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ORACIÓN DE LOS FIELES
Presidente: Hermanos, iniciamos, con esta Cena santa, el Triduo Pascual, confiémosle nuestras peticiones a Dios, diciendo: Todos: Dios de amor, escúchanos 1. Roguemos por la Iglesia Católica y sus ministros para que la Cena del Señor sea el centro de su vida donde se anuncie siempre la muerte de Jesús. 2. Roguemos por los gobernantes, para que el ejemplo de la entrega amorosa de Jesús sea motivo para vivir mejor su compromiso cristiano. 3. Roguemos por los formadores en los seminarios y por los seminaristas y aspirantes a la vida consagrada, para que, fortalezcan su vocación en la celebración de la Eucaristía. 4. Roguemos por los enfermos, los minusválidos, los agonizantes y moribundos para que busquen en la comunión eucarística su fortaleza y su única seguridad. 5. Roguemos por nuestro Obispo N., por nuestro Párroco N., por todos los sacerdotes, y por cuantos estamos participando de esta Cena, para que seamos testigos siempre del amor de Dios. (Intenciones de la comunidad). Presidente: Dios de infinito amor, que has entregado a tu Hijo único para nuestra salvación, escucha nuestras súplicas. Por J.N.S.
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ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS
Concédenos, Señor, participar dignamente de estos misterios, pues cada vez que celebramos el memorial de este sacrificio, se realiza la obra de nuestra redención. Por Jesucristo, nuestro Señor.
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ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Concédenos, Dios todopoderoso, que de la misma manera como nos alimentas en la Cena de tu Hijo, en esta vida, podamos ser saciados también en la eternidad. Por Jesucristo, nuestro Señor. Lavatorio de los pies: Con este gesto del lavatorio de los pies, Jesús quiere dejar una lección al mundo entero: si no vivimos para servir no servimos para vivir.
Canto de Comunión: No me habéis vosotros elegido, fui yo mismo quien os elegí; ya no os llamo siervos sino amigos; permaneceréis para siempre junto a mí. 1. Yo soy la verdad, soy el camino, soy la vida y la resurrección, quien me sigue no andará perdido, pues yo soy la luz, yo soy vuestra salvación. 2. Recordad mi nuevo mandamiento por el que os reconocerán que os améis los unos a los otros, como yo os amé hasta mi vida entregar. 3. Tomad y comed, este es mi Cuerpo que se entrega por vuestra salud; tomad y bebed esta es mi Sangre que yo derramé por vosotros en la Cruz. 4. Nosotros, Señor, te damos gracias por habernos dado de tu luz; nosotros, Señor, te seguiremos, danos tu amor, tu perdón, tu bendición. Canto de Comunión: Donde hay Caridad y amor: allí está el Señor (bis). 1. Una sala y una mesa, una copa, vino y pan los hermanos compartiendo en amor y en unidad. Nos reúne la presencia y el recuerdo del Señor, celebramos su memoria y la entrega de su amor. 2. Invitados a la mesa del banquete del Señor, recordamos su mandato de vivir en el amor. Comulgamos en el cuerpo y en la sangre que Él nos da, y también en el hermano si lo amamos de verdad. 3. Este pan que da la vida y este cáliz da salud, nos reúne a los hermanos en el nombre de Jesús. Anunciamos su memoria, celebramos su pasión, el misterio de su Procesión al lugar de la reserva eucarística destacado en forma solemne: Marchemos reverentes hasta el monumento o lugar de la reserva eucarística. Permanezcamos orantes y en actitud de adoración ante la divina majestad.
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Semanario Litúrgico
D OMINICAL ABRIL 5 DE 2012 AÑO 16 No.807 Somos Iglesia Católica JUEVES SANTO MISA VESPERTINA EN LA CENA DEL SEÑOR CICLO B
Arquidiócesis de Cali
Vicaría para la Evangelización
Publicación Pastoral de la Arquidiócesis de Cali. Textos Bíblicos tomados del Leccionario / Dominical del Episcopado Colombiano Editor: Centro Pastoral de Catequesis Teléfono: 667 3906 E-mail: catequesiscali@gmail.com Logística: Relitex Asesores en Comunicaciones, Calle 28 Nte. No. 4N - 88 Teléfono: 667 0936 - 315 584 5834 E-mail: relitex3@yahoo.com
LOS AMO HASTA EL EXTREMO
L
a Eucaristía de esta tarde lleva el nombre en latín de In Cena Domini, es decir, “en la Cena del Señor”. Los Evangelios de Mateo, Marcos y Lucas sitúan la Última Cena en ocasión de la Pascua Judía. Pasar de largo es lo que significa la palabra pascua: “Cuando vea la sangre, pasaré de largo; no os tocará la plaga exterminadora cuando yo pase hiriendo a Egipto” (Éxodo 12,13). Pablo nos narra cómo celebró Jesús esa Pascua: “El Señor, la noche que era entregado, tomó pan, dando gracias lo partió y dijo: Esto es mi cuerpo que se entrega por vosotros. Haced esto en memoria mía”. Esta es la Pascua Cristiana. Toda nuestra vida creyente se fundamenta en esa transformación de la muerte de Jesús en acontecimiento de alianza. El evangelista Juan, en vez de la Última Cena, narra otro episodio: El lavatorio de los pies. Es más que un gesto de humildad, es el signo que nos libera de nuestros pecados, para poder tener parte con Jesús. Es también el signo concreto del servicio. El abad de Tibhirine, el padre Christian de Chergé, monje cisterciense, asesinado en Argelia junto con otros monjes en 1996 (recordar la película “de dioses y hombres”), escribió: “Si un día fuera víctima del terrorismo, me gustaría que JUEVES SANTO: DEL AMOR, DE LA INSTITUCIÓN DE LA EUCARISTÍA Y DEL SACERDOCIO. Oremos por los sacerdotes de manera especial en este día para que cumplan con fidelidad su sagrado ministerio.
