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ROSARIO AL ESPÍRITU SANTO ORACIÓN PREPARATORIA SECUENCIA AL ESPÍRITU SANTO
Ven, Espíritu divino, Manda tu luz, desde el cielo. Padre amoroso del pobre, Don en tus dones espléndido, Luz que penetra las almas, Fuente del mayor consuelo. Ven, dulce huésped del alma, Descanso de nuestro esfuerzo, Tregua en el duro trabajo, Brisa en las horas de fuego, Gozo que enjuga las lágrimas Y reconforta en los duelos. Entra hasta el fondo del alma, Divina luz y enriquécenos, Mira el vacío del hombre, Si tú le faltas por dentro; Mira el poder del pecado, Cuando no envías tu aliento. Riega la tierra en sequía, Sana el corazón enfermo, Lava las manchas, infunde Calor de vida en el hielo, Doma el espíritu indómito, Guía al que tuerce el sendero.
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Reparte tus siete dones, Según la fe de tus siervos; Por tu bondad y tu gracia, Dale al esfuerzo su mérito; Salva al que busca salvarse, Y danos tu gozo eterno. Amén.
MISTERIOS DEL ROSARIO EN EL PRIMER MISTERIO: Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, porque desde toda la eternidad predestinó a la Santísima Virgen María para ser Madre del Hijo de Dios. 1.
Del Libro Del Génesis 3, 15
Haré que haya enemistad entre ti y la mujer, entre tu descendencia y la suya, ésta te pisará la cabeza mientras tú te abalanzarás sobre su talón. Palabra de Dios…. Reflexión: La Mujer es la humanidad, la cual dará a luz al Salvador; a su Salvador, fecundada por la gracia de Dios. Esta figura se refiere tanto a Maria como a la Iglesia, pues tanto María como la Iglesia, entraron en el desposorio divino: De Maria nació Jesús: la Iglesia a su vez, es la madre de todos aquellos que nacen del agua y del Espíritu y pasan a ser como un cuerpo de Cristo, que se va extendiendo poco a poco a todos los hombres.
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Padre nuestro. Y, 10 veces la siguiente jaculatoria: V. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. R. Y enciende en ellos el fugo de tu amor. En lugar de gloria se reza, la siguiente oración: El Padre lo ordene; el Hijo lo disponga; y el Espíritu Santo, aplaque los corazones que están en contra nuestra. EN EL SEGUNDO MISTERIO: Honremos la operación del Espíritu santo y adorémosle, porque hizo inmaculada a María en su Concepción y la santificó con una plenitud de gracias. 2. Del Libro Del Apocalipsis 12, 1. 5. Apareció en el cielo una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo los pies y en su cabeza una corona de doce estrellas. Y la Mujer dio a luz un Hijo varón, que debe gobernar todas las naciones con vara de hierro. Pero el niño fue arrebatado y llevado ante Dios y ante su Trono. Reflexión Representamos a María coronada de estrellas y aplastando la cabeza de la serpiente, para expresar que desde el momento en que fue concebida, Dios la preservó de la herencia mala que todos recibimos de nuestros antepasados: Es lo que llamamos su Inmaculada Concepción. Pues Ella Empezó a existir en la gracia de Dios, y su
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espíritu se despertó bajo la luz divina. Ella fue la creatura perfecta. Una mujer que goza de los favores que Dios reserva a su Iglesia para el final de los tiempos, cuando haya vencido definitivamente a la serpiente. Esta es la nueva Eva y la Madre de los discípulos de Jesús. Padre nuestro. Y, 10 veces la siguiente jaculatoria: V. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. R. Y enciende en ellos el fugo de tu amor. En lugar de gloria se reza, la siguiente oración: El Padre lo ordene; el Hijo lo disponga; y el Espíritu Santo, aplaque los corazones que están en contra nuestra. EN EL TERCER MISTERIO: Honremos la operación del Espíritu santo y adorémosle, porque hizo a la Santísima Virgen, Madre del Verbo Divino en el misterio de la Encarnación. 3. Del Evangelio De San Lucas 1,28... El Ángel Gabriel fue enviado por Dios a una joven Virgen, llamada María, y le dijo: “Alégrate, llena de gracia; el Señor está contigo”. Darás a luz a un Hijo al que pondrás el nombre de Jesús. El poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Por eso tu Hijo será Santo y con razón lo llamarán Hijo de Dios. Palabra del Señor…
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Reflexión ¿Cómo respeta Dios a los hombres! No los salva sin que ellos mismos lo quieran. El Salvador ha sido deseado y acogido por una madre. Una jovencita acepta libre y conscientemente ser la servidora del Señor y llega a ser Madre de Dios. El nombre de la virgen era María. Dos veces Lucas usa la palabra virgen. ¿Por qué no dijo: una joven, o una muchacha, o una mujer? Sencillamente porque se refiere a las palabras de los profetas que afirman que Dios será recibido por la Virgen de Israel. Pues muchos al leer la profecía de Isaías (7,15) sacaban la conclusión que el Mesías nacería de una Virgen. Y el Evangelio nos dice: María es la Virgen que da a luz al Mesías.
