de la gran red tributaria del Imperio Mexica, un
lugar en donde se reunían las ofrendas sagradas y depósitos funerarios; un adoratorio a las deidades de la guerra y la lluvia; un símbolo de los logros de los aztecas ante sus enemigos. Los templos gemelos coronan la base piramidal reflejan la antigua y persistente visión cosmológica de una serie de oposiciones coincidentes, entre ellas: cielo - tierra, sequía - lluvia, solsticio de verano - solsticio de invierno y los cultos a los dioses Tláloc, Tlaltecuhtli, CihuacóatlCoatlicue y Coyolxauhqui.
Para los conquistadores españoles de esa época, todos esos dioses, cultos y edificaciones les debieron haber parecido extraídos del mismo infierno, pensemos por un segundo en un individuo del antiguo mundo europeo con una fuerte adherencia a la religión católica de ese tiempo. Los españoles hicieron sus propias interpretaciones de las Sagradas Escrituras, mediante esa hermenéutica sentían que Dios estaba de su parte para destruir y aniquilar todo templo de los indígenas: Éxodo 20:3 No tendrás otros dioses delante de mí. Éxodo 34:13-14 sino que derribaréis sus altares y quebraréis sus pilares sagrados y cortaréis sus Aseras pues no adorarás a ningún otro dios, ya que el SEÑOR, cuyo nombre es Celoso, es Dios celoso.
Esta es una representaciĂłn de lo que una vez fue el Templo Mayor de Tenochtitlan antes de la conquista:
Y hoy en el aĂąo 2018, estas son las ruinas que siguen luchando por su existencia con el paso de los siglos:
AcompĂĄĂąenme a conocer un poco del interior de las ruinas del Templo Mayor:
Muerto Moctezuma II, la nobleza mexica y los sacerdotes eligen a Cuitláhuac como su gobernante y caudillo de guerra. Éste desplegó gran actividad para alistar tropas, busco alianzas con algunos pueblos cercanos al lago, y tratar de destruir a los invasores españoles. Sin embargo moriría pronto, víctima de la viruela.
Los combates entre españoles y mexicas duraron varios días en el palacio de Axayácatl, cuando Cortés decide huir a medianoche del 30 de junio de 1520, por uno de los puentes de canoas con dirección a Tlacopan hoy Tacuba; no contaban con que los mexicas los descubrirían e iniciaron la batalla que dejó masacrados a los europeos.
Hernán Cortés perdió la mitad de su tropa, que huía con el tesoro de Moctezuma.
Las crónicas cuentan que Cortés, derrotado y destruido, se sentó a llorar cubierto con las ramas del Árbol, durante una noche que nunca se olvidaría.
Desde 2013, el gobierno del Distrito Federal ha trabajado en proteger las ruinas del árbol y construyó una plazuela para recordar ese momento.
Scripsit Rev. Rolando Fernรกndez Benavidez Theologus