Mis días con Marcela. María Carvajal

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ISBN 978-84-615-3068-7

www.rumorvisual.com

Colección MePirra

editorial • soluciones creativas www.rumorvisual.com precio 12 €

Colección Me Pirra 1. Dana o la luz detenida José Cercas.

2. Matarratos

(…) Hay algo de desconfianza y de pesimismo en estos relatos, sí, pero también hay en ellos una mirada irónica, humorística y por momentos surrealista que a la larga suponen un canto a la vida.

(...) ...Teresa, tú y yo nos conocemos desde que éramos pequeños, y es cierto que cuando teníamos doce años nos besamos, y que nos gustó, aunque te enfadaste porque luego me limpié la boca. Es cierto que después de eso no hubo más porque hice caso a mis amigos, que no te podían ni ver.

Santiago Tobar.

3. Es hora de soñar Pedro Vera.

4. Capital de Mongolia: Ulán Bator

Mis días con Marcela

Mis días con Marcela

Mis días con Marcela

María Carvajal nació en Mérida (Badajoz), en 1977. Ha publicado relatos y poemas en blogs y revistas digitales así como en los libros corales Un rato para un relato y Trece, publicados por la editorial Rumorvisual. Ha participado en talleres literarios e interviene asiduamente en recitales poéticos. Actualmente colabora en el blog literario www.narrativabreve.com, en la sección de curiosidades literarias.

César Rina.

5. Treinta y tres Vicente Rodríguez.

Víctor Manuel Jiménez.

7. Mis días con Marcela 8. Sobre la oscuridad Dolors Alberola.

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Relato

Colección MePirra

María Carvajal.

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6. Comidas para llevar

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Mis dĂ­as con Marcela


Primera Edición, diciembre de 2011. Colección: Me pirra, nº 7. Edita: Rumorvisual. Autor: María Carvajal. Coordinación editorial: Santiago Tobar. Corrector: Francisco Rodríguez Criado. Ilustraciones: María Carvajal. Fotografía solapa: Paco Pulido. Diseño y maquetación: www.rumorvisual.com Impresión: Gráficas Romero. Depósito legal: CC-001213-2011 I.S.B.N.: 978-84-615-3068-7 Puedes contactar con el autor y el editor en www.rumorvisual.com La obra se encuentra protegida por la Ley española de propiedad intelectual y/o cualesquiera otras normas que resulten de aplicación. Queda prohibido cualquier uso de la obra diferente a lo autorizado en las Leyes de propiedad intelectual.


Colecci贸n MePirra

Mis d铆as con Marcela



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A mi madre.



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Los tiempos modernos de María Carvajal Un estudio sociológico sobre los escritores formados en el siglo XXI podría exponer sus tesis a partir del perfil de María Carvajal. Ambos, el siglo y ella, parecen haberse echado a gatear al unísono. Mientras el tercer milenio se afanaba en buscar su espacio en el tiempo, María encontraba el suyo en el ámbito de las letras, que en realidad viene frecuentando desde que era niña. En efecto, la relación de María con la literatura no es flor de un día. Lectora desde la infancia, empezó a escribir sus primeros textos de creación cuando aún iba al colegio, escritos primerizos que le reportaron –lo explica entre risas– algún que otro premio. Estudió filología en la Universidad de Extremadura (en Cáceres), lleva varios años escribiendo y publicando en antologías colectivas de relato y poesía de la Red de Talleres Literarios de Extremadura, ha participado en dos libros corales de poesía y relato (Trece y Un rato para un relato)... Y en los últimos años ha asistido a varios talleres literarios, participa en una tertulia literaria, coordina una sección en un blog de literatura, asiste a veladas poéticas, navega por las redes sociales para informarse de lo que ocurre en el mundo editorial, etcétera. Y, sin embargo, suspira afligida porque considera que carece de un currículum digno de estampar en la solapa de este libro. Eso me da a entender que incluso en sus complejos esta joven escritora lleva el ADN de los tiempos tan combativos que nos han tocado en suerte, donde una biografía corre el peligro de convertirse en sinónimo de un sacrificado currículum que hay que rellenar con títulos o proezas de cara a la galería. En fin, por las muchas energías que derrocha en las