Padre nuestro. Y, 10 veces la siguiente jaculatoria: V. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. R. Y enciende en ellos el fugo de tu amor. En lugar de gloria se reza, la siguiente oración: El Padre lo ordene; el Hijo lo disponga; y el Espíritu Santo, aplaque los corazones que están en contra nuestra. EN EL CUARTO MISTERIO: Honremos la operación del Espíritu santo y adorémosle, porque dio la vida a la Iglesia en el día de Pentecostés.
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DE LOS HECHOS DE LOS APÓSTOLES Entonces Pedro se presentó con los once y habló en esta forma: Sucederá en los últimos días, dice Dios: Derramaré mi Espíritu sobre todos los mortales, sus hijos y sus hijas profetizarán; y los jóvenes tendrán visiones, y los ancianos tendrán sueños. En esos días, yo derramaré mi Espíritu sobre mis siervos y mis siervas profetizarán. Haré cosas maravillosas en el cielo y en la tierra: El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre, antes que llegue el día del Señor, día grande y glorioso Y todo el que invoque el nombre del Señor, se salvará: Palabra del Señor.. Reflexión Esta es la primera proclamación pública de la resurrección de Jesús, por los apóstoles que conformaban la naciente Iglesia. Pedro anuncia a Jesús partiendo de la señal que Dios acaba de dar: hubo una intervención divina, hubo alboroto alrededor de la casa y actuación extraordinaria de los creyentes. Entonces Pedro relaciona estos hechos visibles y evidentes con otra cosa que la gente no vio y que él afirma: Jesús ha resucitado y da el Espíritu: “Derramaré mi Espíritu sobre todos los mortales”. Pues este Espíritu antes se concedía solamente a los profetas. Mucha gente se convirtió y esta conversión significaba integrarse a la Iglesia principiante, que mostraba al pueblo
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el camino de salvación propuesto por Jesús. La Iglesia no se representaba como una nueva religión sino como un foco de vida más auténtica. Padre nuestro. Y, 10 veces la siguiente jaculatoria: V. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. R. Y enciende en ellos el fugo de tu amor. En lugar de gloria se reza, la siguiente oración: El Padre lo ordene; el Hijo lo disponga; y el Espíritu Santo, aplaque los corazones que están en contra nuestra. EN EL QUINTO MISTERIO: Honremos la operación del Espíritu santo y adorémosle, porque reside de una manera permanente en la Iglesia y la asiste, según las promesas divinas, hasta la consumación de los siglos. Evangelio según San Mateo Entonces Jesús acercándose les habló con estas palabras: “Todo poder se me ha dado en el cielo y en la tierra. Por eso vayan y hagan que todos los pueblos sean mis discípulos. Bautícenlos, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enséñenles a cumplir todo lo que les he encomendado. Yo estoy con ustedes todos los días hasta que se termine este mundo”. Palabra del Señor.
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Reflexión La Evangelización: Jesús envía a los apóstoles a evangelizar el mundo: “Hagan que sean mis discípulos”. Jesús siguiendo el ejemplo de los Maestros judíos de su tiempo, había reunido en torno suyo un grupo de discípulos que convivían con él. El Maestro conocía a sus discípulos y los discípulos conocían al maestro, al compartir el diario vivir. Lo mismo ahora la evangelización supone alguna convivencia, supone alguna comunicación personal. Evangelizar una persona es ayudarla a que recapacite sobre sus anteriores experiencias y su camino en busca de un ideal hasta que pueda reconocer en la persona de Jesús, en su muerte y su resurrección, la verdad que ilumina toda su vida. Así lo hizo Jesús con sus apóstoles mostrándoles que toda la Biblia, o sea, toda la experiencia pasada por su pueblo, anunciaba su muerte y su resurrección. Y así procede la Iglesia cuando descubre a los hombres de hoy el sentido del mundo actual y sus tensiones: solo Cristo nos abre un camino de reconciliación. Padre nuestro. Y, 10 veces la siguiente jaculatoria: V. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. R. Y enciende en ellos el fugo de tu amor. En lugar de gloria se reza, la siguiente oración: El Padre lo ordene; el Hijo lo disponga; y el Espíritu Santo, aplaque los corazones que están en contra nuestra.