mi comunidad, mi Iglesia, mi familia, recordara que mi vida fue entregada por Dios, a Dios y a este país”. El amor es ofrenda y sacrificio y eso es la Eucaristía. Símbolos: Pan, uvas. El monumento en el que se guarda la reserva eucarística no es para concursar ni para llamar la atención. Es un signo para meditar y orar ante la presencia de Cristo. Presencia salvadora. Vida entregada. (Pbro. Germán Martínez R.). Canto de entrada: Amémonos de Corazón, no de labios ni de oídos (bis). Para cuando Cristo venga, para cuando Cristo venga, nos encuentre bien unidos (bis). 1. Un mandamiento nuevo os doy, que os améis unos a otros bis). Como yo os he amado, como yo os he amado, os améis también vosotros (bis). 2. Cómo puedo yo orar enojado con mi hermano (bis). Dios no escucha la oración, Dios no escucha la oración, si no me he reconciliado (bis). 3. Tú rebaño en ti confía y esperamos tu venida (bis) Para cuando Cristo venga (bis) nos reunamos con María (bis).
Celebremos La Eucarístia JUEVES SANTO - LA CENA DEL SEÑOR
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AMBIENTACIÓN DE ENTRADA
Comentador: En la tarde de este Jueves santo, celebramos la institución de la Eucaristía, del Sacerdocio y del mandamiento del Amor. Conmemoramos el comienzo de estos tres días centrales de Pascua. Celebremos gozosos a Jesús que se entrega por nosotros y nos entrega su Cuerpo convertido en alimento eucarístico. Demos testimonio de una vida transformada, e identificada con su proyecto de salvación
Acto Penitencial: Celebrante: Hermanos para celebrar dignamente estos sagrados misterios, reconozcamos nuestros pecados. Asamblea: Yo confieso ante Dios todopoderoso y ante ustedes, hermanos, que he pecado mucho de pensamiento, palabra, obra y omisión: Por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa. Por eso ruego a santa María siempre Virgen, a los ángeles, a los santos y a ustedes, hermanos, que intercedan por mí ante Dios, nuestro Señor. Celebrante: Dios todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
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ORACIÓN COLECTA
Al congregarnos, oh Dios, para celebrar esta sacratísima Cena, en la cual tu Unigénito, cuando iba a entregarse a la muerte, encomendó a la Iglesia el sacrificio nuevo y eterno y el banquete de su amor, concédenos, te rogamos, que por la celebración de tan sagrado misterio obtengamos la plenitud del amor y de la vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.
LITURGIA DE LA PALABRA Comentador: Todo cuanto hace Jesús, lo realiza por amor y con el deseo grande de darnos ejemplo para que nosotros hagamos lo mismo. La institución de la Eucaristía es el anticipo sacramental del Misterio Pascual que celebramos en estos días santos. En actitud reverente, escuchemos esta Palabra que el Señor nos dirige en este Jueves del amor.
