Revista el humo # 9

Page 1

EDICIÓN # 9


UN POCO DE:

Beatriz Pérez Pereda

Beatriz Pérez Pereda nació en Villahermosa Tabasco en el año 1983. Es una joven poeta entusiasta, comprometida con el quehacer literario.

Su poesía refleja un espíritu vivaz y actual. Beatriz parte de cosas simples, de lo cotidiano. Tiene un lenguaje directo, sin rodeos, pero con ello deja entrever que no hay mayor complejidad que el sentimiento. La autora obtuvo el Premio Tabasco de poesía José Carlos Becerra 2009, Premio Nacional de Poesía Tuxtepec Río Papaloapan 2009, Flor de Plata en los Juegos Florales de la Universidad de San Luis Potosí en el 2007, Premio Nacional de Poesía Rosario Castellanos 2005, el Primer Lugar en el Certamen Estatal de Poesía de Tabasco 2001 y fue becaria del FECAT en el 2004 y 2007. Beatriz Pérez Pereda aparece en las siguientes antologías: Verbo Cirio X y La mujer Rota, Literaria Editores, 2008, Juegos Florales Universitarios de la Universidad Autónoma de San Luís Potosí, 2008, Nueva Antología de poetas tabasqueños contemporáneos, Ujat, 2006. En las revistas: Punto de Partida no.155 Diez poetas de Tabasco, Plan de Pájaros, Sinalefa, Presencia, entre otras. Y recientemente, Guesa Ediciones acaba de publicar su poemario Trópico de Ausencias. Así escribe Pérez Pereda

De Trópico De Ausencias: * Escucho el ruido de los árboles como un caos debidamente acordado


Aquí las cosas permanecen azoradas inclinando los sueños en la misma dirección de los relojes Pero no voy a hablar de esto sino de ese caos que me sugiere la lascivia de unos gatos arañándose

Hay que dudar de las palabras hay que dudar incluso de nuestros nombres sólo conocemos el verdadero cuando cerramos los ojos y escuchamos el grito del que cae Hoy estoy cayendo Pero no quiero hablarte de esto sino de la melodía trastornada que es el deseo inacabado como un violín frenético de nostalgia o un perro que lame sin cansancio la indiferencia de su amo

El ruido es la mejor excusa para el silencio El ruido es un silencio entristecido que pregunta por el apareamiento amoroso de sus escalas harto ya de sus pisadas por la catedral inmensa que es la tristeza

Quiero decir que el caos allá afuera toma la forma de árboles furiosos El caos es un insomnio de barcos que se alejan cubiertos de ceniza y que nunca encontrarán una orilla donde niños agiten pañuelos venturosos

Lo que hace rato quiero decirte es que el caos es lo más parecido a extrañarte.

* Me duelen los huesos tu cuerpo es una astilla pudriendo mi carne afuera llueve y los relámpagos revelan sus heridas de nieve y plata los piojos carcomen el olvido mi cabeza sangra un látigo rompe la armonía musical de mis piernas en mi vientre un árbol de retratos quema sus ramas Sobre el potro de los deseos mi espalda cruje y mis brazos se alargan para tocar tu desnudez en el reverso de la mía Tu desnudez de espejos empañados


de agua consumida en un hervor involuntario Tu desnudez que es lo opuesto a una raíz profunda al llanto sin retorno de las mujeres en los puertos Tu desnudez de agujas encendidas tejiendo nostalgias en mis sienes en mi boca que reconoce tu aroma en un puñado de insoportables jazmines Tu desnudez marchita el recuerdo de un campo en mis pupilas y escribe una bitácora de peces engañosamente bellos que atraen con su luz hacia un abismo sin palabras

Digo tu desnudez porque lo que no se nombra alimenta la materia de lo que se olvida.

* Te escribo una carta te escribo para decirte cosas simples cosas como que me duele una muela o que la ciudad me ha hecho un guiño con sus luces blancas

Ayer salí a caminar con el viento opaco de estas tardes y pienso que tengo que recordar contarte del color de casa vacía de ciertas nubes del olor cercano que reconozco en gente ajena que no me tropieza ni me mira Te escribo esta carta el lápiz acaricia mi dedo a veces pinto la tiza rellena las intermitencias de mi sueño a veces también me paro frente al espejo hasta que mi pulso se tranquiliza y me perdono en esa imagen de grietas abismos muecas Te escribo una carta te escribo pensando en que me leas en que algún impulso hará que tomes el lápiz y me pienses frente a la hoja Regálame por lo menos ese silencio la pausa mientras buscas la primera palabra ese momento antes de arrepentirte y cerrar de nuevo tu mano y tu boca


El viento ha oscurecido mi cuarto ha traído nubes y un aire polvoso y no quiero encender los focos y darle otra victoria a la luz

Estoy frente a esta carta que ya es más tu pertenencia no hay cansancio sino dolor mientras velo por tus ojos no hay hastío en la espera hay puentes caídos piedras filosas.