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actividades culturales se podría pensar que la autora del libro que el lector tiene ahora en las manos está perfectamente integrada en la dinámica del presente siglo, aunque yo tiendo a pensar que su incursión en la literatura, en estrecha colaboración con las nuevas tecnologías, es menos –como ocurre con tantos escritores– una prueba de su integración con la modernidad que un inevitable ejercicio de supervivencia. Queda dicho: el interés literario de María Carvajal, sus inquietudes y sus circunstancias están en consonancia con el siglo actual. Y esas inquietudes, como no podría ser de otra manera, las ha desarrollado en este su primer libro en solitario: Mis días con Marcela, publicado por la editorial cacereña Rumorvisual. Los títulos de los relatos vienen a potenciar la idea de la literatura como ejercicio de supervivencia del que yo hablaba antes. “Vida (perra) después de la muerte”, “Cambio de planes”, Crisis”, “Perdiendo el norte”, “Muerte entre lirios” o “Cambio de vida” adelantan una visión poco complaciente de la realidad y definen, grosso modo y acaso de manera inconsciente, la desazón que embarga a la generación a la que pertenece su autora. Hay algo de desconfianza y de pesimismo en estos relatos, sí, pero también hay en ellos una mirada irónica, humorística y por momentos surrealista que a la larga suponen un canto a la vida. Por otra parte, el lector va encontrar en Mis días con Marcela diversos registros narrativos que María ha trabajado con constancia durante años, fruto de su interés por las técnicas de escritura, y que ha volcado –el libro da fe de ello– en géneros como el relato corto, el microrrelato


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o el microteatro. Estas páginas están salpicadas de numerosas referencias culturales. Hay guiños musicales (Stone the Crows), literarios (Calderón de la Barca), pictóricos (Van Gogh), cinematográficos (Akira Kurosawa), históricos (Martin Luther King), tecnológicos (Google Earth) o del mundo del cómic (Mike Dringenberg y Neil Gaiman). Y en ellas se afrontan temas como la crisis económica, la infidelidad, la muerte o la búsqueda interior. Mucha de esa búsqueda de uno mismo se da en el relato más realista y a la vez más extenso, precisamente el que da título al libro. Por sus páginas deambula un personaje errático que inicia un viaje a Cuba, una aventura turística que en realidad es –o pretende ser– un viaje hacia las vísceras del alma. Allí, en ese presunto paraíso que es la isla caribeña, descubre entre dulces sábanas momentos de feliz abandono que, pese a todo, no lograrán frenar su hastío vital y sus dudas éticas. (¿Acaso no parece un retrato sutil de la sociedad actual?). Me ha llamado positivamente la atención ese retrato de la distopía que supone “Cambio de vida”, así como el diálogo imposible de un banquero con un personaje misterioso en “Crisis”, o el influjo del teatro del absurdo en “Vida (perra) después de la muerte”. Se entenderá que el recurso del humor, presente en gran parte del libro, es un mecanismo de autodefensa para aliviar la pesada carga de estos Tiempos modernos, que están hundidos –ahora que lo pienso– en una crisis similar a la que retrató Chaplin en 1936 en su famosa película. Un libro breve como este no podría soportar un prólogo excesivo. Va siendo hora de callarme, pues. Pero antes


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quisiera concluir estas líneas con una impresión: María Carvajal no está dispuesta a concederse demasiadas alegrías. Pese a la publicación de este libro en solitario y de los que probablemente vendrán después, seguirá diciendo cosas que no son ciertas. Seguirá diciendo, por ejemplo, que carece de currículum y de imaginación; seguirá esgrimiendo que no tiene nada que contar a nivel literario; que no se considera escritora sino una mera aficionada a escribir historias. Bien, que diga lo que quiera, ahora y en el futuro, mientras no deje de escribir. Por el momento sus lectores hemos de convenir en que Mis días con Marcela es un estupendo y más que digno inicio literario que nos hará pasar un buen rato, y también un anticipo aleccionador de lo mucho que su autora puede ofrecernos en el futuro. Francisco Rodríguez Criado.


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A mi familia, y en especial a mi madre, a quien todo le debo. A Cano, por su apoyo incondicional. A Rumorvisual, por haberme dado esta oportunidad. A mis amigos, por tantos momentos compartidos. A Loella, la niña de mis ojos. A Mariam, por aquella tarde con sabor a Cuba. A los miembros del club literario “La Croqueta”, por lo que me aportan. A Fran, por todo lo que me ha enseñado, por su paciencia y amistad. Y a todos quienes han confiado en mí. Gracias.