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LECTURA DEL LIBRO DEL ÉXODO
Cuando los israelitas estaban para salir de Egipto, habló el Señor con Moisés y Aarón y les dijo: “Este mes será para ustedes el primer mes; con él comenzarán a contar los meses del año. Díganle a toda la comunidad de Israel que el día diez de este mes escojan en el rebaño un animal por familia. Si la familia es demasiado pequeña para comerlo, que se junten en una casa dos o más familias vecinas, escogiendo el animal según el número de personas y lo que cada uno pueda comer. Debe ser un animal de un año, macho y sin defecto; puede ser cordero o cabrito. Lo guardarán hasta el catorce del mes. Al atardecer se reunirá toda la comunidad de Israel para matarlo. Luego tomarán un poco de sangre y untarán con ella todo el marco de la puerta de cada casa en que coman el animal. Deben comérselo esa misma noche; deben comer la carne asada al fuego y también hierbas amargas y pan sin levadura. Lo comerán de esta manera: con la túnica arremangada, con los pies calzados y el bastón en la mano; deberán comerlo de prisa, porque es la pascua del Señor. Esa noche yo pasaré por todo Egipto y quitaré la vida al primogénito de cada familia egipcia y a la primera cría de sus animales, y haré justicia contra todos los dioses egipcios. Yo soy el Señor. La sangre del animal les servirá para señalar las casas en que viven. Al ver la sangre, pasaré de largo. Cuando yo descargue mi golpe sobre el país de Egipto, ninguno de ustedes sufrirá el castigo destructor. En adelante tendrán que conmemorar este día: lo celebrarán como fiesta de peregrinación en honor del Señor, y guardarán esto como ley perpetua de generación en generación.” (12,1-8.1114) Lector: Palabra de Dios Asamblea: Te alabamos Señor
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SALMO RESPONSORIAL
Lector: Comulgaremos con la Sangre de Cristo. Todos: Comulgaremos con la Sangre de Cristo. Salmo: 116(115) — ¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Alzaré la copa de la salvación invocando su nombre. — Vale mucho a los ojos del Señor la vida de sus fieles. Señor, yo soy tu siervo, hijo de tu esclava: rompiste mis cadenas. —Te ofreceré un sacrificio de alabanza invocando tu nombre, Señor. Cumpliré al Señor mis votos en presencia de todo el pueblo.
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LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DEL A. S. PABLO A LOS CORINTIOS
Hermanos: Yo recibí esta tradición que viene del Señor y que a mi vez les transmití: que el Señor Jesús en la noche en que fue entregado tomó pan, dio gracias a Dios, lo partió y dijo: “Esto es mi cuerpo que se entrega por ustedes. Hagan esto en conmemoración mía.” Lo mismo hizo con la copa después de cenar. Les dijo: “Esta es la copa de la nueva alianza sellada con mi sangre. Cada vez que beban de ella, háganlo en conmemoración mía.” Y de hecho, cada vez que comen de este pan y beben de esta copa, anuncian la muerte del Señor, hasta que vuelva. (11,23-26). Lector: Palabra de Dios Asamblea: Te alabamos Señor
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ANTES DEL EVANGELIO
Lector: Les doy un mandamiento nuevo: ámense los unos a los otros como yo los he amado.
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LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN JUAN
Se acercaba la fiesta de la Pascua, y Jesús sabía que le había llegado la hora de pasar de este mundo al Padre. Y habiendo amado a sus discípulos que se quedaban en el mundo, los amó hasta el extremo. Mientras cenaban, cuando ya Judas el hijo de Simón
Iscariote, inducido por el diablo, había decidido en su corazón traicionarlo, y sabiendo Jesús que el Padre le había dado poder sobre todas las cosas y que habiendo venido de Dios a Dios volvía, se levantó de la mesa, se quitó el manto, y se puso una toalla alrededor de la cintura. En seguida echó agua en una palangana y empezó a lavarles los pies a los discípulos y a secárselos con la toalla. Cuando llegó a Pedro, este le dijo: “Señor, ¿vas tú a lavarme a mí los pies?” Jesús le respondió: “Lo que estoy haciendo tú no lo entiendes ahora, pero después lo entenderás.” Pedro le contestó: “¡No me lavarás los pies jamás!” Jesús le respondió: “Si no te lavo, no tendrás nada que ver conmigo.” Simón Pedro le replicó: “Entonces, Señor, no me laves solamente los pies; ¡lávame también las manos y la cabeza!” Jesús le dijo: “El que se ha bañado no tiene necesidad de lavarse sino los pies; ya está todo limpio. Y ustedes ya están limpios, aunque no todos.” Él sabía quién era el que lo iba a traicionar. Por eso dijo que no todos estaban limpios. Cuando terminó de lavarles los pies, se puso otra vez el manto y volvió a la mesa. Entonces les dijo: “¿Entienden lo que he hecho con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y Señor, y con razón, pues lo soy. Por tanto, si yo, que soy su Señor y Maestro, les lavé los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. Les di ejemplo, para que hagan lo mismo que yo hice con ustedes.” (13,115) Celebrante: Palabra del Señor. Asamblea: Gloria a ti, Señor Jesús.
Credo Celebrante: ¿Creen en Dios Padre, todopoderoso, creador del cielo y de la tierra? Comunidad: Sí creo. Celebrante: ¿Creen en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, quien nació de Santa María Virgen, murió, fue sepultado, resucitó de entre los muertos y está sentado a la derecha del Padre? Comunidad: Sí creo. Celebrante: ¿Creen en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de los muertos, y la vida eterna? Comunidad: Sí creo. Todos: Esta es nuestra fe. Esta es la fe de la Iglesia, que nos gloriamos de profesar en Cristo Jesús, nuestro Señor.