De La Impaciencia De La Hoguera: Las cartas son barcos de papel. Yo te escribo. En el correo me preguntaron por el puerto del destinatario y tuve que volver a mi cuarto con las cartas, sentarme de nuevo frente al escritorio, sin otro cambio salvo que los sobres están ajados y mi ignorancia se ha hecho más grande. Sé de ti tus zapatos azules, tus pies de mármol, que aprendiste a pintar a la luz de los faros y no imaginabas los presagios que traerían los pelícanos que devoran las sobras de la mañana. También supe, mientras cerrabas los ojos, de los temblores de tu piel, que en realidad prefieres hablar cuando nadie escucha y tu predilección por las películas donde los viajeros son felices. Sé todo esto, sé hasta la inscripción que circunda el único lunar de tu cuerpo. No sé a dónde enviarte estas cartas. Cada vez son más tus ojos los que aparecen en el reflejo y es más nítida la marca de tu mueca en la mejilla. Paso mucho tiempo mirándome al espejo, y es que recordé que Oliveira leyó que un pez solo en su pecera se entristece y entonces basta ponerle un espejo y el pez vuelve a estar contento…

Yo soy la que espera en los columpios de un parque, en el destierro más áspero que el amor confiere, en la última silla del café, a que alguien pase y pregunte tu nombre y ponga en mi boca un recuerdo tuyo En la absoluta convicción de que tus ojos son un caos cayendo desde la nostalgia, de que la espera es siamesa de la locura o el costal donde la distancia y el deseo son gatos encerrados, te espero. Libros en los que aparece


Su libro


NARRATIVA Microcuentos de Ildiko Valeria Nassr Amantes duraderos Un gemido casi gutural se le atascaba en la garganta cuando ella le mordía el cuello. Eran vampiros estrenando su nueva vida. Eran días de ser noches y noches enteras de amarse sin pudor. El amor de los dos no se terminaba ni con la muerte y, ahora, hechos

espíritus

el

diablo

los

cobijaba

bajo

su

cola.

La magia del alma los retorcía en desenfrenadas orgías con otros que estaban en igual condición. Nubes de colores se les aparecían en cada mordida, en cada orgasmo. Opacaban sus ojos sin vida los amaneceres, las constantes muertes de sus amantes, el tormento de estar solos, la angustia de no sentir ya el sol sobre sus torsos desnudos,

la

certeza

de

los

perpetuos

finales

dentro

suyo.

Una noche, los descubrió lúcidos de sangre, trastocados de placer y los confundió con la bruma incipiente de un nuevo morir. Otra vez juntos. Con la ruptura de la rutina, para probar otra forma de amarse más todavía.

Extranjera Es cierto. Ya no recuerdo tus ojos. Pero cuesta confesarlo. Es cierto también que nunca te quise. Que usé tu cuerpo como una espada para atravesarme a mí misma y olvidarme de la que fui. Margarita desecada en el viento. Agua en la espalda de un luchador. Agua. Ciega luz que se dispersa por los agujeros de la estaca en mi piel. Abnegada catarata de estrellas esparcida en los ecos de tu voz. Tenía tanto miedo. Quiero salir, dejar a la hembra estacada; con las heridas infectadas de Pero ¿y el miedo?

luz.

¡Tanta

luz!


IMAGEN

Soldaderas Balas al corazón La artista Merry Calderoni de gran trayectoria nos presentó la obra que lleva como nombre Soldaderas, en el que ella hace hincapié el papel de la mujer en la revolución mexicana. La obra estuvo en el museo de arte en la ciudad de Santiago de Querétaro. He aquí una muestra del trabajo.



ENSAYO

El verso siempre tiene la palabra La antología recientemente publicada, muestra una selección de 33 poetas argentinos. El proyecto fue impulsado por Homoscriptum de la mano de Alexandra Botto, poeta y editora, quien a su vez recibió el apoyo de la Universidad Autónoma de Nuevo León. El material convoca a los poetas nacidos entre los años 1921- 1981 y por supuesto al haber un parámetro extenso en generaciones, el trabajo se enriquece mucho más. La labor de Botto es de valía, porque deja un registro para nuestra historia. El compromiso fue más allá de transmitir, también fue el de dejar una huella en este terreno. Los hallazgos de Alexandra Botto parecen ser certeros, aunque no los definitivos, puesto que la poesía gira, cambia, y se transforma. Aún así ella se arriesga a dar una muestra. El escritor Adán Echeverría contribuyó a la labor. En el prefacio “Yo versaré tus pasos nuevamente”, dice con su mirada literaria: Es así como la poesía argentina contemporánea predica desde el transgénero en que ahora nos descubrimos plenos, completos, como si al deshojar de nueva la cebolla mundial quisiéramos encontrar algo

distinto,

sin

embargo ¿acaso

es

justo

que

nos

vamos

descubriendo

nuevamente?. El verso toma la palabra da por sentado que la palabra circula, tiene movimiento y herencia. Según Echevarría “el único legado será precisamente la palabra”


