Educaciรณn medioambiental
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mรณdulo 4 Educaciรณn medioambiental
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Educación medioambiental oBJetivo GeNeral Aprender a desarrollar la educación medioambiental en su entorno
oBJetivos especÍFicos • identificar los valores transmisibles en las actividades de educación medioambiental • valorar el medio natural como espacio educativo • aprender técnicas concretas de educación medioambiental
¿QuÉ es la educaciÓN medioamBieNtal? La Educación Medioambiental es un proceso educativo que promueve actitudes, opiniones y creencias que lleven a adoptar conductas que permitan a las personas y a las sociedades desarrollar modos de vida sostenibles y equilibrados con el medio ambiente. Para ello la educación medioambiental proporciona a las personas: 1. el conocimiento necesario para comprender los problemas ambientales. 2. Las oportunidades para desarrollar las habilidades necesarias para investigar y evaluar la información disponible sobre los problemas. 3. Las oportunidades para desarrollar las capacidades necesarias para ser activo e involucrarse en la resolución de problemas presentes y la prevención de problemas futuros. 4. Las oportunidades para desarrollar las habilidades para enseñar a otros a que hagan lo mismo. Como en otras facetas de la educación en valores, la figura de la persona educadora es muy importante, desde su función informadora y facilitadora de experiencias que lleven a la transformación personal hasta su propio ejemplo.
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Educación medioambiental
la educaciÓN medioamBieNtal paso a paso Para llevar a cabo la educación ambiental puede ser útil distinguir 4 pasos a seguir: Paso 1: ConoCiMientos De eCoLogÍA La ecología estudia los sistemas que forman los seres vivos (ecosistemas); recuerda que un sistema es, además de sus componentes, las relaciones entre estos componentes. En particular, en relación con la educación medioambiental, los conocimientos básicos de ecología son interesantes para entender el entorno natural que rodea al ser humano, observando sus fundamentos y funciones. Se podría decir incluso que el entorno no es algo que nos rodea como personas, sino que es parte de lo que somos... Paso 2. ProBLeMAs AMBientALes El siguiente paso consiste en observar y evaluar los diferentes factores naturales y/o relativos a los seres humanos y cómo afectan negativamente al medio. Un ejemplo podría consistir en la acumulación de los residuos en los que llegan los recursos a los campamentos, y de los que puede acabar alimentándose el ganado, intoxicándolo, si no se cuida dónde se almacenan. Paso 3. vALorACiÓn De soLUCiones En esta etapa se evalúan las posibles soluciones a las diferentes clases y características de problemas ambientales Siguiendo con el ejemplo, se trataría de considerar cómo podría solucionarse el problema de los residuos, o más específicamente cómo evitar que lleguen al ganado. Paso 4. PArtiCiPACiÓn En este último paso se trata ya de involucrarnos como personas, grupo y finalmente como sociedad, en poner en práctica de manera adecuada y conveniente las soluciones a los problemas ambientales. ¿Qué podemos hacer desde nuestros grupos de tiempo libre solucionar el problema de que el ganado se alimente de residuos tóxicos? No se trata tanto de proponer grandes cosas que queden fuera del alcance de las personas participantes (que podrían acabar generando un gran movimiento pero que tienen mayor riesgo de quedarse en el aire), sino encontrar qué cosas son asequibles y ponerlas en práctica. Es decir, puede ser interesante plantearse hablar con el ministerio correspondiente para proponer medidas que hayan surgido del trabajo en el grupo, pero los pequeños gestos diarios de las personas participantes (como por ejemplo no dejar envoltorios de plástico en el suelo) son tanto o más importantes. En clave de educación en el Tiempo Libre, estas fases se corresponderían con el ciclo de educación por la acción: acción-reflexión-acción, y por lo tanto, como ciclo que es, debe continuar: reflexión posterior, en cuanto a evaluar el efecto que está teniendo la participación de las personas, y de ahí sacar conclusiones para acciones posteriores. 3