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EN EL SEXTO
MISTERIO:
Honremos la operación del Espíritu Santo y adorémosle, porque creó en la Iglesia al nuevo Cristo, que es el Sacerdote y ungió con la plenitud del Sacerdocio a los Obispos. CRISTO ES NUESTRO SUMO SACERDOTE Hb. 4,14… Tenemos nosotros un Sumo Sacerdote muy superior a los otros, que ha entrado en el mismo cielo: Éste es Jesús, el Hijo de Dios. Que no se queda indiferente ante nuestras necesidades. Todo sumo Sacerdote es tomado de entre los hombres y es establecido para ser su representante ante Dios. Y le corresponde presentar a Dios ofrendas y víctimas por el pecado y para eso tiene que sentirse solidario con los ignorantes y los extraviados. También a él lo asedia la debilidad y por eso debe ofrecer sacrificios por él, y por el pueblo. Palabra de Dios. Reflexión Cristo, sumo Sacerdote único mediador, ha hecho de la Iglesia “un Reino de sacerdotes para su Dios y Padre”. El ministerio eclesiástico, instituido por Dios, está ejercido en diversos órdenes: Obispos, Sacerdotes y diáconos. Entre estos diversos ministerios ocupa el primer lugar el ministerio de los Obispos, que son los transmisores de la semilla apostólica.
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El ministerio de los presbíteros por estar unido al orden episcopal, participa de la autoridad con la que el mismo Cristo construye, santifica y gobierna su Cuerpo. Por eso el sacerdocio de los presbíteros supone ciertamente los sacramentos de la iniciación cristiana. Padre nuestro. Y, 10 veces la siguiente jaculatoria: V. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. R. Y enciende en ellos el fugo de tu amor. En lugar de gloria se reza, la siguiente oración: El Padre lo ordene; el Hijo lo disponga; y el Espíritu Santo, aplaque los corazones que están en contra nuestra. EN EL SÉPTIMO MISTERIO: Honremos la operación del Espíritu santo y adorémosle, porque en la virtud heroica de los Santos en la Iglesia; obra secreta y maravillosamente el Santificador Omnipotente. Hebreos 12, 14. 1Pedro 1,13… Procuren estar en paz con todos y progresen en la santidad. Por tanto tengan listo su espíritu. Estén alertas, esperando confiadamente la gracia que van a recibir cuando se presente Glorioso Cristo Jesús. El que a ustedes los llamó es santo, y también ustedes han de ser santos en toda su conducta, según dice la Escritura: “Ustedes serán santos porque Yo lo soy”
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Reflexión Desde el día de Pentecostés, la Iglesia ha celebrado y administrado el Bautismo como iniciación a la vida cristiana. Los Apóstoles y sus sucesores los Sacerdotes ofrecen el bautismo a quien crea en Jesús, pues el Bautismo aparece siempre ligado a la fe “Ten fe en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu casa “declara San Pablo a su carcelero. Según el mismo Apóstol por el Bautismo el cristiano participa en la muerte de Cristo; es sepultado y resucita con Él. El Bautismo no solamente purifica de todos los pecados, sino que hace del bautizado una nueva creación, un Hijo adoptivo de Dios que ha sido hecho “partícipe de la naturaleza divina, miembro de Cristo, coheredero con Él, y templo del Espíritu Santo. Es decir: llamado a la santidad. Padre nuestro. Y, 10 veces la siguiente jaculatoria: V. Ven, Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. R. Y enciende en ellos el fugo de tu amor. En lugar de gloria se reza, la siguiente oración: El Padre lo ordene; el Hijo lo disponga; y el Espíritu Santo, aplaque los corazones que están en contra nuestra. LETANÍAS AL ESPÍRITU SANTO V. Señor, ten piedad de nosotros. R. Señor, ten piedad de nosotros.
