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Educación al estilo Salesiano
Educación formal salesiana de calidad Algunas reflexiones para los educadores
La calidad de la educación depende de la calidad de la relación educativa. Ello pone al centro del hecho educativo a la persona del estudiante y, debería poner al educador salesiano en actitud de servicio formativo del ser humano integral. Educar es formar a la persona para el futuro desde un presente movido por la esperanza de lograr la mejor versión de sí mismos diariamente. Educar para el futuro se hace apoyados en lo óptimo que el educador dispone hoy.
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El educador salesiano sabe que, frente a la tecnología y los avances del mundo virtual, su labor es imprescindible para forjar el ciudadano responsable, la persona ética, el individuo que en sea crítico frente a una realidad que será cada día más volátil, más incierta, más compleja, más ambigua pues el educador salesiano sabe que forma y no sólo informa, se sabe factor decisivo en el proceso educativo de humanizar al otro acompañándole.
El liderazgo del educador salesiano ha de ser un liderazgo contextual, inspirador, humanizante y en continua mejora. Es un liderazgo que mira por lo mejor en cada individuo y pretende potenciar al máximo la mejor energía interna que posee el otro.
El educador salesiano sabe que su presencia en medio de los alumnos sea ésta virtual o presencial, sincrónica o asincrónica, es una presencia que debe ser proactiva, propositiva, formativa, cercana y con intencionalidad educativa. No basta ser un buen educador salesiano porque se domina el área de conocimiento ni por tener las mejores técnicas pedagógicas, ambos son necesarios, pero sin una calidad de encuentro educativo ni una sana y significativa presencia que forma y acompaña, el hecho educativo se ve seriamente comprometido en el logro de sus fines: formar buenos cristianos y honestos ciudadanos…formar a la persona en totalidad, con integralidad y con finalidad humanizante.
Tema urgente hoy es la presencia educativa del educador salesiano que intencionalmente acompaña la experiencia de aprendizaje tanto en ambientes virtuales como en aulas físicas considerando elementos socioemocionales, motivacionales, relacionales, de inteligencia emocional, etc. Acompañar con una presencia que sea intencionalmente educativa implica:
Una presencia que aprende y enseña la posibilidad de realización en tiempos de precariedad. En la experiencia de enseñanza-aprendizaje no existen recetas frente a la complejidad de variables que atentan contra el logro de aprendizajes significativos: conectividad, equidad, motivación, y una lista interminable de etcéteras. Pero hay algo que es innegable e innegociable: Cada persona es una posibilidad de realización de futuro pues cada persona posee en sí misma la energía necesaria para el logro de un cúmulo incalculable de posibilidades. La precariedad condiciona, pero no debería determinar la relación educativa enfocada a enseñar y aprender. La mejor estrategia didáctica reside en la calidad de la relación educativa que el educador salesiano proponga desde su persona.
Una presencia que acompaña. En la experiencia de enseñanza-aprendizaje el acompañamiento es más una lista de ingredientes y propuestas en versión beta, que una receta a aplicar sin contextos ni situaciones personales. Como educador salesiano presente en medio de los estudiantes se puede sugerir, acorde a la propia concepción de ser humano y de los fines de la educación que se consideren
importantes, pero hoy la sensibilidad en las nuevas generaciones exige respeto a sus propios procesos, a sus individuales ritmos en la toma de decisiones, a sus intereses personales. El liderazgo educativo salesiano tiene un mayor impacto si se centra en el proceso de autoconocimiento que permita a los estudiantes alcanzar las profundidades de la interioridad más íntima de cada persona al confrontarse con las propias motivaciones, sueños, deseos, miedos, experiencias, etc. Algunas estrategias pedagógicas hoy propuestas tiene el límite de ser extrínsecas y corren el riesgo de estandarizar el proceso de auto apropiación y proyección de futuro de cada estudiante.
Acompañar salesianamente es propiciar la mejor versión del otro. Reconociendo que el encuentro con el otro -estudiante, padre de familia, tutor, compañero de trabajo, etc.- puede ser enriquecimiento cuando hay voluntad de mejora mutua. Interpretar junto con y al lado del acompañando, los signos que evidencian que se está avanzando en el proceso de humanización y mejora continua, es un modo de ejercer liderazgo salesiano preventivo hoy. Eligiendo en actitud de discernimiento, los elementos -cognoscitivos, conductuales, afectivos- que son ingredientes esenciales para una vida que trasciende en el servicio a los otros es hablar de benevolencia, razón y religión. Una presencia que modela lo que propone. Acompañar es modificar las propias estructuras mentales para asimilar que la diversidad de perspectivas es posibilidad de enriquecimiento mutuo, y no caos o atentado contra tu autoridad como educador salesiano. Un paradigma donde lo diverso genera unidad de mentes y corazones se contrapone a un paradigma que busca la unidad en la anulación de lo diferente.
En los contextos actuales la significatividad y relevancia de la calidad educativa urge a modificar los paradigmas de antaño pues si “percepción es realidad”, entonces sin flexibilidad y adaptación, no hay acompañamiento y lo que hay es distorsión de una calidad educativa que uniforma, pero no forma. Recordemos que educar es servir y es hacerlo con los mejores recursos disponibles y con las más altas expectativas posibles, sigamos empeñados en hacer realidad la calidad académica desde el Sistema Preventivo Salesiano: educar con y desde el corazón.
P. aLeJandro rodríguez rodríguez, sdB don Bosco HaLL, BerkeLey, ca.
Rodríguez, A. (2020). Educadores Líderes desde un Enfoque Preventivo. Institute of Salesian Studies.
Rodríguez, A. (2020). Educar en la Nueva Normalidad. Colección de Escritos. Institute of Salesian Studies.
Rodríguez, A., & Sánchez Tapia, S. (2020). Ser Preventivo en 15 acciones. IMGRA.