Naturaleza como espacio educativo La mejor manera de aprender a valorar el medioambiente es acercarse a él. Las actividades al aire libre posibilitan reencontrarse con nuestro medio original y salir de los espacios donde se vive normalmente, que hoy en día tienden a estar más alejados de la naturaleza, por lo que constituyen experiencias muy intensas y gratificantes de vivencias, debido precisamente a que se producen en esos entornos no habituales, y por ello novedosos y desconocidos. El potencial educativo de las actividades en la naturaleza es muy extenso, sobre todo porque facilita situaciones educativas en circunstancias poco habituales para el/la niño/a y por su fuerte carácter motivador. Abarcan diversos ámbitos de la educación: Cognoscitivo: nos vamos a mover dentro del conocimiento de aspectos geográficos, topográficos, descubriendo la fauna y la flora... todo aquello que implique conocer el medio natural. Afectivo: en general las actividades en el medio natural se realizan en grupo, y ofrecen retos que habrá que solucionar en equipo, por lo que el aspecto cooperativo en el medio natural va a ser uno de los más importantes. Motor: se explorarán espacios mucho más amplios y diversos que los habituales, con características (pendientes, rocas, dunas, etc.) que implican cierto esfuerzo de adaptación y que ayudan por tanto a desarrollar la autonomía personal
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el cuidado del medio Aunque a veces puede ser difícil de asumir desde nuestras realidades locales, los problemas medioambientales son de naturaleza global. Gran parte de los conflictos en el mundo son manifestaciones de una lucha por el control y la explotación de los recursos naturales, en un intento de mantenerse a flote en un sistema de producción que somete a la naturaleza a una tremenda presión. A ello se suma además las consecuencias de los modos de producción, en forma de desertización, contaminación, extinción de especies... Sin olvidarse de que gran parte de la tecnología actual se basa en recursos limitados y no renovables (como el petróleo). En el marco global, sería necesario un cambio de sistema económico/productivo hacia lo que se conoce como desarrollo sostenible, es decir, maneras de vida (con todo lo que eso implica: explotación de recursos, producción, gestión de residuos, etc.) más respetuosas con las personas y con el medio ambiente y que se puedan mantener en el tiempo (es decir, que se basen en recursos que no se agoten o que se respete su ritmo de regeneración). Pero, si bien debemos pensar en global, nuestras actuaciones serán principalmente locales: ¿qué podemos hacer nosotros y nosotras para paliar los problemas medioambientales y tratar de llevar una forma de vida más sostenible? Una ayuda para responder a esta pregunta son lo que desde los movimientos ecologistas se ha venido a llamar regla de las 3 R’s por el acrónimo de tres estrategias fundamentales: • reDUCir: es la más importante ya que tiene el efecto más directo y amplio en la reducción de los daños al medio ambiente. Se refiere en general a reducir el consumo, tanto de bienes materiales como de recursos, ajustándolo a las necesidades. • reUtiLiZAr: significa alargar la vida de cada producto desde cuando se compra hasta cuando se tira. La mayoría de los bienes pueden tener más de una vida útil, sea reparándolos o utilizando la imaginación para darles otro uso. Por ejemplo, una botella de refresco se puede rellenar (el mismo uso) o se puede convertir en portavelas, cenicero o florero (otro uso). Reutilizar también incluye utilizar productos de segunda mano, ya que esto alarga la vida útil del producto y a la vez implica una reducción de consumo de productos nuevos. • reCiCLAr: es la erre más común y menos eficaz. Se trata de rescatar lo posible de un material que ya no sirve para nada (comúnmente llamado basura) y convertirlo en un producto nuevo. Por ejemplo, una caja vieja de cartón se puede triturar y a través de un proceso industrial o casero convierte a papel nuevo. Lo bueno del reciclaje es que actualmente casi todo tipo de basura se puede reciclar.