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V. Cristo, ten piedad de nosotros. R. Cristo, ten piedad de nosotros. V. Dios, Padre Omnipotente, R. Ten piedad de nosotros. V. Jesús, Hijo eterno del Padre, y Redentor del mundo, R. Sálvanos. V. Espíritu del Padre y del Hijo y amor infinito del Uno y del Otro, R. Santifícanos. V. Trinidad Santa, R. Óyenos V. Espíritu Santo, que procedes del Padre y del Hijo, R. Ven, a nosotros. V. Promesa del Padre, R. Ven, a nosotros. V. Espíritu de modestia y de inocencia, R. Ven, a nosotros. V. Don de Dios, altísimo, R. Ven, a nosotros. V. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, R. Óyenos V. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, R. Escúchanos.
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V. Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo, R. Ten piedad de nosotros, Señor. ORACIÓN FINAL PARA PEDIR LOS DONES DEL ESPÍRITU SANTO ¡Oh Espíritu Santo!, Llena de nuevo mi alma con la abundancia de tus dones y frutos. Haz que yo sepa, con el Don De Sabiduría, tener este gusto por las cosas de Dios que me haga apartar de las terrenas. Que sepa, con el Don De Entendimiento, ver con fe viva la importancia y belleza de la verdad cristiana. Que con el Don De Consejo, ponga los medios más conducentes para santificarme, perseverar y salvarme. Que con el Don De Fortaleza me haga vencer todos los obstáculos en la confesión de la fe y en el camino de la salvación. Que sepa con el Don De Ciencia, discernir claramente entre el bien y el mal, lo falso de lo verdadero, descubriendo los engaños del demonio, del mundo y del pecado. Que con el Don De Piedad, ame a Dios como Padre, le sirva con fervorosa devoción y sea misericordioso con el prójimo.
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Finalmente, que, con el Don De Temor De Dios, tenga el mayor respeto y veneración por los mandamientos de Dios, cuidando de no ofenderle jamás con el pecado. Lléname, sobre todo de tu amor divino; que sea el móvil de toda mi vida espiritual; que, llena de unción, sepa enseñar y hacer entender, al menos con mi ejemplo la belleza de tu doctrina, la bondad de tus preceptos y la dulzura de tu amor. Amén.
JACULATORIA V. Ven, oh Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles. R. Y enciende en ellos el fuego de tu amor.
ORACIÒN VEN ESPÍRITU CREADOR Ven, Espíritu Santo, ven... Vuelve a venir a nuestra vida, para que hoy sea un nuevo PENTECOSTÉS Ven, Espíritu Creador, vuelve a renovar en nosotros tu aliento de vida y tu imagen de Dios... Ven, Espíritu Consolador, llena de consuelo nuestro ánimo caído, alegra el corazón desolado y encogido.
Ven, Espíritu Santo, perdona nuestros pecados, libéranos de nuestras esclavitudes, santifica nuestra alma...
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Ven, espíritu de paz, aplaca nuestras tormentas y zozobras, libéranos de nuestra impaciencia, pacifica nuestro horizonte y nuestra esperanza. Inunda de paz toda nuestra existencia... Ven, Espíritu de amor, libéranos de nuestros egoísmos, extiende nuestro amor a todos los hombres, cambia nuestro corazón por el tuyo... Ven, Espíritu de vida, levanta nuestro espíritu adormecido, despierta nuestra existencia a tu nueva vida... Ven, Espíritu de Sabiduría, borra nuestra ignorancia, destruye nuestros pensamientos mezquinos, limpia nuestros prejuicios, haz que gustemos tu sabiduría... Ven, Espíritu de Jesús, vacíanos de nosotras y llénanos de la vida de Jesús... Ven, Espíritu de Dios, renuévanos y santifícanos... Ven Espíritu de Dios, llénanos y plenifícanos... Ven espíritu Creador... Ven,, Espíritu de Dios...
ORACIÓN PARA PEDIR LOS DOCE FRUTOS DEL ESPÍRITU SANTO Espíritu Santo, amor eterno del Padre y del Hijo, dígnate concederme el fruto de la caridad que me una a ti por medio del amor;
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El fruto del gozo espiritual que me llene de una santa alegría aun en medio de las aflicciones. El fruto de paz que produzca en mí la tranquilidad de la conciencia; El fruto de paciencia que me haga amar la cruz y me ayude a llevarla; El fruto de benignidad que me incline a socorrer las necesidades de mis prójimos; El fruto de bondad que me haga benéfico para todos; El fruto de longanimidad que me sostenga, sin impactentarme, en medio de las contrariedades; El fruto de mansedumbre que me haga soportar tranquilamente todo cuanto haya de molesto en el prójimo; El fruto de fe que me penetre de respeto y amor por la palabra de Dios; El fruto de continencia que conserve mi cuerpo en la santidad; Y el fruto de castidad a fin de que, permaneciendo siempre puro mi corazón en la tierra, merezca verte eternamente en la mansión de tu gloria. Amén.