Relatos



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Cambio de vida David vivía felizmente con su mujer en una masía rodeada de prados azules. Era leñador y propietario de una fábrica de sonrisas de madera que su padre, antes de morir, le había dejado en herencia. De él heredó también dos inmensas fincas de tierras fértiles en la ladera del monte. Allí sacaba todos los años una buena cosecha de jamones y huevos de corral. Lourdes, su mujer, le ayudaba en las tareas del campo y cuidaba el jardín de flores de plástico que rodeaba la enorme casona. Tenían un perro llamado Gato que cazaba ratones y comía pescado. Como David y Lourdes no podían concebir hijos, cuando ella se quedó embarazada dio a luz un bonito jarrón de cerámica portuguesa que cuidaron con cariño desde el día de su nacimiento. Pero el leñador estaba cansado de ser tan feliz y decidió que quería dar un vuelco a su vida. Así que habló con su mujer para plantearle su deseo: –Mira, Lourdes –reflexionó–, llevamos queriéndonos demasiado tiempo y además no tiene remedio porque cada día nos queremos más. Esto no puede seguir así. –Pero, cariño –replicó la mujer–, si quieres podemos enfadarnos de vez en cuando, solo tienes que decírmelo. –No, mi amor, no se trata solo de eso –balbuceó David-. Es por todo en general. Estoy cansado de la fábrica de sonrisas, de que todo nos vaya tan bien, tanta felicidad


20 • María Carvajal

me abruma… y luego las cosechas… ¡son las mejores del mundo! ¿Crees que podemos aguantar toda la vida recibiendo premios por la calidad de nuestros jamones? ¿Cuándo acabará tanta armonía? –David, saldremos de esto –aseguró Lourdes–. Te lo prometo. –No repliques, querida, la decisión está tomada. Cada vez lo veo con más claridad. Mi deseo es irme de aquí. No tengo más que decir.


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Al cabo de los días, David abandonó a su mujer y su jarrón de cerámica portuguesa y se fue a la capital con una maleta llena de nada. Allí alquiló un carísimo apartamento de treinta metros cuadrados con unas preciosas vistas al patio de luz. En el terreno laboral tuvo la suerte de encontrar un estupendo trabajo basura en una pizzería, donde le hicieron un contrato de prueba de tres meses. Lourdes le llamaba todos los días, pero él llegaba tan agotado a casa después de sus diez horas de trabajo que nunca tenía fuerzas para llamarle. Tras nueve jornadas de intenso esfuerzo, por fin llegó su día libre, y justo esa mañana cuando se disponía a llamar a Lourdes, ésta se adelantó: –David, amor, ¿por qué no has respondido a mis llamadas? Deja tu orgullo y vuelve a casa, nuestro jarrón te echa de menos y yo también –suplicó–. Me siento tan sola con la compañía del repartidor de leche. Únicamente pasa las noches conmigo y por el día te añoro tanto… –Lourdes, mi vida, estoy bien. Por fin soy infeliz, tengo un trabajo de mierda, vivo en una caja de cerillas, gano cuatrocientos euros al mes, no me hablo con ninguno de mis vecinos, tú te acuestas con el fornido lechero, y por si fuera poco estoy lejos de la gente que quiero. ¿Qué más puedo pedir? –Cariño, vuelve, por favor –rogó la mujer llorando-. Hasta


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mis preciosas flores de plástico se han marchitado, yo sola no puedo podar los jamones y los árboles no tienen a un leñador que les acaricie con el hacha… –No insistas, Lourdes. ¿No ves que aquí puedo sentirme realizado? Además, vosotros estáis mejor sin mí y el repartidor de leche sabrá cuidar bien de ti… –Está bien, David, ya veo que te has convertido en un egoísta. Tú sólo piensas en nuestra felicidad, sin importante cómo podamos sentirnos. No tengo nada más que decirte. Lourdes, tajante, colgó el teléfono sin darle oportunidad de réplica. Un rato después sonó de nuevo el teléfono. Era el encargado de la pizzería. Le pidió a David que fuera a trabajar para cubrir la baja de un compañero que se había puesto enfermo. David salió de casa y durante el trayecto de hora y media hasta la pizzería estuvo pensando lo afortunado que era por tener una vida llena de motivaciones.