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A medida que se ha ido profundizando en estas estrategias ecológicas, han ido surgiendo otras que las complementan como: repensar nuestros hábitos y modo de vida, especialmente con respecto a cómo definimos nuestras necesidades básicas. Esto, aunque quizás pueda parecer poco relevante en el contexto de refugio, tiene su importancia porque está relacionado no sólo con lo que se tiene sino con lo que se desea tener, con las aspiraciones y las expectativas de vida. ¿Cuál es el modo de vida con el que soñamos? reestructurar el sistema económico para que el enfoque principal cambie de la maximización de ganancias al bienestar de la gente (sin excluir a ningún grupo) y que se incluyan los costos sociales y ambientales en el cálculo final de los bienes de consumo. redistribuir, para que todas las personas tengamos un acceso equitativo a los recursos, ya que actualmente existe la tecnología, los recursos y la manera de satisfacer las necesidades de todas.
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actividades eN la Naturaleza En este apartado hay algunas pistas sobre técnicas que pueden serte de utilidad en actividades al aire libre.
orieNtaciÓN
Orientarse consiste en ubicar nuestra posición y determinar el rumbo a seguir. Generalmente emplearemos para ello mapa y brújula:
mapa: es una representación en un plano de una porción de territorio. Los mapas emplean una escala determinada, que es la proporción entre la distancia entre dos puntos del mapa y sus correspondientes puntos en la realidad (generalmente se da en centímetros; por ejemplo, si la escala es 1:10.000, quiere decir que dos lugares que se encuentran a 1 centímetro en el mapa están en realidad a 10000 centímetros, es decir, a 100 metros).
La altura relativa de los diferentes puntos viene representada por lo que se conoce como curvas de nivel, que son líneas que unen puntos que están a la misma altura. Suelen representarse cada 20 metros de desnivel, aunque dependiendo de la escala puede variar. Se ve mejor con un ejemplo:
Fíjate que cuanto más juntas estén las líneas, mayor es la pendiente que hay en esa zona (es importante a la hora de trazar un rumbo, porque puede haber zonas difíciles de atravesar si son muy abruptas).
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Los mapas tienen una parte denominada “leyenda” en la que viene la información relativa a la escala y la separación de las curvas de nivel, así como el significado de los diferentes símbolos que aparecen en el mapa. Brújula: hay muchos tipos de brújulas pero básicamente consisten en una aguja metálica que se orienta en dirección nortesur debido al campo magnético de la Tierra, proporcionando así una referencia constante respecto a la que orientarse. El norte “magnético” (el que se debe al campo magnético terrestre) no coincide exactamente con el norte “geográfico” (correspondiente al polo norte, que es por donde pasa el eje de rotación de la Tierra) y, de hecho, va variando ligeramente con el tiempo; la diferencia entre estas dos direcciones se conoce como declinación y suele ajustarse a la hora de determinar el rumbo (a partir de la dirección que da la brújula y el “norte” representado en el mapa en el año de su edición), pero no vamos a entrar en tanto detalle en estos materiales.
Las partes de una brújula son las siguientes:
A continuación te indicamos los pasos a seguir para orientarte en dos situaciones diferentes:
Obtener un rumbo en el mapa y seguirlo en el terreno 1. Colocar el borde lateral de la brújula en la dirección deseada 2. Girar el limbo (el aro graduado que gira) hasta que la “flecha del norte” (la que gira con el limbo) coincida con el norte del mapa. 3. La “flecha de dirección” indica en el aro del limbo el rumbo a seguir. 4. Una vez en el terreno, y manteniendo el limbo en la dirección obtenida sobre el mapa, girar toda la brújula (no el limbo) hasta hacer coincidir la “flecha del norte” con la aguja imantada. El rumbo a seguir viene indicado por la “flecha de dirección”.
Obtener un rumbo sobre el terreno 1. Dirigir la “flecha de dirección” hacia el punto cuyo rumbo se desea conocer. 2. 2Girar el limbo hasta hacer coincidir la “flecha del norte” con la aguja imantada. 3. La “flecha de dirección” marca en el limbo el rumbo al punto.