Poetas incluidos Aldo Luis Novelli Ana Emilia Lahitte Marisa Negri Gustavo Tisocco Romina Cazón María Teresa Andruetto Gabriel Impaglione Fernanda Castell Mario Arteca Liliana Lukin Diana Poblet María Laura Coppié Marcelo Mangiante Irma Droz Rolando Revagliatti Griselda García Liliana Chavez Sandra Cornejo Luis E. Holgado Bibi Albert Andrés Nieva Cristina Crestanello Norberto Antonio Gabriela Delgado Rubén Delgado María del Carmen Suárez Carlos Norberto Carbone Valeria Zurano Jorge Ariel Madrazo María Esther Robledo Sergio Soler Mario Sampaolesi Sandro Barrela


ENTREVISTA

Entrevista a Dana Gelinas

¿Cómo eres en la cotidianeidad? Procuro ser más o menos puntual, en esta ciudad donde ser puntual es algo casi imposible. Prefiero esperar a alguien a hacer esperar a alguien. Trabajo por mi cuenta, como editora y traductora, y puedo trabajar dieciséis o más horas seguidas cuando tengo muy cerca una fecha límite. Me cuesta mucho trabajo, e incluso me resulta imposible, leer un libro por obligación, si se me cae de las manos ya no puedo retomarlo; en cambio, si un libro, de cualquier género o de cualquier autor, me atrapa, vivo horas o días que se parecen mucho a la felicidad. Escucho música tanto como leo, Krzysztof Penderecki, Mozart, Bach, Henryk Górecki y rock, me gusta mucho el rock; realmente admiro y escucho la música de David Bowie, siempre es como si lo estuviera escuchando por primera vez.

¿Crees que la poesía es redituable para un autor/a? Escribir un solo poema es en sí algo absolutamente redituable, escribir todo un libro es algo que compensa toda labor y búsqueda. De hecho, no sólo el libro impreso, sino en todas sus formas: incluso antes de que un poema sea escrito, cuando todavía está tomando forma en la memoria, y después, cuando se lo lees a alguien, o cuando


aparece aquí o allá en el ciberespacio, creo que el hecho de escribir es perfectamente redituable en sí mismo.

¿Cuáles son las preocupaciones que tienes como escritora? Como persona, vivir la realidad, y como escritora también. Lo que más me interesa es llegar a conocer lo mejor posible la naturaleza humana. El trabajo previo a la redacción del poema es el de interpretación, es el más arduo: el qué se va a decir. Los narradores deben tener algo que contar, y los poetas deben tener algo que decir. El tono del poema, su ritmo o su respiración, sus niveles de significación, la ironía, esa vista de pájaro, dependen de la primera búsqueda, que tiene todo que ver con lo que se desea decir en un primer momento. La decantación del poema, también, depende absolutamente de esa primera intención.

¿Cómo ves el terreno literario en México? Me parece muy interesante que haya tanta variedad de poéticas, creo que eso es enriquecedor para todos.

Has sido merecedora de premios, especialmente de dos premios importantes a nivel nacional. ¿Consideras que los premios tienen credibilidad? ¿Qué te otorgó el premio; en qué cambió tu vida? Un premio literario no hace la vida de un escritor; sin embargo, es un reconocimiento a su trabajo de muchos años, porque aunque un libro no te lleve toda la vida, existe toda una experiencia de largo tiempo que lo sostiene. Lo que yo he atestiguado, en las veintitantas ocasiones en las que yo he sido jurado, ha sido una discusión libre donde en ocasiones las diferencias dependieron mucho del gusto y la orientación poética de los diferentes jurados.

