Editorial
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PALABRAS DEL DIRECTOR
MES DE DON BOSCO Este mes que iniciamos es considerado por la Familia Salesiana del mundo como el mes de Don Bosco por celebrarse el aniversario de su nacimiento el 16 de agosto de 1815. Para nosotros, empleados y amigos de la misión del santo de los jóvenes, es una ocasión para agradecer a Dios el don de su vida y de su carisma que desde entonces hasta nuestros días sigue brillando con luz propia. En su tiempo, el Papa le pidió a Don Bosco que escribiera su autobiografía que sirviera de estímulo para su Congregación Salesiana en el sostenimiento de su obra a través de los siglos fundamentada en la humildad de sus inicios y en la caridad de la acción. Don Bosco, asumió la petición del Santo Padre y fruto de la misma surgió el texto “Memorias del Oratorio de San francisco de sales”. Abriendo sus páginas iniciales, encontramos la narración de los hechos del origen de su vida, contados por él mismo. “Nací el día consagrado a la Asunción de María al cielo del año 1815, en Morialdo, aldea de Castelnuovo de Asti. Mi madre se llamaba Margarita Occhiena, de Capriglio, mi padre, Francisco. Eran campesinos que ganaban honradamente el pan de cada día con el trabajo y el ahorro. Mi buen padre, casi únicamente con su sudor, proporcionaba sustento a la abuela, septuagenaria y achacosa, a tres niños -el mayor de los cuales era Antonio , hijo del primer matrimonio, el segundo José, y el más pequeño Juan, que soy yo- y, además, a dos jornaleros del campo”. Su vida parte de la humildad y pobreza del contexto familiar y cultural de la época, situaciones que se convirtieron en valores para su vida desplegados en el desapego de las cosas materiales y en el servicio y compromiso con los más necesitados. P. José Ariel Guerrero C.
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