María Carvajal • 23

Crisis En el escenario, un banquero trabaja en su despacho, sentado frente al ordenador, haciendo gestiones administrativas. Entra en escena un cliente. CLIENTE: Buenos días. BANQUERO (Con una amplia sonrisa le ofrece estrechar su mano): Buenos días. Siéntese usted. CLIENTE: Gracias. Verá usted. Es que con esta crisis yo quisiera comprar pero el mercado está muy caro y nadie me vende a buen precio. No puedo pagar más de cuarenta mil. BANQUERO (Asintiendo): Le entiendo. Lo cierto es que tiene usted razón. Antes la gente vendía alegremente porque se pagaba muy bien y les compensaba, pero tal como están ahora las cosas nadie está por la labor y sólo venden si es estrictamente necesario o si se paga a muy alto precio. CLIENTE (Con tono agobiado y sintiéndose incomprendido): Sí, señor. Lo que ocurre es que me piden mucho más del precio al que se cotiza. BANQUERO: Efectivamente. Hay mucha especulación. Pero los bancos no podemos hacer nada al respecto. Es lo que hay. Tendrá que buscar otras opciones. Ahora lo que mejor funciona es el alquiler. Se alquila por un año, por dos...



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Agustín Gallardo Alberto Casero Alberto Navalón Ana Aneiros Andrés Gutiérrez Ángela Velasco Antonio Burillo Antonio Gómez Arancha Grande Aurora Rodero Belén Rodríguez Belén Rodríguez T. Candela Urso Carlos González Carlos Montero Carlos Ortiz Cecilia Gaspar César Rina Charo Alonso Colegio Moctezuma Conrado Gómez Cristina Mirón Daniel Fernández David Jiménez David López David Nargames Débora Merideño Diana Calderita Emilia Guijarro Enrique López Estela Eva Peláez Eva Téllez Fco. José Montalbán Felipe Zapico Francisco Bermejo

Francisco Gómez-Valadés Gema García Germán Narros Guadalupe Cerrillo Guillermo Alegre Isabel Barroso Isabel Blanco Javier Llinás Jesús Fernández Jesús Jiménez Jesús M. García Jesús María Gómez Joaquín Fernández Jorge Villar José A. Secas José Álvarez José Carlos Soriano José Cercas José Luis Galán José Viera Juan Carlos Zamorano La Mala Lourdes Ferrer Luis Manuel Esquinas Luis Neila Mª Ángeles Bermejo Mª Eugenia Sánchez Manuel Cobos Marce Solís María Carvajal María Jesús Claver Mariam Bejarano Mariam Núñez Maricruz Pérez Marisol Núñez Miguel Ángel Latorre

Miguel Méndez Miriam Criado Montaña Granados Nora Lamy Pedro Vera Pepe García Pilar Martín Prontocopy Digital Center Purificación Claver Rafael Marchena Ramón Gaspar Raquel Granados Raquel Pérez Raúl Lucero Raúl Rodríguez Rosa Martín Rosa Perona Rosario Sánchez Sandra Azuaga Sara Marchena Sara Salgado Sara Villegas Sergio Martínez Susana Alonso Susi Arjona Teresa Calderón Tolo Coronado Toya Pelayo Dolors Alberola Víctor Manuel Jiménez Víctor Santiago Tabares Victoria Moreno Virginia Rubio Xeles Tortosa Yolanda Román

Y a ti, querido lector, por tenerlo entre tus manos.

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“Me Pirra” es posible gracias a todos estos amigos. Los autores, editores, correctores, ilustradores, impresores, encuadernadores, distribuidores y libreros os damos las GRACIAS.







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2. Matarratos

(…) Hay algo de desconfianza y de pesimismo en estos relatos, sí, pero también hay en ellos una mirada irónica, humorística y por momentos surrealista que a la larga suponen un canto a la vida.

(...) ...Teresa, tú y yo nos conocemos desde que éramos pequeños, y es cierto que cuando teníamos doce años nos besamos, y que nos gustó, aunque te enfadaste porque luego me limpié la boca. Es cierto que después de eso no hubo más porque hice caso a mis amigos, que no te podían ni ver.

Santiago Tobar.

3. Es hora de soñar Pedro Vera.

4. Capital de Mongolia: Ulán Bator

Mis días con Marcela

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María Carvajal nació en Mérida (Badajoz), en 1977. Ha publicado relatos y poemas en blogs y revistas digitales así como en los libros corales Un rato para un relato y Trece, publicados por la editorial Rumorvisual. Ha participado en talleres literarios e interviene asiduamente en recitales poéticos. Actualmente colabora en el blog literario www.narrativabreve.com, en la sección de curiosidades literarias.

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5. Treinta y tres Vicente Rodríguez.

Víctor Manuel Jiménez.

7. Mis días con Marcela 8. Sobre la oscuridad Dolors Alberola.

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