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Si lo que desconocemos es el punto hacia el que se ha dirigido la visual (es así como suele llamarse a la línea de visión que partiría desde nuestra posición hacia el punto), trasladando ese rumbo al mapa se puede identificar el punto en el mapa. Si por el contrario, conocemos el punto que estamos viendo pero desconocemos nuestra posición, trasladar al mapa el rumbo contrario al que hemos obtenido (haciendo esto con dos puntos diferentes podemos establecer nuestra posición, que será el punto donde se cruzan ambos rumbos; esto es lo que se conoce como triangulación). Aun cuando no se dispone de mapa y/o brújula, resulta útil tomar referencias a partir de objetos visibles en la distancia (montañas, etc.).
mÉtodos alterNativos para estaBlecer direccioNes A continuación te indicamos algunas formas alternativas para determinar direcciones en caso de que no dispongas de brújula: sALiDA/PUestA DeL soL: el sol sale por el este y se pone por el oeste. Empleando un palo clavado en el suelo y la evolución de la sombra puedes establecer la dirección este-oeste (norte-sur es la perpendicular a esta) estreLLA PoLAr: la constelación de la osa menor tiene por cabeza la estrella polar, que se encuentra prácticamente sobre el norte polar. Es más fácil identificarla a partir de la osa mayor, como se muestra en la figura de abajo:
LUnA: si la luna sale antes de la puesta de sol, el lado iluminado estará hacia el oeste. Si sale después de media noche el lado iluminado estará hacia el este. BrÚJULA iMProvisADA: se puede hacer una brújula improvisada suspendiendo sobre agua un alfiler imantado, o colgándolo de un hilo por la mitad. Para imantar el alfiler se puede frotar éste (en una dirección sólo) contra seda u otros materiales, o si se dispone de una batería/pila eléctrica, enrollando cable y haciendo pasar corriente por él con la aguja insertada en el medio. 9
Marchas Cuando se sale a andar con el grupo, bien sea en una excursión puntual o como parte del campamento, conviene tener en mente una serie de pautas:
Preparación • planifica la ruta de manera que disfruten los chavales y chavalas (no se trata de andar por andar...) • infórmate de la previsión meteorológica (si se esperan tormentas, etc.) • procura que no vaya una única persona responsable (así si surgiera cualquier imprevisto no se quedaría solo el grupo), y que siempre vaya una persona responsable al principio y otra al final • avisa siempre del destino y de la ruta que se va a seguir (y procura no cambiarla salvo que sea imprescindible) • calcula los horarios con flexibilidad (se tarda más cuando se va en grupo) • mete en la mochila: botiquín, mapa, brújula, linterna, agua de sobra, bolsas para recoger la basura • ten en cuenta la comida que vaya a hacer falta y la manera de transportarla (si va envasada, etc.) según la duración de la actividad, y mete algo más por si acaso
Durante la marcha • empezar suave par que el cuerpo se acostumbre • tratar de mantener un ritmo constante (controlar la respiración y respetar el ritmo de las otras personas) • hacer paradas frecuentes (unos 10 minutos por cada hora; aprovechar para que el grupo se vuelva a juntar). Aprovechar estas pausas para hidratarse (sorbos cortos). Es mejor no quitarse la mochila durante las paradas • es aconsejable mirar de vez en cuando hacia atrás para asegurarse de que el grupo va bien; además se toma referencia del aspecto que tiene el camino en sentido contrario
Después de la marcha • reponer fuerzas (beber, comer -generalmente se hace una comida más “fuerte” al final de la etapa- y descansar) • cambiarse de ropa (sobre todo si ésta está húmeda; no coger frío)
Referencias Material “Campamentos” de Arduradun Eskola “Aire libre: un medio educativo”, Manuel Aparicio, de. CSS
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فريـــــق مـــــربى وصة
ة/ مـــــربـــــي- ة/ مــــرشــــد
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