¿Cuando escribes proyectas el libro como producto final? Tanto en Sólo Dios, conjunto de poemas incluido en Poliéster, como en Altos Hornos, enBoxers, y

también

en Los

trajes

nuevos

del

emperador, existió

la

preocupación, la intencionalidad, digámoslo así, de escribir acerca de todo un mundo, en sus diferentes aristas, sin que por eso el poema haya dejado de significar por sí mismo. Creo en la escritura poliédrica, por decirlo así, en la cual una de las caras de


un prisma refleja y le otorga un nuevo sentido a las demás. El juego de reflejos va llenando de profundidad de campo un libro, así como de contrastes, de ironía y de perspectiva. Recientemente, enLos trajes nuevos del emperador, que todavía está en prensa, aunque se trata de un libro que aparentemente se ocupa de los temas más diversos –porque trata acerca de algunos personajes públicos de la historia reciente, tan diversos como Arnold Schwarzenegger, el emperador Akihito, o Margaret Thatcher–, es un libro que busca el entendimiento de la naturaleza humana que actúa y sobreactúa bajo la lente pública, con una gestualidad diferente y bajo un rango amplio de emociones humanas.

¿Qué es lo que piensa de la publicación del libro? No sé por cuánto tiempo vaya a existir el libro en papel, o durante cuánto tiempo existirá el papel, por lo menos tal y como lo conocemos. Pero creo que el libro va a perdurar,

en

tabletas

electrónicas,

en

láser,

sobre

partículas

invisibles,

o,

parafraseando a Einstein, nuevamente cincelado en piedra post-tercera-guerra mundial. Aunque sería maravilloso que los libros que nos gustan los pudiéramos memorizar y decir ante nuestros amigos.

La red fomenta y posibilita la publicación de cuantiosas revistas. ¿Crees en el trabajo virtual? Claro que sí creo en el trabajo que realizan los editores de la red. La red hace posible que los poemas, y de hecho, todos los géneros, literarios y no literarios, tengan lectores en cualquier parte del mundo, y durante mucho más tiempo que el que tiene un libro impreso. Los poemas en español pueden ser leídos por cualquier lector que entienda el español, y el idioma sería la única limitante. --------------------------------Dana Gelinas nació en Monclova, Coahuila, en 1962, y actualmente reside en la Ciudad de México. Ha sido becaria del Centro Mexicano de Escritores (beca Salvador Novo 1982-83), del Instituto Nacional de Bellas Artes (1987-88) y del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes para Jóvenes Creadores (1992). Libros: Bajo un cielo de cal (Fondo Editorial Tierra Adentro, 1991; 2ª edición, 2006, Instituto Coahuilense de Cultura-Fondo Editorial Tierra Adentro). Poliéster (VIII Premio Nacional de Poesía Tijuana 2004, Instituto Municipal de Arte y Cultura ; 2ª edición, Universidad Autónoma de Coahuila, 2009). Altos Hornos, editorial Praxis (2006). Boxers (Premio Nacional de Poesía Aguascalientes, Joaquín Mortiz-Planeta, 2006). Aves del paraíso, Col. El Celta Miserable, editorial Letras de Pasto verde, 2009, y Los trajes nuevos del emperador es su próximo libro de poemas (en prensa).


POESÍA

Los niños de Hamelin Es, llanamente, un problema de números. Los trasplantes exitosos, los órganos que padecen necrosis después del injerto, los órganos descartados por virus y antivirus exceden las cifras de donantes muertos en accidentes de tránsito y, es claro, al raro universo de todos los donadores saludables.

Cada hora que pasa desaparece un niño para siempre en Latinoamérica. Sin embargo, no hay alcalde que ofrezca un rescate por los niños de Hamelin. No hay alcalde que escuche a las madres de Hamelin. Llenarían, entre todas, la plaza mayor de esta república. Los alcaldes las evitan, esconden al responsable del equipo de médicos cirujanos de cierta unidad de trasplantes. La historia de Hamelin es mentira, no existe un gobernador


como el de Hamelin.

Existe una Pietà, un monumento de mármol hecho trizas para las madres con hijos enfermos, una opinión pública llorosa cuando un cirujano de Alaska trasplanta un estómago a un niño anoréxico y el médico es convertido en celebridad como un edicto sobre mármol blanco.

Las esposas de ciertos funcionarios conocen a los cirujanos de Hamelin, aunque jamás tendrían el mal gusto de mencionarlos durante sus tours a otros planetas, ni a la esposa del general brigadier de las fuerzas armadas, ni al jefe de la policía federal, ni al jefe de la policía judicial, ni al superintendente local.

No es difícil adivinar su rostro, incluso tras un tapabocas.

No es difícil adivinar donde está ese gran hospital


de medicina avanzada. No es difícil. Son tantos rastros como los niños de Hamelin. Dana Gelinas VI Apaga las llamas Las sábanas de fuego La niña profesional de las sábanas El fuego profesional del deseo ¿y el amor? Lleno de polvo

XII

mendigoniña niñamendigo suavidadrugosa piedramullida Masmenos unión aguaaceite. (del libro La niña y el mendigo) Ildiko Valeria Nassr


Revista EL HUMO AGOSTO, 2010 EDICIĂ“N # 9 www.revistaelhumo.com


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.