Insubordinación

Beca de Investigación/Creación 2012 Ministerio de Cultura • Estímulo “La danza en Cartagena” por parte del IPCC

Dirección: Lobadys Pérez Asistente investigación: Dina Candela Interpretes: Cindy Torres Cynthia Pardey Daner Bohórquez Dina Candela Eduardo Puello Gustavo Pérez José Nieto Juan Leyder Chico Natalia Mancilla Santiago Di Pietro Wendy Pino Cantantes: Jhonatan Bustamante Zarys Falcon

“Cada grupo subordinado produce, a partir de su sufrimiento, un discurso oculto que representa un critica del poder a espaldas del dominador […] así pues siguiendo esta línea de razonamientos, sugiero que interpretemos los rumores, el chisme, los cuentos populares, las canciones, los gestos, los chistes, y el teatro como vehículos que sirven, entre otras cosas, para que los desvalidos insinúen sus críticas al poder al tiempo que se protegen en el anonimato u otras explicaciones inocentes de su conducta […] en conjunto estas formas de insubordinación se pueden adecuadamente llamar la infra política de los desvalidos” (J.C. Scott, Los dominados y el arte de la resistencia)

Música: Alafur Arnalds Balmorhea Ezio Bosso EZ3kiel Henry Purcell Taylor Deupree Luces: Tomás Correa Vestuario: Vanessa Gaviria Escenografía: Bruno Renault Fotografías: Angelica Herazo Diseño Gráfico: Rubén Egea

Insubordinación es una obra basada en un análisis teórico-sensorial sobre el fenómeno del Krump: un estilo de Danza Urbana que ha sido estereotipado por visiones simplistas que ocultan la dimensión social y ciertamente política de la corporalidad en relación a sujetos enmarcados en contextos culturales, situaciones históricas y relaciones de poder específicas.

La obra se sustenta en una investigación que analiza la gestual y el contenido de insubordinación presente en el krump: una manifestación que encarna universos simbólicos, acontecimientos históricos, tensiones culturales y reivindicaciones políticas ligadas a territorios (geográficos, antropológicos y temporales) liminales. Su importancia reside en que contiene en su esencia una claro matriz de resistencia, expresada en diferente medida: el Krump propone maneras distintas de concebir lo sacro, lanza una crítica al Hip-Hop inmerso en el consumo y exhibe una gestualidad visceral y convulsiva, como forma de confrontación no violenta con la alteridad. En definitiva, un lenguaje que reivindica formas del pasado impregnadas en la memoria de los cuerpos, dejando de manifiesto una dialéctica siempre distante de los cánones preestablecidos por la cultura dominante.

El acercamiento al vocabulario y a las raíces conceptuales del krump no pretenden, en esta obra, proponer una mera reproducción del estilo, tanto como el deseo de construir un argumento a partir de sus dimensiones políticas, sociales, religiosas y gestuales, puestas en escena a través de una síntesis resultado del dialogo entre el Hip-Hop y la Danza Contemporánea, en línea con la que ha sido hasta ahora la propuesta creativa de la Compañía Periferia.

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