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ORACIONES VARIAS ORACIÒN Oh divino Amor, oh lazo sagrado que unes al Padre y al Hijo. Espíritu todopoderoso, fiel Consolador de los afligidos, penetra en los abismos de mi corazón! Envía los rayos celestiales de tu amor hasta el santuario de mi alma para que penetren en ella y enciendan llamas ardientes y que consuman todas mis debilidades y negligencias. Ven, Doctor de los humildes y Vencedor de los orgullosos. Ven, Padre de los huérfanos, Esperanza de los pobres, Tesoro de los que están en la indigencia. Haz a mi alma, sencilla, dócil y fiel, y compadécete de mi debilidad con tanta bondad, que mi pequeñez encuentre gracia ante tu grandeza infinita, mi impotencia, fuerza, y mis ofensas alcancen perdón de tu misericordia. Por Nuestro Señor Jesucristo, mi Salvador, Amén
ORACIÒN AL ESPÍRITU SANTO POR LA IGLESIA Espíritu Santo Creador, dígnate asistir a toda la Iglesia Católica; sostenla, fortalécela con tu poder celestial contra los ataques de sus enemigos; renueva también, por tu amor y por tu gracia, el espíritu de tus siervos que han recibido tu unción santa, para que te glorifiquen a Tí, y al Padre y a su Hijo Único, Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
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ORACIÓN POR LOS SACERDOTES Señor, Transforma en ti a todos los sacerdotes. Que el Espíritu Santo los posea. Y que por ellos se renueve la faz de la tierra. Divino corazón de Jesús, Corazón lleno de celo por la gloria de tu Padre, te rogamos por todos los sacerdotes. Derrama en ellos la efusión de tu Espíritu santo y cólmalos de fe, de celo y de amor. Amén.
ORACIÓN ¡Oh divino Consolador, que fuiste enviado desde el cielo sobre los Apóstoles, presididos por María, e hiciste fecundas sus lenguas para dar gloria a Dios! ¡Ven a mí y a todos los que me rodean, que también vivo con María y me glorío de pertenecerle! ¡Ven, que eres mi esperanza! A ti recurro confiada, y anhelo humildemente tu compasión, tu clemencia y tu socorro para trabajar por la Iglesia, mi Madre, sacrificándome hasta la última pulsación de mi vida en favor de las almas. Amén. JAACULLATORIAS Ven, oh Espíritu Santo, llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor. ¡Oh Espíritu Santo, que eres amor, inflama mi corazón eN el amor en que abrasas!. ¡Oh Espíritu Santo, que eres vinculo de amor!. Úneme al Padre y al Verbo estrechamente y para siempre.
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¡Divino consolador, Paráclito Celestial, haz que abrasado de tu amor, desprecie lo terrenal!. ¡Oh Espíritu Santo, fuente de toda pureza, comunícamela por medio de la Cruz, y guarda siempre mi cuerpo y mi alma puros y sin manchas! ¡Oh Espíritu Santo poséeme y que yo te posea, y que viva siempre bajo tus alas y al calor de tu santísimo cariño!. ORACION AL ESPIRITU SANTO ¡Oh divino Amor, oh lazo sagrado que unes al Padre y al Hijo. Espíritu todopoderoso, fiel Consolador de los afligidos, penetra en los abismos de mi corazón! Envía los rayos celestiales de tu amor hasta el santuario de mi alma para que penetren en ella y enciendan llamas ardientes y que consuman todas mis debilidades y negligencias. Ven, Doctor de los humildes y Vencedor de los orgullosos. Ven, Padre de los huérfanos, Esperanza de los pobres, Tesoro de los que están en la indigencia. Haz a mi alma, sencilla, dócil y fiel, y compadécete de mi debilidad con tanta bondad, que mi pequeñez A gracia ante tu grandeza infinita, mi impotencia, fuerza, y mis ofensas alcancen perdón de tu misericordia. Por Nuestro Señor Jesucristo, mi Salvador, Amén.